Comienza el mundial, el evento más importante a nivel futbolístico del planeta. No nos engañemos, jugar un mundial es lo más importante que le puede pasar a un futbolista, no digo ya ganarlo que sólo está al alcance de unos pocos.
Lo primero que me viene a la cabeza son las ausencias; la FIFA aumentó el número de participantes de 24 a 32 en el mundial del 1998, con la idea de expandir más el negocio y de que ninguna selección de las llamadas históricas se quedase fuera, pues bien, en cada edición mundialista siempre falta alguna y este año de una tacada tres de las grandes, ITALIA (4 veces campeona, Países Bajos 3 veces subcampeona, y Chile doble campeona de América en las dos últimas ediciones. Tampoco se ha clasificado un clásico como EE.UU.
Se oyen “tiros” de que el mundial va a pasar a 40 o incluso 48 selecciones en las ediciones a partir de 2026 o 2030, imagino que para que no falte ninguna y el negocio aumente, pero me temo que será a costa de una bajada notoria del espectáculo futbolístico.
La FIFA pareciera que solo busca aumentar ganancias, pues para eso que se invente una ley injusta y que vayan todas las selecciones que han sido campeonas del mundial, más las que más mercado televisivo tienen, en fin. Dejemos de lado este tema y centrémonos en lo deportivo.
Se presenta esta cita mundialista con muchas incógnitas. La primera es la organización del mundial en sí, en un país poco acostumbrado a organizar eventos de este tipo, solo los JJOO de Moscú 80, y los de invierno de Sochi 2014. Miedo a los ultras rusos que camparan a sus anchas, y miedo a los ultras ingleses, alemanes y de algún otro país porque cafres hay en todos sitios. No sabemos si la enorme distancia entre las sedes puede ser beneficiosa o perjudicial para los aficionados, pero es que no hay más remedio porque Rusia tiene una extensión inmensa.
Para el evento, Rusia ha elegido doce estadios repartidos en 11 sedes (Moscú tiene 2 estadios) y lo primero que nos llama la atención es que salvo el mítico Luzhiniki con sus 81.500 espectadores y el San Petesburgo estadio con sus 69.500 (estadio más caro del mundo), los demás no llega ninguno a 50.000 espectadores. (Creo que aquí se han saltado alguna normativa para poder albergar fases finales). Eso hará que las semis y las finales se concentren en los dos estadios, a diferencia de otras citas anteriores tanto de mundiales como Eurocopas.
Como todos vosotros sabréis desde el Mundial de Italia 90 ya no existen sedes fijas para los cabezas de serie en la primera fase, por tanto a volar y hacer kilómetros se ha dicho de partido a partido, con el agravante de la enorme distancia entre las sedes. No sé qué ventaja tiene ser cabeza de serie desde que se introdujo la moda de disputar un partido en cada estadio.
En el plano meramente deportivo, siempre se ha dicho que a ganar un mundial optan 5 o 6 selecciones europeas más las sudamericanas Brasil, Argentina o Uruguay. (Muchas veces más por historia que por otra cosa), pues bien, con la comentadas ausencias de Italia y Holanda, a priori 3 o 4 son las selecciones que deben estar en el cuadro de honor; Alemania que defiende título y posiblemente lleve la plantilla más compensada, Brasil con mejor equipo que hace 4 años y España que viene renovada después del fiasco del 2014. Y no debe de andar lejos Francia que aunque le falte algo de talento en el centro del campo, tiene una selección muy física y con mucho gol arriba.
Luego vienen unas cuantas selecciones que deberían llegar al menos a cuartos de final y soñar con cotas mayores puesto que disponen de grandísimas figuras como son Argentina, Portugal y la siempre eterna Inglaterra. No lejos de este trío pueden andar la siempre fiable Uruguay y Colombia que al contrario de los charrúas rinde por debajo de sus expectativas.
La incógnita queda para las africanas que no acaban de dar el paso y para las asiáticas que claramente están por debajo de los otros continentes. El anfitrión bastante hará con pasar la fase de grupos. Será difícil que iguale la nefasta participación de Sudáfrica 2010 o España 1982.
Pero el análisis pormenorizado de los grupos y selecciones lo dejamos para la siguiente entrada. De momento quedémonos con la esperanza de que se vea un buen mundial, que no se vean partidos sosos ni soporíferos y añoremos partidos e imágenes de mundiales pasados que han quedado en nuestra memoria, porque el que más o el que menos recuerda, el gol de Maradona a Inglaterra, el gol de Iniesta en la final, el 7-1 de Alemania a Brasil, la cagada de Higuita ante Camerún, el fallo de Salinas en USA 94, el de Cardeñosa en el 78, la tremenda prórroga del Pizjuán entre Francia y Alemania. Los fallos de Baresi y Baggio en la tanda de penaltis de la final 94, y así un largo etcétera que sería digno de escribir en una entrada que se llamaría historia de los mundiales, partidos para el recuerdo. Si alguno se anima tiene donde escoger con los clásicos enfrentamientos entre Alemania-Argentina (3 finales), Brasil-Italia, Brasil-Francia, Inglaterra-Alemania, Brasil-Uruguay. Etc etc
Pasen y vean, hagan sus apuestas, el balón está a punto de rodar.