Portada ¿Que queda de la Movida madrileña? Si ahora, en 2013, tuviéramos que escoger algún rostro, con nombre y apellidos, por supuesto, dos figuras, posiblemente, se impondrían por encima del resto, Pedro Almodóvar y Alaska. El primero es, para bien y para mal, el referente fundamental del cine español actual, mientras que Olvido Alaska Gara es, quizás, la artista surgida en los años 80 que mejor ha sabido evolucionar y reinventarse para seguir siendo el personaje icónico por excelencia de lo que en España se entiende por modernidad. Inconvenientes del reduccionismo pedagógico, unos nombres quedan fuera, posiblemente más importantes que los citados; otros, la mayoría, sin duda injustamente olvidados o relegados. Si alguien tuviera la absurda curiosidad de preguntarme por una sola persona que representara según mi discutible juicio la nueva ola madrileña no lo dudaría: Fernando Márquez.
Conocido también por El Zurdo (y no precisamente por sus simpatías políticas), Márquez atraviesa estos años dorados desde su prehistoria (miembro fundador de Kaka de Luxe, el grupo seminal), su eclosión (con Paraíso), la consolidación (La Mode) y su posterior declive (Pop Decó). Personaje inquieto y excéntrico, El Zurdo es sin duda uno de los compositores clave de los años 80. Él está detrás de alguna de las composiciones de Kaka de Luxe, suya es una de las canciones emblemáticas de la Movida, “Para ti” que cantaba con Paraíso, efímero grupo que solo editó un single (estas primeras andanzas se recopilaron tiempo después en un EP, que hoy es una rareza) y él es el principal castelo inflavel responsable de la formación de La Mode, banda con la que El Zurdo intentaba huir de su inicial imagen punki para asentarse como representante de un pop exquisito, canciones frágiles con un punto de elegancia y sofisticación.
La Mode fueron fichados como gran esperanza musical por Nuevos Medios y, en 1.982 sacaron su primer LP, El Eterno femenino (acompañado de un maxi que contenía la versión extendida de “Aquella canción de Roxy”). El disco reunía canciones de elegante pop “electrónico” (“Aquella canción de Roxy”, “El único juego de la ciudad”) con otras de aromas naif (“Mi dulce geisha”, “Wild puppets”). Inspiración y clase, El eterno femenino es una delicada obra maestra del pop español.
Las ventas no fueron muy altas, pero La Mode obtuvo algo más valioso: reconocimiento. Llegaron dos años (del 82 al 84) de éxito y vértigo: conciertos, colaboraciones (el album de Kiki D,Aquí, otra de las joyas escondidas del pop español), artículos en diversos medios…, hasta que, de repente todo se detiene: problemas físicos, agobio, hastío…Márquez decide alejarse de los escenarios. Mientras, se edita el segundo disco, 1.984, trabajo aceptable pero sin el encanto del primero que contiene “En cualquier fiesta” desencantada elegía prematura de la Movida.
Regresa con un viejo proyecto, Pop Decó, fusión de música con arte y vídeos, junto a Teo Cardalda. No funciona. Y El Zurdo inicia una lenta retirada, solo interrumpida por apariciones ocasionales (1.996, 2002…). Actualmente, por lo que sé, vive semirretirado, dedicado a su página web centrada en cine, literatura y, claro, música.. No creo que lo lamente demasiado. Eterno diletante, sigue haciendo en el fondo lo que más le apetece, hablar , y escribir, de lo que le gusta.
Contraportada. Quien piense que la Nueva Ola madrileña fue una ejemplar mezcla de colaboración y entusiasmo se equivoca. Es cierto que el tiempo embellece los recuerdos pero no hay duda de que hubo roces, envidias y enfrentamientos. Posiblemente, el principal motivo de discordia fue la oposición entre “modernos” y “poperos”. Esta división se plasmó de una manera gráfica en el célebre programa televisivo de Paloma Chamorro “La edad de Oro”. Chamorro, que venía del mundo del arte, creyó que se encontraba ante una reedición de la Nueva York sesentera trasplantada a Madrid ¡Warhol y la Factory en la Gran Vía!. Así, “La Edad de Oro” se convirtió en un sancta santorum ideal para la vanguardia, en el que los grupos poprockeros no tenían cabida. Resultado, los grupos de “llorones” o “babosos” como despectivamente se les conocía, perdieron la batalla mediática . Por supuesto, el tiempo, otra vez, ha puesto a todos en su sitio, curiosamente el mismo, aunque la memoria, siempre selectiva, no se ha comportado de forma similar.
De los grupos poprockeros de los 80 solo Nacha Pop y Los Secretos siguen ejerciendo una influencia perdurable, mientras que otros como Mamá (gran potencial pésimamente gestionado) o Los Elegantes (el mod ibérico) casi no se recuerdan. El olvido más injusto, creo yo, afecta a Los Pistones, nuestro grupo de power pop por excelencia.
Liderados por Ricardo Chirinos, Los Pistones fueron en sus comienzos el típico grupo nuevaolero, con canciones que pedían a gritos rotundidad sonora. Sus maquetas convencieron a los responsables de un nuevo sello, MR, que les publicó varios singles mal grabados hasta que Ariola se fijó en ellos. El objetivo era editar un LP, pero, después de 10 meses todo seguía empantanado: dudas sobre la elección de las canciones, el sonido, no había productor….todo presagiaba el desastre.
La solución apareció casi por casualidad. Llegó un nuevo batería al grupo, un argentino experimentado llamado Fabián Jolivert, que, ante la permanente indecisión de Chirinos, tomó las riendas del asunto. Jolivert escogió productor, Ariel Roth, llamó a un ingeniero de sonido británico, Peter McNamee (que había trabajado con Tequila y lo haría con Nacha Pop), seleccionó canciones nuevas y antiguas (“Nadie, “Metadona”), buscó un sonido power pop y, en fin, junto a Roth tocó todos los instrumentos (más la voz de Ricardo). El resultado fue Persecución, disco completísimo con un hit seguro (“El Pistolero”), dos joyas a medio tiempo (“Metadona” y “Lo que quieras oír”) y un conjunto de buenas canciones arropando el producto. Sin duda uno de los discos claves de nuestra música.
Los Pistones se habían hecho un hueco, pero el infortunio, en forma de Servicio Militar para su líder, cortó la progresión. A su regreso, casi dos años después, Chirinos, ya sin Jolivert (en Inglaterra con Paul Collins) volvió a la senda errática. Un nuevo disco, Canciones de lustre (1.986), infames título tobogã inflavel y portada, con una canción destacable (“”Que el sol te dé”). Ariola no movió un dedo por ellos y el grupo comenzó su declive: regreso a MR (ahora Twins), esporádicas apariciones (esplendida en el disco homenaje a Antonio Vega), nuevo disco entre la indiferencia general y fin. Habían tenido la gloria a un palmo, pero se les escapó.
Me preguntaba al principio sobre el legado de la Movida. Queda el agradable recuerdo de unos años esperanzadores y un puñado de discos, entre ellos El eterno femenino y Persecución, que cambiaron la música española. No es poco.
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4 Comments on "PORTADA Y CONTRAPORTADA: LA MODE/LOS PISTONES"
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Muy interesante el artículo. Tengo por casa de mi madre el maxi-single de El Pistolero, y todo el disco de Persecución es muy bueno. Galaxia, Mientes, etc. Un par de curiosidades. El que luego fue bajista de Los Pistones, José Luis Ambite, salía en Mujeres al borde de un ataque de nervios, la peli de Almodóvar.Y el otro guitarrista de Pistones, Julián Infante (ya fallecido) era el guitarra de Tequila y luego pasó a los Rodríguez con el propio Ariel Roth y Calamaro. Si no recuerdo mal le ficharon porque Ricardo Chirinos no podía cantar y tocar la guitarra a… Read more »
Para cerrar el círculo flagrantiano, comentarte que Ambite, que siempre fue conocido en Madrid por ser una versión local de “el chico de la moto” , ya que poseía una deslumbrante Harley Davidson, (precisamente con la que sale montando junto a una desmelenada Julieta Serrano en “Mujeres al borde de un ataque de nervios”) se enroló después de Pistones en el grupo de acompañamiento de Jaime Urrutia cuando este se desligó de Gabinete Caligari, mientras que Mario Gil se dedicó, además, a componer bandas sonoras para televisión. Aún lo recuerdo saltar delante de su piano en “El precio justo” si… Read more »
Una curiosidad acerca de “El pistolero”: Aquí, en Valladolid, corrió una historia acerca de que esa canción era de un peluquero que tenía un grupo (Orrasco), que la había presentado a un concurso para grabar que hubo dentro del programa Aplauso de José Luis Fradejas y que se la robaron para dársela a Pistones. Algo que acaso encajaría con la cronología que das de los problemas con la grabación del disco, que tal vez sería flojo en general y así tendría una canción fuerte como cabecera – banderín de enganche.
Vaya Vd. a saber
Lale, es posible que tengas razón, no lo sé, puesto que desconozco ese grupo vallissoletano del que hablas. A mí, desde luego, “El Pistolero” siempre me ha parecido una canción muy influenciada por los Clash, en concreto con la más conocida de su disco “Sandinista”, me refiero, claro está a “The Magnificent sevent”, tanto en el título western como en la melodía de base http://www.youtube.com/watch?v=aMkpRtqJwbw Lo que demuestra, una vez más, que las grandes canciones no vienen de la nada, y que las influencias suelen ser múltiples. Hace poco, un tipo en Granada me insistía con reiteración en que “La… Read more »