Se acabó la alegría y la diversión. El Eurobasket comenzó para España en el cuarto partido del torneo. Croacia se presentaba como la primera prueba exigente y cumplió con creces este papel. Muy dura oposición de un equipo que nada tenía que ver con las tres peritas en dulce que se habían medido a los de Scariolo por el momento. Las exhibiciones y los recitales dieron paso a un duro trabajo y un sufrimiento considerable porque los croatas lo exigieron hasta el último momento. Ya no había superioridad clamorosa en el juego interior ni se podía correr al gusto pero España salió viva de la trampa táctica que le tendió la selección croata y demostró que también sabe competir en partidos perros y disputados. Hacía falta una prueba de competición y padecimientos para calibrar el nivel real de la selección española. Ya ha comprobado que no puede dormirse en los inicios de partido ni confiar a que el talento resuelva cualquier ataque estático. Los rivales más duros no admiten concesiones ni despistes. Mejor saberlo ahora que encontrarlo de primeras en un cruce a cara de perro. El triunfo ante Croacia supone el liderato asegurado pero España ya es consciente que a partir de ahora empieza el Eurobasket.
EL PARTIDO DE ESPAÑA:
Croacia 73 – España 79: El Eurobasket de verdad comenzaba para España. Tras los tres paseos triunfales con recital y exhibición ante rivales menores llegaba la primera prueba exigente. Croacia no tardó en hacérselo saber. España salió un poco falta de intensidad y movilidad, como le pasó ante Rumanía pero los croatas nada tenían que ver con los amiguetes rumanos. No tuvo que hacer un juego deslumbrante. Le bastó con seriedad atrás, cerrando los caminos en el poste bajo, y con paciencia para encontrar buenos tiros. El atasco ofensivo de parco gonfiabili los jugadores españoles era considerable, no eran capaces de anotar. Scariolo tuvo que parar el partido a los cinco minutos cuando el parcial de inicio llegaba a 1-10. Despertaron sus jugadores aunque el acierto de Simon mantuvo una buena ventaja para los croatas durante unos momentos. El tiro exterior sería el salvavidas. Tres triples seguidos acabaron con los problemas en ataque de la selección española. San Emeterio acudió como revulsivo providencial para reducir la desventaja. La defensa empezó a crecer con el paso de los minutos. Croacia encontró los primeros problemas porque el banquillo no aportaba. Aunque pareciera impensable minutos antes España conseguía acabar el primer cuarto por delante. El camino se encontraba despejado (20-24, min 11) pero a España le faltó constancia para abrir una seria brecha como en los partidos anteriores. Dos triples seguidos de Popovic volvían a igualar el marcador. Era evidente que el partido no iba a resultar cómodo. España no sacaba tanto provecho en el juego anterior como ante los rivales de fogueo. Bender y Saric se colocaban rápidamente bajo el aro y no facilitaban que los pivots pudieran levantarse. De hecho este último creó problemas todo el partido. Le sobra el talento y la facilidad para conseguir los rebotes. España hubo de dar otra vuelta de tuerca a su defensa. Este partido no se ganaría con florituras sino bajando al barro. En eso los hombres de Scariolo también destacan. Aparecieron brazos por todas partes para convertir el camino al aro en un trayecto lleno de espinas. Los robos de balón otorgaron confianza para atacar con mayor seguridad. Parcial de 0-10 que podía significar el inicio del despegue (28-38, min 19) pero Croacia se escapó viva. Dos rebotes ofensivos acabaron en canastas de Simon y Zoric que redujeron los daños al descanso.
Fuente: 20minutos.es
Croacia plantó una zona en la que flotaba a Ricky con descaro. Ricky obsequió con una sonrisa irónica a Aza Petrovic en cada acierto pero la acumulación de hombres en la zona consiguió que Eapaña volviera a encontrar apuros para meter el balón dentro. Las buenas noticias para Croacia no quedaban ahí. Bogdanovic, que se marchó al descanso sin anotar y anulado por Ricky, apareció en todo su esplendor para anotar desde la línea de tres. Las rachas del alero croata suponen siempre un problema porque cuesta mucho frenarlas. Los problemas se amontonaban. Saric (18 puntos, 13 rebotes, 5 asistencias, 27 de valoración) seguía aportando en todo. Zoric apareció como factor sorpresa para complicar la vida a los pivots españoles. Croacia daba la vuelta al partido (54-50, min 29) y ponía a prueba la fortaleza mental de España en situaciones complicadas, algo que todavía no había afrontado en este Eurobasket. La respuesta fue magnífica. Scariolo confió en los hombres del banquillo y estos demostraron que son dignos de confianza. Juancho Hernangómez siempre apareció oportuno en los momentos difíciles. Oriola se fajó con los pivots croatas. Jugadores de trabajo y coraje para un partido perro, de sudor y poco brillo. Croacia también respondía al desafío para mantenerse aferrada. Marcador corto y diferencia exigua pero España mantenía todas sus opciones cuando regresaron los titulares. El partido estaba para decidirse por detalles. Un simple golpe de timón o una genialidad podían bastar. Sergio Rodríguez opositó a héroe con cinco puntos seguidos. La ventaja de cinco puntos a minuto y medio del final suponía oro en un partido tan cerrado pero el arbitraje reclamó su cuota de protagonismo con una decisión delirante. Saric comete falta clara sobre Pau Gasol que pide falta personal. Se llevó una técnica que se sumó a otra de regalo para Scariolo. Protagonismo exarcebado que no venía a cuento. Saric anotó los cuatro tiros libres y Croacia contó con posesión para ponerse por delante. Ni con dos rebotes ofensivos lo consiguió. Bogdanovic perdió el balón y España pudo respirar por un momento. El siguiente ataque era importantísimo, vital anotar. No fue un ataque fluido, costó encontrar una oportunidad de tiro hasta que Sergio Rodríguez se quedó a cinco metros del aro, defendido con la mirada por Popovic. El Chacho volvió a anotar una de esas canastas que se celebran como si fuera un triunfo. Sólo hacía falta una defensa pero Bogdanovic apenas tardó unos segundos en anotar una bandeja con toda comodidad. El alero cometió personal sobre Ricky tras el tiempo muerto de Scariolo. Croacia quería la posesión y tampoco daba mucho crédito a la muñeca de Ricky pero el base de El Masnou no falló. Bogdanovic volvió a repetir la operación. Otra bandeja sencilla sin que nadie se interpusiera en la zona. Turno para San Emeterio en el tiro libre. Otros dos a la saca. Bogdanovic volvió a intentar lo mismo, una bandeja lanzándose como loco hacia el aro español. Esta vez Juancho estaba esperando. Tapón de artesanía para decidir el partido. Los tiros libres permitieron certificar un triunfo muy sufrido. La sinfonía de los primeros partidos dio paso a la realidad. Llegaba el esfuerzo y sudor que cuestan los títulos. Ya lo ha podido recordar antes de los cruces a vida o muerte.
Fuente: antena3.com
EL RESTO DE LA JORNADA:
GRUPO A:
Eslovenia comenzó dominando cómodamente gracias al tiro exterior hasta que a la mitad del primer cuarto sufrió una de sus habituales desconexiones que le complica las cosas. Palsson había conseguido que su equipo mantuviera el tipo pero fue Hermannsson (18 puntos, 5 rebotes, 5 robos, 4 asistencias, 24 de valoración) quien lideró un parcial de 12-2 que puso por delante a Islandia (25-20, min 9). Doncic estaba peleado con el aro y fallaba más de la cuenta, lo que suponía un problema para el ataque esloveno. Pero este escenario cambió en cuanto Dragic se puso serio. El líder se puso al frente de una avalancha que se llevó por delante a los islandeses. También es cierto que dieron todas las facilidades del mundo en defensa, como de costumbre. No le hizo falta mucha ayuda a Dragic (21 puntos, 4 asistencias, 4 rebotes, 3 robos, 24 de valoración) que demolió en unos minutos frenéticos a Islandia. 37 puntos anotados por Eslovenia en el segundo cuarto que destrozaron el encuentro (43-60, min 20). La cuestión era en qué momento llegaría el desplome definitivo de Islandia en la segunda mitad. Tras unos minutos iniciales en los que Eslovenia jugó a medio gas llegó un arreón que produjo lo inevitable. 0-12 de parcial que ponía la diferencia por encima de los 30 puntos y dejaba el último cuarto a expensas del correcalles y juego anárquico que propone Islandia. Doncic (13 puntos, 7 rebotes, 3 asistencias, 19 de valoración) encontró el acierto que se le negó en la primera mitad. Blazic (15 puntos, 3 rebotes, 17 de valoración) y Prepelic (14 puntos, 4 rebotes, 18 de valoración) se pusieron morados a anotar en un último cuarto sin ningún atractivo. 75-102 en la parada y fonda que supone Islandia para todos sus rivales.
Fuente: levante-emv.com
Francia jugó con fuego y le faltó poco para quemarse. Polonia estuvo mucho más metida en el partido durante la primera parte. Pilló por sorpresa a una selección gala falta de ideas y con poca fluidez en ataque. En cambio Polonia disfrutaba del acierto de sus dos estiletes, Ponitka y Waczynski, para dominar con comodidad. Se esperaba la reacción francesa pero no llegaba. El juego interior no funcionaba y tampoco aparecían alternativas. Ni siquiera Fournier y De Colo estaban acertados. La torrija era monumental. Sokolowski aprovechó unos minutos de inspiración para hurgar más en la herida y aumentar la diferencia por encima de los diez puntos. En un momento así se daba el balón a Parker para que solucionara el problema pero Parker ya no está. Francia llegaba al descanso dando una imagen muy pobre pero al menos no había sufrido daños irreparables (34-26, min 20). Salió de vestuarios más centrada, reduciendo la diferencia con una mejor defensa y un partido más físico pero tres triples seguidos de Polonia le pusieron doce arriba y los franceses se encontraban con una situación aún más complicada. Tuvo que echar mano de oficio y garra para solucionar el problema. Diaw (13 puntos, 4 rebotes, 16 de valoración) tiró de experiencia y galones para transmitir calma y ofrecer soluciones. Heurtel apareció al final del tercer cuarto para dejar la diferencia en la nada. Su último periodo resultaría crucial. Su frenesí tendente a la anarquía volvió loca a la defensa de Polonia. Además el base estaba infalible. Su talento fue decisivo para dar la vuelta al partido en los minutos finales y entregar la victoria a Francia por 75-78. De buena se libró el equipo de Collet, se pudo complicar mucho la vida. Es el segundo partido que se le escapa de las manos a Polonia y es posible que lo acabe lamentando.
Fuente: thejnotes.com
A quien le va todo rodado es a Finlandia. Sigue montado en una nube, llena de euforia. Una Grecia necesitada de triunfos sufrió un auténtico vendaval en los primeros minutos. Finlandia anotaba en cada jugada, pasaba como un avión a un rival que ni veía a los fineses. Demasiado tardó Missas en pedir tiempo muerto. El 3-16 ya suponía un marcador muy peligroso. Grecia reaccionó tras el parón pero Salin se encargó que los helenos no se acercaran demasiado. Finlandia mantuvo a raya a Grecia con demasiada sencillez. Los dos líderes, Markkanen y Koponen, tuvieron la inspiración necesaria para conservar la diferencia por encima de los diez puntos. Incluso los finlandeses ganaban la lucha por el rebote pese a su juego interior no es una maravilla. El fracaso de los pivots griegos en este Eurobasket está siendo estrepitoso. Peor le iría las cosas a Grecia tras el descanso. Koponen (24 puntos, 6 rebotes, 25 de valoración) no dejaba de anotar para desesperación de la defensa griega que seguía sin enterarse de nada. Koponen volvía a ejercer de líder, el papel que desempeñaba en este equipo hasta la llegada de Markkanen. Hasta el final del tercer cuarto, cuando iba ya veinte abajo, no reaccionó Grecia. Los suplentes le echaron coraje para intentar un imposible con una férrea defensa que logró desconcentrar a Finlandia. Incluso bajaron de los diez puntos pero con Markkanen (17 puntos, 6 rebotes, 16 de valoración) tuvieron que topar. Sacó de apuros a su equipo y frenó la reacción griega. El Hermanísimo Thanasis (17 puntos, 3 rebotes, 16 de valoración) estuvo demasiado solo en los últimos minutos y su esfuerzo acabó neutralizado por los puntos de Markkanen. Finlandia suma una nueva víctima ilustre tras vencer 77-89. Grecia se juega la clasificación contra Polonia. Ahora es un salto sin red.
Fuente: ekathimerini.com
Clasificación: 1º Eslovenia (4-0), 2º Finlandia (3-1), 3º Francia (3-1), 4º Grecia (1-3), 5º Polonia (1-3), 6º Islandia (0-4).
Próxima jornada: Eslovenia-Francia, Grecia-Polonia, Finlandia-Islandia.
GRUPO B:
Un parcial de inicio de 2-9 avisó de las intenciones de Lituania de resolver el partido cuanto antes. Ucrania reaccionó rápido pero no se haría esperar un golpe aún más rotundo de los lituanos que volcaban el juego sobre Valanciunas (22 puntos, 14 rebotes, 29 de valoración) que no tenía rival en la zona. El parcial de 2-16 prácticamente rompía el partido antes de acabar el primer cuarto (10-27, min 10) pero Ucrania aún guardaba una carta en la manga. La salida a pista de Pustovyi supuso un cambio radical en el encuentro. El pivot ucraniano supero cuando y como quiso a la defensa lituana. Una clase magistral sobre el puesto de pivot que devolvió a Ucrania al partido tras un parcial de 14-2. 12 de los primeros 14 puntos de su selección en el segundo cuarto fueron obra suya. Adomaitis puso de nuevo en pista a Valanciunas para acabar con el roto que estaba haciendo Pustovyi. El duelo entre las dos torres fue fascinante pero la diferencia la marcó el juego exterior. Los triples devolvieron la tranquilidad a Lituania que volvía a marcharse en el marcador al descanso. No daría opción en el tercer cuarto. Una buena defensa que bloqueó a Ucrania acabó con cualquier puerta a la esperanza. Valanciunas y Kuzminskas (17 puntos) pusieron lo demás para sentenciar el partido. El parcial de 4-13 de salida finiquitaba el choque. Pustovyi (29 puntos, 8 rebotes, 35 de valoración) seguía haciendo de las suyas pero estaba más solo que la una. Los triples permitieron a los lituanos tomarse con mucha tranquilidad el último cuarto. Incluso superaron los 30 puntos de ventaja en los últimos instantes. 62-94 para Lituania en un partido muy tranquilo para los de Adomaitis. La derrota aún no descarta a Ucrania que conserva opciones de clasificación.
Fuente: 112.internacional
Alemania e Italia ocasionaron más de un dolor de cabeza a los espectadores puesto que el partido fue malo de solemnidad. Incluso se podría decir que fue un clinic de antibaloncesto. Estaba claro que el partido lo ganaría el menos malo. Italia sólo lo fue durante el primer cuarto, cuando Alemania aún no había planteado en condiciones el partido y se dedicó a tirar desde fuera más de la cuenta cuando por dentro podía hacer mucho daño a un juego interior rival que no anda sobrado de recursos. Hasta el descanso todo fue una sucesión de errores y malos tiros que llevaban a la igualdad a la fuerza porque anotar costaba un mundo. Más por la incapacidad de ambos que por la defensa (29-29, min 20). En la segunda mitad se agudizaron los problemas ofensivos de Italia, volcada en el triple otro partido más. Los de Messina se hincharon a desperdiciar tiros de tres. Belinelli tiró todo lo que le llegaba pero fallaba más que una escopeta de feria. Datome tampoco estuvo fino. En cambio Voigtmann (12 puntos, 7 rebotes, 5 asistencias, 22 de valoración) tuvo la inspiración necesaria para adelantar a Alemania en el tercer cuarto. Los germanos consiguieron una pequeña brecha pero casi suficiente vistas las dificultades para anotar de su rival. Sólo Filloy (15 puntos), la gran sorpresa de este torneo en el cuadro italiano, tuvo acierto en el equipo de Messina y no es un jugador que vaya a ganar partidos. Sí lo es Schröder (17 puntos, 4 asistencias) que resultó providencial en el último cuarto. Sus acciones individuales acabaron tumbando a un rival que se inmoló desde el tiro de tres. Alemania acabó siendo menos mala y venció 55-61. Marcador para derretirse, vamos.
Fuente: ajc.com
La agónica victoria ante Alemania espoleó a Israel que supo aprovechar los problemas de consistencia de Georgia en la primera mitad. Howell (19 puntos, 4 rebotes, 20 de valoración) ganaba la partida a los pivots georgianos. ¿Será posible que Israel haya encontrado al fin un pivot de garantías? Mekel controlaba el ritmo de juego y superaba en la dirección a un Dixon más individualista. Mekel ha recuperado su mejor nivel tras dos años muy oscuros. La ventaja de Israel rondaba los diez puntos con mucha frecuencia. Georgia se mantenía con vida gracias a Shengelia (25 puntos, 19 rebotes, 4 asistencias, 32 de valoración) que volvió a tirar del carro. También tuvo la fortuna que el tiro exterior no funcionaba mal y podía echar una mano al ala-pivot de Baskonia para mantener con vida a Georgia al descanso (49-43, min 20). No cambió la dinámica tras el intermedio. Israel seguía controlando el ritmo del partido. Mekel (23 puntos, 5 asistencias, 21 de valoración) anotaba y dirigía con una facilidad pasmosa. Eliyahu (14 puntos, 6 asistencias, 4 rebotes, 23 de valoración) libraba un duelo muy interesante con Shengelia que seguía siendo la referencia georgiana. Ni siquiera se podía permitir un momento de respiro en el banquillo, resultaba fundamental para seguir haciendo la goma. Resistir para vencer. La obstinación encontró premio en el último cuarto. El juego imprevisible de los georgianos surtió efecto en los últimos minutos. Las acciones individuales de Dixon (18 puntos, 7 asistencias, 19 de valoración) lograron dar la vuelta al marcador. El final se presentaba de infarto porque las alternativas eran constantes. Un triple de Dixon puso dos arriba a Georgia a falta de once segundos. Sólo necesitaba una defensa más para que tuviera éxito la remontada. Último ataque polémico. Georgia pidió falta pero los árbitros como si oyeran llover. Casspi (16 puntos, 6 rebotes, 4 asistencias, 16 de valoración) se la jugó, como no podía ser de otra forma en el equipo israelí, y logró forzar la prórroga. Un golpe que, sin embargo, no afectaría a la moral de Georgia que barrió en la prórroga, sacando de la pista a un rival que llegó sin gasolina al tiempo extra. El 91-104 supuso un duro castigo para Israel que pierde todas sus opciones de clasificarse.
Fuente: altaspulsaciones.com
Clasificación: 1º Lituania (3-1), 2º Alemania (3-1), 3º Italia (2-2), 4º Georgia (2-2), 5º Israel (1-3), 6º Ucrania (1-3).
Próxima jornada: Alemania-Lituania, Georgia-Italia, Israel-Ucrania.
GRUPO C:
La República Checa sólo fue capaz de ofrecer resistencia durante los primeros minutos de encuentro. No tardó Montenegro en castigar el gran punto débil checo, el juego interior. Vucevic (17 puntos, 14 rebotes, 30 de valoración) hizo trizas la débil resistencia de los pivots rivales, demasiados endebles para frenar a un pivot de importancia en la NBA. La entrada de Dubljevic dio continuidad al dominio incontestable de Montenegro por dentro. Suficiente tuvo la República Checa con hacer la goma durante casi todo el primer tiempo. Satoransky (13 puntos, 11 rebotes, 4 robos, 25 de valoración) y Auda trataban de mantener a los checos en el partido pero el final del segundo cuarto condenó a su equipo. Montenegro pegó un tirón que dejó el encuentro encarrilado al descanso (34-49, min 20). La República Checa buscó el tiro exterior como revulsivo en el tercer cuarto. Lo que consiguió fue desencadenar una lluvia de triples que le acabó perjudicando. Montenegro estuvo sorprendentemente fiable en el tiro de tres, una faceta en la que suele sufrir pero que le dio la llave para destrozar el choque. Pavlicevic (13 puntos, 5 rebotes, 17 de valoración) ya había demostrado otros partidos que tiene buena mano pero Sehovic también se destapó desde el perímetro para disparar a Montenegro en el marcador. La diferencia superaba ampliamente los veinte puntos a mitad del tercer cuarto para dejar decidido el partido. Le esperaba a los checos la triste tarea de maquillar una dura derrota. Logró reducir la diferencia en el último cuarto pero el 75-88 final no supone ningún consuelo para un equipo que saldrá del torneo por la puerta de atrás.
Fuente: piratasdelbasket.net
La debilidad de Rumanía suele invitar a una relajación excesiva en los primeros minutos. Hungría se echó una buena siesta que aprovecharon los anfitriones para llevar el peso del partido en los instantes iniciales. Como de costumbre, Moldeveanu llevó las riendas del ataque rumano que estaba tan suelto como en el primer cuarto ante España. Pero como también resulta habitual no tardó en llegar el bajón en cuanto Hanga y Vojvoda se empeñaron en cortar la alegría rumana. Un parcial de 0-9 cambió las tornas (15-23, min 11) pero Rumanía no se despeñó a diferencia de los partidos anteriores. Encontró un anotador fiable en la figura de Mandache (24 puntos, 2 rebotes, 2 robos, 21 de valoración) que logró mantener con vida a Rumanía al descanso. Todo un hito para un equipo tan endeble. El tercer cuarto siguió el mismo guión. Hanga (25 puntos, 6 rebotes) no encontraba oposición en la defensa rival. Vojvoda (26 puntos, 4 rebotes, 4 asistencias, 24 de valoración), como de costumbre, tiró hasta las zapatillas pero esta vez estuvo más acertado. Sin embargo, Hungría no conseguía romper el partido. Rumanía efectuó una férrea resistencia gracias a que no le abandonaba el acierto a Mandache. Siempre estuvo aferrado para satisfacción de la afición rumana. Por una vez su equipo llegaba a los minutos finales con opciones de triunfo. Quedó en un bonito sueño. Hanga se encargó de matar su esperanza en los momentos decisivos y evitar un sonrojo para los magiares. 71-80 que certifica el pase de Hungría a octavos de final.
Fuente: blogdebasket.com
Clasificación: 1º España (4-0), 2º Croacia (3-1), 3º Montenegro (2-2), 4º Hungría (2-2), 5º República Checa (1-3), 6º Rumanía (0-4).
Próxima jornada: República Checa-Croacia, España-Hungría, Montenegro-Rumanía.
GRUPO D:
Rusia y Letonia disputaban uno de los duelos en busca del liderato del grupo. Había motivos sobrados para tener esperanzas de ver un partido de calidad pero el primer cuarto no dejó un buen regusto. Muchos errores, escaso acierto, un ritmo demasiado lento. No le venía nada mal a Rusia que logró tender una tela de araña que atrapó al conjunto letón. Porzingis cayó en la emboscada. Bien defendido y con grandes apuros para lidiar con Mozgov (16 puntos, 6 rebotes, 17 de valoración), típico pivot fuerte y rocoso que siempre crea apuros. Shved (21 puntos, 6 asistencias) también se lució para aumentar los nervios de Letonia, poco dada a moverse en estas tramas tácticas. Con Strelnieks desaparecido, el control del juego era completamente ruso. Un partido muy serio de Rusia que dominaba al descanso con claridad y merecimiento (44-34, min 20). Con Porzingis bien cubierto necesitaba sacar Letonia otro conejo de la chistera. Le sobran recursos a un equipo con un futuro muy prometedor. No aparecía su estrella pero sí lo hizo uno de los escuderos. Timma (22 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias, 3 robos, 27 de valoración) actuó como factor sorpresa que desestabilizó la defensa rusa. Atrás, Letonia subió la intensidad para atar de pies y manos el ataque rival. A Rusia se le fundieron los plomos, sólo fue capaz de anotar ocho puntos en el tercer cuarto. Letonia igualaba al final del periodo pero no se detuvo ahí. Pasó por encima de un equipo que se derrumbó por completo. A Shved se le fue la cabeza y empezó a jugarse malos tiros o sin venir a cuento. La defensa rusa desapareció. Letonia sacó el rodillo para echar a gorrazos del encuentro a Rusia, totalmente superada y arrollada. Así las gasta Letonia. Físico y talento a raudales, para exportar. 69-84 tras una segunda mitad magistral de los letones que le colocan en la cabeza del grupo.
Fuente: piratasdelbasket.net
Serbia tardó unos minutos en imponer su autoridad a Gran Bretaña. Djordjevic decidió dar más tiempo a Stimac, tenía que aprovechar que era el partido más cómodo sobre el papel. El pivot serbio hizo estragos dentro de la zona británica y lideró un parcial de 3-12 al final del primer cuarto que otorgaba la primera ventaja seria del encuentro (14-25, min 10). Gran Bretaña jugaba a tirones. Conseguía aguantar haciendo la goma pero Serbia nunca perdió la calma. Los jugadores interiores se bastaban para mantener una ventaja cómoda, sin permitir que su rival llegara a inquietar. Un arranque fulgurante en el tercer cuarto bastó para romper el partido. 0-10 de salida con Bogdanovic (18 puntos, 7 rebotes, 7 asistencias, 5 robos, 26 de valoración) sembrando el pánico y Serbia se pudo dedicar a tomarse el encuentro con más calma (38-57, min 23). No se rindió Gran Bretaña. Recurrió a las acciones individuales de Okereafor (17 puntos, 4 rebotes, 4 asistencias, 20 de valoración) para acercarse a la barrera psicológica de los diez puntos pero cada tirón serbio suponía una dura prueba mental. No iba a poder aguantar todo el tiempo la selección británica. Al final el peso del talento de Bogdanovic marcó la diferencia. Serbia siempre tuvo controlado el partido ante un rival voluntarioso pero sensiblemente inferior que terminó cediendo por 68-82.
Fuente: hoopsfix.com
No va más para Turquía y Bélgica que se jugaban el pase a octavos en este partido. El que perdiera ya podía ir pensando en hacer las maletas. Turquía salió muy mentalizada, sabía lo que había en juego. Su inicio de partido fue impecable, anotando cada vez que tiraba. Hasta el undécimo lanzamiento no llegó el primer error del equipo otomano, impulsado por el acierto de Mahmutoglou que sigue en estado de gracia (21-10, min 10). Erden se sentía fuerte ante un juego interior con mucha carencias. Los únicos ataques que no anotaba Turquía eran en los que perdía el balón. Sin embargo este comienzo idílico se truncó con un segundo cuarto que no empezó nada bien. Esta Turquía mermada es un equipo imprevisible que sufre con frecuencia bajones acusados. El 2-12 que encajó metía de nuevo en el partido a los belgas. Tocaba remar de nuevo. Pero cuando mejor lo tenía la que salió del partido de buenas a primeras fue Bélgica. Comenzó a perder balones y los jugadores turcos castigaron al contraataque los errores rivales. Korkmaz tomó las riendas en la anotación y lideró un parcial de 17-4 que suponía un golpe muy importante para el encuentro. O eso parecía porque a Turquía se le fue el control de las manos de nuevo. Los triples de Van Rossom desataron los nervios en los jugadores turcos. La mayoría acusaron la falta de experiencia y protagonismo en sus equipos. Turquía no transmitía seguridad alguna, sus apagones eran numerosos. Bélgica logró dar la vuelta al partido en el tercer cuarto y el drama empezó a flotar sobre Estambul. Muchos nervios, nulo control del juego. Dos equipos al borde de la histeria y aplastados por la presión y la responsabilidad. Turquía acabaría teniendo mayor cuajo y algo más de recursos para salir airosa. Dos triples aliviaron la tensión en los últimos minutos (67-60, min 36). Bélgica se vino abajo ante la presión de la grada y la mayor confianza que había adquirido su rival. Encajó un 13-0 de parcial que sentenció el partido. Turquía sale de un buen apuro tras vencer 78-65 que vale la clasificación para octavos de final.
Fuente: piratasdelbasket.net
Clasificación: 1º Letonia (3-1), 2º Serbia (3-1), 3º Rusia (3-1), 4º Turquía (2-2), 5º Bélgica (1-3), 6º Gran Bretaña (0-4).
Próxima jornada: Rusia-Gran Bretaña, Bélgica-Serbia, Letonia-Turquía.
Y DIGO YO…:
- España disputó su partido número mil ante Croacia. Un rival ilustre, partido muy disputado y victoria para celebrar una cifra tan redonda y rotunda. Hasta el partido milenario la selección española ha atravesado un camino muy largo y pedregoso durante muchos años de intrascendencia o mediocridad. Todo para llegar al presente floreciente que disfruta en la actualidad. Mirando la vista atrás en el baloncesto español, ¡cómo hemos cambiado!
- La doble técnica que pitaron los árbitros a España a falta de minuto y medio entra por derecho propio en la antología de los disparates. Antes se rellenaba con mucha mayor facilidad. Si algo se ha ganado este equipo es la admiración y el respeto de todos, incluido el estamento arbitral. Por ejemplo, estoy seguro que la falta que pitaron a Sergio Rodríguez ante Australia en el partido por el bronce en Río no la hubieran pitado bajo ningún concepto 15 años antes. Hacía mucho que nadie se atrevía a cometer una desfachatez arbitral.
- Con el liderato de grupo asegurado todo hace indicar que el rival será Turquía en Estambul. Más que el rival, que no guarda demasiado peligro, provoca escalofríos el ambiente que se encontrará en la ciudad turca, siempre intimidante para rivales y árbitros. Después del partido contra Croacia cualquiera se fía aunque España es muy superior a una Turquía muy mermada.
- Aún queda mucho Eurobasket por delante pero estamos posiblemente ante nuevos tiempos en el baloncesto europeo. Selecciones habituales en la lucha por las medallas, como Francia o Grecia, muestran una cuesta abajo evidente mientras comienzan a emerger equipos (Eslovenia, Letonia, Finlandia) dispuestos a cambiar el orden establecido. Quizá Estambul sea el comienzo de un futuro que está al llegar.
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