Al igual que hice el año pasado reviso en este artículo los mejores discos de 2.015 según el compendio de los medios (escritos y en red) españoles. Y al igual que ocurría entonces si comparamos la lista española con la internacional (según el similar planteamiento de medios como Metacritic o AOTY) lo primero que hay que resaltar es el gran parecido entre las dos clasificaciones finales: 9 discos, 9, coinciden entre los 10 primeros en las dos.¿A qué se debe tamaña coincidencia? Pues no creo que en este caso sea por los parecidos gustos de los críticos anglosajones y españoles (que también podría ser), sino más bien por la ausencia en 2015 de una calidad sobresaliente en la mayoría de las propuestas presentadas en la temporada.Realmente solo dos obras mayores (las de Kendrick Lamar y Sufjan Stevens) han sido editadas en 2015, de ahí la gran diferencia de ambas con el resto. Después, sí, hay media docena de discos excelentes, quizás otros 13 o 14 bastante buenos y el resto (hablamos de miles de discos) no pasan en general de lo decepcionante, irregular, flojo, o incluso insustancial. En un momento en el que las propuestas se diversifican y se multiplican parece que la brillantez no acaba de llegar. Ocurre igualmente con las “vacas sagradas” de la música pop. Es cierto que 2015 no ha sido un año muy prolífico para los gigantes de los sesenta, setenta, ochenta y noventa, pero también lo es que los discos de artistas como Bob Dylan, Keith Richards, Noel Gallaher,Wilco, Blur, Belle and Sebastian, Paul Weller, Calexico, Brian Wilson, New Order, Panda Bear,Albert Hammond jr. (Strokes), Brandon Flowers (Killers) y otros muchos no pasan de lo simplemente correcto, eso sí, a la espera del Blackstar de David Bowie, que por lo adelantado demuestra una vez más que el Duque Blanco sigue muchos cuerpos por delante de la mayoría si hablamos sobre todo propuestas renovadoras y arriesgadas. Y sí, efectivamente, poco riesgo hay en general. Tan solo unos cuantos artistas han decidido ser ambiciosos o realmente arriesgados. Pasa con Kendrick Lamar que se ha tirado a la piscina con una obra superambiciosa o, en el polo opuesto, un Sufjan Stevens que ha dado un giro notable a su trayectoria reciente y ha buscado otro tipo de riesgo,más personal e intransferible si se quiere, pero riesgo. Como riesgo hay también en Kamasi Washington, Grimes o la siempre inquieta Bjork. El resto, incluso los autores de obras notables han buscado, creo yo, una especie de vía intermedia entre la innovación o la experimentación y el gusto de sectores muy amplios y así nos han dejado sus discos más accesibles. Ocurre con Tame Impala, Julia Holter, Jamie XX y también Grimes.
¿Cuál es el estilo que predomina? Pues en apariencia, como el pasado año, todo es muy diverso, pero creo que hay una corriente subterránea que se impone, corriente que tiene dos brazos. Por un lado la música electrónica, sea más o menos de vanguardia, sea orientada a la pista de baile o simplemente como elemento de fondo o decorativo (desde el propio Lamar a Jamie XX pasando por Bjork, Tame Impala, Grimes y muchos otros) y por otro lado un pop de cámara (o barroco que le denominan otros), que en su faceta más de vanguardia es conocido como Arty, con composiciones complejas y suntuosos arreglos pero sin perder de vista la melodía. Es el caso de Julia Holter, Natalie Prass, la mismísima Grimes -que está en todos los cocidos-, Chvrches, Father John Misty…
Destacar varias cosas:
a) La pujanza de la black music. Presente este año en todas sus variantes, el hip hop (K.Lamar, Vince Staples, Drake con discos muy recomendables), el soul más clásico (Leon Bridges), la experimentación jazzística (Kamasi Washington), la apertura a otras corrientes (el arty precisamente, Benjamin Clementine).
b) La importancia de las mujeres. Si en años pasados destacaban la llamadas superdivas de todos conocidas, este año se han hecho valer en todos los campos: el pop (Grimes, Holter) la experimentación (Bjork), el rock (Courtney Barnett, Sleater Kinney -la mejor recuperación de la temporada, posiblemente), el pop-folk (Natalie Prass…)
c) El cosmopolitismo. australianos, canadienses, islandeses acompañan a estadounidenses y británicos (que siguen a la baja).
La Lista
La Lista de este año se basa en más medios (impresos y web) que la del año pasado. En unos casos porque he encontrado páginas en la red de interés que desconocía, en otros porque distintos medios este año sí que han hecho su propia selección. Se cae de la relación, desgraciadamente, Rolling Stone España ya que cerró allá por el verano. He intentado, en la medida de lo posible, que sean medios generalistas, es decir, no especializados en estilos muy concretos (los hay de electrónica -muchos-, de heavy..). Las web de indie sí están representadas no tanto (que podría ser, no voy a engañar a nadie a estas alturas) porque sean más de mi complacencia sino porque tienen una voluntad más general (incluyen música negra, electrónica, pop y rock, etc). Los medios que he utilizado son los siguientes:Rock de lux, Hipersónica, DOD magazine,ABC, Mondosonoro, Je ne sais pop, Binaural, Efeeme, Muzikalia, Tiramillas de (Marca), , Plásticos y Decibelios (de nuestro ínclito Julián Cortador Ruiz), Indienauta, Número 0, Indiespot [estos del año pasado], Cuts you up, Crazyminds, GQ; La Voz de Galicia, El 5º Beatle, La Higuera, Nos gusta la música, Diario crítico, Aftertopic, Blisstopic, Beatburguer, 20 minutos, El Periódico, El País , Metrópoli (El Mundo) y Exaequo [estos, nuevos]. Total, si las cuentas no me fallan, 30, advirtiendo que no he podido utilizar otros 3 o 4 medios porque no establecían clasificación sino solo citaban, por ejemplo, 20 discos, sin orden (lo cual es también una opción legítima) y que la lista de nacional es más reducida (solo 21 referencias ) porque hay medios que no la incluyen. Las puntuaciones, como la temporada pasada van en orden decreciente de 10 (al primero de cada relación) a un punto (al décimo).El único motivo para hacerlo así es que me resulta más cómodo; sí, ya sé, tenéis toda la razón, tan cutre como simple.
¿Cuál sería mi lista? Pues no muy original visto los resultados de la general, pero ahí van unos cuantos discos que me han gustado este año (sin orden, que ya estoy razonablemente cansado de listas como comprendereis):
Sufjan Stevens, Kendrick Lamar, Father John Misty, Courtney Barnett, Xoel López, New Raemon, Pablo und Destruktion, Rafael Berrio, Mujeres (ver abajo), y otros que me hubiera gustado que estuvieran en la lista (no han estado en demasiadas):Richard Hawley (Hollow meadows), Kurt Vile (Believe i,m goin down), Leon Bridges (Coming Home), y Nathanael Rateliff and the nigth sweats (id)
INTERNACIONAL
1º) Sufjan Stevens: Carrie and Lowell. 185 puntos
5 años después de su irregular último disco, The age of Adz, Stevens nos ofrece su obra más personal, íntima y desnuda. No nos encontramos aquí ante el despliegue sonoro o la versatilidad musical de la que era hasta el momento su mejor obra, Illinois (2.005), en este caso los instrumentos escasean o aparecen poco a poco, sin prisas. Lo importante es lo que el músico nos cuenta (la relación con su madre y su padrastro) acompañado a veces simplemente de unos acordes de guitarra que lentamente dan paso a un mínimo acompañamiento orquestal. ¿Ha madurado por fin el eterno niño prodigio del folk americano? Quién sabe, pero lo cierto es que nos ha entregado un disco extraordinario…ah, y conciso, apenas 43 minutos, lejos de sus mastodónticos ep,s y de sus excesos habituales.
2) Kendrick Lamar : To Pimp a Butterfly. 134 puntos
El gran triunfador de la black music de esta temporada. Si alguien echaba de menos a Kanye West, el nuevo genio del hip hop- y mucho más- se ha descolgado con un álbum que, sin miedo a exagerar, hay que decir que es una obra maestra a la altura del Yeezus de West, el It takes a nation of millions to hold us back de Public Enemy, o el Sign of times de Prince (tan reivindicativo como estos además). Lamar ha querido hacer una obra total, para lo que se ha reunido con luminarias del funk (George Clinton), del rap (Tupac) , el Jazz (Kamasi Washington, responsable del otro gran disco de música negra del año, Epic, casi tan ambicioso -y largo- como este) y gente tan variopinta como The Flyng Lotus o Bilal. Hasta el productor de Bowie, Tony Visconti, se ha rendido a su paso. Desde ya, un clásico.
3º) Time Impala: Currents. 96 puntos.
Si su segundo disco, Lonerism (2013) reveló a esta no-banda (ya sabemos que es Kevin Parker y los que él quiera que le acompañen), Currents ha consagrado a este músico de Perth (Australia) como el nuevo rey de la neopsicodelia o como él mismo quiera denominarla. Le adoran modernos, hipsters, amantes de la música de baile, nostálgicos del rock progresivo y setentero y gente del más variado pelaje. El que haya confeccionado su disco quizás más accesible ha ayudado sin duda alguna, pero, ojo, aún no ha perdido la inocencia.
4º) Jamie XX: In Colour. 89 puntos.
Muchos esperaban el primer disco en solitario (sin los XX o casi) del nuevo superdotado de la música electrónica británica. Y desde luego no ha defraudado. ¿Música electrónica? Pues sí, pero también, y especialmente, sonidos para la pista de baile envueltos en ocasiones en aromas tecnopop. Todos se rifan ahora a este productor y multiinstrumentista, empezando, cómo no, por divas necesitadas de urgente revitalización, tipo Rihanna o Beyoncé.
5º) Father John Misty: I love you honeybear. 75 puntos.
Tras este curioso nombre se esconde Josh Tillman, antiguo batería de los Fleet Foxes, que sin renegar de sus orígenes folkies ha elaborado un disco más pop que otra cosa, en el que rinde tributo a su actual compañera, relatándonos toda la evolución de su relación. Posiblemente el disco más bonito del año, en el que Misty ha sabido no caer en la cursilería ni lo ñoño gracias a su poderosa vena irónica ¿quién dijo que al folk le sobraba la orquestación?
6) Grimes: Art Angels. 61 puntos
La canadiense Claire Ann Boucher decidió que para su cuarto disco no necesitaba más ayuda que la de ella misma y acertó de pleno. Ella sola ha producido, compuesto y tocado un disco que es un ejemplo perfecto de pop moderno y a la vez intemporal. Sonora bofetada a tanta diva pop más pendiente de su último modelito y extravagancia twittera que de la música. Pop clásico, experimental, arty, que se funden en una obra original y compacta. Auténtico Pop del siglo XXI.
7) Courtney Barnett: Sometime i sit and think, and sometimes i just site. 59 puntos
Una de las agradables sorpresas de la lista. El primer disco de esta joven rockera australiana, que se hizo conocida en los dos años anteriores gracias a una inteligente difusión de varios ep,s ha cautivado a la crítica y se ha convertido en uno de los pequeños sucesos del año. Indierock tan sencillo y evidente como honesto que atrapa y contagia. Lo de siempre interpretado como si la vida le fuera en ello. Sincero y directo, como debe ser. El disco más rockero del año (junto, quizás, con el de las Sleater Kinney, también chicas, mira qué casualidad).
8) Björk: Vulnicura: 56 puntos
La islandesa pasa por malos momentos personales y sentimentales por lo que ha dejado de lado proyectos ambiciosos con artistas de vanguardia y se ha centrado en hacer un disco con una línea argumental más clara: el desamor. El resultado es una obra fascinante, a la altura de sus mejores obras (Debut, Homogenic). No es un disco redondo (valga la paradoja), a veces sobran, como casi siempre en ella, ciertos desvaríos experimentales o reiteraciones, pero sí muy recomendable.
9) Julia Holter Have you in my wilderness. 49 puntos.
Si el tercer disco de la californiana (Loud City Song, 2.103) parecía confirmarla como una artista para selectas (y no tan reducidas) minorías, en este su cuarto trabajo, Holter intenta romper con esta imagen y llegar a un público más amplío. No hay que temer un descenso a la trivialidad, solo canciones (no todas) con melodías algo más accesibles pero siempre dentro de esa corriente tan actual que es el pop de cámara o/y el art pop. Sonidos bellos, estupendos arreglos, buenas canciones. Quizás uno desearía más emotividad, pero no se puede negar que Julia Holter ha hecho un gran disco, y que progresa adecuadamente.
10) Chvrches: Every open eyes. 49 puntos
Llegamos al final de la lista internacional con el segundo disco de esta banda de synthpop de Glasgow. Canciones pegadizas, que recogen esa tradición popera tan arraigada en Gran Bretaña y especialmente en Escocia, con una base techno, también bastante conocida en las islas. Una eficaz combinación de sonidos actuales con buena conjunción de voces (en especial la de su cantante Lauren Mayberry) .Actual, sí, aunque quizás no excesivamente original. Lo que habrá que esperar es si lo conseguido con este disco se puede mantener con el tiempo.
NACIONAL
A priori no parece un año demasiado apasionante pero tengo que decir que la revisión de varios discos, algunos que están en la lista y otros que no, me ha dejado un regusto muy agradable. No es que, sucede igual que en internacional, haya habido exceso de riesgo, exceptuando el notabilísimo caso de Niño de Elche, pero sí propuestas muy agradables y sensatas para los tiempos que corren. Si escucháis con atención,por ejemplo, las canciones que van a continuación, la mayoría son excelentes y eso ya es positivo.
Un rasgo distintivo de esta lista, al igual que sucedió el pasado año, es la gran diversidad en la elección de los mejores discos, más si cabe, que en internacional. Teniendo en cuenta que, lógicamente, los discos editados en nuestro país son muchos menos que en el mundo anglosajón (y en otros países) no sé realmente a qué achacar tanta disparidad ¿filias y fobias de nuestros críticos hacia nuestros artistas locales? ¿criterios muy distintos a la hora de valorar lo nuestro?. Realmente choca un tanto.
Hay un aspecto interesante que creo que sería necesario comentar. Hasta ahora se ha creído siempre que la música independiente española, esa que no sale en las radiofórmulas para entendernos, se basaba en una serie de grupos más o menos reconocidos: Los Punsetes, Los Planetas, Vetusta Morla, Lori Meyers, Triángulo de Amor Bizarro, Hidrogenesee, Sidonie, Australian Blonde, La Habitación Roja… más unos cuantos solistas inquietos: Sr. Chinarro, Nacho Vegas, Joe Crepúsculo… Pues bien la lista de este año demuestra palpablemente que la música independiente española está en manos de intérpretes en solitario: Pablo und Destruktion, La Bien Querida, Xoel López, Francisco Nixon, Rafael Berrio,The New Raemon (a medias quizás en este caso) Fernando Alfaro, Cristina Rosenvinge, Joan Miquel Oliver, Nuria Graham….Todos además con registros muy variados lo que hace muy difícil, si no imposible, establecer unos parámetros homogeneizadores.
Y otra pequeña anotación. Al igual que la black music en internacional, en España tenemos el flamenco como género renovador e integrador por excelencia. Lo hemos visto con el Niño de Elche de manera nítida pero también con otras propuestas de fusión interesantes como la protagonizada por Soleá Morente en su disco de début, grabado con los Los Evangelistas y acompañada por buena parte de la flor y nata de la movida granaina
1) Niño de Elche: Voces del extremo. 83 puntos.
Sin lugar a dudas, la sensación del año, tanto por sus actuaciones en directo (en el Sonar de Barcelona por ejemplo) como por este disco. El cantaor alicantino afincado en Sevilla ha hecho un disco de flamenco completamente atípico en el que el jondo se une al pop independiente o a la música electrónica sin complejos y con una solvencia total. Digno sin duda de figurar al lado de obras tan emblemáticas como el Omega de Lagartija Nick y Enrique Morente. Palabras mayores.
2) La Bien Querida: Premeditación, nocturnidad y alevosía. 64 puntos
Recopilación de tres ep,s publicados antes, el cuarto disco de Ana Fernández Villaverde apuesta por sonidos más oscuros (influencia de New Order, el techno británico -Visage, OMD-…) para realizar un disco sin duda triste, pero no deprimente y sale airosa del envite. Además, la reunión de tres minidiscos no crea confusiones estilísticas, al contrario, potencia las tres partes de su apuesta.
3) Xoel López: Paramales. 50 puntos.
El segundo disco de la nueva etapa de Deluxe confirma las expectativas, ay, no cumplidas, de su anterior trabajo. Atlántico (2.012). Ritmos caribeños, argentinos, gallegos, aflamencados, folk (escuchad una canción como “Sol de agua”) y sencillamente pop (“Solo quería que me invitaras a bailar”) se combinan de una forma agradable y optimista, destacando su especial habilidad para confeccionar melodías efectivas. Este es el camino, sin duda, para este gallego cosmopolita.
4º) Francisco Nixon: Lo malo que nos pasa. 41 puntos
El antiguo miembro de Australian Blonde lleva varios años buceando en diversos estilos y parece que ha encontrado el más adecuado con este disco que nos remite a un pop lujoso, muy cercano a sonidos setenteros, con bonitas canciones y arreglos muy cuidados.
5º) Toundra: IV. 37 puntos
Toundra es un grupo que va ya por su cuarto CD (obvio por el título) y que se reclama dentro de lo que se viene a llamar postrock o/y postmetal, lo que hablando de esta banda puede ser indistinto ya que sus influencias abarcan desde el metal ochentero al rock progresivo: temas largos, desarrollos complejos, importancia de las guitarras pero también de sonidos sofisticados….. Posiblemente IV sea su disco más completo.
5º) (Ex aequo). Mujeres: Marathon. 37 puntos.
El grupo barcelonés de rock garajero (todos hombres, por cierto)publica su tercer disco, alternando las letras en castellano e inglés. En este caso el sonido más directo y “sucio” de sus anteriores trabajos deja paso a una producción más “limpia”, con más aires pop, como demuestra la estupenda “Galgo diamante” que cierra el disco y que trae inevitables recuerdos de añorados grupos sesenteros (Sirex, Mustangs…ya que hablamos de un grupo barcelonés).
7) Pablo and Destruktion:Vigorexia emocional. 31 puntos
Nuestro Nick Cave patrio, el asturiano Pablo G. Díaz confirma las buenas sensaciones que ya dio el año pasado con Sangrín y tiene el solitario honor (ojo, ni siquiera ha ocurrido en el apartado de Internacional) de repetir en la lista. Quizás Vigorexia emocional no sea tan completo como su predecesor pero demuestra que el músico sigue en buena forma. Y sigue tan vitriólico como siempre con sus letras. Antes o después sacará ese disco definittivo que le pondrá a la cabeza del pop rock español.
8) The New Raemon: Oh Rompehielos. 29 puntos
Uno de nuestros más sólidos valores poprockeros, el catalán Ramón Rodríguez, publica su sexto disco, y en su brevedad (apenas 30 minutos) nos deja una pequeña colección de canciones estupendas que hablan sobre todo de relaciones personales, de fracasos emocionales… Que no engañe el aparente optimismo de algunos temas (“Reina del amazonas”) , la desazón sigue ahí.
9) Disco Las Palmeras!: Asfixia. 28 puntos
Llega a nuestra lista el tercer disco de este grupo gallego de noise, que sigue en su línea habitual, aunque quizás algo más cercano al postpunk y con más preocupación por las melodías que sus trabajos anteriores, algo a lo que quizás no es ajeno el trabajo en la mesa de sonido de Carlos Hernández, productor de Los Planetas. El shoegazing sigue vivo y en buena forma.
10) McEnroe: Rugen las flores. 27 puntos
¿Podría ser Euskadi la Escocia musical de nuestra música? Pues algo de eso se podría sugerir dada la tradición de pop íntimo y delicado de esa zona (no todo iba a ser LaPolla Records). Apuestas como Duncan Dhu, La dama se esconde, Family o este grupo de Aizkorri lo podrían demostrar. Llevan con este 5 discos y mantienen su línea habitual por un pop bien construido y preciosas canciones.
10) Rafael Berrio (exaequo): Paradoja. 27 puntos
Y acabamos con otro vasco y uno de los mejores artistas españoles, lamentablemente semidesconocido. Con una trayectoria tan larga como (casi) oculta desde que colaborara con el recordado Poch (Derribos Arias) en los primeros ochenta, Berrio ha desarrollado a lo largo de los últimos 30 años una carrera ejemplar, plena de estilo auténticamente rockero y con letras generalmente de una calidad y hondura poco conocida en nuestro panorama musical. Algún día se le valorará como merece.
RECOPILACIONES Y REEDICIONES
Escojo 3 de las muchas que se han publicado en 2.015 y lo hago por orden cronológico:
1) Leadbelly: Leadbelly: The Smithsonian Folkways collection.
Impresionante recopilación de la fundamental obra de este pionero del folk norteamericano, maestro de generaciones de cantautores, entre ellos Woody Guthrie, Jack Elliot o Pete Seeger. Recoge buena parte del material que se halla custodiado en el Smitshonian e incluye 5 cinco CD,s con 104 canciones, entre ellas 16 inéditas, un libreto y abundante material fotográfico. Básico.
2) Bob Dylan: The Bootleg series. Vol. 12. The Cutting edge. 1.965-1.966
En apenas año y medio, entre 1.965 y 1.966 Dylan publicó tres discos imprescindibles en la historia de la música pop y la cambió para siempre (y la del folk de paso también): Bringing it all back Home, Higway 61 revisited y Blonde and Blonde. Esta edición, como todas las del Bootleg se vende en varios formatos, desde el sencillo de dos CD,s, pasando por el más completo de 6 y el inabarcable de ¡18! con TODAS las tomas grabadas de los tres discos, que como sabéis, son en realidad cuatro puesto que Blonde on Blonde es doble. Posiblemente no haya colección sobre ningún artista ni vivo ni muerto de la calidad y la importancia de estas doce Bootleg publicadas hasta el momento.
3) Bruce Springsteen: The Ties that bind. The River collection.
Desde hace 10 años Springsteen viene reeditando parte de su obra, en cajas muy cuidadas, con mucha información y material inédito. Primero fue Born to Run (2.005), siguió con Darkness in the edge of town y, siguiendo con el criterio de reedición por lustro, ahora le ha tocado a The River (1.979). Contienen el disco doble original remasterizado, más algunos descartes; un segundo CD con ¡22 canciones inéditas! (algunas fantásticas) y dos DVD que incluyen un concierto en directo de 1.980 y un documental sobre como se grabó The River, que a la luz de lo que ahora se publica se vuelve más interesante si cabe. Muestra palpablemente la creatividad alcanzada en aquellos años por el Boss, aunque yo sea, posiblemente, de los pocos que piensan que The River es quizás más brillante pero menos intenso y arriesgado que sus obras anteriores.
LO PEOR
Y ya finalizo este interminable artículo con el que este que suscribe avanza el peor disco del año, a su juicio claro está. Debería ser muy difícil, habría mucho que escuchar, pero si limpiamos el camino y nos quedamos con artistas muy conocidos, con pretensiones y que, también, en algún momento nos dejaron discos al menos interesantes pienso que la elección se reduce bastante. Este es para mí el peor disco del año
Sí Coldplay, por la portada, por el título (A head full of dreams, Una cabeza llena de sueños), por el vídeo, por las canciones, no pensadas para un álbum sino posiblemente para los grandes estadios, por su falta de originalidad (todas los temas suenan a otros). En fin, el declive de estos muchachos ha sido imparable en los últimos años.
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2 Comments on "LOS DISCOS DE 2015. Entre el riesgo y la aceptación."
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Rosschack, En primer lugar gracias por el curro. Sobre los discos de la lista dire que de los que he escuchado, el que mas me ha gustado es el de Courtney Barnett. Creo que fue hace un par de años, en una de esas recopilaciones que vienen con la revista ‘Uncut’, donde la descubri gracias a ‘Out of the Woodwork’… ese repiqueteo de la guitarra que lo envuelve todo, mientras ella recita, literalmente, la cancion. El de Father John Misty no me termina de llenar. Me gustan mucho ‘The Night Josh Tillman Came To Our Apt’ o ‘Strange Encounter’, pero… Read more »
Gracias por esta entrada. En otro tiempo podria haber hecho mi aportacion personal, pero debido a todos los “embolaos” en los que ando, alguno se tiene que ver perjudicado. Y en mi caso y sin lugar a dudas, ha sido la musica. Ultimamente la tengo abandonada, aunque se positivamente que algun dia volvera a mi con mas fuerza que todo Star Wars…
Pero disfruto muchisimo conociendo nuevos grupos y sonidos