Un Eurobasket con tantas ausencias da la oportunidad de seguir a nuevos referentes que deben tomar el relevo al grueso de las grandes figuras del presente. Es una ocasión perfecta para que los jóvenes se muestren a estar dispuestos a dar el salto de calidad ocupando roles de responsabilidad en sus selecciones. En apenas tres jornadas ya hemos podido disfrutar con un ramillete de jóvenes prodigios que cuentan con todo para ser importantes, incluso más allá de Europa. Algunos casos ya eran muy conocidos. Porzingis llegaba con la vitola de estrella en la NBA y no está defraudando. Una combinación de físico y fundamentos que le convierten en el prototipo de jugador en un futuro cercano. Estambul está presenciando los recitales de uno de los símbolos de la NBA en los próximos años. Quedan lejos ya los abucheos con los que reaccionaron los seguidores de los Knicks la elección de Porzingis en el cuarto puesto del Draft de 2015. De Luka Doncic se lleva hablando largo y tendido mucho tiempo como otro de los jugadores que marcarán el futuro del baloncesto. Tras dos partidos sin alardes, Doncic ofreció su primer gran partido a nivel internacional con gonfiabili Eslovenia, resultando fundamental para derrotar a Grecia. No tardará en compartir los galones con Goran Dragic. Otros ejemplos han sido agradables descubrimientos. Markkanen está sorprendiendo con sus actuaciones con la camiseta de Finlandia. Un ala-pivot con un talento y unos movimientos que justifican la confianza que ha depositado los Bulls en la nueva joya finesa. Los hermanos Hernangómez ya tienen pedigrí NBA pero su evolución en el año que han pasado en Estados Unidos supera todas las expectativas. Sus minutos en pista son puro espectáculo dentro del engranaje de una España que roza la perfección. No tardarán en cobrar más relevancia en sus equipos. Sin duda, una lista de jóvenes prodigios para deleitarse con detenimiento.

EL PARTIDO DE ESPAÑA:

España 91 – Rumanía 50: Tras las dos exhibiciones de los dos primeros partidos el duelo ante Rumanía suponía una parada en fonda. El anfitrión del grupo C era el rival más débil con diferencia, que ya es decir en un grupo tan cómodo. Scariolo lo vio tan claro que decidió reservar a Pau Gasol. No era necesario para un partido como este. También reservaría a Abrines, tocado tras recibir un golpe contra la República Checa. Tres triples en los primeros minutos apuntaban a que el desenlace podía ser muy rápido pero España se lo tomó con excesiva calma. Faltó la tensión de los otros dos encuentros y Rumanía aprovechó para jugar con velocidad y descaro, sacando partido de los fallos de la selección española para conseguir canastas sencillas. Scariolo puso dos bases aunque duró poco el experimento porque no tardó en sentar a Ricky. Sergio Rodríguez no tuvo la lucidez de otros días. Flojo y sin crear buenas situaciones de juego. Faltaba intensidad y Rumanía logró la hazaña de ponerse por delante (18-19, min 9) tras un triple de Moldoveanu (15 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias, 16 de valoración), el único jugador potable de Rumanía. Fue un solo instante pero sirvió para que la afición rumana se lo pasara en grande. No le costó nada a España recuperar la delantera en el marcador pero estaba disputando los peores minutos de lo que llevábamos de Eurobasket. Muchos fallos en la zona pese a que el juego interior rumano no se puede calificar ni de limitado. A Juancho Hernangómez le podían las ganas y estaba demasiado acelerado. A España le salvó que mantuvo la seriedad en defensa y las infinitas carencias de su rival. Rumanía quiso continuar el jolgorio y propuso una zona. Ricky la rompió nada más salir con un triple. Tuvo más cabeza que El Chacho para dirigir este partido. Sólo tenía que surtir de balones a Marc Gasol para marcar diferencias. No era necesario nada más, no tenía defensor posible. La aportación de Marc Gasol resultó suficiente para abrir brecha como si nada. Los rumanos estaban entretenidos en enseñar un catálogo de pedradas infames como para presentar más batalla. El 13-0 de parcial suponía el final de la siesta. Aunque la diferencia no fuera abismal al descanso (41-27, min 20) estaba claro que no había más tela que cortar.

Fuente: eurosport.com

El exceso de ganas en defensa derivó en numerosas personales en los primeros minutos del tercer cuarto. Era evidente que en un duelo intenso España iba a sacar la escoba para barrer todo lo que encontrara. Su agresividad atrás marcó la diferencia. 11-2 de inicio y aquí no había más que ver. Los suplentes de la selección española empezaban a pasárselo en grande. El bloque del Valencia Basket estuvo especialmente serio y centrado. Sastre (10 puntos, 6 robos, 16 de valoración) lo representó a la perfección. Hay que ganarse los minutos con esfuerzo y los meritorios no escatimaban ni un ápice. Además los pivots actuaron como un equipo de demolición dentro de la zona. Las jugadas de puerta atrás se repetían una y otra vez, al igual que los robos y contraataques. Juancho Hernangómez (18 puntos, 12 rebotes, 20 de valoración) se desquitó de los errores de la primera mitad con una lección de facultades y actitud. Ha llegado para comerse el mundo. Cada jugada suya era un guiño al espectáculo. ¿Rumanía? Al menos le ponían ganas porque las carencias son incontables. La defensa española suponía un muro infranqueable y proliferaban las pedradas y los tiros hilarantes. Al final del tercer cuarto España le doblaba en el marcador (70-35, min 30). Todo un síntoma. Eso sí, los aficionados rumanos no perdían el buen humor, encajaron bien el papel de saco de arena porque España no iba a dejar de apretar aunque llegara el turno para el espectáculo con los hermanos Hernangómez como maestros de ceremonias. Un triple de Vives significó que los diez jugadores que disputaron el partido habían anotado. Otro paseo triunfal ante la selección más endeble de todo el torneo. Guardando fuerzas ante el que se supone la primera prueba seria del Eurobasket: Croacia.

Fuente: laopiniondemalaga.es

EL RESTO DE LA JORNADA:

GRUPO A:

A Francia no le costó en absoluto dominar a la humilde Islandia. Desde el primer momento encontró numerosos huecos en una defensa sin firmeza y con un parecido asombroso a un queso de Gruyere. De Colo (16 puntos, 5 robos, 4 asistencias, 22 de valoración) anotaba con una facilidad pasmosa. La fortaleza física francesa no encontraba respuesta en un rival con muchas carencias en este apartado. Si Islandia no cayó al suelo con demasiada rapidez fue debido al empeño y acierto de Stefansson (23 puntos, 7 rebotes, 19 de valoración) que le mantuvo a flote durante toda la primera mitad. El veterano escolta islandés ya está en la cuesta abajo de su carrera pero aún le quedan algunos buenos partidos. Resultó fundamental para evitar el despegue definitivo de los hombres de Collet. La velocidad islandesa aún superaba a un rival muy confiado para llegar con vida al descanso (49-42, min 20). No quedarían esperanzas en el tercer cuarto. Francia se puso seria y olvidó cualquier miramiento. Heurtel (9 puntos, 6 rebotes, 6 asistencias, 20 de valoración) controlaba el juego a placer. De Colo encontraba buenos tiros con mucha facilidad. Los pivots derribaban como si nada cualquier oposición en el juego interior. Ni Stefansson valía ya para hacer frente a la avalancha. La defensa de Francia había activado un buen nivel de intensidad que borró del mapa a los islandeses. La diferencia ya no pararía de crecer. La velocidad se convirtió en precipitación. Los tiros rápidos pasaron a ataque de apenas unos segundos. Una bicoca para una Francia muy cómoda en la pista que castigaba el pobre balance defensivo. Edwin Jackson (14 puntos, 4 rebotes, 19 de valoración) y Poirier se dieron un homenaje en el tercer cuarto. La ventaja ya superaba los 30 puntos. Hubo momento para el lucimiento de jugadores que no empezaron con buen pie el torneo, como Seraphin (14 puntos, 4 rebotes, 17 de valoración), y minutos de disfrute para los menos habituales, necesitados de rodaje. 115-79, un baño y masaje para Francia.

Fuente: piratasdelbasket.net

La pareja mágica de Eslovenia no tardó en funcionar contra Grecia. Doncic salió concentrado y fino desde el primer momento para dar las primeras ventajas a su equipo. La sociedad que formó con Goran Dragic lideró un dominio incontestable. Talento a raudales para hacer mucho daño a un rival que volvía a presentar dudas y problemas en el juego ofensivo. Los dos genios encontraron apoyo en Prepelic (16 puntos, 3 asistencias) que gozó de una buena racha saliendo desde el banquillo en los minutos finales del primer cuarto. Grecia iba camino de otra primera parte infausta como ante Francia (25-13, min 11) pero le salvó la escasa aportación del banquillo esloveno. El descanso de Doncic y Dragic afectó a Eslovenia que no conseguía anotar. Grecia no desplegaba un juego maravilloso pero le bastaba mejorar un poco para reducir diferencias (32-30, min 19). Cuarto desastroso para Eslovenia que arregló un poco Doncic con un triple en la última jugada del primer tiempo. El siguiente fue aún peor. Eslovenia aún más bloqueada en ataque y sufriendo horrores con la fuerte defensa griega. Como ocurriera ante Francia, Sloukas (18 puntos, 6 asistencias, 3 rebotes, 19 de valoración) se convirtiendo en el estandarte heleno, el jugador que tiraba del carro. Sloukas es conocido por su carácter, intensidad y capacidad de trabajo pero ha mejorado ostensiblemente en el tiro los últimos dos años. Ya es algo más que un currante. Incluso aporta un liderazgo desconocido. Abanderó un parcial de 3-17 que aclaraba el panorama para Grecia (37-46, min 26). Eslovenia haciendo de Eslovenia, derrumbándose en un momento insospechado. Por suerte para los balcánicos tienen salvavidas de sobra. Dragic (20 puntos, 4 asistencias, 4 rebotes) apareció para sacar a Eslovenia del agujero. Se las jugó todas y con acierto. Ocho puntos seguidos del base ajustaron de nuevo el marcador. Pappas mantenía a Grecia por delante pero el partido se inclinaba a un duelo anotador donde el talento decide. A las figuras eslovenas les sobra. Doncic (22 puntos, 5 rebotes, 3 asistencias, 22 de valoración) tiró de descaro y magia para igualar el marcador. Un triple de Muric ponía el 69-66 que adelantaba a Eslovenia. Los intentos de Grecia por adelantarse toparon con Dragic que no falló en los momentos decisivos. Sloukas hizo lo posible por alargar la agonía pero no es Spanoulis. El talento volvió a inclinar la balanza. 78-72 que mantiene invicta a Eslovenia y complica la vida a una Grecia muy irregular.

Fuente: capitaldeporte.com

El Finlandia-Polonia se ha convertido, por el momento, en el partido más vibrante e imprevisible de este Eurobasket. El arranque de Finlandia en el partido, sin embargo, no parecía albergar lugar a tanta incertidumbre. Claro dominio a una Polonia que no encontraba su sitio y errática en ataque. Los triples de Finlandia al principio del segundo cuarto colocaron a Polonia en una situación delicada. Dos triples de Markkanen y otro de Koivisto obligaron al seleccionador polaco a pedir tiempo muerto (27-13, min 12). Le vino bien a sus jugadores para ponerse las pilas. Redujeron las diferencias usando el mismo arma que el rival, el tiro exterior, aunque Finlandia volvió a cobrar más de diez puntos de ventaja con un par de canastas de Koponen (21 puntos, 7 asistencias, 4 rebotes, 19 de valoración) y dos buenas acciones en la zona de Kotti. No se amilanó Polonia que mejoró la agresividad defensiva. Logró parar los pies a su rival y reconducir la situación a base de garra y acierto de Waczynski. Finlandia estuvo cinco minutos sin anotar entre el final del segundo cuarto e inicio del tercero y se encontró que todo el trabajo de la primera mitad se había venido abajo. Aunque los fineses cogieron algo de aire por un momento, con alguna falta dudosa incluida, el encuentro había cambiado. La lucha y coraje le permitían a Polonia igualar el partido. Un triple de Waczynski (18 puntos) le dio la primera ventaja en las postrimerías del tercer cuarto. El duro trabajo de Koszarek en la zona afianzaba la posición de Polonia aunque los errores en el tiro libre impedían que alcanzara una diferencia holgada. A Finlandia ya no le entraban los triples y sufría cada vez más en ataque. Polonia ponía las bases para desnivelar el partido. Slaughter (18 puntos, 4 rebotes, 4 asistencias, 17 de valoración) estiraba la diferencia con acciones individuales. Un triple de Ponitka ponía nueve arriba a Polonia a poco más de un minuto para el final. Parecía un golpe definitivo. Sin embargo los jugadores polacos entraron en una espiral de errores rocambolescos asombrosa. Dos pérdidas de balón terminaron en un triple de Salin y una falta falta absurda a Markkanen que costó tres tiros libres, anotados por el ala-pivot finés. Finlandia estaba obligada a cometer personales, no estaba en bonus, pero Polonia rizó el rizo del absurdo. Mal saque de banda, robo de Markkanen que se lanza hacia canasta como una exhalación y mate que igualaba el partido. El último ataque de Polonia no fue menos disparatado. Ponitka se hace un lío solo y ni siquiera llega a lanzar.

Fuente: planetabasket.com

Se llegaba a una prórroga inconcebible. Golpe muy duro para Polonia aunque se repuso del palo. Contestó a cada acierto de Finlandia y volvió a ponerse por delante en el último minuto. Un triple de Koponen igualaba a 76 y dejaba el partido en un pañuelo. Gielo buscó la respuesta con otro triple pero sin fortuna. Sí la tendría Polonia en el rebote, capturado por Kulig. Slaughter no desperdició su segunda oportunidad. Se lanzó hacia atrás para anotar el 78-76. Canasta de jugón. Aún le quedaba una posesión a Finlandia para evitar la derrota. Balón a Markkanen al poste bajo, de espaldas a canasta. Situación compleja que resolvió con un elegante movimiento que le permitió darse la vuelta y levantarse a tres metros del aro. Canaasta elegante, de clase. La que le sobra a la nueva figura finlandesa que volvió a poner en pie al pabellón tras forzar la segunda prórroga. Polonia aguantó en el segundo tiempo extra con el acierto de Waczynski pero esta vez los anfitriones llegaron con ventaja al minuto  final. Sin embargo les costó cerrar el choque. Una falta en ataque de Markkanen y un tiro libre fallado por Koponen alargaron el desenlace. Un rebote ofensivo y dos tiros libres anotados por Markkanen pusieron una diferencia de cinco puntos que parecía definitiva aunque un triple de Slaughter mantuvo la incertidumbre. Koponen concedió otra oportunidad fallando su segundo tiro libre pero Polonia completó la antología del disparate con otro ataque descacharrante. Melón de Kulig que se pierde por la línea de banda y certificaba el desastre de su equipo. Esta derrota por 90-87 va a doler.

Fuente: kiaenzona.com

Clasificación: 1º Eslovenia (3-0), 2º Finlandia (2-1), 3º Francia (2-1), 4º Grecia (1-2), 5º Polonia (1-2), 6º Islandia (0-3).

Próxima jornada: Islandia-Eslovenia, Polonia-Francia, Grecia-Finlandia.

GRUPO B:

Como sucediera ante Italia, Ucrania tomó el mando del partido contra Georgia en los primeros minutos. Lukashov dejó al descubierto los problemas de dirección en la selección georgiana pero no sólo se ocupó de manejar el partido sino que anotó con frecuencia. Georgia dependía en exceso de la anotación de Shermadini (17 puntos, 4 rebotes, 19 de valoración). El pivot georgiano funcionó como un martillo pilón, anotando 15 puntos hasta que se marchó al banquillo. A su regreso ya no sería lo mismo pero sin él en pista pudo respirar Ucrania que aprovechó la ausencia de Shermadini para castigar en la zona con un efectivo Pustovyi (19 puntos, 7 rebotes, 3 robos, 24 de valoración). El pivot ya dejó buenos retazos esta pasada temporada en Obradoiro pero se está consagrando en este Eurobasket como un jugador fiable dentro de la zona. Sorprendentemente el equilibrio entre el juego interior y exterior de Ucrania funcionaba a la perfección. Los triples de Lupovyi completaron el buen trabajo  de Pustovyi por dentro y lanzaban a Ucrania tras una primera parte muy destacable (38-51, min 20). La defensa georgiana presentó demasiadas lagunas que debía resolver tras el descanso. A base de poderío físico logró cambiar el rumbo del partido. Ucrania empezó a abusar del triple para evitar la enorme presencia de los pivots rivales pero el acierto no acompañaba. Zouros dio con la tecla al colocar como pareja de pivots a Pachulia (17 puntos, 5 rebotes, 16 de valoración) y Shengelia (16 puntos, 7 asistencias, 5 rebotes, 19 de valoración). Conectaron de maravilla para sembrar el pánico cerca del aro ucraniano. Entre ambos ajustaron el marcador pero Ucrania realizó un ejercicio de resistencia admirable. Logró mantenerse por delante con canastas muy meritorias cada vez que se acercaba Georgia. Lukashov (17 puntos, 11 asistencias, 6 rebotes, 31 de valoración) retomó el control en el momento justo. La defensa georgiana no supo qué hacer con el base de Ucrania. El desgaste de marchar por detrás acabó afectando a Georgia que acabó precipitándose en los últimos minutos. Un clásico en este equipo, que suele perder la calma en los momentos difíciles. Ucrania manejó muy bien los últimos instantes para conseguir el triunfo por 84-88 y meter en un lío a Georgia que vuelve a ser víctima de su carácter imprevisible.

Fuente: piratasdelbasket.net

Italia empezó dando buenas sensaciones, sorprendiendo a Lituania con un 8-0 de inicio que firmaba un Belinelli inspirado. Lituania imprimió mayor dureza para acabar con el brillante comienzo de los hombres de Messina y forzó a los italianos a lanzar desde fuera. Algo que no es muy costoso puesto que Italia renuncia con facilidad al juego interior. Tampoco le vino mal puesto que mantuvo la inspiración desde el perímetro pero Lituania no se arredró ante el acierto exterior rival y aceptó el envite para combatir el fuego con más fuego. Kuzminskas contestó a los triples italianos con más acierto en el tiro de tres. La entrada a pista de Juskevicius añadió más madera. El jugador lituano, que  pasó esta temporada de puntillas por Zaragoza, estuvo especialmente inspirado. Suele jugar más partidos malos que buenos y no aporta nada más que tiro pero Juskevicius (20 puntos) supuso un serio problema para Italia que comenzaba a sufrir con la defensa lituana. Empezaron a proliferar los tiros forzados que facilitaron la vida a su rival que ya sabía de sobra cómo le iba a atacar Italia. Pájara ofensiva que allanaba el camino de los lituanos (41-32, min 20). La ventaja se ampliaría en los primeros minutos del tercer cuarto. Lituania continuaba seria atrás. El juego interior italiano era inexiste, todo lo fiaba Italia al triple. Belinelli estaba bien controlado, sin apenas influencia en el partido. Juskevicius mantenía la inspiración y la ventaja se iba a los 14 puntos. Italia apretó los dientes en defensa para tratar de cambiar una dinámica que no le favorecía en nada. Datome (24 puntos, 3 rebotes, 23 de valoración) tomó la responsabilidad en ataque para sacar a los transalpinos del bache. Es increíble lo que ha madurado con Obradovic un jugador con serios problemas de individualismo. Lituania acusó la falta de un base puro que dé un respiro tranquilo a Kalnietis. Grigonis no funcionó como base e Italia consiguió espesar el ataque rival. Los puntos de los secundarios italianos consiguieron bajar la diferencia de los diez puntos. Los hombres de Messina seguían poniendo sus opciones de remontada en manos del acierto en el triple. Volvió a funcionar para meter en el partido a Italia pero el rebote ofensivo lituano impidió que la situación llegara a ser preocupantes. Un mate de Valanciunas (13 puntos, 8 rebotes, 20 de valoración) en el último minuto, tras dos rebotes ofensivos de sus compañeros, puso la sentencia. Los tiros libres certificaron el triunfo de Lituania por 78-73 que aprieta la cabeza del grupo B.

Fuente: capitaldeporte.com

La última oportunidad para Israel pasaba por vencer a Alemania, inesperado líder de grupo. Salió con la actitud necesaria para conseguirlo. Buena defensa que cerró los huecos que suele aprovechar Schröder para penetrar hacia canasta. Con el base alemán controlado Israel pudo ocuparse de atacar con criterio. Encontró a Howell que ganó la batalla del juego interior en los primeros minutos (11-19, min 8). No le interesaba a Alemania  el ritmo tan pausado que llevaba el partido así que dio rienda suelta a Schröder (20 puntos, 7 asistencias, 18 de valoración) para meter una marcha más. Con un juego más veloz pudo atacar con más acierto la defensa israelí aunque curiosamente cuando le fue mejor a Alemania estuvo sentado en el banquillo. Sin Howell en pista los hebreos no tenían un pivot de garantías en cancha así que Alemania aprovechó para meter balones dentro a discreción. Theis (15 puntos, 15 rebotes, 29 de valoración) hizo un destrozo considerable en la zona para dar la vuelta al marcador. Suficiente tuvo Israel con mantener el marcador igualado hasta el descanso. Casspi (20 puntos, 11 rebotes, 22 de valoración) sostuvo a los suyos tras la reacción germana pero tras el descanso pintaron bastos para Israel. El 8-0 de salida en el tercer cuarto proporcionaba una ventaja holgada a la selección alemana que controló con comodidad la ventaja durante todo el periodo. Ni la cuarta personal de Schröder tras llevarse una técnica inquietó a Alemania que mantenía la ventaja con su dominio en el rebote (69-57. Min 32). Israel se jugó su última baza, una presión defensiva al límite del reglamento. Los árbitros dejaron hacer y cayeron golpes hasta en el carnet de identidad que acogotaron a los jugadores alemanes. El caserismo arbitral había llegado a La mano de Elías aunque no estaba el Maccabi por medio. Israel creció a partir de este recurso desesperado. Casspi volvió a emerger para liderar el ataque israelí en pos de la remontada. Los robos y contraataques de Howell (23 puntos, 9 rebotes, 7 robos, 36 de valoración) pusieron el partido en un pañuelo tras un parcial de 1-12. Fleming tardó demasiado en pedir tiempo muerto. A los alemanes les entró el temblor de piernas en los últimos minutos e Israel empezó a avisar. Un triple de Pnini adelantó en los últimos segundos a Israel para delirio de la afición hebrea. Alemania perdió el balón en el siguiente ataque y agravó aún más la situación. Casspi pudo cerrar el encuentro desde el tiro libre pero desperdició el segundo. Alemania se la jugó a todo o nada con un triple en el último segundo pero la fortuna ya le era esquiva desde hacía tiempo. 80-82 final que mantiene con  vida a Israel en el Eurobasket.

Fuente: eurohoops.net

Clasificación: 1º Italia (2-1), 2º Alemania (2-1), 3º Lituania (2-1), 4º Georgia (1-2), 5º Ucrania (1-2), 6º Israel (1-2).

Próxima jornada: Ucrania-Lituania, Italia-Alemania, Israel-Georgia.

GRUPO C:

Y al tercer día apareció Hanga. Precisamente en un partido trascendental puesto que el vencedor del Hungría-República Checa tendría en su mano todas las bazas para lograr el último billete para octavos de final. Tras dos partidos decepcionantes Hanga firmó una actuación del nivel que se esperaba. Desde el primer momento fue dueño y señor del encuentro, demostrando que por algo este verano fue uno de los jugadores más codiciados en Europa. Auda (15 puntos, 3 rebotes, 19 de valoración) sostuvo a su equipo para que no le marchara el partido en el primer cuarto pero el impacto de Hanga era completo. Todo le salía bien. Casi solo estaba amargando la existencia a todo el equipo checo (44-33, min 20). Para sus jugadores el partido se convirtió en algo frustrante. La República Checa no era capaz de bajar de los diez puntos. Llegó el festival de tiros de Vojvoda (18 puntos) para mantener las distancias. Por supuesto, ahí seguía Hanga (31 puntos, 8 rebotes, 8 asistencias, 34 de valoración) para sembrar el caos en el rival. Incluso era el encargado de crear juego en Hungría que seguía a pies juntillas el dictado de su líder. Los checos aguantaron el chaparrón como pudieron. Satoransky (18 puntos, 7 rebotes, 4 asistencias, 18 de valoración) empezó a lucir en la segunda mitad tras unos primeros veinte minutos discretos. Los triples de Palyza (18 puntos) permitieron a los checos mantenerse con vida hasta los últimos minutos. Entonces el acierto de Vojvoda y Allen supuso la puntilla que remató el choque. 85-73 que supone el primer triunfo de Hungría en un Eurobasket desde 1969. No ha llovido ni nada. Con toda seguridad valga la clasificación para octavos.

Fuente: piratasdelbasket.net

Esta vez Croacia no quiso saber nada de relajación ni de despistes en los primeros minutos. Salida en tromba y bombardeo de Bogdanovic desde la línea de tres. Bogdanovic (23 puntos, 6 rebotes, 21 de valoración) se puso tibio a acribillar el aro montenegrino con un triple tras otro. Cuando entra en racha es prácticamente imparable. La exhibición anotadora de la estrella croata puso en el marcador un 0-15 de inicio que condicionaba el partido. Sin embargo la reacción de Montenegro fue encomiable. Dubljevic (17 puntos, 11 rebotes, 26 de valoración) resultó un elemento perturbador para la defensa croata que no supo leer la facilidad que tiene para jugar en el perímetro. Dos triples de Dubljevic permitieron a Montenegro dejar atrás el mal comienzo y volver a meterse en el partido (22-25, min 12). Marko Tomas (9 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias, 16 de valoración) se esforzó para mantener por delante a Croacia hasta que tomó cartas en el asunto la pareja de ases. Saric y Bogdanovic hicieron un estropicio en los últimos dos minutos antes del descanso para volver a encarrilar el partido. 0-8 de parcial y todo el trabajo de Montenegro quedaba en nada (31-43, min 20). El partido ya le venía cuesta abajo a los hombres de Aza Petrovic que mantuvieron con comodidad la diferencia por encima de los diez puntos en el tercer cuarto. Pero faltó poco para que hicieran una de sus famosas jaimitadas. El juego anárquico que produce Rice (22 puntos) sirvió de revulsivo. A base de jugadas individuales metió el miedo en el cuerpo de un rival que se había atascado con la intensa defensa de Montenegro. Una bandeja de Rice puso el 72-73 a 58 segundos y provocó un ataque de diarrea aguda en el banquillo croata. Saric conservó la sangre fría y anotó en el siguiente ataque, evitando que se extendiera aún más el pánico. Montenegro se la jugó a buscar la prórroga pero Ivanovic falló el triple. Croacia se mantiene invicta con este 72-76 pero sigue sin transmitir seguridad más allá de sus dos grandes estrellas. Le faltó poco para meterse en un buen lío.

Fuente: laopiniondemalaga.es

Clasificación: 1º España (3-0), 2º Croacia (3-0), 3º Montenegro (1-2), 4º Hungría (1-2), 5º República Checa (1-2), 6º Rumanía (0-3).

Próxima jornada: República Checa-Montenegro, Croacia-España, Rumanía-Hungría.

GRUPO D:

Gran Bretaña sufrió el azote de una fuerza de la naturaleza llamada Porzingis. El comienzo del partido fue el punto de arranque de su maravillosa exhibición. Anotó los nueve primeros puntos de Letonia para marcar territorio. Toda la primera mitad fue un dechado de las numerosas cualidades de una de las grandes estrellas del Eurobasket. Porzingis (28 puntos, 8 rebotes, 32 de valoración) hizo de todo y bien. Sembró el terror en la zona, anotó de tres, se adueñó del rebote, intimidó a todo el que pasaba cerca del aro letón. Abrumadora sensación de superioridad de uno de los jugadores llamados a marcar época en el baloncesto mundial. 21 puntos al descanso, números de quitar el hipo. Además no estuvo solo. Davis Bertans (22 puntos con 7/8 en 3, 2 robos, 23 de valoración) se entregó a su faceta de tirador para convertirse en una amenaza constante en la línea de tres. Entre ambos destrozaron al conjunto británico que mucho consiguió llegando vivo al descanso (50-40, min 20). Letonia haría trizas definitivamente el partido en el tercer cuarto. La defensa de Gran Bretaña fue literalmente volatilizada por un vendaval ofensivo. Las tortas llegaban por todas partes. Porzingis continuaba dando forma a una obra maestra. Bertans destrozaba de nuevo el aro rival con un triple tras otro. Strelnieks (13 puntos, 9 rebotes, 20 de valoración) oficiaba de director de orquesta en una sinfonía maravillosa. A Gran Bretaña le había pasado por encima un tren (84-55, min 29). El partido estaba resuelto y en Letonia entraron los suplentes. Al menos parecía resuelto porque el banquillo letón no funcionó en absoluto. Gran Bretaña sacó orgullo para adecentar una dura derrota pero lo que parecía un simple maquillaje acabó en un pequeño sobresalto. Sin Porzingis en pista, Olaseni (23 puntos, 10 rebotes, 30 de valoración) se hizo dueño de la zona. Los triples de Kyle Johnson (18 puntos, 5 rebotes, 22 de valoración) añadieron aún más picante. La relajación de Letonia le llevó a dilapidar la ventaja casi por completo, hasta el 95-90 que reflejaba el marcador a falta de 20 segundos. Finalmente la sangre no llegó al río. Aunque la victoria quedara algo afeada el 97-90 le bastó a los letones para sumar otro triunfo.

Fuente: vavel.com

Bélgica empezó dominando su partido ante Rusia con claridad. Entre Tabu y Serron se encargaron que la selección belga comandara el marcador durante buena parte del primer cuarto, hasta que un tiempo muerto metió de lleno a Rusia. A partir de entonces Shved (20 puntos, 6 rebotes, 6 asistencias, 20 de valoración) cobró todo el protagonismo. Sigue tirándose hasta las zapatillas pero al menos no se le va tanto la cabeza. Shved logró dar la vuelta al marcador aunque a Rusia le costó imponer autoridad. Tenía un filón en el juego interior, donde superaba claramente a los pivots belgas. Mozgov siempre sacaba algo cuando le llegaba el balón pero el pivot ruso estuvo demasiado intermitente y no apareció todo lo que debía. El poderío físico de Kurbanov (10 puntos, 5 rebotes, 16 de valoración) también trajo de cabeza a los aleros belgas. Los hombres de Casteels apostaron por el tiro exterior para mantenerse en el partido. El acierto en el triple le permitió resistir cerca en el marcador durante tres cuartos. De Zeeuw (15 puntos, 4 rebotes, 17 de valoración) fue el más inspirado en Bélgica aunque todo el perímetro funcionó hasta que llegaron los últimos diez minutos. Rusia sacó un equipo más defensivo en el último cuarto y con los currantes en pista logró cerrar el grifo del tiro exterior belga. Los triples dejaron de entrar y a Bélgica se le esfumaron todas sus opciones. Un triunfo de pico y pala que le vale a Rusia para mantenerse como líder invicto de grupo tras vencer por 67-76. Está mostrando mucha mayor solidez de lo esperada.

Fuente: ballineurope.com

El Serbia-Turquía sonaría en condiciones normales a partido de gran nivel pero la enorme lista de ausencias en ambos equipos le arrebata buenas dosis de atractivo. Sin embargo no faltaba atractivo para un duelo de mucha trascendencia para el cruce. Nadie quiere ver a España en octavos ni en pintura. Serbia no tardó en tomar el mando con un buen trabajo colectivo dirigido por Jovic (15 puntos, 9 asistencias, 4 rebotes, 20 de valoración). Los bases turcos son demasiado intrascendentes para frenar el talento del ex-jugador de Estrella Roja que no dudaba de abusar de su potencial físico para buscar el aro. Turquía respondió con los triples de sus hombres de banquillo para acercarse en el marcador pero al final este acierto sólo le valió para hacer la goma todo el tiempo. Cada vez que estaba a tiro para igualar topaba con un error o una canasta providencial de Serbia que impedía que el dominio en el resultado cambiara de manos. Lo mismo ocurrió tras el descanso. Turquía mantenía la desventaja en márgenes cortos pero no era capaz de adelantarse. Se había convertido el partido en un desgaste psicológico terrible (53-45, min 30) pero Turquía no dejó de intentarlo. Los triples de Mahmutoglou (19 puntos), de nuevo muy efectivo en la línea de tres, consiguieron poner a tiro de piedra una vez más al conjunto de Sarica. Esta vez sí lograría el objetivo. Un triple de Osman ponía por delante a los turcos, el escenario había cambiado. Pero tampoco serviría. En los momentos difíciles Serbia se encomendó a Bogdanovic (17 puntos, 4 rebotes, 16 de valoración) para salir del bache. No falló el gran talento serbio que tiró del equipo en los minutos decisivos. Pese a estar Jovic en pista acabó ejerciendo de base, subiendo el balón. La responsabilidad nunca le pesa. Acabó siendo providencial. Por su acierto, su ascendente en el juego, su dominio de los tiempos. Un robo de balón suyo a 20 segundos del final resultaría vital. Aunque se acabara llevando un soberano tapón de Osman al intentar anotar la bandeja el rebote no se le escapó a Serbia. Aunque desperdiciara algunos tiros libres la suerte estaba echada. 80-74 para Serbia que coloca a Turquía en una situación delicada. El encuentro contra Bélgica será toda una final.

Fuente: dailysabah.com

Clasificación: 1º Rusia (3-0), 2º Letonia (2-1), 3º Serbia (2-1), 4º Turquía (1-2), 5º Bélgica (1-2), 6º Gran Bretaña (0-3).

Próxima jornada: Rusia-Letonia, Gran Bretaña-Rusia, Turquía-Bélgica.

Y DIGO YO…:

• En todos los años que llevo viendo baloncesto me cuesta encontrar un equipo tan carente de todo como Rumanía. Está aquí por organizar el grupo C puesto que no tiene nivel mínimo para disputar un Eurobasket. No sé quién tendría la idea en FIBA de designarla como sede puesto que tampoco la afluencia de público es buena salvo en el partido contra España, ni siquiera para los partidos de su selección. Poco interés y nivel deportivo, una decisión cuestionable.
• Rosschack ya apuntó en la Bitácora que en un Eurobasket puedes llegar lejos con un par de jugadores de alto nivel. El mejor ejemplo es la República Checa. Con Satoransky y Vesely en sus filas acabó séptima en el pasado Europeo. Este año falta el pivot y con él se fue la mitad del potencial de la selección checa que se irá de este Eurobasket a las primeras de cambio si no media un milagro. No es el único caso.
• En los tiempos muertos de Polonia me ha llamado la atención el timbre de voz de Mike Taylor, el seleccionador. Un tono agudo mezclado con gritos que hacen dudar si taparte los oídos o partirte de risa. Después de perder de forma absurda ante Finlandia más de uno estaría tentado de salir corriendo de vestuarios, la situación daba para pitidos del técnico a volumen de megáfono.