Del 15 al 17 de mayo se disputará en Madrid la gran fiesta del baloncesto europeo a nivel de clubes. Llega la Final Four de la Euroliga, el gran acontecimiento que significa el oscuro objeto de deseo para los grandes clubes del continente. Llegar hasta aquí ya es un logro. Ganar, lo máximo en el baloncesto continental. La Final Four comenzará en una fecha muy señalada para la ciudad anfitriona ya que el día 15 de mayo se celebra San Isidro, el patrón de Madrid. Día festivo en la capital de España para animar aún más el ambiente en los aledaños y en el interior del Palacio de los Deportes. El lugar de celebración también será un acicate para uno de los participantes, el Real Madrid, que buscará su anhelado noveno entorchado de la máxima competición europea en casa tras las dos intentonas frustradas los dos últimos años. Una Final Four que no dispondrá del último campeón por segundo año consecutivo tras la eliminación de Maccabi en cuartos de final. También faltará un habitual de la cita, el Barça, que corrió la misma suerte que el conjunto macabeo. Pero nadie puede negar que el cuarteto presente en Madrid es de auténtico lujo: Real Madrid, CSKA Moscú, Fenerbahçe y Olympiacos.
Fuente: realmadridfans.org
Seguro que nadie es ajeno al sencillo formato de competición pero por si acaso lo recuerdo. La Final Four la disputan cuatro equipo como su nombre bien indica. El día 15 se celebran dos semifinales a partido único. Los ganadores pasan a la final y los dos perdedores disputarán el absurdo tercer y cuarto puesto. A vida o muerte, no puede ser más simple. Tanto el tercer y cuarto puesto como la final se celebrarán el domingo 17. Más sencillo, el mecanismo del botijo.
Sin más preámbulos paso al análisis de los cuatro equipos presentes en la Final Four.
CSKA MOSCÚ – OLYMPIACOS:
Fuente: eurohoops.net
Cada vez que llega la Final Four al CSKA le acompaña la vitola de mejor plantilla de la competición y el gran favorito a priori. No falla ni un año la coletilla pero la realidad dice que desde 2008, precisamente en Madrid, el CSKA Moscú no levanta el trofeo de la Euroliga. Mucho tiempo para un equipo del potencial y recursos económicos casi ilimitados de los que dispone. De nuevo la plantilla que presenta el equipo moscovita es de auténtico lujo y los ecos de favorito le acompañan por donde va. Hasta ahora su paso por la Euroliga esta temporada ha sido asombroso. Sólo ha cosechado tres derrotas y es el equipo con mayor anotación del campeonato. La colección de nombres que atesora asusta. Poco se puede decir cuando los últimos hombres de la rotación son unos tales Khryappa y Fridzon, titulares en cualquier equipo grande en Europa. Impresiona sólo de escucharlo. Y aunque parezca que no falta nada, si se puede poner la guinda al pastel no se repara en gastos. Ya disponía de un plantel de lujo cuando repatrió a Kirilenko a mitad de temporada. Sin duda, a la plantilla no le falta de nada. Dispone de dos bases del máximo talento, Teodosic y De Colo aunque el francés es mucho más válido como escolta, su puesto natural. Aaron Jackson da otro punto alocado más por si hiciera falta en la dirección. Weems pasa por ser uno de los grandes aleros del baloncesto europeo. Por dentro tiene elementos tan valiosos como diferentes. Kaun es el pivot de kilos y rocoso. Vorontsevich, la versatilidad y la amenaza cuando sale a lanzar al perímetro. Hines, la explosividad y derroche físico que suple su falta de centímetros. Khryappa representa el oficio y el buen trabajo en todas las facetas aunque sus minutos ya sean mucho más limitados. Y por si fuera poco, está Kirilenko que marca diferencias mientras apura sus últimos momentos como jugador poniendo su ilimitado talento y experiencia para lograr la ansiada Euroliga que complete su carrera deportiva. Material como para asustar a cualquiera. Sin embargo las dudas no llegan de su potencial sino de su capacidad competitiva. En los últimos años el CSKA se ha achicado en cuanto llegaban los duelos a vida o muerte de la Final Four. Muchas imágenes aún están frescas en la retina. El hundimiento en el último cuarto en la final de 2012 en la que dejó escapar un título que tenía en la mano. El ataque de pánico en la semifinal de 2013 ante la excesiva intensidad defensiva de Olympiacos. El desgraciado final de partido ante Maccabi de 2014 donde voló otro encuentro encarrilado. Las desapariciones de Teodosic o Krstic, el empequeñecimiento de Weems hasta convertirse en un K.C. Rivers o decisiones erróneas de alguien tan cerebral como Khryappa. Consecuencias de falta de mentalidad en los momentos calientes de la temporada de los que deberá deshacerse para volver al trono europeo. Su rival le evocará varios de esos momentos aciagos.
Fuente: slamnroll.com
Olympiacos es, precisamente, uno de los protagonistas de las pesadillas recientes de CSKA Moscú. En 2012 le birló la Euroliga en aquel increíble último cuarto del desplome del equipo ruso cuando tenía prácticamente ganado el título. El año siguiente le atemorizó con su brutal nivel defensivo que sacó del partido al equipo entrenador por entonces por Messina. Olympiacos no es un equipo que atraiga a simple vista. Áspero, duro, feo en su concepción de juego. Un equipo trabajador que ha labrado su propio estilo, El Pireo style. Defensa hasta una intensidad extrema a costa de todo. Si hay que arrancar cabezas, se arrancan. Para ello dispone de guerreros de sobra que no dudan en dejarse hasta la último gota de sudor o gramo de energía: Dunston, Oliver, Darden, Mantzaris, Sloukas,… Obreros de la canasta que ponen su trabajo al servicio del equipo. Para lucirse ya está Spanoulis. En el equipo heleno nadie respira sin que lo diga su gran e indiscutible líder. Spanoulis, uno de los grandes jugadores europeos de la última decada, es el faro sobre el que gira el juego ofensivo de Olympiacos. Cuanto más complicada es la situación, cuando llega la hora de los valientes, más posibilidades hay que aparezca y casi siempre de forma decisiva. Spanoulis disfruta donde otros muchos se achican. Algo que también hace uno de sus discípulos aventajados, Printezis. El verdugo del Barça con ese triple sobre la bocina que clasificó a Olympiacos para la Final Four se ha confirmado como uno de los mejores ala-pivots del baloncesto europeo. No son los únicos argumentos de los que dispone el equipo heleno. Lojeski es un alero con capacidad para ser titular en cualquier equipo en Europa, tanto por su trabajo como su capacidad para anotar. Las rachas de Petway y Lafayette ejercen de buenos revulsivos mientras el desbordante físico de Dunston crea estragos bajo los aros. Pero nadie tiene dudas que las opciones de Olympiacos, que ha superado las lesiones y los cambios de técnico de los últimos meses, pasan por la inspiración de su gran estrella, el eterno Spanoulis. Será necesaria su magia para que la Cenicienta vuelva a brillar en el baile. No es descabellado, ya nos estamos acostumbrando a ello. Olympiacos ya dio la campanada en 2012 y 2013 cuando nadie daba un céntimo por ellos.
REAL MADRID – FENERBAHÇE:
Fuente: europapress.es
El Real Madrid disputa su cuarta Final Four en los cinco últimos años, las tres últimas consecutivas. Un hito inédito en la historia del equipo blanco. Esta vez acude a su cita con la Final Four en casa, en Madrid, dispuesto a quitarse de una vez por todas la hiel en los labios que dejó las derrotas en las finales de 2013 y 2014 cuando partía como favorito. 20 años son nada para el tango pero para los madridistas son una eternidad, una larga espera para relevar a Sabonis, Arlauckas y compañía como últimos campeones de Europa. En esta ocasión el Real Madrid no llega como el rodillo implacable de las dos últimas citas pero sí parece que competirá con un esfuerzo más dosificado y en el momento ideal de la temporada. Todas las dudas generadas desde el triste final de temporada pasada han quedado atrás. Porque si tenía un serio problema el Real Madrid al inicio de la campaña no era su plantilla, fortísima aunque no perfecta, sino el estado de ánimo depresivo que casi acaba con la etapa de Laso en el banquillo blanco. Le costó varios meses y vaivenes que pusieron de nuevo en duda la estabilidad del puesto de Laso pero desde que comenzó 2015 volvió a mostrarse como el equipo brillante que se le conocía, reforzado por una Copa del Rey más en el zurrón. Llega a la Final Four tras liderar su grupo en la primera fase y el Top 16 y superar a Efes Pilsen en una dura eliminatoria de cuartos donde el equipo turco dominó más tiempo pero acabó siendo victima de las fulgurantes remontadas madridistas. Ante Efes Pilsen quedaron de manifiesto los defectos, que tampoco son muchos, del Real Madrid. Krstic dejó en evidencia la ausencia de un pivot dominador. Sigue faltando ese alero de alto nivel, una posición fundamental en el baloncesto moderno. La intrascendencia de Campazzo y el pasotismo de Bouroussis reducen un tanto los recursos disponibles. Las siestas del segundo cuarto se han convertido en una peligrosa costumbre aunque hasta ahora han sido atajadas siempre con un tercer cuarto demoledor que ya es marca de la casa. En esa fase de los partidos, en los que desata una tormenta perfecta, se ven todas sus mejores cualidades. Sigue contando con un tiro exterior arrollador (Llull, Rudy, Carroll, Sergio Rodríguez,…) que aniquila a cualquiera en pocos minutos. El ritmo que imponen los Sergios resulta inasumible para los rivales si juegan a sus anchas. La intensidad defensiva al máximo nivel, que tan bien representan Rudy (recién salido de una lesión de tobillo) o Slaughter, le permite robar y arrollar a la carrera. Tampoco falta el carácter. Jugadores como Ayón, Nocioni o Maciulis, sobrados de personalidad en momentos importantes, han venido para partidos como estos. Y por si fuera poco está Felipe Reyes, flamante miembro del quinteto ideal de la competición y que envejece como los mejores vinos. Talento, velocidad, descaro, trabajo, personalidad, intensidad y el apoyo incansable de la afición madridista que será mayoría en las gradas. Muchos argumentos de peso para apostar que esta ocasión es la definitiva.
Fuente: yenisafak.com.tr
Fenerbahçe debuta en una Final Four. Después de muchos años un club turco vuelve a la gran fiesta del baloncesto europeo. Años de frustraciones en los que el baloncesto otomano se ha empeñado hasta las cejas para acabar en fracasos sonados y bandas de la peor ralea. Esta temporada, Fenerbahçe ha cumplido el objetivo y con solvencia tras dejar en la cuneta en cuartos al actual campeón, Maccabi, con un rotundo 3-0. Desde luego, este equipo es cosa seria. Nadie está invicto seis meses en la Euroliga a domicilio por casualidad. La plantilla es de muy buen nivel y completa. Talento sobra en la línea exterior, destacando sobre todo a dos jugadores. Goudelock, base con pasado NBA y antiguo compañero de Pau Gasol en los Lakers, es un anotador incansable que puede hacer un destrozo si tiene el día inspirado. Bogdan Bogdanovic es un jugador con muñeca de seda, un gran producto de la inagotable escuela de la antigua Yugoslavia, uno de los llamados a liderar el baloncesto europeo en los próximos años. Ambos tienen como recambio a Zisis, sustituto del lesionado Ricky Hickman, que aporta experiencia y tranquilidad en la dirección. Otro punto fuerte lo tiene en su extensa colección de aleros, altos y muy versátiles. Nemanja Bjeliça, flamante MVP de la Euroliga, ha terminado de consagrarse en Estambul y es un jugador que siempre le complicó la existencia al Madrid en su etapa en el Baskonia. Vesely, otro joven que cometió el error de volar muy pronto y sin formarse a la NBA para acabar volviendo con las orejas gachas, es muy peligroso por su potencial físico (mide 2’10) y su gran capacidad reboteadora, sobre todo en ataque. Preldzic representa un problema para defenderle, por su talento y la facilidad para jugar tanto de 3 como de 4, dificultando su marcaje. Pueden ser un problema para el Real Madrid que no cuenta con un alero de nivel que oponer aunque no han sido pocas veces las que Rudy ha sorprendido a aleros más fuertes y altos. Por dentro no reluce tanto pero los Erden, Savas o Zoric son pivots rocosos que garantizan dureza y fortaleza en la zona aunque el primero se esfume más de la cuenta. Una buena mezcla preparada por el técnico más laureado del baloncesto europeo: Zeljko Obradovic, el gran cazador de títulos. Su mano ya garantiza competitividad y buenas dosis de estrategia y trabajo. Será muy necesaria contra el Real Madrid. La falta de experiencia de Fernabahçe en la Final Four es un serio obstáculo en una competición donde pesa mucho esta cualidad. Una emboscada de ritmo lento, dura defensa y concentración en el rebote puede ser la fórmula que aplique Obradovic para evitar el ritmo vivo que impone el Madrid. Bien sabe que si le deja correr puede decir adiós a la final. Pero nunca se puede subestimar a un equipo entrenado por Obradovic y más con el buen material del que dispone.
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2 Comments on "PREVIA FINAL FOUR EUROLIGA 2015: DE MADRID AL CIELO"
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el favorito del dialilllo es el equipo turco. el que quiera apostar que lo tenga en cuenta
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Enviado desde TheFlagrants App
Magnífica previa Perdi.
Poco puedo yo añadir, sólo que todo lo que no sea una final CSKA Real Madrid sería una grandísima sorpresa para mí, a pesar de las cualidades de los rivales muy bien argumentadas por tí en esta previa.
Creo que a la tercera va a ir la vencida para el Madrid, apoyado por el factor cancha que puede aportar esos pequeños intangibles que separan la victoria de la derrota.