La final no da para más. El Real Madrid se proclama campeón tras vencer en el Palau Blaugrana el cuarto partido de la final. El triple de Carroll que completó la inverosímil remontada en el segundo encuentro quedará grabado como la imagen de este nuevo título del conjunto blanco. No es de extrañar, varió por completo el rumbo de una final encaminada a convertirse en una guerra de desgaste. Demasiada tralla para afrontar el reto de vencer tres partidos seguidos al flamante campeón de Liga ACB. El Real Madrid fue superior en los partidos disputados en Barcelona, tanto en global como por separado. Pudo decidir el título el miércoles pero la resistencia obstinada del Barça y el palmeo errado por Thompkins postergó al cuarto partido la resolución. Sólo tuvo que esperar dos días el Madrid para lograr uno de los grandes trofeos de la temporada, completando ocho campañas consecutivas logrando, al menos, un título importante. La etapa de Laso en el banquillo madridista está jalonada por el éxito. Una era dorada que marca una clara hegemonía en el baloncesto español y en la que el Madrid volvió al lugar de gran protagonista en Europa. En esta ocasión tuvo que superar a Pesic, uno de los grandes entrenadores del baloncesto europeo los últimos 30 años y que le superó tácticamente en varios enfrentamientos. Salvo en el inolvidable segundo partido no fue el caso en esta final. El técnico vitoriano puede medirse con cualquiera de los grandes del banquillo, su libreto ha evolucionado hasta convertirle en un referente. Aún no tenemos la referencia adecuada que da el tiempo pero su nombre ocupará un lugar de honor en la historia del Real Madrid. Con él nunca acaba en blanco.
Barça 68 – Real Madrid 74 (1-3): La capacidad de recuperación mental del Real Madrid volvió a resultar asombrosa. El palmeo fallado por Thompkins era cosa del pasado. Apareció en pista dispuesto a resarcirse con creces. Cerró con mucha más decisión el rebote que en los anteriores partidos de la final. El tiro exterior hizo un destrozo terrible en los primeros minutos. Rudy comenzó el festival con un acierto demoledor. Tres triples seguidos para marcar diferencias muy pronto. Al Barça le faltaba chispa. Heurtel no era ni la sombra del jugador que ha maravillado en estos playoffs. Singleton era el único jugador azulgrana con acierto pero su aportación no servía para contrarrestar los terribles efectos del perímetro madridista. 5/7 en triples logró en los primeros cinco minutos el conjunto de Laso, que amenazaba con destrozar el encuentro (8-19, min 5). Sin embargo el Barça reaccionó tras el tiempo muerto solicitado por Pesic. La entrada de Pangos supuso un revulsivo. Por primera vez en la final tuvo un papel destacado. La comprensible bajada en el porcentaje de acierto en el tiro de tres del Real Madrid y el mayor tino en ataque del Barça igualaron el partido. El Barça anotaba en cada ataque en el tramo final del primer cuarto. Aunque Carroll mantuvo al equipo blanco por delante hasta el final del periodo con esta dinámica era cuestión de tiempo que hubiera un cambio en el dominador. Un triple de Pangos puso por primera vez arriba al Barça (27-26, min 11). Los azulgranas habían sobrevivido a la tormenta desatada por el juego exterior del Madrid pero el equipo blanco no acusó perder el mando del marcador. Inmediatamente lo recuperó con cinco puntos seguidos de Ayón. Posiblemente su último servicio en su laureado paso por el Real Madrid. Los hombres de Laso sacaron el cuchillo, dispuestos a pelear cuerpo a cuerpo en el barro. El partido se enfangó. Una batalla física que bajó considerablemente el ritmo anotador. Esta vez el Madrid no se sintió incómodo en un partido cuartelero. Además el rebote era de su propiedad. Cargó con mucha mayor éxito y entrega el rebote ofensivo. Un escenario de pelea que no impidió que el Madrid se marchara con ventaja a vestuarios (33-37, min 20).
El dominio madridista se intensificó en el tercer cuarto. No era abrumador pero sí suficiente para mandar con cierta comodidad. Ni Heurtel se encontraba ni funcionaba el Barça en el tiro de tres. Lentamente el Madrid alcanzaba una distancia solvente. Randolph se empleó en el rebote y gozó de un acierto que se echó de menos en esta final. ¿Otro que ofreció su último servicio? Pesic puso en pista a Pangos para jugar con dos bases. La decisión le salió redonda. Apareció el acierto en el tiro de tres para resistir los arreones rivales. Dos acciones brillantes de Pangos (16 puntos, 4 asistencias) estrecharon el marcador (45-47, min 26) pero Laso tenía también una carta guardada bajo la manga. Salió Causeur con la muñeca caliente. Apenas ha lucido en esta final tras un mes y medio pletórico pero estuvo providencial para enfriar el Palau Blaugrana. Cinco puntos consecutivos que forzaron el inmediato tiempo muerto de Pesic. La situación recordaba al tercer partido. El Barça trataba de resistir denodadamente pero cada vez que alzaba la cabeza llegaba un triple del Real Madrid. El desgaste empezaba a pasarle factura a los hombres de Pesic. No había ideas. Recurrió en exceso al tiro exterior, con el agravante que los triples no entraban. Sin elaborar o muy forzados tras una gran defensa madridista. El Barça estaba sometido a la tiranía impuesta por Campazzo (15 puntos, 9 rebotes, 6 asistencias, 28 de valoración). Sólo descansó un minuto en la segunda mitad, acabó agotado, pero no había forma de sacarle de la pista ni de arrebatarle la batuta del encuentro. Salvo algún pase telegrafiado todo le salía bien. Triples, desequilibrio, dirección sobria y efectiva. Al Barça se le escapaba el partido. Una canasta y personal de Taylor puso al Madrid al filo de superar la barrera de los diez puntos. El equipo blanco empezó a jugar con el tiempo aunque aún quedaban cinco minutos. Desperdició ocasiones para matar el partido pero el Barça seguía negado en el triple. Tres minutos sin que nadie anotara. Al Madrid no le importó, tenía el tiempo a su favor. Era suficiente con la enorme influencia del otro gran protagonista, Tavares (10 puntos, 13 rebotes, 22 de valoración). La zona fue suya en los últimos minutos, tocaba todo balón que la sobrevolaba. Una pesadilla para un rival muy desgastado. Campazzo lo vio y empezó a buscarle. El gigante de Cabo Verde se apoderó del partido en los minutos finales para firmar la sentencia (55-67, min 37). El Barça necesitaba un imposible. Los triples de Hanga llegaron tarde. Campazzo no dio opciones al milagro. Pesic claudicaba. A falta de medio minuto daba la mano a sus jugadores. Señal de rendición. La Liga ACB continuaba en manos del Real Madrid.
Y DIGO YO…:
- Campazzo, MVP de la final. Sólo falló en el segundo encuentro. En los demás fue el dominador sobre la cancha. Cuando rayó a gran nivel el Real Madrid controló el partido. Laso lo sabía y sólo se atrevió a sentarle un minuto en la segunda mitad del partido decisivo. Un referente en este Madrid y uno de los grandes bases en Europa en la actualidad. Quien lo imaginaba hace dos veranos, cuando había dudas sobre si estaba capacitado para ser el base titular del Real Madrid.
- Heurtel pinchó en el último partido de la final. En momentos así queda al descubierto su mala relación con Pesic, que tiene alergia a bases que acaparan protagonismo y cuya preferencia es el director de orquesta ortodoxo y disciplinado. Ya le ocurrió en su anterior etapa en el Barça. No dudó en dar salida a Jasikevicius para fichar a Ilievski, un buen base pero lejos del genio y talento del jugador lituano. Se repite la historia. Uno de los dos saldrá seguro. O los dos, como me dijo mi prima después de acabar la final.
- Hablando del futuro de Pesic. El entrenador serbio comentó al terminar la final que le ofrecieron dos temporadas más pero hay medios que ponen en seria duda su continuidad pese a su buen trabajo en Barcelona. Se especula con la llegada de Pedro Martínez al banquillo la próxima temporada. El miércoles estuvo presente en el Palau Blaugrana. ¿Planificando de primera mano el siguiente curso?
- Porcentaje de triples en la final: Real Madrid 49/122 (40’16%), Barça 30/97 (30’93%). El Barça dominó este apartado en la Liga Regular y podía presumir de un tiro exterior más efectivo que el Madrid, el equipo referente en el perímetro desde la llegada de Laso. En la final los tiradores del Real Madrid ganaron ampliamente la partida. Un aspecto muy importante para retener el título.
- Pustovyi fue fichado esta temporada con la vitola del remedio a Tavares. En la final, no ha llegado ni a cuatro minutos en pista. Menudo antídoto. Se han lucido con el fichaje.
- El Real Madrid ha disputado 83 partidos esta temporada. El Barça, 82. Una Liga Regular de la NBA con varias semanas en las que han disputado tres partidos. Un desgaste muy elevado aunque dispongas de una plantilla larga. Si algún jugador con una extensa y contrastada carrera en la NBA piensa en una retirada apacible en Europa lo lleva claro. Alta exigencia.
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