Pese a que la reacción del encuentro anterior no les sirvió a Valencia Basket y Baskonia ninguno de los dos ha tirado la toalla. Ambos equipos han desfilado al borde del precipicio, con medio cuerpo inclinado hacia el abismo pero resistieron. Tanto los hombres de Pedro Martínez como los de Perasovic forzaron el cuarto partido de forma milagrosa. Valencia Basket mostró su mejor cara de la eliminatoria en la Fonteta pero siempre estuvo por detrás en los minutos decisivos. Una canasta muy complicada de Guillem Vives sobre la bocina obró el milagro para un equipo maltratado por las bajas y un duro desgaste. Pero más insólita fue la forma de sobrevivir de Baskonia. El equipo vitoriano disputó un encuentro horrendo que no merecía otra cosa que la eliminación hasta que llegaron los últimos tres minutos. Repentinamente apareció el carácter Baskonia para igualar el partido en el último minuto. Una reacción que resultaba estéril con la bandeja de Satoransky a falta de nueve décimas, la más que presumible sentencia a la eliminatoria, pero el baloncesto ofreció uno de los giros de guion más inesperados que haya conocido. El milagroso palmeo de Bourousis tras un pase de punta a punta de la cancha supone una jugada inédita en el repertorio de canastas milagrosas. Forzó una prórroga que acabó dando el primer punto a Baskonia. En sólo un suspiro se pasó de un 3-0 a que ambas eliminatorias se alarguen al menos un encuentro más. El instinto de supervivencia de los rivales de los grandes futboleros está fuera de toda duda. Pese a asomarse al abismo no han sido eliminados. ¡Viven!
Valencia Basket 87 – Real Madrid 86 (tras prórroga) (2-1): Triple salto mortal sin red para Valencia Basket que se había quedado sin margen de error. La victoria era imprescindible para la supervivencia, complicada aún más por la lesión de Rafa Martínez que le deja fuera de lo que resta en los playoffs. No salió acobardado ni por los problemas ni la situación límite en la serie. Se vio a los locales muy sueltos en ataque durante los primeros minutos en los que la producción ofensiva era notable y las alternativas constantes en el marcador. Otra mala noticia sacudió a Valencia Basket. Una espeluznante y desgraciada caída dejaba a Shurna fuera de combate. Fractura con desplazamiento de húmero, sobra decir que la temporada se terminó para el alero. El infortunio espoleó a los hombres de Pedro Martínez que atacaron con mucha agresividad el aro. Castigaron la flojera defensiva del Madrid. Laso se lo recordó a sus jugadores en el tiempo muerto, faltaba chispa en defensa. Además le costaba atacar la intensa defensa rival. Incluso algún jugador estaba nefasto en ataque. Maciulis resultaba nulo en el aspecto ofensivo. Tras un 7-0 de parcial los locales obtuvieron la primera diferencia suculenta (23-15, min 8) pero la agresividad le costó meterse en bonus en apenas dos minutos en el segundo cuarto. Laso apostó de nuevo por el quinteto bajito para cambiar la dinámica. La entrada de Llull, en el banquillo de inicio por tercer partido consecutivo, se hizo notar en ataque. El Madrid igualó el marcador y ello le sirvió de acicate para mejorar atrás. Valencia Basket empezaba a perder balones ante el aumento del ritmo defensivo madridista. Rudy anotaba dos triples seguidos que adelantaban al equipo blanco (36-41, min 18) pero un par de errores en ataque y una técnica a Nocioni permitieron a los locales reaccionar. Lucic (18 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias, 21 de valoración) era la imagen del orgullo en pista de Valencia Basket. Jugando como 4, el alero brilló en la primera mitad que terminó con un contundente mate que supuso un 2+1 y la ventaja para su equipo al descanso por primera vez en la eliminatoria. Cierre perfecto para el serbio que anotó doce puntos en la primera parte.
Fuente: acb.com
El Real Madrid volvió de vestuarios ciertamente desconcertado. Pese a jugar con los Sergios a la vez el equipo no funcionaba. Pérdidas de balón y errores en el triple fueron la consecuencia de un inicio muy flojo. Tampoco es que su rival estuviera brillante pero dos triples le sirvieron para tomar ventaja. El Madrid contestó con otros dos tras el tiempo muerto de Laso pero seguía mostrándose muy inconsistente. Valencia Basket no anotaba en exceso pero siempre de tres en tres. Laso tomaría una decisión en el tercer cuarto que pudo costar cara a su equipo. Puso en pista a Doncic para defender a San Emeterio. La diferencia física y de experiencia resultó abrumadora. San Emeterio hizo lo que quiso con Doncic que pasó las de Caín en apenas tres minutos. El Madrid se encaminaba hacia el desastre porque no funcionaba en ataque. Un triple lejano de San Emeterio (17 puntos, 6 rebotes, 4 asistencias, 18 de valoración) completó un parcial de 11-2 que encaminaba hacia Valencia Basket hacia su primer triunfo (64-54, min 29) pero a este Real Madrid nunca se le puede dar por muerto. Sobre todo con los precedentes del último cuarto en los dos partidos anteriores. Salió decidido en el último cuarto a vender cara su derrota. Cuchillo entre los dientes y agresividad por encima de todo. Ni siquiera la eliminación de Llull tras recibir una técnica descentró al Madrid. Su dureza defensiva paralizó a un Valencia Basket que no sabía salir del embrollo. Ayón (4 puntos, 9 rebotes, 6 tapones, 17 de valoración) se convirtió en un escollo insuperable. Cerró la zona a cal y canto, regalando tapones por doquier a todo el que se acercara. Sembró el pánico en un rival paralizado. En ataque, ante la ausencia de Llull tomó el protagonismo Rudy (22 puntos, 6 asistencias, 5 rebotes, 27 de valoración). Respondió como se espera de una figura, del jugador que era antes de sus problemas de espalda que le han mortificado esta temporada. A triples dio la vuelta al partido. El parcial de 3-15 cambiaba el dominador del choque. A Valencia Basket le costaba incluso tirar, había entrado en un callejón sin salida. Era el momento del carácter. Nocioni estaba en su salsa, en un ambiente perro donde siempre se desenvuelve bien. El Madrid tenía al descubierto la yugular de su rival pero no asestó el golpe definitivo. Se empeñó en fallar triples y dejó una oportunidad a los locales. Apareció Sato para rescatar a su equipo. Un triple del centroafricano empataba a 74 antes de entrar en el último minuto. Carroll fallaba otro triple más para el Madrid. La ocasión era para Valencia Basket pero Lucic tampoco acertó desde la esquina. El Real Madrid tuvo dos oportunidades para llevarse el encuentro pero no fue capaz de armar bien el ataque. Estuvo casi los tres últimos minutos sin anotar y ello le costó jugarse el triunfo en la prórroga.
Fuente: becrowd.com
El tiempo extra parecía un paseo para los madridistas. Rudy entraba enrachado, anotando cinco puntos seguidos. La quinta personal de Sato dejaba a Valencia Basket sin su baluarte en los últimos minutos. El 2-9 de inicio facilitaba el camino de la final a los hombres de Laso (76-83, min 42) pero Valencia Basket volvió a apelar al carácter para mantenerse con vida. Los rebotes ofensivos supusieron oxígeno para un equipo muy cansado y castigado por las ausencias. Seis puntos seguidos le devolvieron a la pelea. Había regresado la versión agresiva de Lucic que tantos problemas creaba en las filas rivales. Cada vez sorprende más que no dispusiera de un solo minuto en el primer partido. El Madrid se había puesto a jugar con el tiempo demasiado pronto. Se atascó en ataque y el buen arranque de prórroga se esfumaba. Nocioni falló a un minuto de final con su equipo dos arriba en el marcador. Stefansson tuvo un tiro cómodo para empatar pero erró. No estuvo nada fino el islandés durante el encuentro. Otro ataque mal llevado por el Real Madrid daba una nueva oportunidad a los locales. En el tiempo muerto Pedro Martínez fue muy claro. Había que buscar el triple, no quería otra nueva prórroga. No le venía nada bien a un equipo hecho trizas, al límite de sus fuerzas. Laso no quiso correr riesgos. Sergio Rodríguez cometió personal sobre Vives a 16 segundos del final. El base estuvo imperturbable. Anotó los dos tiros libres para empatar a 85. Tiempo muerto de Laso. Pedro Martínez imitó a su colega de profesión, quería la última posesión. Falta sobre Felipe Reyes que estaba alejado del balón. Según el reglamento es antideportiva pero el 90% de las ocasiones los árbitros no quieren meterse en líos. El capitán madridista falló el primero. Anotó el segundo pero ya no valía hacer personal. La situación era idéntica a aquel Clásico europeo que decidió Doellman sobre la bocina. Guillem Vives subió el balón. Buscó la penetración a canasta pero no controló bien el balón. Suficiente tuvo conservando la posesión mientras se alejaba de canasta. Buscó un tiro hacia atrás, forzado, pisando la línea de tres. Con el defensor encima presionando. No importó. Espectacular canasta para decidir el partido, como hacen los genios. Euforia en la Fonteta, todos rodearon a Vives para abrazarle. Valencia Basket forzaba el cuarto encuentro. Aunque el desgaste es ostensible en un camino muy largo hacia la remontada no da su brazo a torcer. Esta vez la moneda salió cara para el equipo valenciano en el último instante ante el Real Madrid.
Fuente: acb.com
Baskonia 89 – Barça 83 (tras prórroga) (2-1): El primer choque en el Buesa Arena también suponía una última oportunidad para los locales. No hizo acopio de merecimientos Baskonia durante los primeros minutos como para merecer la continuidad. Clavó el mismo inicio errático y falto de ideas de los dos partidos anteriores. No funcionaba nada. Adams estuvo espeso y demasiado acelerado, Bertans no metía una, los triples no entraban. Baskonia capturaba con facilidad los rebotes ofensivos pero apenas los aprovechaba. Las pérdidas de balón se convirtieron en un problema desde el comienzo. En cambio Abrines estaba inspirado en el bando azulgrana. Ocho puntos del jugador del Barça en los primeros minutos lanzaron a su equipo que consiguió ventaja con sencillez. Pasaron los minutos y no había mejoría en el equipo local. Ahora incluso no era capaz de cerrar su rebote. Error castigado por el Barça que no necesitaba más alardes que los que ejecutaba un Satoransky (19 puntos, 5 asistencias, 20 de valoración) que jugaba a placer (8-19, min 8). La entrada de jugadores de banquillo asentaron el juego de Baskonia. Bourousis, convertido en un fino lanzador de triples, y Mike James (17 puntos, 3 rebotes, 20 de valoración) sirvieron como revulsivos para empezar a crecer. La falta de resultados de la rotación azulgrana hizo el resto. No funcionaba el banquillo del Barça, en especial Arroyo que no dio una a derechas. Con los suplentes en pista el Barça encajó un 13-2 de parcial que daba la primera ventaja al cuadro local (26-23, min 14). Sin embargo el descanso para Bourousis y James no le sentó nada bien a Baskonia que regresó a la zozobra con ambos en el banquillo. Xavi Pascual devolvió a pista a los titulares y estos aprovecharon la ausencia de tino en un rival que sólo sumaba desde el tiro libre pero que ni siquiera era capaz de aprovecharlos todos. De todas formas no estuvo el Barça exento de malas noticias. La tercera falta de Satoransky antes del descanso supuso un problema para Xavi Pascual que apostó por Pau Ribas como base. No quería saber nada de jugársela de nuevo con Arroyo. De todas formas no afectó la ausencia del base checo en lo que restaba de primera mitad. Un último minuto penoso de Baskonia, ni siquiera propio de un equipo de alevines de colegio, supuso un desatino más del equipo vitoriano en esta eliminatoria (32-37, min 20).
Fuente: piratasdelbasket.net
No mejoraron nada las cosas tras el descanso. Sucesión de errores de un Baskonia que no lograba asentarse. Tampoco funcionó la fórmula de los dos bases en pista. El Barça tampoco era capaz de abrir una brecha importante. Navarro estuvo muy fallón y desperdició demasiadas oportunidades en tiros claros. Tomic (13 puntos, 5 rebotes, 4 asistencias, 21 de valoración) sería el encargado de mantener la pequeña ventaja azulgrana. Sólo era necesario para ello una mínima aportación puesto que los locales habían decidido autodestruirse. Baskonia era un espanto ofensivo, una mezcla de pérdidas de balón, precipitación y malos tiros. No le entraba una. Estuvo seis minutos sin anotar y esto suele pasar factura. El Barça estaba lejos de ser brillante pero le bastó con ser menos malo que su rival para marcharse lentamente (39-49, min 28). Baskonia hacía rato que olía a chamusquina. Bourousis era el único en escapar de la quema, la única fuente de anotación del equipo vitoriano. Estaba demasiado solo el pivot heleno que seguía más preocupado de lanzar de tres. Con mucho acierto. De todas formas los de Perasovic parecían incapaces de reaccionar. Samuels mantuvo la diferencia sembrando el pánico cerca del aro. Al Barça le resultaba suficiente con responder a las acciones individuales de los bases rivales que ya buscaban la reacción por su cuenta. Los últimos minutos se presentaban como una lenta agonía entre la impotencia y falta de lucidez. Sin embargo apareció el carácter Baskonia cuando todo parecía perdido. La locura de los bases de Baskonia ahora sí arrojó resultados. Los triples entraban, llegaban los contraataques tras robo de balón. El Buesa Arena volvió a creer. Un parcial de 12-3 devolvia la emoción al encuentro (69-70, min 38). Ya dentro del último minuto, Satoransky encontró petróleo al sacarle personal a Adams. No falló desde el tiro libre. Baskonia buscó la igualada por la vía rápida. Bertans tiró de tres desde la esquina pero sin acierto. Salvó la situación Bourousis, de nuevo al quite para palmear el triple errado. Había tiempo aún para tres ataques. Satoransky había cogido la responsabilidad, recurriendo a su portentosa potencia física que le permite penetrar hacia canasta con mucha facilidad. Así puso el 71-74 a falta de 22 segundos. Tras el tiempo muerto de Perasovic Baskonia buscó un triple a la menor ocasión para evitar una personal. Bertans volvió a probar fortuna. Esta vez el letón dio en el clavo y empataba a 74 con doce segundos por jugarse. Xavi Pascual pidió tiempo muerto para preparar la última jugada. Se repitió el guion. Satoransky buscó la canasta. Shengelia no pudo frenarle. El checo anotaba otra bandeja que suponía la sentencia. Con sólo nueve décimas y sin tiempos muertos no había ocasión para milagros. El Barça ya estaba en la final. El intento a la desesperada de Baskonia debería quedar en eso, en un intento sin futuro. El pase de Hanga no debía ir a ninguna parte. Pero llegó. Tras atravesar toda la pista el balón quedó al alcance de una mano de Bourousis. Le sirvió al pivot griego para frenarlo y tocarlo con la otra. Palmeo milagroso que forzaba la prórroga.
Lo imposible se hizo posible. El Buesa Arena estalló ante una de las jugadas más sorprendentes y maravillosas que haya presenciado. No había dudas de la validez de la canasta. Se llegaba a un tiempo extra que nadie podía ni imaginar segundos antes. Este palmeo para el recuerdo impulsó a Baskonia que comenzó la prórroga con fuerza, siempre sujeto a las acciones individuales de sus bases. Sin embargo el Barça se repuso del golpe. Un triple de Pau Ribas y una canasta más personal de Samuels atajaba el buen comienzo del equipo vitoriano. No desanimó a un Baskonia convencido que no se le podía escapar esta oportunidad. Adams se sacó de la manga otra penetración que pilló desprevenida a la defensa azulgrana. Bourousis (32 puntos, 10 rebotes, 4 asistencias, 39 de valoración) asestaría un duro golpe con su sexto triple. Ya había recibido demasiados el Barça en los últimos minutos. Con 87-83 a falta de un minuto los de Xavi Pascual se descompusieron. Doellman recibió un tapón en la siguiente jugada. Satoransky cometería dobles en la posterior, ya con su equipo seis abajo en el marcador. A Baskonia ya no se le escapó un triunfo que le mantiene con vida en la semifinal. Un milagro que añade mayor mística al carácter de un equipo que encontró su orgullo y competitividad cuando todo estaba dispuesto para marcharse de estos playoffs de forma triste. Xavi Pascual aún debe estar preguntándose cómo el viernes debe regresar a esta pista para continuar buscando la plaza en la final.
Y DIGO YO…:
- Tras meses luchando contra un cáncer Quino Salvo perdió la batalla. Su fallecimiento nos priva de un jugador y entrenador de un baloncesto muy diferente, una época donde muchos nos aficionamos al baloncesto y recordamos con añoranza. El homenaje recibido en la Copa en febrero fue el gran reconocimiento en vida. DEP Quino Salvo.
- Una canasta de Doellman en Euroliga, un triple de Bertans en Vitoria en la misma competición, un triple de Cabezas en Murcia que forzó una prórroga, la canasta de Vives en el tercer encuentro de semifinales. Incluso antes del milagroso y recordado triple de Llull desde 20 metros Diot había anotado una bandeja que parecía definitiva. Desde luego el Real Madrid este año tiene la negra con las jugadas finales de partido de sus rivales.
- Van Rossom, Sikma, Rafa Martínez, Shurna. Casi un quinteto de garantías que es baja en el Valencia Basket. Si logran que la eliminatoria vuelva a Madrid con tantas ausencias y el desgaste tremendo que llevan los que quedan sanos va a resultar una hazaña. Pero heroicidades he visto unas cuantas en los playoffs.
- Bourousis anotó un 6/9 en triples en el tercer encuentro ante el Barça. Ahora está muy en boga que el juego exterior sea el predominante y los hombres altos tiren cada vez más desde fuera pero que el pivot de un equipo lance nueve triples en un partido me parece que roza el absurdo. Y lo digo tras un partido donde el pivot griego dio un recital desde la línea de tres. Baloncesto moderno…
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1 Comment on "PLAYOFFS LIGA ACB 2015-16: SEMIFINALES. 3º PARTIDO. ¡VIVEN!"
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Gran crónica (como siempre). Las dos series merecían irse al menos al cuarto, no hay tanta diferencia real entre los 4 equipos aunque Madrid y Barça, sobre todo ahora con las lesiones en Valencia, tienen más profundidad de banquillo. Baskonia me da que se dejó todo en la Euroliga y ha llegado muy justo a esta parte de la temporada. Coincido en lo de Boroussis y sus triples, más aún cuando es un tio que sabe jugar al poste. Increíble lo del griego, a ver quién se imaginaba que sería el MVP`. Los de Vitoria tienen que mirar muy bien… Read more »