Del 31 de agosto al 17 de septiembre se celebrará una nueva edición del Eurobasket, la última que se disputa cada dos años puesto que el torneo pasa a celebrarse cada cuatro años como ocurre con el Mundobasket y los Juegos Olímpicos. Vuelven a estar en liza 24 selecciones como lleva ocurriendo desde 2011 y se repite el formato y desarrollo que ya se llevara a cabo en 2015. Como entonces la primera fase se disputará en cuatro países diferentes y sólo habrá sede única hasta las eliminatorias de octavos de final. La fase final tendrá lugar en Estambul, que también albergará el grupo D. Las otras sedes en la primera fase son Helsinki, Tel Aviv y Cluj Napoca. Este formato ya se probó con éxito hace dos años y FIBA Europa decidió seguir aplicándolo. Una medida que ha evitado un exceso de pabellones prácticamente vacíos. Un hecho que hubiera ocurrido con toda probabilidad en un campeonato tan largo con una sede única.

Las numerosas ausencias importantes van a marcar esta nueva edición del Eurobasket. No es algo extraño, normalmente en año post-olímpico son frecuentes las renuncias de jugadores, sobre todo que disputan la NBA. No hay una clasificación olímpica en juego que motive la presencia de toda la artillería en cada selección, como ocurre en el año previo a los JJOO. Pero giochi gonfiabili esta vez las lesiones se han sumado al descanso y a las retiradas para ampliar considerablemente la lista de ilustres ausentes en el torneo. Giannis Antetokounmpo, Gallinari, Llull, Jokic, Batum, Gobert, Kanter, Ilyasova, Mirotic, Vesely, Teodosic, Nemanja Bjeliça… Son algunas de las muchas y sensibles bajas que restan lustre al Eurobasket aunque no faltan grandes nombres en la pelea por el trono que ocupa España, campeona en tres de las últimas cuatro ediciones y la gran dominadora del baloncesto continental en la última década. Sin más preámbulos comienzo a analizar cada uno de los cuatro grupos de la primera fase del Eurobasket.

GRUPO A:

Fuente: philstar.com

El grupo A tiene su sede en la capital de Finlandia, Helsinki. Y en apariencia se trata de un grupo muy animado y abierto a sorpresas. Sin duda destaca la presencia de Francia que vive su primer año después de Parker. Los JJOO de Río supusieron el punto y final en la selección gala de parte de su gran generación. El naufragio ante España en cuartos de final fue el último partido para Florient Pietrus, Gelabale y, sobre todo, Parker. El genial base ha sido el faro y la gran referencia de la selección francesa los últimos quince años, el punto de talento en un conjunto lleno de músculo pero con profundas carencias técnicas. Francia deberá acostumbrarse a vivir sin Parker, algo que no le ha ido muy bien en las ausencias del base. La vida sin Parker es dura. A estas retiradas de la selección se unen las renuncias de piezas muy importantes. Se echará de menos a Batum, Gobert y Ajinça durante el torneo. Es momento de buscar un nuevo referente. Todas las miradas recaen en Nando de Colo. El escolta del CSKA se ha ganado sobradamente un lugar entre los jugadores más importantes de Europa. Imparable cuando ataca hacia canasta y con una muñeca privilegiada, De Colo está llamado a ser el nuevo líder en esta etapa. Tiene quién le ayude en llevar el peso. El incombustible Diaw aún continúa en la selección francesa como pegamento y hombre para todo. Fournier regresa a la selección tras asentarse definitivamente en Orlando Magic. El jugador imprevisible de dos caras. Nunca se sabe si veremos al enorme anotador de ingente talento o la versión individualista y problemática de un jugador de trato complicado. Heurtel y Diot, dos bases contrastados y diferentes, serán activos valiosos para acompañar a De Colo en el manejo del juego. Los cambios más profundos están en las posiciones interiores. La cantidad de bajas en el juego interior provoca que cambien las referencias en la zona. También la fisonomía. Lauvergne o Tillie son jugadores más técnicos, con más fundamentos que sus predecesores pero con menor poderío físico. La zona francesa no será el campo plagado de minas de años anteriores. Seraphin aporta la dosis necesaria de físico exuberante pero el nuevo jugador del Barça nunca ha presumido de regularidad y concentración plena. Los profundos cambios han obligado a Collet a llamar de nuevo a jugadores que se quedaron fuera de los JJOO (Westermann, Edwin Jackson, Seraphin) o a contar con jugador sin experiencia a alto nivel (Toupane, Labeyrie, Poirier). Trabajo tiene Collet con un bloque menos poderoso aunque ya ha demostrado que sabe sacar jugo de plantillas con recursos más reducidos. Francia rebaja un punto sus expectativas pero sigue siendo un claro candidato a medalla.

Fuente: blogdebasket.com

Grecia será el gran rival de Francia por el primer puesto del grupo. Grecia afronta una profunda renovación tras quedar fuera de los JJOO. El relevo generacional es un hecho tras quedar atrás los grandes mitos helenos del inicio de siglo XXI. Giannis Antetokounmpo estaba llamado a tomar las riendas como nuevo líder, por algo ya es una estrella consagrada en la NBA. Sin embargo una lesión que no terminó de superar le deja fuera del Eurobasket. O por lo menos esa es la versión oficial de los Bucks porque en el seno de la selección griega no se lo creen. Pero la ausencia de Giannis es un hecho, aunque sí estará su hermano Thanasis, así que es necesario replantear la estructura del equipo. El liderazgo pasa a ser compartido por los más veteranos, el trío formado por Bourousis, Printezis y Calathes. Los dos primeros forman una pareja interior de mucho nivel y que puede crear serios problemas a las defensas rivales por su facilidad para tirar desde fuera. Calathes es una garantía en la dirección y sabe llevar los partidos al ritmo que le interesa. Papanikolau puede serles de mucha ayuda como referente en el puesto de alero. Ha alcanzado la madurez como jugador, es más fiable y aporta un poderío físico muy valioso. El resto del bloque está formado por currantes (Sloukas, Mantzaris) o jóvenes a los que les falta dar un paso adelante para explotar (Agravanis, Papapetrou), con un inconfundible aroma a Olympiacos. Es fácil adivinar lo que se espera de los helenos. Competitivos, duros en defensa y poderosos físicamente. Falta saber quién tomará la responsabilidad en los momentos decisivos. Antes todos miraban a Spanoulis pero el gran Vassilis ya no está en la selección. Se le hará raro a sus compañeros cuando traten de buscarle y se den cuenta de su ausencia. Quizá falten también relevos de garantías para la pareja de pivots titular. Bogris y Papagiannis no son jugadores del nivel y experiencia de Bourousis y Printezis así que se preveen rotaciones cortas en el juego interior.

Fuente: kiaenzona.com

El tercero en discordia es un ilustre venido a menos pero con argumentos para volver a recuperar un lugar importante en el baloncesto europeo. Eslovenia ha perdido lustre progresivamente con la salida del equipo de los jugadores de su mejor hornada (Smodis, Nachbar, Erazem Lorbek, Beno Udrih, Begic,…). Sólo queda Goran Dragic que seguirá siendo el alma de Eslovenia, el motor que mueve su juego. Pero en estos nuevos tiempos que corren en la selección eslovena se estrenará en el Eurobasket el chico del que todos hablan, el jugador del futuro. Luka Doncic debuta en una gran competición internacional con su selección y no para coger experiencia. El chico maravilla llega dispuesto a llevar los galones a la misma velocidad que los ganó en el Real Madrid. Igor Kokoskov está dispuesto a dárselos. Será interesante saber en qué posición va a jugar Doncic porque versatilidad le sobra. La presencia de Dragic le llevará seguramente al puesto de alero, el que debería ser su posición definitiva en su carrera pero en la que se resiste Pablo Laso a situarle. El Eurobasket es una ocasión fantástica para resarcirse de un mal final de temporada que ha despertado dudas sobre la conveniencia que salte a la NBA en 2018. Le acompaña otro compañero en el equipo blanco, el gran conocedor de Eslovenia que es Anthony Randolph. Dos meses después de otra nacionalización de tocomocho Randolph ocupa la plaza de nacionalizado que ya se ha asumido como las de extracomunitarios en los clubes. Nunca sabemos qué versión se verá de él. Concentrado e inspirado no hay otro jugador en Europa con su mezcla de talento y físico desbordante. Puede desequilibrar un partido por sí solo con su gran muñeca y los tapones intimidadores que reparte en su zona. Si pasa de todo, que no es algo raro, se puede convertir en una rémora. Pueden preguntar en Madrid por las dos caras de Randolph, que será imprescindible en un juego interior endeble para acompañar a un Vidmar aún más irregular y disoluto que el nuevo ciudadano esloveno. Estos tres jugadores serán fundamentales en un equipo muy joven y con escasa experiencia. Banquillo muy escaso para afrontar un torneo largo y duro. Salvo Blazic, trabajador y que puede aportar puntos ocasionalmente, no cuenta con apenas jugadores de garantías en la reserva.

Fuente: encestando.es

Los otros tres equipos lucharán en principio por la cuarta plaza. Finlandia parte con ventaja por su condición de anfitrión y potencial. Un equipo veterano y con un juego exterior de consideración. Koponen o Salin son tiradores de eficacia probada aunque no hayan vivido su mejor temporada. Markkanen representa el futuro. Un ala-pivot que debutará en la NBA con los Bulls y que está llamado a ser el líder a medio plazo. El juego interior es el lunar de la selección de un país en el que el baloncesto causa furor. Polonia está inmersa en pleno relevo generacional. Sin Gortat el juego interior pierde mucho de su potencial y genera dudas. Va a depender de la calidad individual de A.J. Slaughter, base que acapara mucho juego, y el acierto que tengan desde fuera Waczynski o Potnika. Islandia se jugará todo a la carta del triple. No tiene otra opción con un juego interior casi inexistente y en el que los pivots pisan poco la zona. Correr y tirar a la primera oportunidad es la única filosofía de un equipo llamado a cerrar el grupo.

GRUPO B:

Fuente: thescore.com

Tel Aviv será la sede del grupo B. La Mano de Elías será un fastuoso escenario para un grupo que se disputa fuera del continente europeo. Su composición sería muy interesante en condiciones ideales pero las bajas se han cebado para reducir su lustre. Lituania no ha estado a salvo de imprevistos (cuenta con las ausencias de Domantas Sabonis y Jankunas como nombres destacados) pero conserva su potencial en sus puestos clave y se presenta como indiscutible favorito para acabar como líder. El actual subcampeón europeo cuenta con un equipo compensado y muy poderoso físicamente pero que tiende a la anarquía y el desconcierto más de la cuenta. Es algo previsible cuando se cuenta como base con Kalnietis, capaz de lo mejor y lo peor. Además su importancia aumenta porque no hay sustituto de garantías tras la baja de Lekavicius, que ha dejado buenas sensaciones en Zalgiris esta temporada. El gran puntal volverá a ser Valanciunas, uno de los pivots de referencia en este Eurobasket. Duro y poderoso bajo aros, dominador en las zonas aunque se le cruzan los cables más de la cuenta. La colección de aleros es de lo mejor de Europa. Kuzminskas ha tenido un debut digno en los Knicks y debe mostrar su progresión física al atacar el aro. Incluso puede ser una solución en el puesto de ‘4’. Maciulis seguirá siendo importante en un equipo que tiene mando en plaza aunque esta temporada ha dejado síntomas de decadencia. Ulanovas es un alero poderoso y versátil que no para de progresar año a año. Es uno de los hombres de futuro en Lituania. Bendzius es un buen revulsivo en caso de atasco ofensivo. Le sobran puntos y buen tiro en la línea de tres, el arma más peligrosa de la selección báltica. El gran lunar está en la corta rotación en el juego interior. No hay sustituto para Valanciunas que deberá afrontar una minutada casi por sistema. Su acompañante, Motiejunas, es el timo de la estampita que aún sigue pegando el palo por la NBA de forma incomprensible. No será nada extraño que Maciulis o Kuzminskas jueguen en el puesto de ‘4’ con frecuencia. Los recambios en los puestos exteriores (Milaknis, Gecevicius, Juskevicius, Grigonis) son excesivamente irregulares aunque en un día bueno pueden reventar la defensa rival a triples. Un equipo peligroso aunque en ocasiones el peligro lo representa para sí mismo.

Fuente: blogdebasket.com

Italia sigue inmerso en la indeterminación en la que vive desde hace más de una década. Es la imagen de un baloncesto decadente que no encuentra la forma de acercarse a su brillante pasado. No ha faltado talento los últimos años pero sí sobró individualismo, egoísmo y falta de carácter. Este año incluso cabeza a Gallinari, el jugador italiano más brillante en la actualidad. Un puñetazo al jugador holandés Kok en un amistoso le ha costado una lesión en la mano que le dejó fuera del Eurobasket. No puede ser mayor la estupidez. Bargnani y Gentile tampoco estarán aunque ya parecen jugadores perdidos para la causa. A Messina le toca formar un bloque más compacto con mimbres limitados, algo en lo que no suele destacar uno de los técnicos más prestigiosos del baloncesto continental. Belinelli partirá como líder en la cancha como hiciera hace cuatro años. Tirador letal que ha ejercido de base cuando estaban presentes todos los jugadores con pedigrí NBA. Ahora se puede dedicar en exclusiva a lo que mejor se le da, anotar. Sin duda, la principal baza ofensiva de los transalpinos. Datome será otra pieza importante. Ha madurado a las órdenes de Obradovic y ha mejorado su trabajo hacia el colectivo. Buen tiro y poderoso físico que le permite alternar los puestos de alero y ala-pivot. Melli será la tercera pata del trípode. Consagrado como uno de los mejores ala-pivots de Europa, posee un gran tiro en cualquier posición, un notable juego de pies y buena actitud reboteadora. Deberá ejercer de ‘5’ ante la falta de pivots de garantías. El problema para Messina es que cuenta con poco más. Hackett es un base aseado sin más y no tiene sustituto fiable. Aradori es la única baza en el banquillo para revolucionar a un equipo escaso de talento y recursos. Messina va a tener que fiar todo a la inspiración de las figuras y que los demás aporten dureza y trabajo. No hay más cera que la que arde, las medallas están lejos.

Fuente: eurohoops.net

Al acecho hay un terceto de equipos que lucharán por los otros dos puestos que dan derecho a disputar los octavos de final. Georgia presenta el poderío físico de costumbre, sobre todo en un juego interior muy interesante. Pachulia, campeón de la NBA con los Warriors, representa mejor que nadie las cualidades de los pivots georgianos. Rocoso, intimidador y muy duro. Más de la cuenta en ocasiones como bien sabrá Kawhi Leonard. Un aspirante serio al apodo de El seis pesetas. Con Shermadini formará una pareja de puro granito en la zona. Dos torres grandes y pesadas para formar un juego interior a la antigua usanza aunque Shermadini no anda escaso de buenos movimientos. En Andorra se consagró como uno de los mejores pivots de la ACB. Aún tienen pesadillas con él en el Real Madrid. En Unicaja tendrá oportunidad de ser un pivot importante en Euroliga. La presencia de ambos empuja a Shengelia a la posición de alero. No es su puesto ideal, no es un jugador con un tiro exterior destacable, pero posteando creará problemas a los defensores son su poderío físico. El problema es que no tiene mucho más. Las lesiones de Burjanadze, otro destacado en Andorra, y Sanikidze menguan aún más un juego exterior poco fiable y que dependerá del día que tenga Michael Dixon, sustituto de Pullen en la plaza de nacionalizado. Base demasiado obsesionado con lanzar y poco preocupado por organizar a un equipo demasiado anárquico. Le falta profundidad de banquillo para pensar en cotas elevadas. Alemania inicia la vida después de Nowitzki. La retirada de la selección del gran referente obliga a buscar un nuevo líder. Parece claro que será Schröder, asentado en la rotación de los Atlanta Hawks y con gran capacidad para anotar y dirigir a un ritmo de juego elevado. Muchos aficionados españoles le recordarán por fallar un tiro libre que evitó a España una agónica prórroga en el decisivo encuentro de la primera fase. Acaparará gran parte del juego de un equipo que presenta un quinteto inicial muy potable. Voigtmann y Theis forman una buena y complementaria pareja de pivots. La versatilidad del pivot de Baskonia, capaz de rebotear y dominar bajo aros y de amenazar desde la línea de tres con eficacia, y la fortaleza y capacidad reboteadora del nuevo jugador de los Celtics suponen un buen aval en un aspecto clave como el juego interior. Les faltará recambio de garantías debido a las bajas de Zirbes y Pleiss. Benzing puede ofrecer puntos valiosos en el puesto de alero aunque tienda a difuminarse ante rivales de entidad. El problema para Chris Fleming, seleccionador alemán, es que cuenta con poco más debido a las numerosas ausencias. A la retirada de la selección de Nowitzki y las bajas en en el juego interior se suma la renuncia de Zipser que estaba llamado a ser uno de los puntales en el perímetro. Pocas alternativas en el banquillo. Steiger y Tadda pueden aportar algo en el tiro de tres y Maodo Lo volver loco el partido con un ritmo demasiado revolucionado pero no hay mucho donde mirar. No es fácil vivir sin Nowitki.

Fuente: hoopshype.com

El terceto de aspirantes a las últimas plazas lo cierra el anfitrión, Israel. La condición de albergar grupo en la primera fase ha convencido a toda la vieja guardia para acudir al Eurobasket. Muy probablemente por última vez. Casspi volverá a ser el líder indiscutible aunque no atraviese el mejor momento de su carrera. Seguirá siendo capital y el jugador buscado en ataque. La nacionalización de Howell palía el tradicional deficit de Israel en el juego interior, siempre carente de pivots altos. Ambos estarán arropados por viejas glorias en el ocaso de su carrera (Eliyahu, Halperin, Pnini) y dos bases bajo sospecha. Mekel no ha reafirmado su explosión de hace dos años y va dando tumbos desde entonces. De la borrega de Ohayon mejor ni hablo. Increíble que aguante en Maccabi tantos años un base tan insulso e intrascendente. Tampoco se puede esperar demasiado de un banquillo que no ofrece soluciones. No hay revulsivo para una selección hebrea que se hunde con facilidad en los malos momentos. Competir en casa es su remedio para caer en profundos bajones. El último integrante del grupo, Ucrania parece condenado a representar el papel de cenicienta. Las bajas (Jeter, Fesenko, Gladyr,…)  han dejado muy mermado a un equipo que ya lo pasa suficientemente mal con la difícil situación del país. Salvo una pareja de pivots alta, aseada y con experiencia en la ACB, la que forman Kratvsov y Pustovyi, poco más hay destacable en una selección ucraniana con vías de agua por todas partes. Muy difícil que escapen de la última plaza.

GRUPO C:

Fuente: cuatro.com

Cluj-Napoca, en Rumanía, será la primera parada del camino de España en la defensa del título. No hay duda sobre su dominio incontestable en el baloncesto europeo durante la última década. Campeón en tres de las últimas cuatro ediciones del Eurobasket. No baja del podio desde 1999. Unos logros que sólo pudieron alcanzar las extintas URSS y Yugoslavia en el baloncesto europeo. Un equipo de época que se resiste a poner punto y final. Pese a ponerles en repetidas ocasiones fecha de caducidad los líderes de la generación dorada se niegan a dar por finalizado su periplo en la selección. En 2017 volverán a estar presentes en la nave en busca de su cuarto entorchado continental. Casi nada. Y no se puede decir que Scariolo se ha librado de las bajas. Rudy y Felipe Reyes renunciaron a acudir este verano por la necesidad de descanso. Mirotic hizo lo propio como guiño a los Bulls en plena negociación para renovar su contrato. El seleccionador no quiso reemplazarle en la plaza de nacionalizado por Ibaka por motivos desconocidos. Pau Ribas volvió a resentirse de su tendón de Aquiles y quedó fuera muy pronto.Pero la baja más impactante y dolorosa la causó la rodilla de Sergio Llull. La rotura del ligamento cruzado en el amistoso de La Laguna ante Bélgica priva a la selección del mejor base del baloncesto europeo aunque siempre desempeñara un rol secundario a la sombra de los eternos líderes. Estas ausencias no evitar que recaiga sobre España el papel de favorito al oro. El potencial de la plantilla es asombroso, casi sin puntos débiles. Hasta siete jugadores disputaron la NBA la pasada temporada. Un hito que marca el sello de un equipo que en su plenitud juega a una velocidad muy diferente a la que se puede ver en Europa. Al frente, los hermanos Gasol. La mejor pareja de pivots del torneo de largo. Incluso hay que pensar bien para encontrar otra de este nivel en un equipo NBA. Pese a sus 37 años Pau sigue reuniendo cualidades sobradas para marcar las diferencias. En Francia aún no olvidan sus recitales irrepetibles en el pasado Eurobasket. En los JJOO volvió a ser imprescindible su liderazgo para alcanzar el bronce. Marc viste desde hace años la vitola de mejor ‘5’ de la NBA pero en la selección aún debe dar el paso definitivo. Aún se refugia demasiado detrás de la figura de su hermano Pau. La ausencia de Mirotic propiciará que jueguen muchos minutos juntos. La baja de Llull no evita que Scariolo cuente con unos bases de lujo. Ricky Rubio dejó atrás las dudas, las lesiones y los repetidos golpes familiares que le han azotado los últimos dos años para ofrecer un gran rendimiento en 2017. Vuelve a ser el jugador que prometía romper con todo en sus inicios, mejoría en el tiro incluida. Sergio Rodríguez no logró asentarse en la NBA como era su deseo pero en Europa sigue siendo un jugador que destroza encuentros con su magia y ritmo desenfrenado. Nombres muy conocidos pero que no tapan la llegada de aires nuevos. Tras muchos años de incertidumbre sobre el futuro va llegando el relevo generacional. Los hermanos Hernangómez, Abrines, Guillem Vives, Joan Sastre y Oriola representan el futuro próximo de la selección. Los tres primeros ya se han asentado en la NBA en su año de debut. Los demás, junto al incombustible San Emeterio, han probado las mieles del éxito con el título de Liga ACB logrado por Valencia Basket, nuevo bloque predominante en la selección tras años de inconfundible sabor madridista. Falta un nombre. Pues sí, para perplejidad de muchos es Navarro. Pese a su innegable decadencia vuelve a contar en los planes de Scariolo. En teoría es su último torneo internacional con España pero ya cualquiera sabe. Una plantilla que parte con un favoritismo indiscutible. Ella misma es su mayor rival. Ya sabemos, los problemas con el triple (aunque Navarro, Abrines y San Emeterio son buenos tiradores) o la relajación en la primera fase que muchas veces ha obligado a sufrir demasiado pronto. Los mismos temas recurrentes en la etapa de Scariolo aunque cuando llegaba la hora de competir España lo hacía mejor que nadie.

Fuente: nbaclutchtime.com

El grupo en apariencia es muy cómodo, para acabar líder sin demasiados apuros. El gran rival es Croacia. Talento tiene a espuertas en sus grandes figuras. Saric se ha adaptado perfectamente a la NBA en su año de debut, convirtiéndose en uno de los mejores novatos del año. Madurez y explosión definitiva de uno de los talentos más prometedores del baloncesto europeo. Letal y determinante tanto en el puesto de alero como de ala-pivot, el que seguramente desempeñe en este Eurobasket. Compartirá galones con Bojan Bogdanovic, posiblemente el mejor alero de Europa. Un anotador voraz que resulta indefendible en racha, capaz de anotar hasta lo imposible en los momentos pletóricos. Darko Planinic se asienta como el pivot titular. En los JJOO ya dejó buenas sensaciones e hizo olvidar a Tomic, ausente también este año y que nunca estuvo a la altura con su selección. Aporta agresividad y dureza muy necesarias aunque no se trata de un pivot tosco ni mucho menos. Le acompañarán en la zona Buva, que ofreció un buen rendimiento en Bilbao, y Zoric, curtido en mil batallas pero cuyos mejores días ya han pasado. La dirección es cosa de veteranos. En Ukic y Marko Popovic sigue recayendo la responsabilidad de llevar la manija de Croacia. Experiencia y calidad les sobra pero ya están bien entrados en la treintena y da la sensación que en Croacia no hay relevo para ellos. De hecho los posibles recambios son dos nacionalizados, Lafayette y Draper, que tampoco son unos chavales y ya han dejado atrás sus mejores partidos. Ninguno de los dos estará presente en el Eurobasket. Simon desempeñará el papel de valioso sexto hombre, capaz de aportar en todas las facetas. Buen tiro, rebote, actitud defensiva y dotes de liderazgo para uno de los jugadores que mejor ha jugado en la selección croata en los últimos torneos. La cruz de este equipo es que no hay mucho más. Las ausencias de jugadores como Tomic, Rudez, Hezonja o los bases nacionalizados dejan una rotación muy corta. Incluso ha sido repescado Marko Tomas que hace años que se encuentra en un estado de semiclandestinidad. Luego está el problema endémico de la sangre de horchata que le distingue. Falta de personalidad y carácter que le ha llevado a sufrir múltiples varapalos en los últimos años. Ya se sabe que los que gastaban la mala leche en la antigua Yugoslavia eran los serbios y toda la que había en Croacia se la llevó Drazen Petrovic a la tumba. Este defecto siempre convierte a Croacia en una moneda al aire.

Fuente: reprezentacija.me

La diferencia con el resto del grupo es sideral. La República Checa es una selección en crecimiento pero las bajas la han mutilado por completo. La renuncia de Vesely supuso un mazazo del que no puede reponerse porque acapara la fortaleza en el juego interior y representa la mitad del potencial checo. La otra mitad está en manos de Satoransky que estará solo ante el peligro. Las bajas de jugadores estimables como Balvin, Jelinek o Pumprla van a convertir el juego checo en un solo del base de los Wizards. Tiene mala pinta su papel en el Eurobasket. Montenegro, el primer rival de España, tiene mayores dosis de talento. Especialmente en sus pivots titulares, un auténtico lujo. Vucevic ya hace años que está asentado como pivot titular de Orlando Magic. Fuerte, intimidador pero con muy buenos movimientos y velocidad en la zona. Dubljevic fue el gran responsable del título liguero conseguido por Valencia Basket. Su aparente lentitud de movimientos es una ilusión. Rocoso y difícil de frenar en la zona. Aún más difícil de defender cuando sale a tirar de tres. Uno de los mejores hombres altos que aún permanecen en clubes europeos. Radovic y Marko Todorovic pueden dar minutos de respiro al dúo titular. En el puesto de alero se ha hecho sitio el jovencísimo Radoncic, una de las grandes perlas de las categorías interiores del Real Madrid, que afronta ya con responsabilidades su primer gran competición internacional. También debuta Tyrese Rice, forzado a acudir bajo amenaza de la retirada de la nacionalidad concedida si seguía fumándose convocatorias. Calidad le sobra pero su actitud no parece la mejor. Entre que anda resolviendo su salida del Barça y en el último amistoso discutió con medio equipo y mandó a paseo a Tanjevic no tiene pinta que llegue en las mejores condiciones. Puede causar más problemas que beneficios si no está centrado. La falta de garantías de su tiro exterior es su mayor talón de Aquiles. Choca en una selección de la antigua Yugoslavia pero el triple no es el fuerte de Montenegro. Una zona rival puede resultar mortal de necesidad. Hungría regresa 18 años después a un Eurobasket. Destaca sobre todo lo demás la presencia de Hanga. El último fichaje del Barça lleva dos temporadas fantásticas en las que se ha convertido en uno de los aleros más codiciados de Europa. Buen tiro, generoso derroche físico y actitud defensiva intachable que le hicieron indispensable en Baskonia. Valiosos anotadores como Rosco Allen o Vojvoda (apunten este nombre que puede ser una de las revelaciones del torneo) y un DeAndre Kane que dejó algunos buenos detalles en el Betis ejercerán de escuderos de Hanga. El banquillo es un solar pero es posible que con esto le baste para pasar de ronda. Del anfitrión, Rumanía, mejor que no me pregunten nada porque lo desconozco todo. El único nombre reconocible es el de Emanuel Cate, pivot surgido de la cantera del Real Madrid y que jugó muy poco en sus dos años en Sevilla. Muy poco bagaje para el peor equipo del torneo con diferencia. Está en el Eurobasket porque le cayó la organización de un grupo. De otra forma sería imposible.

GRUPO D:

Fuente: sports.inquirer.net

Estambul es la sede del último grupo de la primera fase y el organizador de la fase final. Siempre que una gran competición se celebra en suelo turco las miradas se dirigen a la selección local. Turquía ha conseguidos sus únicas medallas (platas en el Eurobasket 2001 y Mundobasket 2010) en citas que ha organizado. La motivación de jugar en casa y la terrible presión ambiental que generan sus aficionados sobre rivales y árbitros resultaron claves para estos logros. Fuera de sus fronteras su rendimiento siempre ha bajado considerablemente. Para este Eurobasket el presidente de la federación turca, Turkoglou, quiso contar con toda la artillería pesada para repetir viejas hazañas en casa. Jugar en Turquía, sin embargo, no fue motivación suficiente para los grandes puntales del baloncesto turco. Ilyasova alegó cansancio para no acudir. Los grandes pivots, Kanter y Omer Asik, tampoco se mostraron dispuestos a formar parte del equipo. Las ausencias de estos y otros jugadores importantes en el pasado pero venidos a menos (Predlzic, Savas) fuerzan a Turquía a tirar de los jóvenes. Osman es el indiscutible líder de la nueva hornada. Un alero lleno de talento y descaro que le falta dar un paso para consagrarse definitivamente aunque no ha sido obstáculo para dar el salto a la NBA la próxima temporada. Además es el único de los jóvenes que se ganó un rol protagonista en su equipo aunque Korkmaz también le acompañará en la aventura americana. Los Aldemir, Balbay, Mahmutoglou o Sipahi no pasan de jugadores de rotación sin apenas brillo. Las bajas en la pintura son tan acuciantes que el pivot de referencia será Erden, un tocomocho de toda la vida que afronta la recta final de su carrera. Los problemas en el juego interior serán de aúpa así que cobrarán mucha relevancia los tiradores. Bobby Dixon, también conocido como Ali Muhammed tras su nacionalización, se verá obligado a tomar buena parte de la responsabilidad ofensiva. El base de Fenerbahçe es un anotador muy fiable en el tiro de tres y posee un cambio de ritmo explosivo que le permite penetrar con éxito pese a no pasar del 1’78. Le toca desempeñar el mismo papel protagonista que en el pasado Eurobasket. No pasó de un papel gris entonces la selección otomana. No creo que cambie en esta ocasión por mucho que juegue en casa. Ni el ambiente ensordecedor de Estambul puede obrar milagros.

Fuente: bleachrreport.com

Sin duda el nombre más ilustre del grupo D es Serbia. En condiciones normales sería la favorita indiscutible para liderarlo y una de las candidatas más serias a medalla pero si a algún equipo le han golpeado duro las ausencias ese es la selección serbia. Las bajas son una colección de nombres destacados e irreemplazables. Jokic, como de costumbre, no quiso saber nada de jugar en verano. Nemanja Bjeliça tampocó encontró energías ni motivación para disputar el Eurobasket. Las lesiones dejaron fuera de combate al tosco pero efectivo Raduljica y, lo que es peor, a Teodosic. El faro del juego serbio, para bien y para mal, deja un hueco enorme imposible de tapar. Para colmo, Nedovic y Kalinic son dudas por lesiones en el hombro y espalda, respectivamente. A Djordjevic le surgen problemas por todos lados pero el fondo de armario de Serbia es tan amplio que le permite formar un bloque competitivo pese a las ausencias. Aún cuenta con Bogdan Bogdanovic, el mejor escolta del baloncesto europeo. Puro talento. Arte en sus movimientos y letal cuando mira el aro. Un jugador maravilloso que ya está preparado para embarcarse en la NBA. Las bajas de los grandes nombres en el juego interior no son óbice para que Djordjevic cuente con mostrencos en la zona. Marjanovic, Kuzmic o Stimac tienen altura y capacidad de intimidación de sobra para espantar a quien merodee por allí. En la dirección llega el relevo generacional. Momento para el base del futuro, Jovic. Casi dos metros y poderío físico para desbordar a sus defensores. Gran visión de juego aunque su tiro no es demasiado destacable. Compartirá la manija con Micic, revelación en la liga turca y que maneja el ritmo de los partidos como los grandes directores de juego de la antigua Yugoslavia. Un joven jugador al que no hay que perder de vista. En el banquillo no faltan jugadores valiosos de equipo. Macvan, Lucic o Guduric siempre aportan minutos de calidad desde el banco. Serbia está mermada y tocada pero lejos de quedar hundida. Su competitividad siempre le convertirá en un rival muy peligroso.

Fuente: basketinside.com

El gran candidato a equipo revelación está en este grupo. Letonia es considerado por muchos como una de las selecciones del futuro, repleta de talento muy joven y una planta admirable. Una mezcla magistral de calidad y poderío físico que representa mejor que nadie Porzingis, la gran estrella letona. Uno de los grandes aspirantes a jugador dominante en la NBA. Una bestia de la zona que mejora día a día en el tiro exterior. Fuerza de la naturaleza que cambió los abucheos de los seguidores de los Knicks al ser elegido número 4 del draft 2015 por la admiración unánime al otro lado del Atlántico. Ha dejado incluso cortas todas las expectativas de los seguidores que pudimos disfrutarle en directo en las canchas españolas cuando apenas acababa de salir de la adolescencia. Es la gran estrella de un equipo con un porvenir espléndido. Davis Bertans aún ocupa un rol poco vistoso en la poderosa plantilla de los San Antonio Spurs pero la facilidad que posee para jugar tanto de ‘3’ como de ‘4’ y su tiro fiable en la línea de tres le convierte en quebradero de cabeza para las defensas. Su hermano Dairis forma parte de un tiro exterior irregular pero difícil de frenar cuando se muestra efectivo. Los hermanos Bertans, Strelnieks y Blums pueden suponer un serio peligro en el perímetro. Otros dos jóvenes apuntan a tomar un papel de responsabilidad más pronto que tarde. Timma, nuevo jugador de Baskonia, se ha destapado como uno de los aleros con más futuro de Europa. Fuerte, buen reboteador, buena mano y con sólidos fundamentos. Una nueva joya reclutada por Josean Querejeta. Smits, jugador de Fuenlabrada pretendido por el Barça, es un ala-pivot poderoso que aún tiene que pulir su muñeca pero posee unas condiciones fantásticas para hacer daño cerca del aro. Aún le falta ampliar la profundidad de banquillo pero ya cuenta con lo necesario para sentar las bases de un equipo con aspiraciones. A medio plazo no será extraño ver pelear a Letonia por las medallas.

Fuente: holaciudad.com

Rusia sigue sumida en la indefinición. Hace años que va dando tumbos sin rumbo fijo y no parece que vaya a cambiar la situación con unos mimbres muy ajustados. La baja de Karassev supone un problema casi irresoluble en el tiro exterior. El liderazgo queda en manos de Shved, lo que no es una buena noticia. Talento innato difuminado por su mentalidad de cabra loca que le lleva a cometer numerosos errores en momentos difíciles por pura precipitación. Cuando juega de base el esperpento puede llegar a ser mayúsculo por momentos. Su falta de madurez ha impedido que explotara como se esperaba. No todo es malo en el equipo de Bazarevich que cuenta con un quinteto titular de garantías. Mozgov esta vez sí acudió a la selección rusa para apuntalar el juego interior. Uno de los mejores pivots del Eurobasket, muy alto y dominante dentro de la zona. Vorontsevich le complementa con su facilidad para tirar desde fuera. Kurbanov se encargará del trabajo de intendencia, como ocurre en CSKA, y Fridzon debe ser el sexto hombre que desatasque con su facilidad para tirar aunque nunca fue un jugador que destacara por su constancia. El banquillo está plagado de jugadores sin apenas trascendencia en sus equipos. El mal del baloncesto ruso, plagado de extranjeros que acuden al reclamo de su fortaleza económica. La tendencia al individualismo de las figuras es el otro gran peligro de una Rusia que cae con facilidad en la anarquía. Sin embargo parece complicado que pueda caer a las primeras de cambio. Bélgica cuenta con una columna vertebral demasiado entrada en años. Van Rossom y Tabu tienen experiencia sobrada en Liga ACB pero el primero arrastra los efectos de dos lesiones graves y el segundo cae con frecuencia en el individualismo y la precipitación. Hervelle apura su carrera recurriendo a su carácter y liderazgo pero los años no pasan en balde. La ausencia de Lojeski, otro jugador castigado por las lesiones, se hace notar en una equipo con pocos jugadores contrastados. Aunque sorprendiera a España en el fatídico amistoso de la lesión de Llull no parece que cuente con opciones de avanzar. Aún menos Gran Bretaña que presenta un plantel muy modesto lleno de jugadores desconocidos. Lejos quedan los tiempos en los que contaba con Ben Gordon, Luol Deng, Mensah-Bonsu o Freeland para conformar un equipo competitivo en los JJOO de Londres. Ahora no es ni una sombra. Daniel Clark, lejos de su mejor momento, es el referente de una selección británica que no puede disimular su debilidad.