La atmósfera del Air Canada Centre estaba muy cargada, en los instantes previos inicio del quinto partido en Toronto. desde elcomienzo quedaba claro el nivel de compromiso de ambos equipos con el partido. Ataques bien trabajados, aunque los canadienses recurrían más a sus individualidades, y mucha intensidad en defensa era lo que se veía sobre la pista. DeMar DeRozan abría la primera diferencia local, con la complicidad de Jonas Valanciunas para proteger el aro, y Scott Brooks paraba el partido. Los Wizards no alteraban su plan de partido, pese a que John Wall sufría con el marcaje de OG Anunoby y Bradley Beal no acertaba con sus tiros. Con la entrada de los suplentes, los Raptors perdían el ritmo ofensivo y, al encontrar la aportación ofensiva de Marcin Gortat, Washington finalizaba el cuarto por delante en el marcador. El segundo cuarto se convertía en un duelo de base; Delon Wright actuaba individualmente y Ty Lawson dirigía encontrando a sus interiores. Como ambos acertaban, los titulares volvían a la pista con mucha tranquilidad. Tal vez demasiada en el bando visitante, los exteriores de los Wizards buscaban el aro sin demasiado control y los balones perdidos permitían la escapada local tras casi cinco minutos sin anotación. Una situación de clara ventaja, que Toronto no podría mantener por culpa de una pérdidas de balón absurdas. Con la distancia entre ambos equipos reducida a la mínima expresión, arrancaba la segunda mitad. Un periodo donde las estrellas locales llevaban la iniciativa, frente a un Beal demasiado solo. Washington comenzaba a encontrar otras soluciones y se ponía por delante en el marcador, pese al empeño de Kyle Lowry por evitarlo. Wall comenzaba a anotar ,y Dwane Casey movía el banquillo, encontrando en Jakob Poetl una referencia inesperada para su ataque. Se llegaba al último cuarto con un punto de diferencia para los Raptors. Y no había demasiadas novedades tras el paso por los banquillos; Wall sostenía a los de la capital y Poetl tenía que anotar. Sin embargo, los Wizards aprovechaban que Wright forzaba las jugadas para sacar una ligera ventaja. Una ventaja que desaparecía por el desacierto de Beal, y el acierto de los bases canadienses. Quedaba claro que el cansancio comenzaba a afectar a Washington, que encajaba un parcial de dieciseis a cuatro (liderado por Wright y Valanciunas), que resolvía el partido y ponía el tres a dos en la eliminatoria para Toronto. Invitado inesperado: Delon Wright, Jakob Poetl, CJ Miles (Raptors)
La baja de Otto Porter Jr era única novedad en los quintetos iniciales, de cara al sexto partido que se iba a disputar en Washington. Su sustituto era Kelly Oubre Jr y el equipo apenas lo notaba en los primeros minutos. Tal vez porque estaban dopados de adrenalina, ante la opción de perder la serie con una derrota ante su afición. Tres minutos de juego, donde los interiores locales dominaban las zonas, eran suficientes para Dwane Casey. Los Raptors, ni acertaban en el tiro, ni conseguían finalizar bajo canaasta y, lo más preocupante era ver como le anotaban a la contra y le cogían el regote bajo su aro. Y la tendencia no cambiaba con el tiempo muerto, pese a una mejor dirección de Kyle Lowry, John Wall y Bradley Beal se encargaban de ello. Ni la mayor intensidad de los suplentes de los Raptors, conseguía evitar que los Wizards mandasen por diez puntos tras un cuarto, básicamente porque nadie vigilaba a un Mike Scott muy activo. El segundo cuarto permitía ver una noticia positiva para los canadienses, Fred VanVleet estaba en pista. Su presencia daba otro aire al ataque visitante y, como la defensa ya controlaba a Scott, el técnico local se veía obligado a solicitar un parón. Ante la falta de puntos, recurría a sus titulares y Markieff Morris evitaba la remontada visitante. Como además el pequeño base de Toronto comenzaba a notar el paso de los minutos, Beal y Wall volvían a despegar a su equipo. La respuesta canadiense llegaba, de forma inesperada, con tres triples casi seguidos. Los Raptors llegaban al descanso, sin verse agobiados por el marcador en contra. El tercer cuarto amanecía con un juego visitante más coral. Mientras, Washington ya no conseguía aportación de sus interiores, pero Wall se las arreglaba para mantener las diferencias. Y, cuando el base se cansaba, aparecía Beal para dejar a los Wizards con cinco puntos de ventaja para el periodo final. Los problemas para el equipo capitalino, llegaban con el inicio del cuarto final. Los jugadores del banquillo visitante aumentaban el nivel de contacto, las estrellas locales ya no acertaban y, tras tres minutos sin anotación en juego, Toronto se ponía por delante en el marcador. El tiempo muerto de Scott Brooks servía para poco, porque el banquillo canadiense realizaba un gran trabajo de equipo. No servía tampoco meter a los titulares, demasiado cansados para reaccionar en defensa, cerrar el rebote o atacar con claridad. La diferencia se acercaba a la decena de puntos y Lowry casi resolvía el partido con dos grandes jugadas, una en ataque y otra en defensa. La resolución llegaba a falta de dos minutos, con una bandeja del base. Los Raptors esperaban un rival para sus semifinales de conferencia. Invitado inesperado: Jakob Poetl, Delon Wright, Fred VanVleet, Pascal Siakam (Raptors)
ELIMINATORIA CERRADA: RAPTORS GANAN CUATRO A DOS
En Philadelphia, el ambiente estaba demasiado tranquilo para lo que se jugaba el equipo en el quinto partido de su serie contra los Heat. Tampoco los jugadores se mostraban muy despiertos, especialmente un Hassan Whiteside muy desconectado. La afición sólo comenzaba a meterse en el partido tras una mala caída de Ben Simmons, con la segunda falta personal de Josh Richardson en noventa segundos de juego. Las defensas se imponían a los ataques, la diferencia era que Miami anotaba desde el exterior (con un Dwayne Wade acertado) y el base local encontraba como anotar bajo el aro. Así las cosas el segundo cuarto arrancaba con muchas dudas, el ritmo era alto y los errores constantes. Los Sixers tenían que pasar mucho el balón para conseguir algo en ataque y ,cuando conseguían una pequeña ventaja, aparecía la defensa visitante que permitía a los Heat ponerse por delante al poder correr. La tercera falta de Richardson, una técnica a Tyler Johnson y la subida de la intensidad defensiva local; daban lugar a un empate, al descanso, que ambos equipos daban por bueno. La segunda parte volvía a mostrar las dificultades de Miami para atacar en estático y Goran Dragic se ganaba una técnica por golpear a Simmons tras pitar el árbitro una falta. Esa jugada no paraba a Philadelphia, que disponía de segundas opciones e iba acertando con sus tiros exteriores para abrir un hueco cercano a los diez puntos. Los Heat estaban cada vez más nerviosos, Spoelstra intentaba calmarlos y dar soluciones ofensivas con Kelly Olynyk y Wade. No era suficiente, el equilibrio ofensivo local era imparable. La ventaja se acercaba a los veinte puntos y se quedaba en catorce de cara al inicio del último cuarto. El intento de reacción visitante era inútil; con acierto exterior, y un Joel Embiid imparable, los Sixers iban cerrando el partido. Sólo una mayor agresividad en defensa, el acierto de Tyler Johnson con los triples y el descanso del pivot a mitad de cuarto; permitían algo de esperanza a los de Florida. Un parcial de diez a cero, que se frenaría con el regreso del pivot a la pista. Una técnica a James Johnson facilitaba que la diferencia se volviese a ir por encima de la decena de puntos. El partido, y la serie, iban expirando con un desfile de tiros libres y Philadelphia volvía a pasar un ronda de playoffs tras cinco años de sufrimiento reconstruyendo. Invitado inesperado: Marco Belinelli, Amir Johnson, Erasn Ilyasova (Sixers)
ELIMINATORIA CERRADA: SIXERS GANAN CUATRO A UNO
Los Bucks querían conseguir su tercera victoria consecutiva, ante unas gradas plagadas de camisetas verdes. La gran noticia, para el público del TD Garden, era el retorno de Marcus Smart tras su lesión. Es más, en Boston, apenas se tenía en cuenta el cambio táctico de Brad Stevens al apostar por Semi Ojeleye como titular en lugar de Aron Baynes. Ese detalle permitía unas mejores ayudas en defensa, pero Giannnis Antentokounmpo se aporvechaba con un buen juego sin balón. Sin embargo, la solución defensiva provocaba una sequía de tres minutos sin anotación en juego del ataque local. Para sorpresa de todos, la primera canasta de los Celtics venía del jugador que estrenaba la titularidad. Una anotación que revitalizaba a sus compañeros, que abusaban de la defensa de Malcolm Brogdon. Este se descentraba y cometía un campo atrás absurdo que encendía a la grada. Llegaban los cambios y con ellos el parón ofensivo visitante. Los jugadores de Milwaukee se mostraban ansiosos, erraban hasta los tiros abiertos y, por encima, perdían balones por falta de concentración en el juego. Haciendo cuatro puntos, en seis minutos, no sorprendía ver que Terry Rozier aprovechaba la ocasión para despegar a Boston y darle una cómoda ventaja para el segundo cuarto. Kris Middleton y Eric Bledsoe daban tranquilidad al ataque visitante y reducían rápidamente la diferencia. Era un espejismo, la intensidad local comenzaba a desbordar a unos Bucks apáticos por momentos. Boston seguía aprovechando la defensa de Brogdon para atacar y la ventaja local superaba los diez puntos al descanso. Un reposo general que invadía a los ataques de ambos equipos en el nuevo cuarto. Los balones perdidos se convertían en una constante y, como suele pasar, para despertar del letargo se necesitaba un buena mecha. Nada como un incidente entre Bledsoe y Rozier, que tenían ganas de achucharse, para devolver la intensidad al partido. Los árbitros aplicaban una falta flagrante el base visitante y una técnica al local; todos contentos y a jugar. Regresaban los malos ataques y los balones regalados al rival, se hacía necesaria una revolución y la iba a liderar un Shabazz Muhammad recién salido del banquillo. Su movilidad era algo inesperado para la defensa local, muy cómoda hasta ese momento, y la diferencia bajaba hasta quedar reducida a cuatro puntos. Sin embargo, aún quedaban minutos de tercer cuarto por delante y los Celtics sabían como aprovecharlos. Aumentaban el nivel de contacto en su defensa, y la inteligencia en su ataque, para volver a tener la misma ventaja que en el descanso. Once puntos de ventaja para encarar el último cuarto. Lógicamente, Milwaukee salía con casi todos sus titulares para remontar. Empezaba la recuperación cargando el rebote ofensivo y cerrando su aro con buenas ayudas. Boston se encontraba sorprendido, y Stevens tenía que ordenar a su equipo, habían encajado un parcial de siete a cero. La salida de tiempo muerto local no era excesivamente brillante y tenía que dar gracias de los tiros libres fallados por los Bucks. El cansancio visitante se hacía patente y los veteranos de los Celtics abrían una distancia de nueve puntos a mitad de cuarto. Parecía que el final del partido podría ser tranquilo, pero Joe Prunty sorprendía metiendo a Muhammad por un inoperante Thon Maker. Pese al desacierto del alero, Milwaukee dejaba la diferencia donde estaba antes de la reacción local. Al Horford veía necesario dar un paso adelante en su juego ofensivo para aplacar la remontada porque, defensivamente, al equipo le bastaba con observar la precipitación visitante. Pôr encima, restando noventa segundos, y con Boston mandando por cinco puntos, los árbitros daban por bueno un tiro local fuera del tiempo de posesión y, como los Bucks no cerraban el rebote, disponían de otra posesión para gastar. Milwaukee frenaba el ataque, pero le quedaban cincuenta segundos por delante. Las prisas les llevaban al error, su estrella pagaba la fustración con Horford y los Celtics cerraban el quinto partido con una jugada confusa, donde podían haber perdido el balón. Los intentos desesperados visitantes, no impedían ver el tres a dos para Boston en el marcador de la eliminatoria Invitado inesperado: Marcus Morris, Marcus Smart (Celtics)
Milwaukee debía reaccionar, si no quería quedar eliminado ante su afición y la baja de John Henson no parecía la mejor noticia antes de empezar el partido. Su sustituto era un Thon Maker que, hasta ese momento, había dado una gran solidez defensiva y alimentaba las esperanzas locales de solventar este partido, a todo o nada, a su favor. Y el inicio demostraba que los de Wisconsin sabían lo que se se jugaban. La fuerte defensa local era el primer problema para Brad Stevens porque, pese a que el marcador reflejase un cuatro a dos, sus jugadores se metían en demasiados líos y los Bucks aprovechaban para correr. Con el equipo visitante más centrado en no cometer errores, y subiendo la intensidad defensiva, era Joe Prunty el que reaccionaba la ver que se olvidaban de su estrella para atacar en estático. Sin embargo, la falta de ritmo ofensivo local, y un desatado Terry Rozier, permitían a Boston irse nueve puntos arriba. Sólo un parcial de siete a cero, liderado por un acertado Jabari Parker, permitía a Milwaukee presentarse al segundo acto con una mínima desventaja. Con el paso por los banquillo, el ambiente en el Bradley Center se enfriaba y los Celtics querían escaparse aprovechando que Marcus Smart amargaba a Kris Middleton. El problema, para los de Massachusetts, era que no estaban acertados en el tiro y, ante la falta de recursos bajo canasta, el partido se apretaba con el despertar de Giannnis Antetokounmpo y el acierto de Erci Bledsoe. El técnico visitante quería frenar esa reacción buscando una mayor circulación de balón en su equipo, pero no conseguían desequilibrar a la defensa y acababan abusando del uno contra uno. Los Bucks se iban al descanso con casi diez puntos de ventaja. El paso por los vestuarios no cambiaba la situación del ataque de Boston y, tenía que ser la capacidad de Jayson Tatum de irse hacia el aro, la que diese alivio al su equipo. Todo gracias a que conseguía sacar dos faltas personales a Maker en un minuto, y este se iba al banquillo. Prunty apostaba por un quinteto bajo y los Celtics se hacían con el dominio de las zonas. El rebote ofensivo les ayudaba a bajar las diferencia y Prunty hacía un cambio fundamental. Matthew Dellavedova y Tony Snell entraba en pista para aumentar la intensidad defensiva. Además, el base australiano dirigía más el juego y Middleton y Antetokounmpo se aprovechaban. Boston se aceleraba, especialmente un Marcus Morris muy desacertado. Milwaukee terminaba el cuarto, con la misma diferencia que tenía al descanso. Era una buena noticia, para la afición local. Sobre todo al ver, con preocupación, como Middleton hacía su cuarta falta y Maker su quinta, en apenas tres minutos. Además, Antetokounmpo, que había cargado con la responsabilidad ofensiva en el inico de cuarto, tenía que descansar. Los Celtics aprovechaban la circunstancia para colocarse a tres puntos. Sin embargo, el regreso del griego para emparejarse con Al Horford, y el apoyo de Malcolm Brogdon, daban aire al ataque local. La precipitación visitante volvía a aparecer, la diferencia se iba hasta los ocho puntos y, pese a subir las líneas defensivas, Boston se ahogaba abusando del triple. Los Bucks cumplían su objetivo de llegar vivos al séptimo partido. Invitado inesperado: Jabari Parker, Matthew Dellavedova (Bucks)
Se esperaba un séptimo partido muy tenso en el TD Garden, porque nadie quería finalizar la temporada quedando eliminado en la primera ronda. Sin embargo, sorprendía ver la soltura de ambos equipo tras el salto inicial. Cada uno en su estilo; Boston más colectivo y con mejor circulación de balón, y los Bucks más atascados y dependientes de Giannis Antetokounmpo. Claro que las primeras ventajas era locales porque Milwaukee también se mostraba suelto en defensa, permitiendo demasiado a un Al Horford muy activo. Tenía que despertar Thon Maker para provocar la primera reacción local. Una subida de intensidad defensiva, que llevaba a los Celtics a completar un parcial de veinte a dos em los cinco minutos finales del cuarto. Y suerte tenían los visitantes de que Eric Bledsoe mostraba carácter, aunque se ganase una técnica absurda, porque el segundo cuarto dejaba ver más o menos los mismos problemas defensivos (cada vez era más preocupante la incapacidad visitante para capturar los rebotes) en los de Wisconsin. En tres minutos el base completaba un parcial de trece a dos , que permitía a los Bucks respirar. Brad Stevens tenía clara la repuesta, volvían los titulares, entre Horford y Terry Rozier sacaban una renta de ocho puntos en poco tiempo. Joe Prunty tenía problemas para frenar el ataque local y la tercera falta de Bledsoe no ayudaba a solventar la situación. Rozier seguía mostrándose muy acertado y su ataque forzaba demasiado las situaciones. Boston aprovechaba para meter manos al balón y la diferencia local superaba los diez puntos. La únicas buenas noticias, para el cuadro visitante, eran el nivel de Jabari Parker y la lesión de Jaylen Brown. Así las cosas, ver al escolta local entrando y saliendo de los vestuarios tras el descanso, no tranquilizaba a Milwaukee. Pese a esas pruebas, el escolta no volvía a la pista y los Bucks salían muy centrados en recuperar los ocho puntos de desventaja. Su juego ofensivo iba mejorando de inicio, pero no tardaban en volver los malos hábitos. El pivot local continuaba haciendo un roto, sobre todo con el bloqueo y continuación, y la diferencia, que se había reducido hasta los tres puntos, aumentaba hasta la decena. El entrenador de Milwaukee intentaba encontrar soluciones, colocaba a la estrella griega de pivot. Así parecía mejorar el ataque y la defensa, pero llegaba el tiempo muerto local y se levantaba la intensidad defensiva de los Celtics. Por si no fuera suficiente, un triple de Marcus Morris, con falta de Antetokounmpo, levantaba a la afición. Eso pese a que el alero fallaba el tiro libre adicional, y es que la estrella visitante había cometido su cuarta falta personal. El griego continuaba en la pista, pero su presencia no impedía el despegue de Boston. Milwaukee había permitido a los de Massachusetts, trece canastas de dieciocho intentos durante el tercer cuarto, tenían que estar alividados de presentarse en el cuarto final a catorce puntos. Un cuarto donde los Bucks intentaban recuperar terreno con acciones individuales. Para los Celtics no era un problema, Morris y Aron Baynes se bastaban para capear el arreón inicial. Por encima, Antetokounmpo cometía su quinta falta, cargando con el hombro en una jugada al poste, y, pese a restar ocho minutos de partido, la afición local lo celebraba entusiastamente. Además, su base les daba más motivo de algarabía, con sus triples, para comenzar a cantar el Let´s go Celtics. La diferencia rozaba los veinte puntos y el cuadro visitante se apagaba, con el griego demasiado solo y cansado. Pese al último intento, realizado por Kris Middleton con dos triples, Boston cerraba la serie y esperaba la visita de los Sixers. Invitado inesperado: Marcus Morris, Semi Ojeleye, Aron Baynes (Celtics)
ELIMINATORIA CERRADA: CELTICS GANAN CUATRO A TRES
Como decía LeBron James en la previa del quinto partido de la serie, “cada partido es diferente”. Por eso, Cleveland sabía que no se podía confiar, era el momento de volver a ganar y dar un paso gigante para la clasificación. George Hill seguía de baja y José Calderón ocupaba su lugar. Ambos equiipo se mostraban muy serios de inicio pero, las primeras ventajas eran de os Pacers, gracias a la precipitación local. Comenzaban a entrar los suplentes y Victor Oladipo cometía su segunda falta personal. No se sentaba y la diferencia visitante alcanzaba las dos cifras, tenía que aparecer la estrella local para cerrar el cuarto con parcial de ocho a cero y dar tranquilidad al Quicken Loans Arena. Las cinco últimas canastas del cuarto, habían sido de la estrella local, por eso su descanso se alargaba en el segundo cuarto. Un descanso donde los banquillos mostraban dos formas de enfrentarse a la ausencia de los titulares, Indiana centraba su juego ofensivo en poderío interior y el cuadro local recurría a acciones individuales, en algunos casos sin dar un pase previo. Por suerte para los Cavaliers su nivel de acierto era enorme, y el partido se mantenía igualado. Se iban recomponiendo los quintetos iniciales, principalmente el local, y Nate McMillan dejaba en pista a varios suplentes, entre ellos un imparable Domantas Sabonis. La afición trataba de despertar a sus jugadores pero, no sería hasta los minutos finales, cuando Lebron aparecía en ataque, que se recobraba la esperanza local. Sin embargo, en esta ocasión, sus tres canastas seguidas no servían para acercar a su equipo. Los Pacers mandaban por siete puntos al llegar al descanso. El periodo de reflexión había convencido a Cleveland, de que tenía que crecer desde la defensa. Cuatro minutos tardaba Indiana en encontrar sus primeros puntos en el cuarto. Parecían sorprendidos por la intensidad local y, en defensa, se mostraban tiernos permitiendo a LeBron anotar en velocidad o encontrar en estático a Kyle Korver. Con cinco balones perdidos, en cinco minutos de juego, no parecía haber demasiadas opciones de victoria visitante. La ventaja de los Cavaliers superaba los diez puntos, pero el ataque de Indiana comenzaba a aprovechar los despiste en defensa de los de Ohio. Los nervios se extendían por la plantilla visitante e los Pacers veían, con alivio, como un triple de Lance Stephenson les permitía llegar al último cuarto con una diferencia menor de la decena de puntos. La importancia del partido, hacía que la estrella local no descansase en el inicio del cuarto final. Así Cleveland asentaba su juego, y LeBron podía descansar un par de minutos, antes de afrontar el reto final. Las estrellas de ambos equipos cargaban con la responsabilidad ofensiva; una generaba juego para sus compañeros, aunque muchas veces los pases se perdían por el camino, y el otro cargaba siempre buscando el aro. Lebron comenzaba a cansarse, y sus compañeros no acertaban, y Oladipo veía como le acompañaba su juego interior. La ventaja local se iba reduciendo a cada minuto y, restando medio minuto, Sabonis acertaba a empatar el partido. Lebron forzaba la jugada buscando generar algo para sus compañeros y perdía el balón por la línea de fondo. El turno era visitante, Oladipo gastaba la posesión, absurdamente, con Lebron enfrente. Buscaba penetar y se llevaba un tapón (ilegal porque el balón tocaba el tablero previamente). Los Cavaliers tenían tres segundos para evitar la prórroga. Lebron recibía en la línea de tres, nadie le presionaba y metía el triple sobre la bocina. Cleveland se ponía por delante en la eliminatoria, tres a dos. Invitado inesperado: Jeff Green (Cavaliers)
En Indiana tenían ganas de revancha tras el final del quinto partido. Los Cavaliers, por su parte, tenían que pensar en cómo era posible haber realizado una canasta en juego (el triple de la victoria) en los siete minutos finales del enfrentamiento. Ni medio minuto tardaban los locales en mostrar sus intenciones, Bojan Bogdanovic sujetaba por el cuello a Lebron James para evitar una bandeja. Los árbitros lo dejaban en una falta normal y el partido cogía ritmo poco a poco. Unos abrían ventaja con el tiro exterior, Kyle Korver y Jr Smith eran los protagonistas del acierto, y los otros respondían bajo el aro. El paso de los minutos dejaba una mayor actitud defensiva por parte local, y una mayor actividad de Victor Oladipo, LeBron comenzaba a ponerse nervioso. Volvían los tiradores visitantes a acertar, pero la estrella de los Pacers hacía de todo. Con doce puntos, en cinco minutos de juego, ponía a su equipo por delante al terminar el cuarto. La aparición en pista de los suplentes, traía ataques más trabajados. Rodney Hood y Lance Stephenson lideraban las antaciones, pero el bando local quien mantenía la ventaja al volver los titulares. Kevin Love se quejaba de su mano izquierda tras una mala caída, pero lo peor para los de Ohio estaba por venir. Su defensa se mostraba fría, falta de actividad, Stephenson y Domantas Sabonis se aprovechaban; la ventaja local llegaba a los dobles dígitos. LeBron lo intentaba todo y se llevaba un corte accidental cerca de su ojo izquierdo. Pese a a su esfuerzo, Indiana conservaba la distancia al descanso. Y la segunda parte comenzaba con la misma mala actitud defensiva visitante; en ochenta segundos llegaba un cinco a cero de parcial y el tiempo muerto de Tyronn Lue. Sin embargo, el escenario no se alteraba. Los Pacers se mostraban mucho más agresivos, Love se llevaba un codazo involuntario de Myles Turner y parecía cuestión de tiempo que el partido se rompiese. Y no tardaba en llegar un nuevo tirón local, todo balón dividido era local y el balance defensivo de los Cavaliers comenzaba a sufrir; la diferencia llegaba a los veinte puntos. Jeff Green se aliaba con Lebron para reducir la desventaja de Cleveland, pero Nate McMillan recomponía a su equipo. Nuevamente Oladipo comandaba el despertar local, Tristan Thompson se encaraba con Stephenson y, una falta sin balón de Lebron al sexto hombre de los Pacers, permitía a los locales dejar el partido casi resuelto para el cuarto final. Los Cavaliers tardarían cuatro minutos en aceptar, que la eliminatoria se resolvería en el séptimo partido. Invitado inesperado: Lance Stephenson, Domantas Sabonis (Pacers)
Como siempre, en un séptimo partido, hay que proporcionar una sorpresa a tú rival. La apuesta de Tyronn Lue, de poner a Tristan Thompson y jugar sin base, era como recordar a sus jugadores otros tiempos más felices donde Cleveland, con esfuerzo, lo ganaba casi todo. En el Quickens Loans Arena resonaba el O Fortuna del Carmina Burana, al fin y al cabo se trataba de sobrevivir. Por eso no sorprendía ver muchos errores en el arranque. El más acertado era LeBron James y, como además los Pacers no lograban cerrar el rebote defensivo, las primeras ventajas eran locales. Los nervios de Indiana no se frenaban hasta el quinto minuto del partido, cuando llegaba su primera canasta en juego. Hasta entonces sólo habían conseguido danotar dos tiros libres. Los Cavaliers, mientras tanto, iban cogiendo soltura en su juego ofensivo. La ventaja local se acercaba a los diez puntos, cuando llegaba la reacción visitante, buscando más el aro. Sin embargo, la constante actividad de Thompson, y la buena circulación de balón local, mantenían las diferencias. Ni la aparición de Lance Stephenson para dejar huella en el partido, con un triple para la esperanza y un coscorrón a James, evitaba que los Pacers tuviesen una desventaj de una docena de puntos tras el primer cuarto. Pasar por los banquillos, no cambiaba el panorama. Otra vez el ataque visitante colapsaba y Cleveland se podía permitir tener a LeBron descansando en pista. Tenía que aparecer Oladipo para, con su agresividad, realizar un diez a cero de parcial en tres minutos. El partido se apretaba y Tyronn Lue daba alivio al ataque local situando a LeBron distribuyendo desde el poste. Pese a los intentos de Darren Collison, los Cavaliers volvían a manejar una ventaja de más de diez puntos al descanso. Con el cambio de campo, parecía que si se alteraba el destino del partido. Ahora era Cleveland, quien se pasaba los tres minutos iniciales con dos tiros libres como única anotación. La buena defensa de Indiana, y un Oladipo imparable, eran los responsables otro parcial de nueve a dos. Nuevamente la estrella local se ponía a jugar en el poste bajo, pero esta vez había más agresividad en la defensa visitante. Los nervios se liberaban con ligeras protestas y los Pacers se ponían por delante en el marcador. Lue apostaba por la seriedad de George Hill para dar nuevos aires ofensivos aun equipo desnortado. Además, los Cavaliers igualaban intensidad visitante y Collison se desesperaba con la diferencia de criterio y se ganaba una técnica por una ligera protesta. En el juego, las estrellas de ambos equipos tomaban la responsabilidad, pero se veía a un LeBron cansado que hasta hacía flopping para provocar una falta. Restando un minuto para terminar el cuarto, la estrella local se iba a los vestuarios. El público de Ohio temía que, sin su presencia, los dos puntos de ventaja fuesen una miseria. Sin embargo, la buena defensa de su eqipo alentaba a creer. Además, LeBron volvía al banquillo y Kevin Love aparecía para dar un colchón a su equipo de ocho puntos. Nate McMillan reactivaba a su equipo, quintando la timidez que le asolaba. El ídolo local volvía a la pista restando ocho minutos y la emoción se disparaba entre su afición. Las faltas comenzaban a ser un problema para los pivots de Indiana y, como Love seguía acertado, y George Hill acompañaba, LeBron no tenía que forzar. Para mayor desgracia visitante, Myles Turner cometía su sexta falta en un rebote ofensivo. Cleveland seguía disfrutntando de una ventaja cómoda porque, o a Bogdanovic se le caía un balón por falta de atención, o collison no acertaba con un triple solitario desde la esquina. Sólo Oladipo, buscando el aro sin pensar, conseguía poner a los Pacers a cuatro puntos ,entrando en el minuto final. El partido lo iba a resolver LeBron, jugando sin balón, tras una gran asistencia de Kyle Korver. Con el partido a seis puntos, Indiana se obsesionaba con los triples y los Cavaliers hacían las maletas para viajar a Toronto. Invitado inesperado: George Hill (Cavaliers)
ELIMINATORIA CERRADA: CAVALIERS GANAN CUATRO A TRES
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