Probablemente esta temporada la Liga ACB se encuentre en un momento crucial para su futuro. Son muchos los motivos para pensar que se vive un momento dentro de la misma competición tanto por circunstancias internas como externas. En la temporada 2016-17 la Liga ACB contará con un equipo menos. La falta de ascensos un año más y la renuncia de Gipuzkoa Basket ha dejado el número de participantes en 17. Un número impar siempre lleva algún inconveniente. Cada jornada un equipo tiene que descansar por lo que la posibilidad de despiste para el aficionado está ahí. No es la primera vez que ocurre. Ya sucedió en la temporada 2008-2009, cuando la explosión de la burbuja de Akasvayu significó la defenestración del Girona y que la Liga quedara reducida a 17 equipos. De nuevo se llega a esta situación como resultado del fracaso de la política de ascensos de la ACB, que los ha convertido en casi imposibles, que evita que se ventile una competición con no pocos equipos con problemas serios de viabilidad. Aparte que pocos aficionados entienden que un ascenso deportivo se frustre en los despachos. No está en la cultura del aficionado al deporte en España las ligas cerradas. Tampoco es una ayuda para la difusión del baloncesto español la desaparición de las retransmisiones en abierto. Movistar+ pasa a emitir la Liga ACB en exclusiva y las dificultades para seguirla aumentan. No todos se pueden permitir televisión de pago ni tampoco tienen ganas de buscarse la vida por internet. La anterior experiencia de pago, la etapa de Canal+ desde 1999 hasta 2003, significó un serio revés para el seguimiento de la máxima competición nacional y el riesgo de una desconexión total del aficionado con ella existe de nuevo. Se repite el pacto con el diablo. A esto le unimos que la ACB nunca ha sido un modelo para encontrar un formato atractivo a su torneo más valioso (la comparación con la Copa del Rey convierte este hecho en más incomprensible si cabe) y la percepción que llega es que hay muchos meses de relleno para luego jugarse todo en los playoffs. Facilidades para perderse las hay todas.

Fuente: larioja.com

Tampoco está libre de amenazas externas. El cerco de la Euroliga a las ligas nacionales es cada vez más estrecho. El empeño de Jordi Bertomeu por crear una NBA europea le ha llevado a afrontar un cambio agresivo de la máxima competición europea que reduce su participación a 16 equipos y con una primera fase que consiste en una interminable Liga Regular de 30 partidos con una dureza muy alta desde el primer momento. Incluso en algunas semanas los equipos deberán disputar dos partidos de Euroliga. Un esfuerzo enorme para Real Madrid, Barça y Baskonia, los equipos españoles inmersos en la lucha por el cetro europeo. La tremenda exigencia de la Euroliga puede llevar a estos tres equipos a tomarse la Liga ACB como un segundo plato. En el fondo está la intención de Bertomeu de sacar a la flor y nata del baloncesto europeo de sus ligas nacionales para dedicarse en exclusiva a la Euroliga. Un golpe que sería mortal para la ACB. La salida de estos tres equipos, en especial los grandes futboleros, convertiría a la Liga española en una competición clandestina sin interés para las televisiones y demás medios de comunicación, destinada a terminar como torneo de formación o semiprofesional. No es menor la amenaza que llega desde el otro lado del Atlántico. El pelotazo que ha pegado la NBA con la firma del nuevo contrato televisivo ha elevado de forma muy sensible el límite salarial de las franquicias que no dudan en gastar a manos llenas para atraer a cualquier jugador. Pocos se resisten al encanto de la liga más poderosa del baloncesto mundial y a un suculento contrato. Europa lo ha sufrido en sus carnes. Muchos talentos del Viejo Continente emigraron a Estados Unidos en busca de la gloria en la meca del baloncesto mundial. Cada vez son más los aficionados, en especial los más jóvenes, que ven al baloncesto europeo como un deporte de segunda. La gran difusión de la NBA y la facilidad para seguirla, pese a los horarios desfavorables, está convirtiendo a un número creciente de aficionados en seguidores exclusivos del baloncesto americano. Una dura competencia que tiene que afrontar la ACB, la situación se va tornando delicada. Si no se lo toma en serio y toma medidas realmente efectivas podría firmar antes de lo que cree el certificado de defunción.

Fuente: defensacentral.com

Pasemos al aspecto puramente deportivo. Habitualmente se considera a los grandes futboleros como los principales candidatos a lograr el título pero también suele ser frecuente que alguno de ellos cuente con más opciones de salida. No hay duda sobre que el papel de favorito numero uno recae en el Real Madrid, dominador en el baloncesto español durante los últimos años, especialmente los dos últimos donde su hegemonía resultó abrumadora. La era de Pablo Laso ha marcado el último lustro por juego y resultados. El equipo blanco lleva años trabajando bien con un proyecto sólido y global y ello ha tenido su reflejo en la cancha. Aunque ya contaba con un bloque poderoso ha reforzado la plantilla para luchar con garantías por recuperar el título europeo. Ha fortalecido el juego interior, un punto débil en competiciones europeas la pasada temporada. Othello Hunter y Anthony Randolph aportan un plus en el aspecto físico aunque este último aún debe encajar en un nuevo rol. Pasar de ser un jugador de referencia a uno más en un equipo donde otros toman la responsabilidad no es sencillo, no todos se adaptan a esta situación. Fuerza para acompañar a Ayón que terminó renovando tras unas negociaciones nada sencillas. La marcha de Sergio Rodríguez a los Sixers para vivir su segunda aventura americana dejó un hueco difícil de llenar. En los despachos optaron por renunciar al fichaje de un base de campanillas y elegir el retorno de Draper. Todo un jugador de equipo que no escatimará minutos a un Doncic que gana protagonismo en el equipo. Quizá estemos ante la temporada de su explosión definitiva como jugador importante. Su evolución física y técnica es un hecho. El resto de la plantilla lo forma el bloque sólido, poderoso y lleno de talento que todos conocen. Los Rudy, Carroll, Felipe Reyes, Nocioni o Maciulis, liderados por un Llull que sigue haciendo oídos sordos a la llamada de la NBA. El Real Madrid llegará corto de forma al principio de temporada. En la Supercopa se comprobó que falta algo de acoplamiento a los nuevos, hay jugadores fuera de forma (Ayón es uno de los mayores ejemplos, nada que ver con el jugador poderoso de la pasada temporada) y no se han afinado los conceptos defensivos pero el equipo blanco es un conjunto muy maduro que sabe estar a tope en el momento crucial de la temporada. Ya lo comprobamos la pasada campaña tras un inicio nada halagüeño. Acabó en doblete Liga y Copa, un éxito rotundo. Sin duda, el equipo a batir.

Fuente: lainformacion.com

Por Barcelona hay muchas dudas que despejar en el inicio de la era Bartzokas. El técnico heleno sustituye a Xavi Pascual que fue fulminando tras un segundo año en blanco consecutivo. El poderío del eterno rival se llevó por delante al entrenador que marcó una etapa brillante en el Barça. Se esperaban cambios importantes en la plantilla pero finalmente fueron pocas las novedades. Los suculentos contratos de buena parte del plantel evitaban una limpia en el vestuario. Y algunas de las bajas no eran nada deseadas en el equipo azulgrana. Satoransky y Abrines, piezas importantes en el futuro del club, pusieron rumbo a la NBA para dejar aún más escaso de talento el equipo. Para sustituir la exuberancia física del base checo se fichó a un jugador muy diferente, Tyrese Rice. Puro talento explosivo que acapara gran parte del juego. En la Supercopa se comprobó que las opciones del Barça en cada partido pasan por sus manos. Tampoco tiene sustituto, no hay un base puro que le dé respiro. Koponen, un escolta reconvertido, llegó para ocuparse de esa misión pero un accidente de tráfico le mantiene en dique seco por tiempo indefinido. Navarro y Ribas son las soluciones de emergencia pero en el Barça buscan un base desesperadamente para tapar el agujero. Claver, la otra incorporación restante, dejó muy buenas sensaciones en Vitoria. Ha progresado en todas las facetas y parece dispuesto a ocupar ese puesto de alero alto tan huérfano en el baloncesto español. Sin embargo la aportación del resto de la plantilla, presente en el equipo la pasada temporada, está bajo sospecha. Irregularidad es la palabra clave de un equipo al que le falta fiabilidad. En el Clásico de semifinales en la Supercopa parecía que el bloque podía funcionar a corto plazo pero la debacle en la final ante Gran Canaria devolvió los nubarrones en el horizonte. Queda mucho trabajo que hacer, sobre todo porque si no funciona Rice el equipo se hunde con él. No han tardado en llegar los problemas, ya que casi media plantilla está con problemas físicos y el concurso de algunos jugadores importantes es muy dudoso para los primeros partidos de la temporada. Y está la paciencia y la autoestima de los seguidores del Barça como para sofocos tempraneros.

Fuente: elespanol.com

El habitual grupo de alternativas de poder es el más nutrido de los últimos años. En primer lugar está Valencia Basket que la pasada campaña se ganó el derecho a ser un equipo a tener en cuenta con aquella marca de imbatibilidad que duró casi 4 meses. No le sirvió para ganar algún título pero el equipo de Pedro Martínez mantiene buena parte del bloque de la temporada anterior y se ha reforzado con cabeza. Perdió a Justin Hamilton, pieza muy importante en el juego interior, pero consiguió retener a Guillem Vives a pesar del interés del Barça en incorporarle. Junto a él siguen los Dubljevic, Sikma, Van Rossom, Rafa Martínez, Sato, Diot o San Emeterio que forman una base muy sólida tanto en el juego interior como exterior. Para sustituir a Hamiltón llega John Bryant, un armario empotrado que ha labrado su carrera en Alemania. Además de su imponente presencia tiene buena mano. No es tan móvil como su antecesor pero sí aporta mucha fortaleza. Joan Sastre apuntala la línea exterior tras explotar definitivamente en Zaragoza la pasada temporada como un jugador tan valioso para el trabajo como la anotación. Un paso adelante en su carrera. Será pieza importante en la intendencia, labor que ocuparán otros dos valiosos jugadores de equipo como Will Thomas y Pierre Oriola. Un equipo bien trabajado que conviene tomar en serio. Baskonia es otra de las alternativas habituales a los grandes futboleros pero está en plena recomposición tras perder a gran parte del equipo que tan bien compitió el curso anterior. Sin Bourousis, Darius Adams, Causeur o Mike James quedó descabezada la cúpula de la plantilla. Sito Alonso, sucesor de Perasovic en el banquillo, tendrá que conjuntar un equipo muy remozado en el menor tiempo posible. Cuenta con dos nombres con pasado en la NBA. Bargnani, uno de los nombres importantes del verano en cuanto a fichajes se refiere, llega como nuevo referente del equipo vitoriano aunque siempre se ha puesto en duda su papel como líder. Nunca llegó a refrendar en Estados Unidos su vitola de número 1 del draft. Beaubois, base francés que fue campeón de la NBA con los Dallas Mavericks y que cuajó una buena temporada en Estrasburgo, ocupará el lugar dejado por Adams o James puesto que es un base de características parecidas. Aún hay muchas incógnitas por despejar. Los Larkin, Cooney o Voigtmann nunca han jugado en una competición tan exigente como la ACB. A los Hanga, Shengelia, Tillie o Diop les toca oficiar como veteranos en un equipo que parece la ONU puesto que ningún jugador de la plantilla nació en España. Algo que va siendo habitual, sólo el 32% de los jugadores en la ACB son españoles. A este dúo se le une un tapado en la sombra: Gran Canaria. El título logrado recientemente en la Supercopa fue el primer entorchado oficial del club y no lo consiguió por casualidad. Pese a las importantes bajas sufridas (Omic, Pangos, Seeley, Newley y la de Aíto en el banquillo) la secretaría técnica ha trabajado mucho y bien, algo que ya es una costumbre en el club. Luis Casimiro tendrá a sus órdenes un bloque muy compensado y cuya columna vertebral ya lleva años conjuntada. Juego interior poderoso y con gran capacidad reboteadora, reforzado a petición del técnico que es un firme defensor del juego dentro de la zona. Para eso llegaron Planinic y Hendrix. Tiro exterior fiable con un buen ramillete de tiradores desde el perímetro (Kuric, Salin, Oliver, Aguilar,…). Defensa intensa, seña de identidad de Gran Canaria desde hace muchos años. McCalebb, la gran apuesta del equipo para esta temporada, evidenció en la Supercopa que va camino de volver a ser quien fue. Si lo consigue, ojo con Gran Canaria puesto que hablamos de un jugador muy desequilibrante, capaz de llevar a cotas más altas de lo esperado a cualquier equipo. Llevan años progresando y llamando a las puertas de los títulos. Hace unos días lo consiguieron al fin. Puede ser el gran tapado, no lo descartaría luchando por logros importantes.

Fuente: apiedecancha.es

Por detrás se sitúa el grupo de los equipos llamados a luchar por el resto de puestos en los playoffs.  Unicaja ha sufrido cambios importantes tras el fiasco que supuso la pasada temporada. El equipo malagueño tuvo que afrontar la pérdida de jugadores tan significativos como Kuzminskas, Will Thomas, Fran Vázquez o Markovic que complicaba la remodelación exitosa de la plantilla. Los recurrentes problemas en la dirección del curso anterior han llevado a reforzar el puesto de base con Lafayette y Kyle Fogg. Buenos tiradores pero no está claro que aporten mayor claridad al juego. En pretemporada no quedó solucionado el apartado de pérdidas de balón. Eso sí, formarán un perímetro potente junto a Nedovic y Waczynski. Musli llega como nueva referencia en el juego interior tras su buena temporada en Manresa aunque los duelos contra los equipos grandes se le atragantaron. Jeff Brooks y N’diaye llegan como saldos para completar la plantilla. Joan Plaza deberá trabajar duro, su equipo no cuenta con nombres tan brillantes como en años anteriores. UCAM Murcia conserva el bloque que tan buen resultado dio la pasada temporada, donde el equipo murciano disputó por primera vez los playoffs. La ampliación de la cesión de Campazzo por una temporada más supone un espaldarazo al proyecto que también mantiene a los Faverani, Antelo, Radovic, Benite y Sadiel Rojas. La marcha de Cabezas y Scott Wood ha sido bien gestionada. El base malagueño fue sustituido por otro veterano solvente, Llompart, y como nuevo tirador se confía en Billy Baron. En el concurso de triples de la Supercopa mostró una mecánica de tiro rápida y efectiva, como lo fuera la de su hermano Jimmy. Pocius pondrá un toque de veteranía, físico y trabajo muy necesario desde el banquillo. Con  buenos mimbres contará Óscar Quintana en su regreso a Murcia. Un proyecto interesante y en progresión que no conviene perder de vista. Otro experto en trabajo bien hecho es Fuenlabrada. Siempre con la mente puesta en la permanencia, la temporada pasada se ganó a pulso un puesto en los playoffs. Se marcharon Tabu y Álex Urtasun como piezas importantes pero mantiene buena parte de la columna vertebral. Popovic volverá a ejercer como líder indiscutible de un equipo en el que encajó como un guante. Paunic, David Wear o Smits se mantienen como valiosos escuderos. El club madrileño ha realizado un buen esfuerzo en reforzar el juego interior, problema endémico en Fuenlabrada. Sekulic llega como el pivot anotador y O’Leary será el encargado de fortalecer la capacidad reboteadora del equipo. Diagne retorna cedido tras su papel testimonial en el Barça. La baja de Tabu se suplió con el veterano Cabezas y el prometedor Hakanson, al que intentó repescar el Barça recientemente debido a sus problemas en el puesto de base. Dos jugadores con buen criterio en la dirección para dar descanso a Popovic. Plantilla solvente y con mucha experiencia que puede pensar en algo más que salvar la categoría. Un caso parecido a CB Canarias, que lleva varios años rondando los playoffs pero no termina de conseguir meter la cabeza entre los ocho primeros. Mantiene casi todo el núcleo duro del equipo (Abromaitis, Richotti, Beirán, Devin White, San Miguel) y suple las bajas en el juego interior de Sekulic y Joseph Jones por un hombre rocoso pero efectivo como Bogris y a un veterano de nombre rutilante como Fran Vázquez. Muy buenos movimientos para fortalecer la zona. Quizá le falta algo de profundidad de banquillo a Txus Vidorreta pero cuenta con una rotación de 8 o 9 jugadores muy interesante. Le vendrá bien en su participación en la recién creada Champions de la FIBA.

Fuente: diariodebadalona.com

Varios equipos quedan en la indefinición. Tanto pueden luchar por entrar entre los ocho primeros como pueden sufrir por mantener la categoría aunque esto último siempre es muy relativo en la ACB. Bilbao Basket volvió a tener un verano movido debido a los problemas económicos. La retirada de Raúl López significó el adiós de un símbolo del club y del baloncesto español. El sustituto es otro veteranísimo emblema que regresa a Bilbao, Javi Salgado. Formará pareja de bases con Tabu, que llega para sustituir a Hannah. No significa mucha diferencia puesto que son dos jugadores de perfil similar. Bamforth reemplaza a otro tirador de rachas como Dairis Bertans. Donde más se notarán las bajas será en el juego interior. Bogris, Begic y Marko Todorovic han dejado un hueco enorme en el juego interior. Bilbao Basket ha contratado a retales en su lugar. Va a sufrir seguramente ante equipos poderosos por dentro. Además la rotación de calidad es corta y los inagotables Mumbrú y Hervelle no durarán siempre. Un triple desde su campo de Sastre le dejó sin playoffs la pasada temporada pero este año les veo más lejos. Basket Zaragoza abandona su histórica denominación de CAI para adoptar la de un nuevo patrocinador, Tecnyconta. Lleva un par de temporadas insustanciales, sin correr riesgos la permanencia pero lejos de los playoffs. Tiene un puñado de jugadores valiosos (Jelovac, Bellas, Fotu, Norel, Benzing) pero la baja de Sastre en el puesto de alero es muy importante y no ha sido paliada en condiciones. No parece que los fichajes aporten más de lo que había así que mucho tienen que cambiar las cosas para salir de la intrascendencia. Andorra ha formado un equipo prácticamente nuevo. Sólo continúan Shermadini, David Navarro y Schreiner (piezas clave, por otra parte) de la temporada pasada y es bien sabido que no es nada fácil conjuntar tantos fichajes. Llegó de todo. Veteranos de buen rendimiento como Nacho Martín y Stevic, jugadores que llegaron jóvenes a la élite pero no terminaron de explotar (Albicy, Jelinek), el hermanísimo de Antetokoumpo y un par de jóvenes (Burjanadze y David Walker). Andorra suele armar equipos apañados pero esta vez tiene un trabajo serio por delante Joan Peñarroya, el rey de las técnicas. Finalmente, el Joventut puede ser el último equipo que no sabemos por dónde va a tirar. Acuciado por sus eternos problemas económicos (debe nada menos que tres millones de euros a Hacienda), mezcla a veteranos muy comprometidos (Sergi Vidal, Miralles, Luka Bogdanovic, Sàbat) con unos foráneos desconocidos que nadie sabe cómo van a salir y de cuyo acierto en su contratación dependerá el rumbo del equipo. Caso aparte es Abalde, en el que están depositadas las esperanzas de futuro del equipo verdinegro, tanto por su rendimiento  como el pelotazo que pueda resultar su traspaso si explota definitivamente. Ya es momento que tome responsabilidades pese a su juventud. Diego Ocampo, sustituto de Salva Maldonado, buscará acabar con su mala suerte en los banquillos de ACB.

Fuente: fiebrebetica.com

Los otros cuatro equipos parecen destinados al sufrimiento para evitar el descenso aunque en la práctica nadie baje en la ACB. Obradoiro ha vivido otro verano de grandes cambios en la plantilla y se ha visto obligado a realizar numerosos fichajes. Alberto Corbacho regresa a Santiago tras un año en el Baskonia para portar los galones en el Obra. Seguramente comparta liderazgo en pista con Bendzius, el referente anotador en los últimos meses de Liga ACB la pasada temporada. Entre los nuevos ha destacado el húngaro Rosco Allen, un alero alto con gran capacidad para anotar. La mitad de la plantilla la forman jugadores nacionales, un dato que cada vez se hace más raro entre los clubes españoles. Tres de los refuerzos (el citado Corbacho, Llovet y Txemi Urtasun) son jugadores españoles. Veremos si le sale bien la apuesta. Si Yusta sigue progresando como se espera tendrá buenas opciones de éxito. El Betis apareció en escena este verano para salvar de una muerte anunciada al Baloncesto Sevilla que adopta la denominación del club verdiblanco. El tiempo de incertidumbre sobre el futuro del club propició la salida de muchos jugadores y el técnico. A Tabak le corresponde formar un equipo sólido con ochos jugadores nuevos. El Betis ha optado por la veteranía para rearmar la plantilla. Zoric, Triguero, Stojanovski, el tocomocho de Domen Lorbek,… Nombres que suenan mucho a los aficionados y que ya conocen bien el baloncesto ACB. Entre tanto jugador experto hay que prestar atención a dos jóvenes: Radicevic, al que una grave lesión le dejó en el dique seco casi un año; y Marc García, la gran esperanza de la cantera del Barça. Están en un club que sabe explotar el talento joven, sólo tienen que fijarse en los ejemplos de Satoransky, Porzingis y Willy Hernangómez. Manresa (este año no me olvido) vive la historia de casi cada año. Derribo y reconstrucción absoluta de la plantilla. Siempre es una incógnita cómo responderá tanta incorporación en el equipo del Bages pero la certeza absoluta es que tendrá que sufrir hasta el final como le pasa cada temporada. Por último, el histórico Estudiantes que fue repescado por segunda vez tras descender en la pista. Si el año pasado en el Ramiro optaron por la juventud en esta temporada se han decidido firmemente por la experiencia. Tanto que el equipo parece un cementerio de elefantes. A excepción de Edwin Jackson, todos los fichajes superan ampliamente la treintena. Omar Cook, Suton, Jordi Grimau, Savané, Traore. Experiencia sobra pero también años. Salva Maldonado pasó de la apuesta por la cantera en Badalona al ejército de veteranos del equipo colegial. Aparte que sólo siguen tres jugadores de la pasada temporada. Un golpe de timón en la política del Estu de consecuencias imprevisibles.