Gales 27-6 FRANCIA

Es el viernes un día raro para esto del 6 naciones y las 9 de la noche tampoco es un horario muy habitual. La modernidad tiene estas cosas. Hubo un tiempo en que a esto siempre se jugaba con luz natural, pero no me entiendan mal, tampoco me parece grave. De todas las cosas que se están perdiendo, seguramente esta es la más banal de todas.

La dolorosa derrota en Dublín convertía este partido en una cuestión de vida o muerte para el, en tiempos, llamado XV del puerro. Sí, lo del dragón también es una cosa moderna. Para seguir con las moderneces, el Millenium recibió a los equipos con el techo cerrado y a oscuras y hay que reconocer que les quedó un espectáculo muy apañado. Para el equipo francés nunca llegaron a encenderse del todo las luces.

Francia llegaba con dos victorias en el zurrón, ninguna de las dos para echar cohetes, es cierto, pero que habían tapado las lagunas en el juego de un equipo en el que los jugadores brillantes son la excepción, pero eso sí, con oficio para regalar. Pero el oficio sirve para poco cuando todo lo demás falla y a Gales ni siquiera le hizo falta ser el de los mejores días (o noches) para alzarse con un victoria contundente, en uno de esos partidos en los que uno no sabe bien si es el mérito del uno o el demérito del otro el factor determinante. A Gales quiero verla en Twickenham para un juicio más apurado, a Francia…

Quizá leí en la cháchara del pajarito azul el mejor análisis, si acaso también por lo breve, del asunto: “veo a Bastareaud, yo que he visto a Codorniu y Bélascain, y se me cae el alma a los pies”. Pues eso. A los nostálgicos del flair, siempre nos quedará youtube.

Italia 20-escocia 21

Los caledonios se presentaban en Roma con las horribles sensaciones que dejaron en la Calcuta a cuestas, y no parecía de ninguna manera dar síntomas de una mejoría tangible en la primera parte. Sólo el hecho de que el rival fuera más débil igualaba la balanza. Sensación que se vio reforzada cuando poco antes de irse al descanso Tomasso Allan (antiguo internacional por Escocia en la categoría sub-20) lograra la marca, poniendo un 11 a 3 en el marcador que ponía las cosas bastante complicadas a un equipo que tampoco parece psicológicamente preparado para remontadas heroicas.

Pero en la segunda parte, de alguna manera, Escocia volvió. Empezó a mover la pelota con sentido y velocidad y se dedicó a castigar la dudosa defensa italiana en los canales interiores y, por medio de Alex Dunbar, un segundo centro muy aprovechable, conseguía sendas marcas en dos buenas jugadas de todo el equipo, interpretando muy bien los movimientos defensivos italianos con un gran sentido de la continuidad. Se les ponía el partido de cara, por primera vez en mucho tiempo, pero tobogan hinchable todo parecía volver a la “normalidad” cuando Joshua Furno lograba ensayar por la derecha, en una buena ruptura de Sarto que Italia lograba explotar muy bien aprovechando la superioridad por ese lado, con los problemas endémicos escoceses cuando toca correr hacia los costados. Para entonces la veteranía de Luciano Orquera ya había sustituido al joven Allan, y con una meritoria transformación ponía a Italia 2 puntos por encima (20-18) a falta de sólo 8 minutos.

En el reinicio, Italia perdía la posesión por un (habitual) fallo de manos, y hasta el final, fue todo una larguísima jugada de ataque escocesa, sólo interrumpida por una touche en la que Italia no supo mantener la posesión con un error clave. Escocia no iba a arriesgar lo más mínimo, no son NZ lógicamente, y sus opciones para ganar pasaban por que o bien Italia perdiera la paciencia y la disciplina en defensa y concediera golpe o bien un drop. Fue lo segundo, y además un gran drop, pasado por Duncan Weir, tantas veces blanco de las más aceradas críticas y héroe por un día. También tiene derecho, digo yo.

inglaterra 13-11 irlanda

Inglaterra se llevó el triunfo en el partido de la jornada y además con brillantez. Brillantez a la manera inglesa, todo hay que decirlo, pero Inglaterra sale al campo, por primera vez en años, a jugar. No es poco. Lancaster parece haberse olvidado de inventos y ha dado con la tecla. Le ayuda, claro, que tiene a algunos jugadores en estado de gracia, pero Inglaterra es un equipo trabajado; sólidos como una roca, ahora también ponen talento en el campo. Poderosa combinación.

También Lacaster parece aprender de los errores, los reconozca públicamente o no. Desde el nefasto final de partido en París, como reconociendo implícitamente que se equivocó, Danny Care (otra vez determinante) termina, o casi, los partidos; además el libreto táctico parece menos rígido y más variado. El equipo funciona y ahora la duda es a quién va a sacar del equipo cuando vuelvan (que se supone que volverán) los lesionados a la línea: nadie se ha acordado de Tuilagi, por ejemplo, aunque cuesta creer que no tendrá una plaza.

Uno que ha crecido mucho con respecto al año pasado es Farrell. Aunque esta vez adoleció de un exceso de pase corto y en algunos momentos tuvo ligeros problemas de coordinación con su ataque, es un jugador mucho más fiable…aunque siga teniendo idas de olla infantiles como el incomprensible retardado a Connor Murray, que todavía no se sabe cómo terminó solamente en una advertencia.

¿La delantera? Bien, gracias. Sin los pilares titulares en condiciones normales (Corbisiero y Cole, lesionados) mantuvo el tipo en la melé y la pareja de segundas estuvo fantástica, (especialmente Launchbury, sensacional);  con la touche funcionando a pleno rendimiento al menos mientras el lanzador fue Dylan Hartley.

Pero no todo van a ser buenas noticias: los alas continúan teniendo muy poco protagonismo, aunque no se les puede negar a May y a Nowell entusiasmo y ganas, el no ensayo del primero a los 5 minutos es sintomático: falta finalización. Uno no imagina a Savea o a North desperdiciando esa oportunidad. Marland Yarde puede ayudar a corregir esto cuando se recupere.

Pero no sólo fue Inglaterra. Un gran partido necesita, obligatoriamente, de dos grandes equipos y el sábado Irlanda, lo fue. Como lo ha sido todo el campeonato, en realidad, y esta vez no bajaron el nivel. Lo que ocurre es que la oposición fue mucho mayor. Pero Irlanda demostró todas las virtudes ya conocidas, el dinamismo, la dirección de Sexton, el trabajo incansable de sus delanteros… un simple vistazo a los highlights basta para hacerse una idea.

La mano de Joe Schmidt en el banquillo se nota y les ha sentado de maravilla; me gustó mucho su actitud, fueron un equipo grande. Y en los últimos 20 minutos, los que mediaron entre el ensayo inglés y el final del partido, lo intentaron hasta la extenuación, por todos los medios. De no mediar la maravillosa francesa salvadora de Launchbury… quién sabe. Tienen motivos para estar orgullosos y, además, todavía son el equipo que más cerca tiene el título. Su diferencia de puntos es la más favorable y una victoria amplia contra Italia en casa (probable) la próxima jornada les pondrá el título de cara… siempre que ganen en París.

PRÓXIMA JORNADA

• Sábado 8. Irlanda- Italia (15:30) y Escocia-Francia (18:00)
• Domingo 9. Inglaterra-Gales (16:00) con la Triple Corona en juego.     

ASÍ ESTÁ LA PORRA  

64 puntos: Amirtam
60 puntos: Russkyi
54 puntos: Lastrado
52 puntos: Shaka
48 puntos: Perdi, Loide
46 puntos: Nervik
44 puntos: Javier Clemente
42 puntos: Incubus, Livinginthepast
40 puntos: NETrunner, Alomejor
38 puntos: Mojo, Peleida, Pollosaurio
36 puntos: Eddie The Great, Hobbes30
34 puntos: Nita
32 puntos: Rantamplan, Flagrant, Erkil
30 puntos: Rosschack, Moshulu
28 puntos: Jorf
24 puntos: Rvich, Man
20 puntos: Garf
6 puntos: Carcan