El recital de la selección española en su debut ante Montenegro no se ha quedado en una simple anécdota. La República Checa asistió atónita a otra demostración de baloncesto total de un equipo que está fuera del alcance de la gran mayoría de selecciones europeas. Las ausencias han dejado a la selección checa como un equipo muy limitado de recursos, no es el termómetro que debe marcar el potencial de España, pero la sensación de facilidad y superioridad en la pista no son sólo fruto del tremendo nivel de la plantilla. El equipo de Scariolo defiende con la seriedad e intensidad que ofrece en los grandes momentos aunque se trate de rivales menores. La velocidad de balón sólo es comparable a la desarrollada en Estados Unidos, fruto de la gran influencia que ejerce la NBA en estos jugadores. La variedad de recursos le convierte en una especie de Dream Team europeo que rompe los partidos a voluntad ante la impotencia de unos rivales inferiores y que no tardan en rendirse a la evidencia. La facilidad que muestra este equipo en la pista recuerda a la de la mítica Yugoslavia en los años previos a su desintegración, quizá la generación más poderosa y con mayor talento que ha surgido del Viejo Continente. Aún son los primeros encuentros y no ha llegado ese rival de entidad que suponga la piedra de toque con la que calibrar con exactitud el estado de la selección pero la sinfonía española ya ha provocado deleite con sus partituras.

EL PARTIDO DE ESPAÑA:

República Checa 56 – España 93: La resistencia checa duró unos pocos minutos. Kriz anotó los siete primeros puntos de su equipo mientras la defensa española terminaba de ajustarse. Los únicos momentos en que la República Checa fue por delante. Pau Gasol no tardó en contestar al jugador checo. Ricky Rubio (17 puntos, 5 rebotes, 19 de valoración) gonfiabili se ocupó de dar la vuelta al marcador como si fuera lo más natural del mundo. Otra vez le flotaron pero esta idea ya no es tan buena. Ricky estuvo sensacional en el tiro. Incluso anotó de tres con toda comodidad. Diez puntos seguidos del base dispararon a España que abría grietas en la selección checa por todas partes. La defensa española ya funciona y convertía cada ataque rival en un parte. No había acierto desde fuera, no existía el rebote. En defensa sólo podía parar la avalancha con faltas. España sacaba tajada en cada ataque. Entre Pau Gasol y Ricky se encargaron que su rival no encontrara paz un solo momento. Entre ambos anotaron 27 de los primeros 29 puntos de España. Una sociedad demoledora, incontenible. Transcurrieron ocho minutos y medio hasta que llegó el primer error en el tiro de los hombres de Scariolo. Un dato estremecedor para la República Checa que no paraba de recibir malas noticias. Auda se lesionaba en el tobillo y no regresó al encuentro. Hruban, el mejor junto a Satoransky en el debut, cometía su tercera personal aunque no había dado señales de vida en ataque. Apenas un cuarto y la selección checa ya estaba pidiendo el armisticio (14-36, min 11). España levantó el pie con la entrada de hombres de banquillo pero eso no significó que los checos tuvieran opciones de sacar la cabeza. La superioridad abrumadora de los pivots de España suponía una muralla infranqueable para un equipo sin presencia amenazante dentro de la zona. ¡Cómo añoraba al ausente Vesely! La ventaja se mantenía cómodamente por encima de los veinte puntos hasta el regreso de Pau Gasol. De nuevo marcó las diferencias, hizo cuanto quiso con unos pivots rivales con los que jugueteaba. Un dios entre mortales. 37 años y aún es un coloso en las pistas europeas. Pau Gasol (26 puntos, 8 rebotes, 35 de valoración) fue el acicate para sacar a España de la comodidad. La ventaja ya superaba los treinta puntos. El tormento no tenía final para la República Checa, víctima de una sinfonía que escapa a su comprensión. Un triple de Navarro desde nueve metros puso el colofón a otra primera parte perfecta (23-56, min 20).

Fuente: estrelladigital.es

La segunda mitad había quedado para beneficio de inventario, una propina para el interminable sufrimiento checo. Pau Gasol continuó aderezando unos números que rozaban la perfección. 7/7 en t1, 8/9 en t2, 1/1 en t3. Una clase magistral más del pivot de Sant Boi. Sobra decir que fue despedido entre aclamaciones cuando se sentó definitivamente en el banquillo. España jugaba a sus anchas sin descuidar el trabajo más oscuro. La defensa no bajaba un ápice la intensidad, no dedicaba un solo momento a la relajación y displicencia. Ricky hundió en la mayor miseria a un Satoransky anulado y frustrado. El resto de compañeros asistía a una tortura similar. Ni asomarse podían por encima del muro que les separaba de la canasta española. La diferencia ya se superaba la barrera de los 40 puntos antes de llegar al final del tercer cuarto (33-75, min 28). Apenas superaba el punto por minuto la selección checa, que no encontraba respiro ni con los suplentes españoles en pista. Sergio Rodríguez se vino arriba para proponer el espectáculo marca de la casa. No había mejores cómplices que los hermanos Hernangómez, deseosos siempre de lucirse cuando se presenta la ocasión. Scariolo tenía tiempo de sobra para hacer pruebas. Ensayó una defensa zonal pensando en partidos más trascendentes. También quiso comprobar cómo se desenvuelve Oriola en el puesto de ‘5’ aunque los pivots checos no sean una vara de medir demasiado fiable. En fin, un partido de Eurobasket convertido en otro amistoso más de preparación. Incluso apareció el típico correcalles de los últimos minutos de cualquier encuentro resuelto. Al menos ese descontrol le permitió a la República Checa conseguir que la ventaja no subiera más pero el castigo recibido ya era demasiado doloroso. Otra víctima más de una España que se pasea como un Dream Team europeo que imparte lecciones de baloncesto total a su paso.

Fuente: levante-emv.com

EL RESTO DE LA JORNADA:

GRUPO A:

Polonia inició el encuentro con una caraja que aprovechó Islandia para encontrar numerosos huecos en una defensa rival falta de intensidad. Velocidad y descaro nunca les falta a los islandeses aunque sus carencias sean enormes. Pero a Polonia le bastó con recordar que hay que defender un poco y su rival no tiene juego interior para cambiar las tornas. Le costaría, sin embargo, una brecha importante en el marcador. El partido era un auténtico dolor. Polonia caía en numerosas imprecisiones que le costaban pérdidas de balón. Islandia se hinchó a fallar canastas casi hechas. Al final la selección polaca hizo valer el peso de la lógica a partir de su indiscutible superioridad bajo aros. Bastaba con meter balones dentro para desarbolar un juego interior muy endeble. Ponitka había despertado y resultó incontenible. Para colmo apreció Waczynski (15 puntos, 6 rebotes, 18 de valoración) para abrir otro frente en el tiro exterior. Sus penetraciones hacia canasta sólo podían ser frenadas en personal. Polonia llegaba al descanso con una ventaja suficientemente holgada (41-29, min 20) pero no tardó en dejar el encuentro visto para la sentencia en la reanudación. Salida fuerte de la selección polaca que desembocó en un parcial de inicio de 9-0 que rompió definitivamente el partido. Islandia se entregó al desenfreno, al lanzamiento de triples a la mínima oportunidad. El tiro exterior tuvo un acierto tan pobre como en el debut ante Grecia. Los ataques alocados dejaban demasiados espacios que facilitaban los ataques rivales. Polonia jugaba muy cómoda, con un ritmo de juego pausado y tranquilo, eligiendo siempre la mejor opción que solía pasar mayormente por buscar a los pivots. Un final muy plácido en el que no le costó seguir aumentando la ventaja por simple inercia hasta el 91-61 final.

Fuente: piratasdelbasket.net

Grecia y Francia disputaban, sin lugar a dudas, uno de los partidos más atractivos de la primera fase. Con ciertas urgencias para la selección gala tras el tropiezo ante Finlandia en el debut. No dejó margen a la duda ante los helenos. Paró los pies a una Grecia desconocida que presentó problemas serios en ataque. En ataque sólo tuvo que aprovechar el gran momento que vive Fournier (21 puntos, 3 rebotes). El alero francés amargó la existencia a la defensa griega que no supo desconectar la racha anotadora de Fournier. Cuando aporta su talento al equipo en vez de pensar en sí mismo resulta una pieza muy valiosa. Grecia iba dando tumbos sobre la pista. Ni veía aro con facilidad ni su defensa funcionaba para frenar a los hombres importantes de Francia. El juego interior era otra guerra que caía del lado francés. Lauvergne (21 puntos, 11 rebotes, 26 de valoración) hizo un auténtico destrozo en la zona griega durante el segundo cuarto. Bourousis se vio completamente superado. Ninguna solución de Missas funcionó. Al descanso el partido se le escapa por el desagüe (36-55, min 20). Printezis (22 puntos, 3 rebotes, 17 de valoración) tomó el mando en Grecia en busca de una remontada pero el intento encalló ante el poderío físico rival que volvió a bloquear el ataque heleno. La diferencia pasó de los veinte puntos (47-71, min 27). La reivindicación de Francia resultaba demoledora, llevándose por delante a Grecia que ya buscó soluciones desesperadas. Missas puso a Printezis de ‘5’, al Hermanísimo Thanasis Antetokounmpo de ‘4’ y colocó a los dos bases en pista. Con un equipo más abierto y agresivo sorprendió a un rival que había levantado el pie del acelerador y a punto estuvo de llevarse un disgusto. Sloukas (15 puntos, 7 asistencias, 5 rebotes, 23 de valoración) representó el despertar de Grecia. Siempre juega con intensidad y el cuchillo entre los dientes. Contagió a sus compañeros para frenar el ataque de Francia que ya estaba pensando en celebrar el triunfo en el vestuario. En pocos minutos se encontró que tenía que volver a bajar al barro a pelear el partido tras esfumarse casi por completo la amplísima diferencia. Un triple de Calathes metió el miedo en el cuerpo de los jugadores franceses y devolvieron la voz a los aficionados griegos que llevaban mucho tiempo callados (72-78, min 35). Pero Francia despertó a tiempo. Volvieron los balones a Fournier y Lauvergne y se acabó el atasco. Los jugadores griegos buscaban con la mirada a Spanoulis para darle los balones calientes. Tardaron en recordar que el mito estaba en su casa. No hubo otro para resolver. Francia acabó cerrando el partido con solvencia a pesar del susto. 87-95 que le resarce del disgusto del debut y comprime el grupo.

Fuente: ansa.it

Finlandia buscaba una segunda machada consecutiva que le permitiera liderar el grupo. Aguantó los arreones de Eslovenia en el primer cuarto con los triples de Salin. Tres triples seguidos al inicio del segundo cuarto pusieron a los fineses con ventaja pero resultó efímero. El regreso a pista de Goran Dragic, que ya había hecho de las suyas en el primer cuarto, devolvió el dominio a los eslovenos. Dragic (29 puntos, 5 asistencias, 4 rebotes, 30 de valoración) estuvo al nivel colosal del encuentro ante Polonia. Todo el juego del partido pasaba por sus manos en una exhibición como pocas. Letal, indefendible, portentoso. Destrozó la defensa finlandesa con una facilidad pasmosa para anotar. 24 puntos en 15 minutos, casi nada. Actuación estelar para una diferencia suculenta al descanso (42-52, min 20) pero el huracán desatado por Dragic no amilanó a Finlandia que apretó defensivamente en la reanudación. Dragic ya no tuvo la misma facilidad para buscar el aro ni encontrar buenas opciones de tiro. Los triples de Finlandia apretaban el marcador y envalentonaron a la animosa hinchada finesa. Markkanen (24 puntos, 7 rebotes, 25 de valoración) volvió a ejercer de líder para mantener la igualdad hasta el final del encuentro. Toda una joya pero ni él ni los triples de sus compañeros lograban adelantar a Finlandia. Eslovenia sudaba horrores para mantenerse por delante pero no cedía el mando en el marcador. Dos tiros libres permitieron enjugar la única ventaja de Finlandia y poner el 78-79 en el último minuto. Justin Wilson volvió a empeñarse en pasar como el héroe del partido. Esta vez pinchó en hueso. Randolph frenó su intento de bandeja y, para colmo, Wilson cometió personal sobre él. Sin embargo a Randolph se le aflojó la muñeca y falló los dos tiros libres. Finlandia tenía otra oportunidad de llevarse el partido pero Randolph tuvo su desquite. Salió a defender a media pista, robó el balón y finalizó el contraataque con un mate marca de la casa. A Finlandia sólo le quedaban 3 segundos para buscar la prórroga a la desesperada. Markkanen acabó pisando la línea buscando el triple y terminó haciéndose daño. El peor final posible para Finlandia que cae por 78-81.

Fuente: acb.com

Clasificación: 1º Eslovenia (2-0), 2º Polonia (1-1), 3º Grecia (1-1), 4º Francia (1-1), 5º Finlandia (1-1), 6º Islandia (0-2).

Próxima jornada: Francia-Islandia, Eslovenia-Grecia, Finlandia-Polonia.

GRUPO B:

Alemania y Georgia se jugaban el primer puesto en el partido que disputaban. Inicio de disparate con nulo control. Seis pérdidas entre ambos equipos en los primeros minutos. Cuando se impuso algo de cordura en el juego Georgia pasó a dominar el marcador con el habitual recurso de su poderío físico en la zona. Pachulia se impuso al juego interior alemán para colocar con ventaja a Georgia pero la respuesta del conjunto germano no se hizo esperar. 2-11 de parcial que dio la vuelta al marcador aunque Shengelia se ocupó de igualar el resultado al final del primer cuarto. Un triple de Schröder y otro de Lo al comienzo del siguiente periodo dieron otro pequeño colchón a Alemania que supo defender con uñas y dientes. Aunque Georgia sacaba partido a su fortaleza por dentro forzando personales cada vez que entraba un balón dentro no conseguía dar la vuelta al marcador. Alemania aprovechaba el tiro exterior para comer la moral a un rival que suele desquiciarse cuando vienen mal dadas. Schröder (23 puntos) se convirtió en un especialista en canastas desmoralizantes cada vez que Alemania sentía el aliento de su rival en el cogote. La tortura psicológica terminó al comenzar el tercer cuarto. Georgia lograba un 8-2 de inicio que le ponía por delante nuevamente. Alemania perdía el hilo. A Schröder se le fue la cabeza y empezó a tomar malas decisiones. Los pivots georgianos imponían su ley pero cuando la situación parecía bajo control Georgia sufrió uno de sus habituales lapsus mentales que le sacaron del partido. Cinco minutos sin anotar que pasaron mucha factura. Alemania no perdonó a un rival bloqueado que no paraba de regalar balones. Un rotundo parcial de 3-18 resultaría decisivo (54-65, min 34). Hay ocasiones que se dice que un equipo no necesita ni anotar para ganar un partido, que le basta simplemente con la defensa. Literalmente fue así en esta ocasión. Alemania no anotó en los últimos cinco minutos de partido pero la pájara georgiana era de tal tamaño que su rival no amenazó siquiera con acercarse. Un final de partido esperpéntico pero le permitió a Alemania sumar su segunda victoria (56-67) sin pasar apuros en los minutos finales. Sin hacer ruido los germanos se posicionan para ocupar una buena plaza en el grupo.

Fuente: piratasdelbasket.net

A Italia le costó entrar en su partido contra Ucrania. Los pivots ucranianos dieron mucha guerra al juego interior transalpino que dejó serias dudas. Pustovyi (21 puntos) sacó los colores a todos los pivots de Italia, barridos por el poderío del jugador de Obradoiro. La superioridad en la zona permitió a Ucrania dominar por sorpresa hasta bien entrado el segundo cuarto. Ahí saldría a relucir la categoría NBA de Belinelli (26 puntos) que agarró el fusil para reventar el aro de Ucrania desde la línea de tres. Once puntos del gran referente italiano impusieron la autoridad esperada en el marcador (33-43, min 20). Italia continuó manteniendo a raya a Ucrania en el tercer cuarto desde el tiro exterior. Los de Messina sólo anotaban desde fuera pero les bastaba. La zona aún era terreno vedado, un campo de minas controlado por los pivots ucranianos que permitieron a su equipo mantenerse con vida aunque a cierta distancia. Aprovecharían la ausencia de los titulares para meter el miedo en el cuerpo a los italianos. Buena actitud atrás para sacar a la luz las carencias del banquillo rival. Un parcial de 8-0 metió en la pelea a Ucrania (58-64, min 34) pero el regreso de los titulares acabaron con la reacción. El tiro exterior italiano recuperó su acierto para zanjar el asunto. Un triple de Datome desde la esquina, otro de Aradori y uno más de Belinelli acabaron con la resistencia de una digna Ucrania que no pudo oponer más resistencia. 66-78 que permite a Italia mantenerse invicta y en lo más alto del grupo.

Fuente: cuatro.com

Israel salió con la intención de limpiar la pésima imagen que dejó ante Italia el jueves. Dominó con claridad en el primer cuarto a una Lituania algo despistada. Jugadores que quedaron señalados en el debut buscar la forma de resarcirse. Mekel (18 puntos, 4 asistencias, 21 de valoración) pasó por encima de Kalnietis, muy desdibujado todo el partido, y Eliyahu recordó por momentos al jugador prometedor una década antes. Lituania se mantuvo a flote gracias al juego interior. Como de costumbre, cerca del aro se encuentra el punto débil de la selección hebrea. Los aleros también crearon numerosos problemas. Ulanovas (18 puntos, 4 rebotes) se convirtió en un elemento indetectable para la defensa israelí, un martillo pilón durante todo el segundo cuarto. Un parcial de 0-9 daba la primera ventaja a la selección báltica que ya no soltó el mando del partido. Israel pudo aguantar hasta el descanso aprovechando la irregularidad lituana y sus malas decisiones en ataque. Howell (20 puntos, 4 rebotes, 18 de valoración) dio la cara peleándose en la zona con éxito con los pivots rivales. Casspi, más flojo que ante Italia, apareció en contadas ocasiones pero hizo lo suficiente antes del descanso para dejar el encuentro igualado (37-38, min 20). Lituania recuperaría el control de la situación en la reanudación. Kuzminskas (16 puntos, 5 rebotes, 4 asistencias, 21 de valoración) como ala-pivot funcionó como un factor desequilibrante. Maciulis (8 puntos, 9 rebotes, 5 asistencias, 17 de valoración) hizo mucho daño posteando. Los aleros volvían a marcar las diferencias. 2-12 de inicio que marcaría el encuentro. La resistencia de Israel se iba al garete. Con una diferencia seria a favor Lituania jugó con mucha mayor calma. El viento soplaba a favor, incluso la fortuna acompañaba. Un triple de Juskevicius desde campo lituano al final del tercer cuarto supuso un golpe definitivo para la moral israelí (49-68, min 30). El encuentro quedaba roto y Lituania sólo tuvo que gestionar con calma el último cuarto. Lo aprovechó Gudaitis que en el poco tiempo que jugó hizo la vida imposible a los pivots de Israel. 73-88 que arregla algo el tropiezo ante Georgia.

Fuente: dailyknicks.com

Clasificación: 1º Italia (2-0), 2º Alemania (2-0), 3º Georgia (1-1), 4º Lituania (1-1), 5º Ucrania (0-2), 6º Israel (0-2).

Próxima jornada: Georgia-Ucrania, Lituania-Italia, Alemania-Israel.

GRUPO C:

El comienzo de partido de Montenegro y Hungría fue para apagar el televisor y dedicarse a cualquier otra cosa. Pérdidas, malas decisiones, bajos porcentajes de tiro. 3-5 era el escuálido marcador en los primeros seis minutos. Hungría era un completo desatino agravado por el nulo acierto en el tiro de tres. Vojvoda lanzó todo balón que le llegaba a las manos. Ya entiendo por qué sigue jugando en Hungría pese a sus cualidades para el tiro. Es un chupón de manual. A Montenegro le bastó con ser menos malo. Cargó de personales a los jugadores húngaros metiendo balones dentro. El acierto en el tiro libre bastó para empezar a coger distancia, afianzada con dos rebotes ofensivos de Todorovic. Un par de canastas fáciles falladas permitieron a Hungría reducir en una pequeña racha de Vojvoda pero la falta de acierto en el tiro exterior y su propia inconsistencia ofensiva evitaron un cambio de escenario. Con un poco de cabeza a Montenegro le valía para asentar su ventaja (39-29, min 20). Un inicio espléndido de Pavlicevic en el tercer cuarto, como ocurriera ante España, acabó por sacar del partido a un rival que dependía exclusivamente del acierto de Vojvoda, lo que significa jugar a la ruleta rusa con todo el cargador lleno de balas. Desastre asegurado. A Tanjevic le costó pero mediado el tercer periodo puso por primera vez juntos a Vucevic y Dubljevic. Cuesta entender que tardara tanto en apostar por su mejor pareja interior, más si cabe cuando el resultado no pudo salir mejor. Entre ambos se llevaron por delante a una Hungría sin orden ni concierto que se despeñó al recibir un duro 0-13 de parcial que sentenció el choque (64-40, min 32). No tuvo argumentos la selección magiar ni para maquillar. Sólo Perl adornó un tanto sus números en los minutos de la basura. 72-48 para Montenegro que fue mucho más sólida que una Hungría que volvió a dejar una imagen deficiente y decepcionante. Que hombres con Hanga o Rosco Allen estén desaparecidos da que pensar.

Fuente: capitaldeporte.com

Croacia se tomaba tan a cachondeo el partido ante Rumanía que salió completamente dormida. Como resultado se llevó un serio aviso con un parcial de 0-10 de salida que encendió las alarmas en el banquillo croata. Llamada a capítulo para tomarse en serio el encuentro y aparición del de siempre. Bojan Bogdanovic (21 puntos, 6 rebotes, 21 de valoración) tomó cartas en el asunto y se encargó de llevar a cabo la reacción visto que muchos de sus compañeros se habían tomado el día libre. No hizo falta mucho más. La debilidad rumana le impide hacer frente a un jugador de esta categoría. Además los anfitriones del grupo C se estamparon con la defensa rival en cuanto tuvo un mínimo de actitud. Popovic echó un cable a Bogdanovic con dos triples que aumentaron las miserias de Rumanía. La bola se fue agrandando hasta que el parcial llegó a un dolorosísimo 28-2 que dejaba las cosas en su sitio. Rumanía buscó reaccionar desde la línea de tres pero la falta de acierto en el triple era total. Croacia pudo volver a echarse la siesta vistos los escasos recursos de su rival. La falta de ambición croata evitó un descalabro sonoro a Rumanía. Bastaba que apareciera Bogdanovic para evitar que bajaran la diferencia de los diez puntos. 74-58 para una Croacia que sigue sin convencer, desarrollando un juego gris y ramplón.

Fuente: piratasdelbasket.net

Clasificación: 1º España (2-0), 2º Croacia (2-0), 3º Montenegro (1-1), 4º República Checa (1-1), 5º Rumanía (0-2), 6º Hungría (0-2).

Próxima jornada: Hungría-República Checa, Montenegro-Croacia, España-Rumanía.

GRUPO D:

Primer cuarto muy animado entre Bélgica y Letonia. Predominio del juego ofensivo en los primeros minutos que llevaron a un continuo intercambio de canastas. Bélgica estuvo realmente certera en el tiro de dos, sólo falló un lanzamiento en todo el primer cuarto. Letonia no se cansó de buscar a su mejor recurso. Porzingis empezaba a asentar su dominio cada vez que recibía cerca del aro. Este buen ritmo anotador llevó a una igualdad permanente todo el primer cuarto pero no tardó en cambiar el panorama. Letonia incrementó su intensidad atrás y cerró todos los caminos a una Bélgica que perdió toda su efectividad ofensiva. Tardó cuatro minutos en anotar, un triple de Tabu. Fue la única canasta belga en siete minutos. Las pérdidas de balón empezaban a suponer un serio problema.  Hasta nueve cometió en la primera parte. Bélgica estaba desesperada. Casteels se llevó una técnica por protestar que un jugador letón pisó la línea al caer al suelo. La verdad que llevaba razón pero ni eso le salía bien a los belgas. Letonia no dudó en hacer sangre. Porzingis (27 puntos, 6 rebotes, 28 de valoración) continuaba creando pesadillas en la defensa rival. Sus defensores parecían desvalidos corderitos cuando el fenómeno letón se desataba buscando el aro. Tuvo como valioso colaborador a Timma que se encargó de colaborar desde el perímetro. Entre ambos dejaron el encuentro casi encarrilado al descanso (47-33, min 20). Y parecía que quedaba roto tras aumentar aún más la ventaja al inicio del tercer cuarto pero Bélgica sacó la cabeza gracias al tiro exterior. Los triples devolvieron las esperanzas a los belgas que volvían a asomarse al encuentro (58-54, min 28). Timma (27 puntos, 7 rebotes, 33 de valoración) se encargó de acabar con la rebelión en los instantes finales del cuarto. El nuevo jugador de Baskonia devolvió las aguas a su cauce. El nuevo jugador de Baskonia ofreció un magnífico recital de tiro que acabó con cualquier duda. A Bélgica se le acabó la gasolina en el último cuarto. Volvieron las pérdidas, la frustración. No anotaba ni una y acabó devorado por un rival desenfrenado. Strelnieks (9 puntos, 13 asistencias, 20 de valoración) se puso morado a asistir a Timma y Porzingis que se ensañaron con un rival rendido y entregado que encajó un parcial de 23-0. Pa cagarse, vamos. 92-64 que resarce a Letonia de su derrota en el debut. Tal como está el grupo el daño fue menor.

Fuente: dailyknicks.com

Serbia y Rusia se enfrentaban con el liderato del grupo en juego. Arranque demoledor ruso con un 10-2 inicial liderado por un inspirado Shved (22 puntos, 4 asistencias). Djordjevic buscó el revulsivo cambiando a sus pivots. Marjanovic entró por Kuzmic (menuda borrega se ha llevado el Real Madrid para el puesto de pivot). Efecto inmediato. El gigante serbio atrajo el ataque de su equipo que ganó enteros con la enorme presencia del pivot. Fundamental para dar la vuelta al marcador antes de acabar el primer cuarto (18-21, min 10). Sin embargo no sirvió para asentar un dominio duradero. El encuentro no tenía dueños y las alternativas en el marcador eran la constante. A partir del tercer cuarto las defensas subieron de intensidad y anotar costaba un mundo. Rusia abusó demasiado del triple pese a contar con la presencia de Mozgov dentro de la zona pero el tiro de tres le permitió desatascar más de un ataque y alcanzar un pequeño colchón que suponía oro puro en un partido tan trabado (58-51, min 30). Djordjevic realizó el mismo cambio que hizo en el primer cuarto para dar la vuelta al partido. Volvió a surtir efecto. Marjanovic (19 puntos, 6 rebotes, 19 de valoración) sembró el caos nuevamente en la zona rusa. No resulta sencillo defender a un jugador que abarca tanto espacio cerca del aro y que no está falto de recursos. Marjanovic resultó clave para adelantar de nuevo a Serbia pero le faltó cuajo y acierto para rematar la faena. Bogdanovic no estuvo fino en el momento decisivo en esta ocasión. Shved y Mozgov acabaron reclamando el protagonismo en los minutos finales para darle a Rusia una valiosa victoria por 75-72. Un comienzo de Eurobasket mucho mejor del esperado para los rusos que pueden comenzar a tener esperanzas de labrarse un camino interesante en el torneo, los cruces son amables si se evita a España. En finales tan apretados es cuando Serbia echa de menos a los numerosos ausentes.

Fuente: piratasdelbasket.net

Turquía no tuvo un inicio de partido sencillo ante Gran Bretaña. Los británicos se encontraron cómodos durante el primer cuarto que llegaron a dominar durante buena parte. Le costó arrancar a la selección turca, sobre todo por la irregularidad de un Osman mucho menos constante e incisivo que ante Rusia. Sus chispazos iluminaron a Turquía para despertar definitivamente. Erden (19 puntos, 5 rebotes, 17 de valoración) se asentó en la zona para decantar la dura lucha que plantearon los británicos en el juego interior. Un parcial de 4-18 daba la primera ventaja seria del choque a Turquía (20-28, min 11) que empezaba a tomar el mando. Pero quien desequilibró el choque fue Mahmutoglou. En Fenerbahçe no pasa de un especialista en defensa y el tiro exterior que usa Obradovic como revulsivo. Ni siquiera juega todos los partidos. Mahmutoglou (24 puntos, 6 asistencias, 25 de valoración) acribilló a triples la defensa británica que no estuvo demasiado atenta para intentar parar a los pies a un jugador enrrachado. Su acierto desde la línea de 6’75 permitió a los hombres de Sarica mantenerse con comodidad por delante más de diez puntos arriba pero no rompieron el partido. Gran Bretaña siempre acababa regresando al partido. Andrew Lawrence (15 puntos, 5 asistencias, 19 de valoración), un base que pasó sin ninguna fortuna por Gipuzkoa Basket hace dos temporadas, mantuvo a flote a los británicos. Su velocidad y la conexión que tuvo con Olaseni (15 puntos, 14 rebotes, 26 de valoración) redujeron diferencias para amenazar el triunfo turco (65-70, min 34). Problema resuelto con más triples de Mahmutoglou. Hasta siete anotó el escolta turco para decidir definitivamente el partido. Incluso se permitió anotar el último en la jugada postrera del encuentro. 70-84 que supone un pequeño alivio para Turquía, demasiado azotada por las bajas en este torneo.

Fuente: piratasdelbasket.net

Clasificación: 1º Rusia (2-0), 2º Letonia (1-1), 3º Turquía (1-1), 4º Serbia (1-1), 5º Bélgica (1-1), 6º Gran Bretaña (0-2).

Próxima jornada: Letonia-Gran Bretaña, Bélgica-Rusia, Serbia-Turquía.

Y DIGO YO…:

• Esta pasada temporada dije en muchas ocasiones que el Barça jugaba mejor con Renfroe de base que con Rice. Se está repitiendo la situación en Montenegro. La aportación de Pavlicevic, un base aseado con un buen tiro de tres,  está resultando mucho más fructífera que la de un Rice poco productivo. Resulta arriesgado en estos momentos dejar en sus manos el liderazgo de un equipo pese a su calidad. Y pensar que no son pocos los madridistas que anhelan su fichaje para solucionar el problema que deja la grave lesión de Llull.
• Entre todas las ocurrencias de Twitter en el Eurobasket me ha resultado simpática la propuesta del MFP (Most Floatable Player o jugador más flotable). Señalaban como candidatos a Calathes y Ricky Rubio. El griego no sé, me parece un jugador lento tirando, pero en este Eurobasket no parece buena idea flotar a Ricky. Ha recuperado la confianza y hasta parece un tirador seguro.
• La presencia de Islandia aporta el colorido que deja en las gradas su incondicional afición que siempre se deja sentir. Lo hizo en el Eurobasket de 2015 y en la Eurocopa de fútbol del año pasado y convierte a la selección islandesa en el equipo simpático para todos los aficionados. Lástima que el nivel de su equipo no acompañe.
• Prometo que justo antes que Randolph robara el balón que decidió el partido ante Finlandia estaba pensando que vaya meses lleva tras fallar dos tiros libres importantísimos. En apenas segundos se vieron las dos caras de un jugador llamado a marcar las diferencias en Europa con asiduidad. A su mezcla de físico y talento no le acompaña la mentalidad a menudo. Si lo hiciera probablemente estaría brillando en la NBA.