El primer capítulo del gran desafío entre Real Madrid y Barça esta temporada se escribió en el Palacio de los Deportes en la final de la Supercopa. El desenlace fue propicio para el equipo blanco, que se llevó el primer título oficial de la temporada en su propia casa y en unas gradas que ocupaban mayoritariamente sus aficionados. Impuso el mayor acoplamiento de su bloque, forjado durante años de éxito. Un rodaje que aún le falta a su eterno rival. Logró evitar un paseo madridista y llegó a inquietar seriamente al comienzo del último cuarto. Dispone de tanto talento individual que tirando de él puede volver a los partidos pero en estos momentos el Real Madrid da mayor sensación de equipo. En abril, cuando se juegan las castañas, ya veremos. Queda mucho tiempo para entonces y también trabajo por hacer. Sólo fue la primera batalla, la de menor importancia aunque el ambiente creado, el recibimiento a Mirotic y la enorme envergadura de los dos grandes futboleros hayan engrandecido esta edición de la Supercopa. El capítulo inicial de un desafío que apunta a marcar el futuro próximo de Real Madrid y Barça.
Real Madrid 89 – Barça 79: Mirotic sufrió el mismo recibimiento hostil que en semifinales. Pitos y bronca en cada balón que tocaba. La afición madridista no escatimó un ápice en mostrar todo su poder intimidador para impresionar a la Perla de Montenegro. En la primera jugada que le llegó el balón no dudó en lanzar de tres. Triple para enfriar los ánimos y llevarse el aplauso de los aficionados del Barça, que también los había en el Palacio de los Deportes. Lo cierto es que haría poco más en la primera mitad. Al Real Madrid le costó arrancar la final. Sus tiros se quedaban cortos, parecía que no se había dejado algo del extraordinario acierto en semifinales. Randolph estuvo muy fallón y Laso no tardó más de tres minutos en cambiarle por Deck. La defensa azulgrana se empleó con especial atención sobre Campazzo. Incluso recibió marcaje doble en varias ocasiones. Pero el Madrid no perdió la compostura. El trabajo en defensa era impecable y al Barça le faltó acierto para tomar una distancia seria. Un parcial de 8-0 adelantó por primera vez a los de Laso. Los azulgranas perdían la paciencia con el espíritu guerrillero rival. Pesic se llevó una técnica tras protestar reiteradamente una falta sobre Campazzo que le daba tres tiros libres al base argentino. Los tiros libres despegaban al Madrid (21-14, min 9) pero los americanos salvaron al Barça. Balones a Davies, que sabe buscarse muy bien la vida a cuatro metros del aro. Dos triples seguidos de Delaney ajustaron el marcador. La renta labrada con esfuerzo se iba en apenas segundos pero el Real Madrid ni se inmutó. Sacó a relucir la enorme valía de su banquillo. Rudy y Mickey (10 puntos, 7 rebotes, 15 de valoración) estuvieron espléndidos en el segundo cuarto. Puntos y un gran trabajo defensivo de ambos. El Barça no estaba nada cómodo, sufrió el mismo bloqueo que en el segundo cuarto ante Valencia Basket. Se obcecó en tirar de tres sin fortuna alguna. No metía un solo triple. Pesic paró el partido tras el 8-0 de salida (29-20, min 13) pero los problemas siguieron acumulándose. Sus jugadores no encontraban respuesta a la movilidad de Llull y Laprovittola, que estaban volviendo loco el partido. La tercera falta de Mirotic provocó el jolgorio en la grada y forzó a Pesic a reservarle un buen tiempo. Tomic se llevó una antideportiva tras soltarle un codazo alevoso a Rudy. Pura frustración. El Madrid volaba sobre la pista y dejaba al Barça en camino de despeñarse con estrépito (47-29, min 17).
Los problemas del Barça no desaparecían tras el descanso. Seguía sin ideas para superar una defensa muy sólida y ahora veía cómo el Madrid pasaba a dominar el rebote ofensivo. Se acrecentaba la superioridad como bloque del conjunto de Laso, disparado hacia un triunfo sonado (56-37, min 23). En trabajo colectivo el dominio madridista era incontestable así que el Barça recurrió al talento individual para salir a flote. Sin Mirotic en pista buscó a Davies como principal recurso ofensivo. El pivot azulgrana sacó del partido a Tavares con su movilidad y fundamentos. El gigante al banquillo con cuatro personales. En apenas dos minutos de despiste el Madrid encajaba un 0-10 que reducía la diferencia por debajo de los diez puntos. El partido se metió en un interesante intercambio de canastas. Al Barça le vino bien este duelo de talento. Mirotic fue tomando protagonismo. Los jugadores azulgranas acudieron con asiduidad al tiro libre. De perlas para sumar en cada ataque. Lo hizo en los últimos tres minutos del tercer cuarto, en el que el Barça anotó 30 puntos. Había encontrado la forma de superar la defensa y meterse de lleno en el partido (69-65, min 30). Ahora estaba donde quería el Barça. Podía repetir la famosa remontada de la pasada final de Copa pero la racha se cerró con dos robos seguidos de Laprovittola. El Madrid volvió a marcharse a nueve puntos y recuperó el tono defensivo. El ardor guerrero de Rudy se extendió a todo el equipo. El Barça seguía aferrado al tiro libre para mantenerse con opciones pero el Madrid nunca le dejó acercarse peligrosamente. Llull tiró de galones para jugársela entrando a canasta. Hizo mucho daño con esta jugada, como en los buenos tiempos. Se adueñó del partido (83-72, min 37) pero el Barça no había dicho su última palabra. Volvió a aparecer Davies (23 puntos, 4 rebotes, 20 de valoración) en los minutos finales. No tardó en sacarle la quinta personal. El Barça aún resistía gracias a su inagotable talento pero tampoco anda falto de él su rival. Esperó el momento preciso para asestar el golpe definitivo. Llull pasó a Campazzo (16 puntos, 5 asistencias, 5 rebotes, 22 de valoración) que ni se lo pensó para lanzar de tres. Un triple que valía un partido a menos de minuto y medio para el final. Golpe que enviaba al Barça a la lona definitivamente. Ya no hubo capacidad de reacción. La afición madridista pudo dedicar el último minuto en festejar el título. La primera batalla cayó en el zurrón del Real Madrid.
CONCURSO DE TRIPLES:
Como aperitivo a la final de la Supercopa los aficionados pudieron disfrutar del tradicional concurso de triples. Momento para la diversión en un concurso con un formato siempre atractivo. Los cuatro equipos presentes en la Supercopa tuvieron su representante: Carroll (Real Madrid), Pangos (Barça), Motum (Valencia Basket) y Karvel Anderson (Fuenlabrada). Los otros cuatro participantes se eligieron de manera especial. Dos antiguas leyendas ya retiradas, Popovic y Bullock. No faltó la concursante femenina. En esta ocasión participó Yurena Díaz, del Cadi la Seu. Por último, se reservó la última plaza al ganador de un concurso popular de triples. El joven Marc Cruz, de apenas quince años, se ganó el derecho a participar en el Palacio de los Deportes.
El primer enfrentamiento de cuartos de final lo disputaron Popovic y Marc Cruz. Al chaval le pudo la inexperiencia y el escenario. Popovic ganó con facilidad por 20-11 pero estar en este concurso ya era un premio para Marc Cruz. Seguidamente llegó la eliminatoria entre Motum y Yurena Díaz. Cerca estuvo de saltar la sorpresa. La jugadora de Cadi la Seu se sobrepuso a un mal inicio y llegó a dominar por dos puntos hasta el cuarto carro. Mottum mejoró y acabó con mucho más acierto, venciendo por 17-14. El tercer duelo enfrentó a Carroll y Bullock. Dos tiradores que son parte importante de la historia del Real Madrid. Pero a Bullock se le notaron los años de inactividad. Carroll no le dio ninguna opción. Anotó 9 de los 10 primeros triples, 13 de los primeros 15. Inabordable, venció 24-17. Sólo restaba la confrontación entre Karvel Anderson y Pangos. El escolta estadounidense de Fuenlabrada anotó todo lo que no le entró contra el Real Madrid. Tiene buena mano este jugador. Hizo trizas a un Pangos que no es ningún especialista. 21-11 en un duelo sin apenas emoción.
La primera semifinal midió a Carroll con Motum. El jugador madridista repitió el acierto de cuartos de final en los tres primeros carros pero topó con un Mottum completamente desatado. El australiano no es un tirador letal en la línea de tres pero se transformó en un anotador incansable. No sólo le mantuvo el pulso a una muñeca de seda como la de Carroll. Le superó por 26-24 para asombro de todos, tras fallar Carroll el último balón tricolor. Seguro que fue el mejor concurso de su carrera. En la otra semifinal Popovic fue mucho más fiable que Karvel Anderson. Sólo sus fallos con los balones tricolor alargaron el desenlace pero la victoria por 22-19 fue inapelable. Motum eligió lanzar primero en la final. No estuvo a tan alto nivel como en semifinales pero los 21 puntos suponían una marca más que aceptable aunque no estuvieran fuera del alcance de Popovic. El ex-jugador croata contaba con el apoyo de los aficionados de Fuenlabrada presentes en el Palacio de los Deportes. Estuvo más acertado que Mottum en los dos primeros carros pero tres errores en el carro central le pasaron factura. Popovic se hundió paulatinamente y acabó con 17 puntos. Motum vencía el concurso de triples y sucedía en el palmarés a Matt Thomas, ex-jugador de Valencia Basket. Un triunfo que hizo las delicias de la familia valenciana que estaba sentada a mi izquierda.
Y DIGO YO…:
- Facundo Campazzo, MVP de la Supercopa. Pesic era muy consciente que frenar al base argentino era fundamental y dedicó especial atención a defenderle. No consiguió pararle y resultó decisivo en los minutos finales. Nadie puede dudar que hace tiempo que está entre los grandes bases del baloncesto europeo. Ningún madridista ignora su gran relevancia en el juego del equipo. Su renovación es todo un gran fichaje.
- Brandon Davies asombró la temporada pasada en el Palacio de los Deportes con una gran actuación que resultó decisiva para el triunfo del Zalgiris. Entonces hizo un destrozo con su tiro de cuatro o cinco metros. No puede defender a Tavares pero el pivot de Cabo Verde tampoco sabe apañarse con él. En la final volvió a estar espléndido en el juego interior y sacó nuevamente del partido a Tavares. Es muy posible que el remedio al coloso no sea otro gigante sino un pivot rápido y con buenos fundamentos.
- Comienza a ser preocupante la apatía e irrelevancia de Tomic. Apenas aporta nada dentro de la zona, ni siquiera es capaz de anotar bajo el aro si encuentra un defensor delante. Al nivel que está Brandon Davies es carne de banquillo. Y Tomic no es jugador que se adapte bien al papel de hombre de banquillo. Sin confianza ni protagonismo se apaga. Complicada papeleta para Pesic.
- 12.348 espectadores en la final que suponen un record de asistencia en la Supercopa. A la capacidad del Palacio de los Deportes se une la enorme expectación de un Clásico marcado por el regreso de Mirotic con la camiseta del Barça y el apasionante duelo que se avecina con los fichajes estelares del equipo azulgrana para oponerse al poderío colectivo del Real Madrid. Eleva la relevancia de una competición que no suele pasar de un torneo de verano más pese a que tenga carácter oficial.
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