Ante la negativa de Eddie de prolongar su crónica más allá de un:

“¡ESTARÉIS CONTENTOS, HIJOS DE PUTA!”

Que creo es tan poco decoroso como soez, y puesto que la broma una vez gusta pero todos los días cansa, he decidido lanzarme a la piscina y escribir yo misma la crónica del Gran Premio. Más os vale que os guste.

El Gran Premio comenzó el viernes con un gran abrazo de Inglaterra a la Fórmula Uno en forma de lluvia, para que los mecánicos de los equipos se sienten como en casa. Un día en el que lo último que apetecía era estar fuera de casa, y eso mismo pensaron los pilotos, que apenas dieron unas cuantas vueltas.

El sábado la clasificación ya sí que fue en seco, y mostró a las primeras que los Ferrari lo iban a pasar peor de lo esperado. Con muchas dificultades logró Alonso clasificarse para la Q3, objetivo que Massa no logró. Ya en la Q3, los Mercedes mostraron una vez más que son los más rápidos a una pula pula inflavel vuelta, logrando un doblete liderado esta vez por Hamilton, para deleite del público local. Los Red Bull copaban la segunda fila, mientras la tercera la ocupaban unos sorprendentes Sutil y Ricciardo. Alonso se vio relegado a una décima posición, que se convertiría en novena tras la sanción a Di Resta, que quedó relegado a la última posición de la parrilla ya que su coche pesaba menos de lo que tocaba.

El domingo se apagaban las luces y salían todos disparados, con Hamilton manteniendo la primera posición y Vettel quitándola la segunda posición a Rosberg. Webber salió muy mal y Grosjean salió kamikaze como en él es habitual casi llevándose por delante a Alonso y Webber. Muy buena salida de Massa, que le sirvió para colocarse cuarto.

Con las posiciones más o menos estabilizadas, comienza el lío. Hamilton, que estaba haciendo una carrera a lo Vettel, sufre el reventón de un neumático trasero izquierdo, perdiendo prácticamente cualquier opción de podio al tener que recorrer casi todo el circuito con una rueda menos. Pocas vueltas después, Massa sufre un reventón en el mismo neumático, lo que le provoca un trompo y le impide seguir con la excelente carrera que estaba realizando. Las alarmas se terminan de disparar cuando Vergne sufre un reventón del mismo neumático en la recta del Hangar, dejando la pista llena de trozos de neumático que provocan que salga el Safety Car, mientras el ambiente en el paddock era cada vez más raro.

Durante el Safety Car, proliferan los comentarios de que no se acerquen a los pianos, y que los fallos pueden ser debidos a un piano (nota de Eddie: “y una mierda como un neumático trasero izquierdo Pirelli de grande”), e incluso le indican a Vettel que el estado del neumático que le habían quitado era crítico, que se veía ya la lona.

Se marcha el Safety Car y Vettel pasa a liderar la carrera como a él le gusta, cogiendo ventaja sobre un Rosberg que iba segundo y un Raikkonen que otra vez, y sin hacer ruido, estaba tercero. Y entonces, pasa lo inimaginable: Vettel abandona por rotura del sistema hidráulico, que lo deja sin caja de cambios. El lugar donde Vettel deja aparcado el coche hace que vuelva a salir el Safety Car, por lo que todos se vuelven a juntar.

Tras la vuelta al garaje del Safety Car, Rosberg está líder y empieza a tirar. En este momento se vuelve a producir una rotura de neumático trasero izquierdo, en este caso el de Sergio Pérez. Raikkonen, que llevaba los neumáticos con más vueltas que el resto, no puede seguir el ritmo de Rosberg, y es alcanzado por los pilotos inflatable obstacle course que vienen detrás. Webber venía remontando muy fuerte, y logra pasarlo para colocarse en segunda posición. Acto seguido lo adelanta también un Alonso para ponerse tercero, en una carrera en la que tuvo la suerte que le faltó en otras. Webber achucha a Rosberg al que casi le quita la primera posición, pero no lo logra y Rosberg acaba ganando el Gran Premio. Lo mismo ocurre con Hamilton y Alonso, aunque al final el inglés no puede pasarle y termina en una más que meritoria cuarta posición, que sin duda hubiera sido una victoria de no mediar los Pirelli.

Y esto ha sido todo. No habrá sido la mejor crónica del lugar… pero menos da una piedra o un Eddie cabreado.

P.D.: La he tenido que publicar como Eddie, ya que no he podido publicarla con mi perfil.

P.D.2: Como ni sé como se ponen la fotos ni me apetece saberlo, ya se encargará alguien de ponerlas por mí… 😀