Al 28º partido hincó la rodilla. El Real Madrid perdió la imbatibilidad en esta temporada en ACB en el Palacio de los Deportes ante un Valencia Basket que mostró todo el repertorio que le ha llevado a convertirse en una alternativa muy seria al título que se debe considerar muy seriamente. El partido ante el segundo clasificado tras la dura y agotadora eliminatoria europea ante Olympiacos era una situación propicia para terminar con la racha inmaculada del equipo blanco y así ha sido. El Valencia Basket impuso su enorme intensidad defensiva, velocidad y unas buenas dosis de calidad individual y acierto que llevaron a pensar durante muchos minutos no sólo en una gran victoria sino en una paliza histórica para derrumbar al invicto Real Madrid, que tuvo el orgullo y carácter para recordar que los campeones caen de pie. Sus arrestos y el extraordinario último cuarto del equipo madridista le sirvió para salvar el basket-average, algo impensable a pocos minutos del final. Es sólo un consuelo pero no es poca cosa con el calendario que tiene el Real Madrid por delante, con difíciles visitas a Barcelona y Málaga y recibiendo a aspirantes a playoffs tan incómodos como Cai Zaragoza y Joventut mientras el recorrido del equipo valenciano es mucho más liviano, con la visita del Cajasol a la Fonteta y la salida a Badalona como escollos más complicados. Si se lo cree aún puede pensar Valencia Basket en asaltar el liderato.
Cajasol 71 – Estudiantes 82
El buen momento de Cajasol se vio reflejado en el inicio del partido, en el que el equipo sevillano dominó con claridad a un Estudiantes incapaz de frenar a un Satoransky (13 puntos, 5 asistencias) que se movía a sus anchas y marcaba el ritmo del encuentro (16-8, min 6). Tardó un poco el equipo colegial en cogerle el aire al partido pero logró igualar el partido antes de terminar el primer cuarto. Entre Van Lacke y Miso prepararon el terreno para devolver la igualdad al marcador, momento en el que apareció el hombre del partido: Kuric. El alero entró en plan dinamitero en el partido, demoledor desde el tiro exterior. Cada intento de tres de Kuric se convirtió en la misma pesadilla recurrente para el Cajasol que tuvo que ver cómo anotaba cinco triples en el segundo cuarto. Y no acabó el tormento con el descanso. Kuric (31 puntos con 8/11 en t3, 4 rebotes, 34 de valoración) continuó destrozando a los locales desde la línea de tres en la reanudación. Aíto no encontraba remedio para frenar a este jugador irregular pero que cuando está enchufado puede hacer mucho daño. Su acierto puso al borde del abismo al Cajasol (46-58, min 28) que sólo consiguió aguantar debido a un mal último minuto del Estudiantes en el tercer cuarto, con una falta antideportiva de Nogueira que le costó cinco puntos a los del Ramiro pero no minó su moral. Un 2-8 de salida en el último cuarto devolvió la ventaja que habían abierto los triples de Kuric y que consiguió mantener Banic en un buen final de partido del ala-pivot croata y que propiciaron un final tranquilo para el Estudiantes que da un paso de gigante para certificar la permanencia. Paso atrás de Cajasol que perdió en casa una buena ocasión para afianzar su plaza de playoff.
Unicaja 80 – Obradoiro 71
Unicaja dominaba desde el comienzo gracias a los triples de Carlos Suárez, más decidido a tirar que de costumbre en esos primeros minutos. Los puntos de Toolson y la labor de los pivots acompañaron a su acierto desde la línea de tres para dominar durante el primer cuarto (26-19, min 10) pero el Obradoiro supo responder al buen inicio del equipo malagueño. Berzins aguantó el pulso a los pivots locales y un viejo rockero como Ricardo Guillén, que tuvo su paso por Unicaja en sus inicios como jugador, volvía a colocar al equipo gallego a rebufo saliendo al poste alto a lanzar. Sin embargo no pudieron los visitantes culminar la pequeña remontada por falta de consistencia. Demasiados regalos en momentos inoportunos que permitían a Unicaja correr y volver a estirar la diferencia a los 7-8 puntos. Todo el partido fue un querer y no poder para Obradoiro, una lucha para mantenerse con vida haciendo la goma. Volvió a acercarse al inicio del primer cuarto con un 0-5 de inicio propiciado por Pumprla pero los locales siempre encontraban argumentos para estirar el chicle. Siempre surgía alguna individualidad para devolver el margen y continuar torturando mentalmente a Obradoiro. El equipo gallego volvió a agarrarse como pudo con la colaboración de un invitado inesperado, Scott, que no había hecho nada hasta entonces, como suele ser habitual en él, pero que mantuvo las esperanzas con diez puntos en el último cuarto. No serviría de mucho el empeño de esta limitado jugador, volvieron a encajar un golpe en el peor momento. Un triple de Kuzminskas, inédito hasta el momento, sirvió para apuntillar (71-62, min 38). No hizo nada más pero tampoco hizo falta. A Unicaja le bastó con manejar con calma la recta final del encuentro para vencer sin agobios, para continuar al acecho por si el Barça se despista y puede asaltar la tercera plaza.
Baskonia 76 – Bilbao Basket 70
Este derbi vasco siempre ha sido en las últimas temporadas un partido muy interesante, eléctrico y de emociones fuertes. El mal momento deportivo del Baskonia y el aún más delicado económicamente del Bilbao Basket ha deslucido este encuentro en buena medida. Los Hombres de Negro salieron dispuestos a olvidar las penurias de un futuro incierto con una puesta en escena excepcional. Desde la línea de tres le hizo un traje monumental a los hombres de Scariolo, incapaces de frenar la buena circulación del balón en el perímetro del Bilbao Basket en busca de un nuevo triple. Tan volcado estaba por fuera el equipo bilbaíno que Markota (18 puntos con 5/7 en t3, 7 rebotes, 18 de valoración) salía constantemente fuera a lanzar de tres. Y con muy buen tino. Baskonia intentó remontar aceptando el duelo desde el triple. Tres seguidos del equipo vitoriano redujeron las diferencias pero el Bilbao Basket continuó martilleando desde el perímetro. Hasta Samb anotó su triple para desesperación del Buesa Arena que le dedicó a su equipo una nueva bronca más esta campaña cuando los visitantes ajustaron la defensa e inflingieron un parcial de 3-13 a un Baskonia lleno de dudas (33-48, min 19). Los locales salieron espoleados tras el descanso y aumentaron su intensidad atrás. Los triples ya no le entraban a Los Hombres de Negro y por dentro se encontraban con la presencia intimidadora de Pleiss (8 puntos, 9 rebotes, 5 tapones, 21 de valoración) que ahuyentaba a los pivots rivales repartiendo tapones por doquier. En ataque seguía sin ser la alegría de la huerta pero con la aportación de San Emeterio (20 puntos, 6 rebotes, 23 de valoración) bastaba para reducir poco a poco la diferencia hasta que un 2+1 del propio San Emeterio ponía por primera vez por delante al Baskonia (66-63, min 37). El Bilbao Basket debía afrontar el final de encuentro sin su faro, Raúl López, lesionado en el último cuarto. Otro problema más pero que supo afrontar con un par de triples seguidos. Heurtel respondía con otro lanzamiento de tres que ponía el 72-70 a 1:11 del final, que resultaría ciertamente polémico. Gabriel se desgañitó pidiendo personal en un tapón de Nocioni. En la siguiente jugada, Heurtel entra como una cabra loca llevándose por delante a Grimau. Los árbitros pitan falta al jugador catalán y, de regalo, una técnica a Gabriel por una leve protesta. Final made in Buesa Arena. Estas decisiones allanaron el camino del Baskonia para lograr un triunfo que le aúpa a la sexta plaza.
Real Madrid 105 – Valencia Basket 110
Aún se estaba recuperando la afición madridista del apoteósico ambiente vivido en el quinto partido ante Olympiacos en el Palacio de los Deportes. El ambiente era más relajado aunque el rival no era precisamente con el que se pueda salir a medio gas. El Valencia Basket ya se ganó el respeto hace mucho tiempo y su segunda plaza prácticamente asegurada daba fe de ello. No tardó en lucir sus poderes. Aprovechó el comienzo a verlas venir de los madridistas para castigarles en cada ataque. Los hombres de Perasovic anotaron en los 6 primeros ataques y Laso se vio obligado a pedir tiempo muerto (5-14, min 3). La reacción local fue fulgurante. De la mano de Rudy y Llull el Real Madrid encadenó un 10-0 que atajaba la escapada rival aunque no amilanó al Valencia Basket. Meterse en un intercambio anotador con el Real Madrid suele ser una invitación al suicidio (27-22, min 9) pero el equipo taronja no lo rehuyó en absoluto. Continuaba anotando con facilidad, sobre todo por dentro, y atrás comenzaba a exhibir su intensidad defensiva que le ha llevado a donde está. En ocasiones me recuerda en defensa a Olympiacos. La ACB tiene su propio Pireo style. La dureza defensiva en la zona empujó al Madrid hacia el perímetro. El abuso del triple, sin acierto a partir de la mitad del segundo cuarto, empezó a convertirse en un problema para los madridistas. Perasovic lo vio claro y dispuso una zona 1-3-1, la defensa anti-tiradores por excelencia. El cambio defensivo anuló el ataque madridista que sólo movía el balón por fuera. No es que no se les pasara a los pivots, es que ni siquiera se les miraba. La falta de variedad ofensiva le facilitó las cosas al Valencia Basket que comenzaba a despegarse en el marcador. El Real Madrid se encontraba ofuscado y cada vez más irritado con el arbitraje, permisivo con la dura defensa valenciana y no tanto con la madridista, cuyas personales aprovechaba a la perfección Valencia Basket desde el tiro libre. Una antideportiva señalada a Rudy en el último segundo de la primera parte cuando buscaba un alley-oop terminó de caldear el ambiente aunque lo más preocupante para los madridistas era el 3-18 encajado en los últimos cinco minutos y los 54 puntos encajados al descanso (42-54, min 20). Se empezaba a repetir el guion del partido disputado en la Fonteta.
El Real Madrid necesitaba reactivarse y no hay nadie mejor en la plantilla blanca para organizar un incendio que Llull (23 puntos, 8 asistencias, 6 rebotes, 30 de valoración). El Pirómano de Mahón empezaba a hacer de las suyas y Perasovic detuvo el encuentro con un tiempo muerto tras un 7-2 de inicio. No quería el técnico croata que ocurriera lo mismo que en Valencia, cuando un inicio fulgurante de los blancos en la segunda mitad igualó el partido demasiado pronto. No se repetiría la historia. Valencia Basket volvió a su agresividad defensiva y frenó la reacción. Pero si intenso estaba atrás, en ataque ya fue sencillamente magistral. Doellman (15 puntos, 5 asistencias, 3 rebotes, 19 de valoración) daba un curso en todas las facetas del juego. Van Rossom superaba la defensa de un Carroll falto de ritmo. El joven Lucic (15 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias, 20 de valoración) se hacía el amo de la zona, completando el mejor partido de su carrera. Junto a Ksistof Lavrinovic (15 puntos) dejó al descubierto las miserias del juego interior del Madrid, de nuevo superado ante un rival de importancia. Algo demasiado recurrente y preocupante para los madridistas. El Real Madrid estaba desesperado, como nunca antes se le había visto esta temporada. Fuera del partido, comenzó a cometer errores grotescos y pagó su frustración con el trío arbitral que se ensañó con las técnicas. El Valencia Basket aprovechaba la indignación y el desconcierto para hacer más sangre. Le entraba absolutamente todo, incluidas las genialidades de Lafayette (11 puntos, 8 asistencias, 18 de valoración). El naufragio blanco era total. No sólo iba a caer por primera vez sino que lo iba a hacer con estruendo, recibiendo una paliza humillante en su propia cancha (66-89, min 31) ante el delirio de los numerosos aficionados valencianos presentes en el Palacio de los Deportes. Con una paliza así y el basket-average a favor podía soñar con el liderato de la Liga Regular.
Los madridistas apelaron al orgullo para limpiar su imagen en un partido muerto. Le habían aplicado la misma receta que ellos han firmado tantas veces esta temporada. Buscaba un maquillaje que en muchos partidos fue tarea de sus rivales. O eso parecía con las acciones individuales de Sergio Rodríguez (16 puntos, 7 asistencias, 16 de valoración). Tal como iban las cosas parecían exagerados los gritos y aspavientos de Perasovic con cada error cuando la ventaja no bajaba de 17 puntos. No fue sobreactuación, sabía bien lo que hacía. En el Real Madrid habían entrado Felipe Reyes o Darden (14 puntos, 2 robos, 17 de valoración), que disfrutan con el cuchillo entre los dientes. La defensa madridista, presionante y muy agresiva, igualó en intensidad a la del Valencia Basket anteriormente. Los árbitros dejaron hacer, como ocurrió antes en el bando contrario. El arbitraje fue infame y no sólo por la permisividad y las compensaciones. El Real Madrid pudo robar y correr, jugar a sus anchas. Su anotación subía vertiginosamente. La diferencia bajaba a gran velocidad , tanto que a alguno le entró cierto canguelo en las filas valencianas (98-105, min 38). Peor podía haber sido de no ser por la muñeca providencial de un genial Sato (17 puntos, 6 rebotes, 19 de valoración). Un 3+1 y otro triple complicado del alero africano evitaron mayores sustos. La victoria no corría peligro pero el basket-average ya estaba en el aire. El Real Madrid no dudó ni un instante en lanzarse a por el objetivo. Una explosiva entrada de Llull ponía sólo 5 abajo a los madridistas a falta de 6 segundos. El basket-average estaba salvado milagrosamente. Laso pedía no cometer personales pero los árbitros señalaron falta sobre Van Rossom a 8 décimas. Laso sacó a sus torres en previsión de un segundo tiro a fallar ya que el Madrid ganó de 7 en Valencia. El belga tuvo que fallar el segundo tiro libre de su equipo en todo el partido, tras 29 aciertos, precisamente en su primer lanzamiento. Mejri no tuvo problemas para hacerse con el rebote tras el previsible lanzamiento a fallar del base visitante. El Real Madrid perdía la imbatibilidad pero no la honra, había logrado un pequeño consuelo que puede ser importante a final de temporada pero el Valencia Basket vuelve a confirmar que se le puede considerar un aspirante a todo en esta ACB.
Barça 81 – Fuenlabrada 63
Aunque no se pierda de vista completamente la ACB en el Barça ya tienen la mirada puesta en la Final Four. Xavi Pascual va dando descansos a piezas clave, como Navarro y Tomic que no se vistieron ante el Fuenlabrada. Los visitantes comenzaron mejor, con un Paunic enchufado, pero duró poco su alegría porque el Barça empezó a hacer mucho daño balones dentro, castigando una zona que es el mayor punto flaco del Fuenla. 11-0 de parcial y el mando volvía al lado azulgrana (16-10, min 6) aunque Feldeine (11 puntos, 7 asistencias, 3 robos, 18 de valoración) y Panko (19 puntos, 7 rebotes) lograron aguantar a su equipo en pleno chaparrón para mantener el encuentro igualado. El Barça acabaría de dar el golpe en la mesa cuando Xavi Pascual dio entrada a Pullen. El base estadounidense ya hizo un muy buen partido en el encuentro de ida y fue el revulsivo en el segundo cuarto del Palau Blaugrana. Entró con la muñeca afinada y encontró un cómplice en Dorsey (11 puntos, 10 rebotes, 21 de valoración) que no tuvo rival en el juego interior visitante. La pareja americana puso al Barça en el buen camino, rumbo al triunfo (46-35, min 20). Ya con una ventaja solvente el Barça pudo dominar e imponer su juego. Huertas (12 puntos, 4 asistencias, 16 de valoración) controlaba el ritmo y llevaba el peso anotador junto a Lorbek. Entre ambos aumentaban poco a poco la ventaja, sin grandes tirones pero en un goteo lento y constante. Fuenlabrada daba la cara como podía. La mejor noticia para los visitantes fue el buen partido del joven Chema González que se batió con mucha dignidad y buen trabajo dentro de la zona. A ver si la solución de los problemas del juego interior los tiene el Fuenla en casa. Al Barça le bastó con jugar a medio gas y alguna aparición de sus numerosas individualidades para gestionar el partido con mucha tranquilidad mientras la cabeza ya está puesta en la cita que se disputará en dos semanas y media en Milán.
UCAM Murcia 90 – Manresa 79
El último tren de la permanencia para Manresa paraba en Murcia. La victoria era prioritaria para el conjunto catalán si quería conservar opciones de continuar en la ACB. Tras un primer cuarto igualado pero gris, Manresa tomó el mando del partido aprovechando una de las habituales carajas del UCAM Murcia, nulo en ataque y ofreciendo numerosas facilidades en defensa que aprovechó Eriksson (18 puntos, 3 rebotes, 20 de valoración). El 4-17 de parcial le daba un colchón muy apreciable al necesitado Manresa (22-35, min 17) pero las tornas empezaron a cambiar tras el descanso. Rodrigo San Miguel (7 puntos, 9 asistencias, 6 rebotes, 22 de valoración) encendió la mecha con dos triples consecutivos pero su mano se notó aún más en la dirección y el ritmo de juego, más vivo y conveniente para el equipo murciano. Los visitantes aguantaron con los puntos de Eriksson y el trabajo bajo aros de Oliver Arteaga (15 puntos, 5 rebotes, 22 de valoración) pero entre ambos no fueron suficientes para frenar la reacción de UCAM Murcia que ya se encontraba a rebufo del Manresa al final del tercer cuarto. Empezaba a echar en falta el Manresa un referente. Monroe, que era el indicado para serlo, era una escopeta de feria. El tiro exterior local se convertía en una pesadilla para ellos. Scott Wood, siempre de gatillo fácil, encontró el acierto y le daba la vuelta al partido, bien acompañado por dentro por Radovic, aunque el Manresa logró llegar vivo al último minuto. Con 78-76 en el marcador, Radovic (20 puntos, 10 rebotes, 22 de valoración) anotaba un triple que hundía al Manresa definitivamente. La derrota era un golpe duro pero el desastre fue completo con el triple en el último segundo que anotaba Kelati (15 puntos, 3 asistencias, 18 de valoración) para dar el basket-average al UCAM Murcia que tiene casi amarrada la permanencia. Manresa tiene pie y medio en la LEB Oro si el dichoso canon no se pone de nuevo por medio.
Joventut 78 – Gran Canaria 84
En el 20º aniversario del mayor éxito logrado por la Penya, aquella Euroliga de 1994 lograda con el mítico triple de Corney Thompson, era obligado el homenaje a aquel inolvidable equipo. No habría mejor celebración que un triunfo que ofrecer a los integrantes de aquella gesta europea. Sin embargo el inicio verdinegro fue un petardo. Gran Canaria dominó desde el comienzo aprovechando su notable superioridad en el juego interior. La enorme figura de Tavares (9 puntos, 9 rebotes, 16 de valoración) y la explosividad de Báez, ex del Joventut, imponían su ley bajo tableros. Los verdinegros aguantaron el chaparrón con más casta que juego, con la entrega de Llovet y los contraataques de Kirksay pero volvieron a toparse con la defensa de Gran Canaria para colocar al Joventut en una situación muy complicada. Ante los problemas sufridos en el juego interior la Penya se volcó por fuera pero sin demasiado éxito. Los numerosos fallos desde el triple propiciaron los ataques veloces llevados por Bellas (7 puntos, 9 asistencias, 17 de valoración), sorprendente porque está más acostumbrado a un ritmo pausado, y rematados por Newley (16 puntos, 5 rebotes) para que su equipo pusiera pies en polvorosa en el marcador (25-39, min 19). 5 puntos en el último minuto minimizaron los daños para los verdinegros. Tras el merecido homenaje al descanso al equipo campeón de Europa en 1994, el partido continuó en el mismo tono, con Gran Canaria manteniendo la ventaja hasta que Kirksay (18 puntos, 10 rebotes, 4 robos, 26 de valoración) logró igualar el partido de nuevo con sus triples en el tercer cuarto (50-50, min 28). El Joventut tuvo sus oportunidades para adelantarse pero no fue capaz de lograrlo. No volvería a disponer de más ocasiones. Un viejo conocido en Badalona, Oliver (19 puntos, 4 rebotes, 3 asistencias, 19 de valoración), le hizo un destrozo en el último cuarto a su ex-equipo, incapaz de frenar al base. Sus 11 puntos en el último cuarto pusieron el encuentro en manos de Gran Canaria (63-77, min 38) aunque el Joventut no arrojó la toalla y lo intentó a la desesperada. Casi saca fruto. 3 triples consecutivos de Devoe Joseph colocaban en el 78-80 a medio minuto del final. A Báez no le tembló el pulso desde el tiro libre y puso el 78-82. Una pérdida de balón de la Penya en los últimos segundos terminó en un contraataque finalizado con un mate de Tavares para cerrar el encuentro. El homenaje no fue completo.
Otros resultados
Gipuzkoa Basket 73 – CAI Zaragoza 62
Valladolid 91 – CB Canarias 103.
El MVP de la jornada fue Luke Sikma (CB Canarias) con 20 puntos, 10 rebotes, 5 asistencias, 3 robos, 3 tapones y 39 de valoración.
Pese a su primera derrota, continúa como líder el Real Madrid (27-1) aunque ya seguido de cerca por el Valencia Basket (26-3) con un partido más. El Barça (21-7) también siente la presencia cercana del Unicaja (20-9) que también ha disputado un partido más que los grandes futboleros. Cajasol (15-14) cierra la zona de playoffs. Manresa (7-22) está cada vez más cerca de unirse al descendido Valladolid (3-26).
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