Portada. Comenzaré con una obviedad: hay discos buenos, malos y regulares. Lo que ya no es tan evidente es que hay también discos malditos, de culto, injustamente desconocidos, incomprendidos, ignorados por la crítica y el público, menospreciados….Y, por si esto no fuera suficiente hay un pequeño grupo que reúne en sí mismo casi todo lo anterior. Un singular ejemplo de estos desafortunados elegidos para el olvido es No Other (1.974) de Gene Clark.
Y eso que Gene Clark no era un músico cualquiera. Miembro fundador de uno de los grupos esenciales en la historia de la música pop, los fabulosos The Byrds, tenía ganado por derecho propio un lugar en el olimpo musical norteamericano. Aupados en sus inicios como la respuesta pop al otro lado del Atlántico a los Beatles los Byrds se hicieron con un merecido prestigio gracias a sus brillantes adaptaciones de temas de Dylan (que él mismo aplaudió), y a unas composiciones frescas y rotundas que debían mucho a sus extraordinarias armonías vocales y al transparente sonido de la guitarra de Roger McGuinn (del que tanto aprendieron grupos posteriores como Television o The Smiths). Los Byrds eran una banda con los egos bien repartidos, en la que Gene Clark era reconocido posiblemente como el mayor talento creativo. Pero hasta las buenas relaciones se apagan y, en 1.967 Clark decidió, tras la publicación de The fifth dimension, el tercer disco de los “pyjaros”, que su futuro era volar solo.
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Las aventuras iniciales postByrds de Clark fueron variadas e interesantes pero muy decepcionantes comercialmente: discos en solitario, en colaboración con Doug Dillard (uno de los renovadores del banjo estadounidense), esporádicas apariciones con sus antiguos compañeros, proyectos frustrados (con Dennis Hopper, por ejemplo)…. hasta que en 1.974, después de una breve reunión con los Byrds para colaborar en un nuevo lp, el primero con Asylum,Records (de escueto título, The Byrds), el jefazo de la discográfica, Gerry Goffen, le propuso hacer un disco en solitario. No un disco cualquiera, no, tenía que ser “el disco de la década”: grandes canciones, sonidos lujosos, experimental pero sin estridencias, y que contuviera todas la inquietudes de Clark, desde el folk al country y el pop. El ambiente era propicio, éxitos como inflatable obstacle course el de Neil Young y su reciente Harvest ayudaban al proyecto. El triunfo, en fin, parecía asegurado. Como se suele decir, no se reparó en gastos en busca de un sonido exuberante y efectivo. Las canciones se encadenan relajadamente hasta llegar a esa pequeña maravilla de 8 minutos que es ” Some missunderstanding”y alterna momentos líricos (“Strenght off the strings”), con countrys (“Lady of the north”). A veces recuerda a Neil Young, otros a Crosby Stills and Nash o a los mismos Byrds pero siempre con un toque personal. ¿El mejor disco de la década? pues seguramente no pero sí una obra extraordinaria y merecedora del reconocimiento que lamentablemente no tuvo. Las ventas fueron mínimas, la crítica lo despachó con reticencia y las dudas atosigaron a un Clark que desapareció de la circulación. En 1.987 regresó, publicó un par de discos y, finalmente, en 1.991, consumido por el alcohol, falleció. Quizás le hundió la búsqueda de una gloria que ya había ganado.
Epílogo: Pocos años después, un grupo británico afincado en California, entró en un estudio para grabar un disco. Allí encontraron buena parte de las bases y sonidos desechados por Gene Clark para No Other y las aprovecharon. El grupo se llamaba Fleetwood Mac y el disco, que vendería millones de copias, Rumours. Algunas maldiciones son para siempre.
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Contraportada. Gram Parsons fue para la música estadounidense lo más parecido a un cometa: brillante, inolvidable y ,ay, fugaz. Sí, lo sé, como metáfora es muy poco original, pero creo que sigue siendo la adecuada . Parsons irrumpe en la música con 20 años; graba con los Byrds un disco crucial a los 21, en el que inventa, literalmente, el country rock; con 22 años funda un grupo clave de esta música, The Flying Burrito Brothers; a continuación publica dos discos, a cual mejor, en solitario y finalmente muere por sobredosis después de una noche de alcohol y drogas con solo 26 años. De él se afirma que nunca escribió una mala canción y casi 40 años después de su muerte su figura sigue siendo reverenciada en USA. No hay grupo o cantante que se reclame del country rock o de su nueva y moderna denominación (Americana) que no le considere algo así como su “santo patrón”.
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Lo curioso es que Parsons no era precisamente un tipo del medio oeste. Hijo de una familia muy adinerada, nació en Florida y estudió en Harvard. Curioso, listo y atractivo,abandonó la cómoda estabilidad familiar para dedicarse a la música. Con su primera banda, la International Submarine Band publicó en 1.967 un disco que hoy se considera precursor de lo que vendría después. En 1.968, un miembro de los Byrds, Chris Hillmann, agobiado por la salida del grupo de Gene Clark, primero, y David Crosby, después, convenció a un remiso Roger McGuinn para dar entrada en la banda al joven y prometedor Gram Parsons. Bajo su influencia graban Sweet heart of the Rodeo, un disco que cambió el desarrollo de la música popular norteamericana: sonido country (las voces, el banjo, la steel guitar…) con ritmo rockero. No venden, no gustan ni al “moderno”público rockero ni al “tradicional” del country. Pero, un año después, un tal Bob Dylan, entusiasmado con esta nueva mezcolanza graba Nashville Skyline. La repercusión es inmediata; el country rock estaba en marcha. Para entonces, Parsons y Hillman habían abandonado los Byrds inflatable slide para formar un nuevo grupo que explorara el nuevo invento, The Flying Burrito Brothers, con el que publican dos discos, uno, otra obra maestra, The gilded palace of sin (1.969) y otro, menos rotundo (Burrito de luxe, 1.970)
Pero Parsons es un chico de alma errática y revoltosa por lo que, después de un período de reflexión (en el que hace amistad con los Rolling Stones) decide lanzarse en solitario. Graba dos lps, GP, 1.973 y Grievous Angel ,de 1.974. Puro country rock. Es difícil quedarse con uno, pero yo apostaría por el segundo, no solo por ser el último sino también porque me parece algo más maduro, más compacto. En plena promoción de su trabajo, una noche de juerga en un hotel de Joshua Tree en California, acaba de la peor manera. y una parada cardíaca se lo lleva para siempre. Fue incinerado en el desierto y sus cenizas se dispersaron bajo un limpio cielo azul. Se cuenta que en las noches de luna llena en el Death Valley todavía las serpientes de cascabel susurran y los coyotes aúllan alguna de las viejas canciones de Gram Parsons.
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4 Comments on "PORTADA Y CONTRAPORTADA: GENE CLARK/GRAM PARSONS"
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Lo cierto es que no soy un gran amante del country rock (Neil Young sigue siendo una de las asignaturas musicales que aún tengo pendientes), y he votado Clark ya que su música me ha sonado más fusionada entre ambos estilos. La de Parsons, por el contrario, me sonaba a un country mucho más genuino (y ahí ya me cuesta).
De todos modos, en la mayoría de los casos, uno acaba votando por mojarse, pero es elegir entre querer más a mamá o a papá.
De entrada, reconocer mi desconocimiento parcial acerca del country-rock. Si que he oido temas de los grupos más conocidos, (incluido Byrds y Flying Burrito pero no Clark o Parsons en solitario), pero nunca a fondo, salvo Neil Young. Dicho esto, y dado que no se puede votar pro Byrds (y así votar a ambos a la vez en dos reencarnaciones distintas del grupo) mi voto va por Clark, no por que me parezca mejor, ya que escuchando sólo 2 canciones de cada uno es dificil afirmar tal cosa, sino por haber quedado realmente cautivado por ese increible temón que es… Read more »
Se agradecen estas historias que uno tiene hilvanadas. Para variar no estoy en términos absolutos de acuerdo contigo en algunas definiciones pero en términos relativos si que lo estoy. Evidentemente la americana music es algo demasiado extenso y que no estoy seguro de saber donde acaba de comenzar y donde termina (tampoco es que me importe demasiado). Es difícil la elección y mi decanto pasa por Parsons por pertenecer esos discos a una época de mi vida en la que C S N. Young, Poco y y demás me cautivaron melódicamente y concretamente porque se daba la circunstancia de que… Read more »
Pues me he acabado decantando por Gene Clark y no sé porque. Quizá en esta votación dejaría el premio vacante.