Ocho años después el CSKA Moscú vuelve a proclamarse campeón de Europa. Es el séptimo título en la máxima competición continental de uno de los equipos históricos en el Viejo Continente, el gran potentado que año tras año se encuentra en lo más alto de la lista en cuanto a presupuestos se refiere. Para lograrlo tuvo que acabar con una maldición que a punto estuvo de engullirle de nuevo en Berlin para alimentar la leyenda negra que soportaba el equipo moscovita en los últimos años. Al igual que en 2012 tiró a la basura una diferencia de 18 puntos en el último cuarto en medio de un ataque de pánico e histeria que casi acaba con sus opciones en un título que tenía en la mano desde el descanso. Un palmeo de Khryappa forzó una prórroga que serviría de redención para el CSKA. El gran coloso del baloncesto ruso se ha quitado un gran peso de encima, sólo hay que ver la cara de Andrei Vatunin, su presidente, para darse cuenta la enorme presión que existía detrás de años de errores y torpezas en cada edición de la Final Four. Siempre se decía que algún año le tocaría volver a ganar pero él mismo se ponía las piedras en el camino. En Berlin escribió el final de la historia de una maldición, su maldición, para sentarse en el trono del baloncesto europeo.
LA FINAL:
Fenerbahçe 96 – CSKA Moscú 101 (tras prórroga): La final comenzó con una velocidad e intensidad que prometía un encuentro memorable, a la altura de los dos mejores equipos del baloncesto europeo en la actualidad. Se anotaba en cada uno de los primeros ataques. Datome (16 puntos, 5 rebotes, 3 asistencias, 22 de valoración) comenzó muy acertado y dio una pequeña ventaja a Fenerbahçe que no tardó en ser atajada con un 0-8 de parcial. El equipo turco buscó el juego interior para responder al revolcón que dio CSKA al marcador pero el perímetro rival funcionaba para devolver los golpes. Al igual que en semifinales, Dixon no estuvo fino en la dirección en el primer cuarto. Hickman dio mayor seguridad pese a no ser un base puro. Llegado el segundo cuarto la igualdad no se rompía, las alternativas seguían siendo la tónica reinante hasta que CSKA comenzó a apretar de verdad. Teodosic se puso a jugar a sus anchas, asistiendo con facilidad y anotando con frecuencia. CSKA maniataba al ataque turco con una defensa muy agresiva que cerraba todos los caminos hacia el juego interior. Los tiradores no encontraban una alternativa en el lanzamiento de tres. Fenerbahçe naufragaba sin remedio. Cada error era castigado por CSKA que movía el balón con una velocidad de vértigo. Teodosic y De Colo brillaban con luz propia pero el trabajo colectivo de todo el equipo resultaba admirable. CSKA aumentó el desconcierto rival provocando faltas sobre Vesely que demostró que tiene una muñeca de madera. No era capaz de anotar un solo tiro libre, lo que significó un lastre para el ataque de su equipo. La diferencia no paraba de aumentar, eran demasiados los frentes abiertos. Teodosic y De Colo encontraban a Higgins que resultaba infalible cuando encaraba el aro. La defensa de Fenerbahçe asistía absolutamente impotente a la demoledora exhibición de los de Itoudis. El discípulo le ganaba la partida con claridad al maestro Obradovic. El gran coleccionista de títulos veía como su equipo estaba destruido al llegar el descanso. El parcial pa cagarse de 3-24 ilustraba fielmente la enorme diferencia en la pista. Fenerbahçe revivía la pesadilla que sufrió en la semifinal de 2015 ante Real Madrid. Algo muy extraño debía ocurrir para que se le escapara esta vez el título a CSKA (30-50, min 20).
Fuente: noticiasdevenezuela.org
Fenerbahçe buscó una presión cerca de canasta contraria en el tercer cuarto para cambiar la dinámica negativa. Consiguió sorprender a CSKA pero todo se fue al garete cuando se formó un follón en la zona VIP debido a que un energúmeno, seguidor de CSKA, empujó a Kalinic de mala manera cuando luchaba por un balón en esa banda. Se formó un altercado importante. Incluso alguna moneda fue lanzada desde esa zona. Espectáculo bochornoso y lamentable. Desde luego el dinero no implica necesariamente una buena educación. Este desagradable incidente cortó el ritmo del encuentro. Proliferaron las malas decisiones y la precipitación. A Fenerbahçe no le vino nada bien. CSKA alimentó la pesadilla de Vesely mandándole en cada jugada a la línea de tiros libres. El pivot checo no paraba de fallar, se había convertido en una tortura. Hasta el décimo intento no anotó un tiro libre. Demasiado esperó Obradovic para sentarle. Mientras, Teodosic (19 puntos, 7 asistencias, 5 rebotes, 29 de valoración) seguía sublime, enterrando los fantasmas que se le aparecen en cada partido trascendental, manejando con calma el encuentro. Fenerbahçe seguía muy lejos. Sloukas era el único con las ideas claras. Pero Antic (16 puntos) aportó fiabilidad en la sucesión de tiros libres pero no servía para bajar la diferencia. Iniciado el último cuarto la situación estaba controlada para CSKA, ni siquiera importaban las cuatro faltas de De Colo. El título estaba ya casi en su mano (54-72, min 31). Igual que en 2012. Fenerbahçe apretó a la desesperada, forzando en defensa. Logró espesar el ataque del conjunto ruso. Volcó el juego ofensivo en Udoh (16 puntos, 11 rebotes, 4 tapones, 24 de valoración) que pasó a dominar la zona. Realmente el pivot nigeriano controló todo. Imparable cerca del aro, inconmensurable en el rebote ofensivo, agresivo en defensa. Se convirtió en un serio problema para CSKA que empezaba a acusar los problemas de personales de piezas claves. Vorontsevich cayó eliminado mediado el último cuarto. Teodosic y De Colo estaban al borde con cuatro faltas. Los de Itoudis empezaron a entrar en estado de pánico tras un parcial de 14-2. La afición de Fenerbahçe empezó a escucharse de forma atronadora, creía en el milagro. La sombra de los fantasmas de pasos desastres llenaba las mentes de los jugadores de CSKA.
Una bandeja de Dixon ponía el 78-79 a falta de dos minutos. CSKA estaba ya histérico. De Colo, precipitado y fuera de onda. Teodosic, anulado. Udoh tuvo la oportunidad de adelantar al conjunto turco pero desperdició la ocasión tras rebote ofensivo. Un gran pase de Teodosic le dejó en bandeja a De Colo la canasta del 78-81 a 49 segundos del final. Tras el tiempo muerto, Bobby Dixon (17 puntos, 4 asistencias, 16 de valoración) no se lo pensó para tirar de tres. Triple que igualaba el marcador. Sus ocho puntos seguidos redimían al base de Fenerbahçe. Quedaban como poco dos ataques para resolver la final. CSKA la tiró a la basura. Mala circulación que terminó en pérdida de balón y personal de De Colo sobre Sloukas. El jugador griego anotaba dos tiros libres que adelantaban a Fenerbahçe a 20 segundos del final. La historia se repetía, CSKA estaba a punto de firmar otro final calamitoso que le lleva al desastre. El ataque ruso estuvo lleno de miedo. Teodosic casi pierde el balón. De Colo lanzó un triple de mala manera, una piedra sobre tablero que no tuvo opción de entrar. Sin embargo ahí estaba Khryappa para enmendar el entuerto. Rebote ofensivo y palmeo que igualó a 83 a falta de 1.9 segundos. En Milán fue villano con aquella pérdida ante Maccabi en semifinales. En Berlin le salvaba el cuello a su equipo. Obradovic pidió tiempo muerto para preparar un ataque. El balón acabó en manos de Udoh que se quedó muy corto. La prórroga era el mejor colofón para una final magnífica. No faltaban ni las situaciones extrañas, como la presencia de Vatunin, presidente de CSKA, en el corrillo mientras Obradovic daba instrucciones antes de comenzar. El intercambio de canastas protagonizaba los primeros minutos del tiempo extra. CSKA acabó sacando más provecho de la situación. Sus penetraciones le dieron una pequeña ventaja. Fenerbahçe empezó a estrellarse con la defensa rival. Un rebote ofensivo de Hines (15 puntos, 4 rebotes) le daba medio partido a CSKA. Dos tiros libres anotados por De Colo (22 puntos, 7 asistencias, 26 de valoración) prácticamente apuntillaban. Pese a que los triples de Dixon y Datome ajustaban el marcador la fiabilidad en el tiro libre del conjunto ruso cerró el triunfo. A punto de caer en su propia maldición pero CSKA superó su fragilidad mental para proclamarse campeón de Europa ocho años después.
Fuente: piratasdelbasket.net
3º Y 4º PUESTO:
Baskonia 75 – Lokomotiv Kuban 85: El partido de la depresión, el choque absurdo por el tercer puesto, era el purgatorio en el que llorar las penas para Baskonia y Lokomotiv Kuban. El equipo vitoriano empezó mandando con un 10-4 inicial gracias a un par de triples de Bertans pero el equipo ruso dio la vuelta al marcador con tres triples seguidos. Tras recuperar el marcador la igualdad llegaron demasiadas pérdidas de balón que añadieron más tristeza al ritmo del encuentro. Lokomotiv Kuban sacó más provecho de esta situación (16-20, min 10) pero Baskonia salió de nuevo con más fuerza en el segundo cuarto. Recuperó el mando con un 8-2 de salida pero el perímetro de Lokomotiv respondió para meter al choque en una dinámica más atractiva con un interesante intercambio de canastas. Quien disfrutó de esta situación fue Darius Adams (25 puntos, 6 rebotes, 6 asistencias, 31 de valoración) que estaba muy suelto en un partido tan abierto. Su acierto fue digno de destacar y permitió a Baskonia marcharse por delante al descanso (42-40, min 20). La ventaja sólo le duro unos pocos minutos más tras reanudarse el encuentro. Perasovic puso varios suplentes en pista y su equipo lo acusó. Lokomotiv Kuban aumentó la agresividad defensiva y pilló a contrapié al equipo vitoriano que se estrelló ante la intensidad de su rival. Perasovic se mostró molesto con la permisividad hacia la defensa rusa. El desacierto de Baskonia daba alas al Loko. Broekhoff (21 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias, 29 de valoración) aprovechaba cada balón suelto que pasaba por la zona. Los contraataques empezaban a sucederse antes de llegar el bombardeo desde el perímetro. El acierto en el triple desarmó a un Baskonia anulado y frustrado. Un durísimo parcial de 7-26 rompía definitivamente el partido (53-69, min 32). Lokomotiv Kuban jugó con mucha comodidad a partir de entonces, anotando en cada ataque. Delaney (21 puntos, 5 rebotes, 4 asistencias, 4 robos, 27 de valoración) hacía lo que se le antojaba en un tipo de partido que le venía como anillo al dedo. El acierto del juego exterior de Lokomotiv derruía completamente a Baskonia (65-85, min 36) que no perdió el apoyo de los suyos. Pese al duro castigo, la afición del equipo vitoriano se dejó escuchar por todo el pabellón en los últimos instantes. Nunca da la espalda a su equipo. El sonido de la charanga resonó por el Mercedes Arena para dar ánimo a sus jugadores. Los triples de Adams permitieron maquillar la derrota en el final del sueño que se esfumó en aquel triple del base que se salió del aro en semifinales.
Fuente: lainformacion.com
Y DIGO YO…:
- Nando De Colo redondea su magnífica temporada con el galardón de MVP de la Final Four. Por números y trayectoria es indiscutible aunque su último cuarto resultó un desastre. Menudo papelón hubiera sido si no llega a aparecer Khryappa para palmear y forzar la prórroga.
- Al séptimo intento Teodosic consigue su primera Euroliga. Se quita un peso de encima. Adiós a la imagen de perdedor y mal jugador de partidos trascendentales. Otro que se redime es Khryappa. Sólo atesoraba un título en nueve ediciones. El palmeo que forzó la prórroga es la mejor forma de borrar aquella pérdida de balón ante Maccabi que le costó el pase a la final en 2014.
- Itoudis fue ayudante de Obradovic en la época dorada de Panathinaikos. En esta final superó a su maestro para devolver el trono europeo a CSKA con un estilo diferente al de su mentor. Juego alegre y muy ofensivo que resulta muy interesante. Parece que la larga y tediosa etapa del baloncesto control va quedando atrás.
- La trifulca en la zona VIP durante la final ha sido la imagen más negativa de esta Final Four. Inaceptable un comportamiento así. Pude disfrutar en directo de la Final Four en Madrid el año pasado y del excepcional ambiente que había en las gradas. Ver esto tras vivir una grata experiencia hace un año me sienta aún peor.
- Llevo mucho tiempo hablando de las excelencias del trabajo de cantera del Real Madrid. Esta vez toca ensalzar al equipo junior del Barça. Hace pocas fechas se proclamó campeón de España y este domingo se alzó con el torneo junior que se disputa durante la Final Four tras derrotar en la final a Estrella Roja. Eric Vila, mejor jugador del torneo, apunta a un proyecto muy interesante dentro de una hornada que apunta buenas maneras. Ahora está por ver si en el equipo azulgrana tienen una oportunidad. Xavi Pascual no es el mayor valedor del talento joven. Si es que continúa en el banquillo, claro.
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