Tras un nefasto primer encuentro los dos aspirantes a sacar de su pedestal a los grandes futboleros reaccionaron para mejorar la imagen indigna que ofrecieron en el primer asalto. Era de esperar, un 2-0 es sinónimo de eliminación en unas semifinales. Ambos mejoraron y pusieron en aprietos a Real Madrid y Barça pero esta reacción terminó por no servir de nada puesto que encajaron su segunda derrota y se encuentran al borde de decir adiós al sueño de pelear por el título. No le sirvió un buen porcentaje en el triple y el buen encuentro de Dubljevic dentro de la zona. Otro último cuarto asombroso del Real Madrid, con el inevitable Llull como maestro de ceremonias, mandó por segunda vez a la lona al equipo de Pedro Martínez. Baskonia disputó un encuentro mucho más irregular pero aprovechó las lagunas que sufrió el Barça para amenazar seriamente al equipo azulgrana. La aparición de Perperoglou y un flojo último periodo del conjunto vitoriano pone a los de Xavi Pascual a un paso de alcanzar la final, algo que llevan haciendo consecutivamente desde 2007. Pese al indudable empeño la reacción resultó estéril. El miércoles puede quedar cerrada la final con un nuevo Clásico.
Real Madrid 97 – Valencia Basket 88 (2-0): Parecía que no había terminado el último cuarto del primer partido durante los primeros minutos del segundo choque. La dinámica era la continuidad de aquel periodo que decantó el primer punto de la eliminatoria. Valencia Basket seguía sin conseguir atacar en condiciones en un solo cuarto. La intensidad defensiva del Real Madrid bloqueaba el ataque visitante, sin ideas. Sobre todo en el caso de los pivots que mostraban una impotencia absoluta cerca del aro. Pedro Martínez no tardó más de cinco minutos en cambiar todo su quinteto pero no le sirvió de mucho. En cambio el equipo blanco tenía las cosas mucho más claras. No dudó en surtir de balones a Ayón (15 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias, 24 de valoración) que volvió a ser un tormento para Valencia Basket. Aparecía por todas partes. No sólo dominaba en las cercanías del aro sino que su trabajo en defensa era intachable. La capacidad defensiva del pivot mexicano da un plus muy importante al juego madridista. Sin grandes alardes los de Laso hacían camino mientras su rival aún intentaba entrar en la eliminatoria (19-8, min 9). Hasta el segundo cuarto de este partido no dio señales de vida el equipo valenciano. Tras un primer choque frustrante apareció finalmente el juego exterior de Valencia Basket. Entraron los primeros triples para recortar diferencias. Laso había puesto en pista al quinteto de bajitos que resultó fundamental en el anterior encuentro. No tuvo el mismo efecto. Además Llull tampoco estuvo lúcido en la dirección en el segundo cuarto. Laso probó de nuevo con un 5, dando entrada a Hernangómez. El pivot no influyó y pasó de puntillas por el partido. Se le complicaba la situación al Madrid porque su rival había vuelto al partido y creando muchos problemas desde la línea de tres. Hasta seis triples anotó el cuadro visitante en el segundo cuarto. Este acierto en el tiro de tres le permitió a los de Pedro Martínez contrarrestar el regreso a pista de Ayón pero sorprendentemente no le sirvió para marcharse a vestuarios con ventaja. Un despiste que permitió una canasta fácil de Doncic y un triple muy afortunado del joven esloveno sobre la bocina propiciaron que el Real Madrid mandara en el marcador al descanso (41-39, min 20).
Fuente: sentimientoayn.es
En la reanudación surgía un nuevo problema para el Real Madrid. Dubljevic se dedicó a sacar petróleo cada vez que encontraba un balón cerca del aro. Las acciones de Diot también suponían un quebradero de cabeza para un Madrid que no se encontraba suelto en ataque. Un 0-7 de parcial le daba su máxima ventaja al equipo de Pedro Martínez (46-50, min 25). Laso dio paso a Llull para juntar en pista a los Sergios. Llull no tardó en añadir pimienta al encuentro. Nada más entrar, triple. Un 2+1 espectacular de Taylor adelantó de nuevo a los locales pero Valencia Basket no iba a venirse abajo. Continuaba su alto porcentajes en el triple. Dubljevic (19 puntos, 8 rebotes, 26 de valoración) seguía sacando petróleo en el juego interior hasta que fue sustituido. Pedro Martínez le dejaría en el banquillo más minutos de los aconsejables. Lucic, que no había jugado el jueves, ofrecía una aportación impagable en muchos aspectos. El choque subía de tensión. Los aficionados madridistas la tomaron con Sato que se empeñaba en embestir a sus defensores. No siempre le señalaron falta en ataque pero sacó de quicio al graderío. Valencia Basket acababa el cuarto por delante pero el Madrid comenzaría el periodo definitivo desbocado. El juego exterior comenzó a hacer de las suyas aunque Valencia Basket respondía de tres en tres. Daba igual si era un triple, tres tiros libres o un 2+1. Los de Pedro Martínez seguían enganchados. San Emeterio falló un tiro libre que podía volver a adelantar a su equipo. Ya no tendría otra oportunidad. El fulgor del Real Madrid sería irresistible. Llull ya estaba desbocado. Felipe Reyes superaba a un Hamilton decepcionante. Carroll (14 puntos, 2 asistencias, 19 de valoración) resultaba infalible. Pedro Martínez tardó demasiado en devolver a pista a Dubljevic. El ala-pivot montenegrino forzaba personales que permitían a su equipo mantenerse con vida desde el tiro libre. Fue el sustento visitante hasta que el verdugo habitual del equipo taronja se propuso decidir el choque. Llull (19 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias, 20 de valoración) tomó la responsabilidad para incendiar el encuentro hasta los cimientos. Dos triples del Pirómano de Mahón pusieron de pie al Palacio de los Deportes. Otra vez había hecho cenizas a Valencia Basket en el momento de la verdad. Una asistencia de Sergio Rodríguez a Felipe Reyes puso la puntilla (95-85, min 39). Los visitantes acabaron recibiendo un castigo excesivo para la igualdad predominante. Otro soberbio último cuarto del Real Madrid deja a los de Laso a un paso de la final. Las llamas de la Fonteta producirán menos calor para el equipo blanco.
Fuente: piratasdelbasket.net
Barça 73 – Baskonia 68 (2-0): Si Baskonia se había propuesto limpiar la mala imagen del primer partido no empezó de la mejor manera para conseguirlo. De nuevo fallón y superado en intensidad por el Barça, muy metido desde el inicio. También muy acertado en ataque. Aprovechaba casi toda jugada para anotar. Seis de los primeros siete ataques fueron productivos para los azulgranas que no tardaban en abrir diferencia (14-6, min 5). El juego de los de Perasovic resultaba desconcertante. Las pérdidas de balón eran una constante en un equipo que no encontraba su rumbo. El Barça jugaba con mucha comodidad, dominando el rebote y castigando una defensa a la que le faltaba contundencia. Los ocho puntos de Navarro en el primer cuarto impulsaban al cuadro local que seguía por la senda del primer duelo (19-8, min 7). Baskonia reaccionó cuando Perasovic empezó a mover banquillo. Los suplentes respondieron mucho mejor que el quinteto titular, sobre todo porque Mike James (15 puntos, 4 asistencias, 3 rebotes, 19 de valoración) mejoró en gran medida la errática dirección de Darius Adams. Xavi Pascual también encontró aportación en algunos hombres de banquillo. Samuels y Vezenkov respondían a las acciones individuales de James pero la actitud y el juego del equipo vitoriano habían cambiado. Baskonia logró sujetar mejor a su rival. La defensa apretaba más, empezaba a robar balones. La efectividad de Mike James fue un impulso para llegar al descanso cerca en el marcador (40-35, min 20). La historia ahora sí era diferente a la del nefasto partido del viernes. Y aunque no empezó del todo bien el tercer cuarto Baskonia despertó definitivamente con un triple increíble de Adams, con Doellman encima, que ni el propio base se creía. Sirvió de impulso a los visitantes que cerraron la zona a machete, regalando tapones a todo el que aparecía por allí. La intimidación cerca del aro empujó al Barça a tirar desde fuera. El resultado fue desastroso, no entraba un triple. Los azulgranas entraron en uno de esos momentos de parálisis mental donde no les sale nada. Bien caros han costado en partidos importantes. Un 2+1 de James daba la vuelta al marcador. Un triple de Adams y otro de Tillie completaban un 0-15 de parcial que sembró el pánico en el Palau Blaugrana (44-51, min 26). El Barça estaba en uno de esos momentos de pájara incorregible donde tira los partidos a la basura. Le salvaron los tiros libres y unas malas decisiones de Adams que estaría muy afortunado en tiros casi circenses pero no disponía de un criterio correcto en la dirección.
Fuente: lainformacion.com
Al Barça le salvó la campana de la bocina de final de cuarto. En el último periodo encontró quien le sacara del atolladero. Perperoglou, ese complemento que actúa de termómetro del equipo, cogió la responsabilidad en ataque. El alero griego estuvo espléndido, muy entonado. Sus puntos devolvieron la ventaja al Barça que castigaba los errores que regresaban al bando vitoriano. Baskonia había vuelto a las andadas del inicio de encuentro. Lagunas en defensa y escaso acierto ofensivo. El 13-2 de parcial que lograba el equipo azulgrana devolvía la tranquilidad a la afición culé (70-64, min 37). Adams fue otra vez uno de los señalados por el pobre juego de su equipo, en especial por las malas decisiones que tomaba. Un fallo al intentar un mate cuando bastaba una simple bandeja para completar con éxito un contraataque tras robo de balón de James desató la ira de Perasovic que pidió tiempo muerto y sentó al base como castigo. Saldría de nuevo dos minutos más tarde cuando vio el técnico croata que no se enderezaba la situación. Pese a que Bourousis encontró algo de lucidez dentro de la zona en la recta final sólo sirvió para intercambiar canastas. Un fantástico Perperoglou y un par de palmeos mantenían a raya a los visitantes. El trabajo de Pau Ribas como base fue satisfactorio en la reacción local. La situación ya tornaba a desesperada para Baskonia, cualquier error le condenaba. Dos tiros libres fallados por Bourousis, también por debajo de su nivel en el segundo encuentro, sepultaron definitivamente las opciones del equipo vitoriano. Pese a que Satoransky se empeñó en fallar compulsivamente desde el tiro libre la suerte estaba echada. Tampoco supo aprovechar los regalos Baskonia, inmerso ya en una precipitación que no le lleva a otra parte que a la derrota. Pese a los vaivenes el Barça salvaba el encuentro y enfila hacia Vitoria con propósito de cerrar la eliminatoria en el Buesa Arena.
Fuente: becrowd.com
Y DIGO YO…:
- Sergio Llull debe provocar auténticas pesadillas en la afición de Valencia Basket. Siempre aparece como verdugo. El triple en la prórroga del tercer partido de semifinales de la temporada pasada, el que anotó desde 20 metros en la Fonteta en Liga Regular, los últimos cuartos de estos dos encuentros. Un historial de terror para los aficionados valencianos que deben estar pensando en organizar una colecta para que se marche hacia Estados Unidos.
- Lucic no jugó ni un solo minuto en el primer partido de semifinales. En el segundo gozó de una oportunidad en la que realizó un buen trabajo. Que Pedro Martínez no recurriera a él durante el encuentro del jueves entra en los misterios del oficio de entrenador. Sólo un técnico puede entenderlo.
- Justin Hamilton ha realizado una temporada espléndida con Valencia Basket pero en esta semifinal no está dando la talla. Superado por los pivots del Madrid, ha bajado enteros con su floja actuación en una eliminatoria comprometida. Sonaba como refuerzo del club blanco si Ayón abandonaba el equipo. Pues visto lo visto las dudas empezarán a ocupar las mentes de los encargados de la sección.
- Otros que se están pegando un buen coscorrón en semifinales son Bourousis y Adams. Piezas vitales en Baskonia y que han rendido al máximo nivel en los partidos más exigentes. Sin embargo en estas semifinales están decepcionando profundamente. No son ni de lejos los jugadores que han impresionado esta temporada y su equipo lo padece. Por cierto, Bertans ya ha sido señalado indirectamente por Perasovic por su pobre rendimiento en la eliminatoria.
- Perperoglou se ha convertido esta temporada en el termómetro del funcionamiento del Barça en un partido. Su rendimiento suele ser un fiel reflejo del juego de su equipo. No sé si resulta tranquilizadora esta medida cuando se trata de un complemento, aunque muy útil. En ocasiones acaba en aportación decisiva. En este último encuentro fue así.
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