En esta jornada previa a la apasionante Copa del Rey ya se vislumbraba cercanas las luces de la competición copera. No todos se tomaron de la misma manera el fin de semana anterior a la espera cita en Málaga. El Real Madrid optó por reservar efectivos aprovechando la visita de parada y fonda en el Pabellón Pucela. Entre vaivenes el CAI despachó a un Bilbao Basket con un ojo en la pista y otro en su futuro. Pero a la mayoría les tocó sufrir. Unicaja sudó hasta el último segundo para dejar en la cuneta a un Estudiantes que busca renacer. CB Canarias se la pegó en su visita al peligroso Fonte do Sar. Gran Canaria y Baskonia dirimieron un duelo con sabor copero que no se resolvió hasta el último segundo y que alarga la mala racha de resultados del equipo vitoriano. Pero lo mejor quedó para el final, para el esperado duelo entre Valencia Basket y Barça. No defraudó en absoluto. El equipo valenciano supo rehacerse del festival anotador de los azulgranas en la primera parte para remontar y llevarse una victoria que le confirma como un equipo serio de verdad y capaz de todo. Seguramente el mejor partido de la ACB en lo que llevamos de temporada. No pudo haber otro aperitivo más emocionante antes de la primera cita grande del curso.
Valladolid 83 – Real Madrid 105
Tras la agotadora batalla europea ante el Maccabi, Pablo Laso optó por guardar fuerzas antes de la Copa. Carroll ni viajó. Mirotic ni salió a pista. Se lo podía permitir. La imagen dada hasta ahora por el Valladolid, el peor colista que recuerdo en muchos años en la ACB, presagiaba un victoria muy fácil jugando a medio gas. Los madridistas, desde luego, se creyeron que iba a ser pan comido. La facilidad anotadora en el primer cuarto no les hizo creer en otra cosa. Los puntos de Darden (16 puntos) y los triples de Llull (20 puntos, 4 asistencias, 21 de valoración) destrozaban con sencillez el aro local. No es nuevo que el Valladolid apenas defienda. Que le ocurra al Real Madrid sí es noticia. Los jugadores del equipo blanco se olvidaron de la defensa y cuando no hay esfuerzo ni intensidad te puedes encontrar con algo inesperado. Valladolid aprovechó la galbana blanca para aguantar sin problemas un intercambio anotador. Haritopoulos (18 puntos, 4 rebotes, 16 de valoración) y Andjusic permitían a los locales seguir sorprendentemente cerca del líder invicto. Los grandes porcentajes de tiro ayudaban en un partido sin defensas. El Madrid pudo dar un buen tirón tras un parcial de 0-9 que se encargaba de alimentar Felipe Reyes (16 puntos, 4 rebotes, 8 faltas recibidas, 27 de valoración) dominando sin piedad en ambas zonas pero no esperaba que su rival le respondiera con tres triples consecutivos anotados entre Omari Johnson (15 puntos, 6 rebotes, 16 de valoración) y Rowe. El brillante porcentaje en el triple de los locales, 7/13, volvía a poner en entredicho la defensa exterior madridista. Nadie podía esperar que el colista pudiera llegar vivito y coleando al descanso ante el líder aunque estuviera perezoso (49-52, min 20).
No le perdió la cara al partido el Valladolid tras el descanso. Supo aguantar bien el intercambio de canastas a un equipo madridista que seguía dormido atrás. Haritopoulos seguía anotando bajo el aro, dejando en mal lugar a Bouroussis y Mejri. Los triples seguían entrando con una facilidad pasmosa, incluso los más complicados. Pucela creía que el milagro era posible (62-63, min 25). Incluso pudo adelantarse en el marcador por Omari Johnson no acertó esta vez con el triple. No tendrían otra oportunidad. Las acciones individuales permitieron coger aire a los madridistas. Llull volvió a mostrar su dulce estado forma. Pero los hombres de Laso entendieron que si no querían sustos debían empezar a defender. Comenzó a aparecer el Rudy (12 puntos, 4 robos, 3 rebotes, 3 asistencias, 20 de valoración) omnipresente en las labores de intendencia. El Real Madrid empezaba a correr. Mejri (11 puntos, 8 rebotes, 18 de valoración) por fin imponía sus centímetros en un partido propicio para ello. Poco a poco el Valladolid fue haciendo aguas, víctima de la intensidad blanca. La aparición de Sergio Rodriguez (13 puntos, 9 asistencias, 3 robos, 20 de valoración) terminó por hundir el barco local. El 2-14 con el que se inició el último cuarto resultó mortal de necesidad (74-93, min 34). Aunque el Valladolid no bajaba los brazos le bastaban un pequeño estirón al equipo de Laso para evidenciar la gran diferencia entre ambos. Otro 0-12 de parcial en los últimos minutos ponía una diferencia en el marcador que poco tenía que ver con lo visto en los tres primeros cuartos. Le bastaron diez minutos de trabajo a los madridistas para acabar a medio gas con un digno Valladolid.
Obradoiro 84 – CB Canarias 76
La igualdad estuvo presente durante todo el primer cuarto en el Fonte do Sar. Siempre dio la impresión que Obradoiro llevaba una marcha más que su rival pero le faltó acierto exterior para completar el gran trabajo de los pivots durante los primeros diez minutos, sobre todo de un Muscala que se había convertido en una pesadilla desde el primer momento. CB Canarias aprovechaba los errores locales para mantener el marcador igualado desde el perímetro pero pese al buen esfuerzo en ataque de Saúl Blanco las pérdidas empezaron a convertirse en una rémora que supo aprovechar Pumprla (16 puntos, 4 rebotes, 19 de valoración) al contraataque (36-25, min 15). El equipo tinerfeño reaccionó tras el tiempo muerto con un 0-7 de parcial pero iba demasiado a rachas, sin mucha solidez. Pese a los problemas de personales el juego interior local seguía haciéndole polvo. Junyent (10 puntos, 7 rebotes, 3 asistencias, 15 de valoración) se convertía en un clon de Felipe Reyes cada vez que cargaba el rebote ofensivo. Pero quien llevó a la perdición al CB Canarias fue Muscala (25 puntos, 8 rebotes, 32 de valoración, MVP de la jornada), amo y señor bajo tableros en todo momento (62-49, min 26). Ante la falta de ideas para atacar la defensa local y las sucesivas pérdidas a los de Alejandro Martínez les sostuvieron las individualidades. Sekulic (22 puntos, 5 rebotes, 28 de valoración) hizo todo cuanto pudo para evitar el completo desastre. Fue su último servicio al club puesto que lo abandonaba para fichar por un equipo de Euroliga, el Fenerbahçe. Problemón a pocos días de la disputa de la Copa. Juanpi Gutiérrez intentó servir de revulsivo al principio del último cuarto pero su equipo se topó con los triples de Dewar y Corbacho. Las eliminaciones de Delas y Junyent, que sacaron de sus casillas a los aficionados, muy molestos con la diferencia de criterio en las personales, tampoco cambiaron nada. A los locales les bastó con dormir el partido y una buena defensa para lograr una victoria que les conduce a aguas tranquilas.
CAI Zaragoza 88 – Bilbao Basket 72
Si un aficionado del Bilbao Basket tuviera una pesadilla sobre un horrendo inicio de partido de su equipo seguramente se parecería mucho al que tuvieron Los Hombres de Negro en el Pabellón Príncipe Felipe. Un auténtico espanto es lo que protagonizaron los jugadores de Rafa Pueyo en el primer cuarto. Probablemente no se haya visto un ataque tan nefasto y deslabazado en lo que llevamos de temporada. Los números no engañan. 2 puntos en los primeros 8 minutos, 4 al final del primer cuarto, 8 en los primeros 12. Para darse al cianuro. El CAI no dejó escapar la ocasión, evidentemente. Aunque el ataque maño no terminaba de ser redondo le bastaba con el trabajo bajo tableros de Shermadini (14 puntos, 2 rebotes, 2 robos, 19 de valoración) y Sanikidze y los contraataques de Tabu para abrir una brecha muy amplia, casi insalvable (25-8, min 12). Sería así si el CAI fuera un equipo sólido durante los cuarenta minutos pero sus bajones de juego son más que conocidos. Los aprovechó Markota (14 puntos, 2 rebotes, 2 asistencias, 16 de valoración) para despertar a su equipo. Unos minutos aceptables de Raúl López permitieron minimizar daños al descanso (37-31, min 20). Los locales volvieron a salir como un tiro en la reanudación. El tiro exterior del CAI castigó muy duramente al Bilbao Basket en el tercer cuarto. Cada intento de reacción visitante acababa cortado por un nuevo triple que mantenía la diferencia por encima de los diez puntos. Sin embargo volvió la montaña rusa. Los hombres de Abós sufrieron otro apagón y esta vez fue Germán Gabriel (19 puntos, 3 rebotes) el encargado de reducir las distancias. Un 0-7 de inicio en el último cuarto puso el partido en un puño (65-61, min 33) pero en cuanto entran los triples el CAI soluciona sus problemas. Entre Rudez (18 puntos, 4 rebotes, 16 de valoración) y Llompart (16 puntos, 6 asistencias, 24 de valoración) se encargaron de derribar al Bilbao Basket desde la línea de 6’75. Hasta el final no hubo más que problemas para los visitantes. La lesión de Grimau y el excesivo número de personales les acabó condenando a sufrir una abultada derrota. El CAI no termina de firmar un juego redondo pero llega con moral y buenos resultados a Málaga.
Estudiantes 84 – Unicaja 85
Este Estudiantes tiene otra cara. En los últimos partidos parece haber dado con la tecla para, al menos, dar la cara ante rivales cualificados. Un Unicaja lleno de viejos conocidos en el Ramiro nunca fue capaz de abrir brecha ante el equipo colegial, que llevó a los hombres de Plaza a un duelo incómodo y cuartelero desde el primer minuto. El equipo malagueño quiso dar un golpe de efecto de la mano de Sergi Vidal que calentó la muñeca en el segundo cuarto para anotar cuatro triples casi seguidos pero el Estu aguantó bien con la aportación del recién incorporado Fede Van Lacke (10 puntos, 4 asistencias, 3 robos, 15 de valoración) que aportó la velocidad y jugadas espectaculares que ya le vimos en Valladolid y Badalona. No le servía de mucho a Unicaja el dominio en el rebote. No era capaz de imponerse en un encuentro en el que cada vez estaba más cómodo el Estudiantes que tomó el mando en el tercer cuarto gracias a la aportación de Miso (12 puntos, 8 rebotes, 7 asistencias, 20 de valoración), que hizo de base y escolta a la vez, y Kuric (15 puntos, 3 asistencias, 17 de valoración). El encuentro elevó el nivel de tensión a límites casi insoportables. A Vidorreta le costó la expulsión tras recibir dos técnicas. Ello no impidió que los locales siguieran por delante, sometiendo a una tortura psicológica a su rival. Cada vez que se ponía a tiro recibía un triple desmoralizador. Colom, Ivanov, Kuric. Los tres pudieron destrozar la moral visitante pero los hombres de Plaza respondieron con firmeza. Los triples de Suárez y las acciones individuales de Zoran Dragic (14 puntos, 8 rebotes, 15 de valoración) pusieron el partido al rojo vivo, con empate a 84. El Estu tenía en sus manos la decisión del encuentro pero lo tiró a la basura de mala manera. Primero regaló un balón Miso a 10 segundos del final para cometer después el propio Miso una falta innecesaria sobre Dragic. El esloveno sólo anota el primero y le quedaría otra oportunidad a los colegiales pero Colom se comió el balón y las opciones de lograr una victoria importante se fueron por el desagüe.
Joventut 93 – Manresa 72
El Manresa me sigue desconcertando. Es capaz de lograr victorias en plazas complicadas como las de los equipos canarios y desplomarse a la semana siguiente con una falta de intensidad defensiva galopante. No se le ocurrió otra cosa que defender mirando al Joventut. La Penya cuando puede correr hace mucho daño y no desperdició la ocasión. Destrozó desde el inicio a su rival con los triples de Shurna (21 puntos, 4 rebotes, 19 de valoración) que comenzó muy acertado desde la línea de tres para dejar con las vergüenzas al aire la nefasta defensa rival (24-11, min 8). Manresa intentó reaccionar volcando el juego por dentro. Sin Monroe y con Waters ya fuera del club el peso recayó en Koguere y Ljubicic (12 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias, 16 de valoración), que está dando un buen rendimiento en su periodo de prueba, pero el Manresa volvió a toparse con el acierto exterior verdinegro. Tres triples de Alex Suárez, del que esperaba que tuviera mayor protagonismo esta temporada, mantenían las diferencias por encima de los 10 puntos. El Manresa aguantaba como podía. Tiraba de alguna jugada de Giannopoulos, de los detalles de Larsen, el ímpetu del recién llegado Vernon Goodridge pero sus problemas defensivos eran demasiado serios. El Joventut podía jugar cómodo y con espacios y eso era una bicoca para Guillem Vives (12 puntos, 7 rebotes, 6 asistencias, 19 de valoración) que jugó a sus anchas, al igual que un Shurna que seguía castigando desde el triple o Kirksay que disfruta siempre con los espacios que le permiten lucir su potencial físico. Esas concesiones se pagan muy caras (76-56, min 30). Tal ejercicio de flojera defensiva le facilitó mucho las cosas al Joventut para disfrutar de un encuentro plácido que le coloca dentro de los puestos de playoffs. Quizá hubieran deseado que llegara una jornada antes.
Gran Canaria 84 – Baskonia 81
El Baskonia llegaba al CID con las dudas que genera su mala racha de resultados y los nubarrones no hicieron otra cosa que acrecentarse. El inicio vitoriano fue desolador, un 10-2 que sacó de quicio a los de Scariolo. Nocioni recibía una técnica que no hacía más que empeorar las cosas. El equipo vitoriano se hundía tras recibir otro 9-2 entre el final del primer cuarto y el inicio del segundo que situaba el partido en diferencias que el equipo de Pedro Martínez controla muy bien (25-10, min 12). El Baskonia reaccionó a tirones. Aguantó como pudo los arreones de un Hansbrough (18 puntos) muy inspirado desde el perímetro en el segundo cuarto para reducir diferencias en los momentos de pequeño bajón de los los locales, aprovechando los chispazos individuales de Heurtel y Causeur (14 puntos, 6 rebotes, 2 asistencias, 23 de valoración). Sin embargo cada error era castigado por Newley (24 puntos, 4 rebotes, 23 de valoración), tanto al contraataque como desde fuera. El australiano está sorprendiendo con su altísimo rendimiento esta temporada. Baskonia recurrió a su remedio de siempre, Nocioni (25 puntos, 2 rebotes, 20 de valoración). El argentino volvió a estar a la altura como líder indiscutible que es del equipo vitoriano. Su aportación fue vital para dar la vuelta al marcador tras un 2-13 de parcial (52-55, min 28). Pese a verse abajo inesperadamente Gran Canaria no se derrumbó. Entre Nacho Martín y Eulis Báez levantaron a los locales tras el mal tercer cuarto en defensa, donde fueron incapaces de frenar a Nocioni. Newley, omnipresente, se resistía a perder protagonismo. Heurtel y Causeur ponían la réplica en el equipo vitoriano con sus jugadas eléctricas. Una vez más el Baskonia se veía abocado a otro final de infarto en la ACB. Un triple con el defensor encima de Nocioni ponía un 72-76 que podía ser decisivo. Nada más lejos de la realidad. Hansbrough y Newley respondieron con sendos triples para devolver la ventaja a Gran Canaria. Heurtel volvía a empatar en la siguiente jugada pero Eulis Báez colocaba el 80-78 a 16 segundos del final. Pedro Martínez quería la última posesión y ordena cometer personal. La jugada le salió redonda. Jelinek falló el primer tiro libre. La ventaja era para Gran Canaria. Hansbrough no fallaba en el tiro libre. 82-79. Para no marcarse un Joan Plaza, Gran Canaria forzaba la falta. Nocioni anotaba los dos, al igual que haría Oliver en los dos siguientes. Baskonia necesitaba lanzar el triple antes que su rival volviera a cometer personal. Nocioni se la jugó. Estuvo cerca pero el aro escupió el balón. Gran Canaria le moja la oreja por cuarto partido consecutivo al Baskonia, que llega a la Copa en una pésima racha y fuera de la zona de playoffs.
Fuente: noticiasdealava.com
Valencia Basket 95 – Barça 93
Si había pocos problemas en Valencia con las lesiones de sus pivots se unía ahora la baja de última hora de Doellman. Eramos pocos y parió la abuela. Para colmo el Barça aprovechó la circunstancia cargando el juego interior con éxito. El exceso de triples sin acierto en los locales provocó que Perasovic pidiera tiempo muerto tras el nefasto 0-9 inicial. Tras estos tres minutos erráticos los locales reaccionaron pero el acierto anotador del Barça comenzaba a ser estratosférico. No fallaba ni un solo tiro de dos y sólo las pérdidas de balón evitaba que los culés sumaran en cada jugada. El intento de defensa en zona quedó hecho trizas tras cuatro triples de Oleson (18 puntos, 2 asistencias, 19 de valoración) en un visto y no visto (20-33, min 11). Valencia Basket aguantaba el chaparrón como buenamente podía. El mejor recurso que encontró fue Dubljevic (26 puntos, 7 rebotes, 26 de valoración), siempre peligroso tanto bajo el aro como desde la línea de tres. Cargó con el peso del equipo pese a que falló más tiros libres de la cuenta pero el porcentaje anotador del Barça comenzaba a resultar devastador para su rival. No fallaba prácticamente nada. Las cifras daban vértigo. Erró su primer tiro de dos a medio minuto del descanso, al que llegó con un 80% de acierto en tiros de campo. Unas cifras imposibles. Jamás recuerdo un acierto similar en la ACB. No hace falta añadir que fueron los minutos más brillantes de la temporada del Barça. Esos números destrozarían a cualquier rival pero el marcador aún no descartaba al Valencia Basket pese a la terrible ola azulgrana que se lo estaba llevando por delante (38-51, min 20).
Valencia Basket no se iba a amilanar. Salió con mucha más intensidad defensiva en el tercer cuarto, lo que provocó que entrara pronto en bonus. No fue problema. Aunque al comienzo el Barça seguía con su acierto espectacular la ley de la estadística empezó a imponerse. Era imposible mantener estos porcentajes. Al menos en el bando azulgrana porque la varita mágica cambió de dueño. Sato (18 puntos, 5 rebotes, 19 de valoración) y Lafayette (22 puntos, 7 asistencias, 26 de valoración) comenzaron a mostrarse infalibles en el tiro. Daba igual que fuera a 5 metros, desde el triple o cerca del aro. Los de Perasovic se acercaban mientras la Fontenta empezaba a hervir. Xavi Pascual ordenó meter balones a Tomic (15 puntos, 4 rebotes, 19 de valoración) para volver a aprovechar la fragilidad interior. No sirvió para más que un par de jugadas. Lafayette y Sato continuaban su recital anotador, al que se le uniría de nuevo Dubljevic. Un 15-3 de parcial daba la vuelta al marcador (71-67, min 30). En la Fonteta ya nadie podía esconder la euforia, la borrachera de felicidad ante tal remontada. Los 33 puntos encajados por el Barça en el tercer cuarto habían cambiado el escenario. Nachbar (17 puntos, 4 rebotes) sacó momentáneamente las castañas del fuego para igualar de nuevo. La igualdad ya no hubo quien la rompiera. Valencia Basket comenzó a precipitarse con los triples pero el Barça no lo aprovechó. Cuando volvió a anotar con facilidad sólo le valió para intercambiar canastas con Dubljevic y un Lafayette que dejó en ridículo a Huertas. Con 90-88 en el último minuto él equipo taronja tenía el partido en sus manos. Dos rebotes ofensivos consecutivos locales ponían al Barça al borde del precipicio pero Triguero desperdicía uno de sus tiros libres. Perasovic no quiere un triple rival. Falta sobre Huertas que anota sus dos tiros libres. Sato tampoco fallaría dede la línea a 13 segundos. El Barça necesitaba un triple rápido, antes que su rival pudiera forzar la personal. Como no podía ser de otra forma se la jugó Navarro. Esta vez la suerte fue esquiva para La Bomba. Lafayette se encumbraba como la estrella del partido con los dos tiros libres que sentenciaban el choque. El triple postrero de Oleson era inútil. Valencia Basket se llevaba la victoria y el basket-average, demostrando que va en serio pese a las bajas. Ni un Barça arrollador en la primera parte pudo detenerle. La segunda plaza parece asegurada. Ya sólo puede mirar arriba aunque el Real Madrid parezca lejano.
Otros resultados
Cajasol 80 – Gipuzkoa Basket 59
Fuenlabrada 87 – UCAM Murcia 84.
El Real Madrid (18-0) suma y sigue, manteniendo la ventaja sobre Valencia Basket (16-2) que ya tiene un colchón casi irremontable de cuatro victorias sobre el trío formado por Barça, Unicaja y Gran Canaria con 12-6. Cierra la zona de playoffs el Cajasol con 9-9, aunque Baskonia y CB Canarias tienen las mismas victorias justo por detrás. Cierran la tabla Estudiantes (4-14) y Valladolid (2-16).
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