LOS MEJORES DE 2015: TENIS. DOMINADORES IMPLACABLES

Djokovic y Serena Williams

El mundo del tenis ha vivido en la monotonía durante 2015. Al menos en lo que a grandes citas se refiere, ha vivido bajo el dominio implacable e incontestable de dos jugadores que han estado muy cerca de acaparar todos los títulos del Grand Slam y dejaron pocas migajas que disfrutaron nombres que tuvieron su momento de gloria en un día inesperado. Novak Djokovic y Serena Williams controlan con puño de hierro el tenis actual. En esta temporada han agrandado las diferencias hasta tal punto que parece que hay dos deportes dentro del tenis, el que ellos practican y el de los demás.

Djokovic vencedor Open Australia

Fuente: smh.com.au

Djokovic comenzaba el año como cabeza visible del tenis masculino en la actualidad, el jugador de referencia y gran candidato en cada torneo. Con esa vitola llegaba al primer torneo grande del año, el madrugador Open de Australia. Prácticamente no encontró dificultades hasta semifinales, ni un set se le escapó hasta entonces. Ni siquiera un sacador poderoso como Raonic fue capaz de arrebatarle una manga. En la penúltima ronda sí le tocó luchar de lo lindo ante Stan Wawrinka, un jugador que siempre aparece con un protagonismo secundario en la mente de gran parte de los aficionados pero que suele complicarle mucho la vida al jugador serbio. Lo volvió a hacer. Su juego le dificultó el encuentro a Nole y el suizo forzó el quinto set. Fue el único momento en el que estuvo cómodo Djokovic. Ganó el set en blanco y se clasificó para la final contra Andy Murray que había superado en semifinales a Berdych, verdugo en cuartos de un Nadal que reaparecía en Melbourne tras perderse los últimos meses de competición en 2014. La final resultó vibrante durante los dos primeros sets, resueltos en el tie-break. Djokovic se llevó la primera manga pero Murray respondería en el desempate del segundo set para igualar. A partir de entonces sólo habría un dominador. Djokovic pasó por encima del jugador escocés, al que se impuso por 6-3 y 6-0 en las dos últimas mangas. Contundencia que le daba al jugador serbio su primer grande del año. Comenzaba su dominio. El que ya hace muchos años que somete Serena Williams al circuito femenino. La estadounidense tuvo que trabajar algo más que el serbio. Cedió un set ante la ucraniana Svitolina y Garbiñe Muguruza, que ya daba los primeros trazos en el que sería el año de su explosión definitiva, pero a la hora de la verdad fue implacable. Arrasó a Cibulkova y Madison Keys antes de enfrentarse en la final a Maria Sharapova. De nuevo se convertiría en la bestia negra de la jugadora rusa, siempre fue mejor en los momentos calientes del encuentro. Era su decimonoveno triunfo en un torneo de Grand Slam, una cifra apabullante para una jugadora que ha marcado los último quince años en la WTA.

serena-williams-australian-open-tennis

Fuente: sportnomics.net

Hasta la llegada de los dos primeros Masters 1000 en Estados Unidos, Nadal tenía tiempo de poner a punto su juego en la gira de tierra batida por Sudámerica pero en 2015 no le dio el mismo resultado exitoso que en años anteriores. Cayó sorprendentemente ante Fognini en las semifinales de Río. El jugador italiano sería una china en el zapato de Nadal durante este año. Volvió a la senda del triunfo en Buenos Aires pero en un Open 250 con una participación menor. El momento de volver a probarse en serio estaba en Indian Wells. No pudo contra Raonic en cuartos del primer Masters 1000 y la frustración aumentaría tras caer en tercera ronda de Miami con Verdasco. En esos momentos no se veía a Nadal capaz de competir contra los mejores en pistas rápidas. Las derrotas ante jugadores del segundo escalón o menor nivel aún no ofrecían mucha confianza. Ya mejor ni hablar de la diferencia con Djokovic que aumentó su dominio venciendo en las dos citas. Con la llegada de la temporada de tierra batida se podía esperar que Nadal se desenvolviera mejor y fuera recuperando sus mejores sensaciones. Tampoco fue el caso. La bajada de puestos en la clasificación le emparejó en semifinales de Montecarlo con Djokovic. El serbio le despachó con mucha solvencia por un doble 6-3 antes de derrotar en la final a Berdych y sumar su tercer Masters 1000 del año. La diferencia resultaba insalvable hasta en tierra. Fue el inicio de una trayectoria irregular en tierra. En otro de sus torneos fetiche, en el Conde de Godó, quedaba apeado en tercera ronda con Fognini, otra vez en el camino del manacorí. En el Masters 1000 de Madrid avanzó hasta la final con un juego mucho más convincente. Parecía la gran oportunidad para sumar otro Masters 1000. Esta vez no estaba enfrente Djokovic, que se tomaba un descanso hasta Roland Garros, sino Andy Murray que no es un gran especialista en tierra. Pero Nadal realizó el peor juego del torneo en el partido decisivo y fue barrido sin problemas por 6-3, 6-2 por el tenista británico. Tampoco encontró consuelo en Roma, cayendo en cuartos con Wawrinka que le batió con autoridad en dos sets. Nadal llegaba a Roland Garros sin sumar un solo título en la gira europea de tierra. Por primera vez se iba a plantar en París con escasas opciones de triunfo.

stan-wawrinka ganador Roland Garros

Fuente: libero.pe

Djokovic se presentaba en Roland Garros, la gran cita de la tierra batida, en su mejor momento. Afrontaba la oportunidad más clara para alzarse con el último torneo del Grand Slam que le faltaba. Avanzó sin dificultades, con autoridad, barriendo a todos sus rivales hasta llegar a cuartos de final. Allí esperaba Rafa Nadal. La mayor leyenda que ha pisado las pistas de París contra el jugador del momento. La historia contra el nuevo ciclo. Nadal mantuvo la cabeza alta en el primer set pero la manga acabó en manos de Djokovic por 7-5. Desde ahí, una autoridad incuestionable del serbio. 6-3 y 6-1 que suponía la segunda derrota de Nadal en Roland Garros. Djokovic conseguía derrotarle por fin en la tierra de París, se quitaba la espina de tantas decepciones. Había apartado la mayor piedra en su camino pero esperaban dificultades. Andy Murray, verdugo de Ferrer en cuartos, presentó gran batalla. Logró igualar los dos primeros sets que ganó Djokovic en un encuentro disputado en dos días pero le fallaron las fuerzas en el quinto y el serbio le apabulló para presentarse en la final. Sólo le quedaba un paso para cerrar el círculo. Sólo se interponía Wawrinka, el tapado que siempre hace sufrir a Djokovic. El primer set cayó del lado de Nole por 6-4. Parecía el primer paso hacia la gloria pero de repente cayó a las llamas del averno. Wawrinka arriesgó en cada punto, jugando con una agresividad incontenible, buscando siempre las líneas. El vigor del suizo sorprendió a Djokovic que fue incapaz de contrarrestar el juego de Wawrinka que protagonizaba una de las mayores sorpresas en años. 6-4, 6-3, 6-4 para el tenista helvético en los siguientes sets. Wawrinka dejaba de ser un anecdótico héroe anónimo tras alcanzar su segundo Grand Slam. Djokovic no pudo acabar con el maleficio, Roland Garros sigue siendo terreno maldito para el número uno mundial. No lo es para Serena Williams. No tuvo una trayectoria tan inmaculada como en torneos anteriores, cediendo un set en casi todas las rondas, pero no hubo forma que la estadounidense hincara la rodilla. Mostró la contundencia necesaria para derrotar en la final a la checa Safarova, la gran revelación de la primera parte de la temporada, por 6-3, 6-7 (2) y 6-2. El vigésimo gran torneo de Serena ya estaba entre sus manos. Comenzaba a gestarse el reto de completar el Grand Slam, los cuatro grandes el mismo año. Una hazaña posible ya que Wimbledon y US Open se adaptan de maravilla a la potencia física de Serena.

Garbiñe Muguruza pasa a la final

Fuente: indianexpress.com

La temporada de hierba comenzaba tras Roland Garros, alargada una semana más en el calendario a partir de 2015. El triunfo de Nadal en el Open 250 de Stuttgart albergó ciertas esperanzas de ver un mejor papel del manacorí sobre la hierba que en años anteriores. Fue un espejismo. Caería en segunda ronda de Wimbledon ante el alemán Dustin Brown, un peculiar tenista con un aspecto más propio de un cantante de reggae. Ni qué decir tiene que el protagonismo quedó para los otros tres grandes. Djokovic tuvo un buen sobresalto en octavos cuando el sudafricano Kevin Anderson se llevó los dos primeros sets en el tie-break. Nole se vio obligado a una gran remontada para pasar a cuartos. Cilic y Gasquet no fueron rivales de peso camino de la final. Federer se impuso en semifinales en apenas tres sets al campeón de 2013, Murray. Se repetía la final del año anterior. El desenlace también. Tras dos primeros sets muy igualados, Djokovic se mostró superior en la tercera y cuarta manga para lograr su tercer título en el All England Tennis Club. Le privaba a Federer de otra oportunidad para reverdecer laureles en su torneo predilecto. Sin embargo la gran atención de los aficionados españoles estuvo en el cuadro femenino. Garbiñe Muguruza ya había alcanzado los octavos de final en Australia y los cuartos en Roland Garros y disputó una eliminatoria memorable ante Rumanía, con victoria incluida sobre Simona Halep, en Copa Federación aunque no sirvió para clasificar a España para el playoff de ascenso. En Wimbledon la hispano-venezolana, como bien le gusta decir a la propia Garbiñe, vivió su explosión definitiva. Jugadora fuerte y agresiva, un vendaval sobre la pista que se adapta a la perfección a las condiciones de la hierba. Es el prototipo de la jugadora del futuro pero dispuesta a asaltar los cielos en el presente. Fue pasando rondas sin hacer ruidos. Con apuros, pero dejó en la cuneta a la alemana Kerber para llegar a octavos. Una ilustre como Wozniacki nada pudo hacer para frenar su camino hacia cuartos. La suiza Bacsinszky, una de las sorpresas del torneo, tampoco fue capaz. Garbiñe era la cuarta española en alcanzar una semifinales en Wimbledon. Estaba haciendo historia pero no iba a pararse ahí aunque en semifinales esperara una magnífica jugadora en hierba como Agnieszka Radwanska. Garbiñe Muguruza desarboló a la jugadora polaca en el primer set, borrándola del mapa. Empezó con seguridad el segundo pero un breve momento de lapsus permitió a Radwanska forzar la tercera manga. Nervios, tensión, un detalle podía valer el pase a la final. A Garbiñe le bastó una rotura de servicio para ganarse el puesto en la final. Repetía la hazaña de Lili Alvárez, Conchita Martínez y Arantxa Sánchez Vicario pero Garbiñe Muguruza buscaba lo que sólo logró Conchita, el título en Wimbledon. El partido no podía tener mayor lustre. Serena Williams, la gran dominadora, era la rival. Garbiñe no se amilanó y comenzó incluso dominando pero conforme avanzó el primer set Serena hizo valer su experiencia. 6-4 y el segundo set que iba camino de un paseo militar tras colocarse 5-0 la menor de las Williams. Garbiñe no estaba disfrutando, el sueño se transformaba en castigo hasta que, con todo perdido, se soltó. Apareció su mejor versión, la jugadora agresiva y dominadora. Serena, que había bajado ligeramente el pistón y ya saboreaba el triunfo, quedó pasmada ante tamaña reacción. Cedió dos veces el servicio en medio de un alboroto impropio del siempre correcto y comedido público de Wimbledon. Garbiñe Muguruza había conseguido poner de pie a toda la pista central del All England Tennis Club, todo un logro para una jugadora tan joven que se fue jaleada aunque terminada derrotada por un doble 6-4. Serena Williams quedaba a un paso de completar su Grand Slam pero Garbiñe Muguruza se llevaba el reconocimiento del mundo del tenis. Ya era una realidad, una tenista con la que contar para los grandes torneos. La figura que tantos años llevaba soñando el tenis femenino español, el relevo de las dos grandes.

David Marrero y Marc López

Fuente: eurosport.com

Tras los fastos de Wimbledon llegaba la mencionada durante meses primera eliminatoria de Segunda División de la Copa Davis ante Rusia. Mil y una veces nombrada por los interminables desencuentros entre la capitana, Gala León, y los jugadores que nunca ocultaron su nula sintonía con ella. Las acusaciones de machismo de la capitana crearon un rechazo unánime entre los jugadores que, a su vez, libraban una batalla personal con el presidente de la Federación, Jose Luis Escañuela. Ningún jugador de nivel quería ponerse a disposición de Gala León que se hacía a la idea de contar en Vladivostok con jugadores que se encontraban fuera de los 100 primeros de la ATP. La dimisión de Jose Luis Escañuela, asediado por la disputa con los jugadores y una investigación por malversación del CSD, precipitó los acontecimientos. Gala León fue destituida fulminantemente y su lugar fue ocupado por la capitana de Copa Federación, Conchita Martínez, una figura respetada por todos los jugadores que volvieron a ofrecerse para entrar en el equipo. Ferrer mostró su disposición pero la lesión que le impidió disputar Wimbledon le dejó fuera de la convocatoria. No obstante Robredo, Andújar, Marc López y David Marrero formaban un equipo de garantías para imponerse a un combinado ruso que no contaba con ningún jugador entre los cien primeros de la clasificación mundial. Dos victorias sencillas ante dos rivales jóvenes en la primera jornada presagiaban un fácil triunfo. Ni siquiera preocupó que se escapara un partido de dobles que estaba controlado, era muy probable que la eliminatoria terminara en el cuarto encuentro. Sin embargo Kukushin sorprendió a Robredo y forzó un quinto encuentro que ningún aficionado español esperaba. La presión fue demasiada para Pablo Andújar que se achicó ante el jovencísimo Rublev que fue creciendo a cada minuto hasta vencer por tres sets y completar un remontada sonrojante para el tenis español. Final dramático para un sainete que abochornó a todos los aficionados. Un desastre que añadía la deshonra de iniciar la pelea por la permanencia en Segunda.

Flavia Pennetta vencedora US Open

Fuente: deccanchronicle.com

Antes de la gira americana de verano, Nadal pudo ampliar su palmarés en su elemento favorito, la tierra batida. Su triunfo sobre Fognini, en una final bronca y polémica por los desaires del tenista italiano, en Hamburgo precedió a su periplo por Norteamérica. Volvió a ceder ante buenos especialistas en una superficie en la que se encontró incómodo. Nishikori le batió en cuartos en Montreal. Feliciano López se interpuso en su camino en la tercera ronda de Cincinatti. Nada que ver con su exitoso pleno de 2013. Djokovic se convertiría en humano en estos dos torneos, cayendo en sendas finales con Murray y Federer. Pero Nole seguía siendo el favorito en el US Open. Nadal fue el primer gran favorito en ceder. Cayó de nuevo con Fognini en tercera ronda tras remontarle dos sets el italiano. Por primera vez se vio ante la prensa a un Nadal apesadumbrado, resignado. La falta de confianza en su juego le estaba mermando. Murray dijo adiós en octavos ante Kevin Anderson. Terreno libre para Djokovic y Federer que se veían en una nueva final. De nuevo se le hizo demasiado largo el encuentro al suizo que presentó batalla los dos primeros sets pero que acabó derrotado nuevamente por la solidez de Djokovic. El tenista serbio lograba su tercer grande del año, nadie podía discutir la supremacía de Nole en el circuito. Sólo quedaba saber si Serena Williams lograba el pleno para igualar la gesta de Steffie Graff. El panorama era muy propicio. La escabechina de cabezas de serie en las primeras rondas le había limpiado el camino. En semifinales se enfrentaba a la veterana italiana Roberta Vinci, una víctima propiciatoria como aperitivo a la final como indicaba un sencillo primer set. Nada presagiaba la hecatombe en la Arthur Ashe. Vinci completó una remontada inverosímil que figurará ya como una de las grandes sorpresas del tenis moderno. Una dura derrota que afectó tanto a Serena que dio por finalizada su temporada. Le costó tiempo asimilar el golpe, el Grand Slam que se esfumaba entre sus manos. La final no pudo ser mas imprevista, un duelo italiano entre dos veteranas que no estaban ni entre las 25 primeras. Flavia Penetta, que sorprendió a Kvitova en cuartos y Halep en semifinales, lograba el triunfo de su vida en la final ante su compatriota Vinci. Acto seguido puso fin a su carrera deportiva, había conseguido un éxito que ni podía soñar.

novak-djokovic ganador Masters

Fuente: cityam.com

La recta final de la temporada sirvió como terapia para Rafa Nadal, en busca de la confianza perdida y una mejora en la clasificación. Antes tuvo que afrontar el marrón de disputar la eliminatoria de permanencia en la Copa Davis junto a Ferrer, Verdasco y David Marrero en Dinamarca ante un combinado tercermundista tenísticamente hablando. No hubo problemas para superar a los daneses por la vía rápida y a medio gas. De haber acudido a Rusia probablemente el tenis español se habría librado del engorro de luchar por el ascenso en 2016, muy factible de lograr debido a la obligación de los pesos pesados de cubrir las eliminatorias mínimas de Copa Davis para acudir a los Juegos Olímpicos pero la sensación de año perdido perdura. La gira asiática mostraría un Nadal mucho más reconocible. Logró llegar a la final de Pekin pero de nuevo Djokovic, cómo no, se cruzó para derrotarle con rotundidad por un doble 6-2. También rindió a un nivel alto en el Masters 1000 de Shanghai pero Tsonga le apartó en semifinales antes de caer con, sí, el inevitable Djokovic que también se alzaría con el triunfo en Paris-Bercy, el último Masters 1000 del año. Un recordatorio de los celebres duelos Nadal-Federer en la final de Basilea, que cayó en manos del suizo, precedió al último torneo del año, el Masters. Tras la ausencia de españoles en 2014, Nadal y Ferrer volvían a la prestigiosa cita de maestros, encuadrados en el mismo grupo. Nadal ofreció una muy buena imagen sobre indoor. Batió con autoridad y ofreciendo un juego muy convincente a Murray y Wawrinka y cerró el grupo derrotando en tres sets a Ferrer que se marchó de Londres sin conocer la victoria. Sin embargo las semifinales le emparejaron con Djokovic que había caído sorprendentemente con Federer y acabó segundo su grupo. Otra vez Nole sería un obstáculo insalvable. Doble 6-3 que cerraba un año muy complicado para Nadal. Djokovic lo haría poniendo la guinda a su mejor año de su carrera deportiva. Se tomó la revancha con Federer y se llevó  por quinta vez el Masters, un torneo que acapara en los últimos cuatro años. No hay duda alguna sobre la superioridad del tenista serbio, el abismo con lo demás es enorme. Sin duda, el gran dominador del tenis masculino actual.

El final de temporada en la WTA quedó abierto tras la renuncia de Serena Williams a competir en lo que restaba de año. Quedaban las migajas que aprovecharon jugadoras como Garbiñe Muguruza, recuperada del bajón sufrido tras llegar a la final de Wimbledon y el cambio de entrenador. Alcanzó la final de Wuhan que tuvo que abandonar por lesión ante Venus Williams. Se quitó la espina en Pekin, en un Premier Mandatory, el equivalente a los Masters 1000 masculinos. Logró el título ante la suiza Barcsinzky y aseguró su presencia en el Masters femenino, algo que no ocurría desde el declive de Arantxa y Conchita. En Singapur disputaba su primer torneo de Maestras. La ausencia de Serena aclaraba el panorama, las opciones de triunfo eran reales debido a su gran final de año. Garbiñe se aseguro el pase a semifinales tras derrotar cómodamente a Safarova y Kerber. En un duelo vibrante por la primera plaza, se hizo con ella en tres sets ante Kvitova. Las opciones de la hispano-venezolana cotizaban al alza pero Agnieszka Radwanska se cruzó en su camino en semifinales para acabar con ellas. Se tomó la revancha de Wimbledon en un duro encuentro y acabó levantando el título al vencer en la final a Kvitova. Garbiñe buscó el desquite junto a Carla Suárez en la final de dobles pero Martina Hingis y Sania Mirza les pasaron por encima sin miramientos. Faltó la guinda de un gran triunfo al año de su consagración entre las mejores del tenis femenino, como certifica el tercer puesto que ocupó en la clasificación al final de año.

Gran Bretaña campeon Copa Davis

Fuente: eurosport.com

Sólo quedaba por dilucidarse el título de la Copa Davis, la prestigiosa ensaladera que no vive su mayor esplendor precisamente. La final entre Gran Bretaña, un equipo forjado por y para Murray, y Bélgica, un combinado lleno de medianías, no muestra en absoluto el nivel real por países en el tenis actual y exige a la ITF a una reflexión concienzuda hacia un torneo herido por las ausencias y sobre el que los principales jugadores piden una reforma urgente. En tierras belgas, Murray se convirtió en el héroe de la final imponiéndose en sus tres puntos y devolviendo la Copa Davis a Gran Bretaña casi 80 años después. El escocés se unía al resto de los cuatro grandes del tenis actual que ya contaban con la ensaladera en sus vitrinas. En la Copa Federación, la República Checa vencía en casa a Rusia que volvió a pagar su falta de cohexión como equipo pese a su enorme potencial individual.

Por primera vez no incluiré encuesta en una entrada resumen debido a la superioridad manifiesta en las dos categorías. Si no hay inconveniente y con permiso de todos, recurro al Flagranato para nombrar a Novak Djokovic y Serena Williams como mejores tenistas de 2015.

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2 Comments on "LOS MEJORES DE 2015: TENIS. DOMINADORES IMPLACABLES"

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8 years 10 months ago

¡Flagranato o muerte!

erkil
8 years 10 months ago

flagrant estas creando malos vicios… asi como vamos a ser libre pensadores?

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