En los instantes previos al salto inicial de la final, se podía observar dos formas de encarar la final en los rostros de sus estrellas. Durant se mostraba en tensión, Lebron ansioso. No era de extrañar que ambos equipos se mostrasen dubitativos de inicio. Zaza Pachulia era el protagonista en Golden State, para lo bueno y lo malo. Enfrente los Cavaliers iban mostrándose más compactos, pese a los tiros libres fallados por Lebron James, y nadie se despegaba cuando la segunda falta personal de Draymond Green adelantaba los cambios en el bando local. Poco a poco las estrellas iban despertando, Kevin Durant tomaba las riendas del equipo de la bahía de Oakland y, junto con JaVale McGee, daba respuesta a las esttrellas visitantes. Cleveland se mostraba inspirado desde el exterior, al contrario que los Warriors. Sólo la aparición de Stephen Curry, con ocho puntos en dos minutos, ponía por delante a los de Mike Brown. Al finalizar el primer cuarto, un triple de Andre Iguodala sobre la bocina, abría un hueco de cinco puntos.

Con el cambio de cuarto el escolta seguía siendo protagonista, en este caso por su defensa. Lebron se mostraba cansado de chocar con los jugadores locales y perdía el balón más de lo deseado. En dos minutos, Tyronn Lue lo sentaba porque Golden State comenzaba a correr. Eso suponía más responsabilidad para un Kyrie Irving acelerado, pero los fallos se repartían por igual. Los titulares regresaban a la pista fríos, pero Durant no tardaba en entrar en calor. Junto con el orden de Shaun Livingston, llevaban la diferencia a los dos dígitos. El base visitante no encontraba el apoyo de un Lebron que no encontraba a sus compañeros, los balones perdidos se acumulaban en el bando visitante y el mal balance defensivo permitía a Durant disfrutar corriendo. Los Cavaliers tenían que dar gracias de estar a ocho puntos al descanso.

El paso por los vestuarios debía dar orden a los visitantes. Sin embargo, el equipo de Ohio seguía teniendo problemas para distribuir el balón; la agresividad de la defensa local sobre el balón provocaba una cascada de balones perdidos y un parcial de siete a cero, en dos minutos, obligaba al frenazo de Lue. Pese a ello, el atasco visitante continuaba. La mejor versión de equipo por los locales, y un Curry acertado con dos triples, completaban un trece a cero de salida. Con la diferencia en los veinte puntos tenía que aparecer Lebron al rescate, obligando a Brown a recomponer el orden en los Warriors. No terminaba de funcionar bien todo para Golden State; Curry seguía perdiendo balones, el ritmo se ralentizaba y Richard Jefferson aparecía, desde el banquillo, para dar aire al ataque visitante. De nuevo aparecía Durant para liberar la tensión, el cansancio volvía a sacar la peor versión de Lebron y obligaba a Lue a sentarle. Los Cavaliers se presentaban al último cuarto con más de veinte puntos de desventaja, y tenía que dar las gracias por un triple de Irving en la última posesión.

Los doce minutos finales traía de regreso a la pista a Lebron James. Tyronn Lue buscaba dar un tirón que levantase el ánimo de sus compañeros. Sin embargo nada ocurría sobre la pista. Los errores predominaban sobre los aciertos, la escasa anotación iba apagando lo que ocurría sobre la pista; y pronto sólo quedaban destellos de Durant para cerrar el partido. Los Warriors se ponían al mando en la eliminatoria final. Invitado inesperado: Zaza Pachulia, Andre Iguodala (Warriors)