LUGARES ACB PARA EL RECUERDO (VII). EL AZOTE LEONÉS

ELOSUA LEON

El baloncesto ACB en Castilla y León ha girado en torno a Valladolid durante buena parte de la historia del baloncesto español pero el protagonismo huyó de la ciudad pucelana en la década de los 90. En estos años llegó el periodo dorado del Baloncesto León que se hizo un hueco entre la clase media de la Liga ACB. El conjunto leonés se convirtió durante años en un rival incómodo, especialmente en el Pabellón Municipal de León. Bien lo supo durante muchos años el Real Madrid que vio convertida la cancha leonesa en un lugar maldito. La capital leonesa fue un enclave habitual en el baloncesto de élite en España que disfrutó de algunos de los nombres que han hecho historia dentro de la Liga ACB. El tiempo va borrando la huella que dejaron los pasos de Baloncesto León en los pabellones españoles, con aventuras europeas incluidas, pero es de justicia recordar la historia de un equipo competitivo y animador del campeonato. Un azote llegado desde León.

El camino hacia la élite.

Baloncesto León nació en 1980 para recoger el testigo dejado en la capital leonesa por la OJE, club polideportivo que actuaba de máximo representante del baloncesto en León y que acababa de desaparecer. Su antecesor había conseguido antes de disolverse el ascenso a Tercera División pero sería el recién creado Baloncesto León quien dispusiera de la plaza. La empresa de aceites Elosúa resultaría de vital importancia en el nacimiento del club. Actuó de mecenas durante trece años, con una aportación inestimable para el crecimiento y auge del equipo leonés. En esa primera temporada en Tercera contribuyó con 300.000 pesetas para cubrir los gastos y asesoró económicamente en todo momento a la directiva. Curiosamente el club comenzó a competir antes incluso de ser fundado oficialmente. El bautismo llegó el 20 de mayo de 1981 bajo la presidencia de Jose Antonio Moirón. Pepe Estrada, uno de los fundadores del club, fue el encargado de guiar el destino del equipo desde el banquillo. No tardó el equipo leonés en despuntar en la categoría. Al segundo año lograba el ascenso a Segunda División donde participaría cuatro temporadas. Sin prisas, creció a un ritmo natural como marca el manual de un proyecto sólido. Permanencia, consolidación, primer intento serio de ascenso y subida definitiva de categoría en la temporada 1985-86 para desembarcar en la Primera B, la antesala a la élite del baloncesto español.

Plantilla León 1989-90

Fuente: diariodeleon.es

Bajo las órdenes de Antonio Garrido, sucesor en el banquillo de Pepe Estrada en 1984, el Baloncesto León se estrenaba en la nueva categoría. El equipo se reforzó con Essie Hollis, un alero estadounidense fortísimo de gran recorrido en España que era un fantástico anotador y un reboteador insaciable. Se convirtió en el gran referente de Baloncesto León durante los siguientes dos años. Hollis se convertía en el primer nombre importante en la historia del club. El apoyo de Elosúa se afianzó hasta el punto que se convirtió en el patrocinador que daba nombre al equipo leonés. La posición de fuerza de Elosúa llevó a Juan Antonio Moirón a ceder la presidencia a Jose Benito Pardo. La nueva marcha del equipo consolidó sin problemas a Baloncesto León durante su primera temporada en Primera B pero no tardaron en llegar los problemas. Al final de temporada Antonio Garrido abandonó el puesto de entrenador y fue sustituido por José Clavijo. La temporada fue desastrosa y se salvó por poco del descenso. Tampoco pintaba bien la temporada 1988-89 pese al relevo de Clavijo por Mariano Parra. La marcha de Hollis al final de la campaña anterior dejó un gran hueco en un equipo que no era capaz de corregir el rumbo. A mitad de temporada fue cesado el técnico para poner en el cargo al entrenador del CB Palencia, Gustavo Aranzana. Sin saberlo el equipo quedaba en manos del hombre que le llevaría a su etapa dorada . Junto a Ramón Fernández en los despachos cambió la breve historia del club. Consiguió mantener la categoría sin agobios pero lo mejor estaba por llegar. La temporada 1989-90 significaría un hito histórico para Baloncesto León. El equipo leonés se vio inmerso desde el principio en la lucha por el ascenso. Destacaba un joven escolta con una muñeca de seda, un anotador certero desde la línea de tres e infalible en el tiro libre. Respondía al nombre de Xavi Fernández. Clave en los primeros años de Baloncesto León en la élite y en el Barça de la segunda mitad de los años 90. Baloncesto León se clasificó para las eliminatorias de ascenso pero incidentes de público en su pabellón provocaron que tuviera que disputar los partidos de casa en Lugo. No se encontraría solo en el destierro. Más de 50 autobuses se desplazaron a la ciudad gallega para apoyar al equipo en su cita con la historia. Batió a Andorra en su primera eliminatoria y se jugó el ascenso con el Lliria de un jovencísimo Nacho Rodilla. Aquel 20 de mayo de 1990, noveno aniversario del club, sería una fecha imborrable. El 82-75 convirtió a Lugo en una especie de segunda León. Fiesta que se prolongó hasta el recibimiento en León, colapsada para agasajar a los héroes del ascenso. Baloncesto León ya era equipo de ACB.

“Elo-súa, Elo-súa”.

Baloncesto León llegaba a una competición sobredimensionada con un formato demencial. La Liga ACB contaba en la temporada 1990-91 con 24 equipos divididos en dos grupos (par e impar) pero como se disputaban 34 encuentros cada equipo jugaba a doble partido con otros seis del otro grupo. Demencial. Nunca resultó el fuerte de la ACB la organización de su Liga. Continuaban en Baloncesto León hombres como Xavi Fernández, Jose Luis Guerrero, Francisco Gómez o el junior Josines y llegaban Schlegel, Ferrán Heras o Félix de la Fuente. No se adaptó mal a la nueva categoría el recién ascendido. No recibió ninguna severa paliza, algo destacable en un novato en la Liga ACB aunque no se cruzó en toda la temporada con Real Madrid y Barça. Sin embargo la falta de experiencia sí le llevó a perder por diferencias mínimas demasiados encuentros así que, como era de esperar, se vio inmerso en el playoff de descenso. Pese a caer en casa en el segundo encuentro, dos victorias en La Casilla ante Caja Bilbao certificaron la permanencia del equipo leonés. Claves para este logro fueron los puntos de Schlegel, referente anotador en la primera temporada de Baloncesto León en la ACB. Su marcha al terminar la campaña obligaba al club a un buen esfuerzo para paliar su ausencia. El respaldo de Elosúa permitió al club leonés reforzarse sin problemas. No era un club rico pero sí solvente para permitirse alzar su mira. El trabajo en los despachos resultó fabuloso. Formó una pareja magnífica de pivots fabulosa con los fichajes del veterano Reginald Johnson, un histórico del Joventut, y Raymond Brown. La sociedad que formaron hizo estragos en las zonas rivales. El perímetro fue apuntalado con la contratación desde el Barça de Xavi Crespo. Los Xavis, Fernández y Crespo, torturaron desde la línea de tres a todo rival que se cruzara. Baloncesto León dio un salto de calidad enorme. No contaba con un banquillo amplio pero su quinteto inicial resultaba toda una garantía. Por entonces esto bastaba para hacer camino en el baloncesto. Comenzó la temporada como un tiro, ganando sus primeros cuatro encuentros. Nunca perdió el sitio entre la zona noble de la Liga. Fue la gran revelación de la temporada, un soplo de aire fresco. Los gritos de Elo-súa de los aficionados leoneses se hicieron célebres en todo el baloncesto nacional. Consiguió una clasificación histórica para la Copa del Rey celebrada en Granada. Cayó en cuartos de final ante el Barça que tuvo que sudar de lo lindo para eliminar al equipo leonés. Sin embargo el mayor día de gloria estaba por llegar. El 14 de marzo de 1992 León recibía por primera vez al Real Madrid. Nunca olvidará el aficionado leonés aquel partido. En un encuentro trepidante que necesitó una prórroga Baloncesto León se imponía por 98-94 al equipo blanco. Comenzaba la maldición madridista en el Pabellón Municipal de León. Logros como aquel permitieron al club leonés acabar tercero la Liga Regular, por delante de ilustres como Real Madrid, Estudiantes o Baskonia. Sin embargo la asimetría del formato de competición de la ACB encerraba una aberración llamada factor de corrección. Al haber terminado la liga pasada entre los doce últimos tuvo un calendario más asequible y se le aplicó el dichoso factor de corrección. Pasó de la tercera a la quinta plaza de golpe y porrazo aunque conservaba la ventaja campo con Real Madrid y Estudiantes, beneficiados por el factor. Nunca se entenderán ciertas cosas de la ACB. Batió en el tercer encuentro a CB Murcia en octavos de final pero Estudiantes asaltó el Pabellón Municipal en cuartos de final y dejó en la cuneta al equipo leonés en dos partidos. Terminaba el sueño de una temporada histórica pero la séptima plaza le daba derecho a disputar la Copa Korac. En sólo dos años Elosúa León competiría por las canchas europeas.

Xavi Fernández y Guerrero

Fuente: lanuevacronica.com

Para afrontar el estreno continental Baloncesto León siguió apuntalando el equipo. Necesitaba un plantel reforzado y con mayor amplitud de banquillo para afrontar una temporada muy cargada de partidos. Mantuvo a sus piezas clave, sus pivots americanos y los Xavis, y contrató a un pivot solvente como Silvano Bustos, un joven base producto de la inagotable cantera de Badalona, David Sala, y otra gran promesa como Alberto Angulo, cedido por el CAI. La ampliación del cupo de extranjeros en Liga ACB (no así en competiciones europeas) a tres permitió el fichaje del base estadounidense Mark Tillmon, que no convenció y fui sustituido a mitad de temporada por Mike Anderson, base de pasado en el Real Madrid, gran anotador pero excesivamente individualista. Tras una primera eliminatoria con susto ante el modesto Bellinzone suizo y arrasar en la siguiente al Alba Berlin, Baloncesto León quedó encuadrado en la fase de grupos con Olimpia Milán, Peristeri y Gravelines. Un inesperado tropiezo en casa ante Gravelines obligaba a los de Gustavo Aranzana a jugarse el pase ante el Olimpia Milán, un rival temible que contaba con unos tales Djordjevic, Antonio Davis, Pittis y Antonello Riva. Casi nada. Ya estuvieron muy cerca de ganar al equipo italiano en su propia cancha, la hazaña era posible. Y lo fue. En un partido durísimo, muy intenso, rayano ya en el incipiente baloncesto control que estaba por llegar, Baloncesto León ganaba en la prórroga por 75-73 al futuro campeón de la Copa Korac. Triunfo sonado que le daba el pase a cuartos de final ante otro rival italiano, la histórica Virtus Roma. León vivió otra tarde mágica en el partido de ida. Xavi Fernández dio un recital de tiro que complementó la habitual solvencia de Reginald Johnson y Raymond Brown bajo tableros para tumbar por 88-77 al conjunto romano. Pudo ser aún mayor el recital porque la diferencia llegó a 20 puntos pero la ventaja daba esperanzas de clasificación a semifinales. Se esfumaron en un infausto encuentro en Roma. Los Radja, Premier, Dell’Agnello y Niccolai barrieron por completo al Baloncesto León que cayó por 103-85. Fin al primer asalto al sueño europeo. En Liga ACB volvió a sembrar el pánico entre los grandes en su fortín del Pabellón Municipal de León. Real Madrid y Barça hincaron la rodilla en la cancha leonesa para alimentar su mística. Pero el calendario más complicado que tuvo que afrontar el equipo leonés debido a la exitosa campaña anterior y la presencia en la Copa Korac afectaron a su regularidad. Acabó octavo la Liga Regular y le esperaba un duro camino en los playoffs. Se deshizo de Baskonia en dos partidos pero en cuartos de final esperaba el Real Madrid de Sabonis. Esta vez no hubo gesta en León. Los madridistas se impusieron por la vía rápida para dejar en la cuneta a Baloncesto León. Sexta posición y segunda clasificación para la Copa Korac. El camino entre la élite parecía firme y seguro.

Gustavo Aranzana

Fuente: apiedecancha.es

Se desata la tormenta.

El inicio de la temporada 1993-94 removería los cimientos del club. La marcha por sorpresa de Elosúa, su mecenas desde el nacimiento, que acababa con el patrocinio desataba una tormenta gigantesca en el Baloncesto León. De repente se encontraba sin el soporte económico de Elosúa y con una plantilla de sueldos considerables para su nueva situación. No tardaron en llegar las situaciones drásticas, no exentas de polémica. La directiva decidió apartar del equipo a Crespo y Bustos debido a sus elevados sueldos. El expediente acabó en un sonado despido de ambos jugadores que encontrarían acomodo en el Barça y Forum Valladolid, respectivamente. La zozobra terminó con la llegada de un nuevo patrocinador, Elmar. El amarillo y verde del uniforme daba paso al rojo y blanco. Pasada la tormenta el equipo leonés comenzaba la nueva etapa recomponiendo el equipo. Aranzana recurrió a la juventud, a hombres como Paraíso, Yebra, Mario García o Jorge García para completar la plantilla. Los dos primeros daban sus primeros pasos de unas carreras exitosas aunque Paraíso ya había debutado en ACB con el Barça. La marcha de Raymond Brown fue cubierta por Harper Williams, otro ala-pivot que daría muy buenos resultados en León. Joe Wolf ocupaba la plaza de tercer extranjero en un equipo donde Xavi Fernández ostentaba los galones y David Sala se consolidaba como base titular y de enorme futuro. En la Copa Korac volvió a llegar a la fase de grupos. No faltaron las proezas, con triunfos en casa ante el Antibes (David Rivers, Ostrowski, Foirest) y otro ilustre europeo como Scavolini (Myers, Magnifico, Gracis, Dean Garret). Dependía de sí mismo en la última jornada pero una inesperada derrota a domicilio ante Alba Berlin, aún lejos del nivel considerable que alcanzó a finales de la década, le apeaba de competición. En la Liga ACB sus resultados estuvieron lejos de los alcanzados en las dos últimas temporadas. En casa se mostró fuerte. Logró la victoria de rigor ante el Real Madrid y sólo perdió dos encuentros, uno de ellos ante un Barça que sufrió de lo lindo, pero se mostró demasiado endeble fuera y terminó en undécima posición la Liga Regular. Su fortaleza en León le permitió forzar el tercer partido ante Estudiantes en los playoffs pero no tuvo opciones en el encuentro decisivo de octavos. El paso atrás dado obligaba a rearmarse para regresar a las cotas anteriores en la temporada 1994-95. El trabajo no sería sencillo puesto que Xavi Fernández abandonaba León para fichar por el Barça. Ramón Fernández tenía que echar mano de toda su sapiencia e imaginación para encontrar un nuevo referente para el equipo. Lo encontró en todo un campeón de Europa. Corney Thompson, una leyenda en Badalona, recalaba en el equipo leonés con toda su humanidad. También llegaban del equipo verdinegro Dani Pérez y Jordi Llorens. Consiguió clasificarse para la Copa del Rey donde fue eliminado en cuartos por el Real Madrid. Acabó noveno la Liga Regular, a un paso de los playoffs que habían pasado a disputar sólo ocho equipos a partir de esta temporada, pero volvió a convertirse en matagigantes en su pabellón una campaña más. El Barça, campeón de Liga a final de temporada, salió escaldado de León (82-65) y el Real Madrid mordió el polvo en Liga Regular otra temporada más en un encuentro en el que Sabonis fue frenado por Mario García y recordado por la trifulca entre Antúnez y Biriukov y el famoso “te voy a matar a hostias” que le espetó Chechu a su compañero. No cambió la tónica en la siguiente temporada. Buena primera vuelta, con triunfo en casa ante el Real Madrid por supuesto, que le dio plaza para la Copa. Se seguía resistiendo la primera victoria en la fase final. Cayó de nuevo en cuartos ante TDK Manresa que sorprendió a todos logrando el título contra el Barça gracias al inolvidable triple de Creus. La segunda vuelta supuso un claro bajón que le dejó en tierra de nadie, en duodécima posición. Faltaba potencial para regresar a los tiempos de Elosúa.

Harper Williams

Fuente: endesabasketlover.com

La temporada 1996-97 sería la última de Ramón Fernández en la secretaría técnica puesto que abandonaba el club para hacerse cargo de la dirección deportiva de Fuenlabrada, recién ascendido a Liga ACB. Dejó un equipo de retales que, sin embargo, formó un bloque sólido que compitió a un nivel mucho más alto de lo esperado. Yebra se convirtió en el anotador de referencia. Lasa dio un salto de calidad en la dirección tras su salida del Real Madrid. Otro producto de la cantera blanca y campeón de Europa, Martín Ferrer, se convirtió en un valioso sexto hombre que llegaría a ser una institución dentro del club. McNulty, un veterano y rocoso pivot estadounidense, ofreció un gran resultado dentro de la zona y en la lucha por el rebote. El más destacado de un trío de americanos compuesto por el cumplidor Byron Houston (con pasado NBA y que acabó arrestado múltiples veces por exhibicionismo y escándalo público tras retirarse) y el irregular Labradford Smith (otro pieza, acusado de estafa). Por tercera vez consecutiva logró la clasificación para la Copa del Rey. En esta ocasión logró su primera victoria en el torneo tras tomarse la revancha del año anterior con Manresa. Se le presentaba una bonita ocasión puesto que fue una Copa llena de sorpresas pero en semifinales no pudo con un Joventut en reconstrucción y que reverdeció laureles logrando el título. Se escapaba una buena oportunidad puesto que el rival en la final era el Cáceres. Sin embargo superó el golpe para mantener el nivel en la segunda vuelta. Pese a que esta temporada no logró ganar al Real Madrid en casa sí consiguió regresar a los playoffs tras acabar sexto la Liga Regular. De nuevo los cuartos de final resultaron una muralla insuperable. Logró una victoria ante Estudiantes pero no tuvo opción. La sexta plaza significaba el regreso a competiciones europeas pero el final de temporada marcó el fin de una época en León. Gustavo Aranzana abandonaba el club para marcharse a Valladolid. El artífice de llevar a Baloncesto León a sus más altas cotas dejaba su banquillo. Los tiempos comenzaban a cambiar en León.

Martin Ferrer defiende a Tim Perry

Fuente: endesabasketlover.com

Caída hacia el abismo

Edu Torres fue contratado como nuevo técnico para la temporada 1997-98. Por delante tenía la complicada tarea de sustituir a Gustavo Aranzana. No fue el único cambio. Sustituyó al trío de americanos de la temporada anterior. Regresaba Harper Williams para liderar el juego interior y llegaba Roy Fisher que ofreció un buen rendimiento en el tiro exterior. La tercera plaza de extranjero fue un carrusel de jugadores que no terminaban de encajar. Veteranos como Galilea y Peñarroya aportaban experiencia para el regreso a la Copa Korac. Pasó invicto la fase de grupos ante pero en dieciseisavos topó con Peristeri de Gurovic, Koronios y un pipiolo que daba sus primeros pasos como jugador llamado Marko Jaric. En la Liga ACB trayectoria errática para acabar en tierra de nadie en úndecima posición, lejos de los playoffs. Había comenzado una cuesta abajo imparable. En la temporada 1998-99 acabó 16º, a un puesto del descenso aunque lejos en victorias. La mala temporada supuso la salida de Edu Torres, sustituido por Jose Luis Oliete. No pudo cambiar la irrefrenable dinámica descendente. Sin estabilidad y con un presupuesto cada vez más reducido, Baloncesto León acabó último la temporada 1999-2000. El descenso a la Liga LEB confirmaba un destino que se venía barruntando. Llegaron años de vaivenes en el club. La obsesión por un rápido regreso a la Liga ACB produjo bandazos con cambios frecuentes en el banquillo. Pasaron por él técnicos como Roberto Herreras, Quino Salvo o Ángel Jareño pero el equipo siempre fallaba en los playoffs de ascenso. La directiva acabó apostando por el regreso en 2005 de Gustavo Aranzana, el técnico del éxito en León. Su llegada devolvió la ilusión a la afición que acudió de nuevo en mayor número al Palacio de los Deportes de León. Tuvo que afrontar una nueva decepción esa misma temporada tras caer en semifinales contra Gipuzkoa Basket pero el ansiado ascenso acabó llegando la temporada 2006-07. La conquista de la Copa del Príncipe significó el preámbulo de una temporada apasionante que se dilucidó en el quinto partido de la final. En el pabellón leonés, abarrotado de aficionados, Baloncesto León derrotaba en el encuentro decisivo al histórico CAI y lograba el ansiado ascenso. Siete años después el equipo leonés regresaba a la élite del baloncesto español. Fue el canto del cisne puesto que resultó un retorno amargo. No funcionó nada. La marcha de Quinteros a CAI pese al ascenso fue el primer golpe duro. Veteranos como Marco o Yáñez que debían aportar experiencia en la ACB demostraron estar ya pasados de rosca. El equipo no dio la talla y acabó hundido en la última posición. El regreso al abismo de LEB Oro sería un viaje sin retorno.

Baloncesto León campeón Copa Príncipe

Fuente: lebnoticias.blogspot.com

Los problemas económicos comenzaron a ser acuciantes. La plantilla perdía competitividad cada temporada debido a la creciente reducción del presupuesto. Baloncesto León estaba cada vez más lejos de los aspirantes al ascenso. La presencia de jugadores como Juanjo Bernabé o Julio González, uno de los juniors de oro, no cambió la dinámica. En la temporada 2011-12 suficiente tuvo ya con mantener la permanencia en LEB Oro. La situación ya resulta insostenible. El Ayuntamiento, propietario del club, no podía hacer frente a los 2 millones y medio de deuda y el club entró en concurso de acreedores como previo paso a la disolución. Era el punto y final a la historia de Baloncesto León, al sabor de la élite del baloncesto español en León, a la ilusión de las competiciones europeas. Su lugar en la ciudad lo ocupa el Fundación Baloncesto León, club que compite en la Liga EBA, muy lejos de los focos del baloncesto actual.

Próximo capítulo: Sueño extremeño.

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