Tras un fin de semana con demasiado alcohol (pensé que nunca diría esto) y unas resacas que dan más miedo que Falete recien levantado y sin peinar, llega el momento de aprochevar la poca claridad mental de la que dispongo esta semana para hacer mi particular crónica de la carrera de Australia. Dado la cantidad de alcohol que se albergaba en mi cuerpo en el momento de visualizar la carrera, así como las ganas de plantarme en Melbourne con un AK47 tras lo que ocurrío el sábado de madrugada… es posible que mi percepción de la misma esté distorsionada. No pasa nada, más divertido.
Tras unos cuantos meses sin actividad formulaunística ni del motor en general, salvo esos locos del WRC, empezaba en Australia la temporada del gran circo, apodo al que no desmereció, en especial el sábado. Sobre la clasificación pospuesta hasta cancelarla y todo eso no voy a escribir nada más, ya lo comenté in-situ. Y sobre la clasificación que hicieron el domingo no la vi, por principios… pero al ver en la tele que primero Vettel y después Webber, uno ya se pudo hacer una idea preconcebida de lo que iba a ocurrir.
Idea que por supuesto era totalmente errónea. La salida de los Red Bull fue como siempre. Vettel sale normal tirando a bien, y Webber sale con la marcha atrás engranada. Que faltico de ostias está el australiano este, que para cuando aprenda a salir lo que va a conducir es el carrito del Mercadona. Junto con la descripción gráfica de cómo perder 5 posiciones en 100 metros, se encontraban inflatable water slide la nada meritoria salida de Hamilton, y las muy buenas salidas de los dos Ferrari, que probablemente es el coche con mejor sistema de salida del Mundial en los últimos años. INSERTE AQUÍ EL LECTOR QUE LO CONSIDERE OPORTUNO UN COMENTARIO ONANISTA SOBRE LA MAGIA DE CIERTO PILOTO DE ANCHO CUELLO.
Así, tras la primera curva tenemos a Vettel primero seguido de Massa y Alonso. El piloto español intentó adelantar al brasileño en la tercera curva, pero al no poder se mantuvo a su estela. No vayamos a jodernos entre apañeros. La carrera parecía que tomaba el guión que hemos visto mucho últimamente. Vettel primero escpándose, perseguido por Massa y Alonso. Es probable que en lo que tardaron en dar media vuelta Lobato comentara lo mucho que Massa estaba ralentizando a Alonso, pero lo desconozco. Afortunadamente en Dublin no se sintoniza Antena 3. Al pasar por tercera vez Vettel por linea de meta, tuve que levantarme a por el iPad para comprobar el reglamento, ya que no recordaba haber leído que este año los neumáticos habían vuelto a tener surcos. No lo recordaba porque efectivamente, eso no ha ocurrido. Así que eso que pensaba que eran surcos, debería ser el archifamoso graining. En esas circunstancias pues, pronosticaba pues que los Red Bull las iban a pasar putas. Pronóstico que se confirmó cuando pusieron los medios y… efectivamente, se seguían comiendo los neumáticos.
Y a todo esto, por detrás de los Ferrari estaba un Hamilton con un Mercedes que al igual que el Red Bull se comía los superblandos, y un Raikkonen que cada vez se acercaba al piloto inglés, hasta adelantarlo. Así llegaron las paradas en boxes, muy tempraneras debido al alto desgaste de los superblandos, manteniéndose las posiciones. Bueno, no se mantuvieron las posiciones, ya que apareció un nuevo invitado totalmente inesperado a la fiesta. Adrián Sutil, que salía con los neumáticos más duros y que no había parado por tanto, se puso primero. Parecía que esa era la típica primera posición fictícea que la iba a recuperar enseguida Vettel. Máxime cuando este empezó a recortarle tiempo… hasta que no. De hecho no solo dejó de recortarle tiempo, sino que empezó a perder, dejando claro que los Red Bull en esta carrera no iban bien, imagino que para alegría y jolgorio de cierto comentarista televisivo con tendencias a grititos.
Nos acercamos entonces al “Star Moment of the Race”. Dicho momento viene con una decisión de Ferrari que, sin que sirva de precedente fue acertada, de meter a su piloto a hacer el cambio de ruedas el primero. Concretamente a Fernando Alonso. Esto sirvió para que este le metiera tiempo a sus rivales con ruedas gastadas y salir por delante. Estrategia aplaudida por todos exceptos por un hombre… aunque de eso ya hablaremos después. La estrategia hubiera sido perfecta si no se hubiera encontrado con su némesis: Lotus decide no mandar a parar a un Raikkonen que además de estar haciendo unos tiempos muy buenos, está conservando neumáticos como nadie. Bueno, Mercedes con Hamilton, en un acto que no sé si calificar como visionario o como ingenuo, deciden que el coche que más neumáticos degradaba el año pasado, junto con uno de los pilotos más agresivos, pueden también cuidar los neumáticos y hacer dos paradas. Casi les sale la jugada… pero al final les salió rana.
Al que no le salió rana es a un Kimi Raikkonen que paró en la vuelta 34, tras un innecesariamente largo mensaje desde el muro donde le mandaban parar (le dijeron STOP, pudiendo decirle BOX que es un 25% más corto…), siendo el virtual lider de la carrera al ser esta su última parada. En Ferrari, conscientes de que el finlandés tenía más peligro que ir a casa de nojavino con el peinado de Muñiz Fernández, le dijeron a Alonso que lo diera todo para intentar conseguir el gap suficiente para salir delante de él de la tercera parada. No obstante eso no fue posible, por lo que inflatable slide a Alonso le tocaba dar caza al finlandés y adelantarlo en pista. Intentarlo lo intentó, pero ritmo martillo pilón de Raikkonen, amén de un sustito a falta de pocas vueltas que casi acaba en encuentro erotico-festivo con Pic, le hicieron plantearse que los puntos que de la segunda posición pueden venir de puta madre en Australia, así que conservamos y aquí pan y después gloria. Raikkonen acabó dando la vuelta rápida en la penúltima vuelta y logrando una inesperada victoria (excepto para la loca que vive en mi casa, que Dios sabrá como coño la predijo) que le puso hasta contento, dentro de lo que en Raikkonen es esperable.
Si sorprendete fue a Raikkonen esbozar un intento de sonrisa en el podio, más sorprendente fue escuchar una rueda de prensa de Alonso en la que no se pronunciaron las palabras “no tenemos el coche más rápido” en ningún momento… lo cuál no ocurría desde tiempos inmemoriables y que me hizo tener que pagar dos pintas como precio de la apuesta… Así pues, un resultado que deja muy contentos a Lotus, que creo que ya han logrado el objetivo del año, a Mercedes, porque el coche pinta menos malo que el año pasado e incluso a Red Bull, ya que viendo como se comían los neumáticos, los puntos del podio para Vettel pueden ser muy importantes a final de año. Y por supuesto, también dejan muy contentos a Ferrari. O al menos a los que pintan algo allí, más Marc Gené (que no pinta nada, pero también estaba contento). Sin embargo, había un onvrecito... que él sí que no estaba contento. Le pasaba como a Mourinho, no entendía por qué. Y no dudó en decirlo:
Me alegro de que no hubiera acabado la entrevista con un “CÁLLATE PUTA”, porque me hubiera tocado montar el club de fans de Felipe Massa
Y con esto y un bizcocho, hasta Malasia a las 8 (o cuando sea)
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