Terminó el largo camino por la Liga Regular para llegar al meollo de la temporada en la ACB, la fase que realmente importa y que decide el título liguero: los playoffs. El enfrentamiento entre los ocho primeros de la Liga Regular en busca de la gloria en la competición más importante del baloncesto español. Como recordatorio, los playoffs se disputan con un formato de eliminatorias de cuartos de final al mejor de tres partidos y las semifinales y la final al mejor de cinco partidos para llegar al título. Un título que podría resultar muy especial en caso de conseguirlo para el líder tras las 34 jornadas de la fase regular, el Real Madrid. Su consecución cerraría un triplete histórico para el equipo blanco tras lograr la Copa del Rey y la ansiada Euroliga. Un hito que no logra desde 1974, cuando el Real Madrid ejercía una larga tiranía en el baloncesto nacional en la que pocos títulos se le escapaban en casa. Un baloncesto muy diferente que se parece poco al actual. Un nuevo título en la Liga ACB, donde parte como principal favorito, redondearía una temporada para el recuerdo en la que se ha establecido definitivamente como el mejor equipo del baloncesto europeo en la actualidad. Pocos son los rivales con opciones reales de apartarle del camino. Sin duda el más cualificado es su eterno rival, el Barça, que busca la misma sorpresa de la temporada anterior para evitar el primer año en blanco desde 2008, el año de la llegada de Xavi Pascual al banquillo. Unicaja fue durante meses la alternativa al dominio de los grandes futboleros pero el paso de los meses han hecho mella a su juego y llega en el peor momento de la temporada a la fase decisiva de la ACB. Los demás no parecen en condiciones de presentar una candidatura de mínimas opciones salvo sorpresa mayúscula. Pero sin más preámbulos paso  a analizar cada eliminatoria de cuartos de final.

Real Madrid – Gran Canaria:

Fuente: levante-emv.com

El Real Madrid llega a los playoffs en una situación inmejorable tras proclamarse campeón de Europa en la Final Four disputada en casa, en Madrid. Aún resuenan los ecos de la celebración en el Palacio de los Deportes para festejar una ansiada Euroliga que se le escapó entre los dedos en las dos temporadas anteriores. Una generación de jugadores, un estilo de juego veloz y atractivo que había encandilado a muchos aficionados al baloncesto, un proyecto bien trazado tras muchos años de zozobra en el equipo blanco tenían ya el espaldarazo que merecía. Nadie podía negar ya que es el mejor equipo de Europa. Demostró que se puede jugar bonito y ganar títulos. No es imprescindible el basket control, El Pireo style o entramados tácticos más dispuestos a ensalzar a la defensa que al talento. Este Real Madrid ha alcanzado su mayor grado de madurez, es capaz de fajarse y ganar bajo cualquier circunstancia. Puedev encer destrozando a su rival por velocidad si le deja correr, lanzado por el frenesí de Llull o Sergio Rodríguez. Bombardeándolo desde la línea de tres con el juego de perímetro más temible de Europa (los Sergios, Carroll, Rudy, Rivers). Arrasando con un tercer cuarto en el que desata una tormenta perfecta que se lleva por delante a cualquiera. Y si el partido se pone áspero y canalla siempre puede recurrir al Clan de los cojonazos. Si hay que ir a la guerra se puede estar seguro con guerreros que nunca se achican como Nocioni (flamante MVP de la Final Four), Maciulis, Ayón o Slaughter. Capítulo aparte merece Felipe Reyes, el eterno capitán. Incombustible, siempre mejor jugador a cada año que pasa aunque 35 años refleje su DNI. Rara es la ocasión que no aparece cuando los partidos llegan al momento más decisivo. Reciente MVP de la Liga Regular que premia su aportación impagable que no decrece con los años. Resulta difícil ponerle fecha de caducidad. Sobra decir que hay argumentos suficientes para considerarle el gran favorito al título. El gran enemigo es la relajación que pudiera llegar tras lograr el gran objetivo de la temporada, la Euroliga. Con la resaca aún en la cabeza perdió los dos últimos encuentros de la Liga Regular. No tiene mayor trascendencia pero tanta relajación puede llevar a malos hábitos. Un descuido en el primer partido de cuartos puede costar caro así que es momento que los madridistas vuelvan a ponerse las pilas. A Laso le toca bajar al equipo de la nube para volver a la realidad en busca del triplete.

 Fuente: baskonistas.com

Gran Canaria ya es un fijo en la fase final de la temporada en los últimos años. No está sobrado de recursos pero siempre trabaja muy bien. Sin embargo esta temporada no ha sido de las más brillantes. La afición de Gran Canaria la recordará por la disputa de la final de la Eurocup, donde fue arrasado sin contemplaciones por el Khimki ruso, pero su caminar por la competición doméstica no colmó las expectativas. Cayó en cuartos ante Joventut en la Copa celebrada en su cancha y no logró asegurarse la clasificación hasta la penúltima jornada, estando buena parte de la temporada fuera de los ocho primeros. Logró la clasificación pero se las tendrá que ver con el coco, el Real Madrid. Los de Aíto han practicado un juego demasiado irregular, alternando buenos momentos con largos lapsus ofensivos que costaban muy caros. Llegará con problemas en el juego interior debido a ausencias importantes. Perdió a O’Leary, lesionado seriamente y sustituido por Aleks Maric que dista desde hace tiempo de ser aquel jugador que impresionó en Partizan en la temporada 2008-09. Un grave problema familiar, la enfermedad de su hijo de diez meses, aparta a Kendall de los playoffs. Aparte de Maric, Eulis Báez, un alero que ocupa muchos minutos el puesto de 4, queda como el único jugador que puede acompañar dentro a la gran referencia en la zona, Tavares, el gigante de Cabo Verde que ha explotado definitivamente aunque aún le falten aspectos por pulir en cuanto a movilidad cerca del aro. Desequilibrio muy evidente en un equipo superpoblado en la línea exterior pero que tiene que echar mano de aleros para completar el juego interior. Un serio inconveniente cuando el rival es una plantilla tan larga y completa como la del Madrid. Es fácil imaginar que el juego por dentro se centrara en Tavares y cobrará protagonismo el juego de perímetro. Tiradores consumados no faltan (Kuric, Oliver, Salin, Txemi Urtasun, el recién fichado Vitali), un base con mucho criterio (Bellas) que ha mejorado su tiro sensiblemente en las dos últimas temporadas y aspira seriamente a entrar en la selección en el próximo Eurobasket, y unos aleros con buena mano y capacidad física para penetrar y rebotear (Báez, Newley, Beirán) que pueden despistar a las defensas alternando los puestos de 3 y 4. Por plantilla no es un rival sencillo, sobre todo cuando juega como local, pero sus lagunas durante los partidos y la escasa rotación de pivots suponen problemas complicados de resolver en una eliminatoria donde cuenta con pocas opciones salvo que el Real Madrid siga en las nubes.

Barça – Joventut:

Fuente: eurosport.com

El Barça se presenta a estas alturas de la temporada de la misma forma que la anterior. El título supone más una urgencia que una ilusión, la última oportunidad para evitar terminar la campaña sin lograr un título. Algo que no ha ocurrido desde que Xavi Pascual ocupa el banquillo, sin contar los meses en los que se hizo cargo del equipo tras el cese de Dusko Ivanovic en febrero de 2008. Una temporada ilusionante al comienzo, con una plantilla que se contaba entre las más poderosas de Europa, ha acabado completando decepción tras decepción. Una plaga de lesiones en el juego exterior entre noviembre y diciembre dejó tocado al equipo azulgrana que acumuló varias derrotas que le descolgaron del liderato. Con todo el plantel al completo no respondió en los momentos importantes de la temporada. Cayó en la final de Copa con el Real Madrid en un final de partido muy mal gestionado. Peor aún le fue en Euroliga. Quedó fuera de la Final Four tras caer en cuartos de final con Olympiacos, subcampeón europeo a la postre, en una eliminatoria donde no fue capaz de jugar un solo buen partido. Da la sensación que el título de Liga de la pasada temporada ocultó problemas estructurales que no se han solucionado. Los problemas físicos de Navarro le alejan de un estado óptimo de forma. Huertas no ha sido ese jugador que se adueña de los partidos y le ha quitado el puesto un Satoransky que ya le cogió el aire a la dirección del equipo azulgrana y despliega su poderío físico para transmitir potencia y frescor al juego ofensivo del Barça. Doellman no ha cumplido las expectativas que levantó su fichaje. Sus números no son malos pero no da la sensación de aportar cuando el equipo lo necesita. Peor aún es la aportación de Pleiss, despistado y desmotivado en su rol de suplente de Tomic. La falta de protagonismo disminuye su implicación, un problema que se une cuando Lampe tiene el día que pasa de todo. El juego exterior se ha mostrado irregular, alternando encuentros muy certeros con apagones que costaron caro. El caso de Hezonja, postergado incomprensiblemente en una temporada donde ha demostrado su enorme potencial, es un expediente X. Sólo Tomic, Abrines, Satoransky y quizás Thomas han estado regularmente al nivel esperado. Tras la eliminación europea el Barça enderezó un poco el rumbo y logró alcanzar la segunda plaza aprovechando el hundimiento de Unicaja en el último mes pero sigue sin ser brillante. Las esperanzas están en que Xavi Pascual vuelva a imprimir ese gen competitivo que asegura un título por temporada y el potencial de una plantilla con mucho nombre y que debe demostrarlo en la última bala que le resta en el cargador, la ACB. Ya lo consiguió el año pasado en una situación similar.

Fuente: kiaenzona.com

Joventut regresa a los playoffs con el derbi catalán por excelencia, superando todas las expectativas que se tenían puestas en el equipo verdinegro al principio de temporada. La mezcla de jugadores veteranos, pero de probada valía y experiencia, y los jóvenes surgidos de la inagotable cantera de la Penya produjo un efecto inesperado pero muy productivo. El puro estilo de Badalona se fusionó con la fiabilidad de veteranos curtidos en mil batallas. Realizó una primera vuelta espectacular con unas señas de identidad bien definidas: juego veloz, fiabilidad en el perímetro y fortaleza en el rebote ofensivo. Logró la clasificación para la Copa donde llegó a semifinales, poniendo en serios aprietos al Real Madrid hasta que se lo llevó por delante la habitual tormenta perfecta del tercer cuarto. La gran primera vuelta, en la que puso en jaque a los más grandes, le sirvió como impulso para el resto de la temporada donde le bastó con nadar y guardar la ropa cuando llegó el bajón. Buenos argumentos tuvo para firmar una temporada magnífica. Mallet y Hannah ponen la velocidad que le conviene al equipo verdinegro. Miralles y Savané, el poderío bajo tableros y la capacidad reboteadora. Kirksay, la versatilidad que ha derrochado durante toda su carrera. Vidal, un trabajo impagable y decisivo en todas las facetas en su regreso a casa esta temporada. Suton fue un descubrimiento interesante aunque ha bajado su rendimiento en los últimos meses. Y los jóvenes (Álex Suárez, Barrera, Ventura, Abalde) aportan ese descaro y atrevimiento que nunca ha faltado en la cantera del Joventut. Rápidos y fiables en el tiro exterior, no se cortan ante nada. Puro producto de Badalona que crece bajo la sombra de Llovet, el veterano de los chavales aunque aún muy joven y que por fin ha podido demostrar su valía tras librarse de las numerosas lesiones que le han perseguido. Esta eliminatoria le hubiera venido mejor hace tres meses pero estar aquí sin que nadie lo esperara ya es un premio. Sus opciones son escasas pero que la Penya se asome de nuevo entre los ilustres del baloncesto español es una buena noticia.

Unicaja – Baskonia:

Fuente: piratasdelbasket.net

Durante gran parte de la Liga Regular, Unicaja se postuló como una seria alternativa al inamovible dominio de los dos grandes futboleros. El gran trabajo de Joan Plaza y sus hombres le valió para liderar la ACB durante cinco meses. Un equipo bien conjuntado y muy equilibrado, con dos jugadores fiables por puesto, que confirmaba las buenas sensaciones que dejó al final de la campaña pasada. Sin embargo el equipo malagueño ha perdido lucidez poco a poco, coincidiendo con el desgaste de la Copa, en la que cayó en semifinales ante el Barça, un Top 16 muy decepcionante. El último mes ha significado un hundimiento sin paliativos. Primero cedió el liderato al Real Madrid pero la sucesión de derrotas continuó hasta dejar en manos del Barça la segunda plaza. El juego en los últimos encuentros ha estado en consonancia con los resultados. Ningún parecido al equipo sólido y equilibrado de los primeros meses de competición. Granger, pieza clave en el juego de Unicaja, ejemplifica la caída de su equipo. De la brillantez y acierto en las vacas gordas ha pasado a la precipitación y los errores. A los playoffs llega tocado por un golpe en el costado. La lesión de Stefansson, ausente los dos primeros partidos de la serie, reduce las opciones en la dirección en caso de estar mermado. No ha encontrado Plaza muchos apoyos para recoger el testigo del base uruguayo. Sólo Toolson y sus triples y la fortaleza de Fran Vázquez en la zona presentan un buen nivel. Secundarios que han realizado una buena labor como Will Thomas, Calebb Green, Vasileiadis, Markovic o Golubovic han bajado drásticamente sus prestaciones. Incluso la pareja de aleros de lujo, Carlos Suárez y Kuzminskas, no está aportando lo mismo. Los playoffs llegan en un mal momento, en un bajón de juego que no presagia nada bueno. La situación es completamente opuesta al de la campaña pasada en la que llegó con fuerza. Ahora la situación se presenta incierta.

Fuente: piratasdelbasket.net

Baskonia representa el caso opuesto. Su inicio de temporada fue desastroso, dejando una imagen de equipo sin rumbo ni alma. Se produjo el relevo del entrenador, Marco Crespi, y se sucedieron los cambios constantes de jugadores en la plantilla. La situación caótica dejó a Baskonia fuera de la Copa del Rey, un borrón histórico. Sin embargo el equipo vitoriano reaccionó en la segunda vuelta. Con un hombre de la casa, Ibon Navarro, al mando y la llegada de piezas que sí encajaron en el equipo, Baskonia fue mejorando sus prestaciones. Estuvo a un paso de clasificarse para los cuartos de Euroliga. Sólo lo impidió una derrota en Málaga ante un Unicaja que no se jugaba nada. Un palo del que supo levantarse para lograr la clasificación para los playoffs. La honra ya estaba salvada. Además los playoffs le llegan en un buen momento al equipo vitoriano, en forma y más conjuntado. Los momentos difíciles sacaron a relucir los galones de los más veteranos. San Emeterio fue el primero en tirar del carro, reconvertido en tirador fiable desde el triple. Causeur ha crecido enormemente en los últimos meses hasta convertirse en pieza vital en Vitoria. Un jugador total que anota, defiende, rebotea y dirige con criterio. Clave en el Baskonia actual, sobre todo porque es el encargado de dirigir ya que Darius Adams y Mike James, capaces de lo mejor y lo peor, están más preocupados por anotar. Colton Iverson y Begic aportan centímetros y mucha presencia en el juego interior aunque en los últimos partidos Baskonia ha destacado más por su acierto desde la línea de tres. Tillie y Shengelia, más versátiles que los anteriores pero poderosos físicamente, resultan muy útiles por su poder reboteador, buena mano y facilidad para correr al contraataque. Ha quedado un equipo apañado aunque no sea el de las mejores épocas. Podía ser mejor con Davis Bertans pero la grave lesión que sufrió el alero letón dejó un hueco que trata de tapar el equipo vitoriano con Hanga. Sin embargo el buen momento por el que atraviesa le concede opciones en esta eliminatoria. La veo muy igualada. Incluso me decantaría por Baskonia viendo las diferentes sensaciones que transmite cada uno.

Bilbao Basket – Valencia Basket:

Fuente: tercerequipo.com

La historia de Bilbao Basket esta temporada es un relato de resurrección. Estaba moribundo cuando la ACB le dejó fuera de la competición por los problemas económicos que atravesaba. Su repesca, instada por instancias superiores, le rescató de la fosa. La respuesta de los jugadores y de Sito Alonso ante esta nueva oportunidad fue encomiable. Los Hombres de Negro ofrecieron un rendimiento magnífico durante la temporada. No sólo no lograron pasar apuros sino que en todo momento se instalaron en la parte alta de la clasificación. Miribilla volvió a causar pavor entre los ilustres de la ACB. Bilbao Basket consiguió clasificarse para la Copa, todo un logro sabiendo de donde venía. No importó siquiera que cayera a las primeras de cambio. Supo mantenerse a flote incluso llegó una pequeña mala racha de resultados. Acabó imponiéndose a su rival en esta eliminatoria en la penúltima jornada para certificar una cuarta plaza que suena a milagro. Sito Alonso ha logrado sacar petróleo de una plantilla de escaso banquillo echando mano de intensidad, juego muy veloz y sacando todo el jugo a los veteranos. Mumbrú, Hervelle o Raúl López no defraudaron cuando se les necesitaba, como siempre. Sin embargo los dos grandes referentes han llegado en dos incorporaciones de esta campaña. Colom ha dado un salto de calidad enorme en Bilbao. Se ha convertido en uno de los mejores bases de la competición. Rápido, clarividente y con buena mano. Decisivo para darle a su equipo ese ritmo alegre y frenético que necesita. El otro miembro de esta pareja, Marko Todorovic, ha sido una de las sensaciones de la temporada. El ala-pivot cedido por el Barça ha explotado en Bilbao Basket. Dominador bajo aros, buen reboteador y con buenos movimientos. Una perla que dejó escapar el equipo azulgrana y que tiene las miras puestas incluso en la NBA. La sociedad que han formado Colom y Marko Todorovic ha sido el azote de muchos rivales. Gran parte del rendimiento de Bilbao Basket se basa en ellos. La espectacularidad y poderío de Latavious Williams dentro de la zona y la muñeca, irregular pero letal en un día inspirado, de Bertans completan un equipo que ha rendido por encima de las dificultades y un futuro incierto que, afortunadamente, se ha despejado con la llegada de Dominion como patrocinador.

Fuente: somosbasket.com

Valencia Basket se presentaba al inicio de la temporada como alternativa a Real Madrid y Barça. El impulso de la brillante temporada anterior y una plantilla larga y de nivel concebían muchas esperanzas en Valencia. Sin embargo el rendimiento no ha sido el deseado. Los fichajes no ofrecieron lo esperado durante los primeros meses de competición. Muchos jugadores actuaron a un nivel inferior al del curso pasado. El juego vigoroso y arrollador de meses atrás se transformó en irregularidad y falta de solidez. Los nervios cundieron y lo pagó Perasovic con su puesto. El sustituto, un hombre de la casa. Carles Durán logró clasificar al equipo para la Copa y enderezó el rumbo. No logró revalidar el triunfo en la Eurocup del año anterior pero al menos Valencia Basket no pasó penalidades para entrar en los playoffs. La mejor noticia fue el rendimiento de Pau Ribas, en el mejor momento de su carrera y que apunta a la llamada de Scariolo para el próximo Eurobasket. Ha sido el sustento del equipo valenciano para reencontrar el camino. Los bases han elevado su rendimiento en las últimas semanas. Van Rossom, perseguido por las lesiones, ha recuperado su mejor versión de cara al tramo final de la temporada. Guillem Vives ha completado la difícil adaptación y aporta minutos de calidad en la dirección. Con él en pista se ha recordado en algunos momentos al equipo veloz y desenfadado de la temporada pasada. Harangody tampoco ha desempeñado un mal papel, aportando poderío físico y una mejoría notable en el tiro de tres para lo que acostumbra. Lucic también ha mejorado en los últimos partidos pero las opciones de Valencia Basket pasarán por la mejoría de las piezas clave del año pasado. Hará falta que Sato, Rafa Martínez, Dubljevic, Aguilar o Lishchuk recuperen su mejor nivel para pensar en avanzar al menos esta ronda. Loncar y Nedovic son dos monedas al aire, difícil saber qué día tendrán. Con un par de jugadores no le bastará ante Bilbao Basket, ya lo comprobó en la Liga Regular. Es la eliminatoria más incierta. Apostaría por Valencia Basket debido a su mayor amplitud de plantilla pero Miribilla es mucho Miribilla. A ilusión no le van a ganar a Bilbao Basket.