Tuesday, 06 July 2010
CASTER SEMENYA MAY COMPETE

Monte-Carlo – The process initiated in 2009 in the case of Caster Semenya (RSA) has now been completed.

The IAAF accepts the conclusion of a panel of medical experts that she can compete with immediate effect.

Please note that the medical details of the case remain confidential and the IAAF will make no further comment on the matter.

http://www.iaaf.org/aboutiaaf/news/newsid=57301.html

Con este breve comentario, que traduzco, la IAAF ha descubierto el sexo de los ángeles.

“El proceso iniciado en el 2009 sobre el caso de Caster Semenya (Sudáfrica) ha concluido. La IAAF acepta la conclusión que ella pueda competir con efecto inmediato de un equipo de expertos médicos. Téngase en cuenta que los detalles médicos del asunto son confidenciales y la IAAF no hará más comentarios al respecto“.

Caster Semenya fue suspendida en agosto de 2009 por los prejuicios hacia la diferencia. Hay una máxima que se cumple en este caso. “La condena es el proceso”. Efectivamente, así ha sido. El daño ya está hecho y es irreparable. Caster Semenya fue condenada públicamente, ultrajada, vejada, humillada, con calumnias e injurias absolutamente despreciables. Ha sido y es todavía objeto de burla cruel gracias a la insensible . Una suspensión cautelar es el nombre técnico que han usado para camuflar semejante despropósito. ¿Suspensión cautelar? Que mezquina es la intolerancia y que mezquinos e hipócritas sus ejecutores. Hace dos días pudimos leer con todo lujo de detalles las fórmulas de doping que usa Lance Armstrong en The Wall Street Journal. Acusaciones que vierte Floyd Landis. Hermanos de Sangre (link) titula el periódico americano. ¿No se aplica suspensión cautelar en este caso? La acusación pone al descubierto un fraude de dimensiones enormes, el mayor de la historia del deporte según el redactor. Pero no. Ahi opera la presunción de inocencia. Ahi no cabe un año de investigación minuciosa. Ahi no cabe publicitar las intimidades médicas de los testículos de Lance.

La intimidad es un derecho universal. Vulnerarlo por parte de una organización internacional de la transcendencia de la IAAF y la prensa ya no es sólo un delito. En su caso se convierte en una inmoralidad execrable, pues demuestran carecer de comportamiento ético más alla del escándalo. Escándalo, todo hay que decirlo, cacareado hasta la saciedad en su momento con un claro objetivo de beneficio económico. ¿Cómo? Si, sí. Aumentar ventas, aumentar visitas en plataformas periodísticas, etc.

Han tardado casi un año para decidir que puede competir. ¿Tan poco hemos avanzado en estos siglos para que una mujer tenga que sufrir la exclusión por el simple hecho de que parece que? La prensa, la llamada seria titulo. “¿Ganó ella o él?” (El Mundo). “Caster sermanya ¿Es él o ella?” (Telecinco Informativos). “¿Es un hombre? ¿Es una mujer? No, es Caster Semenya.” (Espaciodeportes.com)”. “Semanya es hermafrodita” (Marca). Así, tal cual, con dos cojones. Si la actuación de los dirigentes de la IAFF ha sido lamentable, la de la prensa ha sido bochornosa.

Ahora la IAAF en su comunicado afirma que los datos médicos son confidenciales cuando ya han aireado, filtrado, etc hasta sus entrañas. Y yo les digo, tócame los huevos y arranca a correr -como dicen en mi pueblo.

Que poca gente ha estado a la altura en este asunto. Y más en España donde tuvimos un precedente parecido. María José Martínez Patiño (link) sufrió una exclusión similar en su época. Ella fue de las primeras en nada contra corriente en el caso de Caster mientras los demás seguían con el escándalo seguramente porque les resultable más rentable, más periodístico. Así está la prensa, señores.

Ahora Caster ya puede competir como mujer. Y la notica merece unas cuantas portadas, editoriales, una campaña. Pero no. La prensa tiene una falta de valores y principios alarmantes. Hicieron muchísimo ruido con las entreñas de una mujer pero echaran tierra sobre el verdadero escándalo y sus responsables porque en el fondo son cómplices y partícipes de esta salvaje y aberrante broma. Mañana veremos a Larissa en bolas y a todos le entrará la risa tonta pensando en los balones,  el chip prodigioso y las nuevas tecnologías como único remedio antes goles que no son. Parece que esos errores humanos sí los consideran intolerables. El que ha sufrido Caster parece que el mundo del deporte, sus dirigentes, la prensa y los aficionados lo digieren mejor.

Que pena me da pensar que España podría haber dicho sí cuando Caster anunció que iba a correr en España a pesar de la prohibición de la IAAF. Ella quería correr aquí. Pero el país de la igualdad, el ejemplo de transición democrática y bla bla bla, miró hacía otro lado y acató órdenes. El mundo es de los cobardes. Pero, siempre nos quedará Paris y la Golden Caster, nuestro barco a toda vela. Nuestro símbolo de igualdad.