En este 2013 que finaliza hemos sido testigos del inicio de una nueva era en el motociclismo, el comienzo del dominio del piloto llamado a escribir una de las páginas más brillantes en la historia de este deporte. Llegó la era de Marc Márquez. Ya se presagiaba este momento cuando el piloto de Cervera acumulaba triunfos y lecciones magistrales de pilotaje en 125 cc y Moto2 pero casi nadie podía esperar que su ascensión al trono de la categoría reina llegara tan pronto, en su año de debut.
Marc Márquez contaba con todos los medios para dar qué hablar desde el comienzo. Su enorme talento, un equipo todopoderoso como el Repsol Honda y la tranquilidad de comenzar sin exigencias ya que la responsabilidad de luchar por el campeonato estaba en su compañero, Dani Pedrosa, llamado a disputarle el título al campeón, Jorge Lorenzo. Pero la ausencia de presión no significó que Márquez se lo tomara con calma, todo lo contrario. Salíó desde el principio a por todas, sin dejarse impresionar y dispuesto a todo. Ya en su debut, en Qatar, acabó por delante de su compañero y ocupando el tercer cajón del podio tras las Yamahas de Lorenzo y Rossi. Pero si sorprendente fue su debut ,atónitos quedaron todos en la siguiente carrera, en el Circuito de las Américas, donde logró su primer triunfo en Moto GP, algo jamás visto en la categoría reina. El niño iba en serio. No se bajaría del podio en la primera mitad del campeonato salvo en Mugello donde una caída concedió cierta ventaja a Pedrosa y Lorenzo. Parecía lo lógico. Los dos experimentados luchando por el título mientras el joven novato en la categoría iba aprendiendo y labrándose un nombre. Pero el panorama cambiaría en Sachsering. Lorenzo y Pedrosa sufrieron sendas caídas en los entrenamientos que les dejaron maltrechos y fuera de combate para ese Gran Premio y mermados para el siguiente, en Laguna Seca. Márquez aprovechó la ocasión y se impuso con autoridad en las dos pruebas para asaltar el liderato de la categoría. Ahora la posibilidad de lograr el título en su año de debut era real. Márquez ya no era un tapado sino toda una realidad.
Remontar la diferencia a Márquez se convertía en una misión más que complicada. El trío de cabeza no tenía rival. Rossi, pese a la genial victoria bajo la lluvia en Assen y algunos podios esporádicos, no estaba ya a ese nivel. Los demás vivían en un mundo aparte y muy lejano. No quedaba nadie que se interpusiera para facilitar el trabajo. Además Márquez tampoco daba muestras de flaqueza. Tras Laguna Seca siguieron las victorias en Indianapolis y Brno y sólo Lorenzo pudo acabar delante en Silverstone y Misano. Pedrosa iba perdiendo fuelle y acabó definitivamente fuera de la pelea tras una caída en Aragón en la que influyó una maniobra muy arriesgada de Márquez que abrió la caja de los truenos sobre los riesgos que tomaba en pista el de Cervera. Tras su victoria en Aragón y un segundo puesto en Sepang todo estaba listo para que Márquez pudiera coronarse en Phillip Island, en Australia, patria de otros monstruos como Doohan o Stoner. Sin embargo lo frustró la charlotada de la carrera de las banderas. El peligro por la rápida degradación de los neumáticos obligó a un cambio de moto en unas vueltas previstas para ello por dirección de carrera. El equipo le indicó entrar una vuelta más tarde del plazo señalado y Márquez recibió una bandera negra que le descalificaba y permitía a Lorenzo recortar 25 puntos. La siguiente oportunidad estaba en Motegi pero Lorenzo no le dio opción y todo se resolvería en la última prueba, en Cheste, donde Márquez debía defender sus 13 puntos de renta.
En un circuito de Cheste a reventar, con el club de fans de Marc Márquez presente en pleno en una de las gradas, comienza a escribirse la historia. La primera parte de la carrera fue memorable, con Lorenzo tratando por todos los medios de ralentizar la prueba para dar opciones a otros pilotos de ponerse entre medias de Marc Márquez. Los toques y pasadas espeluznantes se sucedían pero los nervios no pudieron con Márquez. Mantuvo la sangre fría hasta que comenzó a romperse la carrera a mitad de la prueba. Sin riesgos de invitados inesperados Marc Márquez aseguraba una tercera plaza que le llevaba camino de la gloria. Lorenzo obtuvo una victoria que sería estéril. Márquez entraba en el Olimpo de los elegidos, convirtiéndose en el campeón más joven de la categoría reina, título que ostentaba hasta entonces Freddie Spencer. Había llegado más rápido de lo que nadie pudiera imaginar, seguramente más de lo que pudiera creer él mismo. Ahora que ha alcanzado lo más alto parece imposible bajarle de allí durante mucho tiempo. El nuevo Surtees, Agostini, Rainey, Doohan o Rossi. Un piloto llamado a marcar una época que acaba de comenzar.
La temporada en Moto2 comenzaba con Pol Espargaró como claro favorito al título. Pero la presión pudo con él durante los primeros GPs y sus errores cerca estuvieron de costarle sus opciones de lograr la corona. Redding, poco brillante pero sólido, alcanzó 47 puntos de ventaja y parecía lanzado hacia su primer título mundial pero Pol reaccionó a tiempo. Salvo en Indianapolis y Silverstone, donde triunfó Redding, fue recortando la diferencia hasta que al británico empezaron a temblarle las canillas. Víctima del acoso y derribo Redding sufrió una caída en los entrenamientos de Phillip Island en la que se dañó la muñeca. Con el británico fuera de combate Pol Espargaró venció en Phillip Island y Motegi para alzarse con el título de la categoría en tierras japonesas y llegar a MotoGP en 2014 coronado como campeón. Tito Rabat hizo la mejor temporada de su carrera tras acabar tercero y lograr 3 victorias. El próximo año será uno de los grandes candidatos al titulo. Moto3 fue ni más ni menos que un campeonato de España. Los tripletes se sucedieron y raro era ver un piloto extranjero en el podio. Nunca en lo más alto porque la categoría pequeña sólo conoció ganador español durante 2013. El título fue cosa de tres: Salom, Rins y Maverick Viñales. El primero dominó durante gran parte del año tirando de experiencia y de sus hachazos en la última vuelta. Aguantó como pudo los arreones de Alex Rins y sus problemas físicos pero el campeonato llegaba al rojo vivo en Motegi. Parecía que se le escaparía a Salom tras sufrir dos caídas en la pista nipona pero Rins también cayó en las últimas vueltas y el mallorquín salvaba el liderato. El segundo puesto de Viñales el día que Álex Márquez, hermano menor de Marc, lograba su primera victoria en el Mundial dejaba todo en un puño. Quien ganara de los tres en Cheste se llevaría el título. Salom fue el primero en quedar descartado tras irse al suelo a 10 vueltas del final. Rins y Maverick Viñales dejaron todo pendiente para la última vuelta. Tras varios adelantamientos en el último giro Maverick Viñales lograba el triunfo y coronarse como campeón. Sólo logró tres victorias pero siempre puntuó y tuvo la regularidad necesaria para imponerse en el momento justo.
Fuente: eleconomistaamerica.co
La Fórmula 1 vivió un año de dominio aplastante de Sebastian Vettel. Sólo hubo emoción en el primer tercio de campeonato, mientras duró el sainete de los neumáticos Pirelli que desconcertaron a todo el mundo y que llegaron a ser incluso un peligro para los propios pilotos. Cuando se estabilizaron un tanto y llegaron las habituales mejoras de Red Bull a mitad de temporada el piloto alemán no tuvo rival. Su dominio resultó incontestable. Acumuló pole tras pole, victoria tras victoria. De las últimas once carreras se impuso en diez, las nueve últimas incluidas. Sólo Hungaroring escapó al habitual guion que imponía Vettel. Salir primero y escaparse hasta meta se convirtió en costumbre. El cuarto título consecutivo de Vettel, logrado matemáticamente en el GP de la India, aumenta aún más una leyenda que no para de crecer. El binomio formado por Vettel y Red Bull se está mostrando tan demoledor como aquel mítico de Michael Schumacher y Ferrari en los inicios del siglo XXI. Si la imagen del Cavallino Rampante fue santo y seña cuando alguien pensaba en F-1 poco a poco va siendo sustituida por el toro rojo de Red Bull, el gran referente en la actualidad. En cuanto a Fernando Alonso hizo lo que pudo. Logró vencer en China y Montmeló pero en cuanto el Red Bull se mostró intratable nada pudo hacer. Lidió con un Ferrari poco competitivo en los entrenamientos y al que tuvo que exprimir más allá de lo posible en carrera para remontar y acabar en el podio más veces de lo previsible. Logró el subcampeonato pero a años luz de Vettel, 155 puntos de diferencia. La enorme distancia con Red Bull abrió las primeras brechas en la relación de Alonso con Ferrari. Ya no parece el matrimonio ideal y llegaron los primeros reproches entre Domenicali y el piloto asturiano. Todo ello con el cortejo de McLaren con la vista puesta en contar de nuevo con Fernando Alonso en 2015. De momento tendrá como compañero en Ferrari a Raikkonen, que sustituye a Felipe Massa. Será interesante comprobar como resulta la combinación de dos pilotos de gran clase y campeones del mundo en la escudería de Maranello.
Fuente: periodismodelmotor.com
Los rallies vivieron el año I después de Loeb. Con la retirada del piloto francés, que participó con victoria en Montecarlo y Argentina y que se pasará en 2014 al Mundial de turismos para convertirse en duro competidor de su compatriota Yvan Muller que ya se ha alzado con cuatro títulos, quedaba vacante el trono de dominador del campeonato. Los aspirantes eran varios pero el favoritismo estaba en el delfín de Loeb, su tocayo y compatriota Sebastian Ogier que siempre fue señalado como el heredero. Ogier cumplió los pronósticos y dominó con gran autoridad para lograr su primer título. Dani Sordo logró su primera victoria en el Mundial en Alemania pero su rendimiento en general estuvo por debajo de lo que se esperaba. Perdió una gran oportunidad y eso le llevó a acabar abandonando Citroen para recalar Hyundai, con el que completará un calendario reducido en 2014.
En el Dakar, la ausencia por lesión de Marc Coma dejó el camino expédito a Cyril Despres, su gran rival. Se lo tomó con calma en la primera mitad de la prueba pero acabó imponiéndose con rotundidad para lograr su quinto título en motos. Con el regreso de Coma este año la competencia será mayor para el francés en un raid que ha perdido gran parte de aventura con su traslado a Sudamérica. Como dijo recientemente Joan Barreda se ha convertido en un rally de abrir gas. En la categoría de coches, otro triunfo rotundo para el piloto con el palmarés más brillante de la competición, Stephane Peterhansel. No dio opción a nadie en ningún momento, ni siquiera a sus más directos rivales, y se llevó el título por segundo año consecutivo para sumar ya once triunfos en el Dakar, seis en motos y cinco en coches. Una leyenda viva del raid más famoso del mundo.
Terminamos con el Trial, una vez más convertido en coto privado de los pilotos españoles. Esta vez Toni Bou encontró una gran resistencia en Adam Raga, el dominador hasta que llegó Bou arrasando con todo, que le puso las cosas muy difíciles. Raga llegó con opciones hasta la última prueba, celebrada en Francia, pero Toni Bou lo mantuvo a raya para lograr su séptimo título consecutivo e igualar a leyendas como Jordi Tarrés o Dougie Lampkin, casi nada. La temporada volvió a ser perfecta para Bou porque también se impuso en el Mundial Indoor logrando un pleno de victorias, en el Campeonato de España y en el Trial de las Naciones formando equipo con Raga, Fajardo y Cabestany. En categoría femenina el título fue de nuevo para Laia Sanz que sigue ejerciendo su dominio incontestable. A ello unió su triunfo en el Mundial de Enduro y ser la primera mujer en la clasificación de motos del Dakar.
Mejor piloto de motos 2013
- Marc Márquez (64%, 9 Votes)
- Toni Bou (14%, 2 Votes)
- Laia Sanz (14%, 2 Votes)
- Cyril Despres (7%, 1 Votes)
- Pol Espargaró (0%, 0 Votes)
Total Voters: 14
Mejor piloto de coches 2013
- Sebastian Vettel (71%, 10 Votes)
- Sebastian Ogier (21%, 3 Votes)
- Stephane Peterhansel (7%, 1 Votes)
- Yvan Muller (0%, 0 Votes)
Total Voters: 14
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