El Toyota Center albergaba mucha tensión, en los instantes previos al inicio del primer partido del final de conferencia. James Harden, y Houston, tenían mucho que demostrar en esta eliminatoria y salían sobremotivados, de modo que Draymond Green decidía demostrar que los Warriors no se iban a arrugar. Un empujón que le costaba una técnica con apenas un minuto disputado, pero servía para que su equipo se situase mentalmente en el partido. Las primeras ventajas eran tejanas, gracias a nueve puntos de su estrella (que disfrutaba superando a Stephen Curry) y Golden State tenía que sentar a Andre Iguodala tras su segunda falta personal. El paso de los minutos iba acercando a los visitantes en el marcador, con un ataque mejor repartido. Las estrellas de los Rockets abusaban del bote en su ataque y Mike D´Antony tenía que recordar que el pase era una buena opción para comenzar un ataque. Su equipo captaba el mensaje y ponía un ocho a cero de parcial en menos de dos minutos. Un parcial que no duraba en el tiempo, porque los tejanos regresaban a los malos hábitos. Entre Kevin Durant, que abusaba de un Harden tierno defensivamente, y la mala transición defensiva local, conseguían reducir la ventaja a la mínima expresión para el segundo acto. El paso por los banquillos traía frescura a los ataques, Shaun Livingston y Chris Paul intercambiaban puntos y retornaban los titulares con el partido igualado. Nuevamente, el acaparamiento del balón de las estrellas locales, permitía la escapada de los Warriors. Los tejanos necesitaban una mayor agresividad en la defensa del balón, aunque le costase la tercera falta personal de Trevor Ariza, para conseguir llegar al descanso con un empate en el marcador. El regreso a la pista traía las mismas constantes al partido, Golden State buscaba aprovecharse de la defensa la de Harden y este quería abusar de la defensa de Curry. La principal diferencia se producía en la defensa visitante, que se aplicaba mucho más sobre el balón y complicaba la labor ofensiva de la estrella local. Dos faltas consecutivas de Ariza, que sumaba cinco, parecían dar una ligera ventaja al cuadro visitante. Sin embargo, lo que abría la diferencia, era el cansancio de un Harden incapaz de dar respuesta al constante castigo de Durant sobre cualquier defensor que le mandase Houston. El cansancio hacia mella sobre el escolta, los pases eran interceptados y los recursos ofensivos de los Warriors, con un Curry más activo, llevaban la ventaja visitante por encima de los diez puntos. Una canasta, en casi cinco minutos de juego, era el escaso bagaje del ataque local. Por suerte, el descanso de los titulares en Golden State, y su propio acierto exterior, permitían a los Rockets llegar al cuarto final con siete puntos de desventaja. Una distancia que parecía fácilmente recortable, tras ver como entraba un triple de Eric Gordon en la primera jugada. Nada más lejos de la realidad; la fuerte defensa visitante, y un Klay Thompson entonado en ataque, permitía que los Warriors ampliasen las diferencias, pese al descanso de los titulares. Houston intensificaba su defensa intentando recortar y Harden salía con las pilas cargadas, pero no lograban frenar al ataque visitante. Ni dos faltas personales de Curry en ocho segundos, que le colocaban con cuatro restando seis minutos, aliviaban la situación de los tejanos. La precipitación local, representada por un Harden hiperactivo, y el acierto de Curry; permitían a Golden State no sufrir con la quinta personal de su base. Los Warriors se llevaban el primer punto de la eliminatoria. Invitado inesperado: Nick Young, Shaun Livingston (Warriors)
Se notaba en el ambiente del Toyota Center, que el segundo partido de la serie era un todo o nada para Houston. Eso tenía su reflejo en la cancha durante los primeros minutos; la intensidad en defensa de los locales era mucho mayor, la búsqueda del balón era constante y las ayudas siempre estaban preparadas. Trevor Ariza y James Harden eran los protagonistas del arreón local, que encontraba la debida respuesta en Stephen Curry y Kevin Durant. La entrada de Kevon Looney llegaba para frenar el rebote ofensivo tejano y los Warriors tomaban la delantera en el marcador. Mike D´Antony recurría a meter en pista un quintento con PJ Tucker de pivot, el movimiento de balón de los Rockets se volvía más fluído y Durant cometía su segunda falta personal. Golden State se atascaba en ataque; los tiros exteriores no entraban, principalmente los de un Curry precipitado, y los cuatro minutos de cuarto sin anotar, provocaban que Houston se presentase en el segundo cuarto con cinco puntos de ventaja. El paso por el banquillo traía buenas noticias para los visitantes, Nick Young convertía el primer triple del equipo tras trece minutos de juego. Sin embargo, la dinámica era negativa. Los Rockets desbordaban a la defensa visitante por velocidad, cada error era inmediatamente castigado y Steve Kerr buscaba recobrar el orden de su equipo con un tiempo muerto. Los problemas volvían a aparecer, todo porque David West no llegaba a las esquinas para defender a PJ Tucker. Las diferencias superaban los diez puntos, con el acierto inesperado de Ariza y Gordon, y el juego visitante se hacía más individual con el paso de los minutos. Durant intentaba sostener al equipo con sus canastas, pero el acierto exterior tejano dejaba una distancia de catorce puntos para remontar en la segunda parte. El tercer cuarto nacía con un bajón de intensidad, tanto en el ambiente como en el juego. Se observaba la mismas premisas en el juego de ambos equipos; mientras los de D´Antony encontraban buenos tiros con el movimiento de balón, los Warriors recurrían a acciones individuales para sumar anotación. Aparecía el cansancio y comenzaban a abundar las protestas, Chris Paul dirigía a su equipo con maestría y Golden State comenzaba a irse del partido ofensivamente ante la buena intensidad local. Nuevamente era Durant quien cargaba con el ataque visitante pero, la salida de Capela para proteger la canasta tejana, y el acierto de Eric Gordon, daban casi veinte puntos de ventaja a Houston para el cuarto final. Un acto definitivo, que mostraba a tres titulares de los Warriors en pista, el objetivo era la remontada. Sin embargo, Paul se las ingeniaba para mantener la diferencia por encima de la decena de puntos. Su quinta falta personal, restando ocho minutos, podía ser un problema para los Rockets. Nada más lejos de la realidad; Eric Gordon acertaba con un triple a diez metros, los de la bahía de Oakland buscaban la canasta por donde no había espacios y Tucker metía un triple desde la esquina para poner la diferencia en las dos decenas. El once a cero encajado, en menos de dos minutos, rompía los esquemas visitantes. Entre la confianza tejana y la desesperación de Durant, que se ganaba una técnica por un empujón, Houston ponía el empate a uno en la eliminatoria. Invitado inesperado: PJ Tucker, Eric Gordon(Rockets)
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