Los críticos y medios musicales coinciden por una vez: 2018 no ha sido un año especialmente memorable en cuanto a la producción discográfica se refiere. Quizás no se ajeno a ello que buena parte de los grandes nombres, tanto de los últimos años, como los considerados clásicos hayan permanecido inéditos esta temporada y algunos de los más renombrados que han editado trabajos no han estado a la altura de lo que se esperaba de ellos (el patinazo máximo quizá se lo haya llevado en este caso Kanye West). Incluso hay artistas que si bien han conseguido difundir obras estimables (Kurt Vile, Courtney Barnett, Cat Power, Paul Weller, Van Morrison, Jeff Tweedy, Arctic Monkeys, The Jayhawks, Drake, Elvis Costello…) no es menos cierto que no están a la altura de sus discos más conseguidos. Campo abonado pues para que hayan brillado figuras digamos secundarias de este negocio. De ahí que dando un repaso a esta lista (o a cualquier otra) encontramos una mezcla de grupos y cantantes interesantes pero no primeros espadas tradicionales. No hay que llevarse a engaño, a día de hoy no creo que grupos como Idles, Spiritualized, Beach House, Cloud Nothings, Parquet Courts o Low llenen estadios o abarroten salas de conciertos, o siquiera aparezcan sus nombres como cabeza de cartel en los macrofestivales que tanto abundan por nuestros lares. También es verdad que estos grupos, y otros han publicado discos muy interesantes y notables y que artistas prometedores se han hecho presentes con trabajos muy convincentes (Rolling Blackout, Snail Mail, Candi B, Idles, Shame…), pero la impresión general, me parece, no es la de un año excelente, prueba de ello es que con más medios presentes que el curso anterior,los primeros de nuestra lista no hubieran quedado entre los 6 primeros del año pasado. Navegando (literal y metafóricamente hablando) por la clasificación de de 2018 encuentro varias constantes:
El negocio musical se ha lobalizado tanto que hoy en día resultaría un error quedarnos sólo con el escenario anglosajón (Gran Bretaña, EEUU y Australia). Muchos de los protagonistas de 2018 provienen de la periferia del pop: Suecia (Robyn), Francia (Christine and the Queens), España (Rosalía), Japón-EEUU (Mitsky), Colombia (J.Balvin), RepúblicaDominicana-EEUU (Kaly Uchis), Alemania (Nils Frahm). Mali (Fatoumata Diawara)…
La abrumadora presencia femenina en un año dominado por las reivindicaciones feministas. Esta es una tendencia que viene de lejos y que pudimos comprobar ya el año pasado (Beyoncé.Lorde, Saint Vicent, Pj Harvey...) pero que este año se ha hecho más evidente: Janelle Monae, Mitski, Kacey Musgraves, Lucy Dacus, Snail Mail, Boygenius, Kali Uchis, Candi B, Rosalía, Cat Power, Julie Holter, Robyn,Christine and the Queens...la nómina es inabarcable y además destaca la apuesta combativa y reivindicativa de muchas de ellas.
El Brexit está transformando de alguna manera la música británica hacia unas posiciones claramente rebeldes y enojadas con el modelo político y social del país, como se puede ver en los discos de Idles, Shame, The 1.975, o incluso artistas más veteranos como Paul Weller o The God, The Bad and The Queen.
La Lista
Al igual que en años anteriores me baso en clasificaciones de medios españoles de tipo “generalista”. Hay otras, de carácter más especializado- electrónica, metal, rap….- que precisamente por ese motivo quedan fuera, al igual que otros medios que han seleccionado discos pero sin establecer una clasificación o mezclando discos nacionales con foráneos. Sigo dando la misma puntuación que en años anteriores (10 al primero, 9 al segundo y así sucesivamente) no por un criterio “científico” sino por comodidad. Soy consciente de que un medio como AOTY, por ejemplo, establece una valoración distinta, quizás más precisa, atendiendo a criterios más amplios pero esto me llevaría casi a generar un programa informático que reconozco que me sobrepasaría. Los medios en los que me he basado, tanto impresos como digitales son los siguientes: Rock de Lux, DodMagazine, Mondo Sonoro, Binaural, Muzikalia, Hipersónica, ABC, Jenesaispop, Efeeme, Plásticos y Decibelios, Indie nauta, El 5ºBeatle, Diario Crítico, El Periódico, El País (Babelia), Sofásonoro (SER), Mindies, Fantastic Plastic Mag, Madafackismo Underground, Wake and Listen, Bandalismo, El Giradiscos, Revista Indie, Indiespot, Cuts you Up, Crazy Minds, El Backstage magazine, BeatMash magazine, Ultrasónica +DB ,Long Brit, El Mundo, Cadillac Negro, El enano rabioso, Ticketmaster blog,Ytsi, El Diario.es, Soplos en el corazón, No submarines, Tiempos Modernos (COPE), Flores en el ático y Ruta 66 (42 referencias). La mayoría repite respecto al año pasado, hay otros nuevos y alguno que desaparece porque ya no existen (o yo no he sabido encontrarlos) o han publicado un tipo distinto de listas. En muchos casos estos medios establecen diferencias entre listas de discos españoles y extranjeros pero hay algunos medios que solo hablan de extranjeros, de ahí que no sea muy conveniente establecer comparaciones.
INTERNACIONAL
1. Idles: Joy as an act of resistance.
Un año después de su irrupción con Brutalism el grupo de neopunk de Bristol triunfa en todas partes con esta obra reivindicativa y a la vez emotiva (por el fallecimiento de la hija del líder Joe Talbot, a la que homenajean en “June”, quizás el tema más triste del disco). A pesar del título, el grupo está muy cabreado con el Brexit pero responden a él con una crítica cargada de positividad. No les gusta que les llamen punks, o sea que nos quedamos con rock urbano del siglo XXI.
2. Beach House: 7
Un habitual en esta lista si no recuerdo mal. El grupo de Baltimore sigue con su sonido inspirado en lal dreammusic (quizás el subgénero más influyente hoy en día) y en el pop neopsicodélico a lo New Order (no hay más que escuchar el final de “Dive”). En este su séptimo disco siguen aferrados a sus constantes (melodías, tonos sugerentes) pero se renuevan buscando quizás un tono más rítmico que en los anteriores trabajos.
3. Janelle Monae: Dirty computer
La triunfadora indiscutible del año en el apartado del rhytm and blues. Más directa y agresiva que, pongamos, Beyoncé, con influencias muy variadas, de Bowie a sobre todo, Prince, moderna y descarada (sus referencias sexuales son constantes) Monae ha alcanzado el estrellato después de varios años años rozando la gloria.
4. Low: Double negative
El segundo grupo de dreampop (o slowcore o…) de nuestra lista. Y, como en el caso de Beach House tampoco unos recién llegados. 25 años lleva en la carretera el trío de Duluth (Minnesota) y este es su álbum número doce. Y posiblemente el mejor o uno de los mejores de su carrera, en el que alternan distorsiones y sonidos industriales con momentos casi ambientales. Nada complaciente, y sin duda arriesgado, música oscura para tiempos inciertos.
5. Mitski: Be the cowboy
Este disco engaña por su portada. A primera vista parece un álbum envuelto en la sofisticación de una Saint Vincent por ejemplo, pero resulta mucho más áspero, con canciones cortas que hay que escuchar con detenimiento. No tiene tampoco la brillantez de Lorde, por poner otro ejemplo obvio, pero es bastante intenso. Con su quinto disco la estadounidense de ascendencia nipona ha entrado en el olimpo del art pop.
6. Spiritualized: And nothing hurt.
Después de casi 30 años este será al parecer el último disco de la banda de Jason Pierce, tras una trayectoria que comenzó en paralelo al brit pop, siguió por los sinuosos caminos del shoegazing, alcanzando su esplendor con Ladies and gentleman, we are floating in the space (2.007), para seguir 20 años más convertido en un grupo de culto. Rock contemporáneo, gotas de blues y soul, aires retro (“Here it comes (the road)”) y más cosas para un disco estupendo.
7. Arctic Monkeys: Tranquility Base Hotel & Casino
Puesto de honor para un disco de Arctic Monkeys, que no es un disco de Arctic Monkeys. Me explico. Quien quiera buscar la energía y el descaro de sus dos primeros trabajos que se olvide. Este es más bien un disco de Alex Turner en solitario o con The Last Shadow Puppets, su otro grupo. Pocas guitarras, mucho piano, canciones casi con sabor standard, protagonismo total de Turner, y, desde luego, buenas canciones, pero los AM han evolucionado ya hacia otra dimensión…y a mí me gustaba la primera, aunque lo entiendo, ya no son adolescentes, sino treintañeros responsables.
8. Car Seat Headrest: Twin Fantasy (Face to Face)
Es quizás el mejor ejemplo de lo ocurrido este año. Will Toledo (nada qué ver con cierto actor español), alma mater de un grupo formado por él y músicos invitados, editó este mismo disco en 2011 con muy buenas críticas. este año lo ha vuelto a reeditar, misma portada, mismas canciones, aunque regrabadas e interpretadas de otra manera…y aquí lo tenemos. Aparece en listas de las mejores reediciones del año pero también en las novedades. Es lo que hay. Por otra parte, un magnífico ejemplo de indie rock estadounidense con toques experimentales.
9. Kamasi Washington: Heaven and Heart
Al saxofonista californiano le da igual que muchos colegas saquen discos caca 4 o 5 años. El sigue a su bola desde que debutó en solitario en 2007 con un triple CD. Los hace sencillos o dobles (como este ¡más de dos horas!) y cada poco además. El músico de jazz que quizás mejor ha entendido por dónde van las músicas urbanas hoy en día sigue experimentando, recreando y absorbiendo como una esponja lo que surje. Es comprensible que figuras del r& b y del hip hop lo adoren. Se lo tiene merecido.
10. Rolling Blackouts Coastal Fever: Hope Downs
Una de las sorpresas agradables del año. Una banda australiana(Melbourne) de larguísimo nombre, que después de un par de EPs ha lanzado su primer álbum, repleto de aromas rockeros y recuerdos a grupos gloriosos de su país, en especial The Go-Betweens. Resulta curioso que algunas de las propuestas más poprockeras vengan últimamente de Australia (entre los mejores del año está también Courtney Barnett, por ejemplo)
Cerca de los 10 primeros quedaron:
- 11) Jon Hopkins: Singularity (40 puntos)
- 12) Nils Frahm: All Melody (39 puntos)
- 13) Rosalía, sí, ella aquí también: El mal querer (39 puntos)
- 14) Kacey Musgraves: Golden Hour (36 puntos)
- 15) J.Balvin: Vibras (33 puntos).
NACIONAL
Podríamos decir como resumen rápido de la lista española, Rosalía y 9 más. Y si bien es cierto que el protagonismo del año es favorable abrumadoramente a la cantante (o cantaora) catalana -dobla ampliamente al segundo-no es menos evidente que en este período se han editado en nuestro país bastantes discos muy estimables que dejan en buen lugar a nuestra producción discográfica. Desde figuras indiscutibles (Nacho Vegas, Christina Rosenvinge) a artistas nuevos o prometedores (La Plata, Morgan, Soleá Morente) pasando por músicos reconocidos en el indie nacional (La Estrella de David, Rufus T. Firefly, Belako, Hazte Lapón, New Raemon…) o dificilmente etiquetables (Hermanos Cubero, Niño de Elche, Fino Oyonarte..) configuran en general una lista quizás más coherente y representativa que la de internacional. Por otro lado, los problemas e inconvenientes que señalábamos el año pasado -entre ellos la ausencia de programas televisivos y una mejor presencia mediática- continúan presentes y un fenómeno como el de Rosalía no los esconden. Pero no creo que se pueda decir que haya habido retroceso discográfico en relación a 2017.
1. Rosalía: El Mal querer
Después de todo lo que se ha dicho y escrito sobre la barcelonesa poco más se puede escribir. Quizás es la primera vez que una artista española ha tenido una atención mediática exterior tan fuerte gracias en parte a una inteligente campaña promocional. Respecto a la polémica sobre si lo que hace Rosalía es flamenco o no creo que a estas alturas es casi irrelevante. La mezcla que hace de elementos actuales de música urbana con otros flamencos o parecidos funciona y engancha, la prueba es que gusta a tradicionales (que no puristas) y modernos. Si queréis mi opinión más que flamenco (del que reconozco no entender demasiado) se trataría más bien de copla contemporánea, por decirlo de alguna manera.
2. Nacho Vegas: Violética
4 años después de Resituación, su fallido -en mi opinión- intento de elaborar un cancionero popular para nuevos tiempos, el asturiano reflexiona sobre su carrera y, sin dejar de lado su obra anterior, combina con sabiduría compromiso, intimismo y cierta melancolía para confeccionar el que es posiblemente el mejor álbum de su carrera desde el ya lejano Cajas de música difíciles de parar (2.003). Un disco doble (90 minutos) que no se hace largo gracias a una variedad musical reseñable, desde Jesus and Mary Chain a la cumbia, de Sabina a Violeta Parra. Vegas canta, afortunadamente, mejor que nunca, acompañado ocasionalmente por diferentes cantantes en un disco que está claramente inspirado en las mujeres
3. La Plata: Desorden
La revelación del año. Un grupo valenciano que publica su primer disco con evidentes influencias del pop ochentero (a veces me recuerdan algo a Parálisis Permanente) pero también de Los Planetas, Bowie, Joy Division, o Triángulo de Amor Bizarro. Pero con personalidad y sonido actual. ¿Postpunk? Ellos lo denominan “Pop triste” . Una aparición refrescante en un disco de apenas media hora de duración.
4. La estrella de David: Consagración
Un típico ejemplo de indie nacional a cargo de un músico experimentado, David Rodríguez, entre otras cosas productor de La Bien Querida y Los Punsetes que regresa a la creación personal después de 7 años (Maracaibo, 2.011) Con mucha ironía (como demuestra la portada) y resignado espíritu romántico Consagración es un intento bien logrado de mezclar cierta música electrónica con la canción de autor.
5. Christina Rosenvinge: Un hombre rubio
2018 ha sido un buen año sin duda para Rosenvinge. Primero, la concesión del Premio Nacional de Músicas Actuales y después el reconocimiento generalizado por un excelente disco, posiblemente el mejor o uno de los mejores de su carrera. Con un sutil hilo subterráneo, que es a la vez temático (la figura de su padre) y musical (David Bowie, escuchad el inicio de “El pretendiente” por ejemplo), Un hombre rubio es un estupendo ejemplo de rock contemporáneo, sólido y bien producido, al que quizás echo en falta un single distintivo que se pueda identificar con el álbum con rapidez.
6. Los Hermanos Cubero: Quique dibuja la tristeza
Una de las sorpresas del año. Los hermanos Cubero son un dúo de folk de Guadalajara que mezclan de manera sorprendentemente eficaz el folk castellano con el bluegrass y otros géneros de raíz norteamericana.El disco de este año es un emotivo, sentido y positivo homenaje a la mujer de uno de ellos recientemente fallecida. Sin caer en el sentimentalismo fácil y ramplón, Los Hermanos Cubero logran transmitirnos la pena por la pérdida de un ser querido y la alegría por los buenos momentos pasados. Un disco precioso.
7. Belako: Render me now, trivial violence
Vascos que cantan en inglés, y que están consiguiendo repercusión gracias a sus numerosos directos aquí y en el extranjero (de Inglaterra a Japón). Ahora mismo quizás sean los mejores representantes en nuestro país de un rock electrónico o industrial, del que este su tercer trabajo es una buena muestra.
8. Morgan: Air
Morgan es quizás una de las bandas que más prestigio están consiguiendo entre la crítica y buena parte de aficionados de nuestro país. Llevan camino de convertirse en un grupo de culto gracias a una música repleta de influencias norteamericanas (soul, blues, grupos como The Band, Wilco…) cantada en inglés con alguna excepción (una canción en castellano en este disco). Liderados por Nina compositora y cantante de voz excelente. Su segundo disco, Air, es otra excelente y agradable muestra de su trabajo.
9. Rufus T Firefly: Loto
Los madrileños de nombre estupendo se están convirtiendo en habituales de esta lista. Su último disco, Loto, es una clara continuación del anterior, Magnolia (2.017). RTF inciden en su línea próxima al rock psicodélico (a lo Tame Impala, si queremos algún ejemplo aproximado) , si el anterior ya era un trabajo estupendo, este no le va a la zaga. En estos últimos años han conseguido con sus dos discos “florales” subir a la primera división de los grupos de la escena española.
10. Niño de Elche: Antología del cante flamenco heterodoxo
Y cierra la lista una de las figuras más polémicas de nuestra escena musical. tan denostado por muchos sectores de flamenco como adorado por modernos y amantes del indie patrio, de lo que no hay duda es que el valenciano se lo curra. No para de sacar discos, buscar compañeros de viaje para sus aventuras y experimentar siempre que puede. En este caso una nueva muestra de su flamenco punk, en ocasiones “solo” pop, con tantas referencias musicales y literarias (y políticas y sociales) que casi llega a agotar. Combina aciertos con errores (a mi juicio) tan evidentes que quizás un disco más sencillo , y no este con cerca de 30 temas hubiera sido mejor. Ahora está trabajando con Los Planetas. Lo dicho, no para.
Quedaron fuera de la lista:
- 11) Toundra: Vortex
- 12) Hazte Lapón: Tu siempre ganas (42 puntos)
- 13) Yung Beef: Adromicfms (40 puntos)
- 14) Soleá Morente: Ole Lorelei (34 puntos)
- 15) Ferrán Palau: Blanc (30 puntos)
Reediciones, antologias y rarezas
Ya lo advertía Diego Manrique hace poco en un artículo en El País. Estamos en el momento de cajas (box set se denominan) en las que encontramos media docena de discos -da igual que sea una reedición que una antología,-, libretos, postales, algún cartelillo…en fin el disco pensado como bibelot para regalo. A esto hay que sumar las diferentes versiones que salen al mercado: versión Cd sencillo, doble, en caja, con DVD incorporado o no….. A veces uno echa de menos una reedición (o una antología con lo básico, la música, que es en el fondo lo que se quiere ¿o no?
Entre las reediciones o recopilaciones de este año destacar la de clásicos como Jimmi Hendrix (Electric Ladyland), Los Beatles (el álbum blanco) o el primer disco de The Band (Music from the Big Pink), Teenage Fan Club (Bandwagonesque), una buena antología de las dos épocas de Fleetwood Mac, el Bootleg 14 de Bob Dylan dedicado a Blood on the tracks…españoles, también hay, reseñar el dedicado a Sr. Chinarro, o el de Joe Crepusculo, por no mencionar el enésimo de Loquillo Bunbury, Sidonie, gabinete Caligari (Camino Soria)…., pero puestos a escoger, selecciono estos:
Tom Petty: An American Treasure
Una antología muy especial editada por la familia de Petty, en la que encontramos inéditos, grabaciones poco conocidas, actuaciones en directo, etc, del gran músico estadounidense desaparecido el año pasado. Un complemento estupendo para quien tenga parte ( o toda su discografía) o algún recopilatorio más oficial
Chicho Sánchez Ferlosio: Canciones de la resistencia española
No sé si empujados por el éxito de las movilizaciones del 8 de marzo en la que se cantó una de estas canciones, pero resulta muy oportuna por muchas razones la reedición de este disco legendario y casi perdido de uno de nuestros más grandes cantautores ¿desconocidos?
John Coltrane: Both directions at once. The lost album.
Que se recupere una grabación antigua e inédita de alguien como John Coltrane es con seguridad un acontecimiento. Pero es que además de su valor “arqueológico”, tiene interés por sí misma, por lo que no podemos hacer otra cosa que felicitarnos por su aparición. Rrcoge una grabación de Coltrane con su cuarteto en New Jersey en 1.963
Epílogo personal
Varios discos de los que cito en este artículo están entre mis escuchas preferidas de este año (Beach House, Rolling Blackouts, Spiritualized, Nacho Vegas, Morgan,Los Hermanos Cubero…) pero también hay bastantes que no han aparecido en esta lista que me han interesado por diversas razones: Kurt Vile, Paul Weller, Ry Cooder, Cat Power,Elvis Costello, Snail Mail,Kacey Musgraves, Jeff Tweddy, U,S,Girls, Shame… pero como tengo que cerrar con uno, lo hago con esta canción de un excelente (otro más) disco de John Hiatt, The Eclipse Sessions. Un músico por el que no parece que pasen los años y que es incapaz de hacer un mal disco. Ajeno a las modas, Hiatt va a su ritmo y engrandece su leyenda, aunque ay, no sea tan conocido como debiera
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