Esta jornada se enfrentaban los dos jugadores más destacados en la estadística en lo que llevamos de Liga ACB. El duelo entre Mirotic y Prepelic se saldó en favor del ala-pivot hispano-montenegrino con mucha claridad. No estuvo a la altura el escolta esloveno en el choque particular entre dos grandes aspirantes al MVP de la Liga Regular para muchos expertos y analistas. Pero quizá estén olvidando la candidatura de un tercer jugador, que sin hacer ruido está produciendo un gran impacto sobre la cancha. Se trata de Shermadini, que ha recuperado su mejor nivel en La Laguna tras su gris paso por Málaga. En el derbi canario realizó su mejor actuación en la Liga ACB, superando exhibiciones pasadas en Zaragoza y Andorra, donde desarrolló su mejor juego en el baloncesto español. Un tanque en la zona pero de aspecto engañoso puesto que no le faltan la movilidad y los fundamentos propios de un pivot de técnica depurada. Un cabeza de ratón que alcanza sus mayores cotas en equipos sin excesiva presión, donde su peso en el juego es mucho mayor. Es un jugador de referencia, no una pieza más en el engranaje de un gran equipo. Un tanque para abrir paso a un CB Canarias que apunta a llegar lejos esta temporada.
Unicaja 75 – Basket Zaragoza 81: Unicaja regresaba al Martín Carpena con el ánimo por las nubes tras su brillante victoria en el Palau Blaugrana la pasada jornada pero el rival, Basket Zaragoza, no era el indicado para regodearse en la euforia. No tardó en demostrarlo. Muy efectivo en los primeros ataques y dominando con un 0-6 de inicio, con Seeley tomando buenas decisiones en los minutos iniciales. La entrada a pista de Jaime Fernández activó el juego de Unicaja. Sus acciones individuales igualaron de nuevo el partido por unos instantes pero el control rebote ofensivo propició que Basket Zaragoza volviera a tomar una cierta distancia en la parte final del primer cuarto. Unicaja necesitaba más regularidad e intensidad. Buscó anticiparse a las líneas de pase para complicar el ataque rival. Alberto Díaz (9 puntos, 8 rebotes, 15 de valoración) puso en la pista el carácter y el juego intenso que le hacía falta al equipo malagueño. Además no le faltó acierto en el tiro. El base fue el impulso de la reacción que puso por delante a los de Luis Casimiro (28-25, min 15). A Basket Zaragoza le costaba mucho más anotar pero la falta de tino en el tiro exterior evitó que los locales pudieran escaparse. Visto que los triples no entraban Deon Thompson buscó anotar cerca del aro. Le fue mucho mejor que desde la línea de tres. No se entiende que esta temporada juegue menos dentro de la zona cuando es un jugador que se mueve bien en el poste bajo. Thompson se ocupó que Unicaja se marchara por delante al descanso (37-33, min 20) pero el panorama cambió notablemente en el tercer cuarto.
Basket Zaragoza aprovechó los regalos de su rival para recuperar el mando del encuentro. Ya por delante, movió el balón con mucha paciencia hasta encontrar buenos tiros. El equipo entrenado por Porfi Fisac sabe manejarse bien tanto en estático como en transición, tiene recursos para cualquier tipo de partido. Unicaja subió la línea de presión pero sólo pilló por sorpresa a Basket Zaragoza en las dos primeras ocasiones. El equipo maño circuló el balón hasta encontrar tiros cómodos bajo el aro. Justiz estuvo muy sólido en el juego interior pese a sus problemas físicos. Unicaja seguía penando con su nulo acierto en el lanzamiento exterior. Firmó un 2/23 en triples al final del tercer cuarto que le complicaba enormemente el partido. Le salvó que al equipo maño no le entraron los triples que hubieran logrado que se marchara en el marcador. Brizuela, que acabó dañado el tercer cuarto aunque todo quedó en un susto, tomó la responsabilidad en ataque. Sus entradas a canasta redujeron al mínimo la desventaja pero la respuesta de Basket Zaragoza fue rotunda. Dos triples de Ennis (15 puntos, 6 robos, 16 de valoración) y Barreiro cortaron en seco la reacción de Unicaja. Justiz remató la faena dominando en la pintura. Quién pudiera imaginar que el pivot cubano estuviera renqueante. El parcial de 0-10 fue decisivo a la postre (60-71, min 36). Barreiro (16 puntos, 6 rebotes, 19 de valoración) barrió todos los balones para acaparar el rebote ofensivo y acabar decidiendo el choque pese a que Unicaja anotaba con canastas rápidas. Un tiro de cinco metros de Seeley selló un triunfo que clasifica a Basket Zaragoza para la Copa. Un premio que se puede quedar corto para un equipo con miras más altas.
Bilbao Basket 75 – Betis 69: Comienzo arrollador de Bilbao Basket que amenazó con llevarse por delante al Betis de manera rápida y fulminante. En defensa Los Hombres de Negro intimidaron a los verdiblancos a golpe de tapón. Hasta cinco en los primeros cinco minutos, un dato insólito del que no recuerdo precedentes. El ataque de Bilbao Basket rindió a gran nivel con un acierto espectacular en el triple. Bouteille no fallaba nada. Tres triples consecutivos de Kubolka colocaron muy pronto al Betis en una situación delicada (19-7, min 5). Los de Curro Segura se libraron de caer en la lona por la vía rápida gracias al rebote ofensivo. La dirección de Oliver (14 puntos, 4 rebotes, 16 de valoración) asentó el ataque del Betis, que redujo distancias con un 2-7 de salida en el segundo cuarto, pero el acierto en el perímetro de Bilbao Basket ahogaba la reacción visitante. Kubolka y Bouteille seguían en racha y castigando el aro verdiblanco. El Betis resistió como pudo el chaparrón, cargando el rebote y a la espera que apareciera quien pudiera responder al acierto de los tiradores locales. AJ Slaughter arregló las cosas en los minutos finales de la primera mitad para reducir daños al descanso (42-37, min 20).
El Betis continuó porfiando en el rebote ofensivo en el tercer cuarto para mantenerse cerca en el marcador pero le faltó acierto desde la línea de tres para igualarlo. Cada triple que pudiera poner a los béticos a tiro topaba con el aro local. Además Slaughter cometió su cuarta falta al inicio del último cuarto. Bouteille seguía a lo suyo, anotando en momentos oportunos para mantener una discreta ventaja pese a que Jaylon Brown se embarullara constantemente durante el último cuarto. Acumuló fallos y pérdidas de balón, no le salió nada a un jugador que está siendo pieza clave en el ataque de Bilbao Basket esta temporada. El Betis aprovechó sus continuos errores. Un parcial de 0-9, sin Slaughter en pista, le metió de lleno en el partido (61-60, min 34). Para frenar la reacción los locales volcaron el juego sobre Balvin (15 puntos, 6 rebotes, 4 tapones, 29 de valoración). El pivot checo se convirtió en un referente ofensivo muy fiable pero el Betis seguía erre que erre. A Conger le salía todo, entraban tiros realmente complicados, pero la llave del partido la tendría Bouteille (23 puntos, 5 rebotes, 23 de valoración). Un 2+1 puso a Bilbao Basket a un paso de la victoria. Un triple del alero francés en el siguiente ataque local resultó definitivo. De nuevo Bouteille como jugador decisivo para Los Hombres de Negro, que siguen soñando con una plaza en Málaga a mediados de febrero.
CB Canarias 100 – Gran Canaria 79: El derbi canario fue el momento escogido para celebrar el 80 aniversario de CB Canarias. Un festejo que no tuvo el inicio que deseaba el equipo lagunero. Gran Canaria cerró bien a Shermadini, frenado por un Costello que dominó las dos zonas en los primeros diez minutos, y salió disparado para atacar en transición en los primeros minutos de encuentro. Buen comienzo de Okoye, principal arma ofensiva de Gran Canaria durante el primer cuarto. Falta le hace recuperar el nivel que ofreció en Zaragoza y dejar atrás la versión descafeinada de esta temporada. A Vidorreta no le debió hacer gracia que el rival anotara bandejas fáciles con demasiada frecuencia. Tampoco que sus bases estuvieran imprecisos o que el equipo no cerrara el rebote. CB Canarias estaba necesitado de un revulsivo (21-31, min 12) que llegaría con dos triples seguidos. Álex López consiguió volver loco el partido y los locales igualaron con un parcial de 10-0. A partir de entonces todo salió rodado para CB Canarias. Encontró mejor a Shermadini, más cómodo sin soportar la defensa de Costello. Fue el inicio de su memorable actuación. Cada balón en ataque acabó en manos del pivot georgiano. Cada jugada terminaba en canasta o falta sobre Shermadini. Se encargó de dar la vuelta al marcador ante el delirio de la afición presente en el Santiago Martín. Shermadini anotó quince puntos en el segundo cuarto, una demostración de poderío que cambió el partido (47-40, min 19).
Los dos triples de Okoye (16 puntos) al inicio del tercer cuarto sólo fueron un parche temporal. No hubo manera de frenar los efectos provocados por Shermadini. Ni siquiera Costello era capaz podía defenderle. Gran Canaria continuaba dominando el rebote ofensivo con claridad pero ahora no conseguía sacar provecho de él. Pasaba por enormes apuros para atacar la defensa local. La falta de acierto en el tiro exterior complicaba aún más las cosas. Huertas se apropiaba del ritmo del partido y rompía el sistema defensivo de Katsikaris con sus entradas a canasta. Sin embargo varias pérdidas de balón provocaron que Vidorreta devolviera a pista a Shermadini. Apenas tuvo dos minutos de respiro. Ni falta que hizo. Nada más aparecer volvió a forzar faltas dentro de la zona con mucha facilidad. Burjanadze y Shurna (12 puntos, 3 rebotes, 17 de valoración) sostuvieron a Gran Canaria en el tramo final del tercer cuarto pero era inminente la llegada del desplome definitivo. Marcelinho Huertas (17 puntos, 12 asistencias, 24 de valoración) hizo lo que quiso, dominaba el partido a placer. Gran Canaria acabó roto, hundido por un rival desatado que destrozaba el partido con un parcial de 14-0 (86-64, min 34). Ahora la fiesta en el Santiago Martín sí que era completa. Pudo aclamar como se merecía a Shermadini (32 puntos, 9 rebotes, 11 faltas recibidas, 42 de valoración, MVP de la jornada), el gran protagonista del derbi. Su equipo no quedó afectado por su descanso. Yusta (22 puntos, 2 robos, 21 de valoración) puso el remate en unos minutos finales pletóricos, anotando de tres, defendiendo con intensidad y atacando el aro con decisión. Con minutos de juego ha mostrado todo lo que prometía. Triunfará donde esté, no lo dudo. Otro éxito particular dentro del triunfo global que asienta a CB Canarias entre los cuatro primeros.
Obradoiro 78 – Fuenlabrada 77: Se movió mejor Fuenlabrada en el juego impreciso que tuvo lugar durante los primeros minutos en Fontes do Sar. Pese al empeño de Brodziansky el conjunto madrileño estuvo algo más asentado en la pista aunque sin disfrutar de ventajas reseñables. La distancia era corta y dos triples de Álvaro Muñoz bastaron para enjugarla. Obradoiro defendió mejor y logró maniatar el ataque de Fuenlabrada. Con un parcial de 14-2 los locales alcanzaron una renta tranquilizadora (19-10, min 9). Fuenlabrada no encontraba el rumbo y perdía demasiados balones. Los regalos visitantes y el trabajo de Daum, acertado en el tiro y firme en defensa, estabilizaron la diferencia durante todo el segundo cuarto. El regreso a pista de Bellas y el rebote ofensivo le sirvió al Fuenla para resistir hasta el descanso. Saldría con otra cara tras reanudarse el partido, mucho más agresivo atrás. A partir de la defensa logró un 0-6 de salida que empató el encuentro (46-46, min 23). La cuarta falta de Pozas suponía otro inconviente más para Obradoiro, que optó por trabar el partido como solución a un partido que se le complicaba. Dio resultado, Fuenlabrada nunca se siente cómodo en una guerra de trincheras. Brodziansky (18 puntos, 4 rebotes, 24 de valoración) emergió en la zona para marcar diferencias. Metía todo para desesperación de un rival que sobrevivía como podía.
El tiro exterior le permitió recortar distancias a Fuenlabrada en el tramo final del tercer cuarto. Marc García (16 puntos, 6 rebotes, 26 de valoración) estuvo fantástico desde el perímetro para meter a su equipo en el partido. Ehigiator se mostró muy sólido dentro de la zona y fue pieza importante en la remontada visitante. Está respondiendo el joven pivot en los minutos que le da Jota Cuspinera, cada vez en mayor medida. Si anotara los tiros libres ya sería fantástico. Sangre joven para dar la vuelta a las tornas (55-60, min 30). Obradoiro volvía a encontrarse en otra situación incómoda tras la reacción de Fuenlabrada pero lo solucionó con dos triples consecutivos de un Czeparowicz en racha al inicio del último periodo. El dominio en el rebote ofensivo le dio a los locales una pequeña ventaja, afianzada en el tiro libre. No fue suficiente. Un triple y un 2+1 de Rowland (15 puntos) puso el 76-77 a pocos segundos del final. A Obradoiro le quedaba un único ataque para evitar la derrota. Álvaro Muñoz lanzó desde la línea de tres. El balón tocó en el aro pero apareció provindencial Daum para palmear y colocar uno arriba al equipo gallego. Aún tenía dos segundos Fuenlabrada para decidir el partido. Balón a Rowland que penetró hacia canasta para dejar una bandeja contra tabla. No tuvo fortuna. El balón se salió y Obradoiro se hacía con una victoria in extremis que le aleja de la zona baja. Aún tiene una pequeña opción de disputar la Copa aunque no entre en los planes.
Estudiantes 91 – UCAM Murcia 70: Estudiantes tomó el mando del partido apenas transcurridos dos minutos de juego. Juan Palacios lanzaba con efectividad desde media distancia y Kadji aparecía con acierto en la zona. UCAM Murcia acusaba la falta de tino de Booker, que regresaba tras dos semanas de baja. Estudiantes ganó en confianza y empezó a jugar con velocidad. También defendió con eficacia, empujando a UCAM Murcia a lanzar desde la línea de tres. No le funcionó el tiro exterior al equipo murciano, cada vez más atascado en ataque (22-11, min 10), pero Estudiantes tampoco anotaba desde fuera y el rebote ofensivo le permitió sumar lo suficiente para sacar la cabeza. Kadji se dañó el tobillo peleando por el rebote pero los gestos de dolor del jugador colegial acabaron en un simple susto sin importancia. Estudiantes buscó a Arteaga como solución a la falta de acierto en el perímetro. Todo un acierto, siempre sacaba algo dentro de la zona. Su eficacia se sumó a la del debutante Avramovic, que disputó unos buenos minutos en su estreno en el Ramiro. UCAM Murcia perdía terreno de forma irremediable. Su juego carecía de ritmo y abusaba del uno contra uno. Excesivo individualismo que le llevó a encajar un parcial de 14-3 que le ponía el partido en chino (41-25, min 18).
Tras el descanso su juego ofensivo tuvo mayor criterio. Todo era más fácil cuando Booker (19 puntos) anotaba con frecuencia. Pero la reacción apenas duró unos minutos. Las acciones de 2+1 de UCAM Murcia evitaban en un primer momento que Estudiantes volviera a marcharse en el marcador pero los colegiales disfrutaron de un juego más asentado y regular. Dangubic anotaba de tres para dar tranquilidad al conjunto colegial. UCAM Murcia continuaba negado en el tiro de tres y vivía exclusivamente del rebote ofensivo. Un argumento poco sólido para resistir mucho tiempo. Arteaga (19 puntos, 6 rebotes, 22 de valoración) no perdió su solidez en la zona en el último cuarto. Pressey (7 puntos, 12 asistencias, 4 rebotes, 3 robos, 22 de valoración) se forró a asistir y elevó una renta que se antojaba definitiva (72-56, min 33). El ataque visitante estaba completamente atascado, sólo Booker salvaba la defensa del Estu en contadas ocasiones. Las pérdidas de balón hundieron definitivamente a UCAM Murcia. La diferencia pasó de los veinte puntos y los de Sito Alonso acabaron entregados, resignados a su suerte. Dzikic podía respirar, por fin su equipo disfrutaba de un encuentro tranquilo con final feliz. La racha de siete derrotas consecutivas de Estudiantes llegaba a su fin tras una victoria de vital importancia en la lucha por la permanencia.
Manresa 79 – Valencia Basket 76: Para sortear la diferencia de altura con el quinteto de Valencia Basket, Pedro Martínez optó por la velocidad y el tiro exterior. Una jugada que le salió a pedir de boca en un primer cuarto impecable de Manresa. Acierto pleno en el tiro de tres en los minutos iniciales como base para el dominio local incontestable durante los primeros diez minutos. Valencia Basket no estaba nada cómodo en la pista. Los pivots no eran capaces de anotar bajo el aro y sólo Colom disfrutaba de algo de acierto. En cambio, a Manresa le salía todo. Un vendaval de juego desatado por Dani Pérez (10 puntos, 11 asistencias, 24 de valoración), tocado por una varita mágica. Durante el primer cuarto promedió una asistencia por minuto, un dato insólito que bien sirve para explicar la avalancha local. Una vez tras otra llegaba un pase elevado que superaba la defensa visitante hasta caer en manos de un jugador de Manresa en el poste bajo. Inagotable caudal anotador y una gran actuación coral que colocaba a los locales en la senda del triunfo (31-14, min 10). Valencia Basket estaba obligado a mejorar defensivamente si quería tener alguna opción de remontar un partido que pintaba muy oscuro. Subió la intensidad en defensa y logró complicar las cosas en ataque a Manresa, menos fluido sin Dani Pérez en pista. A partir de la garra en la zona y dominando el rebote ofensivo, Valencia Basket redujo lentamente la diferencia. Al descanso el incendio parecía más controlado (44-34, min 20) aunque los problemas en ataque regresaron en el tercer cuarto.
El buen inicio de periodo quedó en un espejismo. Manresa no recuperó la fluidez anotadora del primer cuarto pero le bastó con aprovechar el bajón rival para endosar un parcial de 10-2 que le facilitó la vida (58-44, min 28). O eso parecía. Valencia Basket volvió a apelar a la defensa desesperada, a la presión cargada de agresividad. Los robos de balón cambiaron el partido en el último cuarto. Loyd (20 puntos, 3 robos, 20 de valoración) se puso morado a anotar al contraataque en los últimos diez minutos. Pese a que Magarity (16 puntos, 4 rebotes) tomó la responsabilidad y sostuvo a Manresa, las pérdidas de balón y el dominio aplastante de Valencia Basket en el rebote ofensivo ponían el partido al rojo vivo. Un triple de Loyd puso a los visitantes a tiro de completar la remontada. Doornekamp igualaba a 72 a dos minutos del final. Manresa mantuvo el tipo con canastas de mucho mérito pero Valencia Basket siempre respondía. Primero fue Dubljevic tras un nuevo rebote en ataque. Una bandeja de Abalde, que entró hacia canasta sin oposición, igualó a 76 a dos segundos del final. La prórroga sobrevolaba el Nou Congost. Saque tras tiempo muerto a ocho metros de canasta. Balón para Toolson en la esquina. Finta para librarse de Labeyrie y se levanta desde la línea de tres. Triple letal sobre la bocina que desató la euforia de la afición manresana. Otro triunfo con suspense que aleja a Manresa de la zona de descenso y vuelve a instalar las dudas en el seno de Valencia Basket.
Real Madrid 91 – Andorra 60: En las últimas temporadas Andorra fue un rival muy duro e incómodo para el Real Madrid, un equipo muy molesto que siempre le complicaba la vida. Sin embargo esta campaña acudía al Palacio de los Deportes con su juego interior muy mermado por las lesiones. Una enorme complicación cuando delante se encuentra Tavares, el coco de la zona en el Viejo Continente. No era nada complicado averiguar que el Madrid le iba a buscar con mucha frecuencia. Andorra opuso velocidad para evitar los estragos del gigante de Cabo Verde. Consiguió anotar con cierta comodidad en los primeros ataques, mientras el Real Madrid se desperezaba y Randolph ajustaba el punto de mira, desviado en los minutos iniciales. Que no anotara no significó que sus compañeros dejaran de buscarle. Acabó encontrando el acierto para adelantar al equipo blanco. Ibon Navarro pidió tiempo muerto para evitar que su rival entrara en una dinámica demoledora. No pudo sortear lo inevitable. El Madrid aprovechó la evidente superioridad física en el juego interior para forzar faltas con mucha frecuencia. Tavares (11 puntos, 12 rebotes, 25 de valoración) dominaba con puño de hierro el rebote. Andorra ni lo olía. Pero el mayor problema para los visitantes fue la sequía anotadora. La falta de acierto en el tiro exterior les sumió en un profundo agujero. Un triple de Campazzo tras un saque de banda en largo de Rudy completó un parcial de 18-3 hasta el final del primer cuarto (24-12, min 10). Andorra hubiera deseado que la racha madridista hubiera acabado ahí pero sólo fue el principio. Llegaron los triples del Madrid al inicio del segundo cuarto para colocar la diferencia por encima de los veinte puntos. Andorra se vio arrastrado por la tormenta blanca aunque él solo se inmoló. No le entraba nada, sobre todo en el tiro de tres.
Continuaba el dominio absoluto en el rebote de un Madrid dispuesto a no hacer prisioneros. Rudy sacó a relucir su faceta de asistente. Thompkins (14 puntos, 5 asistencias, 4 rebotes, 19 de valoración) sacó brillo a su maravillosa muñeca. A los de Ibon Navarro les caían los golpes por todas partes, se convirtieron en un saco de arena. El Real Madrid se gustaba. Taylor ponía el espectáculo con un par de mates de concurso. Los aficionados del equipo blanco disfrutaban de un verdadero festín navideño. El Madrid sólo dejaba detrás de sí tierra quemada. Su rival se había inmolado desde el perímetro. Sólo anotó cinco puntos en 14 minutos, dos miserables puntos en todo el segundo cuarto. El parcial alcanzó una dimensión apocalíptica. 44-5. He dicho bien, ¡44-5! No es un parcial pa cagarse, es para no levantarse del retrete en una semana. Andorra había quedado destruido por completo en una primera parte de pesadilla (50-14, min 20). Al menos tuvo orgullo para levantar la cabeza y tratar de competir en la segunda mitad. Anotó con fluidez en la reanudación aunque sólo le valiera para intercambiar canastas con el equipo blanco. Laso pudo darle muchos minutos a los jóvenes en la segunda parte aunque eso no era óbice para que se libraran de la reprimenda del técnico por errores en defensa. No iba a permitir que la relajación se convirtiera en complacencia. También pudo dar cancha a Mejri. Aún le falta ritmo, buscó en exceso el tiro de tres, pero su envergadura sigue imponiendo. Andorra metió intensidad aunque la paliza era inevitable. Llovet se llevó dos técnicas seguidas por protestar una falta. Musli (17 puntos, 7 rebotes, 17 de valoración) estuvo mucho más cómodo sin Tavares incordiando, anotando y sumando rebotes en ataque. Tres triples seguidos de Andorra bajaron la ventaja de la treintena pero el Madrid no estuvo dispuesto a maquillaje de ningún tipo. Contestó a los triples rivales y le endosó un 0-10 para dejar las cosas como estaban. El Real Madrid se presentará en el Clásico, con el duro aperitivo europeo en el OAKA entre medias, en un momento de juego admirable.
Joventut 80 – Barça 95: Joventut comenzó el derbi catalán por excelencia confundiendo la velocidad con el tocino. A Xabi López-Arostegui no le faltó confianza para lanzar pero no anotaba una. Tardaron tres minutos y medio los verdinegros en anotar sus dos primeros puntos. Sin embargo a Mirotic no tuvo acierto en sus primeros tiros y Joventut no tardó en igualar. No duraría mucho esta circunstancia. Joventut cometía demasiados errores, pérdidas absurdas. Prepelic tuvo que marcharse al banquillo con dos faltas. Además la Penya estaba negada en el perímetro. Ya se juntaban demasiados factores adversos y, tarde o temprano, tendría que aparecer Mirotic. Lo hizo en la parte final del primer cuarto. Se marcharía al banquillo con once puntos, como si no hubiera hecho nada. La marca de un jugador de talento inagotable. El dominio inapelable en el rebote ofensivo permitió al Barça tomar una diferencia interesante al inicio del segundo cuarto (14-26, min 11) pero la ausencia en pista de Mirotic la acusaría seriamente. Joventut aprovechó el bajón azulgrana para volver loco el partido. Buford espabiló tras un comienzo errático e inició la remontada. Kanter, no el famoso Enes sino su hermano Kerem, tuvo un extraño acierto en el tiro de tres. Dos triples del pivot turco para sorprender a propios y extraños. Pesic paró el partido tras un roto descomunal de Dimitrijevic a Delaney que será una de las imágenes de la jornada, pero la Penya no frenó el paso ahora que encontraba espacios para jugar a la carrera. Dos triples de Morgan (18 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias, 19 de valoración) igualaron el marcador. Un robo finalizado con canasta bajo el aro de Prepelic, la primera que anotaba en el encuentro, ponía por delante a los verdinegros (38-36, min 17). Una alegría efímera. El Barça contestó de inmediato con dos triples. Prepelic se enzarzó en discusiones con el trío arbitral, pidiendo insistentemente personal en cada entrada a canasta. Alguna vez no le faltó razón pero se perdió en protestas.
El regreso de los titulares fue fundamental para que el Barça se marchara al descanso con cierta holgura (40-46, min 20). En el tercer cuarto jugó con la falta de criterio del ataque verdinegro. Prepelic seguía sin encontrar el acierto y Joventut cayó en una mala selección de tiro que no cesó ni con el tiempo muerto temprano de Carles Durán. Tampoco paraba de perder balones y su juego cayó el desconcierto. El Barça fue tomando distancia jugando con seriedad y cargando con decisión el rebote ofensivo. Mirotic (23 puntos, 6 rebotes, 31 de valoración) no encontraba antídoto, algo que no es de extrañar, pero penaba el doble cuando juegas sin cabeza. El parcial de 2-13 de inicio amenazaba con destrozar definitivamente el partido (42-59, min 24) pero el Barça se contagió de la imprecisiones rivales. El buen trabajo de Kanter en la zona redujo la diferencia de la barrera de los diez puntos, Joventut podía volver al partido, pero a los azulgranas les sobra talento para salir airoso de los momentos de dudas. Davies sacó al Barça del despiporre en el que entró sin darse cuenta. Dos triples seguidos de Hanga (14 puntos, 7 rebotes, 6 asistencias, 21 de valoración) ajusticiaron a un rival que volvió a caer en un juego desconcertante al comienzo del último cuarto (62-80, min 31). Los verdinegros abusaron del triple sin mucho éxito y aunque cerraron mejor el aro en los últimos minutos ya era tarde para reaccionar. Le faltaba selección de tiro para atacar con cierta coherente. Además Prepelic cerró su actuación gris expulsado. Acabó desquiciado en su pelea con el trío arbitral. La imagen de la impotencia de Joventut, superado con claridad por su poderoso vecino que ha mejorado en seriedad y trabajo defensivo esta semana. Falta le hacía de cara al Clásico de la próxima semana.
Baskonia 74 – Burgos 82: La nefasta semana europea había terminado con la paciencia de Querejeta. El presidente de Baskonia había enseñado la puerta de salida a Perasovic, discreto en su segunda etapa como técnico en Vitoria. Josep María Berrocal se sentó en el banquillo en el retorno al Buesa Arena aunque con claro aroma a temporalidad. La afición vitoriana acudió con pocos ánimos, superada en entusiasmo por la nutrida representación de la afición de Burgos en las gradas. El buen arranque de su equipo, 7-1 de inicio, tampoco levantó pasiones. Baskonia emitía mucha frialdad en la pista, le faltaba espíritu. No tardó en reaccionar Burgos. Bassas tomó el protagonismo con dos triples y generando espacios muy útiles para el ataque burgalés. Stauskas mantenía por delante a Baskonia pero faltaba claramente continuidad en el juego. McFadden anotó un triple para poner por primera vez arriba a los de Joan Peñarroya. Al primer contratiempo llegaron los errores producto de los nervios. Tres faltas en ataque consecutivas para irritación de la afición vitoriana (13-18, min 8). Baskonia anotó dos triples al inicio del segundo cuarto, un buen motivo para encontrar la forma de activarse. Ni por esas. Benite (19 puntos, 3 rebotes, 17 de valoración) tomó el peso anotador para mantener la alternancia en el marcador. Baskonia no se encontraba sobre la pista. Los balones bombeados hacia la zona acababan desviados por los pivots de Burgos. Acabó atrapado en el descontrol, en los sucesivos errores de un partido convertido en un continuo accidente (31-32, min 20). El descanso no sirvió para refrescar la mente. Burgos salió convencido que podía dar el golpe en el Buesa Arena y emuló el comienzo de partido de su rival. El 1-7 de salida enardeció aún más a la animosa afición burgalesa, que empezaba a creérselo. Baskonia necesitaba soluciones y con rapidez.
Por primera vez Stauskas (20 puntos, 3 asistencias, 18 de valoración) desempeñaría el rol protagonista que se le suponía tras su fichaje este verano. Su acierto en el perímetro sacó a Baskonia del barrizal. Necesitan al canadiense, que entre lesiones y dinámica negativa del equipo no le cogía el pulso al baloncesto europeo. Burgos se enredó con el arbitraje en la parte final del tercer cuarto. Primero le cayó una técnica a Salvó. Después a Peñarroya por protestar. Ya ni merece la pena decirlo, se da por supuesta en cada partido al técnico del conjunto burgalés. Un poderoso mate de Diop dio la vuelta al marcador justo antes del final del cuarto y Baskonia afrontó de otra manera el comienzo del periodo final. Shields (13 puntos, 6 rebotes, 20 de valoración) calentó la muñeca y anotó siete puntos seguidos para abrir una brecha que suponía oro puro para el equipo vitoriano. Parecía que la situación estaba bajo control (66-59, min 32), que Baskonia salía indemne. No hay tranquilidad para un equipo en apuros. Los tiradores de Burgos no habían dicho su última palabra. McFadden (19 puntos, 6 asistencias, 21 de valoración) entró en una de sus rachas y con dos triples devolvió la angustia a Baskonia. Diop, uno de los marginados de Perasovic, sostuvo a los locales, incluso con una acción fuera de su repertorio como un triple, pero la efectividad del tiro exterior de Burgos acabó desquiciando a Baskonia. Shengelia tiró de galones para arreglar las cosas en el último minuto pero ni siquiera él escapa de la crisis. Recibió un tapón de Clark cuando buscaba dejar una bandeja y otro de Lima (10 puntos, 6 rebotes, 3 tapones, 17 de valoración) al buscar un triple. Ni el líder en la pista solucionaba el desaguisado, el desplome era inevitable. La fiesta de la afición de Burgos no había hecho más que empezar. Un complicado tiro de Benite desde cinco metros ajustició al equipo vitoriano. Un mate de Clark para finalizar un contraataque selló la gesta. Burgos conseguía su primera victoria en una cancha de tronío en la Liga ACB, ya acaricia con los dedos su presencia en la Copa. En cambio no encuentra su fin la caída de Baskonia. En Vitoria tienen razones sobradas para ver en peligro su plaza en Málaga a mediados de febrero.
Sin cambios en la parte alta de la tabla. El Real Madrid (12-2) continúa como líder en solitario con una victoria de ventaja sobre Barça y Basket Zaragoza, ambos con 11-3. CB Canarias (9-5) se afianza en la cuarta posición y acaricia la clasificación para la Copa. Siete equipos están igualados con 7-7, van a estar muy caras las últimas plazas en Málaga. Aunque tres son los equipos igualados con 4-10, Fuenlabrada ocupa la zona de descenso junto al colista Betis (3-11).
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