Bajo el imperialismo actúan dos tendencias: la tendencia a la agudización de las contradicciones entre las potencias imperialistas y la tendencia a la unión de los imperialistas en defensa de los intereses generales de clase del gran capital, en la lucha contra el movimiento de liberación del proletariado y de las aufblasbarer wasserpark naciones subyugadas. La unión del capital monopolista en el plano internacional no sólo puede presentar la forma de monopolios internacionales, sino, además, la de acuerdos entre estados. “Desde luego -escribió Lenin-, son posibles acuerdos temporales entre los capitalistas y entre las potencias. En este sentido son también posibles los Estados Unidos de Europa como acuerdo de los capitalistas europeos… ¿sobre qué? Tan sólo sobre cómo pueden aplastar conjuntamente al socialismo en Europa y sobre cómo pueden defender juntos las colonias robadas.” El desarrollo del capitalismo monopolista de Estado en los principales países imperialistas ha hecho que se intensificara en gran medida el entrelazamiento de los capitales e intereses de los diversos grupos monopolistas en escala internacional. El acelerado incremento del progreso técnico, la introducción de métodos de producción masiva y la automatización exigen que se amplíen en grado enorme los mercados de venta, refuerzan la tendencia a la internacionalización de la vida económica, facilitan el progreso de la especialización internacional de la producción. Las uniones monopolistas de Estado internacionales representan un intento del capitalista por ”conciliar” la forma capitalista privada de economía y las fuerzas productivas que han rebasado ya los limites nacionales. (Fuente: http://www.eumed.net/cursecon/dic/bzm/v/uniones.htm )
Esa ampliación del mercado para sus exportaciones, tanto industriales como de los capitales, que se acumulan sin encontrar en la propia Europa un sector en que invertirlos tras la crisis financiera, además del control de las materias primas, lo que buscan los EE.UU. y la UE con el golpe de estado que han apoyado en Ucrania. Por no decir organizado. El objetivo es tanto la propia Ucrania como Bielorrusia (probable siguiente objetivo) y sobre todo Rusia. Ucrania no deja de ser una etapa hacia Moscú en el plano militar. El método para deshacerse del pequeño obstáculo que representaba el gobierno ucraniano es el que vienen usando cada vez con mayor frecuencia: la guerra no convencional, cuyas características explica este documento que resume Granma.
ETAPAS DE DESESTABILIZACIÓN DE GOBIERNOS
Una lectura a la Circular permite discernir que cuando Estados Unidos intenta desestabilizar a un gobierno, sigue siete etapas. En la primera, de “preparación”, se lleva a cabo la “preparación psicológica para unificar la población contra el gobierno en el poder o potencia ocupante, y preparan la población para aceptar el apoyo de Estados Unidos”.
A la segunda fase la nombraron “contacto inicial” En ella, “las agencias de gobierno de Estados Unidos coordinan con el gobierno aliado en el exilio, o con los líderes de la resistencia, para ofrecer el apoyo”.
Un apunte mío: En Ucrania, Estados Unidos ha estado infiltrando ONGs durante más de 10 años para penetrar la plaza, asignándoles –entre otras cosas– 5 000 millones de dólares para «ayudar el país a instaurar instituciones democráticas».
La tercera sería de “infiltración”, donde los “equipos de las Fuerzas de Operaciones Especiales se infiltran en la zona de operaciones, establecen comunicaciones con su base, y contactan las organizaciones de resistencia”.
Durante la cuarta fase, de “organización” los equipos de las Fuerzas de Operaciones Especiales “organizan, entrenan y equipan a los jefes de la resistencia”.
En un quinto momento, de “formación” las Fuerzas de Operaciones Especiales ‘apoyan a los jefes para expandirse en una organización de resistencia efectiva. Se puede llevar a cabo una operación militar limitada, pero el énfasis sigue siendo su desarrollo”.
Luego viene el “empleo”, donde las fuerzas de “Guerra no Convencional” “realizan operaciones hasta llegar a unirse con las fuerzas convencionales o hasta que concluyan las hostilidades”.
Por último, durante la fase llamada de “transición”, las fuerzas de Guerra no Convencional “revierten el control nacional, cambiando a fuerzas regulares o desmovilizándose”.
La Circular deja claro que Estados Unidos intervendrá incluso cuando la población del país en cuestión no esté de acuerdo. “En los escenarios de guerra limitada en ocasiones no es deseado el apoyo abierto estadounidense a un movimiento de resistencia. En estos casos, el gobierno estadounidense puede ofrecer el apoyo indirecto mediante un socio de una coalición o un tercer país”.
Las instrucciones no dejan fuera el papel de los medios de comunicación, al aclarar que “las actividades de información que incrementan la insatisfacción con el régimen hostil o de ocupación y que presentan la resistencia como una alternativa viable, son componentes importantes”.
Las operaciones de “Guerra no Convencional” tienen un “componente psicológico fundamental”, añade el texto, y al mismo tiempo explica que constituye una “vulnerabilidad” la “incapacidad para modificar las percepciones de la población, de forma que apoye los objetivos de la Guerra”.
“Las fuerzas de Guerra no Convencional estadounidenses poseen las capacidades que le permiten influir enormemente en el factor humano, mediante operaciones que ejercen in-fluencia sobre la conducta, en apoyo a los objetivos estadounidenses”.
Por otra parte, la Circular menciona las condiciones que aseguran el “éxito”. Las tres principales son “un gobierno o poder de ocupación debilitado —o no consolidado—, una población segmentada, y un terreno favorable para organizar y mantener la resistencia armada o la subversión”.
EL CASO UCRANIANO
En el caso de Ucrania la población está dividida entre la parte occidental y la oriental y el gobierno (cualquiera de ellos desde la “independencia”) desde luego está debilitado tras décadas de desastre socioeconómico, fácilmente comprobable con la ayuda de alguna gráfica.
EE.UU. y UE también necesitaban una fuerza de choque y la encuentran entre los grupos de ideología fascista, lo cual no es precisamente nuevo. Ya el colaboracionista nazi Stepan Bandera, ídolo de toda esa gentuza, había trabajado para el también nazi Gehlen en el espionaje de Alemania Federal. Fue ejecutado por un agente del KGB en Munich.
El golpe de Estado, aunque tampoco tengo claro cual iba a ser la integración de Ucrania en la Unión Aduanera de Rusia, Bielorrusia y Kazajstán, ni cuál será la que tenga con la UE, puede tener efectos muy negativos para la industria y la clase obrera ucraniana. La industria, no adaptada a estándares europeos o sin hueco en los mercados occidentales, desaparecerá seguramente en gran parte, especializándose quizá en unos pocos sectores que la oligarquía europea vea más apetecibles. Por poner un ejemplo: Ucrania es de los pocos países que puede fabricar un avión casi por completo, del diseño a la fabricación del fuselaje o los motores. Esa industria tendría escaso futuro compitiendo en Europa occidental y lo contrario en una unión con Rusia. Como ese caso supongo que cientos. También el suministro de energía se vería amenazado.
Y por encima de todo, pues estamos al borde de una guerra en Europa (si Putin no se achanta, lo cual sería aún peor de cara al futuro) y con el fascismo que ha vuelto a Europa y puede ser que para quedarse por un tiempo. De la mano de la superdemocrática (según su autoimagen) UE, de la OTAN y EE.UU. Los mismos que ya destruyeron Yugoslavia.
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