La vida sigue igual en la Liga ACB. Un año más se amplía la implacable hegemonía que ostenta el Real Madrid en la exitosa etapa de Pablo Laso por el banquillo. Durante buena parte de la temporada se barajó la posibilidad real de un cambio en el trono debido a la solidez mostrada por el Barça y sus victorias en los Clásicos pero cuando llegó el tramo decisivo del curso el Madrid alcanzó su mayor nivel competitivo y fue inalcanzable para todos en el baloncesto español. La superioridad es incuestionable actualmente cuando el equipo blanco está en su mejor forma. Quinto título de Liga ACB en los ochos años que lleva Laso al frente del banquillo del Real Madrid. Indudable que está marcando una época. Pero además del nuevo título del conjunto de Pablo Laso hay mucho más que contar. Como cada temporada, cerraremos el curso con el análisis de los dieciocho equipos que tomaron parte de la máxima competición del baloncesto nacional.
Real Madrid: Otro título que alarga la implacable hegemonía madridista y se añade al histórico paso de Pablo Laso por el club. Un proyecto maduro y exitoso que está por encima de todo y todos. El trabajo que se lleva a cabo desde hace años permite que el bloque funcione aunque perdiera una pieza tan valiosa como Luka Doncic. Sólo así se convierte en un pequeño contratiempo perder al mejor jugador de Europa la pasada temporada. El título logrado de Liga ACB ya permite calificar la temporada como muy buena aunque a algunos les puede saber a poco. El equipo blanco pudo conseguir mucho más, incluso el premio gordo que representa la Euroliga. Llegó a abril en su mejor momento y en Vitoria dio la impresión que colectivamente es el mejor equipo de Europa. Sin embargo se le escapó un partido controlado en semifinales contra CSKA como también ocurrió en la final de Copa ante el Barça, que se recordará por los despropósitos arbitrales en los últimos segundos y el sainete de la revisión incorrecta de la jugada que dio el título a los azulgranas. Sin embargo la Liga ACB le permitió resarcirse para demostrar que a su nivel más alto es superior a cualquier equipo español en el mano a mano. Otro éxito que garantiza un verano tranquilo. Sólo se esperan un par de retoques pese a la elevada media de edad de la plantilla. La foma de proceder habitual en los buenos o malos momentos en esta etapa dorada del conjunto madridista.
Barça: El aumento de la competitividad esta temporada fue evidente pero no le dio para detener la marcha exitosa de su eterno rival. Con Pesic al frente desde principio de temporada el Barça se transformó en un conjunto serio y bien trabajado que amenazó con asaltar el poder tras las sucesivas victorias en los Clásicos. Repitió título de Copa y lideró durante buena parte de la campaña la Liga Regular, hasta el punto que nadie ponía en duda que acabaría los 34 partidos en lo más alto. Sin embargo el mes de mayo resultó fatídico. Acusó el desgaste y la decepción sufridas por la eliminación en cuartos de final de Euroliga a manos de Efes Pilsen. Las derrotas en el Palau Blaugrana ante Baskonia y Valencia Basket le costaron el factor cancha en la final. Allí fue inferior a un Real Madrid pletórico, que en los duelos decisivos de la temporada demostró estar un paso por delante. La Copa sabe a poco mientras el equipo blanco sigue ampliando su hegemonía en el baloncesto español y ocupa un papel importante en Europa que hace años que perdieron los azulgranas. Por ello se avecina una fuerte inversión en nombres importantes (Davies, Higgins, Abrines,…) para la próxima temporada. Veremos si con Pesic en el banquillo.
Valencia Basket: Superó un difícil inicio de temporada plagado de lesiones que incluso puso en peligro el puesto de Jaume Ponsarnau en el banquillo. La recuperación de jugadores importantes permitió a Valencia Basket llegar al tramo trascendental de la temporada en un momento óptimo de juego y estado físico. La Eurocup lograda ante Alba Berlin supuso un nuevo éxito en una competición que domina al dedillo y una plaza en la próxima Euroliga. Llegó en un gran momento de forma a los playoffs y se postuló como el gran tapado pero el desgaste acumulado en la eliminatoria contra Unicaja y la indiscutible superioridad del Real Madrid en semifinales evitaron que siquiera se acercara a la posibilidad de repetir la hazaña lograda hace dos años. Media plantilla acaba contrato y se encuentra en la disyuntiva de cerrar un ciclo o pensar en una pequeña reforma para afrontar una temporada que se presenta muy dura con la disputa de la Euroliga.
Basket Zaragoza: Entre todas las sorpresas de la temporada Basket Zaragoza se convirtió en la principal revelación. Tras años de lenta decadencia el equipo maño recobró las señas de identidad de la época del desaparecido José Luis Abós con una plantilla experta y veterana que ofreció un gran rendimiento. Disputar los playoffs supuso un rotundo éxito pero se detuvo ahí. Su clasificación para semifinales tras batir a Baskonia supuso la gran sorpresa en la fase por el título. Nada pudo hacer para evitar la eliminación por la vía rápida ante un Barça muy superior pero el cuarto puesto supone una gesta. La renovación de Porfi Fisac hasta 2021 es un espaldarazo a un proyecto ilusionante en Zaragoza.
Baskonia: La obsesión por disputar la Final Four en Vitoria cegó a Querejeta, que perdió la perspectiva y tomó decisiones cuestionables. Un objetivo ilusionante se convirtió en la búsqueda forzosa de una meta muy complicada, puesto que no tiene un lugar claro entre los cuatro mejores equipos de Europa. El repentino cese de Pedro Martínez y el regreso de Perasovic no supuso una variación de la trayectoria del equipo vitoriano, castigado por las lesiones y la desilusión que supuso no alcanzar la meta deseada. Cayó en cuartos de final en todas las competiciones. Que ocurra en Liga ACB y Copa supone una seria decepción. La temporada acabó en fiasco, no se puede calificar de otra manera. Y cuando eso ocurre Querejeta no duda en tomar medidas drásticas.
Unicaja: De más a menos. En los primeros meses de la temporada desplegó un juego ilusionante traducido en muy buenos resultados. Mientras Jaime Fernández, que explotó definitivamente en su primer año en Málaga, estuvo a gran nivel a Unicaja se le consideró incluso como un aspirante al título. Las lesiones del base, y del bloque de jugadores nacionales en general, afectaron seriamente al juego del equipo malagueño. Acabó decayendo hasta acabar lejos de metas ambiciosas. Le sigue faltando un paso para dar el salto que le permita llegar a cotas de épocas pasadas. La renovación de Jaime Fernández supone el pilar para volver a intentarlo la próxima temporada.
Joventut: ¡Cómo cambia la vida en apenas un año! El tiempo que ha transcurrido en la asombrosa transformación de un equipo deshauciado, camino de la liquidación, a otro que vuelve a competir con los ilustres de la Liga ACB. El cambio tiene un nombre: Nico Laprovittola. MVP de la Liga Regular y protagonista de grandes recitales individuales. Él solo liquidó a Baskonia en cuartos de final de la Euroliga. Tiene gran parte de responsabilidad del regreso de la Penya a los playoffs. Laprovittola, en la órbita del Real Madrid para la próxima temporada, dejará un gran recuerdo y un enorme hueco en la plantilla. La vida sin él no será fácil en Badalona.
Manresa: Otra de las sorpresas noticiables de la temporada. Pese a ser recién ascendido los refuerzos en verano le permitían pensar en cotas mayores que conseguir la permanencia. Las lesiones y la marcha de jugadores importantes (Renfroe, Doellman) en Navidades fueron serios obstáculos en el camino pero el acierto en los recambios y la acertada gestión de Joan Peñarroya en el banquillo logró meter a Manresa en playoffs. Un sueño que apenas pudo disfrutar. Las lesiones limitaron a una plantilla que nada pudo hacer ante el campeón pero el éxito esta temporada es incuestionable. La marcha de Joan Peñarroya a Burgos plantea una incógnita para la próxima campaña.
CB Canarias: La temporada se le hizo larga a un equipo lagunero competitivo y peligroso en la primera vuelta. Repitió presencia en las semifinales de Copa pero el tramo final de la temporada estuvo lleno de amargura. La distracción que supuso la FIBA Champions League dejó la Liga ACB en un segundo plano. Entró en una mala racha de resultados que acabaron costándole caro. No reeditó el título de hace dos años tras caer en la final ante Virtus Bolonia. La derrota en Fuenlabrada en la última jornada le apartó de los playoffs. Un pequeño paso atrás después de dos temporadas entre los ocho primeros.
Andorra: Otro equipo que baja un escalón tras una temporada irregular. Capaz de lo mejor y lo peor. Tanto podía firmar una victoria contra el Real Madrid a domicilio en un festival ofensivo o arrollar en casa a Baskonia como pegársela con cualquier equipo de la zona baja. No gozó de la fiabilidad en su cancha de temporadas anteriores y fue incapaz de asomar la cabeza entre los ocho primeros. La vida es más dura en Andorra sin Joan Peñarroya en el banquillo.
Burgos: Un proyecto que se va asentando en la Liga ACB. Estaba destinado a sufrir, más si cabe con la baja de jugadores a mitad de temporada. La marcha de Deon Thompson a Zalgiris en el mes de enero suponía una especie de cataclismo pero Burgos gestionó la crisis de forma admirable. Acertó de pleno con los refuerzos y acabó manteniendo la categoría con mucha solvencia. Nunca llegó a pasar apuros. No faltó el apoyo incondicional de una afición que se está convirtiendo en un referente del baloncesto español. La marcha del banquillo de Diego Epifanio cierra una etapa inolvidable de cuatro años en el club. Joan Peñarroya llega como sustituto. Un entrenador capacitado que ha logrado grandes resultados sin necesidad de grandes mimbres. Un nombre para pensar en cotas más altas.
Gran Canaria: La temporada del estreno en Euroliga estuvo cerca de acabar en pesadilla. Una plantilla sin la profundidad necesaria y ya entrada en años no pudo afrontar la terrible dureza que supone competir en la máxima competición continental. Siempre en los puestos de abajo, tuvo que pelear por la permanencia hasta casi el final. Tres entrenadores, numerosos cambios de jugadores. Pedro Martínez, que llegó como solución de urgencia, consiguió mantener la categoría pero la afición de Gran Canaria apenas pudo disfrutar un año que debía ser inolvidable. Sin la pesada mochila de la Euroliga a la espalda la próxima temporada debe pensar en recuperar su lugar en los playoffs, donde se había asentado como un fijo en los últimos años.
Fuenlabrada: Esta vez no hubo sorpresas y Fuenlabrada tuvo que pelear por la permanencia durante toda la temporada. No le vino bien disputar la FIBA Champions League a una plantilla que no estaba preparada para jugar dos partidos por semana. El juego presentó el patrón de siempre: abuso del juego exterior y carencias en la zona (el fichaje de Lucas Nogueira fue un rotundo fracaso). Tampoco hubo estabilidad en el banquillo. Agustí Julbe cayó pronto debido a las abultadas derrotas y el club apostó por su anterior técnico. Néstor Che García logró sacar al equipo del descenso pero los problemas de salud y la falta de regularidad del equipo le forzaron a dimitir. Jota Cuspinera consiguió certificar la permanencia en la última temporada en activo de Popovic, el ídolo de la afición. Se le echará de menos en el Fernando Martín.
UCAM Murcia: Una plantilla construida para alcanzar los playoffs pero que no dejó de pasar miserias toda la temporada. UCAM Murcia estuvo muy por debajo del nivel exigido. Javi Juárez, entrenador de éxito en la cantera del Real Madrid, no se adaptó al baloncesto profesional ni a un equipo muy físico. Acabó sustituido por Sito Alonso, la solución para salir de los puestos de descenso. El cambio de técnico trajo un juego más veloz y atrevido que obró la salvación. Dos años de renovación como premio para buscar un rendimiento más acorde con el potencial del equipo murciano.
Obradoiro: Nunca ocupó puestos de descenso y pasó en una zona tranquila buena parte de la temporada pero estuvo muy cerca de complicarse la vida en los últimos dos meses. Jugó con fuego. Una prolongada racha de derrotas le llevó a jugarse la permanencia en la última jornada ante el Barça. Los resultados en otros partidos certificaron una permanencia que no logró por méritos propios. La salvación siempre es el objetivo del equipo gallego pero su final de temporada no deja buen sabor de boca. Sin embargo la confianza en Moncho Fernández permanece intacta. Tres años más de contrato para toda una institución en el club.
Estudiantes: La falta de un anotador contrastado hundió en la mediocridad y las profundidades de la tabla al equipo colegial, obligado a buscar refuerzos para una plantilla con enormes carencias. La llegada de Gentile y Whittington, jugadores con muchos puntos en sus manos, enderezaron el rumbo temporalmente pero las lesiones de jugadores vitales y la poca predisposición a defender del equipo le condenaron a sufrir hasta la penúltima jornada. Brizuela, que vivió la temporada de su explosión definitiva, fue el salvador y una de las pocas noticias positivas en el Ramiro. Se salvó por los pelos de un descenso del que ya no podría librarle repesca alguna.
GBC: La marcha de los jugadores más importantes al final de la temporada pasada planteó numerosas dificultades al equipo donostiarra. Le costó mucho encontrar el pulso competitivo. Tanto que por momentos pareció un equipo condenado y se escucharon cánticos en contra del entrenador, Sergio Valdeolmillos. Los fichajes realizados en el tramo final de la temporada y el buen rendimiento de Burjanadze sacaron a GBC de la zona de descenso tras un mes de abril lleno de victorias pero le esperó un final de Liga Regular endiablado. Partidos contra los tres primeros clasificados en los que no tuvo ninguna posibilidad. Un calendario terrible que le condenó al descenso. La reacción llegó tarde para evitar el triste final.
Breogán: El retorno a la Liga ACB estuvo plagado de dificultades desde el principio. Tuvo que armar un equipo prácticamente nuevo en poco tiempo. Norel, refuerzo estrella, se lesionó en verano y no pudo jugar apenas en toda la temporada. Pese a todo dio la cara aunque no sirvió para mantener la categoría. Le faltó oficio y tranquilidad en la últimas jornadas. El brillante triunfo contra el Real Madrid en el Pazo dos Deportes quedará como el mejor recuerdo de un regreso efímero a la élite. Le toca trabajar en LEB Oro para regresar cuanto antes.
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