Por si hacía falta calentar más al público de San Antonio Kawhi Leonard se colgaba del aro en el primer ataque, era premonitorio. La defensa de Leonard dejaba seco a Westbrook, los tejanos repartían la anotación encontrando siempre la opción correcta y Donovan tenía que parar el partido porque Durant sólo no llegaba para contener el aluvión. Por encima los Thunder perdían balones hasta sacando de banda y, como Westbrook queria llegar bajo canasta, el balance defensivo era malo. El festival de los Spurs era coral, Durant e Ibaka eran los únicos que respondían por los visitantes y Westbrook dejaba ver su enfado con una dura falta. Aldridge se sentía muy cómodo y las dificultades para acercarse al aro de Oklahoma provocaban que el partido estuviese medio solucionado tras un cuarto. En el segundo cuarto los Thunder salieron más agresivos pero confundían agresividad con precipitación y Danny Green acertaba con los triples para poner a treinta puntos a los visitantes. Daba igual titulares o suplentes, San Antonio se permitía doblar en el marcador a su rival y la ventaja local al descanso era de más de treinta puntos. El tercer cuarto demostró que Durant e Ibaka eran las únicas soluciones ofensivas visitantes porque Westbrook estaba ocupado discutiendo con los árbitros. Eso frente a unos Spurs inspirados era insuficiente y el último cuarto sobraba. El primer punto de la eliminatoria era de San Antonio. Invitado inesperado: (Spurs)

Para el segundo partido de la eliminatoria los Thunder cambiaron su estructura de juego. La premisa básica era correr para coger la defensa descolocada y, viendo que San Antonio no hacía más que fallar bandejas, el resultado pronto se puso a su favor. Popovich paraba el partido pero los fallos eran continuos, daba igual cerca que lejos del aro, y Oklahoma tomaba una clara ventaja. El parón local era obligado pero prontno aparecieron los balones perdidos y el partido se complicaba. Vista la situación salían los suplentes y Aldridge comenzaba dar seguridad a los suyos. De este modo se reducían las contras visitantes y los Spurs se plantaban en el segundo cuarto a ocho puntos. Un segundo periodo donde el acierto exterior volvía a los locales, en noventa segundos el partido se igualaba y Billy Donovan llamaba a sus chicos. Los Thunder conseguían anotación sencilla de sus interiores pero los tejanos conseguían tomar el mando en el marcador pero a Popovich no le llegaba. Sólo el descanso de Leonard y Duncan permitió a Oklahoma irse a los vestuarios con tres puntos a su favor. El cuarto de hora de descanso reordenó a los Thunder, que imponían su dureza en defensa y conseguían puntos con Ibaka abierto. Naturalmente el técnico local no iba a quedarse quieto pero no fue hasta la entrada en pista de Ginobili que los Spurs no remontaron. Sacaron las garras en defensa y comenzaron a llegar los puntos bajo el aro rival. Al empezar el último cuarto San Antonio se encontraba a una diferencia mínima pero en dos minutos Popovich tenía que para el partido. Oklahoma cogía ventaja gracias a la superioridad de su juego interior y los tejanos no encontraban soluciones. La diferencia rondaba la decena de puntos y tuvieron que aparecer dos triples de Danny Green para calentar a su afición. Donovan quería tiempo para que sus jugadores respirasen y pudiesen encarar los seis minutos finales con cabeza.  Durant y Aldridge eran los protagonistas, aparecía Waiters con un triple y Aldridge era la única referencia. A cuarenta segundos para el final Oklahoma mandaba por tres puntos y tenía posesión. Durant anotaba en carrera, Aldridge clavaba un triple frontal y una falta sobre Westbrook con veinte segundos por jugar dejaba a los Thunder muy cerca de su objetivo. Aldridge conseguía un tesoro con tres tiros libres y colocaba a un punto a San Antonio. Quedaban trece segundos, Waiters sacaba desde campo contrario tras el tiempo muerto de rigor y se ponía nervioso. Primero empujaba a Ginobili para poder sacar, luego lanzaba un pase llovido a Durant que interceptaba Danny Green. Lo que vino después fue un esperpento de malos tiros y faltas sin pitar. En total mucha agitación para poco gas, la serie quedaba empatada a uno. Invitado inesperado: Enes Kanter (Thunder)

Pocos minutos tardó en demostrar Golden State el poderío de su juego en el primer partido de la serie contra los Blazers. Las buenas ayudas defensivas frenaban cualquier intento visitante de anotar y los ataques en pocos segundos desconcertaban a la defensa. Portland tenía que parar el partido, en cinco minutos estaban a diez puntos tras un recital de acierto de Klay Thompson. Pese a la subida de intensidad visitante el panorama era el mismo, los Warriors hasta diversificaban sus referencias de ataque y los Blazers no encontraban anotación en la zona. Al final del primer cuarto Golden State contaba con veinte puntos de ventaja. El segundo cuarto mostraba la reacción de los de Oregón ante la incpacidad de los Warriors de darle el balón a las principales referencias. Con la diferencia reducida a la mitad salían los titulares a pista pero el equipo no acababa de arrancar. Se probaba a jugar con pequeños pero lo único que funcionaba era la defensa con un Green espectacular. Por suerte los minutos finales deparaban más acierto de los Warriors que llegaban al descanso mandando por quince puntos. El tercer cuarto nacía otra vez con atasco de Portland, entre Green y Thompson volvían a llevar la distancia a más de veinte puntos. Los errores en los tiros se repartían por igual y cuando un equipo acertaba el otro respondía. Golden State parecía abrir un hueco definitivo con dos triples pero Varejao enredó el juego con Gerald Henderson (este último fue expulsado) y los visitantes volvieron a situarse a veinte puntos. Podría decirse que el último cuarto parecía sobrar con tan amplia diferencia. Pese a ello Lillard realizó un intento desesperado y el primer punto de la eliminatoria nunca corrió peligro para los Warriors. Invitado inesperado: Klay Thompson (Warriors)

En tres minutos de segundo partido Steve Kerr tenía que agrupar a los suyos. Portland cerraba mejor en defensa, en ataque los triples entraban y siempre les quedaban opciones cargando el rebote. McCollum cogía una buena racha en el tiro y Golden State se enganchaba a Draymond Green. Aminu parecía al final del primer cuarto para dejar la diferencia en los trece puntos. El cambio de cuarto seguía mostrando a unos Warriors con problemas en ataque y así Portland ampliaba la ventaja con los suplentes. La cosa cambió cuando Kerr puso en pista a los titulares junto con Ian Clark. Jugando con Green de pivot Golden State se soltaba con más pases en su ataque, mientras que la defensa llegaba a las ayudas de forma más sencilla. Un parcial de catorce a dos con Ian Clark de protagonista levantaba al público. Terry Sttots necesitó dos intentos para cerrar la herida, pero consiguió que los suyos mantuviesen ocho puntos a su favor de cara a la segunda parte. El tercer acto traía malas noticias para los Blazers; tenían dificultades para circular el balón y los tiros eran cada vez más precipitados. Sin embargo Klay Thompson se ganaba una técnica en plena remontada y los de Oregón conseguían la necesitada calma en ataque. Apenas cuatro puntos separaban a ambos equipos cuando Lillard se sacó su mejor juego de toda la serie, con un triple suyo sobre la bocina Portland conseguía ponerse con once puntos a su favor de cara al último cuarto. La daga en el corazón de los aficionados locales tras el triple quedaba clara en el intermedio entre cuartos. Sin embargo los jugadores no la notaron; McCollum tomaba responsabilidades individualmente, sin acierto, mientras los Warriors encontraban soluciones en la conexión Green-Ezeli. Sttots se veía obligado al tiempo muerto. El ataque de los Blazers mejoraba pero el dominio de las zonas de Ezeli crecía con cada minuto de juego. A mitad de cuarto Golden State ya había empatado el partido y el tiempo muerto de Sttots no les iba a frenar. Green se hacía el amo del juego y a los Warriors le sobró medio minuto de partido para celebrar el dos a cero en la eliminatoria. Invitado inesperado: Ian Clark, Festus Ezeli (Warriors)