En apenas tres jornadas sólo quedan dos equipos invictos en la Liga ACB. Uno es el actual campeón, el Real Madrid. El otro no es el Barça. El equipo azulgrana no se pudo sobreponer a los defectos que aún presenta como equipo y se la pegó en Andorra. Burgos es el equipo que comparte la imbatibilidad con el conjunto de Pablo Laso. Otro paso en la evolución de un equipo bien construido y que esta temporada puede aspirar perfectamente a acabar entre los ocho primeros. Earl Clark, MVP de la jornada, se posiciona como otro acierto de la dirección deportiva de Burgos aunque las imágenes más impactantes de la jornada llegaran desde La Laguna. Los medios se hincharon a comparar el mate desde el tiro libre de Jordan Mickey con el legendario de Michael Jordan pero si alguien fue determinante en el desenlace del encuentro ese fue Sergio Llull. Regresaba al Santiago Martín, la pista donde se destrozó el ligamento cruzado hace dos años en aquel amistoso de la selección española contra Bélgica que dio inicio a los dos años de penurias del escolta aunque el propio Llull lo llame de otra manera. En el último cuarto fue el encargado de doblegar a un duro CB Canarias que no será un rival sencillo para nadie. Cuando la responsabilidad más pesa y atenaza, en el minuto final, anotó dos triples que decidieron el partido. La versión más pura de un jugador decisivo durante años. Sobró Llull, como afirmó Vidorreta cuando le preguntaron qué le faltó o sobró a su equipo al final del encuentro. Otra más en la larga lista de víctimas de un jugador dispuesto a resurgir cual Ave Fénix tras un largo periodo de incertidumbre. El increíble Llull está de vuelta.
UCAM Murcia 89 – Basket Zaragoza 73: No comenzó nada bien Basket Zaragoza su visita a Murcia. Ofreció muchas facilidades en el perímetro y los locales lo aprovecharon anotando tres triples sencillos. Sin embargo la escapada inicial de UCAM Murcia quedó frenada por las continuas faltas en ataque. Tantos errores provocaron la reacción del conjunto maño, que se puso por delante con un parcial de 0-9. Fue su única ventaja del encuentro (9-10, min 6). UCAM Murcia reencontró el rumbo perdido con la entrada a pista de Rafa Luz Freire. No pudo tener una puesta en escena más espectacular el brasileño, autor de doce puntos en apenas cuatro minutos. Recital express, le salió todo a Rafa Luz (19 puntos, 5 rebotes, 3 asistencias, 21 de valoración) en el tramo final del primer cuarto. En apenas unos minutos reventó el partido (27-12, min 11). Además de la abrumadora efectividad del base de UCAM Murcia, Basket Zaragoza sufrió un serio bloqueo en el juego ofensivo. Estuvo cinco minutos sin anotar, encajando un 16-0 que le complicó el partido. Recuperó el acierto desde la línea de tres pero siempre encontró respuesta en el base titular de UCAM Murcia. Los triples de Askia Booker neutralizaron el intento de reacción maño. DJ Seeley (25 puntos, 8 rebotes, 28 de valoración) se convirtió en el referente ofensivo de Basket Zaragoza pero su acierto no sirvió de nada. El tiro exterior de UCAM Murcia funcionó con una precisión quirúrgica. 8/13 en triples mediado el segundo cuarto, porcentaje demoledor. Booker (21 puntos, 4 rebotes, 18 de valoración) seguía desatado. Siempre disfruta en partidos con espacios y sin orden. Se marchó al descanso con catorce puntos en su haber. Basket Zaragoza recurrió a una zona como solución tras el descanso. Consiguió secar el ataque murciano al inicio del tercer cuarto. UCAM Murcia tardó cuatro minutos en anotar sus primeros puntos de la segunda mitad. Para entonces había encajado un 0-9 de inicio que inquietó a Sito Alonso. El tiempo muerto que solicitó sirvió de revulsivo. UCAM Murcia encontró a su jugador clave del tercer cuarto. Si en el primero fue Rafa Luz y en el segundo Booker en esta periodo el acierto sonrió a Jarrell Eddie (20 puntos) . Anotó cuatro triples en el tercer cuarto que resultaron fundamentales para un nuevo tirón en el marcador. Una antideportiva de Justiz costó cinco puntos que volvieron a colocar la diferencia por encima de los diez puntos. Basket Zaragoza ya no pudo superar el golpe. Le faltó calma para afrontar el último cuarto. Benzing se empeñó en lanzar de tres compulsivamente sin que le entrara nada. Rafa Luz Freire controló el partido de forma impecable. Los triples de UCAM Murcia en los minutos finales remataron el partido. Triunfo de mucho peso ante un rival que empezó la temporada como un tiro.
Obradoiro 98 – Bilbao Basket 96 (tras dos prórrogas): Bilbao Basket sigue impresionando por su facilidad para mover el balón en ataque, poco común en un equipo recién ascendido. No lo parece sobre la cancha. Rafa Martínez lideró en el primer cuarto a un equipo que realizaba un trabajo colectivo impecable y que dominaba con cierta comodidad. Vasileiadis era la única amenaza, nadie más gozaba de un acierto reseñable en Obradoiro. El escolta griego mantuvo cerca al equipo gallego hasta la mitad del segundo cuarto, momento en el que Bilbao Basket amenazó con la escapada. Jaylon Brown (23 puntos) entró en racha y anotó ocho puntos casi seguidos, incluido un espectacular 3+1. Balvin se imponía dentro de la zona y puso la máxima ventaja favorable para Los Hombres de Negro (29-39, min 18). No pintaba bien para los de Moncho Fernández pero apareció de la nada la solución en la muñeca de Magee. Sus tres triples consecutivos al final del segundo cuarto redujeron considerablemente la diferencia al descanso. Es indudable el buen ojo que tiene Obradoiro para reclutar jugadores recién salidos de la universidad, siempre le dan buen resultado. En el tercer cuarto los locales apostaron por una defensiva muy agresiva. Le costó acumular personales pero salió ganando. Bilbao Basket ya no estaba tan cómodo en ataque y cedió el mando a un rival que también tenía las cosas claras en el juego ofensivo. Obradoiro buscó con determinación el juego interior y la estrategia no le pudo salir mejor. Brodziansky (18 puntos, 6 rebotes, 3 tapones, 20 de valoración) y Kravic (12 puntos, 6 rebotes, 16 de valoración) dominaron con claridad la zona durante todo el tercer cuarto. La efectividad de sus pivots colocó a Obradoiro en la senda del triunfo (64-57, min 30) pero él mismo salió de ella en un último periodo aciago en ataque. La férrea defensa le permitió mantener una ligera ventaja en el marcador pero Bilbao Basket llegó con opciones al final del encuentro pese a las pérdidas de balón. Un 2+1 de Balvin puso sólo uno abajo a los visitantes a minuto y medio del final. Bilbao Basket dispuso de dos tiros para ponerse por delante pero no fue capaz de completar la remontada. Aún tendría una oportunidad más tras los dos tiros libres anotados por Kravic. Sólo le valía un triple para forzar la prórroga. Obradoiro no cometió personal y Kulboka lanzó de tres después de dar un paso atrás para librarse del defensor. Triple que empataba a 73 a falta de dos segundos. Moncho Fernández pidió tiempo muerto para sacar en campo contrario pero Brodziansky no fue capaz de evitar el tiempo extra.
Bilbao Basket tomó el control en la prórroga recurriendo al juego interior. Balones a Balvin (15 puntos, 12 rebotes, 30 de valoración), muy resolutivo dentro de la zona en los minutos suplementarios (80-84, min 43) pero Los Hombres de Negro no fueron capaces de afianzar su ventaja. Los tiros libres se convirtieron en la salvación para Obradoiro en el último minuto. Vasileiadis ponía el empate a 84 a falta de 19 segundos pero aún le quedaba una posesión más a Bilbao Basket. Dispuso hasta de tres lanzamientos para conseguir el triunfo pero ni por esas. El partido se encaminó a una segunda prórroga. En esta ocasión Obradoiro comenzó con mayor fuerza. Magee (25 puntos, 2 asistencias, 21 de valoración) volvió a aparecer en el momento justo. Un jugador de rachas pero muy efectivo cuando recibe en condiciones. Un 3+1 del propio Magee le daba medio partido a Obradoiro (94-89, min 48) pero de nuevo los locales se empeñaron en estropearlo. Daum perdió un balón ante Kulboka, que anotó un triple segundos antes, y cometió personal en el intento de evitar la canasta del lituano. No falló desde el tiro libre Kulboka (19 puntos), de nuevo providencial en el tramo decisivo del encuentro. Ya nadie descartaba una tercera prórroga en un partido inacabable. Bilbao Basket arriesgó y forzó personal sobre Calloway (14 puntos, 5 asistencias, 21 de valoración) para disponer de la última posesión. Los dos tiros libres anotados por Calloway le obligaban a anotar. Esta vez la moneda salió cruz. Jaylon Brown penetró hacia el aro pero no fue capaz de convertir la bandeja. Se esfumó la posibilidad de un nuevo tiempo extra y la victoria quedó en casa. Falta le hacía a Obradoiro.
CB Canarias 71 – Real Madrid 76: Vidorreta planteó un partido muy trabajo con la intención de explotar el desgaste acumulado por el Real Madrid en su debut en Euroliga contra Fenerbahçe. Los triples le dieron una ligera ventaja a CB Canarias. Era casi el único arma, no quería saber nada de plantar cara a Tavares en la zona. En defensa los locales defendían con éxito el uno contra uno. Pero en cuanto los de Laso apretaron atrás llegaron las pérdidas locales. El Real Madrid aprovechó los errores para correr en cuanto se presentó la oportunidad. CB Canarias perdió confianza, ni siquiera aprovechaba los numerosos rebotes ofensivos. Encajó un parcial de 0-10 que estropeó el plan trazado (11-18, min 10). Singler sacó del atasco a los locales pero los triples permitían al Real Madrid mantener a raya a su rival. El tiro exterior se convirtió en el modo de vida del equipo blanco, que apenas echaba un ojo a la zona. Quedó enredado en el ritmo lento y espeso que marcaba CB Canarias. Un tiro de cinco metros de Yusta empató el partido (30-30, min 17). El Madrid salvó la situación en los minutos previos al descanso. Dos triples en los últimos instantes neutralizaron el efecto de un Shermadini que comenzaba a crear problemas dentro de la zona pero la pequeña ventaja al descanso (34-38, min 20) no reforzaría la posición del conjunto de Laso. El Madrid sufrió con la férrea defensa de CB Canarias en el tercer cuarto. El 11-3 de salida puso por delante al equipo lagunero. El partido seguía jugándose al ritmo que interesaba a los locales y el Real Madrid se encontraba muy incómodo en la pista. Pocas ideas, sin acierto ni frescura. Huertas superaba a un irreconocible Campazzo. Shermadini hacía lo propio con Tavares. El quinteto no funcionaba pero Laso no tocaba ninguna pieza de forma sorprendente. Incluso Yusta aplicaba el famoso dicho de no hay peor cuña que de la misma manera. Buenos minutos del canterano madridista, trabajando duro en defensa y anotando cuando era necesario.
Al Madrid le salvó que CB Canarias no dispuso de una ventaja suculenta. Estaba a tiro de un arreón de la enorme calidad individual del equipo blanco. Llull (19 puntos, 3 asistencias, 17 de valoración) tomó mayor responsabilidad en ataque para igualar cuando se agotaba el tercer cuarto. CB Canarias propuso un intercambio de canastas en el último periodo. Aprovechó que Mickey (11 puntos, 6 rebotes, 16 de valoración) no cerró bien la zona. En ataque el pivot madridista aportó mucho más. Finalizó un contraataque con un mate desde el tiro libre que recordó al icónico de Michael Jordan en el All-Stars de 1988. Un triple de Taylor adelantaba de nuevo al Real Madrid. CB Canarias acusaba las pérdidas de balón pero el Madrid no aprovechó el momento. Mal de nuevo Laprovittola, que sigue sin adaptar su juego a una maquinaria muy precisa. Los locales buscaron a Shermadini (20 puntos, 7 rebotes, 26 de valoración), que despertó los fantasmas que se le aparecen a los madridistas siempre que enfrente está el pivot georgiano. No hubo forma de frenarle y se bastó para que los locales se pusieran uno arriba. El partido se encaminaba hacia un final muy apretado. El momento que adoraba Llull en sus mejores tiempos. La hora de los héroes. No dudó en tirar de galones y jugarse los tiros más comprometidos. Su primer triple puso el 71-73 a 58 segundos del final. Tras fallar Huertas un tiro contra tabla Llull no iba a dudar en volver a lanzar. Triple frontal que decidió el partido. El increíble Llull había regresado. En la misma cancha en la que se destrozó la rodilla hace más de dos años retornó su versión más decisiva. Otra gesta más que añadir al genio de Mahón para salvar la imbatibilidad del Real Madrid en una pista que no será fácil para nadie.
Joventut 74 – Burgos 82: La confianza que le está dando a Burgos su brillante comienzo de temporada le permite salir a dominar sin complejos los partidos. Así lo hizo en Badalona. Sacó buen provecho de la inestabilidad de la Penya, enredada en una defensa que provocaba faltas en ataque con facilidad. Burgos movía muy bien el balón y encontraba buenos tiros en el perímetro. El tiro exterior de Burgos funcionó de maravilla en el primer cuarto. Earl Clark y Bassas anotaban cómodamente desde fuera. Otro triple de McFadden, el quinto de Burgos en seis minutos, provocó el tiempo muerto de Carles Durán (9-19, min 6). Joventut recurrió al descaro de los jóvenes para cambiar el partido. Les sobra a jugadores como Dimitrijevic o Zagars. Con dos bases los verdinegros funcionaron mucho mejor. Las entradas a canasta hicieron mucho daño en la defensa visitante. Las acciones de 2+1 permitieron a la Penya dar la vuelta al marcador (32-27, min 16). Burgos se encontraba mucho más incómodo con la mayor actividad de la defensa verdinegra pero reaccionó a tiempo. Los triples de McFadden sacaron su equipo del atasco. Clark (20 puntos, 12 rebotes, 3 tapones, 30 de valoración, MVP de la jornada) le secundó para que Burgos se fuera por delante al descanso (37-38, min 20).
Burgos disfrutó de una pequeña ventaja en los instantes iniciales del tercer cuarto hasta que Prepelic dio un golpe de timón con un espectacular 3+1. Vuelven las acciones imprevisibles del esloveno tras su año aciago en el Real Madrid. Burgos buscó a Lima en el juego interior pero el pivot brasileño encontró un muro insalvable en el tiro libre. No metía uno. El bajo porcentaje en el tiro libre (llegó a 5/13 en las postrimerías del tercer cuarto) se convirtió en un pesado lastre. Joventut aprovechó la circunstancia. Omic estiró la diferencia desde el juego interior y puso la máxima diferencia de Joventut al final del tercer cuarto (63-55, min 30) pero cuando mejor pintaban las cosas para los verdinegros llegó el apagón. Su ataque dejó de funcionar de repente, no entraba nada. Incluso Omic falló un mate. Dos tiros libres de Prepelic fueron la única anotación de la Penya en seis minutos. Burgos no dejó pasar por alto la pájara rival. McFadden (18 puntos, 4 asistencias, 20 de valoración) seguía certero en la línea de tres. Clark se hacía fuerte en la zona. El parcial llegaba a un 2-15 que amenazaba con acabar con las opciones de Joventut. Para su alivió volvió a aparecer Prepelic (21 puntos, 4 asistencias, 4 rebotes, 22 de valoración) en los últimos minutos. Su acierto devolvió al encuentro a los verdinegros pero Burgos fue más consistente en los dos minutos finales. Lima (16 puntos, 10 rebotes, 23 de valoración) resultó decisivo. Hasta anotó sus dos primeros tiros libres tras penar en este apartado toda la segunda parte. Joventut buscó las acciones individuales a la desesperada. Clark impidió el tiro de Prepelic. Tokoto taponó a Omic, que recibió una técnica por sus protestas. Una decisión que enterró definitivamente las esperanzas de Joventut, que sigue sin conocer la victoria. Caso opuesto a Burgos, uno de los dos equipos que aún permanecen invictos.
Fuenlabrada 93 – Estudiantes 85: Estudiantes comenzó dominando con mucha comodidad en el Fernando Martín. Anotaba con mucha facilidad. Arteaga encontraba espacios de sobra en la zona para hacer daño. En apenas cinco minutos ya sumaba nueve puntos. Fuenlabrada apuntaba a un nuevo desastre. Eyenga volvía a ser el único recurso fiable. Rowland hundía a los locales con sus continuos errores. Situación complicada que desató los nervios. A Fuenlabrada le cayeron dos técnicas en el primer cuarto. El parcial llegaba a un 0-12 muy inquietante (6-19, min 6) pero todo cambió con la entrada a pista de Bellas. El base aportó mucha más tranquilidad y criterio al juego del Fuenla. Aunque aún no lograba cerrar el rebote consiguió mejorar de forma notable en defensa (26-28, min 13). Juan Palacios (15 puntos) mantuvo por delante a los colegiales aprovechando las pérdidas de balón que frenaron la remontada local pero Bellas (14 puntos, 6 asistencias, 22 de valoración) seguía empeñado en reactivar a su equipo para sacarle del bajón. Estudiantes logró llegar al descanso por delante gracias al acierto de Brizuela pero el partido cambió radicalmente en el tercer cuarto. El buen trabajo de Bobrov (19 puntos, 8 rebotes, 23 de valoración) bajo tableros resultó fundamental en el despegue de un Fuenlabrada que desbordó completamente a los del Ramiro. Los locales hicieron cuanto quisieron dentro de la zona. La buena defensa bloqueó por completo al ataque colegial, reducido al lanzamiento de tres. Estudiantes acabó el tercer cuarto con un 2/15 en triples que demostraba la ausencia de eficacia en el tiro exterior. Fuenlabrada aprovechó cada error para arrollar por velocidad a un rival hundido tras recibir un parcial de 26-4 (68-49, min 26). Pa cagarse, vamos. Los de Jota Cuspinera sólo tenían que bajar el ritmo para tener el partido bajo control. Mantuvo diferencias cercanas a los veinte puntos durante buena parte del último cuarto. Estudiantes encontró tarde el acierto en el tiro exterior pero le sirvió para reducir diferencias. Brizuela (22 puntos, 4 asistencias, 21 de valoración) lideró un parcial de 2-12 que despertó una ligera inquietud en la grada pero Bellas se encargó de evitar problemas en los últimos minutos. Triunfo de Fuenlabrada en el derbi que limpia en parte la mala imagen mostrada en las dos primeras jornadas.
Manresa 74 – Gran Canaria 75: El acierto en el tiro exterior permitió a Gran Canaria dominar desde el comienzo en el Nou Congost. Los triples daban una ventaja cómoda a los de Katsikaris ante un rival que acusaba la falta de variedad ofensiva. El único que anotaba era Kravish (14 puntos, 6 rebotes). Los diez puntos de Manresa llevaron su firma. Consiguió mantener relativamente cerca en el marcador a su equipo pero éste acusaba la falta de efectividad en el tiro de tres. En Manresa añoraban profundamente a los lesionados Ferrari y Toolson. Los mejores tiradores vestidos de calle. Tampoco cuidó demasiado el balón. Las pérdidas de balón locales allanaron el camino a Gran Canaria, que por simple inercia aumentaba lentamente la diferencia (26-36, min 19). No hacía falta mucho más. Pero tras el descanso llegó un cambio radical al encuentro. Jordan Davis no hizo absolutamente nada en la primera mitad pero explotó en el tercer cuarto y de qué manera. Acaparó todo el ataque de Manresa y resolvió con una efectividad asombrosa. Sus entradas a canasta sembraron el pánico en la defensa de Gran Canaria. Él solo remontó el partido. Katsikaris pidió tiempo muerto tras el parcial de 11-0 que adelantaba a Manresa pero Davis no se quedó ahí. Continuó creando mil problemas a Gran Canaria, ya no sabían qué hacer con él. Davis anotó 18 puntos en el tercer cuarto, una actuación sublime pero no bastó para marcar distancias.
Bourousis (18 puntos, 5 rebotes, 21 de valoración) se convirtió en el salvavidas visitante, el responsable de mantener el marcador ajustado en pleno festival de Jordan Davis. Para esto han fichado al pivot griego. Fundamental para que Gran Canaria continuara a rebufo hasta la mitad del último cuarto. Entonces las penetraciones de Paulí (10 puntos, 7 rebotes, 19 de valoración) encontraron siempre un resquicio en medio de la defensa local para adelantar de nuevo a Gran Canaria. Las pérdidas colocaban a Manresa en una situación difícil (64-69, min 35) pero volvió a aparecer Davis (28 puntos, 4 rebotes) en el momento oportuno. Siete puntos consecutivos para poner a tiro a los locales. Kravish completó un parcial de 8-0 que ponía tres arriba a Manresa a falta de un minuto. La victoria estaba a tiro pero se olvidó de cerrar la zona en el último minuto. Gran Canaria volvió a hacer daño encarando el aro. Otra entrada a canasta poderosa de Paulí colocaba uno arriba a Gran Canaria a falta de 19 segundos. Estaba claro quién se jugaría la última posesión. No podía ser otro que Jordan Davis. Sin embargo su triple no era cómodo y acabó repelido por el aro. No pudo completar su gran partido con la canasta del triunfo. Gran Canaria estrena su casillero de triunfos con enorme sufrimiento pero al menos alivia un comienzo de temporada que no marchaba nada bien.
Valencia Basket 95 – Betis 72: Valencia Basket sacó tajada a la floja defensa bética en el primer cuarto. Gran acierto durante los primeros diez minutos de los hombres de Jaume Ponsarnau, que encontraban tiros cómodos con mucha frecuencia. Dubljevic (14 puntos, 10 rebotes, 22 de valoración) estuvo muy efectivo cerca del aro y Curro Segura pidió tiempo muerto tras un parcial de 9-0 pero no arregló los problemas. La flojera defensiva continuó. Tampoco el Betis conseguía cerrar el rebote. Labeyrie (5 puntos, 10 rebotes, 17 de valoración) se puso morado a capturar rebotes en ataque. En ataque los verdiblancos acusaron la falta de acierto en el tiro de tres. Iban camino del descalabro (26-12, min 10) pero el Betis mejoró con la relajación rival en el segundo cuarto. Slaughter y Rivers propiciaron la reacción. Tiraban de tres demasiado solos. La defensa del perímetro de Valencia Basket dejó mucho que desear y a golpe de triple el Betis se metió el partido (39-35, min 18). Tras el paso por vestuarios los locales recuperaron la actitud del primer cuarto. Reventaron el partido en muy pocos minutos. Dos triples de Doornekamp y otro de Van Rossom (8 puntos, 7 asistencias, 16 de valoración) forzaron el tiempo muerto del Betis. Como ocurriera en los minutos iniciales no sirvió de mucho. Valencia Basket encontró muchos espacios y rompió el partido con sus rápidas transiciones (60-40, min 23). Con el partido muy cuesta arriba el Betis recurrió a una defensa muy agresiva. Le permitió robar varios balones y acercarse a los diez puntos pero la entrada a pista de Colom (11 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias, 16 de valoración) devolvió la calma al juego de Valencia Basket. Juego más pausado y sensato que estabilizó la diferencia por encima de los diez puntos. Los locales sólo tuvieron que recurrir al juego interior para marcar diferencias. Tobey hizo mucho daño en la zona durante el último cuarto. El Betis sólo lograba anotar esporádicamente desde fuera. Realizó un último intento desesperado con una zona para protegerse de los pivots rivales pero resultó ineficaz por completo. Con todo perdido el Betis bajó los brazos y acabó arrollado por un Valencia Basket que se desquitó de la dura derrota sufrida contra CSKA en su retorno a la Euroliga.
Baskonia 77 – Unicaja 78: Baskonia dominó con claridad de inicio a partir de un trabajo muy efectivo en el juego interior. Unicaja trató de reaccionar al 9-3 de salida del equipo vitoriano pero topó con el acierto de su rival en el tiro exterior. Garino lució en el primer cuarto, en el que anotó diez puntos. El principal protagonista del dominio de Baskonia (24-15, min 8) aunque el trabajo colectivo no tuvo tacha alguna durante los primeros diez minutos. Unicaja apeló a la garra y la pelea en la zona para reaccionar en el segundo periodo. Buena defensa sobre el gigante Fall, que no encontraba facilidades para moverse por la zona. Sin embargo las pérdidas de balón tiraron el trabajo por tierra. Tampoco tuvo continuidad la aportación en el juego interior con la entrada a pista de Eric. El pivot nigeriano cerró la zona y cortó las vías de anotación del equipo malagueño. Si no tuviera suficientes miserias Unicaja se encontró de bruces con una de las rachas letales de Janning (16 puntos) en el tiro. Ocho puntos seguidos que dejaron encarrilado el encuentro para Baskonia (45-31, min 17). No se veía peligro inminente en un rival que camino iba de ampliar su mal momento. Pero en la segunda mitad el equipo malagueño sacó su orgullo. Carlos Suárez (11 puntos, 5 asistencias, 4 rebotes, 17 de valoración) se puso al frente, aportando un par de triples y un inagotable esfuerzo que se contagió al resto de sus compañeros. Las buenas acciones defensivas de Unicaja cambiaron el partido. La zona planteada creó innumerables problemas al ataque de Baskonia. Se bloquearon completamente los jugadores de Perasovic, cuyas broncas en los tiempos muertos no sirvieron de mucho. Unicaja se metió de lleno en el partido con un parcial de 2-18 (55-54, min 28). Teníamos un encuentro nuevo en el Buesa Arena.
Vildoza cargó con el Baskonia al inicio del último cuarto. Ya está más que acostumbrado el base argentino a aparecer en el tramo final de cada partido. De su mano llegó un 9-2 de salida que tranquilizó los ánimos en Baskonia pero Unicaja ya no estaba dispuesto a entregar el partido sin pelear. Josh Adams (23 puntos, 3 asistencias, 20 de valoración) calentó su muñeca para recortar diferencias. Sería el hombre decisivo del partido, un azote continuo para la defensa local en el último cuarto. No se limitó a mantener cerca a su equipo, fue un mortífero puñal en el último minuto. Anotó dos triples que pusieron uno arriba a Unicaja a falta de doce segundos. Una defensa le bastaba para asaltar el Buesa Arena pero Carlos Suárez cometió personal a falta de nueve segundos. Quizá confiaba que Shengelia se dejara algún tiro libre por el camino pero el georgiano no erró ninguno de los dos. Unicaja aún dispondría de la última posesión. Esta vez Jaime Fernández no estaba dispuesto a ceder el protagonismo. No encontró facilidades para cortar por la zona pero sí la personal de Henry a un segundo del final para enfado de la grada y el banquillo de Baskonia. Conociendo a Querejeta seguro que tocó visita al vestuario arbitral. Jaime Fernández anotó los dos tiros libres y se encargó de certificar un triunfo de oro para Unicaja con el que pocos contaban. En una semana a Baskonia se le han escapado dos victorias que tenía en la mano.
Andorra 86 – Barça 84: El brillante triunfo en Estambul ante Efes Pilsen debía suponer un espaldarazo en la conversión de una plantilla llena de estrellas en un equipo de categoría pero el Barça volvió a evidenciar en Andorra problemas de falta de conjunción. El 0-5 de inicio quedó en una anécdota. El Barça decidió convertir el 6 de octubre en el nuevo día de los Reyes Magos. La cantidad de balones perdidos alcanzó niveles obscenos. Sorprendía, sobre todo, lo desconcertado que estaba Brandon Davies. Se fue al banquillo tras cometer dos faltas en ataque. Andorra no dudó en aprovechar cada regalo rival. Endosó un parcial de 15-2 que obligó a Pesic a pedir tiempo muerto (15-7, min 5). Al entrenador azulgrana le dolían las cinco balones que perdieron sus jugadores en menos de cinco minutos. El Barça reaccionó a golpe de talento individual. Las acciones de canasta y personal le permitieron remontar con rapidez. La situación volvía a la calma para los azulgranas. Delaney marcaba el ritmo del partido y anotaba con facilidad. Tomic (12 puntos, 4 rebotes, 16 de valoración) aportaba en la zona al inicio del último cuarto. Incluso Abrines iba recuperando sensaciones en el tiro exterior (25-31, min 12). Pero el periodo de bonanza no duró mucho. Como no anotaba desde fuera Andorra apostó por buscar a Diagne. El pivot le dio a los de Ibon Navarro la intensidad y actitud que necesitaban para reaccionar. Diagne (19 puntos, 7 rebotes, 24 de valoración) se comió con patatas a Tomic con su agresividad. Viendo la evolución de Diagne quizá en el Barça debieron plantearse dar la patada al croata en su lugar. Además los azulgranas convirtieron de nuevo el partido en el festival de las pérdidas de balón. Hubo momentos en los que el encuentro se convirtió en un desparrame. Las cifras asustan. El Barça perdió ¡¡ 17 balones !! en la primera parte. Una mala cifra para un partido completo, qué decir en sólo veinte minutos. Tampoco es que Andorra cuidara demasiado el balón (acumuló una decena de pérdidas al descanso) pero el registro del Barça apunta a record mundial. El desatino en la pista descentró a los jugadores azulgranas. La última jugada fue el mejor ejemplo. Todo el equipo se quedó mirando el balón pensando que se había acabado la primera mitad y a Tyson Pérez le dio tiempo a capturar el rebote, levantarse y anotar en el último segundo. Un disparate que le sirvió a Andorra para llegar por delante al descanso (44-40, min 20).
El paso por vestuarios no mejoró las prestaciones del Barça. Dejó de perder balones pero entró en el típico bajón que sufre durante un cuarto entero en cada partido. Minutos de inconsistencia que le sirvieron a Andorra para ampliar diferencias. Diagne seguía metido en el papel de titán dentro de la zona. Un tormento que derrochaba ganas y agresividad. Con el paso de los minutos mejoró el tiro exterior local. Los triples de Dejan Todorovic (17 puntos, 5 rebotes, 19 de valoración) colocaban al Barça en una situación delicada (59-50, min 27). Como le ocurre en cada momento de dificultades los azulgranas recurrieron a las acciones individuales para cambiar el partido. Mejoró en ataque pero el partido entró en un intercambio de canastas que no le servía de nada. Andorra no rehuyó un duelo anotador, incluso se sintió cómodo. El acierto de Jelinek (17 puntos) volvió a situar al Barça en la cuerda floja (73-63, min 33). La afición andorrana era consciente que la gesta estaba muy cerca. El Barça se mantenía en el encuentro a arreones, viviendo del talento individual, pero no parecía que pudiera bastar. Andorra mantenía la distancia sacando acciones de 2+1. El nivel de agresividad no era el mismo en ambos equipos, se reflejó sobre todo en los rebotes ofensivos. Sólo le faltó a Andorra estar más fino en los tiros libres en los minutos finales para evitar un final igualado. Pero daba igual. Un triple de Jelinek y un 2+1 de Todorovic a menos de dos minutos del final desataban la euforia en el pabellón. La victoria parecía encarrilada (86-77, min 38). Parecía. Surgió Kuric en el último minuto para complicarla con cinco puntos consecutivos. Andorra ya sólo estaba por la labor de agotar posesión y buscar la canasta definitiva sobre la bocina. No llegó y la situación se complico de forma imprevista. Más si cabe cuando los colegiados concedieron tres tiros libres a Mirotic a tres segundos del final. La afición andorrana no daba crédito que pudieran concederla de tiro. Incluso la falta presenta dudas. Mirotic (17 puntos, 6 rebotes, 21 de valoración) anotó los dos primeros. Con 86-84 en el marcador no podía hacer otra cosa que lanzar a fallar. Así lo hizo. En la pelea por el rebote un jugador local pisó la línea de fondo y al Barça le quedaría un último tiro para lograr un triunfo inverosímil. Delaney salió de los bloqueos y lanzó sin pensárselo desde la esquina. El triple se quedó corto. Ya no se le podía escapar el triunfo a Andorra, que amenaza con transformar su cancha en un fortín inexpugnable una temporada más. El Barça encontró allí su primera derrota. El excelso talento del que dispone no le sirvió en esta ocasión para tapar todos los defectos del bloque.
Real Madrid y Burgos son los únicos equipos imbatidos y dominan la clasificación con 3-0. Le sigue con 2-1 un grupo formado por seis equipos: Valencia Basket, Basket Zaragoza, Bilbao Basket, Barça, UCAM Murcia y Andorra. Cierra la tabla Joventut (0-3), el único equipo que aún no ha sumado un triunfo. Obradoiro (1-2) le acompaña en zona de descenso debido a la diferencia de puntos.
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