2016 se ha ido dejando  tras de sí un reguero, musicalmente hablando, de noticias luctuosas y discos poco brillantes en general. Salvo un apartado del que luego hablaré más en extenso, parece que la música pop y rock se encuentra en un cierto estado de hibernación o indefinición , lo que, si nos remitimos a su ya no tan corta historia, no nos debería preocupar demasiado, pues, ya ha pasado por algunos momentos similares tras los que resurgió con más fuerza que antes (años 60, finales de los años 70, comienzos de los 90…). En este sentido resulta  normal, creo yo, que precisamente un año mediocre a nivel discográfico haya desplazado la atención hacia la cascada de fallecimientos ilustres que hemos padecido en 2016. Cuando hay poco que reseñar en el aspecto musical nos refugiamos en los obituarios, que siempre dan ocasión a revisar nombres, obras, discos…

Como señalo en el título hay tres aspectos que han destacado este año: los numerosos fallecimientos de estrellas y buenos músicos en general, los regresos a la actividad discográfica de numerosos veteranos y,  por último, en España, el olvido en las listas de final de año de la que es quizás la música más ambiciosa, arriesgada y brillante que se hace  actualmente a nivel internacional. Vayamos por partes:

Pérdidas

Que 2016 ha sido un año especialmente nefasto para la música pop es algo que casi nadie podrá desmentir. Y no lo digo solo por el adiós definitivo de tres gigantes como David Bowie, Prince o Leonard Cohen, sino también por la desaparición -iniciada en la navidad de 2015 con Lemmy Motorhead y Natalie Cole- de  ilustres como Glenn Frey (Eagles), Paul Kantner (Jefferson Airplaine), Leon Russell, Merle Haggard, Keith Emerson, Greg Lake, Maurice White (Earth, Wind and Fire), Phife Dwag (A tribe called Quest), Sharon Jones, Billy Paul, Black, George Michael, Rick Parfitt (Status Quo), George Martin, Alan Vega y algunos más que seguro olvido, por no hablar de los españoles desaparecidos, Manolo Tena, Juan el Habichuela, El Lebrijano,  José Menese…..

Lo que me temo es que esto no haya sido consecuencia de un año especialmente aciago, sino que nos encontremos al inicio de un período en el que la música pop va a estar casi tan presente en las necrológicas como en las crónicas culturales. No quiero ser cenizo, pero no está de más el recordar que el pop y el rock pintan ya canas en muchos aspectos (más de 60 años le contemplan) y que las figuras más relevantes de los 60 y los 70 hace tiempo que pasaron la edad estimada correcta para la jubilación. La vieja máxima de vivir deprisa y morir joven no ha sido seguida al pie de la letra, afortunadamente, por gran parte de nuestros héroes musicales, que aun siguen dando guerra, pero los años, ay,  y, no vamos a negarlo, los excesos, pesan. El fallecimiento además de Bowie, Prince y Cohen adquiere además cierto simbolismo trágico pues los tres estaban asociados a tres décadas tan distintas como significativas, los setenta, los ochenta y los sesenta, respectivamente.

Regresos

2016 ha sido el año de la vuelta al mercado discográfico de un buen número de ilustres figuras del pop: David Bowie, Radiohead, Leonard Cohen, P.J.Harvey, Nick Cave, Neil Young (en este caso nada raro pues saca disco cada año), Rolling Stones, Van Morrison, Teenage Fan Club, Swans, Bob Weir, David Crosby, Bob Dylan, Shirley Collins, The Jayhawks, Lucinda Williams , The Divine Comedy, Lambchop, Madness, entre otros han publicado discos, en algunos casos más que estimables (lo veremos en la clasificación) y en otros bastante aceptables. 2017 se presenta parecido en cuanto a retornos, Depeche Mode, Jesus and Mary Chain, U2, Arcade Fire, The Flaming Lips, Gorillaz, System of a down, LCD Soundsystem….junto a españoles como Sabina, Los Planetas o Lori Meyers anuncian nuevos trabajos. Resulta curioso el cambio productivo de discos editados respecto a hace 15-20 años. Antes los artistas sacaban nuevas obras cada año o año y medio de manera más o menos regular, en la actualidad, sin embargo asistimos a largos periodos (en torno a cuatro-cinco años) sin novedades, lo cual hace difícil establecer un seguimiento coherente. Pasa incluso en músicos relativamente “nuevos” (este año pasado por ejemplo, dos de los triunfadores, Bon Iver y Angel Olsen con nuevo disco después de 3-4 años). Si observamos la lista de este año y la comparamos con la de hace dos años prácticamente no repite ninguno de los que salían entonces (The War on drugs, Sharon Van Etten, Saint Vincent, Beck…) y no por una discutible calidad de sus obras sino sencillamente porque no han publicado nada desde entonces.La excepción, como casi siempre, se encuentra en la black music cuyos artistas son bastante prolíficos.

Olvidos

En este caso me refiero exclusivamente a las valoraciones de los medios españoles. En nuestro país tradicionalmente la música negra no ha sido bien considerada. Sí, es cierto que muchos de nuestros músicos  han rastreado siempre en clásicos del ryhtm and blues o el soul para su inspiración, pero nuestros críticos y entendidos no se han fijado en obras maestras de la música negra hasta pasados muchos años. Lamentablemente, esto sigue ocurriendo. En la actualidad no hay posiblemente músicas más renovadoras y excitantes que todas las que derivan de esta corriente, desde el soul más clásico (Leon Bridges por ejemplo) hasta uno más renovado (Michael Kiwanuka), el hip hop, el grime, el rap o el rythm and blues en  cualquiera de sus manifestaciones. Si nos fijamos en las listas recopilatorias anglosajonas (Metacritic o AOTY-The Album of the year) este año ha estado dominado por artistas de color, desde Frank Ocean  o el citado Kiwanuka a Beyoncé o Solange pasando por Kanye West, Chance the Rapper, Danny Brown, A tribe called quest,The Blood Orange, Anderson Park y muchos otros. Significativamente, en esas clasificaciones 5 ó 6 de los 10 primeros discos del año pertenecen a artistas de la black music y cerca de la mitad de los 20 primeros. En España, sin embargo, salvo excepciones (Rock de Lux,Jenesaispop…, )  estos trabajos no aparecen, como podéis ver en la lista que pongo a continuación, salvo los más asequibles para nuestro gusto y encima, al final de la clasificación. Esto nos lleva a una conclusión algo deprimente, y es la falta de riesgo en nuestros críticos y medios, por muy modernos que sean, y explica que la lista de este año esté plagada de regresos de artistas veteranos. Apostar por lo seguro se llama a esto.

La Lista

Al igual que en años anteriores me baso en clasificaciones de medios españoles de tipo “generalista”. Hay otras, de carácter más especializado- electrónica, metal….- que precisamente por ese motivo quedan fuera, al igual que otros medios que han seleccionado discos pero sin establecer una clasificación o mezclando discos nacionales con foráneos. Sigo dando la misma puntuación que en años anteriores (10 al primero, 9 al segundo y así sucesivamente) no por un criterio “científico” sino por comodidad. Soy consciente de que un medio como AOTY, por ejemplo, establece una valoración distinta, quizás más precisa, atendiendo a criterios más amplios pero esto me llevaría casi a generar un programa informático que reconozco que me sobrepasaría. Los medios  en los que me he basado, tanto impresos como digitales son los siguientes:  Rock de Lux, Hipersónica, DOD Magazine, ABC, Mondo Sonoro, Jenesaispop, Binaural, Efe Eme, Muzikalia, Plásticos y Decibelios, Indienauta, Indiespot, Cuts you Up, Crazy Minds, GQ, La Voz de Galicia, El 5º Beatle,, Nos gusta la música, Diario Crítico, Blisstopic, El Periódico, El País, Sofá Sonoro (SER),Imorbo.com, TodoIndie, MIndies, Fantastic Plastic Mag,McDofickismo, Plylist, Cuatro Pistas,Indiefermag, Notodo.com y La Mirada Difusa. La mayría repite respecto al año pasado, hay otros nuevos y alguno que desaparece porque ya no existen (o yo no he sabido encontrarlos) o han publicado un tipo distinto de listas. En muchos casos estos medios establecen diferencias entre  listas de discos españoles y extranjeros pero hay algunos medios (no pocos) que solo hablan de extranjeros, de aghí que no sea muy conveniente establecer comparaciones.

En mi lista personal quizás hubieran estado otros discos (estoy pensando en Car Seat Headress, Whitney,quizás Mitski, Drive by Truckers,Lambchop, Solange…) y algunos de los que están posiblemente no, pero la lista que ha salido creo que refleja bien cuáles son los gustos de la prensa “especializada” de nuestro país.

INTERNACIONAL

1º) DAVID BOWIE:: Blackstar . 203 puntos.

¿Cuánto hay de homenaje a un músico insustituible y cuánto de reconocimiento a un gran disco en este primer puesto? Pues no soy capaz de responder a esta pregunta pero lo cierto es que Blackstar es el mejor disco del Duque Blanco en muchos años. Resulta asombroso como con casi 70 años Bowie seguía estando al tanto de lo más avanzado que se hacía en el mundillo musical y cómo era capaz de asimilarlo y transformarlo en algo suyo. Imprescindible.

2º) RADIOHEAD: A moon shaped pool. 146 puntos.

Nunca he sido especialmente devoto del grupo de Oxford y la publicación de su nuevo disco, en el que tiraban de archivo para completar la mayoría de los cortes, no me estimulaba demasiado tampoco, pero he de reconocer que han sabido hacer un magnífico disco, melancólico y en ocasiones relajado, en el que las canciones forman, en contra de lo esperado, un conjunto coherente, gracias en buena medida, a la inspiración de un Johnny Greenwood que aquí muestra sus inquietudes actuales (un tanto sifónicas) bien acompañado por las letras y la voz de Tom Yorke. Además, detrás de buena parte de los videos esta la experta dirección de Paul Thomas Anderson.

3º) NICK CAVE: Skeleton tree. 145 puntos

Si The Boatman Call -con el que está musicalmente emparentado-fue el disco sobre su ruptura con P.J. Harvey, este Skeleton Tree es el recuerdo doloroso por el fallecimiento de su hijo en 2015. Tengo que reconocer que me gusta más el Cave descarado y chuleta de otras obras, pero en este disco  alcanza altas cotas de emotividad, más diverso y emocionante que en el primero citado. Un gran año para Cave, autor también (junto a Warren Ellis) de la Banda Sonora de Comanchería, una de las películas de la temporada, y de un documental sobre la elaboración de este disco.

4º) BON IVER: 22, A Million. 102 puntos

Después de dos discos estrictamente folkies, Bon Iver se ha dado cuenta de que se  empezaba a repetir y ha optado por utilizar tecnología: samplers, autotune (el programa informático de moda para muchos cantantes)… y ha elaborado un disco sorprendente. Sigue siendo el cantante melancólico de sus dos primeros trabajos, el aroma folk sigue muy presente (puede notarse en los cortes finales del disco) pero la envoltura es mucho más actual. ¿Folk electrónico? Quizás.

5º) ANGEL OLSEN: My Woman. 75 puntos.

El otro disco de folk del año, y como el anterior, un paso más allá. En este caso para su cuarto trabajo la cantante de San Luis ha buceado en sus influencias rock y pop (de Fleetwood Mac a Blondie) y nos ha dado su disco más completo y quizás más maduro. Con dos partes (casi iba a decir caras como si fuera un vinilo) diferenciadas, la primera más eléctrica y la segunda más reposada, Olsen demuestra su capacidad para abarcar distintos estilos. Y con canciones estupendas como “Woman” o “Sister”, hay que permitírselo todo.

6º) ANOHNI: Hopelessness. 73 puntos.

La cantante antes conocida como Anthony Hagerty (con o sin los Johnsons) sigue mostrando su extraordinaria voz y su sensibilidad a flor de piel y ahora más reivindicativa que nunca. Pop lujoso para tiempos revueltos.Los tiempos lo merecen. Quizás le falte aún la obra maestra que la consagre definitivamente en el olimpo del pop actual, pero la calidad de todos sus discos es incuestionable.

7º) LEONARD COHEN: You want it darker. 70 puntos.

La misma pregunta que me hacía con el disco de Bowie la podría hacer aquí. Y la respuesta sería parecida. Desde los años 80 Leonard Cohen dio un salto cualitativo a nivel musical evidente (como se puede ver en Various positions o I,m  your man) y este su último disco lo corrobora.. Menos brillante que sutil y con la misma calidad en las letras que siempre, en este caso, ya lo sabemos, con un nítido olor a testamento poético y creativo.

8º) Michael Kiwanuka: Love and Hate. 55 puntos

La gran esperanza del soul británico ha confirmado con su segundo disco los buenos augurios que despertó con su primer trabajo (Home again, 2.012). Pero los cuatro años transcurridos desde el primer disco han obrado cambios. Si en Home again la simbiosis folk-soul estaba clara, aquí es el soul el que gana la partida, con nítidas influencias de gente como Scott Heron, Bobby Womack y otros gigantes de la música negra más un toque blues reivindicativo que se aprecia especialmente en temas como “Black man in a white world”. Kiwanuka se aferra a sus raíces y consigue un gran disco.

9) P.J.HARVEY: The hope six demolition project. 52 puntos

Cinco años después de su extraordinario Let England shake Polly Harvey continúa su disección de los males del mundo, centrado sobre todo en las desigualdades y especulaciones estadounidenses con un trabajo que estilísticamente (letras y sonido) es continuación de su anterior obra maestra. Aquí, sin embargo,la intensidad de Let England shake se rebaja un tanto gracias a algunos temas más directamente pop, pero la calidad musical permanece intacta.

10º) FRANK OCEAN: Blond. 51 puntos.

Completado con un video musical –Endless– que sirve de contrapunto a Blond, el nuevo disco de Frank Ocean es una respuesta a los que esperaban simplemente la continuación de su primer trabajo, Channel Orange. La impresionante nómina de colaboradores, de Beyoncé, Kendrick, Lamar y Kanye West a Johnny Greenwood de Radiohead engaña, ya que su intervención es con frecuencia episódica y en todo momento se subordinan a lo que quiere Ocean, que utiliza electrónica y recursos clásicos para elaborar un disco nada sencillo con más sugerencias y apuntes  que temas destinados a convertirse en éxitos. Ambicioso y arriesgado, pero funciona.

NACIONAL

La lista de discos españoles es, como viene pasando desde que se me ocurrió iniciar este repaso anual, un tanto caótica. Y es que nuestros queridos críticos nacionales no se ponen de acuerdo en qué es lo mejor o más representativo del año, y, al revés que en la lista internacional, las sorpresas son más la norma que lo extraño. Realmente este año solo hay dos discos  (de Triángulo de Amor Bizarro y León Benavente) que aparecen regularmente entre los mejores, y quizás otros dos de forma más o menos irregular (Juventud Juché, Novedades Carminha). Del resto, uno tiene la sensación de que de haber accedido a dos listas más para mi recuento final (o dos listas menos), la clasificación hubiera sido muy distinta. Y así, hay artistas que aparecen en lo más alto en un par de listas (tan distintos además como Melandrómeda y Quique González, por ejemplo) para no aparecer en el resto. La pregunta que uno se hace es si este caos es consecuencia de la gran diversidad de propuestas que hay en la música española o quizás es el resultado de una mediocridad extendida. Realmente no lo sé, pero lo cierto es que nuestro panorama actual se mueve casi por inercia, parece que el uso y abuso de programas tipo OT o La voz,  y la extensión hasta el aburrimiento de cantantes de pop más o menos aflamencado (ay, si los pobres Camarón y Jesús de la Rosa levantaran la cabeza…) ha obligado a los componentes de otras músicas a retirarse a los cuarteles de invierno esperando mejor momento. La prueba de todo ello es que los dos acontecimientos del año posiblemente hayan sido (cobras aparte) la gira de reencuentro y despedida de 091 y el aniversario (con documental incluido) del Omega de Enrique Morente y Lagartija Nick. Poca cosa como véis; esperemos que 2017 traiga nuevos aires para una música muy necesitada de ellos.

1) TRIÁNGULO DE AMOR BIZARRO: Salve discordia. 188 puntos.

Los grandes triunfadores de la temporada. Prácticamente hay unanimidad en considerar al grupo de noise por excelencia de nuestro panorama musical como los  autores del mejor disco del año. Y es que los gallegos han hecho su trabajo más maduro y completo hasta el momento, alejándose algo de la estética “ruidista” anterior y asumiendo propuestas más pop, reggae, o incluso aires que recuerdan a New Order y otros grupos ochenteros (escuchad “Baila sumeria” por ejemplo y esos riffs guitarreros). Canciones como la citada o “Desmadre estigio” o la gran “Que hizo por ella cuando lo encontró” merecen esa unanimidad.

2) LEÓN BENAVENTE: 2. 82 puntos.

El supergrupo por excelencia de la música española vuelve a grabar tras su exitoso primer disco. Yo confieso una cierta decepción, no porque sea un disco mediocre, que no, es de lo mejorcito evidentemente del año, pero quizás esperaba un salto hacia adelante, más ambición, algo más arriesgado. Siguen demostrando tablas como el que más, una solidez envidiable, son capaces de construir magníficas canciones, pero posiblemente las expectativas eran muy altas y aunque 2 los confirma como uno de los grupos estrella españoles quizás otros esperábamos el disco definitivo. No importa, a la tercera será la vencida, o eso espero.

3º) JUVENTUD JUCHÉ: Movimientos. 64 puntos.

Segundo disco del trío madrileño en el que inciden en su propuesta postpunk. Wire, Joy Division y otras luminarias  oscuras (ejem) son asumidas sin complejos para hacer un disco más convincente que el primero (Quemadero 2.013), con temas más elaborados y musicalmente mejor trabajados (escuchad la joydivisoniana “Nieblas” por ejemplo).

4º) BELAKO. Hamen. 53 puntos

Belako es un grupo (dos chicos y dos chicas) que a pesar de contar solo con un Lp y dos EP,s se han hecho un nombre gracias a sus directos, convirtiéndose en pequeñas estrellas de los muchos festivales que abundan en nuestro país. Originariamente eran una banda de post punk pero han ido recogiendo influencias de otras corrientes, de la electrónica al pop y el resultado es una amalgama bastante interesante y personal a la que no es ajena la utilización del inglés y el euskera en sus canciones. Hamen (Aquí en eusquera) posiblemente les confirme como uno de los grupos españoles a seguir. Gran sonido y temas potentes.

5º) NOVEDADES CARMINHA: Campeones del Mundo. 50 puntos.

¿Los herederos de Siniestro Total?  Desde luego les une la ironía y la crítica ácida ante muchas cosas (aquí incluso con los caciques peperos) y ahora al parecer la heterodoxia musical. Considerados hasta ahora un grupo de rock garajero, Novedades Carminha han ampliado sus miras para buscar influencias negras (ese temazo que es “Ritmo en la sangre”), o decididamente nuevaoleras (riffs de guitarra que recuerdan a los Jam en “Que Dios reparta fuerte”) y singles poperos casi perfectos (“De vuelta de todo”). Estos gallegos han hecho un disco que se disfruta de verdad.

6º) ESPANTO: Fruta y verdura. 37 puntos.

Una de las sorpresas de la lista. Espanto es un dúo de profesores de Logroño que después de dos discos de tirada casi clandestina han pasado a una compañía algo mayor (Austrohúngaro) y gracias a esto se han dado a conocer. Resulta difícil clasificarlos pues partiendo de un synth pop algo peculiar, mezclan a Vainica Doble con Dinarama (las melodías y letras naif de  Carlos Berlanga) y aires campestres o folkies (¿ecológicos?) con unos resultados sorprendentes. Parece música sencilla pero no lo es.

7) MANEL. Jo competeixo. 35 puntos.

El grupo catalán abandona en parte su característico folk acústico y en su cuarto disco se abren a influencias pop de todo tipo, incluso caribeñas (“La Serotonina”, un homenaje a Juan Luis Guerra o quizás la mejor canción, “Sabotatge”). Manel se confirma (ventas incluidas) como el grupo catalán de referencia.

8) CALAVENTO. Calavento. 33 puntos.

Otra de las sorpresas de la entrada. Disco de début de un dúo catalán basado en el ya clásico guitarra-batería. Quizás no sean demasiado originales y recuerden a muchos grupos (incluidos a los Planetas de los noventa), pero les redime su energía las ganas que ponen y la convicción con que suenan. Es solo rock and roll (o pop rock) pero les (nos) gusta.

9) ENRIC MONTEFUSCO: Meridiana. 29 puntos

Otro disco de presentación y seguimos con catalanes. Enric Montefusco proviene de una banda barcelonesa (Standstill) y ha decidido lanzarse en solitario, iniciando su carrera con un disco muy ligado al folk y a la música popular (escuchad “Todo para todos”) con arreglos sencillos y una instrumentación muy básica. No llega a ser del todo convincente en mi opinión (¿ese final de “Flauta man” en plan pitufo?) pero es prometedor.

10) JOANA SERRAT: Cross the verge. 28 puntos.

Y para no ser menos finalizo con otra catalana. Quizás la mejor representante del americana en nuestro país. Su tercer disco sigue la senda de los dos anteriores, si cabe mejor interpretado y más depurado. Folk alternativo de claras raíces norteamericanas. Sonidos limpios, preciosas canciones en un disco ideal para tardes otoñales.

RECOPILATORIOS Y REEDICIONES

Escojo tres, aunque podían haber sido bastantes más  (Carlos Berlanga, Randy Newman, Big Star,The Human League, Van Morrison…) ¿porqué estos? Pues pienso que por razones de oportunidad (fallecimiento, regreso y aniversario respectivamente).

1) PRINCE: 4ever.

Mi recuerdo al genio de Minneapolis con un recopilatorio que acordó Prince con Warner meses antes de fallecer. Recoge sus canciones más conocidas antes de pelearse con la discográfica, es decir todos sus discos conocidos comercialmente. Primera antología después de muchos años y quizás con un pero: incorpora tan  solo un inédito. Es de esperar que en los próximos años salga otro disco con una resumen bien trabajado de su obra posterior.

2) 091. Este es nuestro tiempo.1.986-1.991.

Aprovechando la exitosa gira de regreso y despedida de 2016 Sony publicó esta caja con los 4 discos que el grupo granadino grabó para Zafiro a mediados de los ochenta. Destaca especialmente el tercero de ellos Doce canciones sin piedad, posiblemente su obra maestra. Grupo seminal del pop rock de Granada (ahí tenemos todavía por ejemplo a José Ignacio lapido haciendo magníficos discos), no tuvieron demasiada suerte en su momento y esta recuperación sirve para rehabilitarlos merecidamente.

3) ENRIQUE MORENTE Y LAGARTIJA NICK: Omega.

Esta reedición sale por el 20º aniversario de la publicación de un disco que se ha convertido indudablemente en uno de los hitos de la música española de los últimos 40 años. Viene acompañado por el documental estrenado el año pasado, un segundo CD con tomas, ensayos y descartes y un libreto que recoge críticas del disco en el año de su publicación y entrevistas con diferentes protagonistas. Edición definitiva de una obra maestra.

El año pasado finalicé con el Peor disco del año. Paso este año de incluirlo y no porque no haya discos merecedores de tan preciado premio (tenía varios  previstos), sino para no acabar con un mal sabor de boca en un año no muy afortunado en todos los aspectos para la música pop, así que finalizo con una canción que es una de mis favoritas de 2016 aunque el grupo (Whitney) no haya entrado al final en la clasificación (ha quedado relativamente cerca).

Hasta el próximo año y que sea mejor que este, algo que no creo sea muy difícil.