El Real Madrid conserva su puesto en el trono de la Copa del Rey. Dilucidó un Clásico tenso, poco brillante pero con mucha emoción para repetir el título que lograra el año pasado en Málaga. Esta vez no llegó la tormenta perfecta que suele acompañar al equipo blanco en el tercer cuarto de cada partido. Tuvo que lidiar con un partido perro, de muchos altibajos en ambos equipos y que se decidió en un final de infarto. Esta vez al equipo de Pablo Laso no le tembló el pulso al plantear la recta final. Fue mejor en el momento de la verdad que el Barça. Xavi Pascual esta vez no encontró la solución en su pizarra ni en sus decisiones. No jugó nada bien su equipo el último minuto, que acabó pagándolo con la derrota cuando su rival le ajustició en un detalle del talento de sus innumerables individualidades. Tercera Copa del Rey para Pablo Laso desde que llegó al banquillo madridista. Un nuevo título para un equipo que no tenía un problema de plantilla sino de confianza en sí mismo tras el desplome del final de la pasada temporada. Con triunfos es un mal que se soluciona. Nada mejor que continuar sentado en el trono para seguir el camino marcado desde hace años.
Barça 71 – Real Madrid 77: Desde los primeros compases quedó claro que el Clásico no iba a perder la igualdad y la tensión en momento alguno. Desde el principio el partido se desarrolló así. El Real Madrid comenzó por delante. Su juego se cimentó en Rudy que llevaba la voz cantante en todas las facetas. Anotaba, defendía con intensidad, abría buenas líneas de pase para sus compañeros. El pilar del juego del Madrid. En el Barça tomaba la responsabilidad en ataque Satoransky, ya por delante de Marcelinho en el puesto de base. Las alternativas en el marcador eran constantes. Curiosamente la forma de atacar de cada uno se había invertido. El Real Madrid buscaba el juego interior. El Barça tiraba más desde fuera. Un par de triples de Abrines, dos malos ataques blancos y una pérdida absurda le dieron ventaja a los azulgranas al final del primer cuarto (21-18, min 10). El Madrid salió con otros bríos al inicio del siguiente cuarto. Defendió bien y pudo jugar con velocidad durante unos minutos. 0-7 de inicio en el segundo cuarto que se completó con una técnica señalada a Lampe por protestar. Pero no tardó el Barça en cambiar de nuevo el guión. Ralentizó el ritmo para volver al ataque estático. El Madrid no encontraba muchas alternativas para evitar el campo de minas plantado en la zona. El tiro exterior no funcionaba, los tiradores del equipo blanco estaban negados desde el triple. Además el Madrid cometió faltas estúpida a canastas inevitables que suponían varias acciones de 2+1. Pero el mayor problema lo tenía el equipo blanco cerca del aro en la figura de Ante Tomic. El pivot croata era inabordable, dominaba bajo canasta con la facilidad pasmosa que le otorga su enorme talento. El roto que estaba provocando Tomic, que anotó 13 puntos en este cuarto, estaba llevando a su ex-equipo a una situación que comenzaba a tornarse en complicada (42-35, min 18). Ni las broncas de Laso pidiendo mayor intensidad atrás funcionaban para frenar las acometidas de Tomic. Sin embargo Xavi Pascual guardó a sus mejores hombres para evitar que se cargaran de personales y el final de cuarto sería nefasto para el Barça. Tres pérdidas de balón, tres contraataques fáciles y 0-6 que dejaba la ventaja azulgrana en la mínima expresión al descanso. El trabajo de todo el periodo se había ido por el desagüe en minuto y medio.
Fuente: mundodeportivo.com
No cambió el rumbo del encuentro tras el intermedio. Tomic (25 puntos, 11 rebotes, 11 faltas recibidas, 40 de valoración) seguía creando pesadillas en las filas de su rival. La defensa individual fracasaba con el pivot croata. Las ayudas no llegaban a tiempo para frenarle. El problema seguía muy latente.para las huestes de Laso. Tampoco funciona bien al ataque madridista. Llull no estuvo nada fino en la dirección. De hecho hizo un partido horroroso. El juego del equipo blanco estaba bloqueado ante la defensa presionante del Barça y Laso tuvo que sustituir a Llull por Sergio Rodríguez a mitad de cuarto. No podía esperar a sus rotaciones habituales porque el agujero podía ser importante si no había cambios. Rudy (16 puntos, 5 asistencias, 5 robos, 4 rebotes, 26 de valoración) no iba a poder con todo por mucho que llevara todo el peso del equipo. El tiro exterior seguía sin entrar y volvía a conceder demasiados rebotes en ataque. Pero la aparición de El Chacho cambió completamente la situación. El Madrid jugó más alegre, encontró mejores posiciones de tiro. Ahora jugaba cómodo, los triples empezaban a entrar. Incluso mejoró sensiblemente en defensa. El Barça se atascó, recurrió en demasiadas ocasiones a las acciones individuales. Ayón aparecería en los últimos instantes del cuarto para hacer daño dentro de la zona. Una canasta muy meritoria sobre la bocina puso la máxima ventaja blanca al final del tercer cuarto (57-64, min 30). La final tenía mejor pinta para el Real Madrid. No llegó la tormenta perfecta pero se jugaba a algo donde disfruta el equipo blanco. Sin embargo desaparecieron las ideas al inicio del cuarto definitivo. El Madrid salió mal, atacando con poco criterio. El Barça redujo pese al empeño de Nocioni (10 puntos, 7 rebotes, 4 tapones, 16 de valoración) en colocarle un tapón a todo el que asomara cerca de canasta. 0-6 de inicio que volvía a comprimir el marcador. Laso puso dos base en pista con el regreso de Llull. Su equipo volvió a dar un arreón. Las penetraciones de Sergio Rodríguez o el trabajo de Maciulis daban de nuevo seis puntos de ventaja al Real Madrid. El Barça, en cambio, se atascó. Las decisiones de Xavi Pascual no daban resultado. Navarro no fue el revulsivo, no está en condiciones para estas guerras ahora mismo. A Tomic ya no le llegaban tantos balones. El porcentaje en el triple (4/26 en t3) era para llorar. Y de Hezonja se olvidó el técnico azulgrana incomprensiblemente. El Real Madrid tenía en sus manos la posibilidad de sentenciar pero pecó de precipitación en ocasiones. Mantuvo con vida a su rival.
Fuente: acb.com
El Barça apeló a la heroica. Un triple inverosímil de Navarro redujo la diferencia. El Madrid comenzó a sufrir en ataque, no metía una. Mal que bien el Barça conseguía una vida extra más. Un tiro libre anotado por Navarro en una técnica señalada a Llull por tirarse, si es que se puede entender que chocar con Tomic es un piscinazo, igualaba el partido a 71. Nada nos libraba ya de un final a prueba de corazones sensibles. El Madrid entraba dos puntos por delante al último minutos. Felipe Reyes se enganchó con Oleson y el capitán no falló desde la línea de tiros libres. El Barça fue consumiendo segundos de su posesión sin siquiera mirar el aro. El balón acabó en manos de Doellman que buscó un triple pese al pésimo día desde el 6’75. El intento derivó en una maniobra torpe, en un balón que se le escapó en pleno tiro y que acababa en manos blancas. Abrines enmendó la plana robándole la cartera por detrás a Rudy. Nadie le avisó de su inesperada presencia a sus espaldas. Abrines no frenó y buscó la entrada a canasta. Necesitaba un tiro rápido para que restaran dos posesiones. La presencia de Nocioni impresionó. El balón se paseó por el aro y el rebote acabó en manos blancos. El Real Madrid disponía de la ocasión de asestar el golpe de gracia. Rudy amasó y amasó el balón, se dirigió a la banda y encontró a Sergio Rodríguez. Con la posesión agotándose, El Chacho se lanzó hacia la canasta como un poseso. Todo o nada. Nadie pudo evitar que su bandeja entrara dentro del aro. Explosión de jubilo en el banquillo blanco. Era la canasta que daba la final. Con 7 segundos por jugar y cuatro puntos abajo el Barça necesitaba un milagro. Ni por asomo. Otro triple suicida ni encontraba el aro rival. Nocioni ponía la rúbrica al marcador, el broche a un nuevo título copero para el equipo blanco. El Real Madrid reinaba en Gran Canaria.
Fuente: feb.es
Y DIGO YO…:
- Rudy Fernández consigue su tercer MVP en la Copa. Brillante en los tres partidos que disputó el Real Madrid en Las Palmas. Si maravilloso es en ataque, su trabajo defensivo y su labor de liderazgo es incuestionable dentro del equipo blanco. Uno de los jugadores más determinantes del baloncesto europeo hoy por hoy.
- La derrota azulgrana evitó que Tomic sumara su primer MVP de la competición. Su actuación en la final fue espectacular, un quebradero de cabeza para el juego interior del Real Madrid, donde seguro que no se hubieran desprendido de él si hubiera mostrado este nivel y si Laso tuviera jugadas en el esquema táctico que permitieran su lucimiento. A las órdenes de Xavi Pascual se ha erigido en el mejor pivot de Europa. Pero esta vez no tuvo acompañamiento.
- Hablemos de perjudicados que deja esta final. Empiezo con el subcampeón. Los problemas físicos de Navarro han convertido en vulgaridad a un jugador mítico, duele verlo. Doellman sigue sin justificar un puesto privilegiado dentro del equipo y se ha aflojado en un momento que se le necesitaba, no es Lorbek. Pleiss ha perdido mucho de su crédito. Incluso Lampe juega más minutos y eso que hoy estuvo horrible. Por cierto, ¿Xavi Pascual creía que Hezonja estaba en el hotel? Ni bola cuando llegaron los minutos calientes pese a que al chico le sobra carácter pese a su juventud.
- Ahora le toca el turno al campeón que también tiene damnificados. Llull pasó de héroe en Málaga (aunque tampoco jugó bien allí) a figurante en Las Palmas con un -9 en valoración con el que puede aspirar a ganar el Masters de Augusta. Algo parecido le pasó en Milán el año pasado ante el Maccabi. No va a perder el favor del aficionado blanco, tiene crédito ilimitado. Algo que no tiene Bouroussis, acongojado y que rehusó a tirar lanzamientos cómodos. Su futuro pinta negro en Madrid. De Rivers ya no digo nada, se perjudica él solito entrando en la cancha. Y Claver sin equipo, que alguien tome nota.
- En la pasada entrada comenté la facilidad actual para anotar de tres. En la final, 4/26 para el Barça y 4/19 para el Real Madrid en triples. Más cenizo no puedo ser.
- Por tercer año consecutivo el Real Madrid se proclamó campeón de la Minicopa tras pasar por el torneo como el caballo de Atila. El aficionado ha podido descubrir a otro chico en las filas blancas con una proyección prodigiosa. En 2013 fue Doncic; en 2014, Balciunas. Este año el turno es para el británico Kareem Queeley que ha firmado unos números espectaculares y tiene una planta sensacional. Desde la llegada de Alberto Angulo la cantera del Real Madrid está dando grandes resultados. Dani Díez y Willy Hernangómez llaman a las puertas de la selección. Yusta y Barreiro ya despuntan seriamente en las categorías inferiores. Y con estas joyas surgidas de la Minicopa se confirma un gran trabajo.
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3 Comments on "COPA DEL REY ACB 2015: FINAL. EL CAMPEÓN SIGUE EN SU TRONO"
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Enhorabuena a los madridistas del blog, Justo, brillante y merecido trofeo.
Y aún diría más respecto a Rudy: hoy por hoy el jugador más decisivo de Europa en cinco minutos. Navarro, pues está saliendo de una lesíon que va para el año, con muchos altibajos, el último la semana pasada que tuvo un pequeño tirón y no volvió a salir. No descarto que haga un buen final de temporada y ejerza de Basile en la próxima.
Excelente crónica, Perdi. He comentado en la bitácora un tocho importante sobre lectura de partido de los técnicos.
Saludos!
Gracias por tus crónicas, Perdi.
Creo que haces un analisis muy certero de la final, a lo que yo añadiría un problema que veo en el barça este año y es la falta de liderazgo en pista.
Con Navarro como está, y Huertas medio desaparecido, veo un equipo sin carácter ganador en su juego, por momentos parece que indolente, muy plano en sus emociones (cómo añoro al gran Pete Mickeal) y que jugador por jugador parecen más de lo que luego ofrecen como equipo.
Pd: por cierto, enhorabuena a Nita por su victoria en la churrera