Felipe Reyes es uno de los grandes nombres de la historia del baloncesto español. En las casi dos décadas que lleva acumuladas como jugador profesional ha acumulado unos números de leyenda, tanto en Liga ACB como en competiciones europeas. Integrante de la inolvidable generación de oro del baloncesto español, no gozó del brillo o talento de monstruos como Pau Gasol o Navarro pero su longevidad y resistencia al declive resultan admirables. Inasequible a la decadencia. Lejos de llegar su cuesta abajo parecía evolucionar y progresar cuando otros muchos están de retirada. En los últimos meses aparecían los primeros síntomas de inicio de declive. Menguó el vigor y bajaron sus minutos pero no se apagó su estrella. El monarca, como le llama Carlos Sánchez Blas en Onda Madrid, volvió a ocupar su trono en Fuenlabrada para impartir un nuevo clínic magistral sobre juego en la zona, una de sus mejores lecciones en su dilatada carrera. Resultó fundamental para lograr el triunfo ante un brillante Fuenlabrada que exigió lo máximo del Real Madrid, con triple asombroso e inverosímil de Llull incluido. Mejor jugador de la jornada a sus 37 años para salvar a su equipo de una derrota que le hubiera situado en un insólito sexto puesto. Felipe Reyes al rescate para poner fin a la mala racha a domicilio y engrandecer un palmarés envidiable. El monarca permanece en primera línea, inagotable al paso del tiempo.
Gran Canaria 95 – Barça 82: La extensa racha victoriosa de Gran Canaria, siete triunfos consecutivos, se ponía a prueba con la visita del Barça, inmerso en un largo camino hacia la redención. Los de Bartzokas estuvieron bien durante los primeros ataques. Buena movilidad de balón y acierto exterior para un 3-8 de inicio pero las buenas vibraciones duraron muy poco. Gran Canaria demolió al equipo azulgrana con un recital sublime de efectividad en el tiro de tres. Bajo el mando de un McCalebb espectacular que hizo cuanto quiso en el primer cuarto, los locales destrozaron la defensa rival desde larga distancia. El Barça acabó desesperado ante la abrumadora efectividad de Gran Canaria en el triple, 6/8 en el primer cuarto. Recayó en su endémica lacra de los balones perdidos, seis en todo el periodo. Los hombres de Luis Casimiro castigaban cada error con severidad. El contraataque se sumaba al recital desde el perímetro. El parcial llegaba a un 15-0 que situaba en una posición delicada a los azulgranas (27-15, min 8). Resultaba muy complicado mantener el tipo ante un rival que no fallaba. A lo máximo que llegaba el Barça era a un intercambio de canastas con los locales pero a la larga resultaba contraproducente. Gran Canaria seguía anotando cada vez que lanzaba de tres aunque realmente no fallaba casi nada. El porcentaje de acierto superaba el 70%, con 8/10 en triples incluido. Demoledor para la moral culé, golpeada en cada jugada por un rival incontenible. Llegaban los fallos en tiros cómodos y la frustración. Bartzokas acabó recibiendo una técnica debido a sus protestas al trío arbitral, gesto de impotencia ante el bombardeo que estaba sufriendo su equipo desde el perímetro y que no cesó en toda la primera mitad. La psicosis que creó el tiro exterior facilitó la aparición de puertas atrás en la zona que aprovecharon los pivots de Gran Canaria. Festival que recordaba al histórico triunfo en la final de la Supercopa (50-29, min 17). El Gran Canaria Arena estaba sumido en la euforia. El Barça necesitaba cambiar muchas cosas para levantarse del aluvión que le había caído encima. No podía seguir dando facilidades en el tiro exterior.
Tampoco le valía entrar en otro intercambio de canastas, como en el que entró al comienzo del tercer cuarto. Apretó en defensa y logró incomodar al ataque local. El esfuerzo atrás le permitió reducir diferencias aunque Aguilar (14 puntos, 4 rebotes, 19 de valoración) lograba mantener la distancia por encima de los diez puntos. Gran Canaria cambió la propuesta en ataque. Como los tiradores estaban bien vigilados optó por mirar al juego interior. Oliver (11 puntos, 7 asistencias, 16 de valoración) supo entenderlo. Conectó bien con Planinic que hizo estragos cerca del aro. Diez puntos seguidos del pivot croata pusieron en jaque al Barça que encontraba otro serio problema. Tampoco ayudaba el individualismo de Rice, al que le salían bien pocas cosas. Entre mitad de Planinic y otro medio de desacierto de Rice, Gran Canaria lograba un parcial de 8-0 que se antojaba definitivo (72-53, min 28). Pese a que Tomic (19 puntos, 14 rebotes, 25 de valoración) y Navarro trataban de tirar de su equipo, los locales mantuvieron su acierto casi impoluto al inicio del último cuarto. Se presentaba una larga agonía para los azulgranas aunque Navarro se resistiera a arrojar la toalla. La Bomba consiguió sembrar cierta inquietud en un tramo de encuentro donde el ataque local se espesó por primera vez. Obsesionado por dejar pasar tiempo, Gran Canaria empezó a perder balones por falta claridad en sus ideas. La entrada de Oliver para dar apoyo a McCalebb en la dirección tampoco resultó. La presión alta visitante metió en un brete a Gran Canaria. Navarro (19 puntos, 5 rebotes, 18 de valoración) sacó provecho de los errores rivales para firmar un último cuarto excelso. Un parcial de 0-11 sembró de inquietud la recta final (88-81, min 38) pero un triple precipitado de Navarro y una falta del escolta tras un rebote ofensivo de Pasecniks acabaron con la postrera reacción. Gran Canaria pudo respirar aliviado y disfrutar de su octava victoria consecutiva, una racha que le mantiene al acecho de los primeros puestos. El Barça ve truncadas, de momento, sus esperanzas de redención. Los equipos de arriba apenas fallan y este tropiezo vuelve a meterle en aprietos.
Fuente: lainformacion.com
Baskonia 79 – Betis 75: Baskonia acusó su frío inicio de encuentro durante todo el choque. Poco intenso, cedió el ritmo y el dominio al Betis que se encontró muy cómodo en la pista. No estaba brillante pero le bastaba con el mando de Kane (15 puntos, 8 rebotes, 4 asistencias, 18 de valoración) para llevar la delantera en el marcador (8-15, min 7). El acierto de Budinger (15 puntos, 5 rebotes), único jugador inspirado en el equipo vitoriano, no sirvió para más que hacer la goma. El Betis se manejó bien en un ritmo de juego mortecino. Defendió bien y provocó numerosas pérdidas en Baskonia. Siete pérdidas en los doce primeros minutos como resultado de su falta de intensidad. Los locales acusaban la falta de acierto en el tiro exterior y el flojo primer tiempo de sus jugadores clave. Larkin estaba inédito, desaparecido. Sin la inspiración del base Baskonia juega a tientas. Al Betis no le costaba mantenerse por delante. Mahalbasic (17 puntos, 8 rebotes, 22 de valoración) añadía mayores problemas a los locales, superados por dentro por el pivot bético (26-35, min 19). El acierto en el tiro libre evitó males mayores a Baskonia que logró mantenerse cerca en el marcador pese a su flojera en la cancha. Volvería con mayor vigor en el tercer cuarto. Las acciones individuales permitieron igualar el marcador tras conseguir un parcial de 8-1. Larkin comenzaba a aparecer y ello repercutía muy positivamente en el ataque de Baskonia pero el Betis continuaba bien aferrado al encuentro. Kane y Mahalbasic mantenían su acierto anotador y el Betis llevaba el partido a un escenario de alternativas constantes en el marcador. Tuvo que esperar Baskonia al último cuarto para ejercer autoridad. Subió el ritmo de juego y el equipo vitoriano pudo sentirse más cómodo sobre la cancha. Otra racha anotadora de Budinger concedía el mando definitivamente a Baskonia al inicio del último cuarto. Empezaban a aparecer jugadores importantes en el cuadro local. Shengelia (9 puntos, 8 rebotes, 3 asistencias, 18 de valoración) pudo imponer su poderío en el último cuarto. Las penetraciones de Larkin (15 puntos, 3 asistencias) encontraban los resquicios de la defensa verdiblanca. Incluso cuando llegaban los errores el Betis no lograba sacar tajada de ello. Dos bandejas de Larkin pusieron el 72-66 a falta de 53 segundos, una diferencia que resultaría definitiva. Los tiros libres del base estadounidense bastaron para sentenciar un partido que se complicó más de lo esperado para Baskonia. El Betis mejoró su imagen de los últimos partidos pero su situación clasificatoria se sigue complicando.
Fuente: sevillaactualidad.com
Joventut 82 – Obradoiro 83: Joventut fue claramente superado durante los primeros minutos por un Obradoiro que tuvo muy claro cómo atacar la defensa verdinegra. Los balones a Pustovyi fueron una constante en los primeros minutos de encuentro. El pivot ucraniano fue un martillo pilón dentro de la zona. Anotó diez puntos en el primer cuarto e intimidó bajo su propio aro. Los problemas que provocaba Pustovyi generaron psicosis en la Penya que se vio obligada a tirar desde fuera. El nulo acierto en la línea de tres agravó aún más la situación. Las pérdidas de balón fueron otro problema añadido en los primeros minutos de partido. Hasta que se marchó al banquillo Pustovyi no pudo respirar tranquilo Joventut (10-22, min 7). Su ausencia causó serios problemas en el ataque de Obradoiro que no supo encontrar una alternativa al pivot durante muchos minutos. Jerome Jordan (17 puntos, 7 rebotes, 23 de valoración) redujo diferencias buscándose la vida dentro de la zona. La entrada a pista de Ventura sirvió de revulsivo. Sus triples abrieron la lata desde el tiro de tres. Ahora era Obradoiro quien penaba en ataque. Sin Pustovyi perdió el rumbo. Los balones perdidos se convirtieron en un mal recurrente en unos momentos aciagos para el equipo gallego que estuvo siete minutos sin anotar. Para entonces había encajado un duro parcial de 17-0 que dio la vuelta al marcador (27-22, min 14). Tardó demasiado Moncho Fernández en pedir tiempo muerto pero al menos no fue demasiado tarde. El parón frenó la dinámica negativa de Obradoiro que se puso en manos de McConnell. Dos triples seguidos del base despertaron a los visitantes que recuperaron el control del juego. La lucha de Llovet, ovacionado en su regreso a Badalona, imprimió la garra perdida en el juego interior. Entre ambos retomaron el mando que el equipo gallego perdió en unos minutos de zozobra. Devolvió el golpe en su totalidad. Al comienzo del tercer cuarto Obradoiro había conseguido un parcial pa cagarse de 2-20 que devolvía los problemas del primer cuarto al Joventut (32-44, min 21) que salió a flote gracias al tiro exterior. Los triples redujeron la desventaja pero Obradoiro contestó de la misma forma para conservar una diferencia tranquilizadora. El acierto de Dulkys (16 puntos, 3 asistencias) durante el tercer periodo mantuvo por delante a los visitantes pero el intercambio de canastas en el que entró el choque en los primeros minutos del último cuarto acabó beneficiando a los de Badalona. Un 3+1 de Bogdanovic puso de pie al Olímpic y metió de lleno en el partido a los de Diego Ocampo. Ventura (18 puntos, 4 rebotes, 19 de valoración) seguía golpeando desde el 6’75. Un triple suyo adelantó a Joventut que veía el panorama despejado con la quinta falta de Pustovyi a cuatro minutos del final. Sin embargo Obradoiro se repuso de la eliminación del pivot y encontró otro baluarte en la zona en Whittington (17 puntos, 6 rebotes, 18 de valoración) que acaparó la anotación visitante en los últimos minutos. Libró un duelo anotador contra toda la Penya de la que salió ganador. Un tapón de Dulkys a Ventura a falta de once segundos puso el encuentro en manos de Obradoiro. McConnell anotó dos tiros libres para poner el 80-83. Bogdanovic, con un palmeo, mantendría las esperanzas locales que se reforzarían con la jaimitada de Obradoiro en el saque de banda posterior al tiempo muerto de Moncho Fernández. Bendzius perdió el balón ante la presión de Ventura y concedió cuatro segundos a Joventut para ganar el partido. Sin embargo Bendzius enmendó su error interceptando un pase de Bogdanovic para dar una victoria que saca a Obradoiro de la zona de descenso. Joventut cae en un duelo directo en su propia cancha y complica más si cabe su angustiosa situación.
Fuente: piratasdelbasket.net
Andorra 87 – Estudiantes 83: Tras unos primeros instantes de tanteo, Andorra tomó decididamente el control del partido gracias a la lúcida dirección de Albicy (14 puntos, 4 asistencias, 19 de valoración) que también estuvo prolífico en el apartado anotador. El base francés anotó once puntos en un primero cuarto que manejó a su antojo como hiciera por costumbre en sus mejores momentos de la temporada. Estudiantes acusaba la falta de acierto de Cook en la línea de tres y el escaso protagonismo de Edwin Jackson, bien vigilado por la defensa local (20-14, min 8). Le fue mejor al equipo colegial cuando decidió meter balones dentro. Un buen inicio de segundo cuarto de Arteaga, muy activo en el rebote ofensivo, adelantó a Estudiantes que se encontró más cómodo en un escenario de juego más caótico. Le abandonó el acierto a Andorra que regaló más balones de la cuenta en los minutos previos al descanso. El dominio del rebote ofensivo otorgó buenos réditos a los del Ramiro que se marcharon por delante a vestuarios (35-40, min 20). Pese a que Andorra comenzó con fuerza en la reanudación y recuperó el mando en el marcador con un 12-4 de inicio en el tercer cuarto basado en una mayor agresividad defensiva los hombres de Salva Maldonado no perdieron el control de la situación. Con Albicy atado en corto y Shermadini desaparecido, Estudiantes dominó a placer sobre la pista. Jaime Fernández (17 puntos, 4 robos, 3 asistencias, 16 de valoración) se adueñó del ritmo de juego y la diferencia no paraba de subir. Ni siquiera la lesión de tobillo de Balvin frenó la marcha del Estu que tenía el encuentro a tiro tras lograr un parcial de 2-17 (49-61, min 28). El golpe podía resultar definitivo. El juego de Andorra resultaba desconcertante pero logró salir del hoyo apretando en defensa en el tramo final del tercer cuarto. Un 7-0 hasta final de periodo devolvió la vida a los de Joan Peñarroya que aceleraron el ritmo del encuentro en el último cuarto. Ahora se jugaba a la velocidad desenfrenada con la que tanto disfruta el conjunto andorrano. Shermadini aparecía en el tramo decisivo para aportar la anotación interior que se estaba echando en falta. El otro georgiano, Burjanadze (20 puntos, 5 rebotes, 3 robos, 23 de valoración) se unió a su compatriota para llevar el peso de la anotación de Andorra. Estudiantes aguantó hasta la recta final pero el partido se le hizo demasiado largo. Con Jackson bien frenado por la defensa local no pudo contrarrestar al dúo georgiano. Un triple fallado por Cook y dos pérdidas seguidas de balón sellaron un final de partido poco afortunado para un precipitado Estudiantes. Dos tiros libres de Jelinek sellaron el triunfo que amplía el margen de Andorra en la codiciada octava plaza. A Estudiantes se le escapó una de sus últimas oportunidades para aferrarse al sueño de los playoffs.
Fuente: capitaldeporte.com
CB Canarias 65 – Basket Zaragoza 54: Tras certificar su presencia en la Final Four de la Champions League FIBA, que se organizará precisamente en Tenerife, CB Canarias regresaba a la realidad liguera que tantas satisfacciones le ha dado esta temporada aunque haya salido derrotado en los últimos dos encuentros. El equipo lagunero ha demostrado sobradamente que se maneja muy bien en partidos de ritmo lento y pelea en las trincheras pero ante Basket Zaragoza este planteamiento llegó a su máxima expresión. Pura demostración de baloncesto control de los años 90. No se concedió un instante a la alegría ofensiva, ninguno de los dos equipos estuvo inspirado en ataque. Basket Zaragoza contrarrestó el 4-0 inicial planteando un duelo muy físico dentro de la zona, donde se siente más poderoso el equipo maño. Ante la falta de frescura e ideas no tardó Vidorreta en recurrir a White y Richotti para cambiar la dinámica. CB Canarias recuperó el mando anotando desde fuera pero la alternancia en el marcador era la constante en un duelo en el que anotar costaba muchos sudores. CB Canarias dominaba ligeramente el segundo cuarto pero al equipo maño le bastaba con el acierto de Jelovac (15 puntos) para mantenerse muy cerca en el marcador. Los locales no tenían el acierto suficiente como para abrir brecha en un partido mortecino y espeso. Un 0-7 de parcial permitió a los de Luis Guil adelantarse poco antes del descanso pero un triple de Abromaitis igualó para mandar el encuentro empatado al intermedio. El marcador, 29-29, era claro ejemplo de la falta de inspiración ofensiva. Aunque el ritmo no le fuera mal a CB Canarias era a Basket Zaragoza quien le venía bien un marcador corto. No está moralmente para meterse en partidos a tumba abierta. No cambió el escenario en la reanudación. CB Canarias tomó una pequeña ventaja con siete puntos consecutivos de Doornekamp nada más iniciarse el tercer cuarto pero el impulso dado por el ala-pivot canadiense quedó pronto en nada. Regresaron las dificultades en ataque, la falta de velocidad, el desacierto. El juego interior visitante llenaba de minas su zona. Ni Bogris ni Fran Vázquez se encontraron cómodos en el juego interior. Entre Jelovac y Norel (10 puntos, 7 rebotes, 16 de valoración) se encargaron de mantener la diferencia en un margen estrecho. El desenlace se presentaba incierto aunque el espectáculo fuera dañino para la vista (42-42, min 30). El choque se tenía que decidir por detalles pero lo resolvió solo uno. El acierto exterior de Abromaitis (19 puntos, 4 rebotes) resultaría capital para romper el partido. Fue la única fuente de inspiración en un partido muy gris. Tres triples de Abromaitis abrieron la brecha suficiente para decantar el partido. El acierto exterior había llegado a CB Canarias en los minutos decisivos. Basket Zaragoza no tuvo argumentos para superar el golpe. Su oportunidad estaba en la mediocridad y no supo escapar de ella cuando Abromaitis lució desde la línea de tres. Su tercer triple en el último cuarto supuso la puntilla (61-51, min 37), no se levantaría ya un rival asfixiado por las urgencias. No fue un triunfo brillante pero devuelve a CB Canarias a lo más alto de la clasificación. Sólo una victoria le separa de asegurarse un puesto en los playoffs. La caída imparable de Basket Zaragoza le lleva a la zona de descenso. El duro calendario que le espera puede aumentar la ansiedad de un equipo sumido en un profundo agujero.
Fuente: diariosigloxxi.com
Fuenlabrada 99 – Real Madrid 101: Asegurado el primer puesto de la fase regular de la Euroliga el Real Madrid afrontaba la tarea de enderezar el rumbo a domicilio en la Liga ACB. Las tres últimas derrotas fuera de casa han complicado la situación y lo apretada que está la clasificación no permite muchos más tropiezos al equipo blanco. Comenzó por delante el Madrid con cinco puntos de Randolph. Podía ser el preludio de otro recital de potencia y clase del ala-pivot pero pronto desaparecería del mapa. Hoy no le tocaba motivarse. David Wear no tardó en sacarle los colores, su defensa fue inexistente. Wear hizo mucho daño saliendo al poste alto. Siempre le cuesta al equipo blanco defender a este tipo de jugadores altos, con gusto en tirar desde fuera. Un parcial de 7-0 dio la primera ventaja a los de Jota Cuspinera y dieron comienzo al festival del desenfreno ofensivo. Carroll (17 puntos) disfrutó en un choque con tantos espacios pero su equipo empezaba a sufrir los estragos causados por el juego exterior de Fuenlabrada. La inspiración local desde la línea de tres trajo por la calle de la amargura a los hombres de Laso, faltos de intensidad en la defensa del perímetro. Los triples llovían desde todos lados. Dos aciertos consecutivos de Popovic (10 puntos, 7 asistencias, 16 de valoración) desde el 6’75 pusieron la primera diferencia significativa a favor de Fuenlabrada (32-24, min 12). Laso dio paso a Felipe Reyes para meter más sangre al quinteto. Seis puntos seguidos del capitán abrieron la clase magistral que impartiría todo el encuentro. Pero el Real Madrid había entrado en un intercambio inacabable de canastas que no le llevaba a ninguna parte. De nada le servía dominar por dentro si el rival anotaba de tres en tres. El recital de Felipe Reyes en la zona resultaba estéril cuando Paunic podía hacer lo que le viniera en gana con la defensa madridista. El acierto de Fuenlabrada desde fuera continuaba hasta resultar desesperante para el Real Madrid. 10/18 en triples en la primera mitad que dejaba en paños menores a la defensa de los jugadores exteriores. Un 2+1 de Paunic parecía el mejor broche posible para el festival anotador de Fuenlabrada, para una oda al juego ofensivo, pero aún quedaba lo mejor. Llull sólo necesitó dos segundos para obrar su penúltima maravilla. Se plantó en el medio campo para lanzar el último tiro de la primera parte. Un tiro a la desesperada que lo es menos cuando sale de las manos de Llull. Obsequió a todos los aficionados con otro triple inverosímil que entró limpio en el aro local. A la afición fuenlabreña no le quedó otra que aplaudir un nuevo prodigio del genio. Los amantes del baloncesto ofensivo y desenfrenado estaban disfrutando como niños (56-50, min 20) aunque a Laso no le hacía ni pizca de gracia la actitud defensiva de sus jugadores.
Fuente: eurosport.com
El Real Madrid dispuso una zona 3-2 al comenzar el tercer cuarto para frenar el juego exterior de Fuenlabrada. Consiguió despistar a los locales que vieron como en un solo minuto el equipo blanco echaba por tierra su ventaja. Un solo minuto dejó pasar Jota Cuspinera antes de pedir tiempo muerto. Desde entonces regresaría el frenesí anotador de Fuenlabrada que conseguía anotar en cada jugada. Wear (22 puntos, 5 rebotes, 24 de valoración) volvió a dejar en ridículo el simulacro de defensa que practicaba Randolph. No tardó en irse al banquillo ante su falta de ganas. Diez puntos seguidos de Wear, que no falló un tiro en todo el partido, y el rebote ofensivo permitían a Fuenlabrada adelantarse de nuevo en el marcador pero encontró respuesta en un Llull desatado que disfrutaba como loco de un partido a tumba abierta. Aunque Fuenlabrada anotara en cada jugada durante más de seis minutos, Maciulis se llevara una técnica y Smits obsequiara al pabellón Fernando Martín con mates espectaculares era ya incapaz de mantener a raya a un rival que había aceptado gustoso el duelo de artillería. Llull (28 puntos, 4 asistencias, 24 de valoración), que anotó 14 puntos en el tercer cuarto, estaba en su salsa. Aplicaba con todo rigor los mandamientos de la Ley de Llull. En la zona Felipe Reyes creaba pesadillas constantes. El clinic en la zona continuaba sin pausa alguna. Fuenlabrada sufrió en sus carnes todo el repertorio de Felipe Reyes (23 puntos, 14 rebotes, 7 faltas recibidas, 40 de valoración, MVP de la jornada) en el rebote ofensivo. La zona se había convertido en territorio comanche para Fuenlabrada. Si en defensa sufría a Felipe Reyes, en ataque padecía el carácter de Ayón (14 puntos, 13 rebotes, 5 tapones, 30 de valoración) que despachaba a sus rivales a tapón limpio. O’Leary y Hettsheimeir se llevaron uno de recuerdo del pivot mexicano en la misma jugada. Al Madrid se le presentaba la ocasión de abrir el camino hacia la victoria (82-87, min 33) pero dejó pasar la ocasión. El Fuenla encontró la solución precisamente en el juego interior. Diez puntos de Hettsheimeir (18 puntos, 3 rebotes, 17 de valoración), que incluso perdió el miedo a pisar la zona, ponían de nuevo por delante a los locales. Se avecinaba un final espectacular. El Real Madrid aguantaba el tipo desde el tiro libre pero necesitaba algo más para decantar el partido. Apareció la chispa del talento individual en el momento justo. Un pase sensacional de Llull permitió a Ayón poner el 94-97 a 34 segundos del final. Cuspinera pidió en el tiempo muerto un ataque rápido para disponer de la última posesión. No necesitó ni dos segundos. Despiste del Madrid en defensa y Paunic anotó bajo el aro. La presión caía en manos visitantes. En las de Llull concretamente, nadie dudaba que iba a tirar. Se la jugó desde cuatro metros cuando la posesión se consumía. El tiro quedaba cortísimo pero apareció la mano de Felipe Reyes para palmear. Otra vez Felipe. Dos puntos más para apretar la soga. A Fuenlabrada sólo le quedaba lanzar un triple para forzar la prórroga. Popovic buscó descaradamente los tres tiros libres. Los árbitros no le compraron la idea. El palmeo de Smits tampoco tuvo ningún éxito. Ayón recibió personal tras capturar el rebote. Aún no había nada resuelto puesto que el mexicano no es ninguna garantía en el tiro libre. Sin embargo Ayón estuvo a tono con el espectacular acierto del encuentro. No falló ni uno de sus dos lanzamientos. El triple final de Wear puso el broche a un partido maravilloso en el que el Real Madrid rió el último. Será muy complicado superar un derroche ofensivo como este.
Fuente: defensacentral.com
Con motivo de la disputa del tercer y definitivo encuentro de la final de la Eurocup, Valencia Basket y Unicaja aplazaron sus partidos de esta jornada. El Bilbao Basket-Valencia Basket se disputará el 12 de abril y el Unicaja-Manresa el 26 de abril.
Descansa: UCAM Murcia.
CB Canarias (19-7) vuelve a lo más alto de la tabla, relegando a Valencia Basket (18-6) a la segunda plaza. Real Madrid y Baskonia les siguen, con 18-7, precediendo a Gran Canaria (18-8) y Barça (17-8). Andorra (13-12) abre brecha en el corte para los playoffs. Basket Zaragoza (8-18) cae a la zona de descenso, aunque igualado con Joventut. Manresa (4-21) sigue ocupando la última posición.
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