LA GENERACIÓN DORADA DEL BALONCESTO ESPAÑOL (IV): EL DREAM TEAM EUROPEO

Navarro en fiesta en Callao

Pasaban los técnicos por el banquillo pero la selección española no perdía el sello ganador que había adquirido. Estos jugadores habían probado el triunfo, se codearon con los más grandes y ya no pararon de alcanzar éxitos. La suma de nuevos talentos a la generación de los juniors de oro completó la transformación definitiva de la selección española en un equipo con una intensidad, talento y velocidad más propias de la NBA que del baloncesto FIBA. Había nacido el término ÑBA para definirles. Un equipo dominador en Europa como lo fueran las míticas URSS y Yugoslavia que dejaba sin respuesta alguna ni opción a hacerle frente a cualquier rival en cuanto llegaban los encuentros decisivos. Cambió definitivamente la historia del baloncesto español bajo el liderazgo de Pau Gasol, el referente que rompió todas las barreras en este deporte y cuya ausencia siempre era lamentada en las contadas ocasiones que no pudo acudir a su cita con la selección. En este capítulo recordaremos los torneos que convirtieron a la selección española en la dominadora indiscutible del baloncesto europeo en un camino no exento de dudas y dificultades pero que acabó coronando a este equipo como una especie de Dream Team europeo, inabordable para el resto.

Polonia 2009, el oro estaba en Polonia.

De cara al Eurobasket que se celebraría en 2009 en Polonia la FEB debía volver a entregarse a la faena de encontrar un nuevo seleccionador que ocupara el banquillo. El elegido por Pepe Sáez era Sergio Scariolo. Sorprendió un tanto la decisión de elegir un entrenador extranjero para el cargo existiendo un buen número de técnicos españoles capacitados para convertirse en nuevo seleccionador pero los más de diez años que llevaba el italiano dirigiendo equipos ACB le convertían casi en un técnico de casa, buen conocedor del baloncesto español, así que no hubo reticencias más allá de las fobias que pudiera generar el propio Scariolo. No tenía mayor importancia contando con el inmejorable plantel del que disponía, un equipo que no tenía techo. Ese mismo año había caído la que podía ser la última frontera. Pau Gasol se convertía en el primer español que lograba el anillo de la NBA tras ser pieza clave en el título logrado por los Lakers para continuar rompiendo moldes en el baloncesto español. Por supuesto lideraría una vez más a España en el Eurobasket. No hubo muchos cambios en un bloque muy definido, la mayoría por obligación. La retirada de Carlos Jiménez de la selección dejaba un hueco importante. Scariolo decidió ocupar la plaza con un nuevo pivot y llamó a Fran Vázquez pero éste rehusó alegando problemas físicos. De nuevo volvieron las habladurías sobre la difícil relación del pivot gallego con este bloque de jugadores. En su lugar el seleccionador convocó a Víctor Claver, joven ala-pivot del Valencia Basket que iba a ocupar un rol fijo de agitatoallas en la selección durante los siguientes años. Una lesión dejaría fuera de combate a Calderón, indiscutible base titular y hubo que seleccionar a Cabezas para ocupar su puesto. Por último, Sergio Llull haría su debut ocupando el lugar de Berni Rodríguez y completando el equipo que viajaría a Polonia: Ricky Rubio, Raúl López, Cabezas, Navarro, Llull, Rudy Fernández, Mumbrú, Claver, Garbajosa, Felipe Reyes, Marc Gasol, Pau Gasol.

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Fuente: zaidarena.wordpress.com

La preparación cambió con respecto a los últimos años. Se cambiaron los numerosos encuentros ante rivales duros por contrincantes mucho más cómodos. Los problemas llegarían por otra parte, con las lesiones. Como escribí más arriba Calderón quedó fuera del Eurobasket debido a una lesión y tuvo que conformarse con acudir a Polonia como comentarista de La Sexta pero otros jugadores tuvieron que parar por diversos contratiempos. El caso más serio fue el de Pau Gasol tras recibir un fuerte golpe de Felipe Reyes en una mano en uno de los primeros entrenamientos y por el que se perdió todos los encuentros amistosos. Su ausencia no revestía mayor importancia ante rivales de poco fuste como Cuba, Polonia, Israel o Gran Bretaña, ni siquiera en los únicos partidos más complicados disputados en España contra Eslovenia y Lituania. Las únicas sombras aparecieron en el último encuentro de la preparación, disputado en Lituania. Un mal encuentro, disputado en un ambiente muy caliente y ante un rival extramotivado, acabó en una desastrosa derrota por 22 puntos. Se intentó minimizar el tropiezo con el famoso argumento que a veces viene bien una derrota, algo que jamás he entendido ni comparto, para evitar un exceso de confianza en el Eurobasket y que se trataba de un amistoso sin Pau Gasol. Lo importante empezaba ya en tierras polacas en una primera fase en la que compartía grupo con Serbia, Gran Bretaña y Eslovenia. El debut ante los jóvenes serbios que formaban un equipo prácticamente sub-23 resultó desolador. España nunca estuvo metida en el encuentro. Fue superada desde el inicio y no tuvo ninguna respuesta para frenar el juego exterior serbio ni a Krstic en la zona ni logró atacar con un mínimo de criterio el aro rival, con una escasez de variedad ofensiva alarmante. Ni siquiera el regreso de Pau Gasol sirvió de revulsivo. Acusó las semanas de inactividad y se le vio lento y errático. Incluso se convirtió en el centro de las mofas de la afición balcánica con sus numerosos errores en el tiro libre. 57-66 que complicaba las cosas de inicio y con una imagen lastimosa.

La victoria ante Gran Bretaña era obligada. Los británicos se estrenaban en un Europeo con vistas a prepararse de cara a los JJOO de Londres que se celebrarían tres años después. Pese a la ausencia de sus jugadores de la NBA, Luol Deng o Ben Gordon, contaba con viejos conocidos en España como Archibald, Freeland, Daniel Clark o Achara. El juego español no es que fuera muy brillante pero con una faena de aliño parecía bastar ante unos británicos incapaces de atacar una zona. La diferencia no bajaba de los 10 puntos hasta que un atasco ofensivo en el inicio del último cuarto comenzó a complicar las cosas. La selección española era incapaz de salir de su bloqueo mental y los británicos se fueron creciendo en cuanto comenzaron a entrarles los triples. A cinco minutos del final sonaban todas las alarmas. Gran Bretaña se ponía cuatro arriba. Una derrota suponía quedarse fuera del torneo a las primeras de cambio. Esta generación estaba al borde de recibir su propio angolazo pero supo reaccionar cuando las cosas se pusieron muy feas. Bastó con darle balones a Pau Gasol para salir de rositas de una situación casi angustiosa. 84-76 que salvaba los muebles pero no nos quitaba el susto de encima. Además la victoria ante Eslovenia era necesaria para no pasar a la siguiente fase sin victorias. En teoría los eslovenos eran los rivales más duros del grupo pero España jugó con mucha seriedad durante los tres primeros cuartos. Los 15 puntos de diferencia de los que dispusieron los hombres de Scariolo en los compases finales del  tercer cuarto podían permitir un final tranquilo y sosegado pero volvieron a complicarse la vida en el último periodo. España volvió a atascarse en ataque y tuvo que hacer frente, además, a un Goran Dragic desatado que creó muchos problemas desde el banquillo. España se empeñaba en pegarse un tiro en el pie con abundantes pérdidas de balón y errores desde el tiro libre. Metió a los eslovenos en el partido y acabaron forzando la prórroga tras un rebote ofensivo de Erazem Lorbek que le permitió empatar el partido en el último segundo. Más sufrimiento pero de nuevo los jugadores españoles sacarían las castañas del fuego en la prórroga con una buena defensa. 90-84 que permitía arrastrar una victoria a la segunda fase pero las críticas desde España hacia el juego y la labor de Scariolo ya eran insistentes.

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Fuente: felipeandlurds.wordpress.com

La segunda fase emparejaba a España con Turquía, Lituania y Polonia. Los turcos habían dejado una imagen muy sólida en la primera fase aunque su juego no fuera nada vistoso. A España le esperó un partido duro, muy perro. No pudo correr en ningún momento, se vio enganchada en el ritmo lento que impuso la selección turca aunque ninguno de los dos equipos pudo coger una diferencia holgada en todo el encuentro. Era el escenario que deseaba Turquía y le permitió llegar a los instantes finales por delante. Scariolo buscó la prórroga con una decisión sorprendente. Le concedió el último tiro a Llull que se la jugó con una bandeja que no pudo superar los brazos de Ömer Asik. 60-63 que significaba la segunda derrota española y obligaba a vencer los dos últimos partidos para clasificarse en la cuarta posición. Las críticas a Scariolo llegaban ya hasta desde el propio equipo. Marc Gasol cuestionó públicamente la decisión del seleccionador de jugarse la última posesión con un jugador sin apenas bagaje como internacional. No parecían unas condiciones beneficiosas para jugarse el pase. Primero era obligado vencer a Lituania, que estaba decepcionando en Polonia. El comienzo de partido resultó de película de terror, superada de nuevo por los bálticos gracias a su acierto desde el perímetro en el primer cuarto. Sin embargo los jugadores españoles reaccionaron tras el segundo cuarto con una defensa asfixiante que bloqueó completamente a sus rivales durante muchos minutos. Pau Gasol y la cobertura del juego exterior propiciaron un parcial escandaloso que devolvió la calma. Minado el equipo lituano, España no paró de aumentar la ventaja hasta situarla en los 20 puntos al final del tercer cuarto. Por fin un final de partido tranquilo. 84-70, primer escollo superado. Todo se jugaría en el último choque ante la Polonia de los Lampe, Gortat, Logan e Ignerski. En épocas anteriores un partido decisivo ante la selección anfitriona hubiera provocado pesadillas con funestas consecuencias. Pero este equipo era muy diferente, no sabía nada de achantarse en estos duelos. La defensa no dio ni una sola oportunidad a los polacos, superados desde el comienzo. La pareja mágica hizo el resto para mandar a la lona a los anfitriones. Pau Gasol se comió completamente a Gortat dentro de la zona y Navarro hizo el resto desde el perímetro. Sobraron muchos minutos a un encuentro que podía resultar angustioso a priori. 90-68 que clasificaba a España para cuartos de final.

celebracion victoria ante Francia

Fuente: laopiniondemalaga.es

España pasaba como cuarta de grupo pero nadie quería vérselas con los chicos de Scariolo en cuartos de final. Los intentos para evitar la primera plaza del otro grupo resultaron grotescos en el partido Francia-Grecia que dilucidaba el primer puesto. Ambos equipos hicieron todo por perder pero finalmente los galos se llevarían la victoria que nadie deseaba con un triple de Nando de Colo al que sus compañeros miraron con el rostro descompuesto mientras los griegos se retiraban a vestuarios partiéndose de risa. Incluso desde los medios de comunicación franceses se calificó de estúpida aquella canasta. Francia llegaba invicta al partido contra España pero llevaba la derrota en su cara desde el salto inicial. Su estado de ánimo ayudó a los jugadores españoles a aplastarles sin miramientos. Ricky Rubio anuló con una defensa pegajosa a Tony Parker, que vivió uno de sus días más negros en una cancha. Con Parker fuera de onda sus compañeros se vieron perdidos. Era un equipo lleno de músculo pero falto de fundamentos sin el faro de su director. Se vinieron abajo como un gran edificio, con un ruido atronador. Pau Gasol destrozó completamente a los pivots franceses y Rudy puso el resto desde el perímetro. 86-66 que permitió ver a la mejor España. Los de Scariolo serían desde entonces un tren sin frenos, imparable, en la lucha por las medallas. Grecia esperaba en semifinales. Acertaron evitando a la selección española en cuartos pero sólo sirvió para retrasar la avalancha. Sufrieron la misma tortura que los franceses. Spanoulis vivió el mismo tormento que Parker con la defensa de Ricky, asfixiante una vez más. Las ayudas neutralizaron una y otra vez los pases, tras remontar la línea de fondo, de Spanoulis. Gota a gota la diferencia aumentaba. España imponía su ley con una gran defensa que le permitía correr, atacar con una velocidad fuera del alcance tradicionalmente de un equipo europeo. 82-64 que llevaba a una nueva final europea a la selección española. Esta vez las sensaciones eran las mejores. Ya no se echaban pestes sobre Scariolo sino se apuntaba a una presunta autogestión de los jugadores para superar cualquier problema desde el banquillo. Sea como fuere España estaba en la final dando una imagen inmejorable.

España terminaba el Eurobasket como lo empezó, contra la joven Serbia que había ido creciendo a lo largo del torneo. Los jóvenes Teodosic, Velickovic, Perovic, Macvan o Nemanja Bjeliça comenzaban a llamar la atención del baloncesto europeo, bien acompañados por un Krstic experimentado en la NBA. En la selección española ya pudieron comprobar cómo las gastaba una generación que parecía destinada a recoger el relevo en los próximos años. Pero el momento era de la selección española que no quiso dejar lugar a dudas esta vez de su superioridad en el Viejo Continente. Desde el comienzo aplicó la misma receta que en los dos encuentros anteriores: defensa asfixiante que permitía atacar a una velocidad de vértigo, digna de un equipo NBA. Serbia se vio desbordada desde el primer momento, no tuvo argumentos para detener a un rival que jugaba a un ritmo fuera de su alcance. Fue una perfecta sinfonía, dirigida por un Pau Gasol que pasaba entre los rivales como un extraterrestre, la gran figura de la NBA en la que se había convertido. Con 22 puntos de ventaja, ya no había partido al descanso. España podía disfrutar durante toda la segunda parte de aquel oro tan anhelado y que se resistió demasiado tiempo. El 85-63 de aquel 20 de septiembre rompía una nueva barrera más en el baloncesto nacional. España era campeona de Europa, no había duda ya alguna de la grandeza de esta generación de jugadores. El oro no estaba en Moscú, estaba en Polonia como repitió una y otra vez Andrés Montes en su última retransmisión antes de su repentino fallecimiento.

España campeona Eurobasket 2009

Fuente: sigojoven.com

Estambul 2010, destronados por un suicida.

Un año después llegaba la primera defensa de un título para esta generación de jugadores, el título mundial logrado brillantemente en Saitama en 2006. No sería misión sencilla pero menos aún si se confirmaban todos los rumores sobre la renuncia de Pau Gasol a disputar el torneo. Finalmente, tras lograr su segundo anillo consecutivo con los Lakers, Pau anunció su decisión de faltar al Mundobasket para descansar aquel verano de cara a futuras temporadas y compromisos con la selección. Consideraba que resultaban mucho más importantes el Eurobasket 2011 que otorgaba las plazas olímpicas para Londres 2012, el gran objetivo, y los propios JJOO. Sería una de las muchas ausencias ilustres de aquel Mundobasket en todas las selecciones. Scariolo incluyó pocos cambios, manteniendo a jugadores como Garbajosa y Mumbrú que ya estaban muy cuestionados. Sustituyó a Pau Gasol por Fran Vázquez que esta vez no rehusó la llamada de la selección. El regreso de Calderón dejaba fuera a Raúl López y Scariolo efectuaba un último retoque incluyendo a San Emeterio, figura clave del Baskonia campeón de ACB contra todo pronóstico ante un arrollador Barça que se proclamó campeón de Europa con toda brillantez. Su entrada en el equipo fue en detrimento de Cabezas por lo que Scariolo se la jugó con sólo dos bases, confiando en que en caso de apuro pudiera ocupar ese puesto Sergio Llull. El peso del equipo recaía ahora en Marc Gasol, ya asentado como pivot titular en Memphis Grizzlies, apoyado en el perímetro por Navarro y Rudy. La preparación se planificó con mayor dureza que en el pasado Eurobasket. Rivales como Lituania, Eslovenia, Brasil o Argentina, despachados con mucha solvencia, fueron acreditados sparrings antes del último encuentro de preparación, la joya de la gira. Estados Unidos cerraba la preparación en el Madrid Arena. El aperitivo de lo que pudiera ser el duelo por el oro. España rozó el triunfo ante una selección estadounidense muy remozada tras los JJOO de Pekin. Un tapón sobre Navarro en el último segundo evitó un triunfo histórico pero aquel amistoso dejaría un sabor amargo. La lesión de Calderón en los últimos instantes le dejaba fuera del Mundobasket y Scariolo tuvo que llamar de nuevo a Raúl López para completar el equipo que viajaría a Turquía: Ricky Rubio, Raúl López, Llull, Navarro, Rudy Fernández, San Emeterio, Mumbrú, Claver, Garbajosa, Felipe Reyes, Fran Vázquez, Marc Gasol.

España Mundobasket 2010

Fuente: distrito-21.blogspot.com

Ya en tierras turcas esperaba en la primera fase un grupo formado por Francia, Nueva Zelanda, Lituania, Líbano y Canadá. Muy asumible para lograr el primer puesto debido a las importantes bajas que arrastraban Francia y Lituania aunque preocupaba que en ese caso apareciera USA en el horizonte de unas posibles semifinales. El debut se producía ante el equipo galo, huérfano de Tony Parker. Su ausencia siempre provoca un cortocircuito en la selección francesa que lo notó en unos primeros minutos en los que se convirtió en una máquina de perder balones. España alcanzó pronto los 12 puntos de ventaja y ante el desconcierto rival se presentaba un camino abierto a un triunfo sencillo. Pero fue la propia España quien se complicó la existencia. Entró en el ritmo lento y el cuerpo a cuerpo que le interesaba a un equipo muy físico como el francés. El ataque se fue espesando y Francia redujo diferencias con los triples de Gelabale. España mantuvo la ventaja hasta el tercer cuarto pero acabó sucumbiendo ante un mal balance defensivo en el último periodo que aprovechó Batum para decantar la balanza del lado galo. 66-72, mal comienzo aunque los medios aplicaran el No hay mal que por bien no venga”. El segundo puesto de grupo permitía evitar a Estados Unidos hasta la final así que tampoco había que rasgarse las vestiduras. Nueva Zelanda era un rival para resarcirse de la derrota inicial. España se marchó pronto en el marcador aprovechando la enorme superioridad de Marc Gasol por dentro pero la escapada inicial quedaba en nada debido a las bajas prestaciones de los suplentes, un problema que se arrastraría toda la primera fase. Nueva Zelanda siempre volvía al partido con los triples de Penney y las acciones espectaculares del saltarín Abercrombie. Un inicio arrollador de los hombres de Scariolo en la segunda parte acabó con la incertidumbre. Se bastaron Navarro y Marc Gasol para acabar ventilando el encuentro por 101-84 pero aún se generaban dudas que no se terminaban de despejar, en especial con el rendimiento del banquillo y un Ricky que no se parecía a ese jugador que le dio el salto de calidad al Barça para convertirlo en una máquina de precisión casi imparable.

Navarro se escapa de Spanoulis

Fuente: emeshing.blogspot.com

Lituania, que presentaba un equipo B, era el tercer escollo. Las ausencias formaban una enorme lista de nombres ilustres y ya fue vencida contundentemente por España dos veces en la preparación. Parecía que no habría dos sin tres. Navarro y Rudy apoyaban desde fuera a un Marc Gasol que se había convertido en un referente fiable bajo tableros, digno sustituto de su hermano Pau. Con 18 puntos de ventaja en las postrimerías del tercer cuarto el pescado parecía vendido. Scariolo empezó a dar minutos a los suplentes pero esta decisión tuvo un efecto contraproducente. No es que bajara el rendimiento sino que el equipo sufrió un completo colapso que no se solucionó con el regreso de los titulares. Kleiza apareció en el último minuto para poner la puntilla a un humillante parcial de 5-24 que pasaba a los anales de la historia negra de la selección española. La derrota por 73-76 dejaba secuelas. Volvieron las críticas feroces a Scariolo y se apuntó como principal causa del desastre a su mala gestión del equipo. Ya no contaba con el paraguas de Pau Gasol para capear el temporal a las malas. España quedaba prácticamente condenada a ocupar la tercera plaza final del grupo. Efectivamente, se conseguía evitar a Estados Unidos en semifinales. Ahora sería el rival en cuartos de final. Las medallas parecían una quimera aunque ya el cruce de octavos se antojaría muy complicado. Los partidos ante Líbano (91-57) y Canadá (89-67) resultaron trámites resueltos con oficio en la segunda parte. Sin embargo a la selección española le esperaba una sorpresa final. Francia tropezaba de forma lastimosa con Nueva Zelanda en la última jornada y regalaba la segunda plaza del grupo a los hombres de Scariolo. Un favor inesperado que allanaba el camino y le fastidiaba la jugada a Grecia que se dejó ganar con Rusia para acabar tercera de su grupo y evitar a España. Esta vez la triquiñuela le salió mal a los helenos.

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Fuente: deportesadictos.com

El inicio del partido de octavos ante Grecia dejó que desear. Los jugadores españoles eran incapaces de frenar las penetraciones de Diamantidis y Spanoulis que castigaban de la misma manera una vez tras otra. España aguantó el tipo como pudo desde el tiro exterior hasta que llegaron las rotaciones. El banquillo, tan criticado en la primera fase, ofreció la solución. La fuerte defensa que imprimió permitió que España recuperara el mando del encuentro y se fuera ocho arriba al descanso. Una ventaja que se esfumó en poco más de un minuto tras reanudarse el partido. Schortstianitis provocaba muchos problemas dentro de la zona y el perímetro griego destrozaba la defensa a triples, devolviendo la ventaja a Grecia. Empezaron a sonar las alarmas y Scariolo volvió a rotar al equipo. La defensa de los hombres del banquillo devolvió la compostura a la selección española que empezaría a romper el encuentro en el último cuarto gracias a unos minutos memorables de Rudy y Navarro. A Grecia sólo le quedó el recurso de Schortsianitis pero su labor bajo el aro resultó insuficiente. 80-72, España había salvado una situación muy complicada. Podía haber llegado el punto de inflexión como ocurrió el año anterior en Polonia. Sin embargo en cuartos de final las dificultades fueron mucho mayores. Serbia esperaba con ganas de revancha tras la paliza recibida en la final del pasado Eurobasket. Los jóvenes serbios controlaron el ritmo desde el comienzo. Se jugó a una velocidad frenética que permitió a los tiradores de Serbia acribillar desde la línea de tres. España siempre hizo la goma, era incapaz de frenar el demoledor acierto de Velickovic, Savanovic o Keselj. Resultó una auténtica tortura, cada intento de reacción era frenado por un par de triples que volvían a estirar la diferencia. Los minutos se agotaban y todo parecía perdido cuando la desventaja era de ocho puntos a dos minutos del final pero a base de casta y fe la selección española logró una remontada a la heroica. Una canasta de Marc Gasol ponía el empate a 89 a 26 segundos del final. Teodosic botó y botó el balón en la jugada decisiva, siempre lejos del aro. Ni hizo amago de iniciar una penetración para una entrada a canasta o un tiro cómodo. Esperó al final de posesión y se jugó un triple desde casi nueve metros. Probablemente la peor jugada de la historia… sino fuera porque entró. Un suicida tumbó a la selección española con una jugada que no podía estar peor planeada pero que terminó de manera espectacular. Los hombres de Scariolo no podían salir de su asombro pero quedaban fuera de la lucha por las medallas.

Luchar por la quinta plaza era algo extraño para estos jugadores, faltaba costumbre. Se sacó ánimos de donde se pudo para derrotar a Eslovenia (97-80) en un muy buen último cuarto de un partido insulso. Argentina sería el último rival en Turquía. España salió a cumplir el expediente pero los argentinos no se tomaron el partido de la misma forma. Estaban muy dolidos tras las numerosas derrotas sufridas ante la selección española y decidieron tomarse cumplida venganza. La diferencia de motivación e intensidad fue evidente pero el riesgo de sufrir un durísimo varapalo planeó durante muchos minutos. El rapapolvo en la pista fue espectacular hasta la mitad del tercer cuarto, a la que llegó Argentina 25 puntos arriba. Se podía repetir aquel desastre que le costó el puesto a Mario Pesquera en 2005. Sin embargo Scariolo sí encontró quien le salvara la papeleta. La entrada de varios suplentes cambió las tornas. Se mordió en defensa, San Emeterio se reivindicó tras un torneo casi en el ostracismo y Rudy lideró al equipo con una actuación estelar, la más brillante individualmente que ha tenido en la selección. Devolvió a la vida a España con un parcial brutal de 24-1 y se llegó a la recta final con opciones de triunfo pero Prigioni se encargó en el último minuto de darle la victoria a Argentina. España acababa sexta, su peor clasificación desde los JJOO de Atenas y la peor en un Mundobasket desde 1994. Sin Pau Gasol no se logró llegar al éxito y tampoco se confiaba que Scariolo pudiera dar un plus con alguna decisión técnica pero el seleccionador era intocable para Pepe Sáez. El oro recayó en Estados Unidos con más comodidad de la esperada, liderada por un Kevin Durant que se confirmaba como una de los grandes estrellas del baloncesto actual. La selección estadounidense ya perfilaba las líneas maestras para futuros torneos: equipo bajo, repleto de aleros y con escasez de pivots puros, jugadores muy versátiles y ataque basado en la velocidad y el tiro exterior. Nada pudo hacer la anfitriona Turquía en la final. El bronce cayó en manos de una sorprendente y debilitada Lituania.

Kaunas 2011, un dominio incontestable.

2011 era el año para la defensa del título europeo logrado dos años antes en Polonia. Como año preolímpico muy pocos jugadores ilustres iban a faltar al Eurobasket que se celebraba en Lituania salvo por lesión o evidente falta de interés. Ninguno de los dos era el caso de Pau Gasol que regresaba a la selección tras el verano de descanso que se tomó en 2010. Calderón también estaba de vuelta, esta vez ajeno a las lesiones que le dejaron fuera de los dos últimos grandes campeonatos. Junto a ambos regresos se produjeron un par de novedades más. Dos jugadores importantísimos en años anteriores, Garbajosa y Mumbrú, dejaban su sitio en la selección. El lugar del carismático Garbo lo ocupó un joven congoleño que acababa de adquirir la nacionalidad española: Ibaka. Tras sólo uno año en ACB, en las filas del Manresa, Serge Ibaka cruzó el Atlántico para probar fortuna en la NBA y poco a poco se había hecho un sitio importante en Okhaloma City Thunder, el equipo liderado por Durant. Ibaka era un ala-pivot que ofrecía un toque diferente, muy físico y atlético, gran intimidador por su capacidad para colocar tapones. El otro hueco lo ocupó Scariolo con un tercer base. Optó por Sada, el jugador fetiche de Xavi Pascual en el Barça por su esfuerzo, entrega y trabajo. Sacrificio de obrero para el papel de especialista defensivo. Con los regresos y novedades el equipo que debía revalidar el oro europeo era el siguiente: Calderón, Ricky Rubio, Sada, Navarro, Llull, Rudy Fernández, San Emeterio, Claver, Felipe Reyes, Ibaka, Marc Gasol y Pau Gasol.

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Fuente: jmbaloncestoeducativo.wordpress.com 

La preparación esta vez transcurrió sin problemas físicos pero no se libró de sustos. El repentino fallecimiento del padre de Felipe Reyes dejó tan hundido al ala-pivot que se puso en duda su participación en el Eurobaket. Finalmente, haciendo de tripas corazón, no abandonó el equipo. En cuanto a los partidos amistosos, el único traspiés llegó en el amistoso disputado nuevamente en Lituania. Otro mal día terminó en una derrota sin paliativos ante Lituania, anfitriona del Eurobasket. Aviso para la cita europea, un test valioso en un ambiente caliente y entusiasta y ante un equipo talentoso que iba a por todas en casa. De todas formas lo importante llegaba en la primera fase en la que compartía España grupo con Polonia, Portugal, Gran Bretaña, Lituania y Turquía. Un grupo de dificultad creciente, donde lo más duro esperaba en los últimos dos partidos. Se había vuelto a modificar el formato del torneo que ahora contaba con 24 participantes, un número que se antojó excesivo por las selecciones de relleno que entraron. Tres eran las selecciones que pasaban a la segunda fase, arrastrando las victorias conseguidas entre ellas. Ahí se formarían dos grupos de seis equipos que clasificarían para cuartos de final a los cuatro primeros clasificados. Los dos primeros del Eurobasket tenían plaza directa para los JJOO de Londres mientras las selecciones que ocuparan los puestos del tercero al sexto accedían al torneo preolímpico que concedía las últimas tres plazas en la capital británica.

El debut  se antojaba cómodo ante una Polonia llena de ausencias. Sin Gortat ni Lampe no tenía argumentos para hacer frente al juego interior español. Parecía que el partido se iba a ventilar jugando al tran tran con la facilidad que se desenvolvía Pau Gasol en la zona contraria pero la relajación casi cuesta cara. Kelati hizo mucho daño en el puesto de alero, reabriendo el eterno debate en España de la falta de un alero alto de garantías. Los suplentes volvieron a alimentar las dudas, como pasara en el Mundial. Los polacos se subieron a las barbas en el último cuarto con ellos en pista con un pivot limitado pero voluntarioso, Hrycaniuk, y un Koszarek en estado de gracia. Entre Pau Gasol y los tiros libres de Navarro cerraron un partido que llegó a un final casi angustioso. 83-78 que no convencía a nadie. Portugal (87-73) no representó ningún peligro porque su limitado juego interior no fue rival para los hermanos Gasol que hicieron picadillo a los lusos en la zona pero no se disiparon las dudas. El banquillo volvió a fallar y los suplentes permitieron a los portugueses maquillar el marcador. Tavares volvió a destapar las vergüenzas en el puesto de alero. Miedo daba pensar en lo que podía hacer Luol Deng, todo un all-star NBA, en el siguiente partido ante Gran Bretaña. Sin embargo España mejoró bastante ante los británicos. Deng se encontró con un escollo inesperado en la defensa de Rudy, que supo frenarle pese a su inferioridad física. Los británicos sólo pudieron aguantar hasta el descanso. En la segunda parte los hermanos Gasol se encargaron de hacer de las suyas sin que Freeland o Daniel Clark pudieran hacer algo por impedirlo. La victoria por 86-69 resultó mucho más cómoda de lo esperado. Se había certificado el pase a la segunda fase en los encuentros más sencillos pero llegaba la hora de la verdad en el grupo contra Lituania y Turquía, aspirantes a medalla.

Ibaka contra Polonia

Fuente: lainformacion.com

Lituania era la gran prueba de fuego, el choque más complicado de la primera fase. Esperaba un clima fogoso que llevara en volandas a la selección lituana, como en aquel amistoso de preparación. España había tomado buena nota y preparó lo mejor de su repertorio. Salió todo a la perfección, fue una lección de baloncesto total. La defensa fue asfixiante y anuló completamente el ataque lituano. Los pivots arrasaron al juego interior de los anfitriones que no podía frenar la avalancha provocada por los hermanos Gasol e Ibaka. Incluso el tiro exterior, poco productivo hasta entonces, rayó a la perfección. Lituania se sintió atropellada sin poder hacer nada ante la estupefacción de todos los aficionados. 62 puntos anotados al descanso, 26 puntos de ventaja. Seguramente la mejor primera parte de la historia del baloncesto español. A los lituanos no les quedó otra que tirar de orgullo para maquillar el resultado y no se convirtiera en humillante. El 91-79 no refleja la exhibición de la selección española aquel 4 de septiembre. La euforia se disparaba a lo más alto. Sin embargo contra Turquía llegó un bajonazo inesperado. Con la primera plaza asegurada Scariolo reservó a Pau Gasol que arrastraba problemas físicos. El juego no fue nada brillante en otro partido lento y farragoso que beneficiaba a los turcos. Pese a que no convenía el ritmo del partido España llevaba el mando del marcador. A nueve minutos del final estaba ocho arriba. Entonces comenzó el desastre. Inexplicablemente España sufrió un colapso absoluto. No fue capaz de anotar ni un solo punto más. Con poca cosa los turcos aprovecharon la situación. El 57-65 dejó helado a los aficionados españoles. Se había pasado de la mejor primera parte de la historia de la selección al peor cuarto que haya jugado nunca. A Scariolo le llovieron las críticas por su nula capacidad de reacción ante el desastre. España pasaba primera de grupo pero igualada a victorias con Lituania y Turquía. Esa derrota podía costar cara viendo los duros contrincantes que esperaban en la siguiente fase: Alemania, Serbia y Francia. Tres partidos que se presentaban a cara de perro.

Pau Gasol contra Serbia 2011

Fuente: 20minutos.es

El encuentro contra Alemania puso a prueba el estado nervioso de jugadores y aficionados. España nunca fue capaz de romper el partido. Cada vez que se conseguía una diferencia holgada los alemanes volvían a enjugarla debido a la falta de continuidad de los buenos momentos de juego. Nowitzki contaba esta vez con la ayuda de otro jugador NBA: Kaman, un pivot muy fuerte y duro de pelar. Entre ambos sostuvieron a su equipo. Los bases españoles no conseguían contener a Herber y Benzing resucitaba los fantasmas en el puesto de alero. Marc Gasol tenía que tirar del equipo ante los problemas físicos de su hermano Pau. Esperaba un final de infarto pero apareció San Emeterio desde el banquillo para dar un respiro al inicio del último cuarto. La faena la remató Pau Gasol que se sobrepuso a todos los dolores para decidir el choque en unos últimos minutos geniales. 77-68 que devolvía el resuello a todos los aficionados españoles. Se podía afrontar con mayor tranquilidad el partido ante Serbia. España guardaba ánimos de revancha tras aquel triple suicida de Teodosic que le dejó fuera del anterior Mundobasket. La venganza fue terrible. Una asfixiante defensa anuló a Teodosic, negado todo el partido. A su base le acompañó el resto del equipo en la caída hacia el abismo. Los hermanos Gasol se bastaron para destrozar a un rival hecho añicos que se descompuso a pasos agigantados hasta recibir una derrota humillante por 84-59. España se aseguraba una de las dos primeras plazas y se jugaba el liderato de grupo con Francia. En la víspera se apuntó la conveniencia de evitarlo para esquivar a la anfitriona Lituania hasta la final. Para los franceses resultó una posibilidad irresistible. Vincent Collet, seleccionador galo, reservó a Parker y Noah y se tomó el encuentro a chufa. España no quiso saber nada de apaños ni especulaciones y salió a ganar con profesionalidad un partido que se convirtió en una pantomima. 96-69 que otorgaba a la selección española el primer puesto, al que renunció Francia en una maniobra polémica, de aprendiz de Maquiavelo.

Ricky defendido por Lakovic

Fuente: lainformacion.com

El cruce de cuartos emparejaba con Eslovenia que arrastraba bajas importantes. Boza Maljkovic tendió una emboscada que complicó la vida a los de Scariolo en el primer cuarto. España llegó a verse diez abajo, con problemas para anotar y defender por dentro a Begic y Erazem Lorbek, pero despertó en el segundo cuarto gracias a una defensa brutal que sólo concedió 15 puntos en 20 minutos, colapsando todo el ataque esloveno. Un tercer cuarto asombroso donde España anotó 36 puntos sentenció el partido. Pau Gasol y un inmenso Navarro convirtieron el último cuarto en un trámite. El único susto lo dio Calderón que se retiró lesionado en el tobillo en los últimos minutos. Otra vez el infortunio se cruzaba en el camino de Calde pero, afortunadamente, el contratiempo no le impidió continuar disputando el resto del torneo. Los jugadores españoles se marcharon pensando en unas semifinales ante Lituania pero esperaba una sorpresa. Macedonia, equipo revelación, dio la gran sorpresa en cuartos dejando en la cuneta a los anfitriones. A Francia le había salido mal su treta, el camino presumiblemente más complicado ahora se convertía en el más asequible. Las carcajadas de los seguidores españoles se podían escuchar hasta en París. Sin embargo Macedonia resultó un rival mucho más duro de lo que se podía presumir. Contaba con una rotación muy corta pero no le suponía ningún obstáculo. Le bastaba con su dureza y la inagotable calidad de McCalebb, su estadounidense nacionalizado que podía presumir de ser el mejor base del baloncesto europeo. Macedonia nunca rehuyó el intercambio anotador y lo mantuvo durante muchos minutos. A McCalebb se le unió el veterano Ilievski para amargar la existencia a la defensa española. Pau Gasol tuvo que soportar toda una tortura con el durísimo doble marcaje de Pero Antic y Samardziski, dos leñadores que repartieron cera a diestro y siniestro con la permisividad del trío arbitral. Macedonia se mantuvo pegada en el marcador durante tres cuartos pero su celo para defender a Pau Gasol dejó el camino libre a Navarro. La Bomba minó poco a poco a los macedonios desde la recta final del tercer cuarto. Quizá fue el mayor recital de Navarro con la selección española. Fue sencillamente imparable, anotando todo lo que salía de sus manos. No tuvo remedio Macedonia para eso por mucho que se empeñara McCalebb. Los problemas de personales de los pivots macedonios acabó aprovechándolos Pau Gasol en los pequeños resquicios que encontraba en el duro marcaje para rematar el recital de su amigo Navarro. 92-80, se sudó más de lo esperado pero España llegaba de una nuevo a la final, la cuarta europea para esta generación.

Juan Carlos Navarro salto

Fuente: lavozlibre.com

Francia separaba a España en su afán de repetir título. Ahora el partido sí era en serio, los franceses no se lo tomarían a guasa. Para desgracia de los galos tampoco la selección española que salió con el cuchillo entre los dientes. Calderón manejaba el ritmo del partido a su antojo, Pau Gasol dominaba la zona gala como si fuera su casa y la defensa española reservaba una sorpresa al ataque francés. Ibaka apareció para convertir la zona española en un campo de minas para Francia. Cada jugador francés que aparecía cerca del aro se llevaba el tapón de Air Congo. El efecto intimidador de Ibaka condicionó todo el ataque francés que se fue alejando cada vez más del aro. El gran acierto en el triple de Francia en la primera mitad evitó un rápido K.O. pero con el triple como única arma se sabía que era cuestión de tiempo que los de Collet cayeran como fruta madura, no podían mantener este acierto desde el perímetro. Poco a poco España se marchaba en la segunda parte. Los pivots franceses eran incapaces para frenar a Pau Gasol pero los exteriores sufrían aún más ante un Navarro magistral, de nuevo irrefrenable de cara al aro y que sería nombrado mejor jugador del torneo. Parker era insuficiente, se sentía como Gary Cooper en Solo ante el peligro. Fue una lenta agonía esperando la puntilla que llegó al inicio del último cuarto con los contraataques españoles. España volvía a disfrutar de muchos minutos para saborear las mieles del triunfo. Felipe Reyes, al que sus compañeros llevaban muchos días tratando de animar creando una versión personalizada del tema Todos los días sale el sol, chipirón de Bongo Botrako, salía a falta de dos minutos. La canasta que anotó desde cinco metros en su primer intento fue celebrado por todo el banquillo como si fuera la canasta de la victoria. Una lección de equipo. El 98-85 final otorgaba el segundo oro para la selección española. No quedaba duda alguna sobre la superioridad de este equipo en talento y juego, estaba a una altura superior de todos sus rivales en Europa. Ya era un equipo para la historia, al lado de aquellas selecciones míticas de la URSS y Yugoslavia. Un Dream Team europeo.

espana-eurobasket-2011

Fuente: ricky-rubio.es

Seguro que todos echarán de menos algo al final de estas líneas, pensaréis que me he saltado algo. Así es, faltan los JJOO de 2008 y 2012. Como ambos torneos guardan muchas similitudes los he dejado para el final, reunidos en un último capítulo donde esta selección llegó a un nivel que jamás hubiéramos podido imaginar.

Próximo capítulo: Viaje a las estrellas.

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1 Comment on "LA GENERACIÓN DORADA DEL BALONCESTO ESPAÑOL (IV): EL DREAM TEAM EUROPEO"

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10 years 3 months ago

Llevaba todo el artículo extrañado esperando para recordarte lo de los JJOO de Pekín… Y me lo encuentro al final. Eres un viejo zorro, Perdi… Zorro bueno, claro. :)

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