El 27 de noviembre el diario Marca publicó una entrevista con Fernando Galindo, presidente de Estudiantes, en la que dio la voz de alarma sobre la situación económica del club. Ni siquiera el patrocinio de Movistar sirve de bálsamo para el estado precario de las arcas en el Ramiro. Un problema endémico agravado por el derroche efectuado hace quince años bajo la gestión de Alejandro González Varona. Un gasto desmesurado que permitió a Estudiantes luchar contra los grandes, incluso presumir de una plantilla mejor y de más calidad que la del Real Madrid en su etapa más oscura, pero que hipotecó su futuro hasta la asfixia. Los problemas económicos han repercutido en el terreno deportivo, perdiendo competitividad año tras año. Ya no aparecen jugadores que traspasar al Real Madrid para aliviar la tesorería, una de las principales fuentes de ingresos durante décadas. Ahora los productos del Ramiro marchan a buenos equipos pero de potencial inferior a su eterno rival. Brizuela, traspasado la semana pasada a Unicaja meses después de igualar absurdamente la oferta presentada por el jugador a Valencia Basket, es el último ejemplo. La marcha del jugador con más talento deja un hueco más en una plantilla de nivel bajo dirigida por un entrenador, Dzikic, con poco fuste y sin conocimiento del baloncesto español. Una situación desesperada que obliga a un grito de auxilio para la salvación de Estudiantes.
Fuenlabrada 70 – Valencia Basket 81: Los partidos a domicilio se han convertido en un particular tormento para Valencia Basket. Seguro que en sus cuentas no estaba que en dos meses y medio de competición sólo lograra un triunfo lejos de la Fonteta. La visita a Fuenlabrada suponía otra incómoda estación para los de Jaume Ponsarnau. El acierto en el triple le dio ventaja en los minutos iniciales pero cuando Fuenlabrada logró atacar en transición con mayor frecuencia la alternancia en el marcador se impuso hasta el comienzo del segundo cuarto. Los puntos de Loyd no sirvieron para asentar a Valencia Basket cuando tomaba la delantera. El equipo taronja tenía un serio problema en su defensa en la zona. Flojera galopante que permitió a los pivots locales forrarse a anotar bajo el aro con una facilidad pasmosa. Mockevicius (12 puntos, 6 rebotes, 21 de valoración) mateaba sin oposición una y otra vez. El desatino se trasladó al juego ofensivo. Las sucesivas pérdidas de balón colocaron a los de Jaume Ponsarnau en una situación inquietante. Otra primera parte para olvidar que encaminaba a Valencia Basket a otro varapalo a domicilio (35-28, min 20). Pero tras el descanso llegó el despertar del conjunto valenciano. A partir de la defensa apareció la reacción que necesitaba. Consiguió atascar a un Fuenlabrada que no paró de perder balones en el tercer cuarto. Tardaron cuatro minutos los locales en sumar sus primeros puntos de la segunda mitad. Jota Cuspinera no logró frenar la sangría pese a su rápido tiempo muerto tras el 0-8 de salida de Valencia Basket. Loyd (14 puntos, 5 rebotes, 17 de valoración) aprovechaba el desorden defensivo del Fuenla para anotar con facilidad. Las acciones de 2+1 dispararon a los visitantes en el marcador (42-52, min 29). Ventaja afianzada surtiendo de balones a Tobey al comienzo del último cuarto. Fuenlabrada estaba obligado a otra remontada heroica para levantar el partido. Se colocó en zona y apostó por el tiro exterior como solución a sus problemas en ataque. Tres triples seguidos redujeron diferencias pero Valencia Basket no perdió la calma. Buena dirección de Colom en los minutos finales, moviendo el balón con paciencia como receta para salvar la zona local. Fundamental para un final de partido tranquilo y cerrar un triunfo que supone un nuevo respiro en la irregular marcha de Valencia Basket esta temporada.
Fuente: fuenlabradanoticias.com
CB Canarias 85 – UCAM Murcia 78: UCAM Murcia acudía al Santiago Martín sin Askia Booker. Una ausencia más que sensible puesto que estamos hablando del jugador que acapara gran parte del juego ofensivo del equipo de Sito Alonso. Sin embargo UCAM Murcia supo sobrevivir sin él durante la primera parte. Resistió el intercambio de canastas en el cuarto inicial pese a que desperdició varios tiros libres en la recta final de periodo. Larentzakis frenó el intento de escapada local al inicio del segundo cuarto. Pese a no marcharse en el marcador CB Canarias siempre mantenía una ligera ventaja gracias al dominio en el juego interior, reflejado en el poderío de Shermadini dentro de la zona. No se arredró UCAM Murcia. Kyle Hunt respondió a las acometidas de Shermadini cerca del aro para neutralizar el efecto del pivot georgiano. Como hiciera en el primer cuarto, UCAM Murcia finalizó el periodo con un triple en los últimos segundos. Había logrado que la vida sin Booker no fuera tan dura (40-38, min 20) pero las cosas no le irían tan bien tras el descanso. Huertas movía bien el balón y CB Canarias encontraba tiros cómodos desde fuera. El dominio en el juego interior se intensificó. Shermadini (25 puntos, 5 rebotes, 7 faltas recibidas, 38 de valoración, MVP de la jornada compartido) controló a placer la zona hasta convertirse en inabordable. Los locales jugaban con una velocidad de más. Sacaron constantemente personales en cada corte por la zona. Aunque el porcentaje no fuera brillante los tiros libres le permitían marcharse en el marcador (64-51, min 30). Sin embargo acusarían seriamente los minutos que pasaron en el banquillo Shermadini y Huertas en el último cuarto. Bajó el rendimiento ofensivo y unos buenos minutos de Sakota permitieron a UCAM Murcia recortar. El parcial de 3-13 metió a los visitantes en el partido y Vidorreta no pudo esperar más en contar de nuevo con sus dos puntales. Un triple de Dani Díez (13 puntos, 5 rebotes, 16 de valoración) supuso un alivio para CB Canarias. Se inició un bonito duelo en la zona entre Shermadini y Hunt que terminó cuando este último cometió su quinta falta a dos minutos del final. El intercambio de canastas en la recta final favorecía claramente a CB Canarias. La ventaja era la suficiente para afrontar con calma un duelo anotador. Dos pérdidas seguidas llevaron a UCAM Murcia al borde de la derrota, certificada con un palmeo de Shermadini a falta de 25 segundos del final. Un triunfo que coloca de nuevo a CB Canarias en puestos que le permitirían disputar la Copa.
Unicaja 79 – Gran Canaria 76: Jaime Fernández y Josh Adams tomaron todo el protagonismo en Unicaja durante los primeros minutos del encuentro. Toda la anotación local pasaba por sus manos pero sirvió sólo para intercambiar canastas con Gran Canaria. Shurna y Okoye respondieron al acierto de los bases rivales. Unicaja apretó para atacar con velocidad y buscando el tiro exterior. Disfrutó en el primer cuarto del acierto que no le está acompañanado en el tiro de tres esta temporada. 9-0 de parcial que puso por delante al equipo malagueño. Antes de finalizar el primer cuarto se produjo el debut de Brizuela como jugador de Unicaja. Pasó desapercibido en la primera parte pero resultaría providencial más adelante. Aún queda camino para llegar hasta ese punto y no sería de rosas para su nuevo equipo. El segundo cuarto cambió el guion desarrollado en el anterior. Harper tomó las riendas de Gran Canaria, que tomó la delantera con ocho puntos seguidos del estadounidense. Los triples de Gran Canaria acabaron sacando de quicio a Unicaja, sobre todo porque al equipo malagueño ya no le entraban. Josh Adams y Luis Casimiro se llevaron sendas técnicas, provocando el enfado de la afición del Martín Carpena. Los de Katsikaris pescaron en río revuelto y se plantaron al filo del descanso con una ventaja suculenta (30-41, min 18). Unicaja trató de plantear un partido más duro y áspero en el tercer cuarto. Toupane (17 puntos, 6 rebotes, 20 de valoración) redujo diferencias pero sólo anotaba él. Gran Canaria recurrió nuevamente al tiro exterior para marcar diferencias. Dos triples de Beirán y otro de Bourousis pusieron la máxima diferencia en el marcador (42-54, min 25).
Luis Casimiro volvió a contar con Brizuela, esta vez como revulsivo para levantar una situación complicada. La explosividad de Brizuela supuso un cambio radical. Siete puntos del escolta que, junto a un triple de Jaime Fernández, significaron un parcial de 10-0 en tres minutos que devolvió la igualdad al partido. Gran Canaria se mantuvo arriba porfiando en la zona y sacando tiros libres. Al inicio del último cuarto creó aclarados para Harper (24 puntos, 4 rebotes) que alargaron su dominio unos minutos más pero Unicaja estaba llevando el choque a un combate cuerpo a cuerpo que le vino mejor. Terreno abonado para Alberto Díaz, guerrero por antonomasia. Dos canastas del base malagueño pusieron por delante a Unicaja pero aún quedaba lo mejor. Un soberbio mate de Josh Adams en la cara de Bourousis que puso el Martín Carpena patas arriba. La guinda a un parcial de 10-0, una jugada que decide un partido (69-64, min 36). Pero Gran Canaria no se dejó arrastrar por el efecto moral del mate de Adams. Tampoco por otro triple desde la esquina de Jaime Fernández (25 puntos, 5 rebotes, 4 asistencias, 9 faltas recibidas, 38 de valoración, MVP de la jornada compartido). Harper le imitó para colocar el 74-73 en el marcador a menos de un minuto del final. Sin embargo todo el trabajo quedó en nada. Dos pifias de Okoye condenaron a los visitantes. No fue capaz de cerrar un rebote tras una buena defensa y Gerun se lo quitó de las manos. Posteriormente envió un pase cómico que rebotó en el pie de un compañero y salió por la línea de fondo. Dos errores que costaron el partido. Unicaja salió airoso de la batalla. Una de las muchas con los rivales directos para acabar entre los ocho primeros.
Bilbao Basket 82 – Andorra 87: Las lesiones de Tyson Pérez, Sy y, en especial, Diagne han dejado muy mermado el juego interior de Andorra pero los de Ibon Navarro no se arredraron por las ausencias en Miribilla. Ante los problemas que presentaba por dentro apostó por el tiro exterior en los primeros minutos (5-11, min 3). No tardó en reaccionar. Dos triples de Rouselle fueron parte importante de un parcial de 9-2 que puso por delante a Bilbao Basket. Buena dirección de Schreiner en esos minutos para asentar el dominio de Los Hombres de Negro. Andorra buscó a Musli (15 puntos, 12 rebotes, 21 de valoración), el único ‘5’ puro sano, como solución pero el acierto en el tiro exterior fue lo que le mantuvo cerca en el marcador pese a que el acierto de Kubolka (18 puntos, 7 rebotes, 20 de valoración) y Jaylon Brown permitían a los locales disfrutar de una discreta renta. Con tantos espacios Andorra se encontraba cómodo. Los triples de Jelinek y Dejan Todorovic (17 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias, 22 de valoración) lograron que Andorra no perdiera de vista a su rival (49-48, min 20). Incluso los visitantes consiguieron una pequeña ventaja en los primeros minutos del tercer cuarto pero con el paso de los minutos Andorra fue pagando su limitada rotación interior. Musli tuvo que disputar demasiados minutos pese a tener tres faltas personales. Bilbao Basket forzó personales con facilidad para ponerse por delante desde el tiro libre. La rotación más amplia de los locales se hacía notar. Lammers repartía tapones a discreción. Kubolka y Brown (17 puntos, 3 rebotes, 16 de valoración) mantenían la inspiración y Andorra tomaba distancia lentamente (67-59, min 27). Andorra daba síntomas de cansancio pero supo resistir durante los minutos más complicados. Capeó la tempestad hasta que Hannah cargó con todo el peso del equipo ya entrados en el último cuarto. Superó en todo momento a Rousselle. El base de Bilbao Basket siempre cometía la misma falta sobre él. Ni Rousselle ni Bouteille estuvieron acertados y Bilbao Basket lo acabó pagando. Hannah (20 puntos, 4 asistencias, 26 de valoración) lideró el parcial de 0-9 que adelantaba a Andorra (71-73, min 34). El partido se endurecía en defensa y costaba mucho más anotar. Andorra se mantuvo a flote con más tiros libres. A su rival le faltó acierto y paciencia en los minutos finales. La impaciencia derivada de la inexperiencia, el mal del recién ascendido. Andorra demostró tener más cuajo en el momento de la verdad. Un triple desde la esquina de Jelinek (18 puntos) a 1:10 del final puso seis arriba a los de Ibon Navarro. Una renta que supieron manejar jugando con los nervios y las prisas de Bilbao Basket. Ni las bajas detuvieron a un Andorra que ya ha dejado atrás sus carencias como visitante y se sitúa en la parte noble de la clasificación.
Estudiantes 67 – Basket Zaragoza 85: El rebote ofensivo permitió a Basket Zaragoza tomar las primeras ventaja al comienzo del partido. Cuando Estudiantes logró cerrar mejor el rebote devolvió la igualdad en el marcador aunque el acierto le duró sólo hasta la mitad del primer cuarto. La zona impuesta por Porfi Fisac creó mucho sufrimiento a los colegiales, incapaces de encontrar buenos tiros. El equipo maño avisaba con un parcial de 0-11 (12-19, min 9) aunque Estudiantes mejoró en defensa en el segundo cuarto. Ahora fue Basket Zaragoza quien encontraba dificultades para anotar. Kadji (15 puntos, 7 rebotes, 17 de valoración) se convirtió en el recurso ofensivo para los del Ramiro para mantenerse al acecho en el marcador. Estudiantes dispuso de dos triples para ponerse por delante pero no aprovechó ninguna de las dos oportunidades. Es más, regresó la sangría en el rebote y los visitantes volvieron a tomar distancia antes del descanso (30-37, min 20). La impresión era que Estudiantes siempre iba con el gancho. Una lucha en solitario contra un bloque sólido y bien armado. Juan Palacios (15 puntos, 7 rebotes, 18 de valoración) se las tenía que apañar contra todos los pivots de Basket Zaragoza. Toney Douglas tomó el mando en Estudiantes para capitalizar el ataque colegial. Un robo de Pressey y posterior asistencia a Arteaga empató el marcador por última vez (50-50, min 27). Estudiantes continuaba en pie pero cada vez que trataba de ponerse por delante llegaba un triple de Seeley para echar por tierra las ilusiones rivales. Resultó desesperante. Arteaga cometió la quinta personal tras recibir una técnica. Adiós a la principal opción en la zona de Estudiantes con un cuarto por jugarse. Seeley (20 puntos, 6 rebotes, 24 de valoración) anotó nueve puntos en tres minutos para estirar de nuevo la ventaja al final del tercer cuarto (55-63, min 30). Estudiantes trató de resistir con dos triples de Pressey pero los errores en ataque y el buen trabajo de los pivots de Basket Zaragoza sepultaron sus opciones. Radovic (22 puntos, 6 rebotes, 27 de valoración) fue un puñal en el último cuarto. Otra segunda mitad para enmarcar como ocurriera contra el Real Madrid. Estudiantes acabó hundido, destrozado por la velocidad de un rival desatado que le endosó un doloroso parcial de 0-17 que acabó con el partido (63-83, min 38). De nuevo los colegiales acabaron un partido de forma indecorosa, bajando los brazos y dando pie a su rival a infligirle un nuevo revés de consideración. La situación en el Ramiro se acerca a un estado irreversible al fondo de la clasificación. Hay pocas razones para la esperanza.
Obradoiro 82 – Betis 73: El acierto en el tiro exterior fue clave para que Obradoiro dominara el primer cuarto. Entre Calloway (17 puntos, 6 asistencias, 4 rebotes, 28 de valoración) y Magee se encargaron desde el perímetro de labrar una cómoda ventaja para el equipo gallego aunque en ocasiones abusara del tiro de tres. En cambio el Betis no estaba afortunado desde fuera pese a que los bases eran los únicos con acierto en las filas verdiblancas. La aparición de Czerapowicz al inicio del segundo cuarto amplió la buena racha local en el juego exterior. A golpe de triple Obradoiro se marchaba en el marcador (33-22, min 13) hasta que el Betis planteó un partido más trabado y enfangado. Bregando en la zona logró cambiar el rumbo del partido. A Obradoiro no le vino nada bien un encuentro tan espeso. Se bloqueó y le costó horrores anotar. Sólo logró cuatro puntos en los últimos cinco minutos de la primera mitad. Lentamente fue recuperando terreno el Betis hasta conseguir empatar el marcador justo antes del descanso con un mate de Izundu. La buena dinámica visitante continuó tras el descanso. Buena defensa que provocó las pérdidas rivales y la salida al contraataque de los jugadores béticos. El 0-9 de inicio no le hizo ninguna gracia a Moncho Fernández que dedicó una sonora bronca a sus jugadores en el tiempo muerto solicitado para arreglar la avería (36-45, min 22). Dicho y hecho. Nada más volver a pista, 3+1 de Magee. Imposible encontrar una reacción más efectiva. Obradoiro recuperó la compostura y atacó con más cabeza y decisión. Ahora fue a los locales quienes les vino mejor la pelea y el juego aguerrido. La garra y trabajo de Álvaro Muñoz y Pepe Pozas ganó en importancia para dar la vuelta al partido. El duelo en el tiro de tres al comienzo del último cuarto acabó sonriendo a los locales. Tres triples consecutivos colocaron a Obradoiro en el camino del triunfo (67-58, min 33). La desventaja descolocó al Betis, demasiado dependiente del tiro exterior y que acababa perdiendo el balón cuando buscaba otras opciones. Demasiadas prisas y ataques muy rápidos que sólo acababan bien cuando AJ Slaughter sacaba el balón fuera para un triple liberado a Whittington (12 puntos, 7 rebotes, 16 de valoración) o Enechonya. David Navarro y De Zeeuw se encargaron de poner el cierre cuando Obradoiro ya estaba jugando con el tiempo (80-68, min 38). Triunfo trabajado ante un rival directo que aleja a los de Moncho Fernández de los puestos de descenso.
Baskonia 87 – Joventut 86: La abultada victoria de Efes Pilsen en el Buesa Arena añadió otra profunda herida en la tempestuosa temporada que está sufriendo Baskonia. Pocos motivos para la alegría está encontrando la afición vitoriana. Pero Baskonia quiso dar una pequeña compensación a su hinchada con un primer cuarto impecable lleno de intensidad. Gran trabajo defensivo que le permitió desbordar a un Joventut que llegaba a Vitoria en plena racha victoriosa. Los verdinegros fallaron tiros claros en los primeros minutos. Después se vieron arrollados por un rival mucho más agresivo y concentrado. Baskonia abría brecha con facilidad robando balones y saliendo al contraataque. Joventut ni se enteraba. El acierto en el tiro exterior se unió a la eficacia de la defensa vitoriana. 7/12 en triples en menos de quince minutos que hizo trizas el encuentro (36-14, min 14). O eso parecía. La Penya se puso en faena cuando el partido ya estaba muy cuesta arriba. Defendió con más orden, buscando anticiparse para robar el balón. Inició la reacción buscando a Omic en el poste bajo. La remontada se aceleró con el acierto del inevitable Prepelic (20 puntos, 5 asistencias, 22 de valoración). Inmenso, letal en el perímetro. Sus quince puntos en la primera parte metieron de lleno en el partido a los verdinegro en apenas cuatro minutos (39-33, min 18). No hay espacio para la tranquilidad en el Baskonia. Pero recuperó las buenas sensaciones tras el descanso.
El intercambio de canastas con el que se inició el tercer cuarto le convenía. El tiro exterior local seguía haciendo estragos. Janning (16 puntos, 3 asistencias, 16 de valoración) y Shields no fallaban desde la línea de tres y Baskonia volvía a destrozar el encuentro desde el perímetro (66-43, min 27). Las acciones de Eric en la zona se antojaban definitivas, no parecía posible que Joventut volviera a levantar una desventaja tan abultada. Nos equivocamos. Con todo perdido, la Penya volvió a defender con intensidad. Joventut volaba sobre la pista, impulsado por un Dimitrijevic que dio otro aire al juego verdinegro. Baskonia se estaba acostumbrando a encajar parciales abultados en poco tiempo. Un 0-15 en cuatro minutos devolvió la inquietud a la grada. Baskonia trató de salir de apuros desde el tiro libre pero los de Carles Durán ya no estaban dispuestos a permitir más escapadas rivales. Morgan apareció en el último cuarto para poner el partido al rojo vivo. El parcial llegaba un 5-24 que confirmaba que Baskonia tendría que ganar el partido por tercera vez (71-67, min 34) pero ahora no estaba claro que el equipo vitoriano lo pudiera conseguir. Todo su juego ofensivo recayó sobre Shengelia (19 puntos, 8 rebotes, 30 de valoración) pero el georgiano no fue suficiente para frenar a un rival lanzado. Los jugadores verdinegros cargaron el rebote ofensivo con fiereza. Oportunidades extra que aprovechó Harangody desde el perímetro. Hasta tres oportunidades dispuso Joventut antes que Prepelic completara la remontada para poner el 84-86 a un minuto del final. Se mascaba la tragedia en el Buesa Arena. Shengelia, ni corto ni perezoso, se la jugó nada más recibir en la línea de tres. Triple que resultaría definitivo. Joventut no estuvo lúcido en sus dos últimos ataque. Ni siquiera dispuso de un tiro con garantías. Baskonia salvaba los muebles. Una derrota tras desperdiciar 23 puntos en el tercer cuarto podía tener consecuencias tal como bajan las aguas por el club.
Manresa 75 – Barça 84: Manresa comenzó el derbi con entusiasmo y velocidad pero las primeras ventajas que consiguió fueron rápidamente neutralizadas. Mirotic frenó de inmediato el buen comienzo local, esfumado debido a las facilidades que dio Manresa en defensa. Dejó demasiados espacios, una concesión que cuesta cara contra un rival que dispone de un talento inagotable. El Barça anotaba en cada ataque, contestando a cada intento de reacción rival. Se encontraron muy cómodos los azulgranas durante el primer cuarto pero Manresa supo resistir para no perder comba. El acierto de Toolson (16 puntos, 5 rebotes, 5 asistencias, 18 de valoración) le sostuvo en la parte final del primer periodo. La mejoría en defensa y el rebote ofensivo permitieron a los de Pedro Martínez igualar el marcador pero los fallos cerca del aro pusieron fin a la reacción de Manresa, que estuvo cuatro minutos sin anotar y vio cómo un infalible Delaney volvió a poner tierra de por medio liderando un parcial de 0-11 (25-36, min 15). Sólo estaba cómodo cuando podía correr y evitar el ataque estático. Sin embargo el Barça le dio un respiro cuando perdió efectividad en el triple. Tampoco aprovechó el rebote ofensivo. Y para completar un mal final de segundo cuarto acumuló demasiadas pérdidas. Hasta ocho balones perdidos al descanso que dieron cuartel a Manresa. Los triples de Dulkys lograron que los locales llegaran al intermedio muy cerca de los azulgranas (37-41, min 20).
La diferencia menguó aún más al comienzo del tercer cuarto. Mirotic no empezó fino en el triple y Manresa redujo la desventaja a la mínima expresión. Dani Pérez tomó buenas decisiones al doblar el balón y los locales empataron el encuentro (48-48, min 24). El Barça estaba encontrando más problemas de los que preveía. Buscó el juego interior como solución. Tomic (17 puntos, 13 rebotes, 27 de valoración) se convirtió la respuesta. Todo giró sobre él y con razón. Fue el gran dominador en la zona durante el tercer cuarto. Anotó trece puntos en el tercer cuarto, un buen respiro para los de Pesic. Cuando se marchó al banquillo los cortes por la zona de Oriola se convirtieron en el nuevo recurso hasta el final de periodo. Pero el dominio en el juego interior tampoco sirvió para conseguir una distancia cómoda. Dulkys (19 puntos) mantenía la efectividad y su equipo no perdía comba. Dos triples de Jou al inicio del último cuarto impulsaron a Manresa para jugar a todo trapo. El cambio de marcha pilló al Barça con el pie cambiado, hasta el punto de colocarle en una situación comprometida (68-65, min 32). Había serio riesgo de traspiés pero a Manresa se le acabó la gasolina en los últimos minutos. La defensa azulgrana apretó las tuercas y provocó las pérdidas de un rival con el depósito en reserva. Davies apareció providencial para sacar de apuros al Barça. El mes de noviembre no fue positivo para el pivot pero en el Nou Congost desequilibró la balanza. Los tiros libres de Mirotic (21 puntos, 7 rebotes, 28 de valoración) completaron el parcial de 4-17 decisivo para decantar el partido (72-82, min 38). Otra salida áspera pero de la que salió airoso el equipo azulgrana.
Real Madrid 104 – Burgos 93: La gran revelación de la temporada se presentaba en la sesión vespertina del Palacio de los Deportes con la nutrida presencia de aficionados burgaleses que siempre le acompañan en sus visitas a Madrid. Un partido especial para Burgos que contrasta con el ánimo de reservas fuerzas del Real Madrid. Laso sorprendió alineando por primera a vez a Mario Nakic en el quinteto inicial. Al joven alero se le augura un gran futuro pero su progresión no es tan meteórica como la de Garuba. Aún está verde. Sin embargo las rotaciones no dieron pie a la relajación. Pese a que Burgos se forró a rebotear en ataque el rendimiento ofensivo fue nulo. Se vio superado en la cancha de medio a medio, desbordado por la incesante actividad de Campazzo (10 puntos, 7 asistencias, 3 robos, 22 de valoración) o la intimidación de Tavares bajo tableros. Dejó correr al Madrid, lo peor que podría hacer. El Madrid encontraba espacios por todas partes para anotar con comodidad. Burgos estaba fuera del partido, sin ideas ni acierto. Tardó seis minutos en anotar su primera canasta en juego. Para entonces ya veía muy de lejos al equipo blanco (18-2, min 5). Burgos reaccionó insistiendo en el rebote ofensivo. Ahora sí le daba resultado buscarlo con tesón pero Thompkins se encargó de evitar que la ventaja menguara. Anotó quince puntos en los primeros doce minutos, un recital anotador que demuestra que la mejor versión del ala-pivot estadounidense está de vuelta. Burgos, por otra parte, seguía sin poner freno a las pérdidas de balón, ocho al inicio del segundo cuarto. Así no hay manera. Menos aún ofreciendo facilidades al tiro exterior del Madrid, tan efectivo como el jueves contra Valencia Basket. Felipe Reyes, de vuelta tras su lesión en el hombro, sacaba personales a los pivots de Burgos en cada pelea en la zona. Al conjunto de Peñarroya se le escapaba la situación de las manos (40-19, min 13) pero el tiro de tres le sirvió para salir de una situación tan complicada. Los tiradores de Burgos fueron muy efectivos en el segundo cuarto. Tres triples seguidos permitieron a los visitantes levantar cabeza. Peñarroya dispuso una zona para aumentar la confusión pero Laso puso dos bases en pista para contrarrestar. Estuvo muy atento el técnico madridista. Su equipo devolvió el parcial de 0-9 y se marchó a vestuarios con el trabajo casi resuelto tras otra avalancha ofensiva (55-37, min 20).
Tras el descanso el choque se reanudó de forma similar al inicio del encuentro. Volvieron las pérdidas de balón en Burgos y el pánico a Tavares (13 puntos, 11 rebotes, 3 tapones, 26 de valoración). El Real Madrid se disparó en el marcador tras el 10-2 de inicio (65-39, min 23). Burgos parecía abocado a una dura derrota y a dejar en el Palacio de los Deportes una imagen impropia del cuarto clasificado pero reaccionó de manera admirable. Clark y Benite reencontraron el acierto para bajar la diferencia de los veinte puntos. Se antojaba una reacción puntual y esporádica, no se esperaba la racha de acierto que disfrutaría Burgos el resto del encuentro. Los tiros libres evitaban que el Madrid perdiera la tranquilidad durante el tercer cuarto. Además Thompkins (27 puntos, 7 rebotes, 30 de valoración) seguía a lo suyo, anotando como si tal cosa. Burgos aumentó la agresividad defensiva pero alguno se pasó de rosca. Bassas se llevó la quinta falta tras recibir una técnica por protestar. Lo mismo le ocurrió a Joan Peñarroya, un habitual en llevarse correctivos arbitrales. Pero Burgos no desfalleció en su intento de recortar diferencias. En diez minutos apenas se quedó sin anotar en dos ataques. Asombroso. Un ritmo anotador que calentó la muñeca de McFadden hasta entrar en combustión. Un tirador de rachas pero que en Madrid ofreció una exhibición brutal de acierto en el perímetro, hasta el punto de pensar en que Burgos podía entrar de nuevo en el partido (86-77, min 32). La afición burgalesa comenzó a creer con cada triple de McFadden (23 puntos, 4 rebotes, 3 asistencias, 28 de valoración), una amenaza constante. Los madridistas empezaban a temerse un final complicado. Para colmo, Felipe Reyes abandonaba el partido con una lesión muscular. Triste regreso del capitán. Laso devolvió a pista a Tavares para impedir que al menos los rivales camparan a sus anchas cerca del aro. Peñarroya contestó colocando a Clark de falso ‘5’ para obligar al gigante a salir. Sin embargo el desequilibrio en el intercambio de canastas lo puso Deck. Benite (19 puntos, 3 asistencias, 19 de valoración) estuvo muy inspirado en ataque pero fue incapaz de defender al alero argentino, mucho más fuerte y que hizo cuanto quiso cada vez que posteaba. Dio lo mismo que Burgos no aflojara el ritmo anotador, Deck (16 puntos, 6 asistencias, 3 rebotes, 25 de valoración) resolvió el partido en el poste bajo. Y si quedaran dudas, Thompkins las disipó con un triple desde la esquina. Al Real Madrid le cuesta manejar diferencias amplias pero volvió a ser inabordable en un duelo de marcado carácter ofensivo. Burgos, al menos, pudo salir de su visita al líder con la cabeza alta y el honor intacto.
Real Madrid y Barça se mantienen en lo más alto de la clasificación con 10-2, seguidos de cerca por Basket Zaragoza (9-3). Con 7-5 están igualados Andorra, Joventut, Burgos y CB Canarias y ocupan el resto de plazas para la Copa del Rey. Igualados con el Betis, con 3-9, ocupan las plazas de descenso Manresa y Estudiantes.
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