CRISIS DE LA MASCULINIDAD

Humphrey-Bogart-y-Lauren-Bacall

NO ME COMAS LA TOSTADA, CÓMEME LA POLLA

No soy antropólogo, ni doctor en filosofía. Solo observo una tendencia generalizada a esconder parte de nuestros instintos, los hombres, que no solo se asocia con el recorte socializador de la vida actual. Porque está claro que en el proceso de socialización tenemos que comportarnos de manera poco instintiva, estamos institucionalizados. Lo que pasa es que de entre las pérdidas instintivas y primarias encuentro otras mucho mas elaboradas, fruto de un proceso histórico de liberación del hombre (y la mujer) gracias al Humanismo que se inició con el Renacimiento y que se fulminó tras la revolución industrial. El movimiento feminista por un lado y la división del trabajo por el otro; debilitaron valores propios de la hombría, al menos en su significado mas genuino. El Humanismo trajo una concepción bastante poderosa del hombre que, poco a poco, fue perdiendo presencia en nuestros comportamientos y valores.

El hombre es curiosidad, ambición, querer inventar, crear, es aventurero, se embarca en empresas, tiene sueños, lucha, viaja, juega, trabaja, construye, lidera, organiza, disfruta, vive el presente, contempla, opina, disfruta… La ambición, que se consideró pecado durante la edad media, pasó a ser una motivación bastante bien valorada, pero que se ha ido arrinconando a dimensiones mas materialistas con la aparición del capitalismo. Ahora la ambición solo es bien vista en entornos deportivos o en entornos de liberalismo salvaje (la ambición de un hombre es la esclavitud de muchos). Sirvió amputar la ambición a los hombres de las clases trabajadoras para que los oligarcas y capitostes conservaran sus privilegios y bienes.

El precio de esa amputación es de lo que vengo a hablar

El siglo XX contribuyó especialmente a la alienación del carácter masculino y al menosprecio por algunos valores que acompañaban al hombre a ejecutar sus más valoradas empresas. El fenómeno de la “discriminación positiva”, la presunción de culpabilidad en temas relacionados con el maltrato a mujeres, las resistencias jurídicas a otorgar una custodia compartida en casos de evidencias de no perjuicios a los menores, la tendencia machista y conservadora de las leyes del divorcio o del aborto y otros muchos agravios que nos perjudican se están normalizando en nuestra sociedad. A nadie le extraña que en los centros penitenciarios españoles haya 13 veces más hombres que mujeres (65.000 hombres y 5.000 mujeres en 2011)

El hombre actual es un primate amaestrado, domesticado en la sociedad burguesa, acobardado, abandonado a adicciones paralizantes, inactivo, parado, cansado, casado, consumista de sexo, de arte… cuando, por los medios tecnológicos que tenemos, el arte se puede crear perfectamente, se puede buscar la autosuficiencia, la independencia, se puede declarar la guerra a la sociedad de consumo. El hombre actual no es el guerrero de antaño, es un cobarde que prefiere realizarse en campañas bélicas dentro de un juego de ordenador antes que transmitir una fe, proclamar una revolución o iniciar su propio viaje o su propia empresa, desarrollar sus valores.

Cuando digo valores me refiero a la iniciativa, al ejercicio de la fuerza como elemento liberador o revolucionario, a la curiosidad y búsqueda del conocimiento sin límites, a la búsqueda de la aventura, conquistas de metas, propósitos, defensa de la verdad, de la justicia, saciedad de sus instintos, libertad (entiendo este concepto como la desprogramación, como lo expresan Focault o Habermas). Nunca nos han instalado tantos programas en la educación, no solo la escolar, sino la que se da en todos los procesos de socialización. Hay programas educativos, de valores, de comunicación, de integración, publicitarios, de rehabilitación, de difusión, de adaptación, de reciclaje. Y los publicitarios son los mas poderosos, los que nos vuelcan una y otra vez al consumo y suprimen nuestras potencialidades menos “adecuadas” para tal.

Todo hombre debe plantar un árbol, escribir un libro y tener un hijo” (José Martí)

De la famosa cita de José Martí: donde se subraya la trascendencia del hombre cuya vida debe ser mas larga que la vida de su cuerpo, o sea, que cada hombre debe dejar una obra ahora solo queda el hombre que puede optar a un trabajo, tener hijos a los que se les puede arrebatar fácilmente y que va consumiendo hasta que se consume.

Jürgen Habermas
Michel Foucault
Metrosexual

Narcisismo, metro-sexualidad, bienestar, belleza y dinero son los elementos valorados para el modelaje de cualquier adolescente que quiere lograr el éxito. En caso de no lograrlo los “otros” elementos para el modelaje son: la violencia, la autodestrucción, el consumo compulsivo de lo que sea, el gregarismo, el machismo, nacionalismo, xenofobia, etc.

Cani

adoptauntio.com es un ejemplo de cómo una campaña publicitaria de una web de citas pone el dedo en la llaga, se permite una licencia terriblemente sexista (si fuera adoptaunatia.com se armaría un cristo bestial) para una humillación a los de nuestro sexo sin precedentes. El hombre es objeto de deseo, de trabajo, de consumo. No somos sujetos, sino objetos, complementos del verbo, de la acción. Hemos perdido el protagonismo y el liderazgo. Y no a favor de las mujeres, ellas siguen siendo discriminadas y no han logrado sus objetivos de liberación. Nos hemos hundido todos, aunque ellas nos estaban esperando.

Nueva campaña para ahondar en la crisis de la masculinidad

Con gran genialidad en esta “campaña publicitaria”, que es todo un desborde de marketing creativo, vemos que se muestran unos arquetipos de masculinidad para el lanzamiento de una revista para hombres. Pero que no tiene ni pizca de gracia, puesto que es más de la tendencia que existe de convertir al hombre en un objeto. La emocionalidad del hombre es reactiva a las demandas de una mujer (masculinizada), transmite en el fondo que el hombre es el actor que interpreta las demandas de la mujer.

No es casual que en estos tiempos los que quieren disolver la masculinidad estén curiosamente de acuerdo con la erradicación de la fiesta taurina, donde se diferencia a nivel simbólico perfectamente a los dos géneros. También, pese a los avances en nutrición infantil con leche no humana, se replantean muchos colectivos volver a nutrir a los niños con leche materna, movimiento reactivo entre otras cosas ante el avance de muchos padres a vivir la ternura de alimentar a su hijo (en este tema muchas feministas están empeñadas en hacer que la mujer se esclavice amamantando a sus hijos aunque pierdan tiempo en el trabajo o en su ocio y tiempo libre, se trata de una apropiación del niño con la excusa de la alimentación, y se establece de coartada en casos de separación, para establecer custodias o impedir que un hombre separado pueda pernoctar con su hijo si tiene menos de 2 años). Si la tecnología nos puede aportar un avance significativo en experiencias vitales y de comunicación con nuestros hijos se nos arrebata, como el planteamiento siempre sexista de otorgar más tiempo de “baja por maternidad” a las madres que a los padres una vez nacido el niño en, prácticamente, todos los países que mantienen cierto nivel de bienestar. Una iniciativa que envié al 15-M era que se ampliara el tiempo de maternidad y que los padres tuvieran el mismo tiempo que las madres… con el fin de estrechar vínculos familiares, prevenir mejor el temido machismo, vincular mas armónicamente a la familia compartiendo mas tareas, etc… ni puto caso.

Los abuelos (y hombres de generaciones anteriores) solían decir que un “hombre nunca pega a una mujer”. Ahora se confunde la masculinidad con la violencia machista, se identifica la masculinidad con el machismo, se trata de criminalizar al hombre. La violencia de género no debería de llamarse así, sino violencia familiar, el hecho de ser violento no es una característica masculina o femenina, no hay ni una expresión violenta exclusivamente masculina o femenina a no ser que dar pollazos se considere un acto violento. Cuando la violencia se da en la familia tenemos que hablar de violencia familiar. De la otra manera estigmatizamos al violento, ya no es importante la violencia, sino el hecho de ser hombre (cosa a la que no se puede renunciar, el cromosoma “y” siempre estará presente en nuestro cuerpo).

Ray Sugar Leonard vs Marvin Hagler

Antes era de poca hombría golpear a un niño, a un débil, a una mujer. Era de buena hombría manifestar la violencia contra la opresión, contra el fuerte, contra el señor matanza, contra el abusador, contra la amenaza y combatirlos con sus armas (de hecho, en los duelos, el que proponía el duelo era más hombre si se batía con sus manos o si invitaba a su oponente a que eligiera el arma. Los machos de otras especies se baten en duelos que no llegan a la muerte y que sirven para generar una jerarquía de privilegios, los de la nuestra se acobardan toda la vida y ejecutan la violencia de manera psicópata e instantánea en cuanto tienen ocasión. En la lucha militar ya no se mata con armas precarias, desaparece el cuerpo a cuerpo, casi ni se observa al enemigo. Se aprieta un botón y poco más. Ahora matar es mas fácil, por eso aumenta tanto la criminalidad. La pelea más tradicional supone motivos mucho mayores. Incluso la pelea tradicional se recoge como evento deportivo, instalando unas normas determinadas que realzan la belleza de la pelea (o lucha entre dos hombres en condiciones similares), como ocurre con las artes marciales. Uno de los deportes más notables es el boxeo.

LA BELLA CONTRA LA BESTIA

Y ahora vamos al malo-malote (arquetipo de masculinidad que triunfa en nuestra sociedad, en los cuentos se corresponde al de “La bella y la bestia”). Debido a la falta de arquetipos masculinos, la cada vez mas recortada libertad y todo lo que he expuesto anteriormente, el modelo masculino ha entrado en una crisis tan grande que solo se nos identifica cuando nos comportamos de manera violenta y peligrosa, de manera criminal. El malo-malote suele ser un tipo muy duro, no hace falta que sea listo, ni culto, ni gracioso, ni creativo, ni artista, ni deportista. Todos esos modelos han quedado superados por el CHUNGO, el que puede meternos o meterse en la cárcel por llevar una vida peligrosa, mafiosa, etc… el Kinki, el que se mete de todo, el que ha salido del talego, que es delincuente, el tatuado a bolígrafo, el que nos hace cruzar de acera por las noches… ese … el que más folla, el que triunfa. En el colectivo donde trabajo lo tengo más que demostrado. Vienen, me cuentan, me enseñan las fotos del móvil, de los pibones que se follan a diestro y siniestro. Y no son fantasmadas, triunfa el único modelo masculino que queda (el modelo mas lamentable), aquel que no se puede erradicar, porque los demás están prácticamente enterrados. Pienso que es debido a una aberración que se produce por el modelo masculino ancestral (o arquetipo) que representa EL FUERTE (da seguridad, es poderoso, cazador, saludable…). Poco a poco se identifica la fuerza con la acción, la violencia y el peligro… poco a poco dejan de importar las consecuencias, un perfil de mujer dependiente se siente bien con un tipo peligroso porque no le aburre, le da vidilla (por eso las mujeres maltratadas suelen tener parejas sucesivas de hombres maltratadores). Tanto es así que podemos tener la seguridad de que una mujer con cuatro hijos de padres diferentes tiene la mitad de esos padres en la cárcel, al menos.

Y el sexo…

Ohhh, ese estado de placer, de felicidad, de arte… ahora se nos marcha también. El tesoro de la masculinidad, la razón de existencia para muchos, LO ÚNICO para todos se está convirtiendo en un bien de consumo. Sí, el sexo se consume. Tú pagas, tú tienes; prostitución, sex-shops, pornografía, juguetes, contactos, sexo rápido, todo tipo de morbos. Todo eso está muy bien, hace que rápidamente tengamos sexo, que no invirtamos sentimentalmente, que sea discreto. Y todo por un módico precio. Además, importa casi más la cantidad que la calidad.

Pero ¿dónde queda el riesgo, la conquista, el logro, la lujuria, el placer más intenso, el amor, la estrategia, la autoestima, los instintos?

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9 Comments on "CRISIS DE LA MASCULINIDAD"

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alomejor
11 years 11 days ago

A mi esto de la crisis de la masculinidad y la confusión entre masculinidad y machismo me parece una perogrullada. Solo ha faltado en el post el vídeo del Fary y el hombre blandengue.
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Chrismullin crack!!

alomejor
11 years 11 days ago

Fary o Fari, no se como se escribe.
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Chrismullin crack!!

alomejor
11 years 10 days ago

Quizá me confunda el masculino título “no me comas la tostada, cómeme la polla”. En serio. Perogrullada de las de época. La lucha de ese peazo de macho contra el metrosexualismo imperante, amosnomejodas.
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Chrismullin crack!!

11 years 9 days ago

Habiendo esperado con anhelo este post (he tenido mil y una conversaciones, en los últimos años, con todo tipo de gente argumentando el tema de la crisis del modelo masculino actual), y aún sin estar 100% de acuerdo en todo lo expuesto, me ha gustado y me parece un buen punto de partida para que gente que no se plantea siquiera estas cosas, le dé alguna vuelta a sus cabezas. Lo voy a enlazar en mi muro de Facebook.
Gracias, Cástor. No sé si es la 1ª vez que posteas, no recuerdo haberte leído antes, pero enhorabuena de todos modos.

alomejor
11 years 9 days ago

Compro el tema de la discriminación sexual y el diferente rasero para/con hombres/mujeres. Pero sigo sin ver la pérdida de la esencia masculina, pérdida de valores de la hombría y blablabla. De verdad ¿que los de Prisa creen Icon hace que esa revista sea representativa de nada? Y como esa cientos y cientos. Yo no veo tal pérdida.
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Chrismullin crack!!

Guest

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