Como resultaba evidente, las opciones del Real Madrid para continuar con esperanzas de llevarse la final estaban en la defensa. Los madridistas mejoraron ostensiblemente en tareas defensivas y el resultado salió a pedir de boca. Estuvieron a la altura en su primer momento realmente delicado y decisivo en la ACB esta temporada, que superaron con nota, para empatar a uno la final. Buena parte del mérito la tuvieron jugadores que suelen estar en un segundo plano o gozan de escasa trascendencia. Darden, que ya estuvo a un nivel digno en el primer encuentro, volvió a ofrecer una buena actuación para superar a los aleros azulgranas. No puede ser más oportuno cuando desde hace tiempo se considera este puesto uno de los puntos débiles del equipo blanco, a reforzar con urgencia la próxima campaña. Pero aún más sorprendentes han sido las prestaciones de Mejri. El pivot tunecino, entre molestias y bajo rendimiento, apenas participó en la eliminatoria ante Unicaja y su cabeza comenzaba a oler a pólvora de cara a continuar en el Real Madrid. Su respuesta en la final es la propia de un jugador que quiere ganarse el puesto. Disputó unos buenos minutos en el primer partido, siendo el mejor de los hombres altos en un día gris de los pivots madridistas. En el segundo fue una de las piezas clave en la victoria del Madrid, mandando en la zona en ataque e intimidando en defensa. Lo que se le pide a un pivot de garantías en un equipo grande. Ambos fueron fundamentales para acompañar a los habituales Rudy o Sergio Rodríguez en la victoria blanca. Protagonistas inesperados para igualar la serie antes de los duelos en Barcelona. El tercer partido será de los que marcan una eliminatoria.
Real Madrid 87 – Barça 78 (1-1): La necesidad de la victoria animó a que el Palacio de los Deportes ofreciera un ambiente más cercano al nivel de intensidad que debe tener una final ACB. También el Real Madrid entró en la pista mucho más intenso y aguerrido. Su defensa, desde el comienzo, no tuvo nada que ver con el pobre nivel ofrecido dos días antes. El Barça no encontró las facilidades en el juego interior que tan bien aprovechó en el primer partido. En ataque también mejoraron sus prestaciones los pivots del Real Madrid. El 7-2 de inicio fue un buen punto de partido para el despegue local. Darden comenzaba con fuerza en las primeras ventajas madridistas. Sólo Navarro (15 puntos) se mostraba fiable en los primeros minutos, con un par de triples seguidos. Los demás se ahogaban en la defensa rival. Los pivots encontraban muchos problemas bajo el aro. No anotaban y Bouroussis (12 puntos, 7 rebotes, 3 robos, 23 de valoración) creaba mucho más problemas que en el primer encuentro. Las dos personales tempraneras de Tomic y una pronta entrada en bonus complicaban aún más las cosas. Cuatro minutos sin anotar del Barça le ponían en bandeja al Real Madrid la oportunidad de lograr una diferencia suculenta (18-8, min 6). El Barça comenzaba a hacer la goma. La entrada de los suplentes mejoró el trabajo en defensa pero el acierto brillaba por su ausencia. Con Sergio Rodríguez en pista el Real Madrid perdió algo de fluidez ofensiva. Parece extraño pero El Chacho no estuvo muy fino durante la primera parte. No fue impedimento para mantener las diferencias entre los 8-12 puntos. El perímetro del Barça no estaba nada fino, errando un triple tras otro. Por dentro tampoco encontraba una respuesta al dominio local. Mejri (11 puntos, 7 rebotes, 2 tapones, 16 de valoración) convertía la zona en una pesadilla. Ni podían contenerle Tomic y Dorsey cuando aparecía cerca del aro ni conseguían sacar beneficio cuando llegaban los balones dentro. Faltaba colmillo para superar la intensidad defensiva que había impuesto el equipo blanco y le permitía jugar con comodidad (40-30, min 20).
Fuente: basketexpress.net
El tercer cuarto se convirtió en el recital de Rudy Fernández (17 puntos, 5 rebotes). El jugador mallorquín fue una pesadilla para la defensa azulgrana. Le salía absolutamente todo, incluso lo que parece más inverosímil. El Barça seguía sin encontrar el punto en ataque. Aún no habían afinado la puntería los tiradores y el juego interior continuaba superado por la defensa de Bouroussis y los problemas con las personales. En el bando madridista todo el ataque se centraba en Rudy pero le resultaba suficiente. Rudy era incontenible. Sólo otro de los múltiples golpes que se lleva en cada encuentro le apartó del juego. Su marcha al banquillo produjo un efecto negativo en su equipo que había encarrillado bien el partido (54-39, min 26). Sin Rudy en la cancha el ataque blanco bajó muchos enteros, se atascó. El Barça aprovechó la oportunidad para sacar la cabeza. El perímetro se entonó. Oleson (17 puntos, 6 rebotes, 20 de valoración) tomó la responsabilidad y ponía en jaque a la defensa madridista con sus triples. El Real Madrid, en cambio, seguía muy atascado en el tiro exterior que tanto le suele aportar. El 2-13 de parcial devolvía a los culés a la pelea (60-56, min 31). La presión volvía a los madridistas pero estos respondieron tras unos momentos complicados. El perímetro despertó cuando más falta hacía. Un triple de Carroll y otros dos de Sergio Rodríguez (12 puntos, 8 asistencias) elevaban la diferencia por encima de los diez puntos otra vez más. Continuaba la tortura psicológica para el Barça que seguía haciendo la goma. Cada vez que buscaba la remontada se encontraba con las acciones individuales de Sergio Rodríguez, sus pases para Mejri o Felipe Reyes o los tiros libres que sacaban los madridistas a un juego interior rival cargado de personales. La última intentona se produjo en los últimos minutos, en el intento a la desesperada de Huertas. Al Real Madrid le bastaban dos defensas para cerrar el encuentro pero se encontró con tres jugadas consecutivas encajando. Sin embargo apareció Darden en el último minuto para sentenciar. Su triple desde la esquina fue la rúbrica a la victoria madridista. Los tiros libres que se iba dejando Dorsey sólo aceleraron el desenlace. El Real Madrid superaba la prueba de presión para igualar la final. Ahora deberá sacar una victoria en el Palau Blaugrana para evitar que su eterno rival se haga con el título ante su afición. El tercer encuentro elevará la presión al máximo para quien caiga.
Fuente: sentimientoamarilloynaranja.com
Y DIGO YO…:
- Uno de los aficionados que tengo en la fila de atrás en el Palacio de los Deportes dijo hace unos meses en un partido que Mejri sería muy importante en los playoffs. Al tunecino le daba ya como caso perdido tras caer en el ostracismo en las semifinales, condenado a salir del club. Su actuación en la final puede que le dé la razón al aficionado y a Mejri su continuidad. De él depende en los próximos partidos.
- El que parece completamente perdido es Papanikolau. En el partido de Liga Regular en el Palau Blaugrana hizo un destrozo tremendo a los madridistas. En estos playoffs está destacando poco y en la final está siendo completamente superado por Darden, bajo sospecha los últimos meses. El griego se ha aficionado a jugar un partido bueno y diez malos.
- Ganar dos partidos consecutivos en casa en un Clásico en los playoffs se está convirtiendo en una misión casi imposible. En muy pocas ocasiones se logra. La última en 2007 el Real Madrid de Joan Plaza para lograr el 2-0. El Barça tiene por delante una ardua tarea para llevarse el título en el Palau Blaugrana.
- Definitivamente Laso sí se sentó en el banquillo pese a la rotura en el tendón de Aquiles. Se acomodó en una especie de trono aunque en ocasiones hubo que frenarle para que no se pusiera de pie. El recibimiento al técnico lesionado resultó casi emotivo. Se convirtió en héroe sin jugar. No será el mejor técnico del mundo pero se ha ganado el corazón del madridismo.
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