Ha pasado una semana desde que terminara esa fiesta del baloncesto que es la Copa del Rey. Aunque algunos ya habían vuelto a la normalidad con las competiciones europeas pero los efectos en la cabeza aún estaban presentes. En el Palacio de los deportes algunos aún le daban vueltas a aquel rebote maldito en cuartos de final pero el Madrid parece haberlo dejado atrás y el Manresa pagó todos los platos rotos. También pudo olvidar los sinsabores el Valencia Basket, rompiendo una larga mala racha. Estudiantes, Cai Zaragoza y Bilbao Basket dejaron atrás su eliminación prematura. Al campeón casi se le subió la euforia a la cabeza y a punto estuvo de llevarse un disgusto en la visita del Fuenlabrada, solventada in extremis. Peor les fue a Baskonia y Gran Canaria, que aún están sufriendo los efectos de las derrotas en semifinales y doblaron la rodilla en el regreso a la Liga. Una resaca copera con muy diferentes efectos que aún no se sabe cuanto pueden durar en algunos casos.
Valencia Basket 105 – CB Canarias 85: El Valencia Basket volvía a la realidad tras el sueño que se esfumó en la final copera en Vitoria. La situación que retomaba era cruda, tras 4 derrotas consecutivas en ACB. Una herida que debía cerrar lo antes posible. Para ello propuso un duelo loco de anotación al CB Canarias, que aceptó el intercambio de tortas desde el primer momento. Mucha osadía, los locales no tardarían en hacer ver que tienen mucha mayor artillería. Entre Kelati (15 puntos, 4 rebotes, 16 de valoración) y Pau Ribas (12 puntos, 7 asistencias, 4 robos, 20 de valoración) comenzaron a arrasar desde fuera al equipo de La Laguna, muy dependiente de Sekulic (15 puntos, 3 rebotes, 16 de valoración) en los primeros compases. Eran unas madres en defensa, algo que tenían superado después de sufrirlo en demasiadas ocasiones al principio de temporada, y un Valencia Basket muy inspirado se lo iba a hacer pagar caro. Rafa Martínez continuó con el festival de triples y la avería ya no había quien la arreglara. Sólo Biviá, base suplente de los visitantes, anotaba con facilidad mientras el aro del equipo canario era una piscina para sus rivales, que anotaban con una facilidad escandalosa. La aparición de Dubljevic (14 puntos, 4 rebotes, 20 de valoración), algo apagado durante los últimos encuentos, en los minutos finales del 2º cuarto prácticamente finiquitaban el asunto. El marcador lo decía todo (60-42, min 20). 60 puntos encajados al descanso era un lastre demasiado pesado. A los locales les bastó inflatable water slide con una buena segunda mitad de Faverani (16 puntos, 4 asistencias, 3 rebotes) para mantener la cómoda diferencia hasta el final sin ningún sobresalto. Valencia Basket vuelve a la senda de la victoria y endereza el rumbo liguero.
Joventut 70 – Bilbao Basket 81: El inicio no aventuraba nada bueno. Malos porcentajes de tiro y demasiados errores en esos primeros minutos en los que el Joventut fue el tuerto en el país de los ciegos. Todo cambió con el primer arreón importante del Bilbao Basket. 2-16 de parcial, casi nada, con un Moerman entonado (14 puntos, 3 rebotes, 3 robos, 19 de valoración) y los de Katsikaris que cogían la primera diferencia importante en el marcador (9-19, min 12). Otro de los lapsus de la Penya esta temporada, nada nuevo. Despertaron los locales con la dirección y los puntos de Oliver (17 puntos, 4 asistencias, 9 faltas recibidas, 23 de valoración) y el carrusel de tiros libres que lanzó durante el segundo cuarto. Gracias a ello logró enjugar la diferencia (27-27, min 17) pero tras el descanso comenzaron los problemas. El Bilbao Basket empezó a hacer mucho daño desde fuera, de hecho empezó el 3º cuarto con tres triples consecutivos. En cambio el Joventut estaba negado desde fuera. No anotó su primer triple hasta el minuto 24, después de fallar los 16 primeros intentos. Ya les vale. Para colmo, entró en escena Mumbrú (15 puntos, 8 rebotes, 3 asistencias, 17 de valoración), azote por costumbre de sus ex-equipos. Bien lo han comprobado muchas veces el propio Joventut y el Real Madrid. El alero fue una pesadilla todo el tercer periodo y la nave verdinegra empezaba a hacer aguas. La aportación de Zisis (14 puntos, 6 asistencias, 16 de valoración) para acompañar abrió una brecha que parecía casi definitiva de cara a la recta final (53-68, min 34). Sin embargo, el Joventut reaccionó cuando nadie lo esperaba gracias a un jugador que tampoco nadie esperaba. Trías, desapercibido toda la temporada, logró despertar a sus compañeros y aficionados. Al menos logró contagiar a Corey Fisher, que devolvió la emoción al encuentro con sus habituales penetraciones eléctricas (68-73, min 38) pero no llegó a más la reacción. Un mal ataque y una antideportiva a Trías sellaron la victoria del equipo bilbaíno, que terminó de sentenciar desde el tiro libre. Un pequeño bálsamo tras la enorme decepción de la Copa, donde esperaban mucho más.
Estudiantes 82 – Unicaja 68: Como prólogo al encuentro se celebró un homenaje a Carlos Jiménez, toda una institución en ambos equipos y la selección española y que bien merecido lo tiene. Tras el acto, balón al aire y mucha igualdad de inicio. Ni siquiera que Unicaja entrara en bonus a los 2 minutos fue motivo para romperla. Era llamativo que en los primeros cinco minutos el cómputo de faltas fuera 0-6 pero ni eso ni la intimidación de Barnes acabó con el equilibrio en el primer cuarto. Sólo se rompió con el aumento de la intensidad en defensa del equipo colegial mediado el segundo cuarto. Comenzó a correr y abrió la primera diferencia notable del partido. Unicaja estaba sufriendo uno de sus clásicos pajarones ofensivos y sólo les salvó que el Estu se empeñaba en fallar demasiados tiros libres. No le pintaba nada bien el partido al equipo malagueño. Las 4 faltas pitadas a Calloway antes del descanso eran otro mal síntoma, demasiado descontrol. Poco daño sufrió Unicaja al descanso para lo descentrado que estaba (46-36, min 20).
Los de Repesa salieron con otra actitud tras el descanso. Pillaron dormidos a los locales y le endosaron un 0-8 de parcial para ponerse muy cerquita de nuevo (49-46, min 34). Una técnica pitada a Gabriel por hacer teatro, que a mí no me pareció, envalentonó al Estudiantes y devolvió a sus mentes al partido. La intensidad que pusieron se llevó por delante a Unicaja, que comenzó a regalar balones con una facilidad pasmosa. Otra vez Clark volvió a hacer de las suyas y el Estu devolvió el partido a su terreno. Ni siquiera necesitó ya hacer nada del otro mundo para acabar con un rival depresivo y con una fragilidad asombrosa. Al tran tran y aprovechando los numeros errores de Unicaja ventiló el partido (75-60, min 37). La imagen de Unicaja empieza a dar miedo, es fantasmagórica. No queda nada de aquel equipo que luchaba a brazo partido por los títulos. Es un equipo roto, que ve como los playoffs se van convirtiendo en una utopía. No tengo nada contra Unicaja pero en la Euroliga deben plantearse ya seriamente quitarle su licencia A al equipo malagueño. No puede clasificarse automáticamente cuando ha quedado demostrado que hay equipos con mayor nivel en ACB actualmente.
Real Madrid 104 – Manresa 70: Como aperitivo se homenajeó al equipo infantil A del Real Madrid, campeón de la Minicopa con gran autoridad. Esta vez, en casa, sí recibieron el merecido y unánime aplauso como compensación al ambiente de pitada del Buesa Arena, ya fueran víctimas directas o colaterales los chavales del aspersor de mierda abierto tras la entrada a pista del controvertido y polémico, por decir algo suave, Wert. Del partido se puede decir que duró hasta que el Madrid se quitó las legañas del siestorro. El Manresa sólo tuvo vidilla en los primeros minutos, lo que le permitió llevar la delantera mientras la defensa blanca seguía dormida (11-15, min 4). No tardó mucho en espabilar el equipo de Laso. Pronto el Manresa evidenció los problemas que tenía para defender a Rudy (10 puntos, 4 rebotes, 4 asistencias, 17 de valoración). Nada comparable con los que empezó a sufrir en ataque. Los locales robaban y corrían y para cualquier rival eso significa una sentencia de muerte. Si encima Sergio Rodríguez (10 puntos, 14 asistencias, 3 robos, 23 de valoración) se ponía morado a asistir a troche y moche y Mirotic jugaba a placer esto olía a palmatoria (34-19, min 10). Al final del primer cuarto habían anotado los 9 madridistas que habían jugado. Revelador. Y no estaba el equipo blanco dispuesto a bajar el pistón. Las rotaciones aumentaron aún más el daño. El Madrid era dueño y señor del partido. Anotaba con una facilidad pasmosa y atrás convertía en un liliputiense al equipo manresano, fallón desde fuera y temeroso cuando llegaba a la zona. Si es que antes no perdía el balón para que el Madrid montara otra de sus contras. Al cuarto de hora estaba el partido liquidado. El Manresa había sacado ya banderita blanca pero no había manera de frenar lo que tenía delante. La humillación era más que severa al descanso (63-30, min 20). 63 puntos recibidos, una burrada. Los once jugadores del Madrid ya habían anotado antes del descanso. Exhibición ante un rival inexistente.
Evidentemente ya no había más historia. El Manresa intentó adecentar su actuación para no sufrir un ridículo aún mayor que en su visita al Palau Blaugrana. Se encomendó primero a DeVries, prototipo de tirador americano chupón. No fue suficiente para reducir daños ante un Madrid dispuesto a seguir haciendo sangre. Sergio Rodríguez seguía gustándose y conectando con un Mirotic (23 puntos, 9 rebotes, 34 de valoración, MVP de la jornada) que se lució ante un rival menor. Ya va necesitando hacerlo también en los duelos importantes. El tormento no tenía fin para el Manresa, que se inflatable slide iba 40 abajo. Sólo tuvo un leve alivio cuando el Madrid decidió que ya era suficiente y había que tomarse el último cuarto con calma. Un último periodo donde Hanga puso el espectáculo con sus mates, Carroll hacía sus puntitos para quitarse el mal sabor de boca del fallo en el triple decisivo en Estambul, y para el debut del joven base Alberto Martín en el Madrid. Tarde muy plácida para ir restañando las heridas que ha dejado aquel rebote maldito que se escapó en la primera prórroga ante el Barça en los cuartos de Copa.
Barça 72 – Fuenlabrada 70: La euforia y la reafirmación azulgrana tras el título de Copa, ofrecida a la afición azulgrana antes de empezar el partido, debió dejar una borrachera de impresión. Porque el Barça pareció un equipo con resaca al iniciarse el partido. El Fuenlabrada vio que la ocasión la pintaban calva y bombardeó sin piedad a los azulgranas desde fuera, con un acierto tremendo desde la línea de 3. 7/9 en triples para empezar, casi nada. El roto que estaba haciendo Kurz (15 puntos, 4 rebotes, 4 asistencias, 20 de valoración), al que incomprensiblemente le flotaban los hombres altos, desde fuera empezaba a poner en serio riesgo el partido para el Barça (17-33, min 12). Xavi Pascual decidió que ya era momento para que se acabara el cachondeo y puso en solfa a sus jugadores, que respondieron con intensidad atrás. No mejoraron mucho en ataque, muy dependientes de Mickael y Tomic (18 puntos, 8 rebotes, 24 de valoración), pero el esfuerzo atrás permitió que Fuenlabarada sólo anotara ya 4 puntos hasta el descanso y la cosa ya no pintara tan fea (33-38, min 20).
El Barça tomó la delantera con un parcial de 10-2 en el tercer cuarto que devolvía las aguas a su cauce pero esta vez el Fuenlabrada no iba a caerse del partido solito. Es más, se las hizo pasar canutas a los azulgranas el resto del partido. No anotaban con la facilidad del primer cuarto pero sí estuvieron aguerridos en defensa. La galvana culé en ataque también ayudaba. No estaba Navarro y esta vez sí se notaba. De hecho el más acertado en el segundo tiempo era Abrines, que dispuso de más minutos de los habituales ante el equipo del sur de Madrid. Sólo Tomic le acompañó y con los dos no era suficiente para deshacerse de un Fuenlabrada que se lo iba creyendo. Con 70-67 a falta de 15 segundos a Valters no le tembló el pulso para tirar desde la línea de 3 a la primera oportunidad que tuvo. Triple al canto y 70-70 a 4 segundos del final. Otra prórroga en ciernes porque no quedaban tiempos muertos. Rabaseda se la jugó a la heroica con un costa a costa y penetrando casi a la desesperada. Su tiro no iba ni a aro pero por ahí aparecía Tomic como quien no quiere la cosa para palmear en el último segundo y darle la victoria al Barça sobre la bocina. La resaca copera pudo costar cara pero el Barça continúa su racha victoriosa. Cara de tontos se les quedó a los jugadores de un Fuenla que vieron más cerca que nunca la primera victoria en el Palau Blaugrana.
Obradoiro 84 – Baskonia 70: Desde luego la derrota en semifinales de Copa en su propio pabellón ha hecho pupa en Vitoria. La derrota ante el Barça, sumada a la europea ante el Siena, han afectado al Baskonia que no iba a tener un día fácil en el Fonte do Sar. Desde el principio las riendas las llevó el equipo gallego, que empezó mandando con el buen inicio de partido de Pumprla (16 puntos, 5 rebotes, 4 asistencias, 22 de valoración). El checo estaba siendo una de las sorpresas de esta temporada pero ha bajado el rendimiento en las últimas jornadas, a la par que su equipo. En el equipo vitoriano sólo Lampe (18 puntos) hacía daño, todo el ataque lo monopolizaba el pivot polaco. Poco para frenar a un Obradoiro que cada vez iba más lanzado. Hummel y los triples de Corbacho iban mimando a un equipo vitoriano que no veía forma de reconducir la situación (49-40, min 20). El Baskonia dependió demasiado de individualidades. Lampe desapareció tras el descanso y su relevo lo cogió Nemanja Bjeliça (16 puntos, 9 rebotes, 23 de valoración) pero el serbio se encontró tan solo como su compañero en la primera parte. Su rival se mostraba mucho más sólido y esta vez no le afectó la baja de Andrés Rodríguez, clave para el bajón de Obradoiro en los últimos partidos. La labor de Kendall (19 puntos, 11 rebotes, 33 de valoración) en la zona, que esta vez no fue gaseosa, remató al equipo vitoriano que se convierte una víctima más del fortín de Fonte do Sar. Primera derrota de Tabak en la ACB. Colorín, colorado, esta racha se ha acabado. La buena porque la depresiva post-Copa aún sigue abierta.
Otros resultados: GBC 94 – Valladolid 78, Cajasol 67 – Cai Zaragoza 75, Gran Canaria 68 – Murcia 78.
El Real Madrid (20-1) es aún más líder tras el pinchazo del Baskonia (17-4). Por detrás, el cuarteto del 13-8: Barça, Valencia Basket, Bilbao Basket y Gran Canaria. Cierran la zona de playoffs Cai y Estudiantes con 12-9, que ya han abierto una brecha de dos victorias. En descenso siguen Manresa y GBC con 4-17.
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