Del 5 al 20 de septiembre se disputará una nueva edición del Eurobasket. Como en cada año preolímpico no sólo otorga el premio de las medallas sino el pasaporte a los JJOO de Río o el consuelo de un lugar en uno de los Preolímpicos que otorgan las plazas restantes. Esta circunstancia siempre añade picante y motivación para que las ausencias en las selecciones participantes se reduzcan aunque no en todos los casos ha sido así. El torneo debería haberse disputado en Ucrania pero la dramática situación por la que atraviesa, envuelta en un terrible conflicto bélico, obligó a la FIBA a buscar un nuevo organizador. La fase final se disputará en Francia aunque por primera vez la primera fase tendrá lugar en cuatro países diferentes. La propia Francia, Alemania, Croacia y Letonia serán la sede de cada uno de los cuatro grupos de seis equipos con el que comienza el torneo. Los cuatro primeros de cada uno de ellos pasan a octavos de final y de ahí en adelante llegan las eliminatorias a vida o muerte hasta el final. Formato muy sencillo y que elimina el exceso de partidos que significaba la segunda fase de grupos.

La condición de actual campeón, el potencial de su plantilla y la condición de anfitrión cuando el torneo llegue a la fase final propician que la condición de favorito quede depositada en Francia. Por primera vez en una década España no llega al Eurobasket como máxima favorita aunque evidentemente forma parte del ramillete de candidatos a las medallas y las opciones de triunfo existen. Sin embargo, más que los rivales los principales enemigos están en las destacadas ausencias y la confianza perdida tras el fiasco del Mundobasket disputado en casa el año pasado. Aquella derrota inesperada en cuartos ante una Francia B arrebató una buena parte de la confianza del equipo y la afición. Recuperarla es el primer paso para aspirar a encontrar de nuevo un nivel alto de juego y las esperanzas en alcanzar el éxito absoluto. Pero no adelantemos acontecimientos que hay tiempo y espacio suficiente para analizar todo al detalle. Comencemos por el examen exhaustivo de cada grupo desde el principio.

GRUPO A:

Fuente: blogdebasket.com

Francia será la sede del grupo A de este Eurobasket. La ciudad de Montpellier albergará los primeros encuentros del principal favorito al título que disputará todo el torneo en casa, al amparo de sus aficionados. El vigente campeón europeo cuenta con un potencial sobrado y de garantías para repetir el oro ganado hace dos años en Eslovenia. Vincent Collet, un magnífico entrenador que sabe sacar el máximo partido de los jugadores que dispone, cuenta con una plantilla de lujo y muy compensada. El físico poderoso que ha caracterizado a la selección gala desde hace muchos años sigue siendo el aspecto más destacable pero ahora no falta ni la confianza que le ha dado los recientes triunfos ni la calidad y los buenos fundamentos que brillaban por su ausencia más allá de Tony Parker. Pocas virtudes le faltan al combinado francés. Calidad le sobra con los Batum, De Colo o el individualista Fournier, capaz de lo mejor y lo peor. Diot aportaba buenos minutos y el sentido común que faltaba con cada ausencia de Parker pero Heurtel es un sustituto de garantías tras la lesión de Diot que le aparta del Eurobasket. Alocado pero muchas veces efectivo. Batum o Gelabale aportan la amenaza exterior que complemente el poderío físico. La pelea está asegurada con los Florient Pietrus o Kahudi y la juventud y fortaleza de Goubert y Lauvergne pueden hacer olvidar dentro de la zona las importante ausencias de Noah (aunque el jugador de los Bulls casi ni cuenta por su escasa implicación con los bleus) o Ajinça, al que los Pelicans han prohibido jugar el torneo. Y por si faltara algo ahí está el alma y espíritu de este poderoso equipo, el genio y líder: Tony Parker. Acumula años, ya tiene 33, pero nunca le falta la calidad y el liderazgo. Si todo falla llegará siempre el Parker-sistema al rescate. De nuevo será el faro de una Francia que podía disponer de aún mayor potencil. Sin embargo no parece que vayan a acusar bajas de jugadores importantes como Diot o Causeur. La de Ajinça es más sensible pero Goubert ya es un pivot asentado en los Jazz y Lauvergne da sus primeros pasos en la NBA tras consagrarse como un pivot importante en Europa con sólo 23 años. Plantel de lujo, lleno de pasado y presente NBA. La presión de verse por primera vez como principal favorito y con la responsabilidad de hacerlo en casa pueden ser las únicas incógnitas que debe resolver el conjunto entrenado por Collet.

Fuente: sentimientoayn.es

Por si fuera poco el sorteo también resultó muy amable con Francia. No hay ningún rival en el grupo con suficiente nivel para disputarle el primer puesto. Rusia tiene más nombre y pasado que presente. Los héroes de glorias pasadas, Kirilenko y Holden, ya están retirados. Shved, llamado a tomar el relevo aunque no acaba de explotar como se espera, estará ausente. Al igual que los hombres clave en el juego interior, Mozgov y Kaun. Tampoco estará el hombre para todo, Khryappa, que ya acusa el paso de los años. Por si fuera poco Rusia está en el Eurobasket de milagro debido a una sanción de la FIBA por injerencias gubernamentales en la Federación rusa y a punto estuvo de quedar apartada del torneo. Demasiados inconvenientes para una selección rusa de la que deberán tirar veteranos como Monya o Fridzon o actores secundario como Vorontsevich o Ponkhrasov. Las bajas han llevado a una reconstrucción con jóvenes que cumplen un papel menor en los equipos rusos. Lo que tiene le valdrá a Rusia para pasar a octavos pero la enorme dureza del grupo B le aboca a un cruce temible que le resultará muy complicado superar. Y tampoco tiene nada claro el segundo puesto. La pujante Finlandia, donde el baloncesto crece en popularidad a pasos agigantados desde hace unos años, siempre rinde bien en la primera fase y ha protagonizado algunas sorpresas en los dos últimos Europeos. Sus posibilidades dependerán de nuevo en gran medida del estado de gracia de Koponen, la gran estrella finesa, y lo acertados que esté el resto de tiradores, en especial Salin, Huff o Murphy (un joven ala-pivot con buena mano que frecuenta demasiado el perímetro). Polonia siempre cuenta con un puñado de jugadores interesantes pero le falta consistencia. Dispondrá en el Eurobasket de su gran referente, Gortat, que acapara el liderazgo y todo el juego interior debido a la baja de Lampe. Waczynski, que cuajó una buena temporada en Obradoiro, tomará la responsabilidad en el juego exterior y AJ Slaughter, que ocupa la plaza de nacionalizado que le correspondía hasta ahora a Kelati, llevará la dirección. Pocos mimbres para un equipo de banquillo escaso, poca capacidad defensiva y excesiva dependencia de Gortat pero que parte con ventaja sobre los otros dos integrantes del grupo. Israel también dispone de un jugador de larga trayectoria en la NBA, Casspi, que deberá echarse el equipo a la espalda por costumbre. Cuenta con un juego interior apañado con la nacionalización del veterano D’or Fischer, que aportará la intimidación de la que siempre ha adolecido el conjunto hebreo, y Eliyahu que en su juventud apuntaba muy alto y ha acabado convirtiéndose en una medianía. La buena temporada de Mekel  en Rusia ofrece una solución en el puesto de base que se hubiera convertido en un problema si tuviera que recaer en las manos del mediocre Ohayon (y pensar que este puesto lo ocupó Berkowitz..). La ausencia de solidez y dureza y un banquillo casi irrelevante son serios inconvenientes para una Israel que deberá sacar petróleo de su permanente defensa en zona. Bosnia parece casi deshauciada con las ausencias de Teletovic y Djedovic, sus dos grandes referentes. Huecos imposibles de tapar en un país donde no abundan las figuras. Ni Dusko Ivanovic parece capaz de dar desde el  banquillo lo que le falta a Bosnia.

GRUPO B:

Fuente: zonadostres.com

Alemania, concretamente Berlin, será el lugar donde España inicie su andadura en este Eurobasket. Scariolo vuelve tres años después al banquillo de la selección para arreglar el desastre que dejó Orenga, posiblemente el peor seleccionador de la historia del baloncesto español. Desde luego no tiene una tarea fácil por delante. Y no porque no tenga un equipo de nivel, que lo tiene, sino porque primero debe recuperar la confianza perdida tras el fracaso del pasado Mundobasket. Una labor que se complica con las importantes ausencias en el equipo. Los problemas físicos durante la temporada dejaron fuera de combate a Ricky Rubio, Calderón y Navarro. Ibaka quedó fuera en parte por este motivo y parte por la imposibilidad de llevar dos nacionalizados. Nombres muy ilustres pero son bajas de menor calado que la del mejor 5 del baloncesto mundial (quién nos hubiera dicho esto hace años), Marc Gasol. La millonaria renovación por los Grizzlies exigía un gesto del mediano de los Gasol y éste correspondió a su equipo de toda su carrera en la NBA renunciando a participar en el Eurobasket. La fascitis plantar de Abrines, uno de los pocos especialistas en el triple, completa la lista de bajas. Afortunadamente no todas son malas noticias. Pese a las dudas que podían generar su presencia su edad y una temporada muy cargada, Pau Gasol ejercerá de nuevo como líder de la selección española. Su liderazgo se necesitará más que nunca. A su vez, Mirotic terminó de deshojar la margarita y optó por defender los colores de su país de adopción y formación en lugar de su Montenegro natal. Un gran refuerzo de presente y futuro. Serán los dos únicos jugadores presentes en la NBA actualmente que estarán en una selección con una base muy marcada. Llull, Sergio Rodríguez, Rudy, Felipe Reyes, Mirotic, el joven Willy Hernangómez. ¿Suena de algo? Junto a Carlos Suárez formaban el plantel de jugadores nacionales del Real Madrid campeón de Liga y subcampeón de Europa en la temporada 2012-13. No es poca cosa precisamente, sobre todo cuando los cuatro primeros de la lista tocaron el cielo esta campaña tras lograr un poker histórico de títulos con el Real Madrid. Llull está en el mejor momento de su carrera y se ha permitido el lujo de hacer esperar a Houston Rockets para continuar en el club blanco. Rudy sigue demostrando que es uno de los jugadores más determinantes del baloncesto europeo en todas las facetas. La magia de El Chacho le reporta los galones necesarios para sustituir con garantías a los bases ausentes. Y de Felipe, qué decir, inagotable aunque pasen los años. Su MVP de la Liga Regular de la ACB y su inclusión en el quinteto ideal de la Euroliga es una bofetada a Orenga que le ninguneó incomprensiblemente en el Mundobasket. Son la base del Real Madrid y bien podrían serlo de esta selección, Gasol aparte. Junto al núcleo duro madridista Scariolo lleva acompañantes de diferente pelaje. Pau Ribas llegó finalmente tras firmar una gran temporada en Valencia que le valió la convocatoria y fichar por el Barça. Aportará trabajo, buen tiro y carácter. Scariolo no se olvidó de dos hombres a los que hizo debutar. Un viejo rockero, San Emeterio, que vuelve a la selección reconvertido en tirador desde el perímetro; y el eterno agitatoallas, Claver. Guillem Vives viaja para aprender y ocupar el puesto de tercer base, ganado en un muy buen final de temporada. Cierra la lista Aguilar que aprovechó que pasaba por allí mientras se producían lesiones y descartes. La decisión más sorprendente ya que su temporada fue muy floja.

Fuente: eldesmarque.com

España ha acabado la preparación invicta, algo que tampoco dice mucho visto el nivel de los rivales en los amistosos. Los de Scariolo no se han visto las caras con ningún rival llamado a pelear por las medallas. Macedonia, Polonia, Bélgica o la República Checa están lejos de ese nivel. Puede ser razonable no forzar la maquinaria antes del torneo pero pienso que algún rival de entidad hubiera venido bien para preparar un grupo tan exigente que no dará tregua. En cuanto al juego, tal como está formado el equipo la elección debería ser sencilla. A correr y que quien tenga frenos que frene que nosotros no lo vamos a hacer. La maravillosa pero ordenada locura del Real Madrid. Pero dudo que Scariolo se atreva con el desenfreno del equipo blanco y probablemente opte por un juego más pausado y estático y un buen trabajo defensivo. Así es como se vio al equipo en los partidos de preparación, la velocidad no fue un recurso demasiado utilizado. Incluso demasiado espeso en ocasiones. La responsabilidad caerá en muchos momentos en el dúo de los Bulls, Pau Gasol y Mirotic, que ocuparán los puestos titulares en el quinteto inicial. Siempre quedará Felipe Reyes pero falta hará su aportación dentro de la zona ya que la ausencia de Navarro o Abrines merma un juego exterior que ya estaba limitado en tiradores. La buena mano de Mirotic desde fuera puede ayudar a descerrajar las innumerables zonas que van a colocar los rivales aunque no parece que el triple vaya a ser una de las armas principales. El banquillo deberá dar un paso adelante ya que la diferencia entre titulares y suplentes parece mucho más marcada que en torneos anteriores. Durante la anterior etapa de Scariolo los bajones con los cambios se producían demasiado a menudo con mejores mimbres que los que dispondrá en este Eurobasket así que es un detalle a tener muy en cuenta en un torneo tan explosivo que exige una buena rotación. Pero la principal clave estará en recuperar la confianza. La situación me recuerda al Real Madrid de la última temporada. La calidad de la plantilla estaba fuera de toda duda pero la desconfianza surgida tras el desenlace de la temporada 2013-14 planteaba un escenario un tanto pesimista, de duro examen a superar. El desenlace ya sabemos cual fue, pleno de títulos para el club blanco. Seguro que a los Sergios, Rudy o Felipe la película les suena. Pueden tener la llave para levantar el ánimo de todos.

Fuente: thenational.ae

El grupo de esta primera fase es más que envenenado. Es quizá el más duro que recuerdo en un Eurobasket, exigente al máximo. Tanto que algún ilustre se irá a las primeras de cambio del campeonato. No habrá un momento de respiro. Para empezar, la subcampeona mundial, Serbia. Un equipo que recuperó su carácter competitivo el pasado año con la llega de Djordjevic al banquillo. Algo especial debe tener cuando consiguió que Teodosic ofreciera su mejor versión en el pasado Mundobasket. Si se olvida de su egoísmo y la facilidad para desaparecer en los momentos cruciales, Serbia tiene mucho camino recorrido porque condiciones tiene de sobra para jugar y hacer jugar a sus compañeros. Eso lo consiguió Djordjevic el año pasado. Y no es el único puntal en el que sostenerse. Nemanja Bjeliça se ha consagrado definitivamente esta temporada como un ala-pivot de nivel, como lo prueba el MVP de la Euroliga y su fichaje por los Timberwolves con el que iniciará su aventura NBA. Al joven Bogdan Bogdanovic se le cae el talento por todos lados. Escolta de gran calidad y fina muñeca. Buenos complementos como Nedovic, Erceg (muy peligroso cuando sale a tirar de tres), Kalinic o Markovic apuntalan un equipo joven pero muy experimentado. Su mayor lunar está dentro de la zona. La ausencia de Krstic, referencia en el juego interior pese a su costumbre de borrarse cuando llegan los partidos duros, deja un gran hueco porque Serbia no está sobrada de pivots. Tampoco estará Katic, el pivot del CAI y que hizo una buena labor en el pasado Mundobasket. Un problema la debilidad en la zona aunque estemos en una época donde el juego interior va perdiendo peso. Sólo será el primero de los duros escollos. Italia llega en plena progresión tratando de olvidar un periodo largo y oscuro en el que el otrora poderoso baloncesto transalpino se vio inmerso en un pozo de mediocridad. Pianigiani contará con toda la artillería pesada, no falta ninguno de sus jugadores en la NBA: Bargnani, Belinelli, Gallinari y Datome. Tampoco se sabe a ciencia cierta si es buena o mala noticia porque cuando se juntan todos la selección italiana se convierte en una banda de chupones sin orden ni concierto. Aparte que Bargnani siempre me pareció un tocomocho de cuidado. La ausencia de un base de garantías tampoco ayuda a la mezcla de tanto individualismo. Al menos este año su banquillo es más profundo. Aradori y, sobre todo Gentile (por el que siento debilidad, sobre todo cuando entra a canasta con una elegancia magistral) aportarán anotación y calidad mientras Melli y Cusin se encargarán de la dureza bajo tableros cuando los partidos se pongan serios. Pinta bien pero Pianigiani tiene trabajo para lidiar con tanto ego, algo en lo que fracasó en su etapa en Fenerbahçe.

Fuente: basketexpress.net

Turquía resulta una incógnita. Ya no están habituales como Turkoglu, Tunçeri, Arslan u Onan y piezas clave como el pivot Omer Asik o Predlzic tampoco forman parte del equipo. Ilyasova queda como líder de un equipo inmerso en un relevo generacional con varios jóvenes interesantes. En especial Cedi Osman, escolta de 20 años que ha impresionado en Efes Pilsen por su descaro y facilidad para anotar. Uno de los jugadores a seguir en los próximos años. Para añadir algo de experiencia a tanta juventud, Ataman recurre por dentro a Erden, jugador sobrevalorado como pocos; y a Bobby Dixon, faro del sorprendente Pinar Karsikaya que se llevó la Liga turca. Ojito con él que tiene una mano espectacular. Los turcos tendrán en contra la falta de experiencia en el banquillo, la ausencia de un 5 fiable y que fuera de su país nunca cuaja actuaciones notables. Aunque sabiendo la cantidad de turcos que viven Alemania el pabellón en Berlín se puede convertir en el mismísimo Abdi Ikpeçi. Y para acabar con el camino de espinas, el anfitrión, Alemania. La presencia de Nowitzki, en busca de su última aventura olímpica, ya da un salto de calidad importante a un equipo que siempre ha vivido por y para él cuando ha acudido a la llamada de su selección. Aunque los años se notan su calidad sigue siendo determinante. Desgraciadamente para el genio no sobran los acompañantes de nivel. Pleiss será el dueño del juego interior y saberse indiscutible quizá le dé la motivación que le faltó en Barcelona para ocupar un rol de acompañamiento. Si no es protagonista no rinde. Benzing puede ser una opción interesante por su facilidad para intercambiar los puestos de 3 y 4. Buen tiro desde fuera y poderoso dentro de la zona, puede crear una buena sociedad con Nowitzki intercambiando posiciones para desconcertar a las defensas. Schroeder, uno de los bases de Atlanta Kawks, y el nacionalizado Gavel ocuparán las posiciones exteriores. Poco más hay, un buen quinteto y un banquillo lleno de palmeros. Quizá suficiente para pasar a octavos con el aliento de su afición como aliado pero complicado que pase de ahí. Sin embargo ninguna maría le espera a España, a excepción de Islandia que completa el grupo. Los islandeses pagan la novatada en su debut con un grupo mortal donde debería marcharse con cinco derrotas. El veterano Stefansson, ex-jugador de Valencia Basket, CAI o Unicaja, es el único rostro conocido y tampoco es mucha garantía para soñar demasiado.

GRUPO C:

Fuente: eurohoops.net

Croacia será la sede del grupo C, en el que se prevee una clara bicefalia por el liderato del grupo. Como es de esperar, uno de los dos candidatos es la selección anfitriona. Croacia si cuenta con algo es con talento de muchos kilates en todas las posiciones. Tomic es el pivot de mayor calidad del baloncesto europeo aunque su clase no se traduzca en demasiados títulos para sus equipos. Bojan Bogdanovic se abre paso en los Nets donde ya va luciendo su cartel como uno de los mejores aleros de Europa. Saric, otra perla que rinde magníficamente tanto de alero como ala-pivot y al que se espera sin mucho tardar al otro lado del Atlántico. Hezonja, la perla de la que no supo sacar provecho Xavi Pascual y que busca su primer gran momento de gloria en el Eurobasket antes de emprender viaje hacia Orlando. Buenos complementos, sobre todo desde el perímetro, como Ukic, Rudez, Simon, Tomas o Sakic, aportan calidad al banquillo. Sin embargo Croacia tiene tanta calidad como falta de personalidad y sangre de horchata. La ausencia de intensidad y mala leche le juega demasiadas malas pasadas. La fortaleza mental ante las dificultades tampoco está entre sus puntos fuertes. En el último Eurobasket acabó cuarta pero siempre da la sensación en la pista que las medallas le quedan lejos. Deberá acabar con su sambenito para dar el paso adelante que se espera de un combinado con tanto talento. Sobre todo porque lo que le falta, le sobra a su gran rival del grupo. Grecia va sobrada de carácter y malas pulgas. En especial su gran figura, el referente del baloncesto griego durante la última década: Vassilis Spanoulis. El genio letal que siempre aparece cuando se le necesita, mortal de necesidad en los momentos calientes del partido. El gran líder de una selección helena que busca retomar el vuelo y que cuenta con un quinteto titular de mucho nivel. Calathes es un base que dirige con calma y buen criterio. El joven Antetokounmpo aporta la explosividad cerca del aro y el futuro del baloncesto griego. Kouffos, la intimidación. Papanikolau quizá es el único que chirría aunque no por falta de calidad sino por su irregularidad incurable. No descarto que Perperoglou le pueda quitar el sitio en más de una ocasión. El banquillo está lleno de experiencia y varios puntos en común: brega, intensidad, compromiso, sacrificio, dureza. Katsikaris va a disponer de reservas que den guerra al rival aunque sea a base de repartir estopa. No es un técnico que utilice El Pireo style pero si hay que zurrarle al contrario tiene efectivos de sobra para ello. Los Sloukas, Printezis, Bouroussis, Kaimakoglu o Mantzaris son diestros a la hora de ir a la guerra. Y si hay que calmar las cosas, para eso está el veterano Zisis para compartir la dirección con Calathes. Bloque duro y compacto que será difícil de batir.

Fuente: kosarka.si

La diferencia entre estas dos selecciones y las demás es palpable. Eslovenia puede quedar como la tercera en discordia a una considerable distancia pero va a llegar a Croacia con demasiados problemas. Un equipo que ha dependido casi exclusivamente de los hermanos Dragic se va a resentir con la ausencia del mayor, Goran, el bueno. Ahora la responsabilidad recae en Zoran, el no tan bueno. Será el nuevo líder de un equipo que no sólo llorará la baja de su hermano mayor. Ni Nachbar, ni Begic, ni los hermanos Udrih (ni siquiera el mediocre Samo) estarán en el Eurobasket así que la papeleta se le presenta complicada a un equipo que pierde muchos enteros. Podría incluso ser sorprendida por Georgia, a la que veo más capacitada para acabar tercera. No es un gran equipo pero tiene un bloque interesante. Liderado por el pivot Pachulia, con una enorme experiencia en los Hawks, tiene un quinteto experto y muy apañado. Sobre todo en los puestos de aleros, donde Shengelia y Sanikidze aportan mucho poderío físico. Shermadini es un buen recambio para dar un respiro a Pachulia, y Markoishvilii tendrá la responsabilidad de aportar desde la línea exterior, donde más puede sufrir Georgia junto a la ausencia de un base en condiciones. Que el puesto lo ocupe Jacob Pullen lo dice todo, que nadie espere una lectura de juego privilegiada aparte que se juegue todo lo que le llegue a las manos. La falta de banquillo será también un grave inconveniente. Macedonia acabó cuarta hace cuatro años pero esa gesta ya parece lejana y, por supuesto inalcanzable. Sin McCalebb, gran artífice de esa histórica actuación y que ya dejó atrás sus mejores años, y el duro Pero Antic el equipo queda muy cojo. Richard Hendrix, un buen pivot, ocupará el rol de nuevo referente junto a Vojdan Stojanovski, escolta de Andorra que fue clave en la permanencia, y el veterano Ilievski. Poco más puede ofrecer un equipo al que vimos en el doble amistoso contra España muy frío en defensa y con pocas alternativas a este trío. No veo a Macedonia entre los cuatro primeros, le faltan demasiadas cosas. Al igual que Holanda que vuelve tras 26 años de ausencia a un Eurobasket. Salvo Norel, pivot del CAI que no ha vuelto a ser el mismo tras su grave lesión de 2013, el equipo es un grupo de auténticos indocumentados sin experiencia. Desde luego no tienen un Rick Smits entre los doce convocados. Lo que no me explico es en qué pensaba Montenegro para caer eliminados ante los holandeses en el Preeuropeo.

GRUPO D:

Fuente: oasport.it

En todos los campeonatos hay un grupo de la muerte y otro de la risa. Pues bien, el grupo D que se disputará en Riga (Letonia) es este último, el de menor calidad global con diferencia. El regalito le ha caído en las manos a Lituania que se está acostumbrando en los últimos años a caer en grupos de bajo nivel y poca competencia. No va a tener que esforzarse mucho para liderar el grupo. Baño y masaje para una selección muy poderosa físicamente, aspirante a las medallas pero que deberá despejar algunas incógnitas. La primera, cómo superar algunas bajas muy sensibles. Kleiza, la gran estrella en los últimos años, ya no está como referente. Los años pesan, al igual que para los hermanos Lavrinovic, ausentes también. Motiejunas o Pocius, por nombrar algunos de los habituales en las últimas convocatorias, tampoco estarán en el Europeo. Nombres de peso, en especial en el juego interior que queda algo cojo aunque será un pivot el gran referente lituano. Valanciunas deberá dar el paso adelante que se espera de él. Su poderío físico le podría convertir en determinante de no ser por su falta de carisma y liderazgo. Falta le hace carácter ganador para convertirse en el líder que espera Lituania. Le acompañarán varias piezas valiosas. Recupera a Kalnietis, ausente el año pasado. La dirección se sintió huérfana de este base anárquico pero espectacular cuando le salen bien las cosas. Cuando tiene el día cruzado puede llevar a su equipo a la perdición. Dos aleros muy cualificados cubren bien el puesto de 3 e incluso de 4. Maciulis aportará carácter, trabajo y la enorme confianza que le da sentirse importante en el pleno del Real Madrid. Kuzminskas ha progresado adecuadamente en Unicaja y será un arma importante con sus penetraciones, buen tiro desde fuera y su facilidad para correr el contraataque. Sin embargo el equipo se queda en una rotación corta debido a las bajas. Veteranos como Jankunas o Javtokas, eternos secundarios como Seibutis y Milaknis y jugadores con poca experiencia, entre los que está Domantas Sabonis, completan un equipo que echará de menos una rotación más larga. Seguramente no le hará mucha falta en la primera fase debido a la clara superioridad de la que disfruta. La pelea por la segunda plaza la dirimirán selecciones con muy poco peso en el baloncesto europeo y a los que se les presenta una ocasión de oro para llegar lejos debido a que el cruce con el tercero del grupo C no asusta a nadie. El gran candidato a ocupar este lugar es la República Checa, en manos de dos jóvenes con enorme talento. Satoransky ha dado el salto de calidad para asentarse como titular del Barça. A su físico le acompaña una mejoría clara en el tiro y lectura del juego. Ya tiene la vista puesta para 2016 en la NBA, de donde regresó Jan Vesely tras un paso gris en el que acusó el temprano salto a la mejor liga del mundo. Aunque empezó como ala-pivot, su falta de tiro exterior y su poderío físico le ha llevado a jugar muy cerca del aro, como 5. Un diamante pulido para dominar el rebote ofensivo e imponer su físico poderoso y explosivo. Buena parte de las opciones checas pasan por el rendimiento de esta pareja aunque cuenta con algunos complementos útiles como Jelinek, otro joven talentoso pero demasiado irregular como bien sabemos de su etapa en ACB; Pumprla, trabajador y que aporta en muchas facetas como bien saben en Obradoiro; y dos veteranos ilustres que apuran su carrera: Lubos Barton y el vendeburras de Jiri Welsch que aún sigue danzando por ahí. Material para aspirar a la segunda posición en un grupo tan endeble.

Fuente: eurohoops.net

Ucrania ha sorprendido en los últimos dos campeonatos ofreciendo un buen rendimiento que no se esperaba pero parece improbable que repita en esta ocasión. La terrible situación del país, envuelto en un duro conflicto bélico, no es la mejor para lucirse en una pista de baloncesto. Tampoco contará con casi todos sus hombres importantes. Pooh Jeter, el anotador, no estará en esta ocasión. Tampoco formarán parte del equipo nombres experimentados como Lishchuk, Gladyr, Pecherov o Kravtsov. Demasiadas ausencias y demasiado importantes. Fesenko, con pasado en los Jazz, es el único referente fiable en un equipo en el que tampoco está en el banquillo Mike Fratello. Le sustituyó Evgeny Murzin, conocido en su país por contar poco en sus equipos con jugadores ucranianos, de los que nunca se ha cansado de decir que tienen poco nivel. Menudo panorama espera. La mala posición en la que ha quedado Ucrania con los numerosos problemas que sufre abre la puerta a la clasificación a selecciones como Bélgica, con mucho físico y una buena actitud defensiva que suele dar buenos frutos en el baloncesto moderno. No carece de jugadores con talento. Van Rossom es un base de plenas garantías, Hervelle mantiene su calidad, carácter y liderazgo, Lojeski es un alero fantástico que se encuentra entre los mejores de Europa en su posición y Tabu puede poner el punto alocado que a veces funciona cuando los partidos se abren. Ha hecho una buena preparación, derrotando a Grecia o Finlandia y poniendo en muchos aprietos a España y Francia así que puede ser una de las sorpresas. Letonia también podía haber aspirado a protagonizar ese rol pero las ausencias le van a lastrar demasiado. Las lesiones de Davis Bertans o Kuksisks y la renuncia de Porzingis, que se reserva para su debut en la NBA tras causar sensación en Sevilla, no son fáciles de cubrir pero sigue contando con efectivos para soñar con la clasificación. Strelnieks es un base con una buena visión de juego y el perímetro letón puede resultar peligroso con tiradores irregulares pero muy dañinos si pillan la racha. Dairis Bertans, Blums, Janicenoks o Freimanis pueden crear muchas problemas si tienen el día acertado. Berzins debe poner la solidez y dureza dentro de la zona, donde más va a sufrir el conjunto letón. Estonia cierra el grupo y parte como el rival más débil, lo que ya es decir en un grupo de perfil bajo. Muchos jugadores en la liga estonia y sin apenas experiencia internacional. Lo más destacable de esta cenicienta está en el banquillo, ocupado por Sokk, el base de la URSS en los años 80 y que ha convocado a dos de sus hijos para el Eurobasket. Poco más se puede decir de un equipo frágil e inexperto, condenado a caer en la primera fase.