España accede un año más a las semifinales del Eurobasket, un logro conseguido a base de trabajo y mucho sufrimiento. Son las señas de identidad de los triunfos de la selección española en esta edición, donde un equipo con menos talento y efectivos de gran nivel que el que se disfrutó en los mejores años de la generación dorada tiene que acudir a otros recursos para seguir adelante. Ante Grecia, que se presentaba como clara favorita, hubo que bajar al barro y fajarse ante un rival maestro en la lucha y la batalla y que acabó claudicando a manos de sus armas favoritas. Como ocurrió ante Alemania en la primera fase, los problemas para cerrar el partido llevaron a un sufrimiento extremo en los últimos segundos pero España supo sufrir para resistir en el torneo. Trabajo, intensidad, competitividad y, como no, la enorme figura de Pau Gasol abren las puertas del Preolímpico y el camino final hacia las medallas. No disfrutamos de la brillantez de antaño pero este equipo sabe sufrir para continuar entre los grandes. Ahora espera Francia, la gran favorita. La ración de sufrimiento será aún mayor para buscar la gesta.
EL PARTIDO DE ESPAÑA:
España 73 – Grecia 71: España necesitaba agresividad y decisión para optar a la victoria ante la invicta Grecia que partía como clara favorita. No faltó ninguna de las dos cosas en los primeros minutos. Dos triples seguidos de Llull eran el mejor comienzo. Pau Gasol intimidaba atrás con un par de tapones para que los jugadores griegos se lo pensaran dos veces en el futuro a la hora de encarar el aro español. Se trabajaba bien en defensa, forzando las pérdidas de balón helenas. Sin embargo los errores en tiros sencillos permitieron igualar a Grecia que ni se alteró ni varió su perenne ritmo lento y mortecino, siempre al límite de la posesión. El aplastante dominio en el rebote por parte griega, 6-19 en los primeros doce minutos, le permitió segundas oportunidades e imponer en el encuentro la marcha pausada propia del baloncesto control. Especialmente dominador en el rebote se mostró Antetokounmpo (12 puntos, 17 rebotes, 25 de valoración), un prodigio físico adelantado a su tiempo a sus 20 años, llamado a ser alguien importante en la NBA. Su presencia en la pista influye sustancialmente en el juego de su equipo, por algo se pasó los trece primeros minutos en pista. Mucho lo notó Grecia cuando Katsikaris lo sentó. Sin el coloso en pista los de Scariolo se envalentonaron. 7-0 de parcial que daba un margen tranquilizador en un encuentro de distancias cortas. La pareja interior de los Bulls llevaba la voz cantante. Mirotic (18 puntos) tomaba el protagonismo que tanto se le pide. De Pau Gasol no hace falta decir nada, siempre está ahí. Grecia presentaba dificultades para anotar. Con Spanoulis bien defendido y Calathes confundiendo la tranquilidad con la parsimonia, el juego ofensivo se limitó a los puntos de Printezis. Los hombres de banquillo de Grecia están para pelear pero no para brillar. El intercambio de canastas le favoreció a la selección española que incluso se permitió correr en alguna ocasión (39-30, min 19). España se podía marchar satisfecha a vestuarios. Vencía y convencía, superando a su rival bajando al barro. Las sensaciones eran muy positivas.
Fuente: altaspulsaciones.com
Sin embargo bastaron un par de minutos en el tercer cuarto para borrar la alegría, lo que tardó España en entrar en bonus. Este detalle influyó en su entrega defensiva. Se acabó el esfuerzo y lucha en el propio aro. Grecia empezó a anotar con mucha facilidad, a la vez que se puso las pilas en defensa. En todo momento tuvo la consigna que los jugadores españoles no corrieran. En estático sufrieron. Malos tiros y demasiadas pérdidas que envalentonaban a un rival al que le entraba todo. Antetokounmpo era una pesadilla en el rebote que paliaba los escasos errores de sus compañeros. El 3-14 de parcial había cambiado el panorama a un escenario oscuro en el que disfrutaba Grecia. La habitual pájara de los terceros cuartos volvía a producirse (42-46, min 25). España recurrió a su salvavidas, Pau Gasol (27 puntos, 9 rebotes, 32 de valoración). Sus compañeros le buscaron siempre, sabían que la salvación pasaba por sus manos. Gasol siempre está. Nueve puntos seguidos del pivot que mantenían a flote a España. Los tiros libres se convertían en la réplica a las canastas sencillas de Grecia y permitieron salvar la papeleta al final del cuarto. Había acabado la pesadilla del tercer cuarto, en el último se suele enderezar la situación por costumbre. Para ello había que salir con el cuchillo entre los dientes. Bien lo entendieron los hombres de Scariolo. Felipe Reyes ofreció el ardor guerrero bajo el aro. Claver se convirtió en un fiero reboteador. Mirotic no se amilanó a la hora de cerrar un contraataque con un poderoso mate en la cara de Antetokounmpo. Había vuelto la mirada del tigre a los ojos para amilanar a una Grecia estupefacta e incapaz de anotar. Sólo logró anotar 4 puntos en 7 minutos, un triple de Antetokounmpo sobre la bocina y un tiro libre de Bouroussis. Estaba superada, derrotada en su propio terreno, lista para capitular (69-61, min 38). Sólo España podía perder el partido. Dos pérdidas absurdas de los Sergios tras comerse un dos contra uno pusieron demasiada emoción. Dos tiros libres fallados iniciaron la angustia. Un triple de Calathes (14 puntos, 7 asistencias, 5 rebotes, 17 de valoración) que ponía el 70-68 devolvió la sombra del miedo vivido en el final de partido contra Alemania. El propio base griego se libró de una antideportiva tras una falta exageradamente contundente a Sergio Rodríguez. El Chacho no falló en el tiro libre, bastaba ya una sola defensa. Todas las miradas se posaron sobre Spanoulis. Bien marcado por Llull, se jugó una piedra infame pero los brazos de Antetokounmpo volvieron a atrapar el rebote. Balón afuera y Sloukas anota de tres a cuatro segundos del final. De nuevo al borde del infarto, imposible un final tranquilo. Tras el tiempo muerto Pau Gasol buscó recibir para llevarse la personal. No es el mejor tirador del equipo en el tiro libre pero cualquiera le niega algo. Anotó el primer tiro libre. Con 2.7 segundos por jugarse ni hacía falta anotar el segundo. No lo hizo. Antetokounmpo se jugó a la desesperada un tiro desde medio campo sin ningún futuro. De nuevo con el corazón en un puño pero España llega a semifinales, a donde no falta en un Eurobasket desde 1999. El carácter y la competitividad nunca se le puede negar cuando llega el momento clave.
Fuente: diariolibre.com
EL RESTO DE LA JORNADA:
Francia 84 – Letonia 70: Las siestas iniciales de Francia se han convertido ya en una costumbre. Consciente de la superioridad y mayor profundidad de su plantilla, la selección gala salió de nuevo a verlas venir. Letonia aprovechó la pereza de los anfitriones para mandar sin apuros durante muchos minutos gracias al acierto de sus tiradores. Janicenoks (16 puntos) y Bertans fueron la punta de lanza del ataque letón, acertado desde fuera durante la primera mitad. Francia jugó a tirones. Neutralizó la primera ventaja letona mediado el primer cuarto pero ello no le despertó de su letargo. Letonia seguía anotando con frecuencia y volvió a marcharse tras lograr un parcial de 0-9 (15-23, min 8) que sería enjugado por Francia al inicio del segundo cuarto gracias a otro parcial de 12-3 pero los anfitriones seguirían sin pisar el acelerador, permitiendo que su rival siguiera por delante y jugando con comodidad. Como le costaba arrancar a su equipo Collet tiró del recurso de emergencia, el de toda la vida cuando no ve las cosas claras, el Parker-sistema. No había empezado nada bien el partido, de hecho no estaría bien en general en el tiro, pero Parker (18 puntos, 6 asistencias) apareció en el momento necesario para despertar a su equipo. Buenos minutos en el segundo periodo del base francés que dio la vuelta a la situación antes de llegar al descanso (40-36, min 19). A partir de entonces todo fue diferente. Francia salió con el colmillo afilado en el tercer cuarto, mucho más intensa atrás. A Letonia ya no le entraba el tiro exterior y no encontró forma de abrir brecha en la defensa francesa. El atasco fue antológico, sólo anotó 9 puntos en todo el tercer periodo. Dato nefasto que cuesta muy caro ante un rival de esta categoría. Propulsada por su defensa, a Francia le bastaban detalles para marcharse poco a poco. Unas cuantas acciones de De Colo, el poderío físico e intimidador de Gobert (13 puntos, 6 rebotes, 3 tapones, 18 de valoración), la buena labor en la zona de Diaw o Lauvergne (10 puntos, 7 rebotes, 16 de valoración). Con eso bastaba para marcharse de un rival resignado y abrumado por el poderío físico francés (56-43, min 29). Los hombres de Collet mantuvieron sin ningún problema la diferencia en el último cuarto y sólo levantaron el pie del acelerador en los últimos minutos cuando el destino del partido estaba sellado. Francia se planta en semifinales tras completar su camino de rosas por el torneo. Ahora llegan los exámenes realmente exigentes en la lucha por las medallas.
Fuente: cuatro.com
Serbia 89 – República Checa 75: Como le pasara ante Finlandia, Serbia se tomó los primeros minutos con calma. Con demasiada displicencia incluso, como muestra la técnica temprana a Kalinic. La República Checa llevó el mando durante los primeros minutos, en gran medida debido al nacionalizado Schlib que comenzó el encuentro con la muñeca caliente (7-14, min 5). Los serbios se desperezaron cuando comenzaron a funcionar Teodosic (12 puntos, 14 asistencias, 22 de valoración) y Markovic que echaron el freno al buen inicio checo. El segundo cuarto comenzó con un dominio claro de los hombres altos de Serbia. Raduljiça (16 puntos, 5 rebotes, 17 de valoración) se imponía claramente dentro de la zona mientras Erceg (20 puntos, 3 rebotes, 24 de valoración) hacía gala de su versatilidad que se convierte en un peligro cuando está en racha como le pasó en este choque. Sin embargo el conjunto checo se mantuvo agarrado al encuentro. Aprovechaba los errores de su rival con acciones individuales que le permitieron mantenerse cerca en el marcador pero la segunda parte se convirtió para la República Checa en una lucha desesperada con el caudal inagotable de talento serbio. Erceg continuaba castigando tanto dentro de la zona como cuando salía al perímetro a lanzar de tres. Bjeliça comenzaba a dejar pinceladas de su enorme calidad y gran momento de forma. La diferencia se acercaba a los diez puntos pero Serbia no terminaba de romper definitivamente el partido. Pese a la buena movilidad de balón y las pérdidas checas, los errores en el tiro de tres impedían que llegara la sentencia definitiva. La República Checa se defendió como gato panza arriba, dependiendo exclusivamente de Satoransky (20 puntos, 4 rebotes, 4 asistencias, 26 de valoración) que cargó con toda la responsabilidad. El base checo mantuvo las esperanzas y una desventaja asumible pero cada vez resultó más complicado resistir los golpes morales, en especial en momentos clave donde Bjeliça (14 puntos, 10 rebotes, 19 de valoración) se acostumbró a castigar con un triple sobre el límite de la posesión. La conexión entre Satoransky y Vesely (23 puntos, 10 rebotes, 32 de valoración) alargó la resistencia en el último cuarto pese al buen inicio serbio que amenazaba con romper el encuentro pero estaban demasiado solos. No eran suficientes para resistir hasta el final a un rival tan poderoso. Las acciones individuales de Teodosic y Bogdanovic y los tiros letales de Bjeliça acababan con los checos en los últimos minutos (87-71, min 37). Pase a semifinales de Serbia que sigue impresionando. Hasta el momento gana como quiere y cuando quiere.
Fuente: encestando.es
Italia 85 – Lituania 95 (tras prórroga): Italia mostró sus peores defectos en el primer cuarto. Volvió a evidenciar la poca predisposición de sus figuras para sacrificarse en defensa por lo que los jugadores lituanos se lo pasaron en grande anotando con facilidad ante la falta de rigor defensivo de los Bargnani, Belinelli o Gallinari. Hasta que Pianigiani no movió banquillo y dio entrada a un quinteto mucho menos excelso pero más rocoso y comprometido Italia no arrancó. La mejoría en defensa valió un parcial de 15-2 que le otorgó la primera diferencia seria a Italia (28-22, min 13) aprovechando la facilidad para atascarse que tiene Lituania cuando se le cruzan los cables. Sin embargo también tuvieron los bálticos dos argumentos a los que agarrarse cuando falla el trabajo colectivo. Maciulis (19 puntos, 10 rebotes, 24 de valoración) sigue ejerciendo de líder en la pista, apareciendo cuando su equipo más lo necesita en los momentos difíciles. Esta vez sí le acompañó Valanciunas (26 puntos, 15 rebotes, 39 de valoración) que hizo valer su extraordinario poderío físico ante los pivots italianos, rocosos pero impotentes para frenarle. Entre ambos se las apañaron para mantener el marcador igualado hasta el descanso y que su equipo comenzara bien el tercer cuarto con un 0-5 de inicio (40-48, min 23). Como siempre, Italia tiró de las individualidades. Aparecieron Gentile y sus penetraciones indefendibles. Bargnani (21 puntos) atravesó un momento de lucidez. Belinelli y Gallinari encontraron algo de acierto desde fuera. Italia cogía la delantero pero con dos equipos poco consistentes se alternaban los buenos y malos momentos con mucha facilidad. Los problemas defensivos italianos permitieron a Lituania volver a levantar cabeza. Empezaron a entrarle los triples a Milaknis y Kuzminskas (13 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias, 17 de valoración) y los lituanos llegaban por delante al tramo final del partido. Italia se agarró de nuevo al talento individual de sus NBA. Bargnani y Gallinari (17 puntos, 6 rebotes, 4 asistencias, 3 robos, 28 de valoración) se encargaron de mantener el marcador igualado. Una canasta de este último forzaría la prórroga aunque de poco le sirvió a su equipo. Lituania fue la gran dominadora. Kalnietis, como ante la República Checa, se guardó sus mejores minutos para el tiempo extra. Su juego anárquico funcionó de maravilla ante la frágil defensa transalpina, conectando bien con Valanciunas que destruyó dentro de la zona los últimos restos de resistencia rival. El exceso de individualismo en Italia apagó las luces. Por tercer torneo consecutivo, contando Europeos y Mundial, Lituania alcanza las semifinales. Aún le queda trabajo, sobre todo colectivo, que abordar a Italia para recuperar el lugar de honor que ocupó en el baloncesto europeo durante muchos años.
Fuente: europapress.es
Y DIGO YO…:
- España faltó por última vez a las semifinales de un Eurobasket en 1997, en Barcelona. Desde 1999 acude puntual a su cita entre los cuatro primeros. 9 ediciones consecutivas, 16 años entre la élite europea. Sólo repasando estos números nos podemos dar cuenta de la magnitud de este equipo. Con lo que está costando este año seguro que se valora aún mejor.
- Visto el ardor con el que se ha empleado Claver en los dos últimos partidos, ¿es posible que haya recibido una transfusión de Charles Barkley? Completamente irreconocible para bien.
- Una mirada al pasado para albergar esperanzas. El último Europeo disputado en Francia, en 1999, España se enfrentó en semifinales a los anfitriones. El favoritismo de Francia entonces también era indudable, máxime tras batir a la selección española por 19 puntos en la segunda fase. El partido acabó con victoria para España, liderada por Herreros que cuajó su mejor partido como internacional. 16 años después se presenta la misma situación. Que se repita la historia.
- En los años 90 Grecia fue una de las bestias negras del baloncesto español en las competiciones internacionales. Desde 1998 y con la llegada de los juniors de oro a la selección las tornas han cambiado. Desde aquella final en Saitama en 2006 cada cruce cae del lado español. Grecia sólo tuvo consuelo en la victoria intrascendente de la segunda fase en 2013. Como han cambiado las cosas.
- Satoransky ha dado otro salto de calidad en este Eurobasket como líder de la República Checa, por encima incluso de un Vesely con pasado NBA, donde el base tiene su futuro muy próximo. El Barça tiene un año por delante para pensar en cómo sustituir a un jugador que ha progresado enormemente en una sola temporada y tiene un gran futuro por delante.
- A Maciulis, suplente apreciable en el Real Madrid, no le pesan los galones que debe adquirir con la camiseta de Lituania. Ni Valanciunas, demasiado disoluto en muchas ocasiones, puede discutir su peso y liderazgo en la selección lituana. Sólo Bjeliça está por encima en este campeonato en el puesto de alero, casi nada. Va a chocar verle salir desde el banquillo cuando vuelva a Madrid tras ser uno de los más destacados en este Eurobasket y protagonizar un recital inolvidable ante Georgia en octavos de final.
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