Del 19 de julio al 4 de agosto se disputan los Mundiales de Natación 2013. Bueno, realmente los Mundiales de la FINA que abarcan natación, sincronizada, waterpolo, saltos y las aguas abiertas. Como siempre, un macromundial aunque la mayor expectación la despierta la natación que para eso es uno de los pilares olímpicos. Se celebran por segunda vez en Barcelona, que ya los albergó justo hace diez años., en 2003. Una edición que se recordará por la explosión en el Palau Sant Jordi de un chico de 18 años que se acabaría conviertiendo en el mayor mito que ha dado la piscina al mundo del deporte, Michael Phelps.

Fuente: swimbiz.it

Este Mundial se convierte en el primer gran acontecimiento en una piscina de 50 metros tras la retirada del nadador de Baltimore, que dejó la natación en Londres con un scivolo gonfiabile palmarés inigualable que incluye el hito de los ocho oros logrados en los JJOO de Pekin. Barcelona será el primer escenario de la vida sin Phelps. Como en cada ocasión que un gran dominador se retira de la escena deportiva queda un hueco imposible de cubrir y una etapa llena de incertidumbre. El trono de Phelps queda vacante y se busca un nuevo dominador en la natación internacional. Candidatos no faltan. Ahí está Ryan Lochte, su amigo y gran aspirante a arrebatarle el cetro de la natación en los pasados JJOO pero que en Londres no acabó de rematar. O Sun Yang, la gran estrella de las pruebas más largas de la piscina que domina con puño de hierro a golpe de record mundial. O el sudafricano Chad le Clos, uno de los pocos capaces de derrotar a Phelps. O quizá Agnel, la joven sensación francesa que ya despuntó en Londres aunque su calendario sea más reducido en Barcelona tras trasladarse a entrenar a Estados Unidos. Aunque bien podría ser una mujer la que reclame el trono vacío. Como Missy Franklin, gran figura de la natación femenina en la actualidad. O la controvertida Ye Shiwen, la nadadora china que surgió en Londres para asombro de todo el mundo del deporte, pese a que la sospecha siempre la acompaña. Sin olvidarnos de Rebecca Soni, Kromowidjojo o la adolescente lituana Meilutyte.

El equipo español estará compuesto por 20 nadadores (9 hombres y 11 mujeres). Un numero un poco más elevado que en las últimas competiciones internacionales ya que se ha aprovechado la circunstancia de competir en casa para foguear a varios nadadores muy jóvenes y con proyección. Sobra decir que casi todas las opciones de medalla recaen en Mireia Belmonte, la doble medallista de plata en Londres. Mireia se quitó por fin la presión de lograr una medalla en un gran campeonato y la responsabilidad de responder a todas las esperanzas puestas en ella desde hace años con las dos platas logradas en los pasados JJOO. Pese a un invierno revuelto, con cambio de equipo tras dejar el Sabadell por el UCAM y un retraso en la preparación, no se ha resentido su rendimiento ya que sus marcas y estado de forma son similares a los del año pasado. La continuidad con su entrenador Frederic Vergnoux, clave en su éxito, ha facilitado la labor. Las esperanzas puestas en ella también son las mismas. Volverá a tener un calendario muy cargado en Barcelona puesto que nadará los 200 mariposa, 800 libres (pruebas en las que fue medallista olímpica), 400 y 1500 libres, 200 y 400 estilos (esta última su prueba predilecta) y quedará por saber cuantos relevos disputará aunque es una componente fija en el 4×200 libres. Nivel para lograr unas cuantas medallas tiene de sobra pero la competencia es muy dura. En las pruebas de estilos hay navajazos incluso para entrar en la final, como para asegurar una medalla. Las opciones más claras las veo en los 800 y 1500 libres, sin olvidar los 200 mariposa. Los 400 estilos son su prueba favorita pero ese tramo de espalda tan flojo que tiene acaba pesando mucho ante la competencia brutal que hay en la especialidad. Desde luego con dos o tres medallas volvería a convertirse en una heroína para la afición española.

Fuente: entrenarfutbol.com

Casi todo gira entorno a Mireia Belmonte pero alguna opción más se puede encontrar. No nos podemos olvidar de Rafa Muñoz, doble campeón de Europa en los 50 mariposa. Las pruebas de 50 metros tienen algo de lotería y Rafa es uno de los grandes especialistas de la prueba a nivel mundial así que se puede contar con él como una buena opción. Algunos medios también señalan a Aschwin Wildeboer pero creo que sus mejores años ya han pasado. Que los 50 espalda a veces puedan ser una moneda al aire es lo que le salva para que tenga opciones como finalista. Más confianza tengo en Merche Peris, una gran especialista en la misma prueba en categoría femenina. Sus opciones de llegar a la final son notables y ahí ya se vería. Como finalista en los 400 libres podría llegar Melanie Costa, que ha cuajada un invierno sensacional en piscina corta. Merece un desquite tras quedarse a centésimas de entrar en las finales de 200 y 400 libres en los JJOO y la calidad y competitividas las tiene. Y sin descartar al relevo 4×200 libres femeninos en una posible final porque el cuarteto es joven y con una proyección muy interesante. Del resto, comprobar si Marina García continúa con su progresión, esperar que Duane da Rocha compita lo mejor posibles en unas pruebas de espalda que se le quedan cortas al no hacer la mínima en los 200, y a ver si una Erika Villaecija ya más centrada en las aguas abiertas puede volver a meter la cabeza en una final de 1500 libres.

Lo que no se le escapa a nadie es que las mayores esperanzas de medalla estarán en la natación sincronizada. Más que esperanzas, certezas porque es un deporte en el que la sorpresa raramente tiene cabida. Puede ocurrir alguna vez como con la plata que le arrebataron en Londres el dúo formado por Andrea Fuentes y Ona Carbonell a las chinas en el último momento pero no es algo frecuente. Como España ya lleva años a un nivel muy alto y hace tiempo que se ha ganado el respeto de las juezas lo normal es que caían siete medallas en las siete pruebas que se disputen. Y eso que el invierno ha sido muy duro para la sincronizada española. El escándalo provocado por el despido de Anna Tarrés y todas las declaraciones en contra de la antigua seleccionadora giochi gonfiabili por parte de muchas de sus ex-pupilas llenaron ríos de tinta en la prensa y horas de televisión. La retirada de Andrea Fuentes también complicaba las cosas. Sin embargo la base es muy sólida desde hace mucho y se no tardó en reestructurar el equipo. El relevo de Tarrés lo tomó un grupo compuesto, entre otras, por Esther Jaumá, Gemma Mengual, Anna Vives que cuentan con la colaboración de Mayuko Fujiki, antigua ayudante de Anna Tarrés, y Virginie Dedieu, la dominadora del solo en los años 90 con su mezcla perfecta de arte y expresividad. Ona Carbonell toma el mando en el solo y tendrá como nueva compañera en el dúo a Marga Crespí. El equipo ya se renovó de cara a Londres manteniendo los éxitos pasados. La ausencia de China, nadie sabe bien por qué, les reserva una buena colección de platas. Los oros son propiedad de las rusas. No se les ha visto el pelo en todo el año pero ahí estarán en el Mundial para arrasar con todo como de costumbre.

Fuente: mundodeportivo.com

El otro gran punto de atención estará en el waterpolo. Por costumbre siempre está la vista puesta en los chicos del waterpolo para luchar por una medalla pero está vez la situación es algo diferente. No porque el equipo no tenga nivel. Los Guillermo Molina, Felipe Perrone, Iñaki Aguilar, Albert Español, Xavi Vallés y compañía son buenos mimbres para un equipo competitivo pero los de Rafa Aguilar están un escalón por debajo de las Croacia, Italia, Montenegro o Hungría y el equipo está empezando una lenta renovación. En esta ocasión las miradas estarán puestas en las chicas, en aquellas jóvenes guerreras que se llevaron la medalla de plata en Londres y nos emocionaron a todos. El bloque es el mismo que el del año pasado, lleno de juventud y un talento desbordante. En Barcelona volveremos a disfrutar de los potentes tiros de Jennifer Pareja, las grandes paradas de Laura Ester, el talento puro de Anni Espar, la pelea en la boya de Maica García, la lucha infatigable de las Pili Peña, Ona Meseguer, Mati Ortiz y compañía que imprimen una defensa intensa y a ultranza. Por algo son las guerreras aunque el talento se le caiga a este equipo por todos lados. Una de las joyas del futuro del deporte español. Por condiciones lo tienen todo para repetir éxito en casa pero la competencia es durísima. No será una misión sencilla imponerse a las USA, Grecia, China, Rusia, Hungría, Canadá,… Dura competencia pero estas chicas no se detienen por nada ni por nadie.

Fuente: number1sport.es

El resto de la competición la forman las aguas abiertas, donde las mayores opciones podrían estar en Erika Villaécija en los 10 kms, distancia en la que fue diploma olímpico en Londres, y Margarita Domínguez en los 25 kms aunque las opciones de medalla son escasas; y los saltos donde veremos inflables cómo los chinos arrasan una vez más. El equipo español de saltos es mucho más numeroso de la habitual pero sólo Javier Illana aparece como opción a entrar entre los finalistas en el trampolín de 1 y 3 metros. Como curiosidad, hacen su debut los grandes saltos de 20 metros de altura. Los clavados, como se les llama popularmente en México. Un toque extremo para el clasicismo de la natación. Será la única prueba en la que no habrá españoles. No se ha encontrado a nadie capaz de jugarse el pellejo en ese tipo de saltos. No me extraña, da miedo sólo de pensarlo.