Del 18 al 21 de Febrero tendrá lugar la primera cita de importancia de la temporada en el baloncesto español, la Copa del Rey. Un título prestigioso y especial gracias al atractivo formado de sede única para ocho equipos en enfrentamientos a vida o muerte. Emoción y un colorido ambiente están asegurados. En 2016 se celebrará en La Coruña (A Coruña o simplemente Coruña, a gusto de cada uno). Aunque no es frecuente que la cita copera se celebre en Galicia no se trata de una sede inédita. Ya se celebró en la capital coruñesa la edición de 1993 donde se impuso el Real Madrid de Sabonis. 23 años después la Copa regresa en un escenario de incertidumbre y difícil pronóstico.
No recuerdo una Copa del Rey tan abierta e imprevisible como la de este año. Hasta cuatro candidatos se presentan en Coruña con posibilidades reales de triunfo sin que se pudiera considerar una sorpresa. Valencia Basket, Barça, Real Madrid (campeón en las dos últimas ediciones) y Baskonia conforman el cuarteto de favoritos que no siguen necesariamente este orden en la lista de candidatos. Realizar un pronóstico resulta una osadía, cualquiera de los cuatro podría alzar el título por juego o potencial aunque las sensaciones que dejan cada uno no son las mismas en lo que llevamos de temporada. Da para un análisis profundo como el que realizaré con cada uno de los ocho equipos que disputan las cuatro eliminatorias de cuartos de final.
BARÇA – BILBAO BASKET:
Fuente: zona311basket.com
El Barça ha ido dejando sensaciones diferentes según la fase de la temporada. La conformación de su plantilla en pretemporada no despertaba especial atractivo ni enamoraba a los aficionados culés. La consecución de la Supercopa con una rotunda contundencia despejó dudas sobre su competitividad pero el juego en un tramo inicial de temporada muy amable seguía sin convencer a la espera de la llegada de rivales duros. El convincente triunfo a domicilio ante el Real Madrid en Navidades supuso un espaldarazo. Los azulgranas se colocaban incluso en primera línea y como referencia en las competiciones nacionales pero se sucedieron los tropiezos ante rivales de entidad en Euroliga y regresaron las nubes. En ocasiones resulta desconcertante. Es un equipo muy físico de juego mecanizado, industrial. Muy del gusto de Xavi Pascual. Rocoso y competitivo, muy fiable desde el tiro exterior que le ha alimentado en muchos encuentros. Para luchar por todo en las competiciones nacionales. Europa ya es otra historia. La situación en el Top 16 se ha vuelto delicada tras varios reveses. Otros equipos disponen del mismo potencial físico y mayores dosis de talento. Precisamente a este Barça le falta algo de chispa, de magia. El talento se encuentra bajo sospecha en un conjunto entregado al culto al esfuerzo y el músculo. Tomic comenzó 2016 de forma gris, apática. Ni rastro del pivot dominante que se le supone. Satoransky alterna fases de juego exuberante con otras de falta de ideas. Abrines continúa sin asentarse en un papel protagonista, siempre relegado mientras pasan los años. Arroyo exprime sus últimas gotas de genialidad en su ocaso mientras Vezenkov aún es demasiado joven, un problema en el ideario de Pascual. Y Navarro, ay Navarro. Su maltrecho físico le lastra y su muñeca luce en cada vez menos ocasiones. Evidentemente no todo va a ser sospechoso o negativo cuando marcha segundo de la clasificación. Doellman ha recuperado su mejor nivel esta temporada y vuelve a ser aquel jugador por el que se peleaba media Europa. Decisivo y desequilibrante para decantar partidos, ahora es el turno de hacerlo con títulos. Pau Ribas añade aportación en muchas facetas y ha cumplido con creces cuando tuvo que ejercer como segundo base. El trabajo de Perperoglou, Samuels y Lawal resulta tan pragmático como efectivo. La baja de este último por una lesión de menisco reducirá un tanto la intensidad e intimidación bajo el aro. Este Barça no entra por los ojos pero resultará duro y competitivo en esta Copa. Su amplitud de plantilla y fondo físico son elementos muy valiosos en una competición tan exigente como la Copa. Un candidato aunque no lo sea más que los otros aspirantes.
Fuente: bilbaohiria.com
Bilbao Basket ha vuelto a superar las dificultades esta temporada. La marcha de sus dos mejores jugadores de la pasada temporada, Colom y Todorovic, dejó un hueco muy complicado de llenar pero Los Hombres de Negro han sabido rehacerse para mantener un nivel digno competitivamente. La esencia de este equipo con un marcado sello guerrero y combativo está garantizada por la vieja guardia, los Mumbrú, Hervelle o Raúl López, auténticas instituciones dentro del club y que siguen ejerciendo como líderes sobre la pista. Las rachas desde el perímetro de los Bertans, Hannah, Álex Suárez o Ruoff suponen una amenaza desde larga distancia. No son jugadores regulares pero en un día inspirado pueden hacer mucho daño. Precisamente la inconsistencia es uno de los mayores males de Bilbao Basket. A Hannah se le va la cabeza con frecuencia y el físico ya no le acompaña a Raúl López para arreglar todos los desaguisados así que en ocasiones el juego del equipo bilbaíno cae en el descontrol. Las carencias en el juego interior son otro serio inconveniente. La marcha de Shawn James, el referente dentro de la zona, a mitad de temporada dejó escaso de efectivos el juego interior. El digno papel de Bogris en esa labor resulta insuficiente en ocasiones. La lesión de Begic, sustituto de James, ha impedido que el griego tuviera una alternativa y le toca a Hervelle y Mumbrú multiplicarse para echar una mano. Un serio problema ante un rival como el Barça que goza de numerosos y poderosos recursos para jugar cerca del aro. El banquillo de Bilbao Basket tampoco es profundo y los partidos se le hacen largos ante rivales de postín así que no le conviene una lucha física y de desgaste. Muy pocas posibilidades tienen los de Sito Alonso en la eliminatoria aunque para ellos la clasificación para la Copa en la última jornada es un logro muy valioso. Ya es un premio para Bilbao Basket estar presente en la capital coruñesa.
VALENCIA BASKET – GRAN CANARIA:
Fuente: elespanol.com
Sin duda, Valencia Basket ha sido la sensación de la primera parte de la temporada. La serie de triunfos ininterrumpidos del equipo valenciano le granjearon el apodo de los Warriors de Europa. Hasta la jornada 19, en Vitoria, no llegó la primera derrota en Liga ACB. Para entonces ya había mantenido su imbatibilidad durante más de una vuelta y dejando su sello derrotando a Real Madrid y Barça en sus propias canchas. Valencia Basket ha firmado un inicio de campaña espectacular e inmaculado con el que se ha ganado el respeto de todos y la consideración como aspirante a todo. Pedro Martínez al fin ha encontrado un plantel a la altura de su gran categoría como entrenador y no tardó en formar un bloque que ha funcionado como una orquesta perfectamente afinada. Dispone de una plantilla compacta y muy completa. El juego interior es espectacular. La pareja formado por Dubljevic y Justin Hamilton es de las más poderosas de la ACB. Resolutiva por dentro a la vez que versátil, con buena mano desde la línea de tres lo que dificulta defenderles. Sikma pone el trabajo y el empeño reboteador. La línea exterior también ofrece muchas garantías. Rafa Martínez, San Emeterio, Shurna o Stefansson dotan de enorme peligro al perímetro valenciano. El dúo formado por Van Rossom y Vives complementaba la experiencia con el paulatino progreso del joven base criado en la Penya, que ha dado un apreciable salto de calidad en los últimos meses, para una dirección de juego fiable y de calidad. La lesión del base belga obliga a que Stefansson o Rafa Martínez hagan las veces de segundo base. El trabajo de Sato y Lucic, duda para la Copa por lesión, es tan oscuro como efectivo en el empeño defensivo y las labores de intendencia de Valencia Basket que llega líder a esta competición pero quizá no en el mejor momento de juego. En las últimas jornadas está acusando desgaste y sufre fuera de casa para sacar los encuentros adelante. En la Eurocup sufrió un gatillazo inesperado quedando fuera de combate en la segunda fase. La doble derrota ante Limoges y en Salónica ante el PAOK le apean muy pronto de una competición en la que partía como gran aspirante. Los records quedan muy bien pero las victorias que se acabar recordando son las que llenan las vitrinas de títulos. Es la asignatura pendiente que le queda a Valencia Basket, refrendar sus registros alzando un trofeo. Es el momento para vencer el mal de altura.
Fuente: eldiario.es
La historia es muy conocida porque se repite año tras año. El buen trabajo en los despachos de Gran Canaria le permite otra temporada más codearse entre los primeros clasificados y disputar la Copa. No por repetido deja de ser meritorio. Gran Canaria mantuvo una buena parte de su bloque esta campaña y ha sabido tapar una buena parte de los huecos que quedaban. Cierto es que Seeley funciona sólo en ocasiones y Rabaseda no termina de arrancar pero el equipo de Aíto se ha vuelto a reforzar con tiento y buena cabeza. La sensible baja de Bellas fue sustituida por el joven Pangos que ha mostrado hechuras de base de nivel y con un gran futuro por delante. Un espectáculo en el puesto de base a seguir las próximas temporadas. Las semanas que estuvo lesionado se hicieron largas en la isla, fue una ausencia difícil de cubrir. Como marcan los cánones clásicos del baloncesto, un equipo se empieza a formar con un base y un pivot. El hombre referente en la pintura es Omic, un enorme pivot que garantiza el poderío cerca del aro y un buen trabajo para cerrar el rebote. Jugador silencioso pero efectivo y con muy buenos números. Pangos y Omic son los pilares de un conjunto trufado de aleros que se intercambian los puestos de 3 y 4. Newley y Eulis Báez son una amenaza tanto penetrando como tirando desde fuera. Pablo Aguilar es casi otro alero, vive cada vez más alejado del aro. Hombres expertos como Oliver y Savané ofrecen minutos de solvencia desde el banquillo y Salin se une a la nómina de aleros para amenazar desde la línea de tres. Un equipo bien construido pero que esta temporada no está dando la talla ante los equipos de arriba. Vive cómodamente instalado en la zona de playoffs pero la distancia que le separa de los candidatos al título es demasiado grande. Se ha quedado entre dos aguas, lejos de los equipos de arriba pero que marca diferencia con los rivales que aspiran a entrar entre los ocho primeros. Además la Copa está llena de frustraciones para Gran Canaria que sólo ha conseguido una victoria en el torneo en diez participaciones. Precedente poco halagüeño para una eliminatoria en la que vuelve a partir como víctima. Sólo le queda plantear un duelo incómodo en el que le pueda aparecer el mal de altura a Valencia Basket, algo que le ocurre en demasiadas ocasiones históricamente.
REAL MADRID – FUENLABRADA:
Fuente: eurosport.com
Choca decirlo pero por primera vez en varias temporadas el Real Madrid no parte como principal favorito en la Copa. Suena aún más rotundo tras el histórico pleno de la temporada pasada pero así lo dictan los resultados. El esfuerzo de la inolvidable campaña 2014-15 dejó exhausto a un equipo que apenas dispuso de vacaciones por los compromisos de muchos jugadores con las selecciones. Se avecinaba un complicado inicio de temporada. En Euroliga sudó de lo lindo para pasar la primera fase en la última jornada y librarse de ser el primer campeón que cae a las primeras de cambio. Parecía que a partir de diciembre podíamos ver de nuevo al equipo blanco a un nivel alto pero no fue así. Los partidos ante rivales poderosos se contaban casi siempre por derrota. Ha perdido pie ante los dos primeros clasificados en Liga y en el Top 16 sigue dando tumbos aunque se mantiene con vida pese al calendario terrible que le esperará en la segunda vuelta. Los refuerzos, que se apuntaban como acertados en pretemporada, no han dado resultado. Thompkins acabó como un bulto sospechoso que ha quedado relegado a la Euroliga con fecha de caducidad. Jeffrey Taylor, fichado por sus grandes condiciones físicas y habilidades defensivas, ha ido claramente a menos y aporta poco. Willy Hernangómez alterna partidos que le aventuran como una de las grandes promesas del baloncesto español con otros de una bisoñez y ternura desesperantes. Doncic es un chico de 16 años, con muchas cualidades de grandísima estrella pero aún con muchos detalles por pulir. El Madrid ha tenido que rectificar sobre la marcha. Repescó a K.C. Rivers, el valioso miembro del Clan de los cojonazos que resultó importantísimo a final de la temporada pasada. Lima se incorporó hace tres semanas para acabar con los recurrentes problemas en el juego interior. En cuanto a Ndour nadie sabe qué hace ni para qué ha venido. Tampoco las lesiones han respeto a los madridistas. La espalda acabó llevando al quirófano a Rudy que estará ausente en la Copa. Felipe Reyes y Nocioni aún luchan por llegar a tiempo a la cita. Problemas de juego, plantilla y de salud que han acuciado a los blancos toda la campaña. ¿Están descartados? En absoluto. Sería una temeridad con la cantidad de talento que atesora el Real Madrid. Su perímetro sigue siendo una amenaza muy peligrosa, sobre todo si el Madrid puede correr. Un Ayón centrado e intenso es un pivot dominante. Y Llull, ya superada la lesión sufrida en el Clásico Navideño, llega a la Copa como un tiro, capaz de jugar por él y Sergio Rodríguez, referente cuando las lesiones más golpeaban a la plantilla y que ha bajado en los últimos partidos. Además la competitividad de los de Laso está fuera de toda duda, con el agua al cuello son aún más peligrosos. Que pregunten a Khimki, sepultado la semana pasada en su durísima cancha tras una soberbia segunda parte del Madrid. Si un equipo tiene crédito sobrado ese es el madridista.
Fuente: fiebrebaloncesto.com
Todos los años contamos con un equipo revelación. El papel le ha tocado en esta ocasión a Fuenlabrada, al que le ha cambiado la vida por completo en apenas unos meses. Ha pasado del descenso y posterior repesca en los despachos a clasificarse meritoriamente para la Copa. Bajo el mando de Tabak, el Fuenla resultó un equipo aguerrido que se imponía en los duelos directos por la salvación. Le faltaba empaque para luchar con rivales duros pero se las apañaba para moverse sin problemas en zona tranquila. La marcha del técnico croata a Maccabi dejó el puesto en el banquillo a Jota Cuspinera, antiguo ayudante de Laso y de la selección. No sólo no acusó el cambio el equipo madrileño sino que sus prestaciones fueron a más. Fuenlabrada se convirtió en un adicto al juego vertiginoso y al lanzamiento exterior a la mínima oportunidad. Los resultados no pudieron ser más positivos. La victoria postrera en Zaragoza le colocó entre los ocho clasificados para la Copa, dejando en la cuneta a todo un ilustre como Unicaja. Un premio al trabajo bien hecho en apenas unos meses y al descaro de un equipo que vive y muere por el tiro exterior al compás que marca en la dirección Marko Popovic, un base veterano y curtido en numerosas batallas de alto nivel en Europa que es todo un lujo para el Fuenla. Su reciente renovación apuntala un proyecto serio. Popovic imprime un ritmo de vértigo con el que disfrutan buenos tiradores como Tabu, David Wear o Paunic que atraviesan un momento muy dulce. El juego interior pasa a un segundo plano. Sobin es casi la única referencia en la zona pero precisamente ante el Real Madrid realizó el mejor partido de la temporada. No va a resultar cómodo para el equipo blanco un rival sin nada que perder y en un gran momento de forma, que no tiene miedo a mantener el ritmo tan alto que le gusta a los de Laso y que ya le batió en el Pabellón Fernando Martín en Liga. Su forma de jugar, con mucho lanzamiento exterior y ala-pivots muy abiertos (Wear lanza casi siempre desde fuera), no le viene bien, se le indigesta. Además Fuenlabrada contará con el apoyo y simpatía de una gran parte del pabellón. Este año las cuatro eliminatorias de cuartos parecen muy desequilibradas pero si se pudiera albergar alguna posibilidad de sorpresa la situaría en el derbi madrileño. No le va a resultar tan fácil como se espera al Madrid.
BASKONIA – OBRADOIRO:
Fuente: teinteresa.es
La eterna alternativa a los grandes futboleros, la tercera vía de la última década ha regresado. Tras años de progresiva caída y decadencia Baskonia vuelve al lugar que ocupó durante tantos años, el de los aspirantes a luchar por los títulos. La llegada al banquillo de un mito del equipo vitoriano, Perasovic, ha insuflado garra y nuevos ánimos en un equipo que llevaba demasiado tiempo alicaído y a la deriva. El croata ha devuelto las señas más reconocibles del carácter baskonista. Desde el comienzo de temporada se vio que volvía a ser un equipo serio y competitivo, duro de batir. Conforme avanzaron los meses ha ido a más hasta llegar a la Copa en un momento brillante. Seguramente sea el equipo más en forma de los presentes en la competición. En las últimas semanas batió en Vitoria al todopoderoso CSKA, ha rendido las canchas de Real Madrid y Barça en competición europea y se convirtió en el primer verdugo de Valencia Basket en Liga ACB. Triunfos de mucho prestigio que le sitúan como en su mejor etapa, en la que aspiraba a todos los títulos en juego. Baskonia se ha transformado en un bloque temible alrededor del pivot más determinante del baloncesto europeo en lo que llevamos de temporada. Bourousis ha pasado en apenas unos meses de un paria en la rotación del Madrid de Laso a un coleccionista de nominaciones a mejor jugador de la semana que acumula los mejores números de su larga carrera. Se ha convertido en un pivot arrollador cerca del aro, un fiero reboteador que también sabe golpear desde más allá del 6’75. Un coloso intratable muy bien acompañado. Causeur oficia de veterano del equipo con galones de liderazgo. Puede anotar como dirigir con acierto u ofrecer un buen trabajo defensivo. Darius Adams fue el castigo desde el perímetro durante los primeros meses de competición. Su rendimiento ha bajado pero es una amenaza desde fuera. Otro base irregular, Mike James, sirve de completo cuando no le van bien las cosas a Adams. Tillie pone buen acompañamiento a Bouroussis en la zona mientras Ilmane Diop va creciendo en confianza y prestaciones. Blazic y Hanga ofrecen trabajo, buenas penetraciones a canasta y puntería desde el triple. Faltará Shengelia debido a una lesión de menisco pero Perasovic recuperó hace un par de semanas a Davis Bertans tras una grave lesión. Pierde fuerza y poder físico pero añade talento y peligro exterior con el letón, un jugador de enorme calidad que ha recuperado pronto un buen nivel. A Perasovic le basta con una rotación de nueve jugadores para ofrecer un nivel alto de juego. Quizá el rival a evitar por todos en este momento por confianza y forma.
Fuente: skyhook.es
Esta edición de la Copa supone un histórico para Obradoiro. El equipo gallego debuta en esta competición gracias a su condición de anfitrión aunque el torneo no se dispute en su cancha ni en su ciudad. Seguro que no le faltará apoyo de su afición que se desplazará en buen número desde Santiago de Compostela. Obradoiro oficiará como la cenicienta del torneo. No es para menos. Obtuvo buenos resultados a principios de temporada pero ha entrado en una espiral derrotista de la que no puede salir. Sólo ha vencido en uno de los últimos doce encuentros, un balance nefasto que le acerca a los puestos de descenso. Obradoiro es un conjunto con muchas limitaciones en ataque. El buen inicio de campaña de jugadores como Caloiaro o McGrath se ha disipado con el paso de las jornadas. La anotación recae en gran medida en Waczynski, un buen tirador con tendencia a la desaparición en cuanto llegan rivales poderosos. No son muchas más las fuentes de anotación fiables. Haws es un jugador de rachas e intermitente y Caloiaro cada vez aparece menos. Yusta ofrece detalles y descaro propio de sus 18 años pero aún es un jugador por curtir aunque su futuro se presente esplendoroso .Si Waczynski no tiene el día Obradoiro está condenado a caer derrotado. El juego interior tampoco ofrece muchas garantías, sobre todo en los periodos de baja por lesión que atravesó Triguero. Ni Pustovyi ni Alec Brown dan seguridad dentro de la zona. La falta de recursos en ataque supone un serio problema para un equipo al que no se le puede negar entrega y esfuerzo pero que necesita mucho más. La ilusionante participación en la Copa hará olvidar a los de Moncho Fernández las miserias ligueras por unos días pero es un invitado que se ha colado en una fiesta que le queda grande. Este mismo partido se repitió hace unos días en Fontes do Sar y Baskonia no tuvo problemas para superar a Obradoiro con mucha claridad. Resultaría muy sorprendente que esta eliminatoria deparara otro guion diferente.
Leave a Reply
Be the First to Comment!
You must be logged in to post a comment.
You must be logged in to post a comment.