CSKA Moscú es el nuevo campeón de Europa. Logró su octavo título en Vitoria tras batir en la final a Efes Pilsen, un digno subcampeón que compitió hasta el último momento y que no acusó presión ni inexperiencia pero que siempre fue por detrás de un rival superior que gozó de un acierto demoledor en el tiro de tres. En esta ocasión a CSKA ni le temblaron las piernas ni sufrió fragilidad mental en los momentos de tensión. Actitud competitiva y de campeón para el multimillonario proyecto del equipo moscovita, el gran potentado del baloncesto europeo. Itoudis, bajo la amenaza de cese en caso de un nuevo fracaso continental, puede respirar tranquilo. Mantiene el mando de un proyecto forjado con la enorme suma de talento individual que atesora. Seguirá al frente de un plantel que afrontará reformas la próxima temporada. Pese al título varias jugadores importantes no parecen dispuestos a continuar más en Moscú. No debe ser problema para un equipo con recursos económicos casi ilimitados y el atractivo del título de actual campeón de Europa que ahora luce el zar del Viejo Continente.
FINAL:
Efes Pilsen 83 – CSKA Moscú 91: El hecho de ser inédito finalista no pesó a Efes Pilsen en el inicio del encuentro. Sus bases no encontraron problemas en desbordar a la defensa rival en las primeras jugadas para dar ventaja al equipo turco. Sin embargo CSKA no quedó impresionado y devolvió los golpes de inmediato. Tiene experiencia sobrada en este tipo de partidos aunque le fueran desfavorables en más ocasiones de las que deseara. Movió bien el balón, buscando un tiro cómodo desde el perímetro. Disfrutó en todo el partido de un acierto asombroso en el triple. El perímetro de CSKA fue erosionando la resistencia de Efes Pilsen. Los aleros del equipo ruso tuvieron una superioridad manifiesta. Higgins (20 puntos, 3 rebotes, 23 de valoración) y Clyburn (20 puntos, 5 rebotes, 19 de valoración) no encontraron resistencia en la defensa rival ni cuando penetraban a canasta ni cuando lanzaban de tres. CSKA acabó el primer cuarto con un asombroso 6/8 en triples. El tiro exterior como clave para el despegue tras un parcial de 0-11 (17-29, min 9). A Efes Pilsen no le salía nada. La defensa de CSKA presionaba a la línea exterior y tampoco cerca del aro encontraba el acierto. Trató de despertar tras una antideportiva de Hines a Larkin pero los tiradores rivales no daban tregua. El porcentaje en triples subió al 80%. Un bombardeo demoledor y muy destructivo (20-34, min 13). Los tiros libres de Larkin y Dunston eran el único sustento. Efes Pilsen estaba condenado a pelear por seguir en el partido al descanso. No le faltó capacidad de supervivencia. Peleó el rebote ofensivo con decisión. Le permitió recortar diferencias. Incluso más de lo esperado. Larkin, autor de catorce puntos al descanso, volvía a ser el faro del ataque de Efes. Un par de pérdidas de balón cortaron la remontada pero el minuto previo al descanso compensó el sufrimiento. Un triple de Micic y tres tiros libres de Larkin redujeron casi a la nada la diferencia (42-44, min 20). Pese a todo lo que había caído, pese al acierto descomunal de CSKA en el triple, Efes Pilsen salió muy bien librado de la primera mitad.
Un triple de Simon (15 puntos, 10 rebotes) nada más empezar puso por delante a Efes Pilsen. El alero croata estuvo muy activo todo el tercer cuarto. Pero CSKA no perdió el rumbo. Tomó la delantera de inmediato buscando jugadas en el poste bajo. No se olvidó del tiro exterior, que recuperó su arrollador acierto en este periodo. La cuarta falta de Dunston en el minuto 24 supuso un revés para las aspiraciones de Efes Pilsen. Pleiss estuvo desastroso en los minutos que estuvo en pista. No es capaz de defender lejos del aro y los tiradores de CSKA encontraron espacios en la línea de tres. Un mal enorme con el acierto del que disfrutaban. Higgins y Clyburn hicieron trizas la confianza rival. Efes Pilsen se encontraba apremiado y atacaba sin fluidez. Micic no estaba fino. Ataman decidió arriesgar y volvió a contar con Dunston pese a sus cuatro personales cuando aún restaban tres minutos para acabar el tercer cuarto. No estaba la situación para reservar a una de sus bazas. Los pivots de CSKA eran conscientes de los problemas de faltas de Dunston y no dudaron en atacarle. El conjunto de Itoudis tenía la situación bajo control (54-68, min 28) pero decidió complicarse la vida con varias pérdidas de balón. Dio aire a Efes Pilsen que acabó el cuarto con un parcial de 8-0, completado con un triple de Larkin sobre la bocina. No iba a bajar los brazos ni aunque su rival sumara un 13/18 en triples al inicio del último cuarto. Larkin (29 puntos, 2 asistencias, 24 de valoración) mantuvo con vida a Efes Pilsen con otro soberbio recital. No se iba a arredrar aunque estuviera mermado físicamente en la parte final del encuentro. Dunston añadió más leña al fuego con un despliegue de intensidad. Daban igual las cuatro faltas. Anotó un mate antológico en la cara de Hackett que será una de las imágenes de la final. El equipo turco estaba muy vivo (69-73, min 32) y empezaba a ganarse las simpatías de gran parte de la grada, incluidos sus compatriotas de Fenerbahçe. Situación apurada para CSKA pero el campeón ruso no se inquietó. De Colo reclamó protagonismo. Un 0-8 de parcial volvía a estirar la diferencia aunque Efes no dio su brazo a torcer. Dos triples seguidos le permitieron resistir. Una antideportiva de Hackett a Dunston le metió definitivamente en el partido pero los de Ataman se desinflaron en los últimos dos minutos. Malos tiros que dilapidaron sus opciones. Los tiros libres dictaron sentencia. CSKA lograba su octavo título.
TERCER Y CUARTO PUESTO:
Fenerbahçe 75 – Real Madrid 94: La final de la temporada pasada se convirtió en el partido del desconsuelo en esta edición. Lo que cambia la vida en un año. Ambos equipos se tomaron el comienzo con calma y disponiendo de quintetos iniciales poco habituales. El Real Madrid apostó claramente por el juego interior. Campazzo se hinchó a repartir asistencias para Ayón, que supo aprovechar las facilidades defensivas de Fenerbahçe en el juego interior. El buen comienzo activó la defensa del Real Madrid, que amargó la existencia a un rival alicaído y falto de ideas. Obradovic tuvo que poner medidas tras un parcial encajado de 2-11 (9-22, min 8). Sloukas a la pista mientras Campazzo tomaba el camino del banquillo tras repartir siete asistencias. El base griego despertó de inmediato a Fenerbahçe, que se vio espoleado por los gritos de ánimo de su numerosa afición. Puedo asegurar que no se toman como amistoso ningún partido. Subió su intensidad atrás y el Madrid empezó a sumar demasiadas pérdidas de balón. En pista estaba Llull. Dos más dos suelen ser cuatro. Fenerbahçe había encontrado sentido a su juego. Vesely anotaba desde media distancia. Sloukas rompía la defensa con un pase extra hacia la línea de tres. El tiro exterior comenzó a funcionar. Dos triples consecutivos ponían por delante a Fenerbahçe (32-31, min 16). Empieza a no ser noticia que el Real Madrid desperdicie diferencias suculentas en poco tiempo. La sucesión de tiros libres mantuvo la igualdad hasta el descanso. Tónica que no cambió en la reanudación. Marcador apretado durante buena parte del tercer cuarto aunque el Real Madrid retomaba el mando con los argumentos de los minutos iniciales del encuentro.
Ayón (23 puntos, 11 rebotes, 3 asistencias, 36 de valoración) lucía por encima de todo como el amo de la zona. Mejor le hubiera venido al equipo blanco esta actuación el viernes. Poco a poco los de Laso labraban una pequeña ventaja. Una antideportiva sobre Campazzo le valió cinco puntos. Dos triples seguidos de Thompkins reforzaron la ventaja pero llegó el descontrol tras un par de errores del propio ala-pivot. Sloukas (17 puntos, 6 asistencias, 18 de valoración) pescó en río revuelto. Tres triples seguidos dieron la vuelta al marcador. Una técnica a Laso elevó el parcial a 10-0 (60-56, min 26). En esta ocasión sirvió como revulsivo. Campazzo (12 puntos, 15 asistencias, 3 rebotes, 3 robos, 34 de valoración) dio réplica inmediata a Sloukas. Comenzaron a salir conejos de la chistera del base argentino. Jugadas mágicas y más asistencias para un inconmensurable Ayón. El Madrid había devuelto el parcial pero no se frenó ahí. Sin Sloukas en pista Fenerbahçe estuvo completamente perdido. Superado por la defensa madridista, acabó inmolándose desde la línea de tres. Estuvo nueve minutos sin anotar. El Madrid no dejó pasar la ocasión e hizo sangre en medio de la sequía rival. Causeur hizo de las suyas en el último cuarto para sumarse al dúo que dinamitaba el encuentro. El parcial no se detuvo hasta un sangrante y doloroso 2-26 que hizo añicos el encuentro (63-84, min 36). La derrota no iba a ser lo peor para Fenerbahçe. Green fue retirado en camilla a tres minutos del final tras dañarse el tobillo. Obradovic sólo podía esperar que terminara el partido cuanto antes sin más imprevistos. Laso le dio unos minutos a Yusta y Prepelic con todo sentenciado. Por primera vez el Real Madrid lograba vencer en un partido por el tercer puesto en una Final Four aunque poco consuelo supone.
Y DIGO YO…:
- Clyburn, MVP de la Final Four. No se puede discutir el gran papel del alero estadounidense en los dos encuentros pero sí el criterio de Euroliga de admitir votos exclusivamente de jugadores del equipo campeón. A veces este criterio no refleja la realidad. ¿O acaso alguien duda que Larkin fue el mejor jugador en Vitoria?
- CSKA Moscú ya firmó un sobresaliente 50% en triples en semifinales pero en la final rozó la excelencia. 14/22 en triples, 63% de acierto. Al comienzo del último cuarto pasaba del 70%. No es el primer partido esta temporada que goza de un acierto tan espectacular en el tiro de tres. El mejor juego exterior de Europa, no me cabe duda.
- Ayón se ganó a pulso el premio A buenas horas, mangas verdes tras su partido ante Fenerbahçe. El único partido a la altura de su nivel en este mes y en un partido intrascendente. ¿Dónde estaba este jugador el viernes? Tampoco va a cambiar nada en la decisión sobre su renovación, que tiene pinta que no va a llegar.
- Lamonica, Latisievs y Lottermoser fueron los tres colegiados que pitaron la final. Los dos primeros lo hicieron en la semifinal turca del viernes. El tercero fue reservado para la final. Ni rastro de los tres árbitros de la segunda semifinal. Prueba irrefutable del horrendo arbitraje en ese partido.
- El Real Madrid no se marcha de vacío de Vitoria. El equipo junior se proclamó campeón de Europa de la categoría tras arrollar sin contemplaciones durante todo el torneo. La victoria en la final por 95-76 ante el Mega Bemax serbio fue la confirmación de su abrumadora superioridad. Los Garuba, Nakic, Sylla, Quelley, etc. forman parte de una nueva hornada de una cantera madridista que no para de funcionar a pleno rendimiento desde la llegada de Alberto Angulo. Algunos llegarán al primer equipo más pronto que tarde. Y hay quien tiene muchas papeletas para hacer ruido.
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