Playoffs NBA 2019: Semifinales de conferencia en el Oeste. Capítulo II

PJ Tucker

Fuente: spacecityscoop.com

En el Toyota Center se respiraba ambiente de todo o nada. Houston necesitaba una victoria ansiosamente y, pese a ello, la iniciativa era de los Warriors. Con un ataque equilibrado y, gracias al poco acierto local, el partido se ponía a su favor. Aparecía la precipitación en los tejanos y Draymond Green y James Harden eran los líderes. Una falta a Eric Gordon hacía levantar la voz a Mike D´Antoni y era necesario un parón para calmar los nervios. Los Rockets salían del tiempo muerto con una mejor defensa y, entre Harden y Clint Capela, obligaban al tiempo muerto de Steve Kerr. La aparición de jugadores desde el banquillo cambiaba el panorama, pero el rebote ofensivo daba vida a Golden State. Un tapón de Capela a Andre Iguodala levantaba al Toyota Center y Chris Paul mostraba su versión más inteligente para dejar la diferencia visitante en nada tras un cuarto disputado. Kevon Looney salía al segundo cuarto despistado y Houston se aprovechaba saliendo más agresivo en defensa y con un ataque más repartido. El partido se iba a casi diez puntos, tras un parcial de trece a uno, y se hacía necesaria la entrada de todas las estrellas de los Warriors. Los de Oakland comenzaban a repartir más el juego y la diferencia se estabilizaba en torno a los cinco puntos pero, un parcial de siete a dos con la defensa demasiado abierta y el ataque precipitado, permitía a Harden poner los Rockets con casi diez puntos de ventaja de cara al tercer cuarto. En lugar de quedarse frío, con el tiempo de reposo, la estrella visitante salía a por todas. Enfrente la respuesta era Kevin Durant pero, pese a la cuarta falta personal de PJ Tucker, la diferencia continuaba inalterable. En Golden State faltaba acierto en sus principales referencias, Curry se convertía en la única compañía ofensiva para Durant y no era suficiente, porque hasta Nene Hilario era un problema para la defensa visitante. Así las cosas la diferencia apenas se había reducido en una canasta tras doce minutos de juego. El acto final se presentaba emocionante y mucho más tras un parcial de diez a dos comandado por el máximo anotador de los Warriors. Mike D´Antoni  reincorporaba a PJ Tucker y, junto con un mejor reparto del balón, era clave para mantener el partido en el alero. Houston encontraba alivio con el acierto exterior, pero la respuesta visitante llegaba desde la defensa. Un triple de Iguodala daba dos puntos de ventaja a Golden State entrando en el minuto final, pero Harden contestaba desde el tiro libre. Durant fallaba a seis metros del aro con veinte segundos por jugar Paul se iba en busca del aro. Kay Thompson tapaba el balón y se producía una lucha con apenas un segundo para finalizar el partido. No era tiempo suficiente para hacer nada, habría prórroga. Un tiempo extra donde era complicado hacer canasta. Los triples e convertían en el arma ofensiva principal y Tucker se hacía dueño del partido. Se entraba al minuto final con tres puntos de ventaja para los Rockets y posesión. Harden se jugaba el triple con paso atrás a cincuenta segundos pero Durant sacaba tres tiros libres nada más sacar de banda. La estrella tejana se la jugaba penetrando por la izquierda y, pudiendo hacer falta en ataque, daba cinco puntos de ventaja a los suyos con menos de treinta segundos por jugar. Stephen Curry veía una entrada sencilla, buscaba el mate, pero se quedaba corto. Los Rockets alcanzaban su primera victoria en al serie y la única queja era la de Austin Rivers en el suelo del Toyota Center, todo por un bloqueo de Draymond Green.  Invitado inesperado: Iman ShumpertNene Hilario, Austin Rivers (Rockets)

El Toyota Center se dejaba la piel para animar a su equipo, su renacido espíritu combativo se dejaba notar ya desde los primeros minutos sobre la pista. La ventaja era de Houston porque encontraba equilibrio en su juego ofensivo y el cuadro visitante iba adaptándose poco a poco a la gran intensidad e igualaba el marcador. Todo era tan salvaje que se fallaban mates y James Harden tenía que irse a los vestuarios tras un golpe involuntario de Kevin Durant en su cabeza. Con el ritmo desbocado los errores abundaban. Los Rockets se basaban más en el juego de equipo y su acierto exterior, pero los Warriors respondían con la inspiración de Stephen Curry. Un parcial de catorce a tres era completado por los de Steve Kerr mientras comenzaban a entrar los suplentes. Golden State sacaba una mínima distancia para el segundo cuarto. Un periodo que nacía con los árbitros permisivos ante los constantes contactos y, viendo que sus jugadores no se adaptaban, Steve Kerr buscaba calmar la situación. El tiempo muerto no cambiaba la dinámica y, con un Harden inspirado, los tejanos completaban un ocho a cer de parcial en dos minutos. Los Warriors no se daban concentrado y se veían a diez puntos porque Houston sí acertaba a finalizar sus contras con sus tiradores en racha. Por encima, Durant se desesperaba con el marcaje de PJ Tucker y lo pagaba con Chris Paul. Pese a todo los Rockets no conseguían ampliar la ventaja y un triple de Iguodala al límite del tiempo, dejaba la diferencia en siete puntos de cara a la segunda mitad. En esta ocasión el descanso no le sentaba a los Rockets y la diferencia se mantenía desde la defensa. Harden soltaba el brazo a Draymond Green tras un triple para devolverle un contacto anterior y entraba en calor. También lo hacía el pivot visitante, pero en el mal sentido. Con los tiradores tejanos acertados, y la falta de concentración visitante, la diferencia rozaba los veinte puntos. Aparecían los nervios en Golden State y el partido empezaba a volverse loco. En esas circunstancias recortaban los californianos y el técnico local reaccionaba inmediatamente. Pese a ello, nadie conseguía frenar a Durant y tenía que ser el acierto de Eric Gordon lo que diese a aire a los Rockets. Como quiera que el escolta dejaba de acertar, y los suplentes locales no aportaban, Curry acompañaba a Durant para realizar un parcial de once a cero en dos minutos. Tenía que ser Harden, con cinco puntos en trece segundos, el responsable de volver a llevar la diferencia hasta los nueve puntos para encarar el acto final con garantías. Así D´Antoni planteaba cada ataque en manos de sus dos estrellas. Entre Harden y Paul dirigían con acierto a su equipo y la diferencia volvía a crecer. Los Warriors no tenían soluciones ni para parar a PJ Tucker y eran Draymond Green y Durant los encargados de reaccionar por coraje. Ambos  equipos volvían a repartirse cariño bajo canasta, Paul salía volando tras un rebote y el responsable era Durant, pero los árbitros, en su dinámica habitual, sólo veían una falta. Restaban cuatro minutos y la diferencia se estabilizaba en torno a los diez puntos. Pese al cansancio de las referencia locales, Tucker se mostraba infatigable y, pese a que los visitantes se acercaban con el acierto de sus estrellas, gracias a su trabajo se llegaba al minuto final con cinco puntos de ventaja para los tejanos. Tras una serie de errores propios de la precipitación, Curry convertía un triple. La estrella de Houston tenía que solucionar el partido desde la línea de personal, pero sólo acertaba con un tiro libre y Golden State tenía una última opción. Hasta en dos ocasiones los triples no entraban y Paul cerraba el partido con dos tiros libres. Invitado inesperado: Austin Rivers (Rockets)

Nikola Jokic

Fuente: nikolajokic.net

El Moda Center vibraba porque, tras la victoria en el anterior partido, a Portland se le presentaba la ocasión de ponerse por delante en la serie. Sin embargo, pese a que ambos equipos trabajaban bien sus ataques, nadie se adelantaba. Poco a poco la intensidad iba primando, el partido se volvía loco y ahí el cuadro local se veía más cómodo. Además, los Nuggets veían como su tiro exterior no entraba y la iniciativa en el marcador la llevaban los de Oregon. El tiempo muerto de Mike Malone presentaba una versión visitante más agresiva, el marcador se apretaba y aparecían los suplentes de los Blazers para cambiar la dinámica. Con más agresividad, y menos precipitación, el Moda Center disfrutaba con una ligera ventaja de los suyos. Tras el paso por los banquillos, Denver reaccionaba buscando el aro más asiduamente, pero se encontraba con la defensa local y con un Rodney Hood acertado. El parcial, de diez a cero si se juntaba con el minuto final del primer cuarto, suponía que la diferencia alcanzase los dos dígitos. Lo rompía Masón Plumlee con un tiro libre y, con un Paul Millsap inspirado, la distancia se quedaba reducida a la mitad. El regreso de los titulares no alteraba el panorama de igualdad porque, ante el acierto de Jamal Murray, surgía Damien Lillard para demostrar su condición de líder. La segunda mitad se presentaba emocionante y con la mejor versión del dúo entre Nikola Jokic y Murray, los Nuggets se alejaban en dos minutos de juego. Terry Stotts buscaba levantar la intensidad defensiva de su equipo y mejorar el movimiento de balón. Bajo esas premisas Enes Kanter cobraba protagonismo. El paso de los minutos mostraba como el acierto visitante disminuía y Malone exprimía a los titulares. Jokic no era suficiente ante el acierto exterior local, Portland rozaba los diez puntos de ventaja y los visitantes tenían que remontar en el cuarto final. Pese a ello, los visitantes no notaban la presión. Will Barton y Jokic comandaban el ataque y, ante la agresividad defensiva de los de Colorado, CJ McCollum siempre encontraba la canasta necesaria para mantener a los Blazers por delante. Naturalmente no podía mantener el acierto y Stotts se veía obligado a parar el partido y mejorar el juego ofensivo con sus titulares y más pases. No era suficiente, Denver comenzaba a meter manos en defensa y, conquistando segundas oportunidades en ataque, abría un pequeño hueco para los dos minutos finales. Era su momento pero, inesperadamente, Maurice Harkless rescataba a Portland con dos aportaciones ofensivas. Así se llegaba al minuto final, con empate en el marcador. Un minuto donde Barton se dejaba quitar el balón de las manos y Lillard se iba contra la defensa para poner por delante al cuadro local. Malone diseñaba una puerta atrás en el siguiente ataque y los Blazers tenian menos de treinta segundos para ganar. Lillard volvía a penetrar, esta vez doblaba el balón y Al Farouq Aminu erraba el triple. Restaban dos segundos, pero los Nuggets lanzaban un mal pase y tocaba jugar un tiempo extra. Un añadido donde, tras una canasta de Murray, Jokic se jugaba una flagrante al agarrar por el cuello a Lillard.  Sin embargo, el protagonista ofensivo local era McCollum. En un partido con las defensas cerradas, el escolta encontraba su lugar y anotaba cinco puntos seguidos. La respuesta visitante llegaba con un triple de Murray, no había diferencias antes del minuto final. Apenas diez segundos tardaba Millsap en anotar con una jugada llena de experiencia, Lillard fallaba al jugársela en individual y, pese a tener posesión, Malone no pedía tiempo muerto. Barton no sabia qué hacer, las dudas llevaban el balón a Torrey Craig y este botaba rodeado de la defensa local. Lillard se llevaba el balón y, pese a fallar, el rebote era aprovechado por McCollum para empatar a nueve segundos. Jokic a sacaba una falta en el siguiente ataque, pero suponía sacar de banda restando cuatro segundos. El pivot serbio se jugaba un triple frontal sin apenas espacio  y se hacían necesarios otros cinco minutos para dilucidar el ganador. Un tiempo extra donde el desacierto era la norma en Denver. Por suerte el rebote ofensivo lo compensaba parcialmente, pese a ello las estrellas locales ponían a Portland con cinco puntos de ventaja a tres minutos del final. Los visitantes mejoraban con una circulación más fluida y levantando la intensidad defensiva. Tras un intercambio de canastas, se llegaba al último minuto con todo por decidir. Los Blazers erraban hasta en dos ocasiones y la oportunidad visitante se la jugaban entre Jokic y Murray. El pivot volvía a tener un triple frontal, esta vez con más espacio, pero no entraba. El rebote acababa en un salto entre dos que, para alegría del Moda Center, daba la oportunidad a Stotts de sacar la pizarra. El balón era de su estrella, que intentaba repetir el triple ante los Thunder pero, al ser mejor defendido, acababa rebotando en el aro. Las risas nerviosas se extendían por el pabellón y nadie sabía que esperar de la tercera prórroga. Para alivio de la afición local, su equipo salía a por todas y, con siete puntos de McCollum en dos minutos, lograban una ventaja de cuatro puntos. La respuesta de los Nuggets era inmediata; buscando abusar bajo canasta, y con el escolta local notando el cansancio, lograban ponerse por delante a falta de noventa segundos. El parcial, de seis a cero, continuaba abierto y, pese a la sexta falta personal de Gary Harris, McCollum perdía el balón ante un dos contra uno. Volvía a aparecer la habilidad de Millsap al poste bajo y Portland tenía medio minuto para empatar. La defensa visitante se abría para evitar el triple y Lillard hacia una bandeja en pocos segundos. Murray subía el balón a zona de ataque con tranquilidad, pero se dejaba llevar a una esquina. McCollum no desaprovechaba la oportunidad, metía la zarpa y, tras una revisión arbitral, la posesiones era local. De nuevo se abría una autopista en la defensa visitante y Lillard anotaba con facilidad. Restaban ocho segundos y Murray se jugaba la posesion, un triple, a bastante distancia, que no tenía opciones de entrar. Otros cinco minutos eran una tortura para todo el mundo, de modo que la anotación la ponían los jugadores más frescos, Kanter y Barton intercambiaban canastas. La única preocupación local venía con la lesión de Harkless a dos minutos para finalizar la cuarta prórroga y con una mínima desventaja. Entraba en su lugar Hood y el alero tardaria apenas un minuto en dejarse notar. Primero anotaba en individual para empatar el partido entrando en el minuto final. Barton sacaba una falta, pero sólo acertaba con un tiro libre y Hood repetía en individual para poner a los Blazers por delante. Con treinta segundos era la sabiduría de Millsap, la que inclinaba la balanza en favor del cuadro visitante. McCollum se buscaba un mal tiro y el rebote acababa en las manos de Hood, que lo pedía a gritos. Con dieciocho segundos, los Nuggets debían anotar una canasta para alargar el partido. Jokic disponía de dos tiros libres tras recibir al poste bajo, pero erraba un tiro libre restando seis segundos. Denver se veía obligado a realizar dos faltas para mandar a Seth Curry a los tiros libres. Tras sus dos aciertos, se hacía necesario un triple para empatar. Sin embargo no habría opción al tiro, sin tiempos muertos disponibles había que sacar de fondo. El balón era interceptado en el mediocampo y la victoria hacia estallar de júbilo al Moda Center. Portland se ponía por delante en la serie. Invitado inesperado: Rodney Hood, Zach Collins (Blazers)

Tras el eterno tercer encuentro había mucho en juego y, como hasta el árbitro lo sabía, el salto inicial era claramente parcial. Tras la repetición obligada los jugadores se mostraban más tranquilos y CJ McCollum daba la delantera a Portland con su acierto inicial. La respuesta visitante era inmediata, desde la defensa atacaban en velocidad y, con el acierto de Paul Millsap y Jamal Murray, se completaba un ocho a cero de parcial que Terry Stotts tenía que parar. La defensa local se mostraba más activa y, entre Damien Lillard y Al Farouq Aminu controlaban la situación. Los Nuggetts se ordenaba para aguantar la embestida pero, un tres más uno del base local, permitía a los Blazers sacar una mínima ventaja. El tiempo de reposo, y la entrada de los suplentes, daba lugar a un aumento de los contactos. El desacierto de McCollum, y los balones perdidos, daban el mando a los de Colorado. Encajar diez puntos sin dar respuesta era algo que Stotts no podía permitir, Portland se ponía más duro en defensa y, McCollum encontraba el ritmo y Seth Curry acertaba, se daba la vuelta al marcador. Mike Malone intentaba dar alivio a su ofensiva metiendo a Nikola Jokic, pero no era hasta la entrada de Murray que el ataque visitante se soltaba. Pese a ello, tres triples de Curry le obligaban a llamar a sus jugadores. Los siete puntos de desventaja eran un aviso porque, pese a que Aminu hacía de todo, el acierto local no se mantenía. Denver sufría por los constantes contactos pero recortaba diferencias gracias al rebote ofensivo. Sólo un triple sobre la bocina de Curry impedía una mayor igualdad al descanso. Los Blazers encaraban la segunda parte con seis puntos de ventaja, pero los visitantes salían más intensos. un coho a dos de salida que anulaba la venta local y provocaba nervios en el Moda Center. El ritmo del partido subía, los errores se repartían y, pese a que la individualidades de Portland lo intentaban, la ventaja pasaba a ser visitante porque no había acierto y se acumulaban los balones perdidos. Comenzaban las protestas y el parcial, dirigido por Millsap, no paraba de crecer. Cuando Zach Collins rompía seis minutos sin anotación en juego, los Nuggets contaban con ocho puntos de ventaja y, pese a los esfuerzos de los suplentes locales, hay se quedaba la diferencia para el cuarto final. Un cuarto donde renacía la puntería de los tiradores locales, mientras que en Denver sus suplentes no encontraban la canasta ni con tiros libres. A los mandos de McCollum se completaba un ocho a cero que ponía el partido a cuatro puntos cuando entraban los titulares. El escolta local seguía empeñado en recortar, pero el cansancio ele afectaba y los Nuggets se alejaban en el marcador. Stotts pedía más defensa y Lillard se inspiraba. Los golpes abundaban y Zach Collins, no contento con su quinta falta personal, se ganaba una técnica para mantener la ventaja visitante. Regresaba a la pista un McCollum más descansado y Millsap cometía su quinta falta personal con tres minutos por jugar. Will Barton anotaba un triple para dar aire a su equipo, pero Lillard se mostraba incontrolable. Por suerte para Denver, Jokic solventaba los ataques buscando con sus pases la espalda de la defensa. La diferencia visitante era de seis puntos entrando en el minuto final y Jokic se dirigía al banquillo cojeando. Rodney Hood despertaba al Moda Center con un triple y Barton ya no acertaba. Los Blazers tenían medio minuto y sacaban una falta personal que ponía el partido a dos puntos. Murray acertaba con los tiros libres de la falta obligada y Lillard se aprovechaba de la defensa abierta de los Nuggets para dejar una bandeja. Murray se mostraba implacable desde la línea de personal y, pese a que McCollum daba esperanzas al Moda Center con un tiro que casi era triple, Murray las cercenaba nuevamente con frialdad. Dos tiros libres permitían a Denver volver a casa en igualdad. Invitado inesperado: Will Barton (Nuggets)

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