Del 14 al 17 de febrero vuelve la competición más frenética y especial del baloncesto español. La Copa del Rey vuelve a reunir a ocho equipos durante cuatro días llenos de pasión. Madrid acogerá la edición de 2019. Vuelve la competición al Palacio de los Deportes, que no alberga la Copa desde 2011. Mucho tiempo ha pasado desde entonces. Por aquellos años el Barça de Xavi Pascual ejercía un dominio indiscutible en el baloncesto español. La competición vuelve a la capital en pleno apogeo de la etapa dorada del Real Madrid de Laso, que no ha tenido ocasión de jugar este torneo en Madrid desde que llegó al banquillo del equipo blanco. Muchos cambios en el panorama en el regreso a Madrid de la competición donde cada partido es a vida o muerte. O ganas o te vas a casa, no hay término medio hasta alcanzar el título.
Este año quizá sea el de pronóstico más abierto en mucho tiempo. No existe un gran favorito que se convierta en el rival a batir en esta edición. Son muchos equipos los que puedan esgrimir un argumento de peso para presentar su candidatura al título. Ya sea su posición de privilegio en la tabla, el enorme talento y potencial que atesora su plantilla, el nivel competitivo o su estado de forma o anímico. Se maneja como tópico que la Copa es la competición de las sorpresas pero este año hay pocos escenarios que no se contemplan como posibles. Pero todo esto lo vamos a estudiar con más detalle en el análisis pormenorizado de cada una de las eliminatorias.
CB CANARIAS – UNICAJA:
La cuarta plaza al final de la primera vuelta de CB Canarias fue del todo inesperada. Ya se ha convertido en un habitual en la Copa, que ha disputado en cuatro de las últimas cinco temporadas, pero nadie le esperaba en el bombo de los cabezas de serie. El regreso de Vidorreta a La Laguna está marcado por el mismo marchamo triunfal que tuvo su anterior etapa en el club. El Santiago Martín se convirtió de nuevo en un duro fortín para cualquier rival. Volvió la seriedad y agresividad defensiva que fue clave en el triunfo en la FIBA Champions League hace dos temporada y le mantuvo en la parte alta de la clasificación durante buena parte de la campaña. Pero este curso añadió a su juego mayor velocidad y producción ofensiva. El tiro exterior ya no es un punto flaco que lastra el juego ofensivo. Es un conjunto equilibrado con un buen balance en ataque. El principal artífice del éxito es Beirán, que está realizando una temporada excepcional. El alero es clave en todos los apartados. Anota, trabaja, reparte juego, se faja en defensa. Un jugador total que ha alcanzado su madurez. El gran generador de juego, incluso por encima de los bases. La pareja interior también tiene una gran importancia en la buena temporada de CB Canarias. Abromaitis llega en gran momento a la Copa. Tan importante como Beirán en ataque, un abrelatas con su facilidad para jugar abierto. Colton Iverson es otro ejemplo del buen ojo del club con los pivots. Como ocurriera anteriormente con Bogris, Fran Vázquez o Tobey; CB Canarias volvió a acertar con su referencia interior. Iverson ha aportado una fortaleza en la zona que resultó clave en no pocos encuentros. McFadden, el gran anotador en las primeras jornadas, ha pasado a un segundo plano tras su lesión. Un tirador muy peligroso pese a la tendencia al individualismo. Sin embargo McFadden rescindió el contrato de forma unilateral en las últimas fechas. Su aportación en el perímetro queda ahora en manos de Staiger, Brussino, Gillet y el retornado Davin White. Para el trabajo más engorroso ya están San Miguel, Bassas, Niang o Sebas Sáiz. Un equipo bien construido que no ofrece facilidades. La temporada pasada ya alcanzó las semifinales. No es una bicoca aunque no tenga el nombre rimbombante de los otros cabezas de serie.
El gran inicio de temporada de Unicaja quedó truncado por las lesiones. Las bajas de Carlos Suárez y Alberto Díaz, dos piezas importantes por su peso en el equipo y el trabajo que realizan, descolocó durante varias semanas al equipo malagueño. Sus ausencias tuvieron buena parte de culpa en la caída de los puestos de cabeza de serie. Aún no sabe si podrá contar con Suárez, que llegará muy justo tras su lesión muscular. El base procedente de la cantera tendrá que ver la Copa vestido de paisano. Sin embargo, Unicaja llegará pleno de moral tras la euforia que produjeron las victorias heroicas ante Real Madrid y Manresa. Un nombre fue clave en el reciente éxtasis vivido por la afición malagueña: Jaime Fernández. Esta temporada ha supuesto su consagración definitiva. Incluso se baraja su inclusión en la lista de Scariolo para disputar en verano el próximo Mundobasket. Su juego explosivo marca todo el juego ofensivo de Unicaja. De su nivel dependerán las opciones de los hombres de Luis Casimiro en la Copa. Unicaja tiene el sello de su técnico. Intenso y agresivo en defensa, busca el equilibrio entre el juego interior y exterior. Para Casimiro es básico un plantel sólido de pivots. Shermadini y Lessort son dos hombres altos de garantía. La fortaleza y falsa tosquedad del georgiano, que está encontrando su mejor nivel en las últimas semanas, y la capacidad atlética del francés aportan grandes cosas en la zona. El ala-pivot siempre juega abierto. Wiltjer no se caracteriza por pisar demasiado la zona. Dani Díez se ha adaptado bien a la posición en el periodo de baja de Suárez. Dos elementos más para una extensa línea exterior. Brian Roberts y Boatright son dos bases más interesados en lanzar que generar juego. Salin y Waczynski no están realizando una buena temporada y lo nota el perímetro. El espíritu defensivo lo ponen jugadores tan intensos atrás como Milosavljevic y Alberto Díaz. La lesión del base ha repercutido seriamente en el trabajo en defensa de Unicaja, que encaja muchos más puntos sin la enorme actividad del base. El buen estado anímico de Unicaja le convierte en un rival que no se puede dar por muerto en ningún momento. Carácter competitivo y fe en sus posibilidades para superar cualquier situación adversa. No será sencillo sacarle de un partido.
BARÇA – VALENCIA BASKET:
Tras años de proyectos fallidos y continuas frustraciones parece que el Barça ha conseguido dar con la tecla correcta esta temporada. El trabajo de Pesic ha convertido al equipo azulgrana en un bloque compacto y competitivo. El técnico consiguió conjuntar a solistas de calidad contrastada y ha construido un equipo con pocas fisuras. Su estilo basado en el esfuerzo, concentración, sacrificio defensivo y enorme despliegue físico sobre la cancha es inconfundible. En pocos meses Pesic consiguió dotar al bloque de todas estas virtudes de su ideario. Trabajo y esfuerzo al servicio del innegable talento de la plantilla. Se ha traducido en un sólido liderato en la Liga ACB y una posición cómoda en Euroliga que deja atrás los esperpentos de los últimos años en la máxima competición continental. Llega a Madrid como un candidato firme al título. Le sobran argumentos. Heurtel y Pangos forman una de las mejores pareja de bases de Europa. Una mezcla de anarquía y ortodoxia que está dando muy buen resultado. Siempre funciona alguno de los dos cada partido. La línea exterior del Barça está entre las mejores del baloncesto europeo. Los dos bases, Kuric, Ribas, Hanga, Singleton, Blazic,… Una enorme amenaza desde fuera. En la zona el potencial azulgrana es considerable. Tomic ha recuperado su incidencia e importancia a las órdenes de Pesic. Seraphin llega en un gran momento de forma y ofrece muchas soluciones en el juego interior con su poderío físico. Oriola siempre aporta compromiso, pelea y versatilidad. El plantel de pivots de garantías permite a Singleton jugar de ala-pivot, su puesto natural y donde hace mucho daño con su muñeca y capacidad reboteadora. Hanga también está recobrando el nivel que alcanzó en Baskonia y le otorgó el estatus de figura europea. Encarna a la perfección la actitud y el derroche físico que Pesic pide a su equipo. Su mejoría en ataque esta temporada es innegable. Al fin el Barça consiguió armar un equipo que le permite competir y olvidar años de sinsabores, a la sombra de su eterno rival y arrastrando su nombre por Europa. El título del año pasado, diez días después de la llegada de Pesic al banquillo, supuso toda una sorpresa. La defensa del cetro sería la lógica consecuencia de un buen trabajo realizado.
Si las lesiones castigaron con rigor a la plantilla de Valencia Basket la pasada temporada, en la actual el penar fue aún mayor si cabe. El número de bajas llegó a ser dramático en el tramo inicial de la temporada, nada favorable para el equipo valenciano por calendario y las circunstancias. Los resultados no fueron favorables en los dos primeros meses de competición y obligaron a Valencia Basket a un esfuerzo para reconducir la situación. La recuperación de piezas importantes ayudó en buena medida a la recuperación de un equipo que vive y muere por y para el tiro exterior. Su dependencia hacia el triple es absoluta. Desde luego cuenta con un juego exterior fiable y de calidad. Matt Thomas, Van Rossom, Rafa Martínez, Sastre, San Emeterio, Doornekamp,… Mucha artillería en el perímetro hasta el punto de atraer el juego ofensivo. Valencia Basket peca en ocasiones de falta de equilibrio en ataque. La temporada de los pivots no ayuda a buscar otro planteamiento. Las lesiones han condicionado la temporada de Dubljevic, a un nivel más bajo que años anteriores. Tobey no llegó a las expectativas generadas en su regreso tras una notable temporada pasada en CB Canarias. Labeyrie tampoco está ofreciendo el rendimiento esperado. Le falta continuidad y mayor peso en el juego. A Will Thomas, que está realizando la mejor temporada de su carrera deportiva, le toca hacer su trabajo y el de los demás. Ha sido fundamental en varios triunfos de Valencia Basket esta campaña y se ganó el papel de referencia en ataque en los esquemas de Jaume Ponsarnau. Tendrá una difícil tarea con rivales tan duros como Singleton u Oriola en la eliminatoria. La falta de una figura de peso en el banquillo tampoco ayuda a alimentar la confianza de una afición que sigue añorando a Pedro Martínez. Un equipo con talento y buena plantilla que podría representar el papel de tapado en la sombra pero cuyo rendimiento es una moneda al aire. Si le entran los triples será un rival muy complicado de superar pero un mal día en el tiro exterior le condenará sin remedio.
BASKONIA – JOVENTUT:
La celebración de la Final Four de la Euroliga en el Buesa Arena condicionó todo el planteamiento de la temporada en el equipo vitoriano. Llegar a una cita tan ilusionante se convirtió en obsesión. El frustrado fichaje de Nunnally acabó con los intentos de contratar una figura contrastada que liderara un proyecto ambicioso aunque no le faltara potencial a la plantilla de Baskonia. Sin embargo no marcharon bien las cosas en los primeros encuentros de Euroliga y las sucesivas derrotas provocaron el cese de Pedro Martínez pese a que la situación en Liga ACB era envidiable, sumando una victoria aplastante tras otra. La obsesión europea, algunos desencuentros con el técnico y el gusto de Querejeta por los entrenadores de mano dura determinaron tan sorprendente decisión. Perasovic cogía las riendas del equipo por tercera vez. En Europa han mejorado las cosas pese a los problemas con las lesiones que asolan al equipo vitoriano. Primero cayó Garino, casi inédito esta temporada. Después quedó fuera de combate Granger, alejado tres meses de la pista. Pero la lesión más dolorosa fue la de Shengelia a comienzos de enero en una jugada desgraciada tras cruzarse Campazzo en su camino. El indiscutible líder en la pista sufrió una lesión de rodilla que le aleja de las canchas tres meses. Ni Granger ni Shengelia estarán presentes en la Copa. Bajas de mucha relevancia aunque Baskonia consiguió hacer virtud de la necesidad y logró salir a flote pese a disponer de una rotación corta. Shields y Hillard, dos jugadores bajo sospecha, dieron un paso adelante en plena plaga de lesiones. Voigtmann recuperó su mejor versión tras unos meses grises. Vildoza y Huertas consiguieron que nadie se acordase del ausente Granger. El fichaje de Jalen Jones supuso un refuerzo de valía para aumentar una rotación reducida a ocho o nueve jugadores. No supuso un inconveniente para sacar muchos partidos adelante pero la acumulación de esfuerzos puede pesar en un torneo tan exigente con un plantel tan corto. De todas maneras nadie puede desdeñar a un equipo competitivo y con carácter. Las ausencias no evitarán que el equipo vitoriano plantee partidos duros y muy físicos como le gusta a Perasovic.
La vida ha cambiado radicalmente para Joventut en un año. Hace doce meses el equipo verdinegro parecía abocado a un traumático descenso y la posibilidad de liquidación debido a los graves problemas económicos que atravesaba. Un drama para el baloncesto español. Pero en doce meses la situación es opuestamente diferente. Solucionados los problemas de supervivencia, llegó una reacción milagrosa para obtener la permanencia. Joventut afrontó esta temporada con la determinación del resucitado y el cambio salta a la vista. Acierto en los fichajes foráneos, juego veloz y atrevido y la Penya pasó de luchar por la categoría a colarse en la Copa para asombro de todos los aficionados. Vive y de qué manera. Dos son los causantes del resurgir verdinegro. Carles Durán, el entrenador que logró la permanencia y devolvió a Joventut sus señas de identidad en la cancha. Las representa mejor que nadie Laprovittola, el gran héroe de la salvación y el faro que guía el juego de la Penya. El base argentino ha encontrado en Badalona su lugar en el mundo del baloncesto. Su juego descarado e imprevisible conjuga a la perfección con el tradicional estilo de la Penya. Bajo su batuta se alzó el equipo verdinegro, que mantiene su apuesta por la velocidad y el tiro exterior pero no ya no se amedrenta cuando hay que pelear en la zona. La progresión de Marko Todorovic, que va recuperando el gran nivel que le situó en el foco internacional en su etapa en Bilbao, y los fichajes de Harangody y Delía iniciada la temporada han dotado al juego interior de Joventut del físico y dureza necesarias para bregar cerca del aro. Pero de lo que no cabe duda es que las opciones verdinegras pasan por las manos de Laprovittola. Joventut necesita la mejor actuación de su estrella para soñar, más si cabe con las bajas de Dawson y Mathias que debilitan el tiro exterior. Dispondrá de muchos minutos en pista pese a que Dimitrijevic disfruta esta temporada de una progresión muy satisfactoria. Los canteranos, el alma de un equipo volcado en la formación de jóvenes talentos, pondrán el trabajo necesario para que los foráneos puedan marcar diferencias. Estar en la Copa ya es un sueño para Joventut. El milagro es llegar a Madrid aunque nada tiene que perder. Nadie maneja en sus planes que su camino sea largo en esta edición.
REAL MADRID – ESTUDIANTES:
El vigente campeón de Europa acumula cinco títulos de Copa desde la llegada de Pablo Laso al banquillo pero ninguna edición la disputó en casa. Un nuevo reto para un equipo que está marcando una época en el baloncesto continental. Posiblemente no haya otro equipo europeo que atesore tanta cantidad de talento individual en la extensa plantilla madridista. Capaz de competir al máximo nivel pese a la marcha en verano de Doncic, que está causando un enorme impacto en su año de novato en la NBA. A cualquier equipo le haría polvo pero el Real Madrid continúa su marcha sin apenas notarlo. Recursos le sobran para salir airoso de cualquier tipo de partido. Un tiro exterior mortífero; un juego interior temible con dos pivots, Tavares y Ayón, que serían referencia en todos los equipos europeos; defensa agresiva; la magia de un Campazzo que se asienta como uno de los mejores bases de Europa; la clase en el puesto de ‘4’ de Randoph, recuperado para la causa esta temporada, y Thompkins; la imprevisibilidad de Llull aunque su rendimiento esté rayando la irregularidad. Quizá le falte un alero de primer nivel como pega. Tampoco los refuerzos aportaron más de lo que había. Deck comenzó bien la temporada pero ha bajado su rendimiento en las últimas semanas. Caso contrario al de Prepelic, que empieza a ver la luz tímidamente tras meses de evidente falta de adaptación al equipo. El Real Madrid se ha centrado en la Euroliga y tiene prácticamente asegurado uno de los tres primeros lugares al final de la Liga Regular. Ha rotado y dosificado en la Liga ACB y lo pagó con dos derrotas ante rivales en zona de descenso y con sufrimiento en cada partido el último mes y medio. Se mantiene en buena situación, segundo, pero no parece buen negocio ceder esta temporada el factor campo al Barça. Las lesiones también han golpeado en las semanas previas. Thompkins sufrió una lesión muscular en Málaga y su concurso está casi descartado. Un golpe en la rodilla en el partido contra Darussafaka tiene apartado a Llull desde hace dos semanas. Se le reserva desde entonces. Rudy sufrió un duro golpe en la cara el pasado domingo pero no sufrió fractura alguna que la impida disputar la Copa. Por potencial y carácter competivo uno de los principales favoritos. Es más que conocido el nivel que alcanza el Madrid cuando hay un título en juego o busca ajustar cuentas.
Estudiantes ocupa la plaza reservada para el organizador pese a rondar los puestos de descenso al final de la primera vuelta. Un inicio de temporada complicado en el que los colegiales pagaron los fallos estructurales en la plantilla. La falta de un anotador fiable, como lo fueron Edwin Jackson o Landesberg, un juego interior con poco fuste y las carencias defensivas situaron a Estudiantes en la parte baja de la tabla desde que se inició la competición y obligaron al club a buscar refuerzos. Los fichajes ofrecieron un salto de calidad importante. Gentile llegó al equipo colegial como solución a la ausencia de una referencia ofensiva y en busca de su redención tras años dando tumbos. Ha encontrado un lugar en el que se siente cómodo e importante. Whittington fortaleció el juego interior y aporta versatilidad con su facilidad para tirar de tres. Como curiosidad, ha derrota al Real Madrid esta temporada con dos equipos diferentes. Recientemente llegó Lampropoulos, jugador que realizó un buen papel en CB Canarias hace unos años aunque apenas cuenta aún con minutos. El buen rendimiento de las incorporaciones elevó el nivel del resto del equipo. Brizuela, que está en su año de explosión definitiva, ya tenía quien le acompañara en tareas anotadoras. Omar Cook subió enteros en la dirección e incluso ve aro con relativa facilidad. Arteaga se convirtió en un pivot de brega muy apreciable. Clavell ya no es el tirador alocado e imprevisible y Caner-Medley representa el espíritu inconformista y guerrero que tanto aprecia la afición estudiantil. Una transformación que llevó a Estudiantes a la zona tranquila de la clasificación. Llega a la Copa en un gran momento anímico. Seguramente el Real Madrid era el rival que más le atraía. Ya le venció en Liga ACB y la motivación que le da enfrentarse a su vecino es lo que necesita para salir a tope de revoluciones a la que también es su pista. El apoyo de las demás aficiones le hará sentirse como en casa. En esta ocasión el Madrid no es tan favorito.
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