Había mucha expectación en San Antonio para ver a su equipo en playoffs sin Tim Duncan. Y el inicio de los tejanos no fue acorde a lo esperado, faltaban espacios en el ataque y no podían franar a la pareja Gasol-Conley. Con siete puntos de desventaja, Popovich llamaba a sus jugadores y ponía a Pau Gasol en pista, para compensar la inoperancia de Dedmond. Sin embargo los Grizzlies seguían marcando el ritmo con un Conley excepcional. La ventaja visitante alcanzaba los dos dígitos, ante las dificultades de los Spurs para circular el balón. Fizdale se permitía dar descanso a Conley, sus interiores respondían al arreón de Kawhi Leonard y sólo dos tonterías de Troy Daniels despertaron la reacción local. En menos de tres minutos finales Memphis encajaba un parcial de diez a dos y la diferencia, de trece puntos, se reducía a menos de la mitad. Con el inicio del segundo acto, llegaba el descanso a Marc Gasol y San Antonio sacaba partido de la superioridad de Aldridge al poste bajo. Ni el regreso del pivot lograba frenar la remontada parque hinchable local, que completaba Parker con tres minutos jugados. Y es que ya nada era sencillo para el ataque visitante, Conley había desaparecido y Marc Gasol recogía todo el cariño de Aldridge. Pese a ello, el pivot español conseguía mantener al equipo de Tennessee en el partido al descanso. La segunda parte mostraba a unos Spurs más reconocibles; Danny Green secaba los intentos de Conley mientras que Marc Gasol acusaba el cansancio. Con la mitad de cuarto jugado, la ventaja local se aproximaba a la decena de puntos. La superioridad tejana en las zonas era cada vez más evidente. Sin embargo, no fue hasta los dos minutos finales del tercer cuarto, que San Antonio sacaba provecho de ello. Un Leonard desatado dejaba el partido muy complicado para los Grizzlies para los doce minutos finales. Y en tres minutos de cuarto final todo quedaba resuelto. Los visitantes seguían inoperantes en ataque y los Spurs se llevaban el primer punto de la serie. Invitado inesperado: Patty Mills (Spurs)
Para el segundo partido se esperaba una reacción contundente de Memphis, especialmente de sus secundarios. Todo para mitigar la mala imagen dejada en el primer duelo. Y el esfuerzo no se podía discutir, pero el equipo seguía negado de cara al aro. Los Spurs controlaban el partido cómodamente con cerrar su zona y mostrarse agresivos en ataque, especialmente sus estrellas. Así que Fizdale movía el banquillo a mitad de cuarto, con el equipo a siete puntos. Las sensaciones no mejoraban, es más, los problemas se repetían y la diferencia se doblaba al termino del primer acto. El segundo mostraba un progreso en los visitantes. Las conexiones con Brandan Wright daban alivio al ataque, pero Parrker respondía a golpe de triple. Fizdale paraba el partido porque la diferencia comenzaba a asomarse al abismo de los veinte puntos. Ni introduciendo a los titulares el despegue local se frenaba. Carter intentaba calentar el partido, y a sus compañeros, pero nadie despertaba; la diferencia se acercaba a los treinta puntos. Sólo la aparición de Randolph en ataque, y la relajación local, permitía que la diferencia bajase de los veinte puntos al descanso. El equipo de Tennessee despertó tras el paso por los vestuarios. La defensa comenzó a dejar su huella en los jugadores locales, los robos de balón facilitaban anotación fácil y Popovich tenía que pisar el freno; los Grizzlies estaban a once puntos. En esos momentos de apuro, surgió la versión más acertada de Pau Gasol para mantener las distancias. Así los tejanos contaban con una decena de puntos a su favor de cara al último acto. El inicio del cuarto final seguía mostrando a San Antonio superado por la agresividad de la defensa visitante. La diferencia se colocaba en cuatro puntos pero en ese momento despertó el carácter de campeón del equipo tejano. La defensa local se ponía seria, Memphis se veía obligado al lanzamiento exterior y los Spurs aprovechaban para atacar la descolocación defensiva visitante. Faltando cinco minutos, Pau Gasol ponía trece puntos arriba a los de Popovich con un triple. Desde ese momento la gestión de un equipo experto resolvió el partido. Los Grizzlies volvían a casa con un dos a cero en contra en la eliminatoria. Invitado inesperado: Pau Gasol (Spurs)
En Los Angeles no se esperaban un inicio de la eliminatoria tan favorable a sus intereses. A los once segundos de partido Rudy Gobert salía de la pista ayudado por sus compañeros, un choque de rodillas en un bloqueo era el causante. Naturalmente los Jazz se resintieron, sobre todo en ataque. Sin embargo la defensa mantenía el buen tono para impedir canastas fáciles y, como los Clippers no forzaban la situación bajo canasta, poco a poco los visitantes se metían en el partido. La segunda falta personal de Favors abrió los ojos a los angelinos, que comenzaron a cargar el juego en la zona.Withey se iba al banco con tres faltas personales y Utah se mantenía cerca al finalizar el primer cuarto gracias a su buena circulación de balón. Tras el paso por los banquillos Crawford cargaba con la responsabilidad del ataque local. buscaba el aro con energía aprovechando la ausencia de intimidadores en Utah. La respuesta de Snyder no se hizo esperar, puso en cancha a Favors. Con su presencia las zonas volvían a ser terreno visitante y el tiempo muerto de Rivers para reordenar a su equipo se hacía imprescindible, un parcial de catorce a dos ponía por delante a los Jazz. La respuesta local llegó con la mejor versión ofensiva de Blake Griffin. Al descanso se llegaba con empate en el marcador y la segunda parte se presentaba como un duelo de juego interiores. Blake Griffin y Derrick Favors seguían siendo las referencias del partido perro, mientras el angelino tenía que trabajarse cada canasta, al pivot de Utah le dejaban la canasta hecha sus compañeros. La ventaja era visitante y Snyder daba descanso a su pivot, confiando en su trabajo de equipo. Y el equipo respondía Joe Johnson conseguía parar a Griffin y un parcial de nueve a dos en contra, en noventa segundos, obligaban al parón local. La defensa de los Clippers presionaba sobre el balón, los Jazz se refugiaban en acciones individuales y sólo el acierto de Hayward les permitía llegar con cuatro puntos de ventaja al último cuarto. Una diferencia que se ampliaba en el inicio del cuarto, porque regresaba la mejor versión ofensiva visitante. rivers despertaba la agresividad de su juego interior, pero Utah se sentía cómodo en ese ambiente. Aprovechando a un Joe Johnson excepcional, en ambos lados de la pista, los visitantes vencía por siete puntos con menos de cinco minutos por delante. Chris Paul se ponía serio en ataque, la defensa local subía un punto la intensidad; y los Jazz perdían agresividad, perdían pases en su ataque y la conexión con Favors. Sólo la precipitación local, abusando del lanzamiento de tres, les permitía llegar al minuto final con cinco puntos de ventaja. Reddick anotaba fácil, Joe Johnson forzaba demasiado una jugada y perdía el balón; Griffin anotaba desde el tiro libre y Favors sólo metía uno de los dos de los que disponía en la siguiente posesión. Los Clippers tenían diecinueve segundos para, al menos, empatar el partido. Paul no desaprovechaba la ocasión, con un tiro a tabla igualaba el marcador. Sin embargo dejaba doce segundos a Utah. Snyder no paraba el partido, Joe Johnson se lo tomaba con calma, metía a Jamal Crawford bajo el aro y dejaba un tiro sencillo sobre el aro. El balón terminaba atravesando la red y los Jazz disfrituaban del primer punto de la eliminatoria. Invitado inesperado: Joe Johnson (Jazz)
Chris Paul sabía que los Clippers necesitaban más de él. Por eso, en el inicio del segundo partido, lo controlaba todo. Anotaba, dirigía a sus compañeros y robaba balones. Normal que Snyder parase el partido con apenas tres minutos disputados. Una vez apagada la chispa del base, llegaba otro problema para Utah porque despertaban los interiores angelinos. La diferencia superaba los diez puntos y, pese al descanso obligado de Chris Paul, la ventaja local se mantenía al finalizar el cuarto; y es que Paul Pierce había tomado el mando del equipo. Nada sorprendente, porque los Jazz sólo habían anotado una canasta de dos en los doce minutos iniciales. El segundo acto mostraba una versión más reconocible del equipo visitante. Con mejores pases, y cerrando la zona un poco mejor, se iba aproximando. Chris Paul salía buscando reactivar a los locales, pero cometía su tercera falta personal. Los de Rivers se ataban a lasu superioridad en las zonas y lograban mantener nueve puntos a su favor al enfilar los vestuarios. El tercer cuarto mostraba un nuevo acercamiento visitante. Diaw había decidido aparecer en la serie y el ataque visitante lo notaba. Nuevamente Paul hacia de todo para calmar la situación. Snyder llamaba al orden y el base se apagaba. Lo curioso es que había dado confianza a sus compañeros. Estos seguían ampliando la ventaja, a base de percutir bajo el aro contrario. Ni la cuarta falta de DeAndre Jordan, frenaba el ansia local por finalizar bajo canasta. Utah tenía que recuperar nueve puntos en doce minutos y salía con la máxima intensidad al cuarto definitivo. Los Clippers seguían respondiendo bajo canasta siempre que podían, y cuando no era posible aparecía Paul. Como además la defensa angelina obligaba al ataque visitante a comenzar a nueve metros del aro, las opciones de los Jazz se diluían con el paso de los minutos. El empate en la serie era inevitable. Invitado inesperado: Paul Pierce (Clippers)
Golden State esperaba poca resistencia de unos Blazers que no contaban con la presencia de Nurkic. Por eso el ataque se mostraba tímido y relajado, salvo por un Kevin Durant con ganas de mostrar cosas. Las diferencias eran mínimas, los de Oregón metían muchas manos buscando el balón y los Warriors no estaban preparados para ello. El partido se mantenía más o menos igualado en función del acierto de las dos estrellas exteriores visitantes, que compensaban las apariciones de Curry. Con los cambios llegaron las dificultades para los visitantes. La presencia de JaVale McGee se convirtió en un problema para Portland ,que se presentaba al segundo cuarto cinco puntos por detrás. Un cuarto donde ya no estaba el pivot por las faltas y McCollum se aprovechaba para igualar el partido. Nadie se iba en el marcador hasta que, un arranque de acierto de Ian Clark, provocaba el tiempo muerto de Sttots. Volvían los problemas para mover el balón en Golden State, McCollum seguía dando un clinic y Lillard despertaba para mantener todo igualado al descanso. Los Warriors se volvían más reconocibles en el inicio de la segunda mitad, pero los secundarios de los Blazers respondían. El partido se instalaba en el balancín del punto arriba, punto abajo. Nuevamente tenía que aparecer la intimidación de McGee, para que los locales abriesen un hueco en el marcador. Por suerte el descaro de Lillard, y un dos más uno de Connaughton sobre la bocina, igualaban el marcador con doce minutos por disputar. Y el inicio del cuarto mostraba la mayor intensidad defensiva de Golden State, mientras que Green e Ian Clark abrían la distancia con acierto exterior. Sttots llamaba al orden, porque estaban a siete puntos con apenas tres minutos de último cuarto jugado. Pese a ello las buenas ayudas defensiva locales asfixiaban el ataque visitante. La diferencia se doblaba en dos minutos, un parcial de quince a dos dejaba una mala situación para Portland de cara a los siete minutos finales. Sin embargo, tanta actividad defensiva hizo necesario que Green se sentase a descansar. El ataque visitante respiró y y el pivot tuvo que regresar a la pista en menos de dos minutos. La diferencia se había visto reducida a la mitad pero, entre el ataque de Durant, y la defensa de Green resolvieron el primer punto de la serie en favor de los Warriors. Invitado inesperado: Ian Clark, JaVale McGee (Warriors)
Los Warriors se presentaban al segundo partido de la eliminatoria con tres bajas, Durant incluido. Y Lillard salía a por todas, pero no podía hacer frente al juego, más coral, de los californianos. La defensa local asfixiaba al ataque con ayudas, Klay Thompson despertaba y McGee rematabalas combinaciones de conjunto. Portland se veía dieciseis puntos por debajo al abrir el segundo cuarto y el único alivio era que Green había cometido su segunda falta personal. La defensa local se resentía y el tiro exterior visitante arrimaba el marcador. Davdi West e Ian Clark no podían aguantar el ritmo. La diferencia se reducía a la mitad en seis minutos. Los titulares de Golden State salían precipitados y los Blazers se situaban a un punto. La respuesta llegaba, inesperadamente, de Patrick McCaw y McGee que abrían un hueco de nueve puntos para la segunda parte. Y lo peor para Portland estaba por llegar. Green volvía a su nivel de acitvidad normal, el ataque visitante se resentía y los Warriors destrozaban el partido en velocidad. Meyers Leonard perdía los nervios y soltaba un mamporro. La jugada desconcentraba a los locales que perdían el ritmo de partido durante unos minutos. Kerr buscaba soluciones, ponía a McGee y Mccaw; el equipo respondía. En dos minutos la diferencia superaba los veinte puntos. Cuatro minutos de apagón visitante eran demasiados, la precipitación llegaba a los de Oregón y Klay Thompson daba la estocada final al partido antes de iniciarse el cuarto definitivo. Golden State dejaba su hogar con el dos a cero a su favor en la serie. Invitado inesperado: JaVale McGee, Patrick McCaw (Warriors)
Para Houston era importante que el calor de sus aficionados no decayese por el inicio del partido contra los Thunder. De modo que salía a por todas; Beverley frenaba a Westbrook, Harden repartía juego y el mismo Beverley ejecutaba desde el exterior, complementando la anotación bajo canasta de Capela. Los visitantes aprovechaban que nadie defendía a Robertson, para apretar el marcador a base de triples. Harden comenzaba a sentirse incómodo, la agresividad de Oklahoma se imponía y llegaba al final del primer cuarto con una mínima ventaja a su favor. La batalla de los suplentes se dirimía bajo canasta y la igualdad era máxima. Volvían los titulares y Westbrook se desesperaba con el físico marcaje de Beverley. Curiosamente el descanso del base daba aire al ataque local, Harden aprovechaba los espacios y ponía a los tejanos por delante. Westbrook reaccionaba a su liberación con agresividad y no tardaban los visitantes en darle la vuelta al marcador. Entonces regresaba el pequeño base de los Rockets y Westbrook volvía a no encontrarse cómodo. Ahora no le marcaba, pero sus ayudas le cerraban el paso a la zona. La ventaja local era de cinco puntos al descanso. Ochenta segundos de tercer cuarto le llegaban a Billy Donovan para entrar en la pista para un tiempo muerto. Su equipo había salido tierno y la diferencia se situaba en la decena de puntos. Adams dejaba claro que había entendido el mensaje con un bloqueo escalofriante a Beverley, los Thunder volvían al partido con esa agresividad extra. El problema era que esa agresividad podía igualarla Houston. Con buenos dos contra uno, y mucha actividad de manos, la ventaja local se situaba otra vez por encima de los diez puntos. Sin embargo, el mayor problema visitante era que las ayudas no aparecían a tiempo para cerrar los caminos hacia su aro. El cuarto final se presentaba complicado, Oklahoma tenía que remontar una desventaja de quince puntos. Normal que los visitantes acabasen precipitándose y los Rockets acabasen venciendo cómodamente el primer punto de la serie. Invitado inesperado: Nene Hilario, Patrick Beverley (Rockets)
La tranquilidad de los aficionados tejanos, contrastaba con la salida en tromba de los Thunder en el inicio del segundo partido. En poco más de cuatro minutos, Houston se veía a doce puntos. Todo por su incapacidad para frenar a los interiores visitantes y la precipitación de Harden. La defensa tejana iba despertando, Nene Hilario igualaba la pelea en las zonas y Westbrook se convertía en el ancla de Oklahoma para mantener la distancia al finalizar el cuarto; pese al empeño de Lou Williams por remontar. El rpoblema para Donovan era que Westbrook debía recuperar el aire y, como Kanter no se imponía bajo los aros y Williams seguía encendido, se hacía necesario su regreso a pista. McDermott le ayudaba con acierto exterior, los Thunder recuperaban su docena de puntos a favor y D´Antony paraba el partido. Las instrucciones del técnico quedaban claras, Harden debía asumir resonsabilidades. Con su aportación, la tercera falta personal de Adams y las ayudas evitando penetraciones del base contrario; los Rockets se colocaban a seis puntos al descanso. El paso por los vestuarios refrescaba las piernas del base visitante. Westbrook parecía imparable y la aportación de Harden se quedaba corta. Pese a la cuarta falta de Adams, Westbrook no frenaba. Con una docena de puntos a favor Donovan daba descanso a su estrella. Un error que Harden, y Houston, agradecía inmediatamente. En los dos minutos previos al final del cuarto, Oklahoma encajaba un parcial de nueve a cero. Y lo peor estaba por llegar, Adams cometía su quinta falta con sólo un minuto disputado del cuarto final. Los Rockets explotaban la debilidad visitante inmediatamente. cuando Harden regresaba a pista, restando siete minutos, los tejanos estaban por delante en el marcador. Y Westbrook comenzaba a no confiar en sus compañeros, el equipo local lo agradecía porque tampoco tenían muchas soluciones ofensivas y podían centrar la defensa en el base. Harden realizaba dos faltas absurdas y se colocaba con cinco. Poco después Beverley también llegaba a la quinta en la lucha por un rebote y Adams regresaba a la pista. Poco importaba su presencia en pista, Westbrook iba a lo suyo y el cansancio le hacía fallar. Harden y Eric Gordon cerraban el partido con un parcial de diez a dos. Los Thunder no anotaban en juego durante tres minutos de los cuatro finales, y volvían a casa teniendo que remontar un dos a cero. Invitado inesperado: Eric Gordon, Lou Williams (Rockets)
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